Prólogo
5 años atrás...
Aless
—¿Estás lista?
Asiento con el corazón lleno de emoción y un poco de nerviosismo.
Juntos nos deslizamos fuera de las cabañas del campamento cuidando de no hacer ruido.
Caminamos por la noche en silencio, con las manos entrelazadas como si el mundo entero se hubiera pausado y sólo existiéramos nosotros.
Seguimos andando hasta llegar a un paraje apartado donde solo se oye el sonido de los grillos y el agua del río al bajar. Es un día de luna nueva, el cielo está completamente oscuro y las estrellas parecen estar tan cerca que creo poder tocarlas con los dedos. Darío se tumba sobre la hierba y yo extiendo mi cuerpo a su lado colocando la cabeza sobre su pecho.
Las perseidas están a punto de comenzar su espectáculo.
—¡Mira, ahí va una! —exclamo, señalando una estela brillante que cruzaba el cielo.
—¿Sabes qué dicen sobre las estrellas fugaces? —pregunta Darío girándose hacia mi con una mirada juguetona.
—Que hay que pedir un deseo —respondo viendo sus ojos brillar con emoción.
—Entonces, ¿qué deseas? —inquiere acercándose un poco más.
Lo miro sintiendo que mi corazón se acelera. En este momento, no necesito cerrar los ojos ni pensar en un deseo. Ya lo tengo todo, justo aquí.
Con un gesto suave, me inclino hacia él y lo beso.
Mientras las estrellas caen del cielo, nosotros nos perdemos en nuestro propio universo.
—Me quedaría siempre así de cerca. Así de jodidamente bien —murmura contra mis labios con voz ronca.
—¿Ese es tu deseo?
Darío no duda. No pestañea. Su boca se acerca a mi oído, y su aliento caliente eriza mi piel.
—Hagámoslo —su voz se quiebra—. Ahora.
Es más que una invitación. Es una declaración de su deseo de avanzar pero yo no estoy lista. Los miedos e inseguridades se han apoderado de mí.
Me quedo paralizada y no acierto a responder cuando parece leerme el pensamiento.
—Está bien —responde con voz suave —. Lo importante es que te sientas cómoda. No hay prisa. Podemos simplemente disfrutar de este momento juntos —sugiere, sonriendo con calidez—. Hay muchas maneras de estar cerca, y lo que más quiero es que estés feliz.
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