
[7] Alianza sin matiz
Hazlo y si te da miedo, hazlo con miedo.
Muchos pensarían que la vida social de un semidiós es casi ilimitada, rodeado de varios conocidos y aliados con los cuales convivir o simplemente pasar el rato, sin embargo esto no era algo que Skrael podía presumir.
Esto era debido dos simples razones, la primera era que Skrael no era sociable y no disfrutaba socializar.
Pero ahora mismo Skrael estaba haciendo algo que no era propio de el y eso era comer tranquilamente junto a Zoe, como dos personas que se conocían desde toda una vida, lo cual no de hecho era cierto.
— ¿Por qué me invitaste? —
Fue la pregunta que hizo Skrael a su compañera quien no se molesto en regresarle la mirada a pesar de que podía sentir los ojos del mago atravesando su alma.
La palabra correcta para describir el estado del mago era simplemente confundido, despues de todo ¿Qué clase de persona acepta la invitación de otra persona que no tiene la mejor relación?
— ¿Has notado algo inusual en este pueblo? —
La pregunta de Zoe fue dicha con una seriedad tan extraña de ver en ella que lejos de sonar intimidante parecía un tipo de broma.
Aunque Skrael no se habia reído por el tono de Zoe, si lo habia encontrado algo gracioso aunque aquella gracia se habia desaparecido cuando la pregunta resonó en su mente.
— Arcadia ya es inusual, se mas especifica —
El momento se habia extendido lo suficiente como para que aquella sensación de incomodidad fuera en aumento, no obstante, aquel momento el cual pareció ser una eternidad seria roto por la voz de Zoe que diría.
— No se como decirlo pero hay algo ahí afuera, algo... extraño —
— Tu respuesta carece de precisión, no estas diciendo nada —
— Sabes bien a lo que me refiero —
La ultima respuesta dicha por Zoe, la hizo mirando por fin a Skrael a los ojos quien no apartó su mirada ni un momento.
Parecía un duelo de miradas entre dos depredadores buscando el mínimo indicio de duda en su presa.
El primero en perder tendría que soltar la sopa.
— Ya veo, gracias por tu tiempo entonces —
Zoe fue la que perdió el duelo de miradas pero nunca dejo de mostrar aquella seguridad en sus ojos mientras se ponía de pie para marcharse, dándole una ultima mirada a su compañero antes de desaparecer al doblar una esquina.
El silencio fue lo unico que acompañó a Skrael tan pronto como Zoe habia desaparecido de si vista.
Skrael no era capaz de sentir algo similar al frio pero en aquellos momentos en los que estaba solo y una extraña vibra de soledad lo golpeaba, aquella sensación era lo mas cercano a lo que los humanos llamaban frio.
Almenos eso era lo que Skrael pensaba.
Después de aquella platica la inquietud de Skrael solo habia aumentado, preguntarle a su hermano se habia descartado al verlo mas tenso de lo normal, evadiendo cualquier tema o pregunta que quisiera hacerle.
Tenía una montaña de información llena de incongruencias, un hermano con problemas emocionales y un dolor de cabeza el cual ya estaba comenzando a empeorar.
¿Esto no podía empeorar?
Pero Skrael no era el único con sus teorías, Bellroc también intentaba resolver las varias incógnitas que se habían presentado en los últimos días, ya no era el mago que fue en el pasado pero compensaba esa falta de poder con una mente mas abierta que hace algunos siglos.
Pero a pesar de todo esto, no habia logrado formular alguna teoría que pudiera ser lo suficientemente solida para poder ser considerada una posibilidad.
No conocía a esta nueva versión de su hermana pero si de algo estaba seguro era que era sumamente irritante, incluso mas de lo que Nari pudo ser accidentalmente.
— Odio mí vida —
Su relación con su hermano no era la mejor, incluso juraría que cada vez era peor, luego estaba el odioso disfraz de humana que usaba Nary que decía "Mírame, te atormentaré en cualquier forma".
Luego estaban aquellos cristales de ónix, el arma perfecta para lograr matar a cualquier mago sin importar los hechizos o su naturaleza.
La muerte no discrimina cuando se involucraba el ónix.
Pero aquel material no podía existir naturalmente, requería de la intervención de una magia muy poderosa para mantener su estructura tipo anti-magia.
Y afortunadamente Nary era un gran reactor andante de magia.
También estaba del puente muertenfrente, no importaba si era cierto o no lo que dijo el cazatroles, la amenaza de Gunmar era un problema que sin importar sus deseos debía agregarlo a su lista de pendientes.
Antes ellos eran quienes estaban sobre él y ahora estaban en el mismo nivel de la jerarquía, aquella situación era algo un poco irónica y tal vez un poco graciosa para alguien, pero ese alguien no era Bellroc.
Podían contar con el cazatroles cómo aliado pero era obvio que un niño no podría sostener una batalla con Gunmar y mucho menos matarlo.
Bellroc nunca lo diría pero ya no podía controlar la situación actual, lo único que podía hacer era pensar en las formas de solucionar los problemas que ya lo estaba golpeando.
Podían ser hermanos pero a pesar de eso cada uno tenia su propia manera de afrontar un problema, ya que mientras que uno prefería llevar aquella tarea en completa privacidad, el otro habia intentado buscar alguna respuesta en algún conocido suyo.
Sin embargo, no solo era la situación de su hermana No-muerta de la que debían de encargarse, también debían supervisar que el cazatroles no cometiera alguna locura.
Por lo que ahora ambos hermanos se encontraban en mercadotrol con el objetivo de buscar un detectamanadas que les ayudaría a detectar un cambiante.
Ambos hermanos apoyaban sin duda aquella estrategia debido a los recientes acontecimientos, agradecían de que Nari se hubiera equivocado en los componentes necesarios para el cambio de naturaleza troll a humano cuando ayudó a Morgana.
O tal vez habia sido un intento de sabotaje muy bien escondido.
— Un detectamanada, ¿Verdad? —
— Si —
— Pero también venimos por algo mas —
El comentario hecho por su hermano hizo que Skrael no pudiera mirar a su hermano como si otra extremidad hubiera emergido de su ser, siendo remplazada rápidamente por un deseo de que no fuera otro plan extraño relacionado con el ónix de sus cuerpos.
Ya que después de todo, no era la primera vez que su hermano había hecho el intento de sacar aquellas pequeñas esquirlas de sus cuerpos, intentos los cuales no habían terminado bien.
— No, está vez es algo diferente —
Realmente Skrael ya no sabía si creerle o no, habia dicho eso tantas veces en el pasado que ya no podía distinguir la verdad de la mentira.
Hubiera seguido hundido en sus pensamientos de no haber sido por una herradura que volaba listo para golpearlo pero afortunadamente para el, su hermano no estaba dispuesto a permitirlo.
— Debes estar mas atento —
En aquel momento Bellroc sonó mas como un padre que como su hermano, algo que fue reflejado en la expresión en blanco de Skrael mientras sus ojos captaban a su hermano arrojándole la herradura a Toby.
Quien a pesar de su esfuerzo para intentar atraparla no pudo evitar que está lo impactara, terminando en el suelo con una posible contusión.
— ¿Lo hiciste a propósito? —
— No —
— ¿Enserio? —
— Hablo enserio —
— Lo que digas —
No era que hubiera alguna intención perversa en ese momento por parte del hermano mayor, simplemente Skrael no podía evitar mirar a su hermano aun con aquella actitud que tuvo en siglos pasados.
— Camelot, la ciudad medieval mas importante en el antiguo Europa —
Fueron las palabras que leyó Nary en una pintura en el museo.
Era una imagen que podía encontrar nostálgica, podía ver en sus recuerdos el mismo lugar que habia visitado varias veces a espaldas de sus hermanos, realmente no podía evitarlo, los humanos eran tan extraños que era imposible no sentir una extraña curiosidad al verlos.
Incluso ahora, despues de tantos siglos, despues de tantas experiencias, aun seguía aquella curiosidad rampante dentro suyo.
— Y sin embargo su espada mas preciada esta en manos de lo que su rey mas odiaba, es casi irónico —
Aun podía recordar su encuentro con aquel niño que años mas tarde se convertiría en rey.
— ¿Cuántas vidas humanas vale la libertad de las criaturas mágicas? —
Una pregunta cuya respuesta era mas fácil para algunos, era un punto simple, estar dispuesto a terminar con la vida de un niño sabiendo las atrocidades que haría en el futuro.
𝑵𝒐𝒄𝒉𝒊 𝒏𝒆𝒎𝒊𝒍𝒊𝒔𝒕𝒍𝒊 𝒕𝒍𝒂𝒕𝒛𝒆𝒋𝒕𝒛𝒆𝒍𝒐𝒍𝒕𝒊𝒄
— ¿Sabes lo hipócrita que es eso cuando lo dices tu? Dices que toda vida es sagrada pero no te importó la tuya y se supone que eres la mas noble —
𝑰𝒏𝒊𝒋𝒖𝒂𝒏𝒕𝒊𝒋 𝒆𝒍𝒊𝒚𝒂𝒚𝒂𝒋 𝒕𝒍𝒂𝒎𝒂𝒏𝒕𝒍𝒊 𝒕𝒍𝒆𝒏 𝒂𝒙 𝒔𝒂𝒏𝒔𝒆
— Cosas diferentes, claro ¿Por qué no lo vi? Ari no es igual Nary y Nari no es igual que Ari —
¿Cómo ganas una discusión con alguien que te conoce incluso mejor que tu?
Daba igual tu respuesta, Nary lo sabia y realmente sentía un extraño disfrute recordándoselo a su contraparte.
La nobleza de Nari era su propia debilidad, aquello que la hacia especial entre sus hermanos, aquello que la habia vuelto digna de llevar a excalibur habia sido su propia ruina.
Un cliché mitológico llevado a la realidad.
Aunque Nary no estaba en el museo para aprender de la historia, no, ella estaba en ese lugar porque habia logrado captar un olor familiar, un olor que solo significaba que podría deambulara sus anchas si todo lograba salir bien.
Sin embargo habia un problema, llevaba horas caminando por todo el museo y aun no habia encontrado aquello le habia traído a ese lugar.
¿A donde podía ir una semidiosa con olor a muerto? Ni ella misma lo sabia, habia perdido toda la tarde brincando por los techos que cuando levanto su mirada se encontró con el cielo nocturno.
— Esto es aburrido ¡¿Cómo se supone que consiga lo que quiero cuando las cosas no salen como quiero?! —
Una existencia la cual se basa en hacer sufrir a alguien no es realmente tan oscura todo el tiempo como se puede pensar.
— O mira... un gato —
Cualquier cosa para librarse del sentimiento de monotonía que la invadía.
— Ven gatito, gatito, solo quiero darte amor y afecto —
Tenía los reflejos para atrapar al gato pero no tenía el ánimo para hacerlo, encontraba divertido ver cómo el gato apresuraba su paso cada vez que se acercaba más.
— ¿También te resulta conocido? —
La respuesta de Nari jamás llegó, dejando solo el silencio como respuesta.
— Es en serio, es familiar... ¿Cómo te llamabas? —
En ese momento cualquier distracción externa era descartada por ella mientras buscaba una solución al misterio que estaba caminando delante.
— Eras Fachi, no, Alchi... ¿Por qué tú memoria es tan mala, Nari? —
Si hubiera sido más observadora habría logrado ver aquel círculo brillante azul que pisaba antes de que se transformará en una esfera, logrando atraparla.
— Esto es vergonzoso, que bueno que nadie vió eso —
Estaba segura de que si alguien la viera no le dejaría olvidar aquella situación en la que se encontraba.
— En serio, odio tu suerte, Nari —
Mi siquiera había pasado cinco minutos y ya tenía a alguien delante suya miranda como animal en exhibición.
— Nada mal para un niño ¿No lo crees? —
— ¿Qué eres tu? —
¿Era tan difícil que alguien le siguiera el juego? Siempre con sus preguntas aburridas ¿Por qué no podían hacerlo más divertido para todos?
— Douxie, mejor vámonos —
Las palabras dichas por el gato llamaron su atención, no por lo que decían sino porque encontraba más divertido el hecho de ver a un gato hablar.
— Que lindo, puedes hablar, no es común ver a un gato hablar —
No era Nari pero aquel tono inocente con el que la antigua niña hablaba era algo que se mantenía arraigado y se mostraba en ocasiones.
— Cálmate Archie, está atrapada, no hay nada que temer —
Ni su propio cuerpo la podía contener y escuchar aquellas palabras habían hecho brotar una pequeña risa con la inocencia de un niño.
Tal vez si hacía un pequeño movimiento podría sacarle un inofensivo susto.
— Oye ¿Cómo te llamas?—
Pregunto mientras su brazo atravesaba la trampa, ¿Onix? No, no gastas tu mejor carta en la primera vuelta.
— ¿Cómo es que tú...
— ¿Ya nos conocimos? Tu cara me parece conocida —
Sin temer a las consecuencias tomaría el rostro del mago para sacudirlo como si hacer eso le diera alguna respuesta.
— Oye, tranquilo, no pienso hacerte daño —
Realmente no había una doble intención en sus palabras, no era porque le importaba a quien tenía delante sino porque era el sentimiento de nostalgia y curiosidad que atravesaba cada fibra de su cuerpo.
Aunque ya le estaba resultando molesto no recibir algún tipo de respuesta ya sea del mago o del su familiar.
— Do you understand me? —
Solo le había dado un momento, solo se había descuidado un según y justo cuando había regresado su mirada se había llevado la sorpresa de no haber encontrado a nadie.
Y por si no fuera peor, cuando dió su segundo paso con la intención de seguirlo ya se encontraba dentro de otra trampa.
No era un peligro pero si era odioso.
Una parte suya todavía quería ser jugando con aquel chico, la cacería era emocionante y lo era más cuando se tomaba su tiempo entre movimientos.
Pero sabía bien que aquella aunque era divertido era una distracción y no tenía el tiempo para hacer aquello, por lo que con algo de frustración y resignación daría media vuelta para dirigirse al museo.
Está vez más convencida de que encontraría algo más que simples cuadros de arte en esta ocasión.
— ¿Me puedes explicar que esta ocurriendo? —
Skrael miró por un instante a su hermano antes de regresar su mirada al frente, dónde un herradura golpeaba a alguien para mandarlo a la inconsciencia.
— Creen que hay un cambiante en la escuela —
— ¿Creés que tienen razón? —
— Había uno en el museo, hay que considerar la posibilidad —
— ¿Y si están equivocados? —
— Mientras no lastimen a nadie estarán bien —
Fueron las palabras dichas Skrael justo antes de ser mandado al suelo por aquella herradura.
Al final del día ambos hermanos habían terminado su día curiosamente bien, aquel ambiente incómodo era casi inexistente en aquella ocasión.
Era como si las cosas estuvieran mejorando lentamente.
— Y por eso es que no debes hacer un trato con palabras claves, Nari —
¿Qué tan común era ver a una niña semidiosa nomuerta hablar consigo misma?
— Sabes Nari, hay algo que no entiendo de ti...
Su curiosidad y confusión en ese momento eran genuinas y tal vez Nari sabía pero eso no significaba que tuviera la voluntad para dirigirle la palabra.
— ¡Simplemente no te entiendo! ¡Entre más te esfuerzas más fracasas! ¡¿Por qué sigues intentando?! —
¿Qué era exactamente Nary? Realmente ni ella misma tenía una clara respuesta y eso le molestaba, ¿Tener la vivencias de Nari la convertía en ella a pesar de que ella era algo diferente?
— ¡¿Por qué las preguntas más fáciles son las más molestas?! —
— Porque no tienes lo necesario para responderlas —
En ese momento, en ese momento en el que escuchó por primera vez una respuesta de Nari después de tantos siglos que no fuera en un idioma casi olvidado y realmente no sabía que decir al respecto.
— Hablas... entonces respónde lo que te pregunté —
— ¡¿Quieres mi respuesta?! ¡Bien, la respuesta es humanidad! —
— ... ¿Qué? —
— ¡A diferencia tuya yo sí tengo... —
— ¡Ese es el punto!... nunca fuiste una humana y aun asi, sigues manteniéndote de su lado ¿Por qué? —
— No lo entenderías —
El último comentario dicho por Nari la había dejado en silencio sin saber que hacer o responder después de todo tenía razón.
No entendía y aunque quería entenderlo dudaba en qué podría lograrlo.
— Nari, tu eres el pasado y yo el futuro pero no te preocupes, me encargaré de hacer que nadie recuerde tu nombre —
Aún no podía entender porqué Nari había adquirido una gran voluntad de un momento a otro.
Durante siglos había sentido la presencia moribunda de Nari, aferrándose a la mínima esperanza de supervivencia y sin embargo ahora hasta le había levantado la voz.
Eso era molesto.
— ¿Deberíamos ayudarlo? —
Fue la pregunta que hizo Skrael quien miraba al cazatroles desempeñarse valientemente contra un cambiante que no habia sido otro que la asistente del dentista.
— Tiene que aprender a hacer las cosas por su cuenta —
Ambos hermanos no apartaron su vista de la pelea en ningún momento, presenciando el desenlace de la muerte del cambiante a manos del cazatroles, cuya explosión había cubierto de polvo toda la habitación
— Entró en mi boca —
Dijo Skrael mientras intentaba sacar los restos del cambiante de su interior.
— Odio a los impuros —
— Esta progresando... su progreso es constante pero lento —
— Solo espero que este listo para los desafíos reales —
Aunque ambos hermanos seguían su conversación aunque habían abandonado la escena antes de que se vieran mas involucrados, estaban seguros de que algunas personas preguntarían por la ausencia de otro ciudadano pero confiaban de que no seria tan grave.
Podían ver el progreso del cazatroles pero todavía persistía el problema acerca de su hermana despues de todo tener a una versión distorsionada de tu hermana cazándote era algo ciertamente incomodo.
Sin embargo, mientras que ambos hermanos eran parte de otra aventura con el cazatroles, en el museo de Arcadia estaba apunto de tomar lugar un encuentro el cual seria un antes y despues en aquel conflicto entre el campeón de Merlín y sus enemigos jurados.
— ¿Qué se supone que tengo que decir? —
Se preguntaba a si misma Nary mientras muraba desde la altura del museo a Strickler junto al hijo de Gunmar.
Sabia que no era una tarea fácil convencer a ser tan tercos como lo era un troll, además no tenia aquella extraña empatía que Nari parecía desprender.
Parecía como si Nari se hubiera llevado todo lo mejor de ella y solo habia dejado un cuerpo que se degradaba lentamente.
Ya estaba lista para soltar sus primeras palabras e iniciar su conversación pero habia un problema el cual era que no podía conseguir la atención que deseaba, algo que lentamente comenzaba a desesperarla.
Al final con su paciencia en el límite, Nary decidió crear una piedra que lanzaría a la espalda del Gumm Gumm llamando así su atención.
— ¡Hola amigos míos, quiero que trabajemos juntos! —
Dijo con una sonrisa que solo podía tener un niño despues de consumir azúcar en exceso.
Nary no necesitaba ver a Nari a la cara para saber el gesto de negación que de seguro estaba haciendo en ese momento.
— ¿Qué se supone que eres? —
La pregunta hecha por Bular la hizo tener un tic en su ojo, odiaba que siempre que conocía a alguien nuevo le preguntaba lo mismo.
¿Era tan difícil que alguien le siguiera el juego?
Pero no estaba ahí para repartir muerte y destrucción, no, ella estaba ahí para dialogar como un ser civilizado y eso era lo que iba a hacer.
— Se que ustedes no me conocen pero tenemos enemigos en común, por eso debemos aliarnos para acabar con ellos —
En ocasiones sonaba como una niña intentando convencer a sus padres de que le compren dulces.
— ¿Por qué deberíamos de escucharte criatura? Ruegas por una alianza cuando no pareces capaz de aportar algo en ella —
— ¿Por qué? Bueno, no soy muy lista pero puedo decir que tengo mas cerebro que los dos juntos —
A sus ojos habia sido un argumento valido pero para el príncipe Gumm Gumm habia sido un insulto, por lo cual no dudó en lanzarse contra aquella criatura que se atrevía a insultarlo con tanta confianza.
Lanzando un rápido golpe contra Nary que habia logrado escapar aprovechando su pequeño tamaño en comparación a su oponente.
— Las palabras sobran entonces —
Nary miró a su oponente quien se preparaba para dar su siguiente ataque, no estaba segura de como terminaría esto pero sabia que no debía matarlo o envenenarlo por error.
— Solo será una pequeña conversación —
Nary le mostró una divertida sonrisa a su rival mientras el ónix en sus manos se moldeaba para crear un bastón del tamaño de su dueña.
Un intercambio de golpes tomó lugar en aquel museo, una batalla donde Nary no dudó en aprovechar su entorno junto a su gran agilidad para lograr golpear a Bular el cual cada vez parecía enojarse mas y mas debido a la actitud tan confiada que mostraba su rival.
Aunque Nary logró mantener el control de la lucha en todo momento, no pudo evitar verse abrumada por un momento debido a la intervención de Strickler acompañado de varios Goblins.
— Ok, es hora de usar la cabeza —
Se dijo a si misma Nary mientras su arma desaparecía, permitiéndole así poder correr en una postura cuadrúpeda.
Girando en una esquina del museo empezaría a mover rápidamente sus manos para hacer gala del talento que llevaba en su sangre.
Terminando su plan justo a tiempo, ya que la voz del hijo de Gunmar resonando desde el otro lado del pasillo la habia puesto nuevamente en alerta.
— ¡Disfrutaré beber tu sangre en una copa...!
— ¡Basta de clichés y pelea! —
Aquella interrupción hecha por Nary hizo que Bular dudara en acortar la distancia entre el y Nary, sin embrago en un rápido giro hacia atrás, la semidiosa había no solo esquivado el ataque del troll sino también habia logrado que Bular se colocara justo en el lugar que deseaba.
— Ingenuo sin importar los siglos, Bular —
El hijo de Gunmar no entendió el significado de aquella palabras y ya esta preparado para continuar su lucha pero su sorpresa habia sido grande al percatarse de que su cuerpo se encontraba totalmente paralizado.
— ¡Trampa de estasis en 5 minutos! —
La sonrisa de Nary solo hizo sentir mas molesto al troll, despues de todo habia sido humillado por una criatura la cual tenia una actitud tan irritante que seria un crimen no golpearla.
— Bueno, creo que esta fue una gran negociación —
Expresó Nary mientras comenzaba a alejarse de la escena dando pequeños saltos.
— ¿Por qué alguien como tu esta interesada en un acuerdo con nosotros? —
La pregunta hecha por Strickler la hizo detenerse, haciendo que sus ojos amarillos estudiaran a detalle al cambiante que ahora habia adoptado una forma humana.
— No me gustan los clichés pero podría decir que el enemigo de mi enemigo es mi amigo —
Nary miró un instante el lugar donde se encontraba, tomando las espadas Bular para blandirlas como si su tamaño y peso no representaran una molestia.
Por lo cual, sin perder tiempo Nary había comenzado a realizar un hechizo bajo la atenta mirada de Strickler y Bular, los cuales buscaban el propósito de lo que estaba haciendo la No muerta.
Al final todas las armas que Nary habia encantado caerían al suelo, las cuales se notaban extrañamente igual.
— Son bonitas pero aun podemos hacerlas mejor —
Pasando sus manos por el filo de las espadas antes de volver a dejarlas en el suelo.
— ¿Qué fue lo que hiciste? —
— Un regalo, somos amigos así que es normal ayudarnos mutuamente —
Fueron las palabras cargadas de una simpleza que dijo Nary quien ya estaba afuera del museo.
Ninguno de los dos troles lo sabia, pero aquellas armas ahora eran capaces de no solo medirse contra la magia arcana sino que ahora podían herir de forma critica a los únicos usuarios de dicha magia,
Nary sabia que Bular no podría matar a sus hermanos a pesar de las mejoras en su armamento, pero después de todo eso no era lo importante.
Daba igual si Bular o uno de sus hermanos cayera contra el otro, para ella sería una victoria ya que estaría liberándose en un problema.
Recuerda, cualquier sugerencia es bienvenida
El Nouxie es un buen ship pero nadie está listo para esa conversación.
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