Lo siento, no pude hacer mucho
-"Dicen que uno se arrepiente más de lo que no hace de lo que si hace, eso es una gran mentira " –
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Capitulo 1: Espero ser mejor
El cielo estaba pintado de un color naranja debido a la hora del día, pero una pequeña luz fulminante venia del horizonte, como una estrella fugaz. En el bosque todo era un caos, los animales corriendo desesperados para alejarse de la bola de fuego que se acercaba del cielo de la tarde.
Una figura corría desesperadamente entre los árboles, parecía sostenerse fuertemente el hombre izquierdo, no producía ningún ruido, pasaba en medio de los árboles, los animales más cercanos a la figura se alejaban inmediatamente.
El ser humanoide miraba varias veces su espalda, y redoblaba su paso, no parecía que nada lo fuese a detener. De un momento a otro la figura pareció pisar algo que no era el suelo, que hizo un ruido metálico, rápidamente salto hacia un lado, evitando que la explosión originada a sus pies, le quitará sus miembros, pero las esquirlas que vinieron después de la explosión le impactaron a la figura masculina, la fuerza explosiva le termino por romper la protección que tenía en la cara junto a un respirador en el lado derecho del rostro.
- ¡AAAAAAAAAHHHHHHHHH! – la figura dio un gritó que resonó por toda la zona, la respuesta fue el graznar de las aves que comenzaba su vuelo. Una esquirla había pasado en la parte rota del casco, sangre salía de su mejilla y ojo izquierdo, su mano izquierda presionaba la herida, pero la sangre seguía escurriendo.
- ¡Oí un grito! – se escuchó a la lejanía.
La figura, sosteniéndose de nueva cuenta su hombre comenzó a correr, estaba dando quejidos por el dolor en su ojo, hombro, y en general en todo su cuerpo por las esquirlas clavadas, el traje que usaba aparentemente no permitió que las esquirlas lo atravesaran o le provocarán más daño, pero aún así hilillos de sangre salía de todo su cuerpo, y cojeaba, una de sus piernas quedó en un peor estado.
La figura había salido del bosque para terminar en un barranco, se podía ver todo un valle lleno de montañas, árboles y naturaleza, el sol aún seguía en el cielo, pero se notaba que se ocultaba en el ocaso. La figura oscura veía todo el paisaje, parecía estar maravillado por lo que veía en su ojo izquierdo, llevaba una vestimenta negra, el casco protegía toda la cabeza y la parte de los ojos habían unos googles, de la nariz a la boca había un respirador igualmente negro, el casco estaba quebrado del lado izquierdo hasta la parte de la frente, la parte de los googles del ojo derecho estaba completamente destrozado, y el respirador se había agrietado de la mejilla derecha, usaba unos pantalones holgados negros que tenían varias protecciones afuera y dentro del mismo pantalón, unas botas negras protegían sus pies, tenía una gabardina negra desgastada que tenía varios agujeros, rotos, y apenas se mantenía, tal vez si se jalara un hilo en específico toda esta se podía desarmar, debajo tenía lo que parecía una camisa manga larga, que podía cubrir todo el cuello, una pechera plateada que le llegaba hasta las costillas, habían varias abultaciones en la prenda, más protecciones debajo de esta, tenía un par de guantes de color negro que tenían varias protecciones en los nudillos, dedos, palmas, etc, también portaba unas muñequeras de color metálico que le llegaban a ¼ del antebrazo, en su cinturón portaba lo que parecía la funda de una espada o más bien katana de un color negro, con toques blancos, y en el medio el estampado de una cruz con un par de alas rodeandola.
Antes que el hombre de la extraña vestimenta hiciera algo, fue tomado de los hombros y lanzado hacia un árbol dándose un fuerte golpe en la espalda que le saco el aire, quedó sentado en la hierva, tratando de respirar. Al ver a su atacante al frente suyo, levanto la cara para verlo, y de él salió jaleo de sorpresa.
Al frente había un hombre que ya estaba llegando a sus 30, sus ojos negros reflejaban ira, y su cabello negro enmarañado, largo y grasiento se movía ligeramente por el aire, sus ropas se notaban desgastadas, sucias y mal trechas, no llevaba ni siquiera zapatos, y con su brazo extendido le apuntaba en la cabeza con un revolver.
- Fue difícil encontrarte – su voz salió áspera, como si no hubiese venido nada refrescante durante años – pero recordé que era lo que más hacías en tus ratos libres - ¡JA!, No puedo creer que al fin pueda matarte, aún no entiendo cómo descubriste que yo era el infiltrado, pero bueno, con tu muerte se habrá extinguido el último caballero o soldado de la luz, sabes que nombre más patético.
- ...
- No vas a responder nada – dijo burlón – todos los tuyos están muertos, está patética rebelión a caído, y ¡Tu! No serás más que él Hitler de esta nueva sociedad... sabes aún no entiendo porque te quieren vivo, pero igual hasta aquí llegarás... - el hombre comenzó a toser ruidosamente como si se atragantara con algo, hasta que saco lo que parecía ser una masa roja.
- ...
- Maldita sea, espero que cuando muestre tu cuerpo sea tratado como un héroe, y me den la medicación que necesito – volvió a mirarlo y apuntarlo con el revolver – será de mi placer matar al conocido capitán de los... caballeros de la luz – las últimas palabras las dijo con todo el tono de burla que parecía reunir – adiós – puso más firme su brazo para no fallar el tiro – ...Lemuel.
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- ¡Aaaaaahhhhh! – grite al despertarme en mi cuarto - ¡Ah! – suspire – otra vez esa persona – mencione cansada por haber soñado otra vez con ese sujeto de vestidura negra, aunque en mis sueños también aparecía ese otro sujeto con la extraña máscara de Kitsuné.
Mire mi cuarto lleno de mercancía de all might, pósters, muñecos de colección, algunos de edición limitada, comic que también tengo de edición limitada, mangas, etc, claro que también tengo de otros héroes, pero no los tengo tan presentes como all might. Gire para ver mi reloj con temática de all might, abrí grande mis ojos, ya se me estaba haciendo tarde para entrenar y limpiar la playa, tenía que apurarme o jamás mi cuerpo estará listo para recibir ese don del one for all, no pude evitar sentir alegría ante eso, mi sueño de convertirme en hero... no puedo pensar en eso, tengo que salir antes que mamá o papá despierten.
Rápidamente como pude me saque mi pijama y me coloque mi ropa interior, mi camisa, mis pantaloncillos, y mis zapatillas rojas. Salí de mi cuarto, agarre mis llaves, y salí silenciosamente de mi apartamento, decidí trotar hacia la playa para ir calentando.
- ¡Buenos días izumi – chan!
Voltee para mirar a la señora Uchima, casera de los apartamentos, una señora de la misma edad de mi Okasan, muy agradable, a veces me da unas frutas cuando le ayudo a llevar sus bolsas de la tienda a su apartamento que queda un piso más abajo que el nuestro.
- Buenos días señora Uchima – dije de la manera más respetuosa posible.
- Mira como estas señorita – dio una sonrisa que me causo escalofríos – veo que la pubertad te ha estado favoreciendo mucho.
No pude evitar sonrojarme ante lo dicho por la Sra. Uchima, pero creo que es verdad, desde que comencé a entrenar y seguir la dieta que Otōsan me dijo que hiciera, no solo mis músculos han crecido, también mis pechos y.. y.. trasero. Creo que me sonroje por cómo está riendo la Sra. Uchima, mejor sigo por mi camino.
- Adiós Sra. Uchima.
- Adiós Izumi – chan.
Nombre: Azami Uchima
Edad: 42 años
Quirk: Hidroquinesis. Descripción: Puede controlar el agua a su alrededor aún bajo grado, puede controlar el agua a su alrededor y el agua que genera su propio cuerpo.
El control es diferente en los dos casos, el control del agua en su propio cuerpo en mayor que el agua del exterior, puede controlar pequeñas cantidades de agua, debido al control tan desigual del agua, puede producir gotas de agua con el líquido de su cuerpo y mandarlo el exterior, no puede usar mucha agua debido a que le produce una descompensación grave.
Descripción personal: Es una mujer casada y su fuente de dinero viene del arriendo de los apartamentos, su esposo trabaja como organizador de eventos, tiene un hijo de 14 años que asiste en la secundaria Orudera. A ella le agradan mucho los Midoriya, sobre todo a la matriarca de la familia, por ciertas cuestiones no ha logrado encontrarse con el patriarca, pero a querido, le gusta mucho Izumi Midoriya, al punto que la quiere como nuera, ha esperado que su hijo y ella se conozcan, tal vez sea quirkless, pero puede ser una buena esposa, y si dejara ese sueño de ser heroína, podría sentarse en otra cosa, eso le gustaría, no le agradan los Bakugou, la familia más cercana a los Midoriya, no por Mitsuki o Masaru, sino por su hijo Katsuki, él no merece el aprecio de la Midoriya menor, y quisiera que esos dos dejarán de encontrarse y sobretodo por lo que hizo el muchacho a la chica a comienzo del año escolar.
Seguí trotando para llegar a la playa, pero no podía dejar de pensar en la conversación que tuve con mi casera, no hacia el ejercicio para tener un buen cuerpo, lo hacía para ser un mejor recipiente para el one for all, no podía pensar mucho en esas cosas.
- "Lemuel".
No pude evitar pensar en ese nombre, no me sonaba, tal vez era extranjero, pero lo importante era que era la primera vez que lo escuchaba, desde que comenzaron mis sueños con esos dos sujetos, nunca oí sus nombres. Para ser sincera conmigo, me comenzaban a aterrar esos sueños, eran demasiado repetitivos y siempre con las mismas personas, sino era el que estaba vestido de negro, era el de máscara de Kitsuné, y los dos eran igual de aterradores, pero ... más de una vez ellos dos se mostraban comprensibles con otras personas, y muy amigables...... ni siquiera se porque sigo pensando en eso, son solo sueños tontos, debería enfocarme en entrenar y en el examen de la UA.
Nombre: Izumi Midoriya
Edad: 14 años
Quirk: Quirkless (no desarrollo un Quirk)
Descripción personal: Desde niña se ha querido convertir en heroína para salvar a la gente con una sonrisa, una persona que le de esperanza a aquellos que la hayan perdido, haciendo les creer que pueden conseguir todo lo que desean solo si se esfuerza, pero debido a que no desarrollo Quirk, este sueño fue muy criticado y aún sigue siendo lo, nadie a creído que ella pueda, pero demostrará a cada uno de los que le dijeron que no ella puede, aunque muy dentro de ella sabía que no podría, pero al final su sentido de heroísmo ella lo demostró en un momento de necesidad, y fue elegida como sucesora del one for all.
Debido al ser Quirkless ella recibió múltiples abusos de sus compañeros y a veces de los propios profesores, pero esos profesores siempre terminaban despedidos y nunca los volvía a ver, estaba segura o por lo menos tenía la sospecha de que su padre tenía algo que ver sobre eso, ya con sus compañeros cuando el abuso se tornaba violento, no se iban de la escuela, pero su parecía que recibían una severa amonestación, ya que no se volvían a meter con ella, pero aún así el abuso continuaba, al menos el verbal o simplemente con ella eran indiferentes, aunque desde hace mucho tiempo ella tenía un perseguidor constante, y ese era su amigo de la infancia Katsuki Bakugou, ella intentaba ocultar sus abusos lo mejor que podía, debido a la admiración que le tenía, y el cariño, incluso el amor, ella sentía algo por kacchan, cómo le dice de cariño, pero eso cambio debido hace un par de meses.
Izumi estaba usando una varilla y un par de ruedas para hacer pesas, era extenuante y doloroso, por como sus expresiones dejaban ver, pero lo que ella no notó fue que una figura demacrada la observaba mientras tenía una pequeña sonrisa en los labios, era una sonrisa orgullosa y feliz.
- "Hoy si que fue duro" – pensé al sentir como cada músculo de mi hermoso cuerpo me palpitaba de dolor – "ni si quiera he podido limpiar mucho la playa, pero no debo rendirme, voy a heredar el One for all y entrar a UA".
Finalmente pude llegar a la puerta de mi departamento, mi Otōsan ya debía salir a trabajar, me hubiese gustado verlo y pedirle consejos, pero bueno, no puedo pedir mucho. Abrí la puerta y entre, me dirigí a la cocina donde debía estar Okasan.
- Buenos días Okasan – dije como pude, la verdad me dolía mi cuerpo más que otros días.
- Buenos días Izumi – respondía mi madre, girándose para verme - ¡Por Dios Izumi!, Mírate cómo estás – gritó mi madre, creo que debo verme horrible para que diga eso - ¡Ve y báñate! – me ordeno, igual iba a ser eso – ya va a estar el desayuno. Vamos, vamos, se te está haciendo tarde.
- Ya voy Okasan – dije un poco irritada, no creo que esté tan tarde.
Termine por ir a mi cuarto para sacar mi toalla y unos cuantas cosas más que necesitaba, al ir al baño solo tuve que sacarme la ropa sudada, mi brassier y mis shorts, el abrir la llave y sentir el agua fresca y cálida me calmaba el dolor en mis músculos, sino fuera por esto tendría después un horrible dolor todo el día, y estaría quejumbrosa, fastidiaría a mis compañeras y compañeros, sobretodo a ... kacchan, no pude sentirme triste al recordarlo, aún no puedo creer como me trató ese día, aún me duele y mucho, solo pensé que podría ser buena idea, tal vez él y yo... al fin... estaríamos bien....
No quiero pensar más en eso. Tome el jabón y lo comencé a pasar por todo mi cuerpo, mis brazos, y abdomen y mis pechos, los masajee un poco para que el jabón soltará más espuma, por un pequeño roce acaricie mi pezón derecho, me estremecí por eso, mi cuerpo comenzó a crecer más desde que cambie mi dieta y hacer ejercicio, antes era lo que mis compañeros podrían llamar, una tabla, la verdad no me importa que me dijeran así, pero ahora es un poco incómodo, me tocó comprar con mi madre brassieres más grandes, interiores, también mi trasero creció un poco, la verdad es incómodo como algunos de mis compañeros me miran, de una manera un poco desagradable, como si me acosaran con la mirada, ahora con mi nuevo cuerpo llamo mucho la atención y es incómodo... mejor pienso en otra cosa, tal vez, el compañero o compañera misterioso, desde que iniciamos este año escolar hemos tenido un puesto extra para un compañero de aula, pero nadie lo ha visto, estamos en el primer trimestre, pero si no llega puede que ni logré pasar la secundaria, sinceramente espero que llegue para que no pierda, y también para saber quién es, y no soy la única que le interesa, varias de mis compañeras también quieren saber, al igual que algunos de mis compañeros, creo que a kacchan y su grupo no les interesa. Espero, si es hombre, no me mire como mis demás compañeros, y si es una chica, espero hacerme amiga de ella, no he podido tener ninguna amiga desde que entré a la secundaria, solo he podido cruzar palabras con algunos compañeros en general, nada demasiado personal, espero que al menos en estos meses tener algún amigó.
Termine de bañarme y me seque con la toalla, la pasé por todo mi cuerpo, sobre todo por mi cabello, solo cuando está mojado puedo peinarlo, pero al final se seca y termina siendo la misma cabellera enmarañada de siempre, salí del baño con la toalla sobre mis pechos, la toalla bajaba hasta mis rodillas, me cubre bien.
Llegué a mi habitación y me quite la toalla dejando en toda su plenitud mi cuerpo desnudo, me ví por el espejo de cuerpo completo que estaba en mi armario, mis pechos con pezones ligeramente oscuros, estaban un poco erguidos, tal vez por el roce que les di por error, me fijé en mi trasero, no era tan grande, pero se notaba que había crecido, la verdad lo que más se notaba eran mis pechos, Vi por encima de mi vagina, pequeñas vellosidades ya comenzaban a salir de ahí, era un poco raro ver eso, antes esa parte era tan... ¿Limpia? Y ahora me crecía bello ahí, me sentía rara con eso, pero era normal a mi edad, así que solo debo acostumbrarme.
Salí de mi cuarto con mi uniforme de la secundaria Orudera, me fijé en el reloj de la sala que quedaba saliendo del pasillo de la puerta de mi habitación, ... se me estaba haciendo tarde... corrí a la cocina para ver los platos servidos y a mi madre en la mesa, esperándome.
- Te dije que se estaba haciendo tarde – me amonestó mi madre.
- Lo sé, perdón – dije apresurada.
- ¿Qué te entretuvo tanto en el baño?, ¿Acaso?
- ¡No es eso Okasan! – respondí avergonzada, no quiero saber que insinuaba, pero sabía que iba a hacer algo de mi cuerpo, y ese tema aún me incomoda.
- Okey, okey – había diversión en la voz de mi madre.
Preferí dejar eso, y solo comer rápido para salir, no podía llegar tarde.
- Adiós Okasan.
- Adiós izumi – se despidió mi madre desde la puerta del departamento – ¿No olvidaste nada?
- No señora, adiós.
Salí corriendo antes que mi madre dijera otra cosa, probable que cuando llegue mi madre no me encuentre con ella, va a salir con mi tía Mitsuki a tomar un café, pero con ellas es posible que termine siendo más que eso, espero que les vaya bien.
Mire el cielo azul, pero parecía que poco a poco aparecían nubes de tormenta, ojalá no llueva, parece que las nubes se están aglomerando un poco cerca de aquí, seguí mi camino apresurada, ya veía como aparecían varias chicas de mi secundaria, hablaban jovialmente, tal vez eran de las que llegaban apenas a clase, yo prefería llegar un poco antes, y como ahora kacchan no se me acerca, hace que estar ahí sea más fácil.
Vi de lejos el edificio de la secundaria, ya estaba llegando, logré ver a algunos compañeros que igual que yo corrían al edificio.
Apenas llegué a mi salón un poco antes que sonara la campana, logré ver a kacchan en su puesto siendo rodeado por su grupo, también ví a algunos grupos que se formaron a lo largo del curso, fui a mi puesto, mientras caminaba sentí como si me vigilaran, y logré ver por el rabillo de mi ojo a algunos compañeros que me veían fijamente, creyendo que no los notaba, si que eran molestos, mi silla estaba en la segunda fila hacia la ventana, al lado mío, cerca a la ventana, se encontraba el puesto del compañero misterioso, todos los días lo veo para ver si hay algún cambio, si alguien lo ocupo, pero para mí no sorpresa, no había nada. Escuché la campana que dignaba el inicio de la clase, primero me toca literatura con mi profesor asignado de curso.
Al salón entro el profesor, y todos mis compañeros se sentaron, nuestro profesor encargado es una persona muy seria de cabello rubio que se está quedando calvo, que siempre usa un buzo café y debajo de este una camisa elegante blanca, zapatos boleados negros y pantalón de mezclilla, se que se dicen así después del último evento importante que mi Otōsan asistió.
Este profesor al menos no es como nuestro anterior profesor que mostró preferencia a algunos compañeros, entre esos kacchan, al final fue despedida y creo según dijeron se le revoco la licencia para enseñar, eso fue después que llamo de forma despectiva a algunos compañeros de aquí y de otras aulas, además de mi, a mí me llamo como quirkless buena para nada, y cuando le intente entregar un trabajo solo me dijo que lo único para lo que yo iba a servir era para ser una ama de casa o para dar servicios nocturnos, eso me hizo sentir fatal, aunque lo último no lo entendí, al final le dije a Okasan, y muy probablemente le contó a Otōsan y él tomó cartas sobre el asunto, y al final terminamos con este profesor que aunque muestra un ligero favoritismo a kacchan, no es tan evidente y trata a todos con respeto.
Después de las clases de literatura, matemáticas, Ingles, y educación física. Gracias al entrenamiento riguroso que he practicado en este tiempo mi resistencia a crecido para seguir a todos mis compañeros, antes me quedaba hasta atrás de todos, pero ahora lo molesto es como me ven los chicos cuando corro, incluso kacchan me mira, pero por lo menos tiene la decencia de no quedarse viendo, además que el uniforme me queda ligeramente ajustado, según mis compañeras deja a relucir mi figura, no es agradable que parezca que lo dicen con envidia. Bueno, por lo menos ya terminó y ya podemos comer, escuché como la campana sonó, dando inicio al almuerzo, enserio tengo hambre después del ejercicio de hoy.
Saque el bentō que me hizo mi madre para el almuerzo, antes comía en la cafetería, pero desde que tengo mi propia dieta y pues... también me molestaban, dejé de ir a la cafetería y me hago por las escaleras, parece que iba a ser otro día común. Espere a que todos se fueran del salón y me lleve mi bentō, no es que quisiera comer sola, pero muy pocas veces mis compañeras me invitaban a comer con ellas, así que solo era yo, y comer con los chicos no me gustaba por obvias razones, al menos kacchan no me molesta para eso. Me terminé sentando en el rincón de las escaleras, era una parte algo oscura, pero cómoda y silenciosa, cogí los palillos y dije:
- Itadakimasu
Comencé a comer lentamente, no necesitaba apresurarme, escuché un pequeño tintineo que venía de mi pecho, mire hacia abajo y Vi el crucifijo que colgaba de una cadena de plata en mi cuello, mi madre me la regaló el día de la ceremonia de ingreso, Okasan me dijo que lo había obtenido el mismo día que vio a mi padre por primera vez, según ella había caído del cielo en la cabeza de mi padre, cosa que lo noqueó y ella tuvo que curarlo, estaba envuelto en una hoja amarillenta que tenía unas inscripciones raras, la verdad nunca ví esa hoja, y mis padres no se tomaron la molestia de guardarla, al final ese paquete fue el que hizo que mis padres se conocieran, y mi madre se quedó con el crucifijo, al final me lo regaló. Fijé mi mirada a mi derecha, hay estaba un objeto que encontré el mismo día cuando iba para mi casa, lo ví en el pico de una ave de color blanco, lo termino soltando cuando salió volando y la agarre, es una cadena larga que en el centro trae una piedra de un color cerúleo que tiene la forma de una luna menguante, creo que es un collar, pero mejor me lo deje como pulsera, solo tenía que amarrar varias veces la cadena alrededor de mi muñeca, si que es una hermosa joya la luna, pero es extraña, cada vez que la miro por mucho tiempo me dan unas ganas de llorar como ahora. Seguí comiendo de forma calmada.
Al terminar el bentō lo guarde en el mantel verde que medio mi Okasan, y me dirigí al salón, a esta hora no habría nadie, tal vez aprovecharía para darle una revisadita a mis apuntes de héroes, al llegar a la puerta la Vi entreabierta, me sorprendió un poco, nadie se supone que estaría aquí, tal vez alguien olvidó algo y volvió, di una mirada rápida a la pequeña abertura y no logré ver nada fuera de lo común, tal vez se le olvidó cerrar bien. Abrí la puerta que hizo un sonoro ruido de arrastre y entrar, Vi con sorpresa el puesto del compañero misterioso, ahí había una persona, su cabello negro era largo brillaba con el reflejo del sol, su cara estaba recostada en el escritorio y sus brazos los tenía como almohada, no lo podía creer, lo tenía enfrente de mi, debía ser una chica con ese cabello tan largo, me acerque a mi puesto y por consiguiente, al de la persona, me senté y la comencé a ver, parece que no la había notado, su cabello largo se notaba desordenado, logré ver unas vendas por debajo del gakuran tenía varios vendajes, un momento... ¿Gakuran?, ¡Es hombre!, tiene el cabello muy largo, ¿porque lo tiene?, ¿cómo se lo dejaron tener así?, Que bueno que no me dirigí cómo ella, hubiese Sido incómodo, parece que está durmiendo, mejor no lo molesto, incluso puedo escuchar sus ronquidos, a un lado de la mesa tenía su maleta, me tomé la molestia y se la coloque bien en el puesto, logre ver qué al otro lado, cerca de su mano izquierda había un palo de madera recostado, tal vez sea de él, pero para que lo usará, me fijé mejor y este palo en una de las puntas tenía una curvatura hacia adentro, además de que era realmente largo, no es cualquier palo, es un báculo.
Mejor deje de ver a mi nuevo compañero, me preguntó cómo será su quirk, tal vez fue esa la razón por la que lo dejaron ausentarse por tanto tiempo, tal vez beneficios por su quirk, no pude evitar suspirar por la idea, tener a otra persona arrogante en mi vida me hacía sentir mal, si ese es el caso espero no hablar con él, al final me centre en sacar mi libro N° 13 de héroes, comencé a leer y mirar la información, mis ojos se comenzaban a cerrar, estaba sintiéndome cansada, al final deje el libro en la mesa y me recosté al igual que mi compañero de al lado.
- ¡Mami duele! – gritó una niña que iba corriendo junto a su madre, que la estaba jalando.
- ¡Vamos hija, tenemos que seguir! – gritó la mujer, su rostro mostraba preocupación y miedo, atrás de ambas había varios hombres uniformados con cascos incluidos.
- Mami tengo miedo – dijo la niña con lágrimas en los ojos.
- Tranquila mi niña, ya todo terminará, solo tenemos que ¡Ahgg! – se quejo la mujer, sangre salía de su pierna izquierda, le habían disparado.
La mujer callo al suelo al igual que su hija, los hombres uniformados las rodearon, agarrando del brazo a la niña y alejándola de su madre.
- Ya.. tranquila – hablo de forma amable quien la agarro, que resultó ser una mujer – pronto estarás en un mejor lugar – siguió mientras tomaba del cuello a la niña, y agarraba con fuerza una cadenilla que tenía un crucifijo y lo arrancaba del cuello de la niña, causándole dolor en la nuca.
La mujer que tenía a la niña tiraba el crucifijo al piso, y lo pisaba con fuerza, demostraba su odio con cada pisada.
- ¡No! – gritó la niña – déjalo – ella intentaba llegar al crucifijo al igual que quería empujar a la mujer y llegar con su madre.
Los hombres que rodeaban a la madre de la niña la agarraban con fuerza desde las muñecas, eran 4, uno la tenía de las muñecas, y otro la hacia arrodillar aplicándole fuerza en los hombros, mientras que los otros 2 miraban expectantes.
La calle donde estaban se encontraba desolada, la noche hacía mucho había tomado el cielo, los gritos de la mujer y de la niña no fueron tomados en cuenta por las personas que vivían en las residencias cercanas.
- ¡Silencio maldita! – gritó el oficial que la tenía de las muñecas – esto pasa cuando no sigues las reglas.
- ¡Mamá!
- Hija – susurró la mujer entre lágrimas – no le hagan daño – imploro.
- No te preocupes, la mandaremos a un bonito lugar – respondió la mujer que sostenía a la niña – en dónde la dejen como tenga que ser para el beneficio de nuestra perfecta sociedad.
- Por favor... no – susurró la mujer mientras sollozaba.
- No te pongas así – dijo uno de los hombres que la veían – ella no la pasará mal, pero a ti las cosas serán distintas – el hombre se acercaba a la mujer y colocaba sus manos en el borde del cuello de la camisa y la desgarraba de un jalón, dejando expuesto el sostén blanco de la mujer.
- ¡Mamá! – gritó.
- ¡María calma a la mocosa! – gritó sin dejar de mirar a la mujer que gritaba.
- ¡Mami!, ¡Mamá!, ¡Mamá!
- ¡María que la calles! – se volteo para mirar a su compañera que estaba arrodillada atrás de la niña, sosteniéndole los hombros - ¡María! – se acercó a la mujer con la niña que sollozaba en el suelo - ¿María? – pregunto mientras le tocaba el hombro, la mujer se desplomó ante el toque, la niña ni se había dado cuenta que ya no tenía un peso que le hacía quedarse en el suelo - ¡Mari...! – sus palabras murieron al escuchar un gorgoteo detrás de él.
Al voltear vio a su otro compañero sin cabeza, su cuerpo estaba tirado en el suelo y la cabeza estaba alejada, la mujer se había quedado arrodillada mientras lloraba, los dos soldados restantes estaban parados, pero sus cuellos habían Sido atravesados por la hoja de una espada larga, y quién lo hizo aún tenía la empuñadura en su mano, vestía completamente de negro, y usaba una capucha, la figura al girarse se vio una máscara que portaba, esta máscara era de Kitsuné, pero tenía ciertas diferencias, la parte del ojo izquierdo estaba pintada de un color rojo y tenía un diseño agrietado, en la misma parte, en su frente había la imagen de una cruz y a su alrededor habían un par de líneas negras.
La figura en un rápido movimiento jaló el arma y dejó caer los dos cuerpos, el último miembro se había quedado en shock, no se movía, quería moverse, pero no podía, veía como el sujeto con máscara de Kitsuné caminaba hacia él, un trueno resonó a la lejanía que saco del trance al hombre que en un rápido movimiento tomo a la niña y le coloco su arma de dotación en la sien.
- ¡Un movimiento más y está niña se muere!
La figura se quedó a unos 2 metros de ambos, aún tenía la espada desenvainada, la hoja casi tocado el piso. La niña se había paralizado, una cosa era ser agarrado casi gentilmente para no moverte, y otra como un rehén.
- Así me gusta – menciono el hombre – ahora tú vas... - el hombre no pudo continuar ya que la hoja de la espada le había perforado el casco en la parte de la frente.
El hombre de la máscara se había movido muy rápido, moviendo su espada en posición para penetrar.
- ¡Mami! – gritó la niña al salir del shock y yendo con su madre que se intentaba tapar como podía su pecho.
- ¡Hija! – ambas se pusieron a llorar con la atenta mirada del enmascarado.
- Mami, ¿A dónde iremos?
- Van a ir a un refugio – respondió el enmascarado.
- Tú cómo... - iba a hablar la mujer, pero fue interrumpida.
- Eso no importa señora, ahora mi deber es mandarlas al refugio más cercano... aquí tiene – dijo el enmascarado lanzándole a la madre una camisa que había sacado del bolsillo de su gabardina.
- Gracias – susurró.
- Agradézcanme cuando estén a salvo, ¡Vamos!
El enmascarado se dirigió hacia un camino pedregoso que llevaba a las partes más bajas de la ciudad, la mujer lo siguió con la niña detrás, tomadas de la mano.
- ¿Quién es usted señor? – pregunto la niña, cuando se había acercado lo suficiente.
- Soy un caballero de la luz.
El timbre de la campana de inicio de clase sonó y me despertó en el proceso, levanté mi cara y me enderecé para estirarme, en un rápido vistazo al salón, vi a varias compañeras rodeando el puesto del chico nuevo entre esas estaba Akane Ito y Aiko Suzuki, las que reconocí, más que todo por qué a veces hablaba con ellas, él ni siquiera se inmutó con el ruido de la campana o el llamado de mis compañeras que querían verle la cara.
Nombre: Akane Ito.
Edad: 14 años
Quirk: flaming hands. Le permite realizar una combustión espontánea desde sus manos, prendiéndolas o rodeándolas con su fuego, es capaz de crear pequeñas llamadas con su fuego que alcanzan el medio metro, su fuego están potente como el fuego de una estufa, este quirk puede lastimar las manos del usuario si no controla bien sus llamas, haciendo que estás mismas la quemen.
Descripción personal: Es una chica un poco extrovertida de cabello rojizo largo que siempre lo lleva suelto, piel blanca y ojos negros, le gustan los dulces de leche, y su comida favorita es el takoyaki, aunque es verdad que quiere convertirse en heroína, no puede evitar decir que le gusta mucho más los deportes como el béisbol, si al final no puede ser una heroína, por lo menos será una profesional en el deporte.
Nombre: Aiko Suzuki.
Edad 14 años.
Quirk: air waves. Este quirk le permite al usuario controlar en aire a su alrededor para crear ondas que se pueden visualizar ligeramente, puede mover o hacer flotar objetos pequeños o que no sean tan pesados, este quirk puede hacer que el usuario tenga migrañas constantes si no se usa con modelación.
Descripción personal: Es una chica de pelo corto desordenado de color castaño, blanca, de ojos cafés verdosos, le gusta leer, sobre todo mangas de romance, espera algún día tener un chico como el de los protagonistas de sus historias, aunque le gustaría ser heroína, su verdadera pasión es la escritura y el pintar.
La profesora de historia se puso atrás del escritorio, la Sra. Tanaka, una mujer casada o por lo menos eso nos dice el anillo en su dedo, tiene 32 años, y hasta de lo que nos ha dejado saber, no ha tenido hijos, aunque creo que eso la frustra, su cabello lo mantiene corto, le llega hasta las orejas, aunque en la parte de la cara es hasta las mejillas, es una buena maestra, muy amable y comprensiva, tal vez demasiado, más de una vez algunos compañeros le hacen jugarretas pero ella solo se queda ahí como si nada, eso me molesta, pero me da miedo confrontarlos por eso.
- Buenas tardes chicos – nos saludo la Sra. Tanaka
- Buenas tardes.
- Muy bien chicos, hoy tenemos a un nuevo compañero, así que por favor podrías pararte y presentarte.
Él ni siquiera había levantado su vista para saludarla, y ahora solo la ignoraba, sin mirarla, era muy grosero, pero ví como su mano se movió para acariciar su hombre izquierdo y después su cabeza.
Al final después de unos minutos de silencio dónde todos estábamos expectantes, él levanto ligeramente su cabeza para sacar su otra mano y pararse, era alto o bueno mucho más alto que yo, yo mido 1,60, y él parecía medir 1,75, no era japonés, pero no podía saber de dónde era, lo más resaltante en su rostro eran sus ojos o más bien la cicatriz en su ojo izquierdo, era horrible, parece que no le impide ver con ese ojo, pero no es para nada bonito, es como la combinación de un corte profundo y una quemadura, va de la parte superior del cachete pasando por todo el ojo hasta llegar a la ceja, escuche como compañeros parecieron asombrados al ver su rostro, aunque más bien vieron la cicatriz, incluso a la profesora Tanaka se le abrieron los ojos de la impresión, la verdad estoy igual, como alguien podría obtener una cicatriz así, y aparentemente no perder el ojo.
Sus ojos negros que estaban detrás de una gafas grandes cuadradas, parecían estar hendidos, al igual que sus cachetes, pero sus ojos o por lo menos el que no tiene la cicatriz tiene ojeras y bolsas, muy probablemente por no dormir, ahora entiendo porque estaba durmiendo en el almuerzo, su aspecto en general me hace pensar que está enfermo o no ha comido nada durante un buen tiempo, sus ojos me recordaron a mi Otōsan, su piel estaba enfermiza mente pálida, como el papel de arroz, su cuerpo era delgado, no se porque aunque parecía débil había algo en él que me decía lo contrario, no era miedo, solo era algo parecido a la incertidumbre, tal vez eran sus ojos que emanaba una dureza inquebrantable, pero... pude ver algo más, era tristeza o culpa, no lo sé.
(Gracias aun amigo por la portada y este dibujo, es el mismo que me ayudo con la portada de mi gatito.)
- Buenas tardes – él comenzó, su voz era gruesa, pero suave, como si tuviese cuidado de romper algo – mi nombre es Lemuel Madrigal, y espero que nos llevemos bien.
¡Lemuel!, Cómo en mi sueño, ¡No!, Esto es solo una coincidencia, pero ... nadie más que he sabido a tenido ese nombre. Ahora que veo su rostro, su cabello casi le tapa los ojos, pero si llega a tapar sus orejas, no parece tener algún Quirk de tipo mutante, tal vez sea uno más como control de algo, o no se, espero que me permita preguntarle.
Al final de su presentación suspiro, como si se resignara por algo, se sentó, y solo recostó su cabeza en su mano derecha, parecía ignorar todos a su alrededor, como si estuviese pensando en algo muy importante.
- Muy bien, espero que ayuden a su compañero para que esté a la par con ustedes con sus estudios, su tienes alguna duda puedes preguntar – ella sonrió como siempre hacia, de una manera maternal.
- ... - él no respondió, solo asintió de manera perezosa, pero notable.
- Muy bien, comencemos... - dijo para tomar el libro de historia y voltearse hacia el tablero.
Miré a Madrigal – Kun, estaba segura que no era japonés, con solo su nombre eso era obvio, pero de dónde era, y como será su quirk, no pude pensar en cómo su nombre era el mismo que él tipo vestido de negro de mis sueños, pero eso solo es casualidad, ¿No?... Si estoy segura que es eso, no debería ponerme a pensar mucho en eso.
Seguí escuchando la profesora Tanaka, mirando una que otra vez a mi compañero recién llegado, no estaba escribiendo nada, parecía ignorar a todos, incluso a nuestra profesora, de hecho ni siquiera saco su cuaderno de apuntes, sus ojos perecían mirando la nada, estaban perdido, oscurecidos de una manera que no podía explicar, volví a escuchar a nuestra maestra, para estar atenta en clase, no podía ponerme a pensar en otras cosas si quiero entrar a la UA, pero de mi cabeza no dejaba de pensar en esos ojos negros, estaban tan... desesperados, como si gritaran por ayuda en silencio.
Al fin habían terminado las clases y el ningún momento Madrigal – kun saco una libreta, solo veía el tablero o miraba la ventana, no parecía estar interesado en la clase, y parece que ni escucho la campana, decidí mejor dejarlo tranquilo, dentro de poco vendrán las preguntas hacia él, comencé a guardar mis cosas en la maleta o eso fue hasta que alguien gritó.
- ¡Hey! ¡Extra! – gritó kacchan, Vi que venía para acá, pero no hacia mí, veía a Madrigal, sentí lastima por él, así que antes que él llegara le moví el hombro, volvió en si sorprendido, y me miró, sus ojos, aunque mostraban sorpresa, aún estaban llenos de melancolía.
- ¡Vete de aquí Deku! – grito otra vez kacchan con sus dos personas más cercanas del salón atrás, la verdad no creo que sean realmente amigos o por lo menos kacchan no los ve de esa manera.
Decidí mejor quedarme, aunque si me aleje un poco, él no se veía bien, al menos lo ayudaría a curarlo si se puede decir, lo llevaré a la enfermería.
Vi como Madrigal – kun se paró tomo su báculo y maleta, y paso de largo a kacchan que ya había llegado a su puesto, ¡no lo podía creer!, Alguien ignorando a kacchan, esto no va a terminar bien para Madrigal – kun, esperaba que al terminar saliera corriendo, pero en vez de eso está caminando lento, tal vez una de sus piernas estaba herida, ¿Enserio kacchan atacaría alguien herido?, Que estoy pensando, si lo haría, lamentablemente.
Kacchan se lanzó a la espalda con su mano izquierda lista para dar una pequeña explosión, no quiero ver así que cerré los ojos, al fin solo lo iba a asustar, pero no pude evitar abrir un poco los ojos y Vi a kacchan recibiendo un golpe en la quijada dado con el báculo de Madrigal – kun que en un rápido movimiento había girado su báculo para que la parte de abajo apuntará hacia arriba y lo golpeó, pero no paro ahí, mientras kacchan aún estaba desorientado tomo la muñeca de su mano izquierda y le dio un fuerte golpe con la palma abierta en el estómago, kacchan jaleo al perder el aire y cayó al suelo, y Madrigal – kun ya había soltado su mano.
- No deberías atacar a alguien por la espalda – menciono Madrigal – kun – tú quieres ser un héroe, ¿Cierto? Pues actúa como tal, un héroe no es solo fuerza o inteligencia, es empático o por lo menos atrayente, ¡Tu! – ex pecto – con esa actitud solo eres una bestia. Arrogante, petulante, egocéntrico, esos son tus males, te aseguro que si sigues así solo harás que quienes te importan solo quiera alejarse de ti – en ningún momento cambio el timbre de su voz, se mantuvo siempre igual, la verdad era algo escalofriante.
Al mirar alrededor todos estaban sorprendidos, incluso los dos amigos de kacchan se paralizaron, nunca nadie hizo arrodillar a kacchan, está era la primera vez.
- Puedo reconocer que eres fuerte e incluso inteligente, por como respondías en clase – así que si presto atención – pero tú actitud te resta muchos puntos Bakugou – San... te seré sincero, entre tú y yo hay muchas diferencias, pero te diré la principal, no estamos en el mismo nivel de poder, así que por favor no me molestes de esta manera.
Él volteó para irse, pero kacchan completamente enojado corrió hacia él, y le volvió a mandar su brazo izquierdo está vez iba hacer una explosión más grande, pero tal como la última vez él le tomo la muñeca y la coloco a un lado su mano, la explosión resonó por el salón mandando un pupitre a volar, pero hay no termino la cosa, kacchan lo iba atacar con su otra mano, pero él se giró para quedar atrás de kacchan y agarro también la otra muñeca, y lo mando a un pupitre dejándolo completamente a su Merced, kacchan se agitaba y mandaba maldiciones, también sacaba explosiones, pero la posición de sus manos hacia que no le diera a nada.
- ¡Maldito hijo de puta!, ¡Te mataré! ¡Bastardo, la próxima vez yo te derrotare!
- Espero que lo hagas katsuki – chan – me impresionó cómo lo nombró, pero más fue su cara, había una sonrisa retadora, cómo la de un depredador que está preparado para comer, Vi emoción en sus ojos.
Kacchan se volteo y lo miro, al ver esa sonrisa, él pareció sonreír igual, pero no duró mucho, volvió a maldecir, pero esta vez no se movía, Madrigal – kun lo soltó y comenzó a caminar a la salida, Vi que su cara mostró dolor, pero solo fue en un breve momento, volvió a tomar su bastón y lo uso para caminar, parecía cojear, pero se movía rápido, cuando caminaba no se escuchaba nada, un eco, arrastró o sonido, nada, eso era raro.
Decidí mejor salir antes que kacchan quisiera desquitarse con alguien, al ver por él pasillo él ya no estaba, suspire ante eso, le quería preguntar si estaba bien, y preguntarle cómo hizo eso, tal vez su Quirk le permite sentir mejor las cosas a su alrededor o simplemente es como un instinto o no uso su Quirk y lo sometió así, espero preguntarle eso mañana.
Ya me dirigía a los casilleros para cambiarme los zapatos, y lo ví ya saliendo por las puertas de al frente, tenía que moverme, me cambié los zapatos tan rápido que sentí que no me los acomode bien, pero igual salí corriendo para alcanzarlo, pero antes de llegar a él me detuve, no era educado solo venir y preguntar sobre su quirk o como hizo eso con kacchan, no podía preguntarle, mejor lo hago mañana.
Decidi pasar de largo, pero antes de siquiera hacerlo Madrigal hablo.
- Si vas a hacerme una pregunta es mejor ahora, ¿Sabes? – me impresione, él ya sabía que estaba detrás de él, aunque tal vez no debería sorprenderme, al final hizo lo mismo con kacchan.
- Pe.. perdón, no quería molestarte – dije avergonzada, ya sentía como mis mejillas ardían por mi sonrojó.
- No te preocupes – menciono – ven camina a mi lado – ahora él me invitaba a acompañarlo, que vergüenza, ojalá no vayan a pensar otra cosa mis compañeros o mejor nuestros compañeros.
- Si.. si, claro.
- Y dime qué querías decirme, pero primero preséntate – dio una pequeña carcajada – es de mala educación preguntar sin si quiera saber el nombre, además somos compañeros de clase, ¿No?
- Tienes razón, perdón.
- No te disculpes, no es necesario – parecía hablar de forma amable, su voz era gruesa, como si ordenará, pero si forma de decir las cosas lo hacía amigable, me relaje con eso.
- Si, perdón – me di cuenta que lo había vuelto hacer y me sonroje, él dio otra carcajada antes de gruñir y agarrarse su costado
- ¡¿Estás bien?!, Si quieres llamo a la enfermera, aún estamos cerca de la academia... sabes que, voy de una vez – casi voy corriendo de regreso, pero me sujetaron de mi muñeca de la mano derecha, y al ver era Madrigal – kun.
- No te preocupes – dijo, soltándome – hoy he tenido un mal día y termine un poco magullado o herido, cómo quieras decirlo, estaré bien, no es necesario un médico – lo mire a los ojos, su mirada era penetrante, sentía como me atravesaba, daba miedo, pero a la vez, reflejan tristeza.
- De acuerdo – dije, resignada, y seguimos caminando – mi nombre es Izumi Midoriya – ví como él pareció sorprenderse, pero no duró mucho, solo unos segundos – Madrigal – kun, ¿No?
- Ya deberías saberlo Midoriya – San, después de todo me estuviste mirando en las clases – él volvió a dar carcajadas mucho más ruidosas, no parecía importarle el ruido que provocaba, mientras yo me sentía avergonzada, él estaba más atento de lo que parecía en clase.
- Pe.. pe.. pe
- No te disculpes, entiendo, curiosidad – dijo sofocando sus risas – la verdad yo haría lo mismo en tu lugar, no tienes por qué avergonzarte.
Esas palabras me calmaron un poco, creo que al ser extranjero no ve las cosas iguales que nosotros, agradezco eso.
- Me impresiona que uses los sufijos, no muchos extranjeros pueden hacer eso, o bueno, eso dice mi Otōsan – él pareció pensar en algo antes de contestar.
- Si, digamos que hace mucho investigue sobre tu cultura y pues... esa información ahora me es útil.
- Ya veo... oye no sé si es atrevido de mi parte, pero...
- Vamos pregunta – él insistió.
- ¿cuál es tu Quirk? – al fin pude preguntar, al verlo él se quedó callado, mirando el cielo, creo que no debí haber preguntado eso, ya me iba a inclinar para pedir perdón, pero él respondió.
- Yo no tengo Quirk – la respuesta me dejó impactada, pero no solo eso, sino la forma como lo dijo, de una manera fría, cómo sino le importara, él es igual que yo, la debio haber pasado muy mal dónde él vivía, solo espero que esa cicatriz de su ojo no haya Sido por ser Quirkless, he sabido de familias que su hijo al no tener quirk lo mataban o en ciertas partes que la discriminación sobre ellos está muy vista, me estremecí ante eso, agradezco que no me haya pasado a mí, pero ... a él, mejor no le pregunto sobre su herida.
- Ya veo, lo siento.
- No te disculpes como te dije, además no es tu culpa.
- Sí, pero... entonces ¿cómo golpeaste a kacchan?
- No necesitas un quirk para eso, yo he Sido entrenado para hacer cosas como esas, créeme cuando te digo que me he enfrentado a muchas personas – está vez su forma de hablar fue mucho más suave, no me gustó eso, parecía pensativo y melancólico, como si hubiese recordado algo triste.
- Yo...
- Bueno eso no importa – dijo cambiando su semblante a uno más alegre – dime cuándo entraste al salón a la hora del almuerzo, estabas leyendo algo, ¿Qué era eso?
- Oh eran mis apuntes de héroe para el futuro número... - ¡Un momento! – exclamé sorprendida – tu supiste desde el comienzo de mí, porque no me dijiste nada.
- Estaba cansado – respondió con simpleza – yo había llegado un poco antes que tú, me estaba cogiendo el sueño cuando abriste la puerta, ahí te note, pero mi cansancio no me dejó saludarte, perdón por eso – aunque se disculpaba, no parecía realmente mostrar culpa, pero ví que agachó un poco su cabeza, como si intentara dar una reverencia.
- Ya, entiendo, no te preocupes.
- Tu dijiste que entrenabas, pero... ¿Qué entrenabas?
- Bueno la verdad, fui entrenado en muchas cosas, decir solo una sería limitarme.
- Ya... ¿Y tú que...? – Iba a preguntar otra cosa, pero él me interrumpió, disculpándose que tenía que hacer algo importante, Vi como él parecía preocupado, así que lo deje ir, pero – mañana seguimos hablando Madrigal - kun – dije con todo el valor que pude reunir en ese momento, no puedo creer que le dije eso a alguien.
- Claro no hay problema – él pareció dar una pequeña sonrisa, pero no estaba segura, me dio la espalda y está dispuesta a correr en la dirección donde quedaba el parque más cercano de la zona, pero antes él se volteo y me miró fijamente, por un momento creí que miraba mis pechos, pero en realidad miraba mis pies, yo también baje la mirada, pero no ví nada extraño – tienes los zapatos al revés – me dijo Madrigal – kun con lo que se podría decir que era una sonrisa. Me sonroje de inmediato al darme cuenta, pero rápidamente levante mi vista al escuchar como Madrigal – kun se despedía.
- ¡Nos vemos mañana Midoriya – San! – solo pude levantar mi mano y despedirme así.
Seguí caminando después de dejar a Madrigal – kun hasta que me di cuenta de algo y me emocioné, es la primera vez que hablo con un chico además de kacchan, y él no me miró como los demás compañeros, Dios gracias por esto.
Caminar a mi hogar no fue tan malo, aunque me hubiese gustado seguir hablando con Madrigal – kun, parece ser alguien muy alegre, pero serio en ciertos momentos, pero se puede decir que es débil, creo que me recuerda a mí, aunque en su mirada puedo ver esos ojos cansados, y enfermos, cómo a veces son los ojos del abuelo Torino, pero los de Madrigal son tristes o arrepentidos, la verdad no sabría cómo definirlos, espero ser le de ayuda, cada vez que me ve o mira alguien parece suplicante, pidiendo ayuda.
Logré ver mi edificio de apartamentos, mi madre dijo que llegaría tarde así que es probable que papá ordene algo o yo me ponga a cocinar... creo que será lo segundo, no se me da la cocina, pero puedo hacer algo decente... esperó. Cogí las llaves de la puerta, está vez no me encontré con nadie subiendo, eso era bueno, tengo la sensación que todos quieren que deje mi sueño de ser heroína, pero no será así, ya verán.
Abría la puerta, escuché como habían sonidos que provenían de la cocina, parecían estar charlando, reconocí las voces, una era de Okasan y la otra era de tía Mitsuki, cerré la puerta y me cambié mis zapatos por lo de casa, entre con sigilo pase por la sala y me dirigí a la cocina, hay estaban, mi madre y tía, pensé que se habían ido a pasear, pero vi algo que me preocupo, mi Okasan tenía un parche en el cachete izquierdo y en su brazo izquierdo habían unas raspaduras, de tía no vi nada extraño, hablaba un poco alto, pero para ella eso era lo usual, aunque en esta ocasión se sintió distinto, mi madre parecía triste, no me gustaba esto.
- ¡Oh!, Hola Izumi – Chan – me saludo mi tía.
- Hola tía Mitsuki – respondí con una sonrisa, hacía mucho que no la veía, tal vez desde que...
- Hola hija, ¿Cómo te fue en la escuela?
- Hola Okasan, me fue bien.
- ¿A sí? – hablo mi tía - ¿Hay algo nuevo izumi – Chan?
- Bueno... si, llegó en chico nuevo... ya saben el del puesto vacío.
- Así que ya llegó... dijiste que es un chico, ¿Es guapo? – pregunto mi tía, en serio pregunta eso, no lo puedo creer.
- ¿Qué fue lo que les pasó? – pregunté, más que todo para evadir la pregunta de mi tía, la verdad no sabría decir si Madrigal – kun es guapo o no, puedo decir que es agradable, pero tiene un aspecto enfermizo que me hace pensar en un paciente recluido en una sala de urgencias.
- Es una larga historia hija – menciono mi madre – pero te la contaré:
Cuando salimos Mitsuki y yo después que te fuiste, decidimos entrar a una cafetería ya que ha ¡Alguien! Se le olvidó desayunar.
- ¡No fue mi culpa, por reprender a mi mocoso se me paso! A veces pienso como hubiese Sido la vida si katsuki hubiese Sido mujer.
- Eso no importa ahora Mitsuki, en fin, terminamos en la cafetería he íbamos a pedir nuestro pedido, cuando una clase de criminales entraron causando un escándalo.
Mire fijamente a madre, estaba sorprendida, no podía creer lo que les había pasado, que bueno que los héroes las salvaron junto a los demás comensales.
- Nos terminaron sacando de la cafetería, ya afuera había varias patrullas y héroes rodeando la zona, nos dejaron a todos al frente de la puerta de la cafetería, yo... estaba asustada hija – dijo mi madre con un hilo de voz, sí que le afecto, vi como lágrimas salía de sus ojos, que bueno que lo héroes habían llegado – si no fuera por ese chico, ya no estaríamos aquí – susurró, pero logré escuchar eso, ¿Chico?, Acaso el héroe que las salvó ¿era muy joven?
- Mamá – llame a mi madre, y ella me miró, su rostro reflejaba dolor, pero... no entendía porque – ¿cómo era el héroe que las salvó? – lo más probable se trate de un novato que inicio su debut, cómo sería su quirk, además tal vez papá quiera ir y darle las gracias personalmente, la verdad yo también, no sabría qué haría si a mamá o a tía Mitsuki les pasará algo.
- Izumi – chan – quien hablo fue la tía Mitsuki, parecía también estar triste – no nos salvó un héroe, sino un muchacho, tal vez de tu edad.
- ¿Qué? – pregunte confundida, alguien de mi edad, su quirk debe ser fuerte como para poder hacer algo como eso - ¿Cuántos villanos eran?
- 7 – respondió mi tía, y continuo – ese muchacho recibió el quirk de uno de los sujetos que era capaz de lanzar balas desde sus manos, iba dirigido a tu madre, pero a él se interpuso en el camino y lo recibió.
- ¿Cómo era él? – no pude evitar entristecerme, el muchacho que salvó a mi tía y mi madre había muerto, no puedo imaginar el dolor de esa familia por perder a alguien.
- Él chico no murió hija, pero por lo que supe, termino inconsciente.
- Ya veo – me animé con eso, al menos estaba vivo – pero eso no explica sus heridas.
- Cuando el chico vio que me iba dar una de esas balas, él me empujó y hizo que se me raspara mis brazos y cara.
- A mí afortunadamente no me pasó nada, pero si no fuera que él los distrajo y combatió con ellos, no la hubiésemos contado – dijo mi tía con su forma de decir las cosas – pero el chico resultó herido, ¿No es así inko?
- Si – respondió mi Okasan con evidente tristeza – ojalá se recupere pronto.
- Okasan, pero no me han dicho como es él o como ocurrió de forma más detallada.
- No es necesario Izumi – llamo mi tía – todo está en internet, en las últimas noticias. Sinceramente espero que esto no le traiga problemas a ese muchacho.
Rápidamente me fui a mi cuarto, no sin antes oír algo que dijo mi madre.
- Tendrán que matarme antes de llegar a ellos – dijo mi madre como un susurró, luego escuché a tía Mitsuki diciéndole que dejara de pensar en eso, que no le hacía bien.
Al llegar a mi habitación tiré la maleta encima de mi cama y me acosté en esta para buscar las noticias de hoy en mi celular. No ví mucho, solo unos cuantos asaltos por pandilleros de poca monta que son detenidos por policías o héroes, la presentación de nuevos héroes, un nuevo muñeco de colección de all might, okey está noticia la guardaré, hasta que al fin la encuentre. "Robo a banco que termina en una cafetería, un civil detiene a villanos"
La verdad el título de la noticia me dejó con un sabor amargo la boca, tal vez porque mi madre pudo haber muerto ahí, bueno también tía Mitsuki, ví la noticia, "A las 8:30 a.m. el banco de Musufatu fue robado por una banda de villanos, tomaron como rehén al presidente de la empresas Yaoyorozu, Ibuki Yaoyorozu, que se encontraba en el sitio, debido a la persecución por parte de la policía y los héroes, terminaron acorralando a los villanos en una cafetería, tomaron como rehenes también a los comensales del café, debido a un momento donde se intentó atacar a los rehenes, un muchacho de secundaria, que no se conoce el nombre hasta ahora, defendió a los rehenes y termino por hacer que los villanos se entregarán".
Me sorprendió leer eso, me preguntó si terminaron criticándolo al igual que a mi, al bajar por la página ví que también había un vídeo así que le di en play, quería ver más, cómo fue que él los detuvo, además salvó a mi Okasan, me preguntó que pensaran sus padres al ver esto, ojalá que esto no le traiga problemas.
- "Aquí al frente de la cafetería donde los villanos que tomaron al presidente de las empresas Yaoyorozu, están junto a los demás rehenes" – hablo una presentadora – "los héroes no han podido actuar debido a la situación tan crítica" – la cámara paso hacia los rehenes, pude identificar a mi madre que se notaba aterrada y a mi tía Mitsuki que tenía en sus manos a mi madre, ambas se abrazaban, también me fijé en un hombre alto, con gafas, traje y una cabellera negra peinada hacia atrás, tenía toda la pinta de un ejecutivo, muy posiblemente Ibuki Yaoyorozu, pareció que uno de los hombres, el más alto y tal vez el más fuerte, se abalanzó con el puño extendido, su brazo pareció tornarse de un color negro e iba dirigido a mi madre, tía, y al Sr. Yaoyorozu que estaba cerca de ellas, con lo grande y fornido parecía que les iba hacer daño.
- "Dios – alguien exclamo - ¡Héroes hagan algo!
- "¡Niño no lo hagas!" – otra persona gritó, la cámara se dirigió a la procedencia del gritó, y notó a un chico que si parecía de mi edad, tenía cabellera negra, una camiseta blanca, y un báculo... ¿Un báculo?, Me fijé bien, ví como con el báculo desvío el puño del sujeto hacia un lado, se subió a su brazo y le dio una patada en la cabeza, en la oreja, la cabeza creo que le ladeó y cayó hacia el lado hacia donde patio, él llevaba un parche en el ojo izquierdo y en ese mismo se notó una cicatriz que pasaba por todo su ojo, la reconocí, ... ¡QUIEN SALVO A MI MADRE Y TIA FUE MI COMPAÑERO LEMUEL MADRIGAL!.... Esto solo me hace pensar...
- "¡SI QUIEREN LLEGAR A ELLOS, TENDRAN QUE MATARME!" – gritó mi compañero, estaba enfrente de todos los rehenes y con su báculo le apuntaba a los villanos, con su único ojo visible ví determinación y seguridad en cada una de sus palabras, él las decía de verdad, estaba dispuesto a morir por ellos. Esto solo me confirma... papá estaba equivocado, cualquiera puede ser un héroe.
Decidí dejar de pensar y ver por completo la lucha entre Lemuel y esos villanos, es obvio que él gano, pero... cómo lo hizo.
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Fin de Capitulo.
Aqui se despide su amigo Juanfnhs, espero su estella y comentario, Adios.
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