Capítulo 20 Leo
Aless
Hoy ha sido un día de mucho trabajo en la tienda, me alegro de que a Marco y a Darío les vaya tan bien. Estoy agotada pero he quedado con Leo en su piso y creo que me vendrá bien olvidarme por un momento de todo lo vivido estos días.
Cuando nos queremos dar cuenta la botella de vino está casi vacía, y las risas y las miradas cómplices han llenado el aire entre nosotros. La atracción es real y una corriente eléctrica que parece vibrar en cada rincón de mi cuerpo.
Quiero dejar la mente en blanco y disfrutar del momento, quiero olvidar las palabras de Darío y sacar de mi mente cualquier tipo de duda.
Leo se recuesta en el sofá y yo sigo sus pasos. Consigo sentarme a horcajadas sobre él. La calidez de su piel contra la mía es electrizante. Noto los latidos del deseo resonando en mis oídos mientras la atracción entre nosotros se intensifica. Con un movimiento suave, comienzo a explorar su torso con las manos. Cada caricia es un descubrimiento, una invitación a dejarme llevar por el deseo que arde entre nosotros.
Leo responde a mi toque con un suspiro profundo, sus manos encuentran mi cintura y tira de mi hacia él. La presión de mi cuerpo contra el suyo hace que me recorra una oleada de calor. Era como si cada roce encendiera una chispa en mi interior, llevándome a un estado de euforia y vulnerabilidad inexplicable.
A medida que nos tocamos, me doy cuenta de lo mucho que anhelaba esta conexión física. Estoy harta de que nuestra relación se base en videollamadas o en esconder los deseos tras la pantalla de un teléfono. Hoy es el primer día que nos vemos después de que haya estado trabajando unos días fuera y es motivo más que de sobra para dejarnos llevar por la pasión. Porque nuestra relación es solo eso, sexo.
La mejillas me arden, Leo me retira el pelo con la mano y me entrego a la corriente del momento. El deseo me envuelve como una manta cálida, haciéndome olvidar momentáneamente las dudas de mi cabeza. Pero incluso mientras disfruto de este momento, hay una parte de mi que sabe que no puedo ignorar lo que realmente siente mi corazón.
La mezcla de placer y confusión crece dentro de mi mientras continuamos explorándonos mutuamente. "Es solo sexo" me repito, intentando convencerme mientras él me mira con intensidad.
Leo empieza a desabrochar mi blusa, mi piel se eriza con el contacto, pero no estoy cómoda, no sé qué pasa pero no.
—Para.—murmuro de repente, temblando sin control.
Leo se detiene sorprendido por mi reacción. Sus ojos reflejan confusión y decepción, pero no puedo seguir.
—¿Por qué? ¿No estamos pasándolo bien?
—No se trata solo de eso.—Digo suspirando—Para mí, esto es más que solo sexo. Necesito sentirme querida, valorada...
—Estoy aquí contigo, ¿no es suficiente?
—No lo sé. —digo agachando la mirada— Me cuesta pensar que solo es diversión y nada más.
—No estoy buscando una relación complicada, Aless. Solo quiero disfrutar el momento.
—Eso está bien, pero yo necesito...quiero construir algo real.—le digo aguantándole la mirada.
—Entonces creo que no puedo ser lo que necesitas.
—Lo sé,—añado con lágrimas en los ojos—y eso es lo que duele. Me he estado engañando pensando que podría cambiar tu forma de ver las cosas, pero no puedo seguir así. Me siento un puto objeto.
—Entonces, ¿qué estás diciendo? ¿Que esto se acabó?—Dice mientras baja la mirada hacia mi escote.
Asiento lentamente mientras consigo liberarme de su agarre.
—Sí... creo que es lo mejor. Mereces ser libre y yo merezco sentirme amada.
Empiezo a vestirme cuando oigo la puerta abrirse. Me giro incrédula mientras oigo una voz femenina a mi espalda.
—Amore, la reunión acabó antes de lo...
Y después de ser consciente del porqué de esta relación secreta y sin ataduras, de darme cuenta de que es un capullo integral y de que tenía razón cada vez que me he sentido como un objeto, sólo queda silencio.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro