08
— Escuchen bien, Kota, Eri... Vamos a salir con Kirishima-Kun hoy, quiero que se comporten porfavor... — los niños asintieron, Izuku suspiró y se reincorporo, acaricio sus cabecitas y a ambos les puso sus lindas gorras, Eri una de conejo y Kota una de gato — bien... Espero que sean los lindos niños que conozco — el sonido de un auto afuera se escuchó, seguido del claxon — vamos, vamos — los niños e Izuku comenzaron a salir de la linda casa, a lo lejos vieron el auto de Kirishima, Izuku en serio a veces pensaba en coml es que todos sus amigos tenian autos tan lujosos ¡Tenían el mismo trabajo!
Negando mentalmente solo se acercó al auto, Kirishima se bajó del auto, se veía tan elegante, Izuku se sintió slgo fuera de lugar, más cuando ambos niños se acercaron al mayor y le sonrieron.
— Hola señor menstruación — el pelirrojo quedó en blanco, Izuku se acercó de inmediato apenado.
— ¡Niños! ¡¿Qué es ese lenguaje?! — los regaño.
— Su amigo así le llamo — dijo inocentemente Eri, Izuku suspiró, debió suponerlo.
— Lo siento Kirishima-Kun... Yo, les dije que se comportaran... — aseguro apenado, Eijiro le sonrió de forma cálida, tomo la mano de Izuku y beso su dorso sorprendiendo al pecoso.
— No hay problema... — el mayor se separó y vio a ambos niños — supongo me debo acostumbrar a estos pequeñines — el mayor acaricio sus cabezas — ¿Nos vamos? — abriendo la puerta el auto los dos niños se subieron, Izuku iba a hacer lo mismo, pero Eijiro cerró la puerta de inmediato — tu hoy serás mi copiloto Izuku — el pecoso se sonrojo levemente y asintió, el mayor le abrió la puerta e Izuku algo nervioso tomo asiento.
Izuku volteo a sus dos pequeños y les sonrió, ese sería un buen día... Estaba seguro.
— Bien ¿Todos listos? — dijo Kirishima apenas entró al auto de nuevo — ¿Cinturones?
— ¡Listos! — dijeron los dos niños al uniso, ambos adultos rieron y se pusieron sus cinturones de seguridad.
El viaje fue tranquilo y largo, al final del día la feria estaba a las afueras de Tokyo, durante el camino Izuku se mantuvo callado, mientras que Kirishima no borraba su sonrisa.
El pelirrojo estaba demasiado feliz, con todo y el escándalo de los niños, estar junto a Izuku era su mayor prioridad, además, los niños eran divertidos, de vez en cuando le sacaban una buena risa, mientras que Izuku reía también por sus casualidades, sin dudas era una buena vida y es lo que le desea para su vida completo.
El sonido del auto deteniéndose exaltó a Izuku, el pecoso volteo a Kirishima y le sonrió.
— Llegamos — dijo Kirishima mientras se quitaba el cinturón de seguridad — ahora... Niños — el pelirrojo volteo s los niños, e Izuku hizo lo mismo.
Parecían una familia de verdad.
— Escuchen, sé que no soy quien para decirles esto, pero... Soy el anfitrión hoy, así que habrá reglas, número uno, no se separen ni de mi, ni de Izuku y número dos... — el mayor sonrió — pidan todo lo que quieran, yo invito hoy.
Los dos pequeños, e Izuku, vieron sorprendidos al pelirrojo, Izuku nervioso llevo su mano a la de Kirishima.
— ¿E-estas seguro de eso? — el pelirrojo tomo ambas manos de Izuku y le sonrió.
— Totalmente seguro, tranquilo... Míralo... Cómo una disculpa por tantos años molestándote en el trabajo ¿Si? — el pecoso bajo la mirada para después levantarla de nuevo y asentir.
Los dos niños se vieron entre sí, su padre estaba siendo coqueteado por ese tipo pelirrojo ¡Con su papá no!
— Ya no queremos ir a la feria — dijo Kota.
— Yo tampoco — dio ahora Eri.
Izuku volteo a sus pequeños y sonrió.
— Niños, Kirishima-Kun acaba de hacer u esfuerzo, no lo arruinen ¿Si? Vamos a divertimos — los dos menores hicieron un puchero, Izuku rio nuevamente.
Kirishima suspiro aliviado de que Izuku si quisiera esa salida, ya se veía regresando otra hora y media de viaje sin poder pasar un día completo con el pecoso.
— Bien, si es así, vamos a divertirnos — Kirishima se bajó del auto y luego de abrirle la puerta a Izuku y a los niños, fueron al enorme establecimiento en el que se escuchaban gritos y risas.
Yaoyorozu iba molesta por los pasillos de su empresa, sus tacones resonaban por todo el lugar, la pelinegra entro a su oficina y vio a cierto peli morado haciendo algo en su computadora, seguro trabajo.
El mismo al verla no le tomo importancia, su jefa era así, a veces molesta, a veces feliz, a veces triste y a veces incluso se le podía ver con una mirada soñadora, pero, lo que no espero fue que está misma se acercara a su escritorio y golpeara con sus manos el mismo.
— A mi oficina.... Ahora — sin más que decir la mayor se fue del lugar.
Shinsou estaba confundido con la sitúacion, pero, suspirando de cansancio fue directo a dónde se le indico.
Al llegar tocó dos veces y la pelinegra le otorgó el permiso de entrar, l ingresar tomo asiendo frente a la pelinegra, está misma se levantó y tomando un control cerró las cortinas dejando todo a oscuras, debe admitir que estaba asustado, es decir, que una mujer tan poderosa te tenga en su oficina con las luces apagadas no es muy común y da miedo.
— No sabes para que te traje aquí ¿Verdad? — el.chico nego — bien, no soy policía ni nada por el estilo, pero cuando investigo algo lo hago en serio y sobre todo si se trata de alguien a quien amo — la mayor presiono un botón y una proyección se vio en la enorme tela.
Shinsou se sorprendió al ver de que o más bien, quienes se trataba la presentación, eran él y Ochako, durante la preparatoria ¿Lo peor? Es que ambos se estaban besando.
— Tengo entendido que está foto es de cuando Izuku aún salía con Uraraka ¿O me equivoco? — el pelo morado estaba sorprendido.
— ¿D-de dónde la saco?
— Ser una mujer con contactos ayuda... Y no solo sé esto — afirmó la mayor.
El pelimorado estaba realmente asustado en ese momento, habían muchas cosas que si salían a la luz estarían acabados, tanto él como Uraraka.
— ¿Q-qué más sabe? — la pelinegra sonrió, tenía al pelimorado justo donde lo quería.
— Se muchas cosas Shinsou-San, muchas más de las que me gustaría decir, quiero decir... ¿En serio tanto planearon solo para joder a Izuku? ¿Qué tienen en su maldita contra?
El pelimorado estaba pensativo y de un momento a otro sonrojado.
No es que tuvieran algo en contra de Izuku, más bien...
“Si hacemos esto... Deku-Kun jamás podrá apartarse de nuestro lado ¿Aceptas? ¿Shinsou-Kun?”
El recuerdo aún era escalofriante de alguna manera, Shinsou negó con la cabeza al recordarlo, sabía que eso iba a terminar siendo una locura y ahora ahi estaba, terminando en un locura.
— Oye... Te estoy hablando, mierda... Escúchame bien, no voy a decir nada si colaboras conmigo, incluso podría considerarte un aliado, pero si me llegas a traicionar, te juro que... — Shinsou se levantó e su asiento y suspirando vio a la pelinegra.
— Lo haré... Estaré de su lado en todo lo que usted necesite — aseguro viendo fijamente a la mayor, Momo sonrió y entrecho ambas manos.
— Si ese es el caso... Quiero que me empieces contando sobre los hijos de Izuku o... Mejor dicho... De tus hijos...
Izuku estaba emocionado, sus pequeños felices en los autos chocones, el pecoso los veía desde afuera al lado de Kirishima quien sonreía sosteniendo unos cuantos algodones de azúcar.
— ¿Deberíamos ir con ellos? — el pecoso volteo al pelirrojo curioso.
— ¿A qué te refieres?
— A subirnos con ellos... Anda, será divertido — el pecoso lo pensó unos segundos y después asintió.
Ambos adultos fueron y hablaron con el encargado, este detuvo el juego y ambos adultos entraron, Izuku se sentó al lado de Eri y Kirishima con Kota.
La albina le saco la lengua a su hermano, el pelinegro frunció el seño, Kirishima rio levemente por la disputa entre ambos hermanos, tomo del hombro a Kota y le sonrió.
— Vamos a aplastarlos ¿Si? — el pelinegro sonrió, vio de forma sadkca a su hermana y tomo el volante con seguridad.
— Vamos a aplastarlos — repitió.
El juego volvió a dar inicio, Kirishima y Kota en contra de Eri e Izuku, el más ingenuo de ahi era Izuku, no se habia dado cuenta de la disputa de sus hijos y ahora estaba aferrado al cinturon de seguridad al ver como es que Eri iba en contra del auto de su hermano.
— E-eri... ¿E-es necesario tanta violencia? — la niña asintió.
— Es totalmente necesaria, papá — afirmó la niña con un toque de sadismo.
Realmente fue un buen momento.
Los dos carritos parecían ser los únicos en el lugar, Kota y Eri maniobraban de una forma impresionante para esquivar a los otros carritos e ir en contra del contrario, Kirishima era un buen copiloto que le decía a Kota por donde era más seguro ir, mientras el pobre de Izuku se aferraba a su cinturón mientras de vez en cuando se asustaba al sentir como Eri chocaba contra su hermano o cualquier otro cochecito.
Al terminar, el ganador fue Kota al chocar más veces con Eri.
Al bajarse de los cochecitos ambos varones chocaron sus manos en señal de victoria, Izuku por su parte estaba asustado y tembloroso, Eri trataba de tranquilizarlo, pero era un poco difícil.
Kirishima al ver esto se acercó al pecoso y tomando delicadamente su mano abrazo al menor, Izuku se sintió protegido y correspondió al abrazo.
Eri al ver esto se indigno, estaba apunto de hacer algo para que su padre soltará al pelirrojo, pero Kota le tomo de la muñeca.
— ¿Qué haces Kota?
— Dejamos... Ese tipo me cae bien — Eri se sorprendió, era difícil que alguien le agradará a Kota, así que solo suspiro rendida y asintió.
Si a su hermano el completo asocial le agradaba alguien a ella también le agradaba, es decir, no todos los días Kota decía eso.
Después de los carritos chocones los cuatro fueron directo a la zona de juegos, Kirishima estaba más que dispuesto a ganar todos los premios posibles para Izuku.
Jugaron a los patitos, a los dardos, a las canastas de baloncesto y algunas canicas, al final Kirishima era pésimo en los juegos y quien ganó todas las cosas para él mismo, más bien para los pequeños, fue Izuku, el pecoso tenía un don impresionante en cuanto a eso se trataba y no lo iba a negar.
Al final del día, los cuatro estaban tranquilos en una banca apartada comiendo un helado, ambos niños ya no hacían ningún movimiento para interponerse entre el pelirrojo y su padre, mientras que Kirishima sentía eso como una aceptación de parte de los dos niños, bien, ya había ganado al par de mocosos, ahora solo le faltaba el platillo principal.
Después de comer se fueron al auto, el día había terminado y ya era hora de volver a casa, a mitad de camino los niños se durmieron, fue un día muy emocionante para ellos.
Izuku estaba contento, al fin un buen día después de tantos tropiezos, debía agradecerle demasiado a Kirishima por ello.
— Muchas gracias... Kirishima-Kun... — estaban en medio del tráfico, era un buen momento para hablar.
— No hay de que... Cómo te dije, es mi disculpa por todo lo que te hice pasar en la oficina.
— Ya que lo mencionas ¿Porque lo hacían? Quiero decir, desde que conocieron... Bueno, m-mi secreto... Todos se comportan diferente — Kirishima sonrió levemente ante lo dicho.
— Si te soy sincero... No lo sé, solo... Sé que somos un montón de idiotas — el pelirrojo comenzó a reír ante el recuerdo de sus estupideces, pero Izuku aún no estaba convencido.
— No respondiste — estaba dispuesto a obtener respuestas, en serio necesitaba saber sus razones.
— ¿No te quedarás sin respuesta eh? — Izuku decidido asintió — es algo que me gusta de ti Izuku... Seré breve... Y lo que te voy a decir quizá no aplica para todos nosotros... Pero al menos yo... — Kirishima volteo a verle sonrojado y apenado — me gustas mucho Izuku... Y de alguna forma el molestarte era una manera de llamar tu atención, pero, cuando supe tu secreto me di cuenta que no era lo correcto... Tienes una vida muy difícil, no era justo que la hiciéramos peor por una razón tan estúpida — Izuku estaba sorprendido y sonrojado, no creía que esa fuera la razón.
Sinceramente se esperaba algo más como que le tuvieron lastima por su "trabajo nocturno" y por eso decidieron ya al fin dejarlo en paz, pero vaya su sorpresa.
— Y-yo...
— No tienes que responder... Entiendo que el amor no es tu prioridad ahora, si no son esos mocosos de atrás — Izuku vio de reojo a ambos niños, si, eran su adoración de pies a cabeza y si era sincero no podía pensar en nada más, pero, tampoco quería dejar se lado la confesión que acababa de recibir, Kirishima era una excelente persona, apesar de todo, no le molestaria quizá... ¿Tener un nuevo amor? A sus pequeños les agradaba Kirishima y él también tenía que darse gustos de vez en cuando.
Iba a decirle algo, decirle que lo intentaran... Pero...
— ¿Crees que te aceptaría ahora con ese trabajo de prostituta que tienes? — una voz interna hablo, su cuerpo se tenso ante el pensamiento.
Osea, si, Kirishima se le acaba de confesar, pero ¿Eso significaba que quería salir con él? Dios, no, era solo un chico que, ahora incluso, vendía su cuerpo para sacar adelante a su familia, bajo la mirada decepcionado, quizá lo de ser un camboy no le molestaba, pero ¿Y la prostitución? Ese tema si que no lo conocía, se sintió patético por pensar que podía gener una relación, no podía hacerlo, era una maldita puta que no podía hacer más por si mismo.
— ¿Estás bien Midoriya? — Izuku salió de su trance y vio al pelirrojo — estas llorando — el pecoso llevo sus manos a sus mejillas, sintiendo lo húmedo de las lágrimas, asustado nego mientras se limpiaba las lágrimas traicioneras que salían de sus lindos ojos verdes.
— ¡N-no es nada! E-estoy bien... D-d-descuida... — Kirishima no estaba convencido.
— Midoriya, mírame — el mayor lo tomo de los cachetes y le obligó a verle — entiendo que quieras ocultar los motivos de tus emociones, pero... Siendote sincero, verte llorar es una tortura, por favor... Sé que no me tienes la confianza suficiente para esto... Pero si algún día lo haces... Quiero que me cuentes tus problemas por más terribles que sean, te apoyaré en todo, incluso si asesinas a alguien, sabré que no lo.hiciste porque así lo quisiste...
El pecoso se sorprendió y las lágrimas salieron con mayor intensidad, su labio tembló y sus sollozos se hacían resonar.
Tomo valor de quien sabe dónde y apoyándose en el pecho de Kirishima en un lastimero sollozo, confesó...
— M-me... Vendí... V-vendi a alguien...
Uffff nuevo cap mis amores, espero lo disfruten tanto como yo al escribirlo ¡Dios mío!!! Ya ví la peli 4 de bnha ¡¡ES UNA MALDITA JOYA!! Quitando el hechos de que a Deku le dieron mucho el "poder del prota" fue fantástico, no me atrevería a decir que es mejor la 2, pero, si es demasiado emotiva ¡La ame coño!
En fin bye bye mis amores ¡Los amo!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro