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Capítulo 2: La perspectiva del muerto. Parte 1

Tuve una noche agitada, casi no dormí debido a la conversación que tuve con mis padres en la hora de la cena, sobre el rescate de okasan, el comportamiento de esas personas tras su "derrota" a manos de mi compañero, mi compañero Lemuel, y la aparente desconfianza de otosan sobre él, pero a la vez pude ver qué le guardo cierto respeto después de que le explique un poco de nuestra conversación, siempre he sido abierta con mis padres, hablando de mis problemas, deseos, etc.

Aunque hablando de no poder dormir tuve una pesadilla que me dejó con el ojo abierto durante unas horas, fue horrible, sobre todo esa cosa gigantesca, era como...







Todos los edificios tenían las ventanas rotas, fuego salía hasta de las alcantarillas, estaba oscuro, solo se podía ver debido a las propias llamas, era una calle donde estaba, todo se veía destruido, y un olor horrible proliferaba el aire, gruñidos comenzaban a escucharse detrás suyo, al voltear no había nada, pero el sonido gutural no se había detenido, de hecho, sonaba más cerca, más gruñidos, gritillos, y lo que parecían pisadas, comenzaron a salir de todos lados. Corrí, era todo lo que podía hacer, los sonidos se volvieron más erráticos, eso me asusto más, me seguían, no sabía que eran, pero me seguían, llegué al final de la calle, había un bus envuelto en llamar interponiéndose en el camino, no había salida, miré para todos lados buscando un lugar donde esconderme.

- ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAH! - un gritó retumbó de todos lados, sabía que era uno, sonó fuerte, pero algo me decía que venía de muy lejos, después de ese, otros gritos sonaron, mi corazón retumbaba con cada gritó que parecía apagarse para después otro lo reemplazará, el sudor que salía por mi frente y pasaba por mi sien, sentí como mis labios secos palpitaban, no sabía porque, al pasar mi lenguaje sentí la sal de mi propio sudor, no me gustaba esto.

- ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH! - otra vez ese grito volvió, opacando los otros.

Volví a preocuparme por mí al escuchar como los gruñidos ya estaban cerca de mí, entre las llamas del bus ví una figura cuadrúpeda, era grande, el agujero en mi estómago que no había sentido hasta ahora, había aumentado, volví mi mirada para buscar una salida, una puerta de alguno de los edificios apareció de la nada, me dirigí ahí, no salía fuego del interior, al menos era más seguro, algo había rozado mi pierna, era frío, me estremecí, pero seguí corriendo, al pasar la puerta y cerrarla, todo se oscureció, no podía ver nada, escuché varios gruñidos que parecían venir de todos lados. Sentí otra vez ese hueco en el estómago, logré ver varios orbes blancos, parecían verme, no me gustaba. Una luz apareció a lo lejos, era brillante, corrí hacia allá, sentí como algo me perseguía, mis piernas estaban pesadas como si estuviesen enredadas, la luz se desvanecía, corrí con más fuerza, tenía que llegar, tenía que salir.

Salí de ese lugar oscuro y de un rápido manotazo, cerré de un portazo la puerta de color gris que ahora estaba a mi espalda, me deslicé hasta sentarme en el suelo, mi corazón palpitaba con fuerza, como si fuese un tambor, abrí los ojos nuevamente, el cielo estaba pintado de un rojo sangre, las nubes no eran negras, eran de un color morado oscuro, era inquietante.


Un movimiento del suelo hizo que me sobresaltara, y lo peor es que el movimiento no se detuvo, seguía, pero no parecía un terremoto, más bien era como ese movimiento que se siente cerca de un amplificador de sonido, solo que Miles de veces más fuerte, y de manera intermitente, hubo un estruendo de muchos vidrios rompiéndose, me pare y mire a mi alrededor, estaba en la terraza de un edificio, era el último piso, en el borde habían unas barandillas no muy altas, me pare como pude, pero casi vuelvo al suelo, escuche de nuevo ese ruido, me acerque como pude a la barandilla, y me sujete fuertemente, ví como pude la ciudad, el humo emanaba de todos lados, y se condensaba por el aire, creando una neblina negruzca, todo era un caos, el fuego consumía todo, habían grietas en el suelo dónde el fuego salía como un torrente, habían varias ... cosas por los edificios, calles, e incluso el cielo, seres alados con cierta forma humanoide, pero con picos en vez de bocas,


también habían otros que eran como pterodáctilos, pero a la vez no,


no alcanzaba a ver a los otros que estaban por las calles, ví como una cosa parecida como un perro ¿Pequeño?, Subía por las paredes como si fuera una araña.

Otro estruendo y terremoto me saco de mi parálisis, ví el lugar donde se supone que venía el ruido, eso era gigantesco, había traspasado un edificio sin dificultad, pasaba lentamente y cada pisada provocaba mini terremotos, no sabía que era, el humo no me permitía verlo bien, pero era gigantesco, como una montaña o tal vez más, tenía varios ojos, y lo que parecían tentáculos salían de su rostro, varias cosas lo rodeaban, algunas eran aladas, parecían langostas, pero sacadas de las pesadillas de un loco, ví una masa con tentáculos con dientes filosos, habían unos ¿Perros? Ni siquiera supe que eran, estaban tan deformados que no podía decir que eran.

Escuché otra vez ese grito ensordecedor, busqué de dónde venía, logré ver un pilar de tierra o roca, no sé, era negro y tenía líneas rojas, tal vez fuego o lava, no sé, sabía que el grito venía de la cima del pilar, no sé cómo, pero lo sabía, no lo había notado antes, pero cadenas gigantes parecían atar a la criatura gigante, pero estas cadenas titánicas parecían enredarse por el pilar. Al ver tan fijamente al ser gigante, vi como una de las cosas se acercó a mí, extendió los brazos esqueléticos para agarrarme, yo como reflejo di unos pasos hacia atrás, sin darme cuenta choque con la barandilla, pero debido a que era pequeña, me tropecé con ella, sentí el viento chocando con mi cara, y el apretón en mis tripas que se siente al caer apareció, me estaba acercando al suelo....



Me desperté con eso, y después no pude cerrar los ojos, hasta una hora y media después, más o menos.

Ya había llegado a la esquina con el semáforo, iba medianamente temprano a la secundaria, pero el cansancio del ejercicio junto al hecho de no dormir bien, ya me pasaba factura, y posiblemente seguiría hasta el fin de la jornada. Vi el semáforo que estaba en rojo, al volver a la calle vi a Lemuel pasando al frente, era fácil reconocerlo por su maleta un poco llamativa, color Vinotinto con gris y negro, tenía unas letras en español que no pude leer, ya que no conocía mucho del idioma, además la misma se veía vieja y un poco desecha, no lo había visto ayer, pero en su pantalón, colgando de su cintura, había una esfera de color negro, amarrada con una cadenilla corta, pero aun así se notaba como esta se movía un poco de un lado para el otro.

Me sentí preocupada, él ahora tenía unas vendas a un costado de su cabeza, estás tapaban su ojo izquierdo, y parte de su cabeza.

- Niña vas a pasar o no - susurró un hombre atrás de mí, no me había percatado que ya el semáforo estaba en verde.

Corrí hacia la otra acera, eso fue vergonzoso, Dios me quedé parada un rato interrumpiendo el paso de los demás. Logré ver cómo Lemuel ya había recorrido un gran tramo, así que mejor corrí para alcanzarlo, era rápido aun usando bastón, él se chocó contra un poste, eso me dio un poco de risa, pero logré escuchar como el golpe retumbó, incluso vi como algunas personas cercanas dieron una mueca, eso sí debió doler, pero me dio más tiempo para alcanzarlo, ya estaba cerca de él, pero me detuve, un olor putrefacto llegó a mis fosas nasales, era como pescado podrido combinado con basura de tres días, y todo revuelto con un concentrado de azufre, era horrendo.

Me tape la nariz con mi dedo pulgar e indicé, no sabía de dónde venía, pero debía de ser cerca, Lemuel se frotaba un poco donde se golpeó, le iba a tocar el hombro para llamar su atención, pero antes de llegar, él se volteo bruscamente, me tomo de la mano, y sentí como me estaba haciendo presión, pero rápidamente me soltó, lo único que me hizo creer que de verdad él me agarró la mano, fue que está la dejé un rato quieta en el aire como si fuese agarrar algo. él se movió muy rápido, casi ni me doy cuenta de que se había volteado y me estaba mirando con su único ojo visible, el que tenía la cicatriz. Vi su frente, se había tornado de un color rojo.

- Buenos días, Madrigal - kun - le saludé con una sonrisa, que él me devolvió, pero parecía cansada, parece que no durmió bien anoche, tal vez sufra de insomnio, debería pedirle a mi madre algo para eso.

- Buenos días, Midoriya - San - su saludo, aunque respetuoso, me sonó seco y cansado, pero una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios, era una sonrisa triste, sus ojos revelaban eso - ¿Cómo te fue ayer, llegando a tu casa?

- Bien..., oye Madrigal - kun.

- ¿sí?

- Te quería decir...

- ¡Niños muévanse! - nos amonestó él mismo hombre del semáforo, me avergoncé por eso, pero Madrigal - kun no pareció afectado, comenzó a caminar y yo lo seguí. Ese horrible olor aún seguía, tuve que respirar por la boca para que no entrara por mi nariz.

- Que me decías Midoriya - San.

- Si, te quería...

- ¡AU! - se quejó, Lemuel había chocado con un poste de luz.

- ¿Estás bien? - pregunte, él me miró con ese único ojo por unos instantes, pero comenzó a hablar.

- Si, estoy bien, solo no me fijé bien.

- ¿Dos veces?

- Soy un poco distraído - eso era una pésima excusa, pero decidí no indagar.

- ¿Qué te paso? - apunte a las vendas.

Él se llevó la mano derecha a esa parte de la cabeza, mientras que con la otra se sostenía con el bastón, parecía comprobar si estaban bien puestas, entre sus dedos ví algo que brillaba, no, no era entre sus dedos, era en el anular, era un... ¡¿Anillo?!, ¡Cómo él puede tener un anillo, se supone que solo las parejas casadas los tienen ahí, o los comprometidos, ¿Él estará comprometido?, Pero si es muy joven, eso debería ser ilegal.

- Tuve un accidente - respondió al fin.

- ¿Un accidente?, ¿estás seguro de ir a la escuela hoy?

- Si, no te preocupes, lo mismo me pasó en mi mano izquierda - era verdad, esa también tenía vendas.

- ¿Cómo fue eso?

- Tuve un problema con una persona, no importa ya.

- Si te hizo algo, deberías decirlo.

- Te lo digo a ti.

- Me refiero...

- Se a lo que te refieres, pero no vale la pena, solo déjalo así

Eso me pereció injusto, él ahora tiene vendas en la cara y en su mano y no quiere denunciar o algo, sinceramente creo que él, sufre de maltrato por su familia, es triste que ser quirkless pareciera un pecado... y somos nosotros quienes lo sufrimos, en verdad tengo suerte.

- Madrigal - kun - lo llame -. ¿De dónde eres?

Él se quedó callado unos instantes, creo que no debí preguntar eso, su cara paso a una neutro con un semblante triste a una de genuina tristeza.

- De donde soy - susurró.

- No.. no tienes que decirme si no te sientes bien por eso - respondí rápido, agitando mis manos - en verdad lo siento, no debí ser tan intromisa - me incline ante él, espero no haberlo incomodado, y que ahora se aleje.

- No te preocupes - menciono.

Levanté mi rostro y lo miré, él me miraba a los ojos, tenía cierta tristeza ese ojo negro, esa pregunta en verdad le afectaba, realmente algo le debió haber pasado.

- Entiendo... esa curiosidad - dio una pequeña carcajada que me relajo - no tienes por qué disculparte, pero si agradecería que no mencionaras eso otra vez.

- Okey, entiendo - dije decaída, en verdad lo había arruinado.

- No te sientas mal, como dije lo entiendo, así que ... qué tal si seguimos.

- Claro - mencione, dejando que él guiará el camino.

Ambos caminamos en silencio, mire su rostro otra vez, esa cicatriz me tenía intrigada, pero no podía preguntar, no quería incomodar otra vez, me fijé en su mano derecha, el anillo que tenía era raro que alguien portará uno, pero... tal vez en su cultura sea normal, o... ¿él ya estará comprometido?

Ambos seguimos para llegar a la secundaria, cerré los ojos para sentir el aire fresco, podía relajarme después de un entrenamiento tan duro, escuché un golpe a mi lado, me detuve y vi que Lemuel se había vuelto a pegar de frente, pero está vez fue una señal de tránsito, lo miré mientras se frotaba la parte adolorida que podía estar segura que era la misma dónde se golpeó las dos anteriores veces.

- ¿Otra vez? - pregunté, tal vez con un poco de sarcasmo en mi voz.

- Estoy bien, sí.

- 3 veces te golpeaste, de... frente.

Él suspiro para mirarme, se notaba serio, decidí también mostrarme sería.

- No puedo ver por este ojo - apuntando a su ojo descubierto.

- A.. a qué te refieres.

- Estoy casi ciego de este ojo.

Estaba sorprendida, no lo podía creer, está ciego de ese ojo, y aun así peleó con esos tipos y se enfrentó a Kacchan.

- ¿Estás ciego? - pregunte, aunque fue más para mí misma que una pregunta para él - ¿¡Cómo si quiera se te ocurrió ir a la escuela sino puedes ver!? - pregunté alterada, esa sí que era una estupidez de Madrigal - kun, he sabido de gente que se preocupa por sus deberes, pero él se lleva el premio mayor.

- No es que no pueda ver, puedo ver, solo que muy mínimamente - respondió serio, con la misma frialdad con la que se presentó ayer.

- Pero... puedes siquiera verme.

- ... - eso era una mala señal, quedarse callado mientras caminamos. Al fin pude ver cómo la gente nos veía, creo que al exaltarme llamé mucho la atención, no pude evitar avergonzarme, decidí caminar más rápido y para mí agradecimiento Madrigal - kun me siguió el paso.

- No tengo profundidad, y varias cosas las veo muy borrosas - él al fin respondió, eso explicaba sus constantes tropiezos.

- ¿Entonces no podrías ver él tablero?

- No.

Seguimos caminando, pero algo me había venido a la mente, tal vez no era buena idea, pero...

- Cómo pudiste pelear con esos ... - era mejor pensar muy bien mis palabras, lo que pasó ayer tal vez aún le afecte, tal vez por eso se presentó ayer así, que una persona muera en tus brazos debe ser duro - esas personas ayer.

Él se volteo rápidamente hacia mí, pude jurar haber escuchado como su cuello trono. Él se notaba impresionado, parece que lo agarre con la guardia baja, pero no duró mucho, su rostro pareció brillar con comprensión y volvió a mostrarse serio, ese olor horrible parecía que no se había disipado, varias personas se alejaron de nosotros, tal vez, ese olor venga de Lemuel, no, no creó.

- Soy muy bueno luchando cuerpo a cuerpo, mis instintos me dan lo que necesito, aún sin mi ojo izquierdo.

Eso fue una respuesta vaga, pero comprensible, solo asentí.

Llegamos a la secundaria sin problemas, pero las miradas de todos fueron hacia nosotros, espero que no sea porque me vieron ayer con él, pero pensé mejor, tal vez sea por lo que pasó ayer con Madrigal - kun y los... las personas que atracaron el banco. Madrigal - kun, sin quererlo ahora es una celebridad, lo mire a la cara, miraba el cielo perdidamente, no le prestaba interés a nadie, solo a las nubes, era extraño, él se veía tan... ¿Triste?, lo más seguro es por lo de ayer, pero extrañamente se ve tan tranquilo, y yo también, como si estar cerca de él trajera paz.

Llegamos al salón con la mirada atenta de todos los compañeros, y con solo entrar, las miradas volaron a nosotros dos... hasta aquí llego la tranquilidad.

Todos se volteaban a vernos mientras pasábamos, y comenzaban a susurrar, Madrigal - kun parecía imperturbable, pero logré notar cierto nerviosismo, mirando disimuladamente a los demás, cómo si se preguntara porque lo veían tanto, al final nos sentamos en nuestros puestos, y él coloco su maleta como yo sé la deje ayer, y dejo su báculo cerca de él, ahora que lo pienso, ya no cojeaba como ayer, caminaba normal, tal vez un poco lento pero normal.

- ¿Soy yo o todos están volteándose a vernos? - él preguntó, al aire, pero creo que se dirigía a mí.

- Si, todos nos están viendo - el ambiente era un poco incómodo para mí, no había recibido tanta atención en mi vida, y que ahora todos se volteen para mirarme era extraño, bueno, aunque no era precisamente a mí, era a mi acompañante, pero estoy segura de que pronto rumores van a salir sobre nosotros dos.

- ¿Por qué? - el pregunto, parecía extrañado por eso.

- Pues por ayer - respondí sin más, espero que esto no pase a mayores.

- ¿Enserio dejar en su lugar a Katsuki - chan fue tan sorprendente? - lo mire por unos segundos, pero en verdad creía que era por eso, acaso para él, enfrentarse a ladrones es normal. Un momento...

- ¿Conoces a Kacchan? - él se dirigía de una manera tan casual con Kacchan, aunque había burla en su tono, él sabía su nombre, y hasta donde sé, ellos dos se vieron por primera vez ayer, como él sabía su nombre.

Madrigal - kun se mostró confundido, después su rostro cambio a comprensión, a horror, y luego comenzó a apretar los dientes, sinceramente fue chistoso como cambiaba tanto la expresión de su rostro, él podía ser demasiado expresivo cuando quisiera.

- No lo conozco como tal - menciono serio - su nombre lo recuerdo cuando llamaron a lista.

- Ya veo - no le creía para nada esa excusa, nadie podría poner atención a todos los nombres de la lista, y además porque solo el de él... no recordó mi apellido ayer sin que antes me presentará, no estoy muy convencida.

- ¡Buenos días, Madrigal - kun! - vi a la persona que lo saludo y él hizo lo mismo, era Ito - San

Ella se acercó a nosotros, pero vi como su nariz se frunció, parece que ese olor si viene de él, pero sería vergonzoso decirle.

- ¡Pero que es ese olor! - exclamó asqueada mi compañera, ella no tiene el mismo tacto, mire a Lemuel de reojo y no pareció afectado.

- Buenos días, señorita... - él la saludo, se quedó mirándola mientras ella se tapaba la nariz con sus dedos, que bueno que aún no había muchos compañeros.

- Akane, Akane Ito - respondió ella, pero su voz que escuchaba extraña.

- Buenos días Ito - San.

Madrigal - kun no parecía afectado por el olor repugnante que parecía seguirnos, o tal vez, seguirlo.

- ¿Qué te paso en tu ojo? - parece que a todos les dio curiosidad su aspecto.

- Tuve un accidente anoche.

- ¿Un accidente como el de ayer en la mañana? - okey, ella no tiene nada de tacto, al menos no se metió en su espacio personal y se sentó cerca de nosotros.

- ... - Lemuel se quedó callado, no sé, pero tal vez ella dio en el clavo - necesito ir al baño, ya vuelvo - menciono, dejo la maleta y se fue llevándose su báculo.

Me quedé viéndolo hasta que se fue, y Ito - San hizo lo mismo, se volteo a mirarme.

- ¿Dije algo malo? - y todavía lo pregunta.

- ¿No crees que fuiste muy directa Ito - san?

- No, solo tenía curiosidad... ¿Midoriya - san?

- ¿Sí?

- ¿De dónde salía ese horrible olor?

- También lo oliste, la verdad no se.

- Bueno, igual ya no huele así.

No me había dado cuenta, pero tiene razón, ya no olía horrible, tal vez era Madrigal - kun quien olía así.

- Sabes Midoriya - la mire, ahora se había sentado en el asiento de Lemuel, sin antes dejar su maleta en su puesto - no sabía que tú, eras de esas - ella me miro con una sonrisa extraña, entre sospecha y ¿descaro?

- ¿A qué te refieres?

- Una cazafortunas.

La mire aun sin entender a que se refería.

- Ahora estas detrás de Madrigal - kun, después de que Bakugou - san te rechazo - el recuerdo de ese día aun me dolía, pero no puedo permitir que eso me afecte ahora... un momento, yo y Lemuel.

- No... no.. no pienses mal, yo.. yo.. no esto.. toy detrás de Madrigal - kun - ¡sabía que esto podía pasar!, que la gente iba mal interpretar nuestra salida ayer.

- Si claro - respondió sarcástica - él derroto sin ayuda a varios villanos ayer, y tu justamente saliste con él de la secundaria, ¡juntos!, y hoy llegan de la misma manera, y él es el nuevo, el que no conoce nada de aquí, y es evidente que es extranjero. - todo lo dijo sin apartar su mirada de mí. Esto si que es vergonzoso - él es fuerte y tú, con ese cuerpo, claro que le sacarías provecho, pero eso sí, no te lo dejaran fácil - la volví a mirar, sorprendida - ya hay varias chicas que esperan conquistarlo, la verdad, las entiendo, pero... no sé, digo solo porque es fuerte, mira no se cuáles son tus gustos, pero, él no es exactamente guapo, además se ve enfermo y...

- ¡Yo no quiero aprovecharme de Madrigal - kun! - ya me había cansado de que ella crea que me junto con Lemuel, solo porque quiero aprovecharme de él, él salvo a mi madre y... ¡No le he dicho gracias por salvarla!

- Okey, tranquila - ella había retrocedido por mi arrebato, incluso coloco sus manos al frente de su pecho, como protección - Solo bromeaba Izumi - chan, sé que no eres como esas chicas - no le di la confianza como para que usara mi nombre, aunque eso no importa ahora - es que me sorprendió que tu llegaras con él, siendo como eres tú.

- Perdón - me sentí avergonzada, le había acabado de gritar sin razón.

- No.. no te preocupes... sabes no entiendo porque quieren algo con él - y siguió con ese tema, ¿A qué quiere llegar? - digo, no sé cómo es él, y ellas tampoco, y me refiero algunas de nuestras compañeras, ahora lo ven como un segundo Bakugou, alguien fuerte que puede hacerse popular como héroe por su poderoso quirk.

En eso ella tenía razón, muchas chicas a lo largo de nuestra historia escolar, han intentado enamorar a Kacchan, pero no han podido, aunque después de un tiempo lo dejaron, sé que algunas suspiran por él, incluso Ito - san estuvo igual por un tiempo, pero después de ver su actitud, sele paso.

- Pero... él no es igual a Kacchan - susurre.

- Si, es verdad, ambos son muy diferentes, Bakugou es... explosivo, mientras que Madrigal - kun es calmado, pero... triste - sí, yo también suponía eso.

- Si - ambas nos quedamos calladas, yo porque la verdad no sabía que más decir, y Ito parecía pensativa - ¿Y Suzuki - san?

- ¿Eh?, oh, ella está por llegar, no creo que demore... Oye, Izumi - chan, entre nosotras, ya sabes cual es el quirk de Madrigal - kun.

- ¿Por qué preguntas?, y ¿Por qué crees que lo sabría?

- Pues... tú has hablado más con él, y porque tienes un talento para analizar los quirks de los demás.

Es bueno saber que algunos han notado eso, pero no es sorprendente sabiendo que expreso mi fascinación cada 10 minutos.

- Su quirk debe ser de algún aspecto físico, ayer retuvo con facilidad a ese hombre grande, además de humillar a Bakugou con solo inmovilizarlo.

- De hecho, yo le pregunte, y él es...

- ¡Mierda quítense malditos extras! - no era necesario adivinar quien ya había llegado y estaba al otro lado de la puerta.

Kacchan entro, abriendo la puerta con fuerza provocando un choque con el tope, a los lados había varias personas de otros salones, algunos se notaban un poco tensos con la presencia de Kacchan. El pareció dar un vistazo a todo el salón antes de entrar con sus dos amigos detrás.

- Parece que él no vino hoy - hablo uno de ellos.

- Solo el primer día y ya va a faltar - menciono sarcástico - creo que después de pelear contigo se acobardo, no lo crees Katsuki.

- ¡Cállate extra!

Kacchan se sentó en su puesto, sin antes quedarse viendo donde Ito - san estaba sentada.

- Mejor me voy a mi asiento, después hablamos - Midoriya - san - la mire extrañada por el cambio de cómo se dirigió a mí.

Solo asentí como respuesta, ella se movió rápido y se fue a su asiento que quedaba en la otra fila y un puesto más adelanté. Tenía que agradecerle a Lemuel por lo que hizo por mi madre y tía, no sé si Kacchan le agradezca o no, aunque creo que no, pero estoy segura de que se siente agradecido con él.

Fue un buen rato sentada, mirando como iban llegando cada uno de mis compañeros, y una que, otra vez mirando el asiento de Lemuel, su maleta se notaba que era vieja y que necesitaba varias reparaciones, a un lado se estaba descociendo, y había huecos en partes aleatorias. El sonido de arrastre al abrir la puerta se hizo presente, vi a Lemuel - kun en el marco, pero al lado de él estaba Suzuki - san, estaban charlando, me quedé mirándolos un rato, a Madrigal - kun se le notaba... más animado. Al final ambos se separaron, pero eso no evito que todas las miradas cayeran en ambos, aunque más en Madrigal - kun.

- Hola otra vez Midoriya - san - sí, estaba más enérgico.

- Hola, Madrigal - kun.

- ¿Sí?

- Gracias por lo de ayer.

- ¿Lo de los Zapatos?

- No, me refiero a lo de ayer, antes que llegaras. Gracias por...

- ¡Buenos días! - saludo el profesor que había entrado al aula, ni me había dado cuenta de que el timbre sonó, como cuando no medí cuenta que el olor había desaparecido... un momento, Madrigal - kun está aquí, y ya no huele a eso, tal vez me equivoqué que el olor horrible venia de él.

Continuara.......

Perdón por no escribir, he estado muuuuuuuuuyyyyyyyyy ocupado con cosas personales, pero aquí les entrego esta parte.

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