Snape los miraba con aquellos ojos juzgadores, evaluandolos de arriba a abajo hasta que Filch los logró alcanzar, jadeante y sudado.

—¡Esos mocosos se saltaron clases! —Gritó acusándolos con el dedo, Harry quiso ponerse delante de Draco en una especie de "protección" que no serviría de nada.

—Ustedes —Los señaló. —Castigados hasta nuevo aviso, acompañenme.

De esta forma, Snape los llevo hasta su despacho, ordenándoles que de encargarán de acomodar sus libros de pociones por orden alfabético sin magia, asintieron sin rezongar, era un castigo muy leve viniendo del profesor así que bien pudieron hasta haberle agradecido.

—Estoy seguro de que no dio un castigo peor solo porque eres su favorito. —Comentó Harry mientras sacaba todos los libros del gran librero del salón de pociones para poder ir viendo los títulos.

—Sigo pensando que sería mejor hacer magia sin dejar rastros para hacer esto. —Comenzó Draco mientras miraba los libros con molestia. —Además, no creo ser su favorito. —Potter lo miró con la ceja alzada y resopló. —Bien, quizás si sea su favorito pero es por mis cualidades.

—Sí, una de ellas era hacerme la vida insoportable. —Respondió con un escalofrío exagerado. Draco no evitó golpearle levemente con el libro que tenía en manos. —Ya, vamos, aunque ahora nos llevemos bien, antes eras insoportable y eso hacía que Snape te adorara.

Draco solo dijo un suave "Hmm..." y siguió ordenando los libros por las primeras letras de sus títulos y de forma pensativa miraba de reojo a Harry.

—¿Así que sólo nos llevamos bien? —Preguntó Draco mientras metía un libro en el estante, mirando de reojo a Harry quien lo miró extrañado.

—Pues... ¿Sí? Supongo que nos llevamos bien ¿Tú no? —Preguntó distraído, pasándole algunos libros.

—¿Y nada más?

—¿Cómo qué? —Harry arrugó el entrecejo confundido y Draco lo miró casi ofendido.

—¡Harry Potter! ¿Así que besas a cualquiera con el que te lleves bien? —Miró molesto a Harry que lo miró con confusión.

—¿Eh...? No sabría qué responder. —Respondió apenado al momento que dejaba de acomodar los libros. —¿Tu qué crees que somos?

Draco sintió que se atragantaba con las palabras y tosió un poco, aún si fuera un reto proveniente de un juego, le daba vergüenza responder, sin embargo, se armó de coraje y se acercó al castaño que junto los libros en su pecho.

—¿Qué somos...? —Repitió la preguntá mientras se acercaba a Harry, curvo un poco su espalda para quedar frente a frente, con las narices chocando al igual que sus alientos. Draco acortó la distancia lentamente y junto ambos labios de forma pausada, miró a Harry unos momentos antes de cerrar los ojos, sentía los anteojos incomodarle en el rostro pero aún así continuo, el beso era profundo, el sonido de sus bocas despegandose era satisfactorio hasta que comenzaron a alejarse con la misma lentitud con la que se habían acercado. —¿Un amigo te hace ver cómo ahora mismo, Potter? —Terminó de hablar y sujeto el mentón del león para ayudarlo a girar el rostro hacia un pequeño espejo colgado en la puerta.

Harry se reflejaba en el objeto, las mejillas rojas, su respiración agitada y los anteojos chuecos que demostraban lo que estaban haciendo momentos antes, se avergonzó de sí mismo, de verse de esa forma pero Draco volvió a aplicar un poco de fuerza en su barbilla para hacer que lo viera, tenía una pequeña sonrisa.

—¿Entonces, Potty? ¿Qué soy para ti? —Preguntó de manera burlona que hizo que las piernas de Harry temblaran un poco.

—No- no lo sé.

Draco volvió a acercarse, rozando sus labios y el león ya estaba preparado para un beso que no llegó, abrió los ojos ojos cuando se percató de ello y se topó con los aquellas pupilas gélidas y grises que lo miraban como clavos en su piel.

—Si solo soy un amigo, no podría besarte. —Explicó mientras se alejaba un poco de su rostro.

Harry quería besarlo, quería que Draco lo abrazara y apretara su espalda como tanto le apetecía mientras sus bocas se encontraban. La ansiedad lo asalto y con un tenue color rosado en la cara, jaló la corbata verde esmeralda del uniforme de Malfoy para hacer que volvieran a encontrarse frente a frente.

—¿Estamos saliendo? —Preguntó Harry más como un permiso hacia el rubio quien sonrió cual víbora.

—Así es, Potter.

Finalmente, se acercaron para besarse con más precisión, Harry rodeando el cuello de la serpiente de sangre fría y Draco apretando la espalda del león de sangre caliente.

─── ⋆⋅☆⋅⋆ ──

—Ya estamos saliendo. —Anunció Draco cuando entraba a su alcoba, sus labios estaban un poco irritados gracias a que no se contuvieron en la sesión de besos. Caminó hacia su cajonera mientras se deshacía del nudo de su corbata sin importarle que Pansy estuviera allí.

—¡¿Qué?! —Gritó Blaise atragantandose con un dulce que estaba comiendo.

—¡¿Tan pronto?! —Preguntó ahora Parkinson mientras se tapaba los ojos para darle privacidad a Draco de cambiarse, se quitó las manos después de unos segundos para toparse con que el rubio solo se había desabotonado algunos botones del inicio de su camisa, mostrando su piel pálida, de haber sido una chica común, se hubiera ruborizado pero se conocían desde niños, hasta se habían bañado juntos antes de los 8 años. —¡Tienes que contarnos todo!

—Nos besamos, ya lo sabían. Obviamente estaríamos saliendo también. —Respondió solamente mientras comenzaba a acomodarse un poco el cabello al mirarse en el espejo.

—Wow, cielos, Draco, en verdad creí que no lo lograrías, ya sabes, porque Potter te odiaba. —Habló Blaise y Draco frunció el ceño.

—Harry Potter es un chico que nunca ha experimentado amor romántico ¿Saben? Uno real. —Continúo hablando cuando terminó de acomodar su cabello y giro sobre sus talones para verlos.

—Una persona así se adhiere a la primera persona que le muestra amor ¿Patético, no? —Se burló Blaise y después mastico el dulce que tenía en su mano.

Pansy se rió un poco más fuerte. —¡Ay, no, Draco! No puedo creer que en serio estés besándote con el huérfano con espíritu de héroe.

Draco apretó un poco los labios. —Ya lo sé. —Desvío la mirada hacia la ventana. —Potter es patético y lamentable.

─── ⋆⋅☆⋅⋆ ──

—¡Tienes que decirnos con quién te estás viendo, Harry James Potter Evans! —Vocifero Hermione. —Sé que te dijimos que puedes tener tus secretos y todo eso pero la curiosidad está pudiendo conmigo.

Hermione estaba encima de él junto con Ron, ambos habían ido corriendo hacia él hasta tumbarlo en el sofá cuando lo vieron llegar a la sala común y no dejarle ninguna escapatoria.

—Además nos preocupamos por ti, queremos sabeeer. —Pidió Ron.

Harry se asfixiaba debajo de sus amigos pero estaba tan feliz, se sentía lleno por una vez en su vida, un poco calmado pero a la vez emocionado, con el corazón latiendole a mil de una manera satisfactoria que no había experimentado nunca, era su primera vez, su primer todo.

—Es que... No puedo decirles. —Dijo con pena y sus mejores amigos le hicieron una mueca suplicante.

—Entonces... —Comenzó a hablar la chica y de pronto dejo su mueca para levantarse del sofá rápidamente. —No puedes decirnos ¡Pero podemos adivinarlo! ¿No?

Ron también se levantó emocionado. —Danos una pista, vamos, vamos.

Harry rió un poco, estaba nervioso, sin saber si realmente podía estar preparado para la reacción de sus amigos. Si adivinaba quién era la persona con la que se había estado viendo esos días ¿Cómo reaccionarian? ¿Estarían molestos? Quizás Ron reaccionaria peor que Hermione. Suspiro y se armó de valor, era un Gryffindor y sabía que Draco Malfoy le gustaba, quería que las personas más importantes de su vida también lo supieran.

—No es de nuestra casa. —Dió la primera pista.

—¿Es Ravenclaw? —Harry negó con la cabeza. —¡Hufflepuff! —Harry volvió a negar.

Los rostros de Ron y Hermione decayeron un poco, comprendiendo que la única casa que quedaba era slytherin. —¿Es de Hogwarts? —Harry asintió. —Entonces es... ¿Slytherin?

—Sí.

—Merlín... Bueno, no podemos juzgar, quizás hay gente ¿Buena? En slytherin. —Forzaron una sonrisa.

El castaño se removió más nervioso, si ya estaban de esa forma apenas saber que era de la casa de las serpientes ¿Cómo estarían cuando supieran en específico de quién se trataba?

—¿Es castaña?

—No.

—¿Cabello negro? —Harry negó y Ron siguió pensando, Hermione suspiró aliviada de que no fuera una persona terrible como Pansy que tenía cabello negro, eso la quitaba totalmente de la ecuación.

—¿Rubia? —Preguntó Hermione.

—Podría decirse que sí. —Hermione pensó más, en todas las opciones de chicas rubias pero ese "Podría decirse" la consternaba ¿A qué se refería Harry? ¿La chica era teñida? —¿Esta teñida de rubio?

El castaño soltó una risa. —No.

Ron y Hermione se comenzaron a poner tensos y se miraron mutuamente, como si estuvieran conectando sus mentes.

—Harry —Llamó Ron. —, ¿Es un chico? —Harry trago saliva, borro su sonrisa, sabía que sus amigos estaban cerca, lo sentía y los nervios florecieron, aún así, asintió.

—Harry ¿Puedes decirnos la inicial de su nombre? —Preguntó Hermione.

Harry quería negarse, comenzaba a tener miedo pero debía seguir, realmente quería que sus amigos supieran, apenas iba a comenzar a escribir en su mano la letra gracias a una pluma que estaba en el sofá, la chica lo interrumpió en medio de escribir la letra.

—¡Dios! ¡No puedes hablar en serio, Harry! —Gritó Hermione y Ron la miró sin comprender.

—¿Qué? ¿Quién es? —Ron miraba confundido a Granger quien bloqueo aire varías veces.

—Dr-Draco Malfoy. —Respondió entrecortadamente como si no pudiera ni pronunciar su nombre. Ron inhaló una gran cantidad de aire sin creerselo.

—¿En verdad, Harry?

El llamado subió los hombros como si quisiera esconderse, asintió lentamente y sus amigos llevaron su mano a su rostro.

—Merlín, te fijaste en el peor ser del planeta ¿Por qué? —Habló Ron. —¡Es la peor idea de entre todas que has tenido!

—Me gusta, lo quiero. —Respondió intentando defender lo que pasaba, sus amigos se mordieron los labios para controlar lo que querían decir.

Así pasaron un rato largo, discutiendo, sus amigos diciéndole las razones por las que Draco Malfoy era la peor persona para salir y Harry defendiendolo con la justificación de que lo quería.

—Ha cambiado, yo lo he visto. Hermione, te dio un libro como disculpa y Ron, comprendo que te dio una contusión, pero tú también fuiste agresivo con él y lo sabes.

—Sabes que consideramos que fue extraño pero... —Hermione pareció relajarse primero, intentando pensar con claridad hasta que dio un largo suspiro. —Te queremos mucho, Harry ¿Comprendes? No queremos que alguien te dañe, por ello siempre hemos estado contigo en las buenas y malas. —El castaño asintió.

—Sentimos que Malfoy te hará daño, eso tememos. —Continúo Ron. —Pero estamos contigo.

Harry enmarcó una sonrisa en su rostro y no espero para acercarse a sus amigos para darles un rápido abrazo de agradecimiento por comprenderlo mejor de lo que esperaba. Hermione tomo su hombro para mirarlo fijamente a los ojos.

—Estamos contigo y siendo sincera, si te daña, estaremos aquí.

Harry quiso decirle un "Eso no pasará." Pero de una forma no pudo, lo contuvo y solamente les sonrió nuevamente para asentir.