Capítulo 16
La cena ya está servida, lo mejor de lo mejor está servido justo en frente de él. Por mucho que Anthoine quisiera comer, comer y comer para saciar el hambre que tiene, no puede. Se reprende a sí mismo por no haber comido nada y haber bebido tanto la noche anterior. La señora Hamilton se encuentra justo enfrente de él,lo único que lo separa es la larga mesa y la inmensa cantidad de comida.
—Para serle completamente sincero, me sorprendió mucho su visita. Mi padre me comentó que llevaba mucho tiempo tratando de contactar a su nieta para tener una reunión, pero nunca tuvo esa oportunidad. Sé que han sido meses muy difíciles tras la terrible tragedia y quiero decirle que la familia St.Clair siempre estará a su disposición.
—Eres muy amable cariño. Quiero disculparme personalmente. Tras la muerte de mi amado hijo, mi nieta decidió tomar el mando. Lastimosamente yo no pude hacer mucho, ya sabes, la pérdida fue demasiado dura.—la señora agarra una servilleta de tela y finge limpiarse una lágrima.— Mi nieta no tomó las mejores decisiones pero después de todo la empresa Hamilton sigue siendo la mejor de Nueva York y ha crecido mucho en muchos países. Y claro que estoy al tanto de las ansias que tiene de poder contactar a mi nieta y sé que ella lo sabe bien porque, ignorar a una empresa de tal magnitud es muy difícil. Por esto estoy aquí, porque sé que ustedes tienen intenciones de ser parte del proyecto Hamilton.
—Sería un honor, sé que nuestras empresas pueden ser de mucho beneficio mutuamente, ya que la empresa St.Clair tiene muchos contactos en Francia lo que podría llegar a expandir mucho más rápido su empresa aquí. Tengo entendido que tiene varias propuestas de otros inversionistas franceses, pero le puedo asegurar que ninguno es igual que el de la empresa St.Clair.
—Estoy al tanto de los números, pero nunca me gusto hablar de eso. Estoy aquí por algo más que un contrato de inversiones.
—Disculpe pero no la entiendo bien ¿a qué se refiere?
—¿No te acuerdas de mi nieta cierto?— Anthoine frunce el ceño confundido. La conversación ya de por sí es muy formal para su gusto. Trató de halagar mucho a su empresa como publicidad a su padre, pero en este caso no entende a qué se refiere, ni sabe cómo responder a eso ¿a qué viene esa pregunta?
—Tendrá que perdonarme, pero estoy un poco confundido.
—Tengo que confesarte que estoy muy impresionada. La verdad es que mi nieta si te recuerda perfectamente, claro que por su decisión de tomar la empresa sola no ha tenido el tiempo de venir conmigo para esta reunión. Sé que a tu padre le encantaría verla, tanto como a ti claro.
—Señora Hamilton...
—Meredith.
—Meredith, sería todo un placer ver a su nieta, pero no entiendo bien a que se refiere. ¿Yo la conocía? Lamento mucho no recordarme, no sabe la vergüenza que me da con usted.
—No tienes porque disculparte tonto. Eras muy pequeños es normal que no te acuerdes. Aunque la verdad si me sorprende. Mi querida nieta, Everleigh Hamilton, solía pasar mucho tiempo corriendo dentro de estas paredes, según lo que tenía entendido se llevan muy bien ustedes dos.—Anthoine trata de recordar pero nada llega a su mente. Pero luego recuerda un pequeño vestido rojo y zapatos negros, pero no está seguro si esa niña es a la que se refiere.— Bueno, espero que se puedan reencontrar pronto, sé que ella se pondría muy feliz.
—Me encantaría hacerlo y sé bien que mi padre estaría muy contento de poder hablar con ella y así podrían aclarar los términos sobre las inversiones de la empresa.
—Está claro. Esta nueva alianza será muy beneficiosa para todos y sé que ustedes dos se entenderán muy bien, ya lo hicieron de pequeños lo podrían hacer actualmente. Todo por el bien mayor.
—¿Una alianza?—Anthoine no puede evitar que estas palabras salgan de su boca.
—¿Perdona?
—Lo lamento, Meredith, no he tenido mucho tiempo para hablar con mi padre. Él me había comentado que querían hacer algunas inversiones para que su empresa pudiera expandirse aquí pero no comentó nada de una alianza.
—Supongo que tu padre esperó que yo te lo comentará. Muy típico de tu él.
—¿Conocía a mi padre?
—Más de lo que crees pero ese es un tema para otro día. Lo importante es que él siempre entendió lo importante que son las negociaciones. Por eso él sabe que esta alianza es muy importante. Pero no tienes de qué preocuparte el matrimonio no es nada del otro mundo.— la cara de sorpresa de Anthoine no pudo pasar desapercibida por nadie, ni siquiera para el señor Courtois que está pacientemente parado delante de la puerta, listo por si lo necesitan.
—¿Matrimonio?—la señor Hamilton mira al chico y por poco ríe al ver su cara. Recordó brevemente que ella tampoco reaccionó muy bien cuando le dijeron que se tendría que casarse por un bien mayor y con una persona mucho mayor y que nunca había visto. Pero al menos Anrhoine recibió el mensaje por una persona, ella lo recibió en una servilleta que su madre dejó en un restaurante y que al reconocer la dirección por la empleada fue enviada a su mansión.
—Sé que tú y Everleigh se llevaran muy bien. Los dos son conscientes que el bien de la empresa es mucho más importante que cualquier otra cosa. Así fueron educados. Esta alianza llevará a nuestras empresas a la cima y seremos completamente impenetrables y luego de su boda seremos todos juntos la empresa Hamilton-St.Clair.
Está nerviosa, muy nerviosa y también enojada. La verdad Everleigh está de todo menos bien. Esa semana no fue la más fácil de todas, la verdad fue muy complicada y llena de sentimientos. Everleigh no puede dejar de pensar en su abuela.
La chica está en su oficina desde muy temprano, ni siquiera se había cambiado, está con su pijama y con un moño súper enredado. Everleigh está viendo la ventana mientras que por su cabeza pasaban miles de situaciones donde su abuela pudiera arruinar completamente todo. La verdad no solo es su abuela, sino que desde que llegó a Francia solo ha tenido problemas con los tres chicos pero más con Anthoine y ella sabe que su abuela está ideando un plan para fastidiarlo todo y no pudo ir con peores personas que con los St.Clair para hacerlo.
El señor Stephen entra a la oficina sin que la chica se de cuenta. El señor se sorprendió al no encontrarla en su cama ya que Everleigh no es de las personas que se levantan temprano, pero al verla sentada con la vista perdida se da cuenta que la chica no durmió mucho anoche.
—No debería de darle muchas vueltas. Su abuela es una persona peligrosa cuando se lo propone pero la mantendremos vigilada.— la chica se asusta al oírlo pero luego gira su silla para mirarlo. Ella trata de ordenar su pelo pero se da cuenta que es inútil así que lo único que hace es suspirar y mirarlo con un mueca.
—No entiendo como esa mujer siempre logra arruinar todo. Una semana. Una semana desde que estoy aquí y pudo encontrarme, venir y restregarme en la cara que se quedara con los St.Clair. ¡Los St.Clair!
—Sabemos que su abuela vino por negocios. La empresa ha estado abierta a propuestas sobre nuevas inversiones, como sabe la empresa St.Clair es una, así que su abuela de seguro tiene que estar interesada en que usted acepte esa propuesta. Lo que no sabemos es porque necesita que esto sea así. Pero no se preocupe porque ella no puede hacer nada ya que legalmente ella no puede aceptar ningún trato aunque quiera.
—Necesito que la sigan, a todos lados y a todas horas. No podemos darnos el lujo de confiar en que no dirá nada.
—Sí señorita.—el señor Stephen se levanta de su silla y se dirige a la puerta.
—¿Señor Stephen?
—¿Si?
—¿Qué cree que pase si Anthoine se entera que yo soy Everleigh Hamilton?
—Según lo que usted comenta, él no la reconoció.
—¿Tan pequeños estábamos para que no me recuerde? Yo los recuerdo perfectamente, ¿como pudieron olvidarme así?
—Señorita Everleigh, pasaron casi trece años desde la última vez que estuvieron en la misma habitación, eran muy pequeños, sé que pasaron mucho tiempo juntos pero eso no cambia las cosas. Ellos no tuvieron una infancia fácil, Anthoine menos que los otros dos. Puede ser que como defensa el haya bloqueado todo lo que él pasó de pequeño. Pero tiene que tener algo en claro, cuando él finalmente se entere él estará muy contento de verla. Porque usted es una persona muy especial, siempre lo fue.
—No creo señor Stephen, siempre me culpé por abandonarlo. Como dijiste, su infancia no fue fácil ya que su padre fue horrible con él de pequeño y no dudo que lo siga siendo ahora que ya esta grande. Si no me hubiera ido ¿crees que Anthoine seria igual que como es ahora? ¿No crees que yo hubiera podido evitarle tanto sufrimiento?
—Creo que no debería de pensar en esto, lo que pasó ya pasó y ya no puede hacer nada. Por el momento tiene que evitarlos a toda costa, no podemos permitir que la reconozcan, menos si su abuela está cerca.
—Lo sé, solo... Lo sé.
⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️
La chica pasó trabajando toda la mañana pero fue una de las sirvientas que llegó a sacarla de la pila de contratos, esquemas, vídeos y números para avisarle que el almuerzo estaba servida. Everleigh bajó las escaleras sin muchas ganas, las pocas horas de sueño ya le estaban cayendo encima pero aun así hizo un esfuerzo por comer. Cuando terminó la chica se fue a su cuarto y se quedo completamente dormida.
—¡¿Matrimonio?! ¡Matrimonio!.— Anthoine está destrozando todo a su camino, cada vaso, cada silla y cada mesa están tirados por todos lados. El enojo de Anthoine lo está consumiendo completamente, la ira es muy fuerte, él solo quiere gritar, gritar muy fuerte y salirse de esta de una vez por todas.
—¡Anthoine! Tienes que calmarte, no puede seguir así te lastimaras a ti mismo.—Damien y Gaspard habían llegado en el momento que el señor Courtois los llamó. El almuerzo con la señora Hamilton no terminó como todos esperaban, la verdad todos habían quedado sorprendidos.
—¡Anthoine!¡Basta!.—Gaspard le quita la silla que el chico planeaba tirar a la pared, como las otras cuatro que ya había tirado.— ¡Cálmate!
—¡¿Que me calme?! ¿Hablas enserio? Me quieren casar. ¡Casar! Mi padre ni siquiera pudo decírmelo en la cara. Él sabía, él sabía desde el momento en que vino a verme pero no dijo nada y esperó a que esa señora que jamás había visto me lo dijera. ¿Cómo podía negarme? Eso es lo que él quería: que no pudiera negarme porque es una socia y si la perdíamos él hubiera venido únicamente para matarme. ¡Matrimonio!
—Anthoine, por favor. Tienes que calmarte lo solucionaremos.—Damien puso sus manos en los hombros de Anthoine y este lentamente comienza a tranquilizarse hasta el punto en que los tres chicos se sientan en la pequeña terraza del estudio, una que está del otro lado en la mansión y que tiene vista únicamente del bosque.
—Claro que lo haremos. Tu padre te dijo que Everleigh ni siquiera se había mostrado desde la muerte de sus padres. ¿Porque lo haría ahora? La chica ni siquiera deja que la vean en público ¿casarse con un extraño? No parece nada lógico.
—La señora Hamilton dice que no somos extraños. Dice que esa chica ya había estado aquí.— el chico logra tranquilizarse y ,respirando de manera normal, empieza a contarles a sus amigos cada detalle de esa conversación. A lo que los dos chicos quedan confundidos por la aparición de esa chica que estuvo implicada con ellos en el pasado.— Pero lo único que sé, que sea quien sea esa tal Everleigh, yo no puedo casarme con ella.
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