La reunión no salió como todos los años, nunca habían sido tan impresionantes o relevantes como para recordarlas pero aun así la habían pasado bien todos los años.
Pero esta vez Delphine había arruinado todo con su berrinche lo que provocó que los tres chicos se quedaran en el bar durante el resto de la noche. Bajaron cuando la mayoría de los invitados ya se había marchado.
Gaspard estaba más tranquilo de lo que normalmente acostumbraba a estar, la verdad a él y a sus dos amigos les había gustado que las cosas con Delphine se terminaran. Más que triste, Gaspard se sentía aliviado, con paz, como si pudiera hacer todo lo que quisiera sin necesidad de preocuparse por lo que su novia loca dijera.
Su relación con Delphine nunca fue tan imperfecta, tan infeliz, tan desastrosa.
La verdad cuando se conocieron se llevaron bastante bien. A Gaspard le encantaba estar con ella y compartirle todo pero el tiempo pasó y la chica empezaba a mostrarse aburrida, insatisfecha, siempre buscaba tener lo mejor, demostrarse superior y eso a Gaspard no le gustaba nada.
Pasaban mucho tiempo juntos, pero era más por aparentar que por el deseo de estar juntos. Su relación ya llevaba mucho tiempo y aunque ninguno de los dos quería admitirlo, ellos estaban juntos por conformismo, por no ser lo suficientemente valientes para aceptar que ya no eran felices juntos.
⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️
Los tres chicos pasaron bebiendo y viendo las noticias que salían en la televisión. Anthoine no podía evitar ver a Gaspard tratando descifrar que es lo que él y esa chiquilla estaban hablando pero no se atrevía a preguntar, le daba vergüenza siquiera sentirse intrigado por su charla.
Desde el primer momento, la chica había llegado a cambiar todo, Anthoine siente que las cosas han cambiado en tan poco tiempo y eso le molesta demasiado. Siempre lo había controlado todo y ahora no sabe que es lo que va a pasar al día siguiente.
A altas horas de la noche los chicos deciden irse a sus respectivas mansiones ya que quieren descansar para no llegar desvelados a clases al día siguiente. Así que los tres chicos se despiden y entran a sus limusinas.
⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️
Gaspard entra al baño luego de quitarse el saco. Y cuando finalmente se recuesta en su cama no puede evitar pensar en la conversación que tuvo con Alessia. Por alguna razón inexplicable se recordó que nunca había tenido una conversación tan real con una chica desde que tenía cinco años.
Le costó levantarse esa mañana pero sabía que no podía faltar a clases.
Se da una larga ducha antes de arreglarse, sus sirvientas ya tienen todo listo para él así que no tuvo que hacer mayor esfuerzo. En realidad nunca lo tuvo que hacer, desde que nació todo el mundo hacía todo por él. Nunca le había molestado del todo, después de todo es lo único que siempre ha conocido.
Esa mañana sí se toma el tiempo de desayunar pero esta vez decide hacerlo en el jardín, frente a la piscina. Se abriga correctamente ya que el invierno se acercaba cada vez más y se sienta en uno de los sofás.
Siempre le había gustado su mansión. Anthoine, a pesar de nunca tener opción, prefería mil veces su mansión cuando estaba sola, sin los gritos de su padre, los llantos de su madre y los alientos de su hermano. Hace ya mucho tiempo que esa mansión se había quedado completamente en silencio, desde que sus padres empezaron a viajar.
—La limusina ya está lista señor St.Clair.
—Muchas gracias.— Anthoine se levanta y camina hacia la limusina.
La limusina se parquea en su sitio habitual, hoy el chico no tiene muchas clases por ende pide que lo esperen ahí, así evitar congelarse por cualquier retraso que podría producirse.
El chico ignora a todas las personas que inútilmente tratan de llamar su atención y se dirige rápidamente a la sala privada. Sus dos amigos no han llegado aún, Gaspard no había escuchado el despertador así que venía retrasado y Damien fue obligado a ir a una reunión con su padre así que llegaría más tarde.
Anthoine se sienta frente a la televisión y la enciende con la intención de ver las noticias. Desde que su padre llegó por última vez no ha podido evitar ver las noticias cada segundo, para asegurarse de no salir nuevamente y que los rumores que se hacen constantemente no sean sobre él.
Cuando la enciende se da cuenta que la grabación de la sala de baile sigue corriendo y sin poder evitarlo Anthoine mira la grabación una y otra vez. El chico se queda pensando en esa chica que sin ningún miedo lo había encarado.
La puerta se abre de golpe lo que asusta al chico. Gaspard entra mientras se quita sus audífonos.
—¿Qué haces?
—Nada.— dice Anthoine poniéndose de pie, enfrente de la televisión. Gaspard solo levanta una ceja, divertido.— Solo... Quería ver las noticias y pues salio esto.
—Claro... No hay nada de todos modos.
—¿Qué?
—En las noticias. No sales.
—Oh, bien. Mi padre me mataría si lo hiciera.— dice Anthoine mientras suspira.—No quiero que regrese...— Gaspard hace una pequeña mueca mientras se sienta en uno de los sofás.
—¿Puedes ponerlo otra vez? Necesito ver la cara de la chica. Es increíble.— los dos chicos se ríen mientras ven la grabación.
Anthoine a pesar de que Gaspard le dijo que no había nada en la noticias no puede evitar entrar en su celular a todas las revistas digitales para comprobar que su nombre no este ni siquiera en las letras pequeñas.
—¿Anthoine?
—¿Qué?
—¿No escuchas? Pasame el control.
—Pasame el control.— esa voz lo sobresalta.
—¿Qué haces aquí?
—¿Esa es la manera de recibirme en tu casa?
—Cuando entras sin permiso si.— la pequeña niña ríe antes de sentarse en el sofá junto al pequeño Anthoine.
—Thierry me llamó.
—Oh, ¿hablas de tu nuevo mejor amigo?
—¿Anthoine St.Clair está celoso?
—Claro que no y lo sabes.— dice el chico cruzándose de brazos mientras mira hacia otro lado. Everleigh vuelve a reír, le encanta molestarlo.
—Pues la verdad es que la paso increíble con él, jugamos por horas y me cuenta muchos chistes.
—¿Entonces por qué no te vas con él y me dejas solo?— Anthoine se para bastante enojado y empieza a irse de la habitación.
—¡Espera! Estoy jugando contigo.— dice la chica impidiendo que salga.
Anthoine la mira serio pero no puede evitar reír un poco al ver la gran sonrisa de la niña. Eso es lo que la chica siempre logra: hacerlo reír.
—¿No lo prefieres a él?
—Sabes que no, recién lo conozco.
—¿Dices que si lo conocieras más, te caería mejor?
—¡Anthoine! Basta. Vine por ti.— Anthoine aparta la vista, algo avergonzado.
—Bueno.— la chica mueve la cabeza de un lado para mirarlo a los ojos y suelta una carcajada.
—Eres un celoso.
—¡No lo soy!
—Claro, claro.— dice Everleigh cuando agarra el control y cambia el programa.
—¡Oye! Yo estaba viendo eso.
—Ya no más. Yo quiero ver otra película.
—¿Si querías hacer eso porque no lo haces en tu casa?
—Es más divertido venir aquí para molestarte.— dice sonriéndole y el chico rueda los ojos, pero aun así sonríe.
Esto pasaba muy seguido, los chicos se reunían simplemente para pasar el rato. Lo que pasa es que Everleigh no le decía siempre el porque de que ella pasaba mucho tiempo en su mansión. Thierry la había llamado pero porque esa mañana sus papás habían peleado otra vez y Anthoine estaba bastante decaído. Thierry sabía lo que Everleigh representaba para él, así que cada vez que algo pasaba la llamaba para que ella pasara tiempo con su hermanito.
Pero Anthoine no veía eso, él veía que la relación entre su mejor amiga y su hermano crecía y crecía y eso no le gustaba nada.
—¡Anthoine!— Gaspard sacude el brazo de su amigo para hacerlo salir de sus pensamientos.
—Lo siento, toma.— dice dándole el mando.
—¿Estás bien?— Anthoine solo asiente mientras se para y va hacia el balcón.
Ese recuerdo lo tomó completamente desprevenido, como todos los que de repente están naciendo.
Él no entiende como esos recuerdos le parecen tan reales, como si fueran de otra vida. No entendía cómo llegaban, de dónde venían y cuántos más habían. Esa niña se le hacía muy familiar pero no podía verla claramente, solo miraba la brillante cadena que colgaba de su cuello, una cadena que escondía un dije, un dije que nunca lograba ver.
El timbre suena por fin. La verdad se levantó muy temprano esa mañana porque estaba preocupada así que había sentido esa mañana larguísima.
No esta tranquila porque Alessia había salido muy apurada de la reunión y ni siquiera pudo contarle bien que es lo que había pasado.
Desde el primer día que la vio supo que no era como todas las que estaban en su colegio,por eso mismo le pareció simpática y de alguna manera, por ser la chica nueva y aparte extranjera sentía como si tenía que protegerla... Después de todo ella no tuvo a nadie que la salvara en su primer día de colegio.
Pero a pesar de haber pasado mucho tiempo juntas, Alessia aún no se había podido abrir con ella como para que le contara qué es lo que trama con esos tres chicos.
—Valerie ¿vienes?— la chica asiente a su compañera de ciencias mientras entran a la clase.
⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️
A la hora del recreo la chica busca a su amiga pero Alessia no aparece por ningún lado. Le manda un mensaje antes de entrar a su clase, solo para preguntarle si está enferma o si necesita que le lleve algún cuaderno o algo. Pero Alessia nunca le contestó, su celular aparece apagado porque hasta sus llamadas se desvian inmediatamente.
La chica está más inquieta a la hora del almuerzo, los rumores corren sobre que Alessia había subido al balcón con los tres chicos y que algo había pasado para que la chica saliera corriendo de la reunión, había rumores que decían que los chicos la habían amenazado y que se había ido del país. Valerie no entiende nada y la verdad teme que esos rumores sean ciertos.
Por esa razón, en ese mismo instante, se encuentra frente a la puerta de la sala privada de los tres chicos.
No está segura si es buena idea tocar ya que en primer lugar está prohibido siquiera mirar esa puerta pero la verdad es que la curiosidad está matándola y también está muy preocupada.
Espera que todo sea un malentendido y se repite que los chicos no pudieron haberle hecho nada malo. Pero luego la imagen de la sala de baile entra en su mente. Esos chicos había hecho eso específicamente para herir y hacer enfadar a Alessia, así que sin pensarlo mucho toca la puerta.
Ese sonido sorprende a los chicos porque el cocinero ya había puesto todo en la mesa y si es que se le había olvidado algo les parecía una falta de respeto que interrumpiera así. Los chicos se miraron mutuamente, debatiendo con los ojos quien debería de ir a abrir la puerta.
—¡Bien! Iré yo.— dice Damien suspirando.
Los otros dos chicos se rien mientras siguen comiendo. Damien solo rueda los ojos y se acerca a la puerta. Cuando la abre la verdad se sorprende. ¿Qué les pasa a todos que ya no respetan las reglas?
—¿Qué quieres?
—Buenos días para ti también.
—¿Quién eres?
—Soy Valerie Lombrad...—Damien levanta la ceja y fue cuando la chica se da cuenta que la verdad al chico no le importa saber quién es.— Soy amiga de Alessia Leblanc solo quería...
—¡Anthoine!— Valerie se queda sin habla cuando ve que Anthoine se acerca, puede ver como Gaspard se acerca también.— Te buscan.—dice y luego se aparta un poco.
—¿Quién eres?
—Yo...— dudo un segundo antes de decir su nombre.— Soy Valerie...
—¿La amiga de la estadounidense?— pregunta Gaspard y todos voltean a verlo. Sus dos amigos lo miran extrañado. ¿Cómo se eso? Gaspard solo se encoge de hombros.
—Si, en realidad venía por eso, yo...
—¿Ahora ella manda una mensajera? ¿Ya no tiene las agallas para venir ella sola?
—No, yo...
—Seguro la intimidaste tanto que ya tiene miedo.— dice Damien burlándose.
—La verdad es que...
—O simplemente no quiere ver tu horrible cara otra vez.— dice Gaspard molestando a Anthoine y Damien se ríe.
—Cállense.— dice Anthoine negando con la cabeza mientras sonríe.— No dudo que se muere del miedo por eso manda a una mensajera para que ella suplique piedad.
—¡Escúchenme!— Valerie grita haciendo que los tres chicos la miren.— No vine a nada de eso, Alessia no tiene miedo, ni busca que le otorguen piedad o como sea. Tampoco me mandó a darles un mensaje ni nada de eso. La verdad estoy aquí porque...
—¿Quién decías que eras?— pregunta Damien y los otros dos chicos se ríen. Valerie suspira y les da una sonrisa falsa.
—No es importante, solo quería saber si sabían algo de Alessia.
—¿Saber algo sobre qué?— Gaspard no entiende nada. ¿Venía esa chica rara para preguntar de Alessia? ¿Pero qué le pasa?
—¿Dónde está?, ¿porqué no vino al colegio?, ¿si le pasó algo?, ¿si...
—¿Nos estas preguntando a nosotros si sabemos algo de tu amiga? ¿Estas loca?— Damien se ríe, la verdad él disfruta demasiado este tipo de situaciones.
—Ustedes fueron los últimos que la vieron ayer.— los chicos la miran sin entender nada.— ¿En la reunión?— nada.— ¿Saben qué? Olvidenlo, no sé ni porque pregunté.—La chica se da media vuelta.
—¿No vino hoy al colegio?— preguntó Anthoine, sorprendiendo a sus amigos. ¿Por qué preguntaba? La chica se da la vuelta.
—No. Solo quería saber si ayer había pasado algo para que ella decidiera no venir hoy.
—¿Estas acusándonos de algo?— Anthoine la reta con la mirada.
—Claro que no, solo pregunto si sabían algo. Pero ya vi que no, así que ya me voy.
—¡Oye, espera!— Valerie voltea nuevamente.— No vuelvas a acercarte a nosotros jamás.— dice Anthoine antes de azotarle la puerta en la cara. Valerie suspira rodando los ojos.
—Eso ganas por ser tan curiosa.—se dice a sí misma antes de irse a su última clase.
—Así que no solo tenemos que lidiar con esa estadounidense loca, ¿ahora también con sus amiguitas? ¿Pero qué pasa con el mundo?— dice Damien sentándose nuevamente frente al comedor.
—Ya no soporto a esa Alessia. Ni siquiera está presente en el colegio y sigue molestándonos.— responde Anthoine.— ¿Le dijiste algo ayer?— le pregunta despreocupadamente a Gaspard.
—¿Qué?
—A esa chica, charlaron ayer ¿no? ¿Le dijiste algo que la asustara? o no sé, ¿que la hiciera querer irse?
—No.
—¿Entonces porqué no vino al colegio hoy?
—¿Porqué tendría que saberlo?
—Hablaste con ella ¿o no?
—¿Qué es lo que intentas preguntar?
—¿Qué hablaste con ella?
—¿Por qué te interesa? La odias.
—Ese no es el punto.— Anthoine suspira.— ¿Sabes qué? No importa. Ni siquiera quiero saberlo. Por mí que esa Alessia que ni regrese.— los chicos se quedan callados y sin poder evitarlo Damien suelta una gran carcajada.
—Lo siento, no pueden negar que desde que esa chiquita vino las cosas están demasiado interesantes. ¿No creen?
—Preferiría que siguieran normales.— dice Anthoine y así es como la conversación sobre Everleigh llegó a su fin.
Luego de eso olvidaron el tema.
⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️
Los tres recibieron sus últimas clases del día y se fueron a sus respectivas mansiones.
Anthoine está cansado pero esta vez se sentía tranquilo, durante el día no pasó nada que lo haya hecho enojar o perder los nervios. Pero aun así prefiere ir a descansar un poco.
El señor Courtois le dijo que esa noche la señora Hamilton iría a cenar con una pariente que se encuentra en el país así que no tiene que preocuparse con la cena y con esa charla que prefiere olvidar completamente.
Llega a su habitación y después de ponerse algo más cómodo cae completamente dormido.
⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️
Su sueño se ve interrumpido porque algo pesado cae encima de él. Anthoine asustado trata de quitarlo de encima ya que no lo deja respirar correctamente.
—¿Pero qué...?
—¿Qué son estas horas de dormir hermanito?
—¿Thierry?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro