¿Cuánto me quieres ahora?
-¿Celu qué?- dudó Moon White arrugando la frente, sentando en un banco de un parque junto a Twilight.
-Celulares- repitió con una risa -. Sí, suena extraño.
-Hablar con otra persona en tiempo real... ¿por un aparato?- se sorprendió, incrédulo para hacer atrás la cabeza, mirándola receloso -. ¿No me estás tomando el pelo?
-¡No!- se divertía -. Y puedes escuchar música, tomar fotos y además saber cosas de muchas cosas escribiendo en una cosa llamada "Google". ¡Cómo una bola de cristal!
-¡Cielos!- se maravilló pensativo -, eso suena demasiado tentador. Ya de por sí que describes que tu cuerpo se transforma más largo y te paras en dos patas.
-Pies- corrigió.
-¡Eso!- dijo mirándose las patas traseras y después levantar las delanteras viendo sus cascos -. Y manos se llamaban en los...brazos.
-Sí.
-Y tienes dedos.
-Sí- dijo para reírse al ver que el unicornio se sacudía entero apretando los dientes.
-Perturbador, ¿No te asustaste?
-¡Claro que sí! Si no fuera por Spike creo que andaría desquiciadamente ansiosa por ahí- reconoció recordando con risa el terror que le invadió esa primera vez que cruzó el portal -. Me alegra que haya saltado tras de mí. Fue de mucha ayuda.
-Y esas criaturas...personas... ¿viven en bien común?
-Pues sí- contestó para corregir: -. Aunque su mundo es diferente al nuestro. Allá han pasado por cosas muy fuertes en el que el bien no siempre le gana el mal.
-Oh- comentó curvando las cejas, hacia el sol que empezaba a bajar. -. ¿Pero cómo son? Ellos. ¿Es exactamente iguales a nosotros? Si hay contrapartes, ¿Tendré una yo? ¿Qué tan diferentes seremos y por qué? ¿Existirá un vínculo que une este mundo del otro? Pero me desvié. Dime, ¿Qué tan diferente es ese mundo con Equestria? ¿Lo que sientes por las contrapartes de tus amigas es igual o diferente el sentimiento? ¿Qué se siente caminar solo en dos extremidades? ¿Tienes las mismas necesidades?
Twilight parpadeó con la boca levemente abierta para tirar una risa.
-Sabía que podías ser curioso al ser un hechicero...pero no imaginé que lo fueras tanto. ¡Me mareaste de preguntas!
-Oh, lo siento- comentó llevándose ambos cascos a la boca, tic que tiene desde potrillo -. Pero no prometo preguntar menos. Siempre que lo prometo, lo rompo. Las preguntas las vomito- confió torciendo el gesto y fingir una arcada para dibujar con su casco en el aire un signo de interrogación, lo que hizo reír a Twilight.
-Descuida. Pregunta lo que quieras- sonrió ampliamente -. Contestando algunas cosas, ellos tienen costumbres muy diferentes- continuó Twilight, mirando también el astro descender -, la jerga, las actitudes y sus aparatos, muchos de esa...tecnología tienen. Allí usan mucho la ciencia y matemáticas para construir cosas, máquinas. Mientras aquí la prioridad es la magia, allá la ciencia.
-Eso me recuerda a un peculiar pony- pensó en voz alta haciendo memoria -. No recuerdo su nombre pero Celestia estaba interesado en él por su inteligencia en aparatos y llegó hacerle un recorrido en la Escuela. Era un pony terrestre. Pero a la final no pasó nada. Creo- se encogió de hombros -. No sé.
-¿Time Turner?- se aventuró -. Tu descripción concuerda con un pony que vive en Ponyville y se la pasa en su casa inventando cosas raras que la verdad no muchos están interesados. Sólo una pegaso gris.
-Creo que así se llamaba...aunque creo que se llamaba él mismo Doctor y decía expresiones raras- rió un poco -. Todo genio tiene algo de loco.
-¿Tenías muchos amigos durante tu época de escuela?
-¡Hey!- reprochó -. No contestaste todas mis preguntas.
-¡Son demasiadas!- se quejó divertida y abrió la boca para decir algo pero se le salió una risa negando con la cabeza.
-¿Qué? ¿Qué ibas a decir?
-Nada...sólo pensé...neh...
-Twilight...nunca dejes intrigado a un curioso- advirtió entrecerrando los ojos en son de juego -. No me has visto neurótico por la intriga de saber algo y te lo aseguro, no querrás hacerlo- dramatizó estirando los parpados inferiores de sus ojos con los cascos, arrugando la frente con un divertido gesto de desesperación y Twilight volvió a reír.
-Pues querré hacerlo- aseguró cruzándose de patas delanteras. -. Era una locura lo que pensaba.
-¡Y esos son los mejores pensamientos!- reprochó.
-Puedes ser divertido cuando te lo propones- admitió con sonrisa de lado -. ¿Ves lo que pueden perderse buenos ponies por no darles la oportunidad?
-Ya estaba tardando el sermón- se quejó rodando los ojos.
-Yo estaba rodeada de cinco geniales unicornios pero nunca las consideré como tal- lamentó -. Tanto así que al mudarme a Ponyville ni siquiera me molesté en despedirme.
-¿Por qué?
-Me temo que tanto tiempo en los libros se me durmió ese sentimiento de compañía, y sólo tenía a Spike, pero una vez en Ponyville, me di cuenta de lo maravilloso que me perdía en expandir mi amistad. Entre esas amigas que no supe valorar está Minuette. Después arreglé las cosas con todas.
Moon White asintió en silencio.
-Me alegro por ti.
-¿En serio?
-Claro que sí. Debes sentir...paz.
"Ya estoy en terreno" pensó Twilight para pensar bien en el siguiente paso.
-Así que... ¿No te sientes en paz?- se aventuró y Moon White miró con mayor atención el atardecer caer.
-La verdad es que no. Creé estas tontas reglas, me volví alguien tan receloso, porque no quería que nadie más me menospreciara cuando estirara mi amistad, porque aunque no lo parezca, una vez que la doy, es un compromiso- parpadeó inflando su pecho para suspirar suavizando los ojos -. Es doloroso.
-En especial si viene de alguien a quien estimaste mucho.
Moon White tiró una risa sacudiendo la cabeza para mirar a Twilight.
-Sé lo que tratas de hacer.
-¿Ayudarte?- preguntó desviando la mirada de lo que quedaba de sol hacia él.
-¿Por qué eres así?- preguntó con verdadera curiosidad ya, sin molestarse -. ¿Tan fastidiosamente insistente con esto?
-Porque soy la Princesa de la Amistad- sonrió levantando sus alas – y porque Sunset y tú son mis amigos y quiero ayudarlos a hacer felices.
-Un dolor de años no puedes curar repentinamente.
-Sí puedo. Alguien lo hizo conmigo.
-Pero somos ponies diferentes. Puede que mi veneno se haya esparcido muy adentro.
-¿Veneno?
-El resentimiento.
-Reconoces que es malo.
-Claro que lo hago pero es inevitable no sentirlo.
-Y es que yo no puedo succionarlo, ¿cierto? Sino la pony que te empujó a beberlo.
Moon White se quedó en silencio, contemplando sus palabras sin apartar la mirada de la seguridad y serenidad de Twilight.
-No sé si esté listo- confesó.
-No lo sabrás si no lo intentas- aclaró -. Ella quiere recuperarte.
-Twilight- le interrumpió apartándole la mirada con barbilla tiesa.
-Te necesita. Ella mismo lo dijo.
-¿En serio?- preguntó tirando una risa seca -. No me sorprende. Siempre me necesitó. Siempre. Y estuve allí. Le daba todo lo que quería tan ciegamente, pero entonces le fui inútil, se le acabó todo y me traicionó.
-¿Qué?
Moon White parpadeó y miró a Twilight, sorprendido, como si no supiera que estuviese allí, o que haya dicho lo que acababa de decir, o ambas.
-Olvídalo, Twilight.
-Vamos, Moon White- lo motivó -. Sé que quieres verla pero como dices, has dejado correr hace mucho ese veneno.
-Tú no sabes nada- exclamó expresando cierta impotencia y dolor en sus ojos grises.
-Entonces dime más para entenderte y ayudarte.
-¡Y es que ni yo mismo me entiendo!- exclamó fuerte, realmente frustrado y señalándose con un casco sobre su pecho. -. No entiendo por qué no puedo olvidarla. Deshacerme de ella para siempre. Sigue en mi retina. Y cuando creo que la voy olvidando, prometiéndome no mirar atrás, ¡Apareces tú en mi puerta! Quiero echarte, no haces más que poner sal a la herida pero tampoco puedo- se descargó algo agitado, más que decírselo a Twilight, se lo estaba diciendo a él mismo.
Sus ojos se levantaron hacia los de la alicornio, que lo miraba con ojos comprensivos y amables, haciéndole curvar mucho más las cejas y el corazón arderle al igual que sus ojos.
-Estás cansado- se limitó en decir -. Sólo eso. Estás cansado de hacerte el duro y alejar a todos. Porque no es tu naturaleza, no fuiste así siempre, y tu interior te lo está reclamando. Y está bien llorar.
-¿Llorar? Yo no quiero llorar- replicó ceñudo y los ojos fuertemente vidriosos viendo a Twilight enarcando una ceja.
-Por favor... ¿Es en serio? ¿Te pones terco ante algo tan obvio?- suspiró -. No hay nadie a nuestro alrededor. Nadie va a juzgarte. Yo no lo haré. Parece que lo necesitas. Si quieres me volteo- avisó y se alejó a la punta de la banca dándole la espalda.
-Me alegra tanto no conocer a alguien más como tú- se quejó acentuando más su ceño fruncido -. Eres molesta, entrometida e insistente que no para de contradecirme siempre- suspiró contrariado, sintiendo los bordes de sus ojos húmedos y se los secó enseguida aspirando fuerte, resistiéndose a dejar caer más lágrimas. -. Pero una gran pony- admitió mientras las luces de los faros del parque empezaban a encenderse -. En serio si Sunset está en tus cascos, va estar bien. Pero no me metas de nuevo en su vida.
-Eres injusto- comentó, aun dándole la espalda.
-¿Con Sunset?- preguntó sacudiendo la cabeza -. Ya te dije. Tú no sabes nada.
-No- replicó mirándolo por encima de su hombro -. Me refiero que eres injusto contigo mismo.
-¿Cómo es eso?
-Por una buena razón te dejas llevar por la nostalgia de tu antigua amistad con Sunset. Una parte de ti quiere perdonarla, darle una segunda oportunidad que a la vez, es darte una oportunidad a ti mismo. A tener fe de nuevo en los demás y romper los recelos que construiste como muro.
-Los cuales te has empeñado en romperlos.
-Más bien desarmarlos- corrigió sentándose derecho y mirarlo mejor, dándose cuenta que lloró al menos un poco. Era algo -. Desarmarlos porque aún quedan bloques por quitar que Rarity también ha estado ayudando a levantar.
-Sí...-admitió arrugando la frente -. Es muy buena en los detalles que inquieta.
-¿Verdad que sí?- preguntó tirando unas risas y al unicornio se le soltó una corta sonrisa, con una mezcla de dudas en su interior sobre él mismo, pero respingó del susto cuando Twilight aspiró con fuerza abriendo sus alas de golpe, volando a poco metros de la silla.
-¡Oscureció!- reconoció alarmada mirando su alrededor -¡Sunset! ¡Las chicas! ¡Novedades! ¡Irme ahora!- y tomó vuelo enseguida para regresar frente a él -. Nos vemos.
-Tranquila. Vete- despidió sonriéndose.
-Trataré lo más rápido posible en tener la melena y la lágrima. Te avisaré enseguida lo que prepara Minuette.
Moon White le asintió y ella volvió a tomar vuelo, alejándose con prisa. Él volvió a mirar donde se había ocultado el sol y cierta sensación de esperanza florecía lentamente sobre su pecho, saliéndosele una sonrisa...que empezó a temblar mientras su garganta se enredaba en un nudo.
*Flashback*
-Lo lamento.
-No puede ser...- farfulló la pequeña Sunset sin apartar la mirada en un nuevo intento de hacer el campo de fuerza en la flor del parque. Suspiró y levantó la mirada hacia Moon White -. ¿Por qué te disculpas?
-Por decirte "tonta" la última vez que nos vimos. No debí hacerlo.
-Pues no.
-¿Me perdonas?
-Da igual.
-Claro que no. Me siento mal- se explicó culpable. -. Pero es que me dio mucho coraje que me alejaras.
-¿Por qué? No somos amigos.
Moon White se dejó sentar con cejas curvadas, muy frustrado sin saber qué hacer ya para agradarle, pero levantó la cabeza al escuchar la risa de Sunset. Una más que de alegría era pesada, como de amargura.
-No fue para tanto- aclaró para devolver la mirada a la flor -. Estoy acostumbrada a los insultos. El tuyo fue muy blando y no me afectó.
-¿Acostumbrada?- exclamó con pena -. Te prometo que de mí no volverás escuchar un insulto más.
-Ahám...-exclamó sin importancia, volviendo al intento de hechizo.
-¿Quieres...que te enseñe a hacer el campo de fuerza?
-No. Te dije que puedo sola.
El unicornio la quedó mirando con las cejas bien curvadas, muriéndose de frustración.
-¿Le dijiste a tus padres de tu interés con la magia?
Sunset paró el hechizo para mover la cabeza con fuerza hacia él.
-No. Y no lo haré nunca. Jamás se me presentará la oportunidad y nadie cree en mí como para manejar la magia y por eso debo hacerlo a escondidas.
-Pero yo sí creo en ti.
Sunset pareció muy incomodada con la respuesta, moviendo su cabeza sin rumbo alguno y parpadeando. Entonces sonó aquella campana y la vio levantarse de golpe, como queriendo huir.
-Me tengo que ir.
-Siempre te vas cuando suena esa campana, ¿qué significa?
-No te importa- contestó para darse la vuelta e irse con el resto de potrillos que se reunían.
Entonces Moon White se levantó y caminó con andar rápido hacia una pegaso crema y un unicornio color cerúleo, que reposaban en una banca, mirándolo acercarse.
-Necesito ayuda- exclamó con frustración en el pecho.
-¿Qué sucede?- preguntó Speed Power.
-Una unicornio es muy talentosa pero creo que sus padres son malos con ella.
-¿Por qué?- preguntó High Line, más interesado arrugando la frente.
-Ella es muy ruda, dice que está acostumbrada a que la insulten y se pone muy rara cuando los menciono porque, mami, es muy talentosa para la magia pero creo que tiene miedo en decírselo a alguien.
-¿Cómo es ella?- preguntó la pegaso levantando la mirada hacia los potrillos del parque. -. Te he visto que te juntas con ella pero no la he visto bien.
-Ya te dije. Es ruda y rara, pero no sé, es talentosa y lista, le gusta reírse aunque lo niegue y...
-Me refiero físicamente- aclaró con una sonrisa divertida.
-Ah, es bonita, muy bonita...-curvó las cejas mirando la sonrisa de lado y ceja levantada de sus padres mirándolo para después intercambiar una mirada entre ellos-.¡¿Qué?! ¿Por qué me miran así?
-Nada, nada- rió conmovida -. Describe su melena, sus ojos...para poder ubicarla.
-Su pelaje es dorado, su melena bicolor roja y amarilla, sus ojos son cyan. ¡Ah! Siempre usa un lazo rojo en el cuello.
La pegaso movía la cabeza viendo a algún potrillo con esas características.
-Speed- la llamó su esposo señalando con un movimiento de cabeza a Sunset reunida con otros potrillos con mismos lazos rojos.
-Oh...- comentó asintiendo una vez para mirar a Moon White -. Querido, no vuelvas a insistir con lo de sus padres.
-¿Por qué?
-Es huérfana- y señaló al grupo para que mirara -. ¿Ves que todos usan ese lazo? Es como un uniforme. Para identificarlos cuando salen del orfanato, un lugar en que vive ella con esos otros potrillos que han perdido a sus padres también. De seguro la lastimas cada que mencionas a sus padres porque ella no los tiene.
Moon White miró a Sunset perdida entre la multitud de los demás potrillos con aquel semblante serio y apagado, con los demás potrillos mirándola mal y apartándose de ella, dejándola a un lado. Cuando empezaron a caminar en fila vio a un potrillo que le robó el puesto en el que estaba parada al darle un empujón de lado haciéndola caer, sólo para ser regañado por una cuidadora pero el daño ya estaba hecho. Moon White curvó las cejas con lástima pero a la vez sintió que se le entumecía el cuerpo de la rabia por el trato que recibió. Como si su madre le leyera la mente, le tomó de un hombro para que la mirara.
-Quiero ayudarla- le robó el habla a su madre -. Con razón siempre está enojada y se le hace raro cuando se ríe, cuando se siente feliz, porque no lo es. No quiero que esté triste. Siento algo raro aquí- se apresuró en decir llevándose un casco a la altura de su corazón.
Speed se sonrió suavizando los ojos y lo abrazó con una pata delantera contra su pecho mientras High Line le desbaratada la melena negra y le decía:
-Sé su amigo. Es todo lo que necesita".
Y el recuerdo al disiparse como neblina, hizo que recién Moon White prestara atención cuánto le ardía el pecho, que también subía y bajaba ante el corto jadeo que dio al ahogarse en un silencioso llanto que a la vez, empezaba a limpiarle por dentro.
...
¡No sé porque insistimos en esto!- se quejó Soarin completamente irritado cerrando de golpe el cuaderno. -. ¡Se me van todos de mi casa, ya!- gruñó, lanzando una mirada a su grupo de amigos.
-Qué clase de anfitrión eres- se quejó Caramel.
-Sí, vaya amigo...- comentó Flash.
-¿Queso?- preguntó Cheese estirando una bandeja de cubitos de queso amarillo.
-¡Yo, por ser buen amigo, acepté a prepararlos para el examen de matemáticas de mañana!- se explicó Soarin poniéndose de pie -. ¡Pero el deportista anda con los ojos pegados al ESPN y me manda a callar cuando trato de enseñarle!- señaló a Caramel quien estaba a cinco centímetros del televisor viendo un partido.
-¡Shhh!- lo chitó ceñudo para volver su mirada a la pantalla -. ¡Touchdown!- celebró levantando el puño.
-¡El músico anda fastidiando que tiene bloqueo creativo!- continuó su queja y señaló a Sentry que andaba con guitarra en mano y varias bolas de papel a su alrededor.
-¡Tú no entiendes la mente creativa!- le refutó ceñudo-. No puedo concentrarme hasta tener algo.
-¡Y Cheese!-concluyó, señalando al chico -. ¡Cheese está loco!
-Gracias- sonrió el fiestero con un sombrero de plástico de vaquero montado en un caballo de palo y miró a una esquina del cuarto, en donde estaba un pollo de hule usando una corona india de plumas. Cheese entonces entró en personaje y empezó a hablar en "indio" -. Jefe Deshuesado. Hombre blanco...venir en paz...apoderarse de tierras...usted...abrir casinos...
-¡Increíblemente el único que está tranquilo es Thunderlane...y es Thunderlane!- avisó Soarin y todos cayeron en cuenta que tenía razón.
Desviaron su mirada hacia el chico que estaba recostado en la cama de Soarin, con las manos tras su cabeza y mirada perdida al techo.
-Oh...esto es grave...- comentó Flash mientras se dirigía hacia él con los demás y Thunderlane no se movía, ignorándolos perdido en sus pensamientos.
-Debe estar muriendo- bromeó Caramel sonriendo de lado.
-¡A un lado!- exclamó Cheese con una bata blanca y botiquín, se inclinó a su amigo con la mirada en su reloj de muñeca, sin darse cuenta que colocaba el estetoscopio hacia su frente y al no escuchar latidos... -. ¡No oigo su corazón!- jadeó agrandando los ojos. -. ¡Está muer...!- gritaba para virar la mirada hacia donde en realidad apuntó el aparato. Miró a los demás quienes se sonreían con cara de resignación acostumbrada -. Ya lo sabía- sonrió para colocar el estetoscopio a la altura de su corazón -. Esto no se oye bien...
-Según tú qué tiene- le siguió el juego Flash.
-Mal de amores- exclamó para sacar una medicina de su bata y lo tiró a la boca del estómago -. Tómate una Paracetamol. Disque cura todos los males.
Eso al menos les robó unas risas a sus amigos y una sonrisa sincera en Thunderlane, que desvió la mirada en ellos.
-Pues el diagnóstico es correcto. Me tiene así una chica- suspiró restregándose los ojos.
-¿Una?- se asombraron todos.
-Es decir...- decía Caramel.
-Sí...- contestó sentándose en la orilla de la cama -. Me gusta Applejack. Me gusta mucho pero no sé qué hacer realmente para, ya sabes, hacer un buen movimiento y convencerla de que soy bueno para ella. Que no pienso en "peros" si siente algo.
-Thunderlane...- suspiró Flash sentándose en su lado izquierdo -. Sólo sé tú mismo.
-Sí, hombre- apoyó Caramel acomodándose en su lado derecho y le palmeó la espalda -. Sólo sé cómo eres siempre.
-Verás que se dará cuenta que eres lo suficientemente maduro y capaz para ser su pareja- continuó Soarin asintiendo una vez.
-¿Y quién sabe? Tal vez se transforme en algo serio y formen una familia de ensueño- concluyó Cheese.
Pasó un segundo y entre los cinco se intercambiaron miradas para inflar los cachetes y reventarse en risas a todo pulmón.
-¡Jajajajajaja! ¡Sólo faltó la música melosa y cursi de fondo!- exclamó Caramel dando palmadas a la espalda de un Soarin que se ahogaba en su propia risa.
-¡Jajaja esto supera todos mis chistes jajajaja!- dijo Cheese.
-¡Por un minuto casi me lo creo!- exclamó en risas Thunderlane para pararla de golpe -. ¡Hey!- reclamó recién. -. ¡Esto es serio!
-Bien, hablemos en serio- mitigó el chiste Flash -. Thunderlane...eres nuestro amigo...compadre...compinche...y te queremos...
-Pero...- exclamó Soarin torciendo el gesto y miró a Caramel -. ¿Cómo decirlo?
-Applejack...es una manzana que está en la copa más alta del árbol- explicó Caramel levantando una mano más arriba de su cabeza -. Y tú...- siguió, dudando en qué tan abajo ponía la otra.
-Para qué enemigos si los tengo a ustedes, ¿no?- murmuró Thunderlane con entrecejo.
-Mira Thunderlane- habló Soarin con mayor seriedad -. No es que seas tan malo. Sólo que te has fijado en una chica difícil. En el sentido que Applejack está muy alto.
-Y si en verdad quieres algo con ella- agregó Flash -. Tienes que esforzarte en serio.
-Y tú historial no es el mejor que digamos- comentó Caramel -. Para empezar, fantaseaste con un Thunsunjack desde hace mucho tiempo. ¿Cómo saber si en serio te gusta cuando compartías esa atracción con otra chica?
-Sunset ya no me atrae- confesó con sinceridad -. Ya no. En serio. Sólo pienso en Applejack- suspiró bajando las cejas -. Y tienen razón. Ella está muy alto... por lo que en serio debo esforzarme.
-Vaya...- comentó Caramel sonriéndose de lado con la mirada hacia Cheese -...creo que los golpes que le dábamos en serio le quitó todo...- bromeó y su amigo rió con él.
-Chicos...-los llamó Thunderlane con seriedad y eso los intrigó bastante -...les agradecería que paren los chistes. En verdad quiero demostrarle que puedo estar tan alto como ella.
-¿Así de serio van las cosas?- le preguntó Cheese.
-Sí. Me gusta y no me daré por vencido, al menos haré el intento de demostrarle cuánto me importa- afirmó poniéndose en pie y Cheese desvió la mirada saboreando sus palabras e inevitablemente pensó en Pinkie Pie, mientras su amigo continuaba con voz decidida: -. ¡Así que ya verán, lo lograré!
-Eh... ¿Cómo con exactitud?- preguntó Caramel dubitativo.
-Ah...pues- murmuró -. Aún estoy en eso- y se volvió a recostar en la cama.
-¿Me pregunto si puedo hacer una canción sobre esta situación tuya?- se preguntó Sentry y empezó a jugar con palabras caminando de vuelta hacia su guitarra.
-¡Segundo tiempo!- gritó Caramel regresando al televisor.
-... ¿Cómo quedamos con los Casinos?...- dijo Cheese repentinamente usando de nuevo su sombrero de plástico de vaquero hablando con Deshuesado.
-¡¿Podremos estudiar de una vez?!- gruñó Soarin al verlos de nuevo como quedaron desde el principio.
-Tú, como siempre, el aguafiestas- se quejó Thunderlane y Cheese sopló desanimadamente una serpentina sobre su cabeza.
-¡Se me van de mi casa sino van a estudiar!
-¡Shhhh!- lo chitaron en coro.
-¡Entonces me voy yo!- gruñó y tomó un par de libro y salió del cuarto tirando la puerta.
-Cinco...-contó Caramel.
-...cuatro...-continuó Cheese.
-...tres...- siguió Thunderlane.
-...dos...- concluía Flash.
-Uno- corearon los cuatro y se abrió la puerta de golpe.
-¡¿Qué fue?!- les regañó Soarin.
-Ya vamos- corearon y dejaron sus distracciones sonriéndose divertidos.
...
-¿Pasaremos la noche aquí?- preguntó Sunset con las cejas curvadas a Twilight -. Pero si me siento bien.
-Lo sé pero ya oscureció y no llegaremos a tiempo al último tren- se explicó.
-No puedo quedarme aquí. Aun siento mucha vergüenza encontrarme con Celestia.
-Pero ella te perdonó.
-Lo sé, lo sé- comentó sacudiendo la cabeza y Twilight se acercó a ella tomándole un casco.
-¿Sabes qué te animaría?
-¿Qué?- preguntó con resoplido, como si no hubiera nada que le animaría en este mundo.
-Me traje algo conmigo en este viaje- avisó sonriente mientras levitaba un pesado cuaderno hacia Sunset, abriéndolo en las primeras páginas y la unicornio dejó abrir la boca de sorpresa reconociendo la letra.
-¡Es Applejack!- exclamó expandiendo una sonrisa tomando el libro entre sus cascos -. ¡No tu Applejack, mi Applejack!
-Sí, lo sé- sonrió con gusto al verla un poco más animada mientras Sunset empezaba a devorar cada palabra de su amiga:
"Querida Sunset:
¡¿Cómo estás?! Aquí nosotras te hemos extrañado mucho. Estamos en exámenes así que ya sabrás la lata que estamos con Rainbow Dash".
Ante esto Sunset asintió dándole la razón con una pequeña risa, que hizo a Twilight asentir aprobando su plan en marcha.
"Pero como sea" continuó la vaquera "Relájate, amiga. Deja de preocuparte por todo y centra esa cabeza tuya. Te conozco como cada hectárea de mi granja y sé lo frustrada que te puedes encontrar. Pero recuerda que estás allí para descubrir lo que te molesta así que no te bloquees con el temor. Nosotras, tus amigas, estamos enviándote mucho energía positiva, porque te queremos".
Sunset se conmovió llevando un casco a la altura de su corazón. Twilight podría ver sus ojos un pocos aguados. Sunset quería responderle pero entonces otra letra apareció. Una cursiva y elegante. "Rarity" se dijo sonriendo mientras leía:
"¡Querida! Me da gusto saber que al menos podremos comunicarnos de esta manera. ¡Oh! Soy Rarity por si no reconoces mi letra jejeje. Te mando muchos saludos y espero no descuides mi trabajo en tu cabello con aquellos productos que te recomendé, ¿cierto?".
La naturalidad de la acusación hizo que Sunset sintiera por primera una relajación de lo que alguna vez llamó hogar.
"No le hagas caso a lo que dijo Applejack. ¡Estoy mejorando! Sino, pregúntale a Fluttershy con quien estoy haciendo la sesión de estudios. Ya te la acerco".
Sunset sacudió la cabeza divertida ante la reacción defensiva de Rainbow Dash.
"Ahm, hola, Sunset. Soy Fluttershy. Rainbow está poniendo todo de sí para salir muy bien en estos exámenes...pero sólo porque anda en una competencia amistosa con Trixie Lulamoon".
"Trixie..." pensó la unicornio con nostalgia bajando las cejas.
"Te extrañamos y te queremos mucho" agregaba Fluttershy y se le salió una corta sonrisa a Sunset. "¡SUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUNSEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEET".
No había que ser genio, "Pinkie Pie" se divirtió Sunset.
"¡Amiga! Ni te imaginas lo atareada que estoy con estos exámenes y la organización del baile de fin de semestre. Pero tú sabes cómo soy de súper dúper hiper comprometida cuando hago fiestas y ésta no será la excepción pero al mismo tiempo lo soy con los estudios así que pongo mucho mucho de mi parte para poder salir victoriosa en ambos y que mis amigos pasen una noche inolvidable porque debe ser inolvidable ya que si lo olvidan no será inolvidable y quiero que sea inolvidable porque si no es inolvi..." y ahí terminó su escrito, lo que hizo pensar a Sunset enseguida que sus amigas le pararon la pluma por escribir como carretilla, como lo haría hablando, lo que hizo soltara una risita con un "típico de Pinkie".
"¿Estás cuidando bien del sombrero y la capa?" fue la siguiente oración que apareció en la página y Sunset quedó mirando las palabras, con sus ojos sobre ellas por un rato, como si las saboreara. "Soy Trixie" se especificó y Sunset miró a Twilight quien le tenía levitada una pluma con una sonrisa. Sunset la tomó con su magia y colocó la punta sobre la hoja.
"Hola", escribió con torpeza.
"Hola" devolvió el saludo.
"¿Qué tal todo?" escribió para enseguida contestar su primera pregunta "Sí, sí. Estoy cuidando bien de tus tesoros. No te preocupes. Están en buenos cascos".
"Hey, lo sé, Trixie sólo bromeaba".
Sunset dibujó una suave sonrisa, mientras a un espejo de distancia, en la habitación de Fluttershy donde se llevaba a cabo la sesión de estudio, Trixie Lulamoon mantenía la misma sonrisa mirando su respuesta.
"Así que cascos..." escribió haciendo que Sunset haga un mohín en su boca.
"Sí...debe ser incómodo para ti recordarte que no soy humana, que mi verdadera forma es de un unicornio. Con cuatro patas, cola, melena, un cuerno en la frente...".
"Claro que no. Trixie te quiere por lo que eres".
Sunset cerró los ojos con un ardor en el pecho, releyendo la conversación y sin evitar preguntarse "¿Quién soy según tú?", mientras, Twilight se mantenía distante, casi sin moverse ni hacer ruido de pestañar ni respirar, ya que Sunset parecía haberse encerrado, ignorándola. Mejor.
"¿Cómo te ha recibido la escuela?" preguntó tras unos minutos contemplando sus respuestas.
"No me quejo. Nadie molesta a Trixie. Bonbon y los demás siguen siendo geniales y extrañaron mucho a Trixie. ¡Reconocieron que es grande y poderosa!"
"..."
"¡¿No me crees?!"
"¡No dije nada!"
"Ah"
"...pero tú lo hiciste..."
"¡¿Cómo te atreves dudar de Trixie?! ¡Sabía que tenía que grabarlo para la posteridad!"
Sunset soltó una carcajada ante su reacción.
"Como sea" escribió Lulamoon "Sé que no es fácil por lo que estás pasando. Pero sabes que tienes mucho amor rodeándote, ¿cierto?".
Sunset arrugó la frente, viendo las palabras aparecer.
Desde el cuarto de Fluttershy, Trixie estaba sentada en su cama y lanzó una mirada a Las Rainbooms, quienes en silencio miraban expectante a Trixie con su conversación con Sunset.
"Aquí tienes muchas personas que te aman y se preocupan por ti" leyó Sunset "Confían en que ese cariño te dará la fuerza suficiente para vencer la magia oscura".
Trixie levantó la pluma para llevarse un extremo a la barbilla con la mirada hacia la hoja, escogiendo las palabras correctas a decir. Entrecerró un poco los ojos concentrada en su cabeza y llevó la punta de la pluma de vuelta a la página.
"Hace meses atrás le dijiste a Trixie que cada persona tiene una luz que ilumina la vida del otro" le recordó. "Dijiste que hallaste esa luz en mí y por eso eras buena con Trixie, y tenías la seguridad que podría ser muchísimo más de lo que era. Pues tú también tienes luz Sunset, y la usaste para iluminarme el camino correcto. Que mi luz logré hacer lo mismo que lo que hiciste por Trixie".
Sunset se recostó en el espaldar de la cama, profundamente conmovida con los ojos vidriosos levitando con torpeza la pluma hacia el papel.
"Me haces falta" admitió.
"Y tú a Trixie".
"En serio quisiera tenerte aquí cerca"
"¿En serio?" sonrió suavemente y sus ojos se expresaron alegres "Pese la distancia, Trixie siente algo de ti cerca".
"¿Y qué sientes?".
"No sé...algo así como tu presencia. Como si estuvieras frente a mí pero invisible. Siento ese calor y tu energía".
Sunset curvó las cejas, descomponiendo de a poco el rostro. Twilight no le quitaba la mirada de encima.
"No sé cuánto tiempo pasará para volver a verte...tal vez pase mucho...no sé..." contestó Sunset "¿No te vas a olvidar de mí?".
-¡Qué estúpida pregunta!- se quejó Trixie ceñuda haciendo que Las Rainbooms se intercambiaran miradas.
"¡Por supuesto que no, Sunset!" escribió con cierta rabia "No debes dudar eso nunca. Trixie te promete que jamás te va a olvidar. Te promete que no vas a perder el espacio que ganaste en su corazón. Te promete estar sólo a un espejo de distancia, pero siempre estará su presencia latente. Te promete a ser siempre cada día la mejor versión de sí misma, a no recaer a su pasado, como sé que no recaerás tú. Te prometo serte leal y nunca, nunca, abandonarte ¿No sabes lo importante que eres? ¡Me has salvado de mí misma! soy más feliz de lo que fui antes y por eso siempre Trixie estará en deuda contigo".
Sunset no se resistió y lanzó un quejido con una torcida sonrisa, pero con el pecho que ardía en llamas mientras sus lágrimas empezaron a correr por sus mejillas, sin darse cuenta del rápido brillo purpura que atrapó las primeras gotas y se levitaron el pequeño frasco que sostenía Twilight, tapándolo y ocultándolo enseguida. "Espero y no sean de tristeza" pensó para mirar a una muy conmovida Sunset queriendo como arrancarse el pecho "aunque creo que no".
Tras despedirse de Trixie y charlar con las demás Rainbooms, Sunset le entregó el libro a Twilight. Ella salió de la habitación y levitó el libro para dar un vistazo a las conversaciones.
-¿Y?- le preguntó Applejack caminando en el pasillo hacia ella.
-Parece que el plan funcionó- comentó levantando la mirada hacia la vaquera -. Si lloraría conmovida, sería por sus amigas de Canterlot High.
-Twilight...-la llamó como preámbulo -. ¿Qué has pensado sobre la reconciliación de Celestia y Sunset?
-¿Debería pensar algo en específico?- dudó por el tono extraño de voz de la vaquera -. ¿Quieres decirme algo?
-Pues sí- contestó. -. Twilight, creo que no debes confiarte mucho en Sunset.
Twilight frunció el ceño tensando de golpe el rostro y sus ojos se expresaron enojados.
-¿Ahora tú? ¿Rainbow Dash ya te convenció?
-¿Podrías abrir tu mente, por favor?- continuó manteniendo la calma -. No estoy del lado de nadie. Estoy en el mío y pienso, que si Sunset antes pudo manipular a su antojo al mundo, cayendo en ello la propia Princesa Celestia, debemos ser precavidas.
-Ella no me está manipulando si eso quieres decirme.
-¿Por qué tan segura?
-Porque es mi amiga. Está aquí porque quiere ayuda. Ya vieron esta tarde cómo le afecta emocional y físicamente esta situación.
-Y... ¿No has pensando que está aquí por otra cosa?
-¿Qué?- dudó torciendo el gesto -. ¿Cómo qué?
-Pues...por magia.
La alicornio mantuvo la mirada sobre su amiga sin inmutarse y de a poco, bajó los hombros y desvió los ojos hacia un lado, pensando.
-No la acuso de nada- aclaró Applejack -. Sólo estar precavidas para no caer en su manipulación. Me preocupas porque eres quien está todo el tiempo con ella. Vive bajo tu techo.
-Gracias por tu preocupación, Applejack- contestó con voz neutra, mirándola -. Lo tendré presente- le mantuvo la mirada -. En serio.
-Bien- asintió una vez.
...
Una pony terrestre crema de ojos celestes y melena bicolor rosa y azul estaba sentaba en una de las mesas del Sugarcube Corner, mirando con normalidad una dona glaseada de frutilla siendo movida con un resplandor de magia dorada, como si fuese un muñeco.
-"Oh, soy tan apetitosa y redonda"- le hacía hablar a la dona con voz aguda una unicornio color menta con su mirada concentrada en el postre -. "No vayas a perderte en mis curvas"- continuó para fruncir el ceño con amenaza y levitarla entre sus ojos para hablar con su voz natural: -. Ooooh pero se me antoja esas curvas- advirtió con juguetona malicia, para agarrar con ambos cascos la dona y la devorara de una mordida, llenando sus cachetes -. Ñom. Ñom. Ñom. Sí que eras apetitosa... ¡Eras!- exclamó con la boca llena y un rostro "malvado" levantando sus cascos hacia arriba, haciendo efectos de rayos y truenos en su cabeza.
-Lyra...
-¿Sí, Bonbon?- preguntó viéndola para tragar con fuerza el postre pero torció el gesto y se le salió un tosido al atragantarse un poco y se golpeó el pecho con un casco sonando como tambor, para que al fin ruede.
Toda su hazaña hizo que la terrestre soltará una corta risa. Ya estaba acostumbrada.
-Eres rara- le dijo con una suave sonrisa y bebió de su café negro.
-También te quiero- pestañeó exageradamente rápido inclinada a ella para desviar el rostro apenas sonó la campanita de entrada del Sugarcube Corner -. ¡Derpy!- saludó radiante viendo a la pegaso entrar volando.
-Hola, chicas- saludó volando hacia ellas.
-¿Te sientas con nosotras?- le preguntó Bonbon.
-¡Sí! Podemos hacer pelear mi dona con tu muffin como la última vez- avisó Lyra.
-La última vez usaste mi café para "ahogar" el muffin de Derpy- se quejó Bonbon ceñuda.
-¡Y lo volvería hacer!- exclamó.
-Deberías dejar de jugar con la comida.
-Como sea- restó importancia la unicornio y le sonrió a la pegaso -. ¿Te nos unes? No hay tres mosqueteras sin nuestra cartera favorita.
-No puedo- se disculpó con una sonrisa -. Tengo que ir a ayudar al Doctor.
-Oh...con que así van las cosas...- dramatizó llevándose un casco a su pecho -...está bien...vete con el corcel...es decir... ¿Quién te necesita? ¿Tus mejores amigas? No...qué va, ellas no necesitan de ti- dramatizó con puchero y curvando las cejas.
-Pero soy su asistente- trató de calmarla aunque más de una vez Lyra actuaba de esa manera en juego pero la pegaso lo tomaba en serio. -. Debo ir con él cuando tiene un nuevo proyecto.
Bonbon le tiró un resoplido a la unicornio.
-No le hagas sentir mal- se quejó para mirar a Derpy -. Está jugando. Ve con Turner.
-Mañana- le dijo a Lyra -. A las once. Lo prometo. Y ahogaremos mi muffin en el café de Bonbon.
-¿Qué?- reclamó la terrestre.
-¡Sí!- celebró Lyra burlándose de Bonbon.
La pegaso asintió y se dirigió hacia la barra para ordenar.
-Es tan linda y tierna- sonrió Lyra.
-Sí pero no juegues así con ella, se lo toma a pecho. No me gusta.
-Es broma. Sabes que todo bromeo.
-Para ti, no para ella.
-Somos sus amigas hace mucho y ella sabe que no la lastimaría.
-Igual- sentenció llevando su taza a la boca.
-Eres muy protectora con Derpy. No es una potrilla, ¿sabes?
-Lo sé pero es...- se interrumpió al ver la ceja levantada de Lyra -...ya sabes, ingenua. ¿Crees que no me cuesta dejarla ir...a la casa de ese corcel...solos?
-Sé que no te agrada Turner- suspiró con un casco estirado hacia su plato de donas -. Pero han pasado tres años, Bonbon. ¡Tres! Exageras en que no debes confiar en él. Son como pan y mantequilla. Como tú y yo, que completamos nuestras oraciones. Apuesto a que adivinas en lo que estoy pensando.
-¿En que soy una exagerada sobreprotectora?
-Eres tan lista- se burló para dar un mordisco a su segunda dona.
-¡Nos vemos mañana!- despidió Derpy con una bolsa en un casco.
Ambas ponies le sonrieron y sacudieron sus cascos en despedida.
-¿En dónde estábamos?- dudó Lyra -. ¡Ah sí!- y levitó la dona -. "Oh, soy tan apetitosa y redonda"- habló con la voz aguda y la llevó hacia la cara de su amiga -, "¿no te provoco acaso, Bonbon? ¿Eh, eh, eh? Lo redondo es porque tienes donde agarrar"- y no evitó en soltar una carcajada.
-¿Qué hice para juntarme contigo?- se burló sonriéndose de lado para arrancharle la dona y llevársela a la boca torciendo los ojos porque Lyra daba grititos de agonía que provenían de la dona supuestamente. -. Psicópata.
Derpy llegó a una sencilla casa de tejas rojas. Tocó y tocó pero nadie abría. Ya sabía lo que significaría, así que simplemente abrió la puerta. Cruzó la sala hasta la cocina, donde abrió una puerta y bajó las escaleras, donde conducía a un espacioso sótano que terminó convirtiéndose en un improvisado laboratorio lleno de estantes, aparatos terminados y sin terminar, papeles, planos que empapelaban la pared, que no evitó soltar una sonrisa chueca por lo que retenía la bolsa con su boca al ver el dibujo de mejores amigos que hizo hace un par de días. Se detuvo frente a un desordenado escritorio, con un pony terrestre roncando suavemente sobre unos papeles llenos de fórmulas y planos por terminar.
Derpy Hooves sonrió conmovida curvando las cejas y dejó la funda de papel para sacar un muffin y dejarlo a su lado.
"Tonto, anoche te desvelaste, ¿cierto?" pensó en su cabeza ocultando una risa con su casco para que no haga ruido para despertarlo. Se dejó sentar a su lado, mirándolo con cierta cálida comodidad dentro de ella, sin poder borrar la sonrisa. Derpy acomodó sus patas delanteras sobre el escritorio y colocó su rostro sobre ellas, tal como estaba acomodado Turner dormido. La pegaso no podía dejar de contemplarlo, sintiendo el siempre raro ritmo de su corazón latiendo un poco más rápido cuando estaba con él. "Siempre se pone muy feliz" pensó bajando la mirada hacia su pecho. Trataba que su corazón se pusiera igual de feliz al pasar tiempo con Lyra o Bonbon, pero no pasaba igual. Sólo con él. Experimentaba otra clase de felicidad.
Suspiró curvando las cejas, con la repentina necesidad de algo que no se atrevía hacer por vergüenza. "Pero está dormido" pensó, suavizando el rostro. Si estaba dormido, no se daría cuenta y no pasaría vergüenza...¿cierto? Por una razón la idea hizo que su corazón se acelerara más y un raro calor se esparció por todo su cuerpo, entrando en unos absurdos nervios. Aun dubitativa, ella se acercó más hacia él, escuchando el suave ronquido cansado de una mala noche, sin percatarse de cuánto se empezaban a ruborizar sus mejillas, cerrando los ojos instintivamente mientras abría el ala izquierda y se posaba con apropósito lentitud al lomo del corcel. El rubor explotó en su cara cuando apenas lo abrazó con su ala, unos ojos azules se abrieron de golpe, mirándola enseguida.
Ambos se quedaron mirando, sin saber reaccionar.
Whooves se quedó tieso de la impresión. El corazón se le paró, agrandando sus ojos azules. Lo estaba abrazando con su ala. Nunca lo había abrazado con su ala antes. Y sabía lo que significaba esa costumbre. Pero en vez de incomodarse, sintió una mezcla de alegría y ternura, suavizando una sonrisa, agradecido del gesto y lo cercano que ella lo sentía para abrazarlo de esa manera.
Miró su enrojecido rostro, sus largas pestañas, el gesto dulce y su loca melena rubia desordenada a sus lados, con el cerquillo cubriéndole la frente. Ella era tan cálida, tan tierna y siempre olía a dulce, a...muffin. Time tiró una delicada sonrisa con un repentino buen humor y no pudo resistirse en inclinarse un poco para darle un delicado beso sobre su cabeza, que iluminó su cuerpo por completo en una indescriptible felicidad mientras Derpy agrandaba los ojos, sorprendida pero a la vez indescriptiblemente feliz de la calidez de sus labios sobre su cabeza que pese se apartó, aun podía sentirlos ahí, sellados.
El terrestre no apartó el ala de ella y volvió a acomodarse sobre el escritorio. Aún sonrojada, Derpy quiso arremedarlo y cerró los ojos para inclinarse rápido y darle un beso sobre la cabeza pero sus labios aterrizaron en su mejilla al no apuntar correctamente. Al sentir su rostro en lugar de melena, su corazón palpitó más fuerte.
Whooves la miró enseguida, sorprendido, viendo lo enrojecida que estaba y con los cascos sobre su pecho. Pero tenía un rostro asustado.
-Muffins...
-Me siento rara- le dijo con hilo de voz.
-Esto...fue raro...
-Pero en serio me siento rara- insistió, asustada.
-Pues... ¿Tienes fiebre? Estás...algo roja...
-¿Te contagié?- se asustó más.
-¿Qué?- dudó.
-Es que también tienes la cara roja.
-¿En serio?- preguntó agrandando los ojos.
-Sí. ¿Por si acaso también te duele el pecho?
-Eh...- dijo colocando su casco en el pecho -...pues me late anormalmente el corazón.
-¡El mío también!
-Y tengo la boca seca.
-¡Sí!- coincidió agitando sus alas -. ¿Y sientes escalofríos?
-¡Sí! ¿También tienes esa sensación rara...?
-¿En los labios?- le completó -. Pues sí.
-¿Sabes lo que significa?- preguntó y se quedaron mirando para corear: -. ¡El virus del corazón loco!
-¿Ya llegó a Ponyville?- exclamó Derpy volando a pocos metros del suelo.
-Las Pegasus fue la última ciudad en llegar- recordó -. Será mejor ir al hospital que nos revisen antes de contagiar a alguien.
-¡Buena idea, Doc!- exclamó y ambos salieron de allí directo al hospital.
...
La oscuridad se alzaba a su alrededor.
Podía sentir su corazón agitarse, desenfrenado.
Tenía el casco sobre su pecho que subía y bajaba descontrolado.
Su respiración era irregular, empezando a sacar y entrar aire por la boca, dejándosela seca y con los labios endurecidos.
No podía ver absolutamente nada. Sólo sentir mucha angustia, mucho miedo y cómo perdía el control de sus movimientos. Como si el cuerpo se durmiera. Podía percibir que tenía los ojos enormemente abiertos, como si se esforzara en ver a través de aquella pesada negrura que hasta la cubría a ella misma. Sus cejas estaban curvadas, con los cascos helados y escuchando el sonido de los jadeos angustiosos salir con fuerza de su boca.
Una brisa fría empezó aparecer de a poco, erizándole su pelaje y ponerla más nerviosa al sentir un aliento hirviendo que quemó su oreja: "Te advertí que no te encariñaras con nadie".
Sus ojos se llenaron de lágrimas, acelerando los jadeos mientras el frío la envolvía hasta impedirle moverse, haciéndole perder el control de su propio ser.
"¿Te lo dije o no?", reclamó la voz una respuesta y esta vez el aliento le quemó el rostro. "¿U olvidaste lo que le hicimos al último a quien quisiste?" Y Sunset sintió su corazón arder, en recordar un pasado al que se avergonzaba tanto pero a la vez asustaba, por lo que fue inevitable cruzarse inconscientemente por su mente las personas y ponies que le importaban, lamentando haberlos conocido. Escuchó una profunda risa y el aliento secó un poco sus mejillas húmedas de lágrimas. "Te lo advertí...tú no puedes querer ni ser querida. Atente a las consecuencias ahora".
Aspirando con fuerza, Sunset Shimmer despertó de lo que vendría ser la segunda pesadilla en un solo día. Respirando por la boca y el casco sobre su pecho donde su corazón latía desbocado, la unicornio trató de calmarse, sintiendo la boca completamente seca, mirando el alrededor de la oscura habitación de la madrugada. Lamentó una vez más no tener ni el más remoto recuerdo de lo que sueña, a la vez que sentía la necesidad urgente de beber agua. Quitó las sábanas levitándolas y salió de la cama, con un andar lento salió del cuarto, tratando de hacer el menos ruido posible para no despertar a nadie.
Podía escuchar los leves sonidos de sus pasos y mientras se dirigía a la cocina, podía recordar que hace mucho, había pisado estos mismos suelos.
Llegó a la cocina y se sirvió el agua. Al terminar de beber, sólo sintió más sed que antes y llenó el vaso de nuevo. Y de nuevo. Y de nuevo. Curvó las cejas paseando la lengua a los labios, secos. No tenía sentido. Llenaba de nuevo el vaso cuando una voz la hizo respingar.
-Noche difícil, ¿eh?- le preguntó Luna atrás suyo mientras Sunset se recuperaba del susto y se daba vuelta para verla -. Esa cabecita tuya está muy bloqueada- comentó acercándose mientras iluminaba su cuerno y tomó la jarra para llenarle el vaso. -. Tú y yo no nos conocemos. Tú sólo has oído de mí y yo he oído de ti- le levantó una ceja -. Tenemos un historial interesante, ¿no lo crees?
-Eso creo- murmuró levitando su vaso hacia sus cascos y ver su reflejo en el agua.
-No somos tan diferentes, Sunset- exclamó Luna con la mirada hacia la ventana, donde se podía ver la luna, iluminando con su luz el rostro de alicornio oscura. -. Yo también fui poseída por magia oscura. Fui forzada a dejar Equestria por mi ambición. Estuve sola...por mil años, en el frío satélite que lleva mi nombre.
Sunset bebía de su agua mientras Luna le hablaba que al terminar de escucharla, dejó el vaso sobre el mesón y caminó para detenerse a su lado, con la mirada hacia el rostro de la Princesa que observaba la luna con mucha atención.
-Supongo que tiene razón- le dijo Sunset -. Pero usted está libre de esa magia. Yo no. Y no entiendo por qué.
-Somos casos diferentes. Ponies diferentes- comentó para bajar la mirada hacia ella -. Tal vez yo fui más fuerte que tú, o la magia es más fuerte que la que tuve yo. Pero el punto es, que pase lo que pase, no dejes de luchar, no puedes olvidar quién eres en realidad y nunca dejes de sentir pureza en tu corazón.
-¿Usted hizo eso?
-Supongo- contestó parpadeando frunciendo levemente el ceño -. Creo que lo que me mantuvo aún viva dentro de Nightmare fue el volver a ver a mi hermana- confesó con un suspiro, sacudiendo la cabeza -. Celestia sufrió muchísimo por mi corrupción.
-Y por mi culpa también- murmuró Sunset desviando la mirada, sintiendo una culpa que le ahogaba el pecho. -. La engañé, la usé y traicioné. Convertida en demonio con la corona de Twilight, iba a Equestria a reclamar el lugar que según yo, merecía; su trono.
-Ella te ha perdonado- le comentó Luna -. Ya no tienes por qué sentirte mal. El pasado es lo que es, pasado. Este es el presente y debes aferrarte a él.
"Es tan sencillo decirlo" pensó Sunset sin decirle nada más a Luna que despedirse para retomar el sueño y la Princesa desapareciera para continuar su papel en el mundo onírico de los ponies. "Es tan difícil no dejar de pensar en lo que hice, en lo que sentí, en cuántas personas y ponies dañé. Escuchar y escuchar consejos que ya no sé cómo poner en práctica. Es frustrante, complicado y muy, muy agotador" se quejaba camino a su cuarto para detenerse en medio pasillo hacia su habitación y levantar un casco para acariciarse la cabeza "Ya estoy cansada de...".
"¿Luchar?".
Sunset detuvo su pensar y abrió los ojos con el ceño fruncido, apartando el casco y mover la cabeza en ambos lados. Alguien le había interrumpido el pensamiento. Pero sí, era cierto, estaba cansada de luchar. Pero no quería pensarlo demasiado fuerte, porque estaba mal pensar eso, ¿cierto?
Pensó que ya debía volver a la cama y dejar de pensar tanto. Deshacer esos pensamientos perdiéndose en el sueño...aunque le aguardaría de seguro una pesadilla. Ni allí estaba a salvo. Tal vez en ningún lado lo estaba en realidad.
Continuó caminando pero entonces el sonido de un aleteo la retuvo. Volteó la cabeza, no encontrando a nadie, pero si agudizada sus oídos, podía continuar escuchando aquel aleteo. Frunció el ceño.
-¿Rainbow Dash?- preguntó dándose la vuelta y caminar donde percibía el aleteo. -. Eres tú, ¿cierto?
Con tal de espiarla, podría desobedecer las órdenes médicas del reposo de sus alas. Frunció el ceño y llegó al siguiente pasillo para ver al fondo de este iluminándose brevemente. Acentuó su ceño y se teletransportó hasta allá.
-¿Me estás espiando?- preguntó apenas apareció para deshacer el ceño y sobre un candelabro ver una esplendorosa ave de plumas carmesí brillante claro y ámbar brillante, que se mantenía quieto, mirándola fijamente. -. ¿Un...fénix?- dudó parpadeando varias veces -. ¿Qué hace un fénix...aquí?
El ave le mantuvo la mirada y por una razón, Sunset se sintió incomodada. La mágica criatura parecía una estatua y sus ojos fijos sobre ella parecían atravesarle la piel. Sunset empezó a pensar que estaba a la defensiva el ave, tal vez un mal movimiento y se atrevería a atacarle.
-Se llama Philomena.
Sunset volteó de inmediato para chocarse con los ojos de Fluttershy.
-¿Qué haces aquí?- le susurró Sunset.
-Ehm...bueno...escuché ruidos cerca de mi puerta- aclaró señalando con su casco el pasillo y levantó la mirada hacia el fénix -. Ella es Philomena, la mascota de la Princesa Celestia. Es amigable- le aclaró al ver la pose defensiva de Sunset.
-No lo creo. Me mira muy ruin.
Fluttershy miró mejor al ave. Tenía razón. Normalmente Philomena era juguetona, bromista y muy amigable que no dudaba en volar alrededor de algún pony nuevo para conocer. Pero ahora no. Nunca la había visto en esa pose tan dura y distante hacia alguien.
-Oh, ¿Le hiciste algo?- se le ocurrió preguntar.
-No, Fluttershy- contestó con voz pesada endureciendo el rostro, -. Sólo me vio y bastó para ponerla así. ¿Siempre tengo que tener la culpa?
-Yo...no quise...lo siento...
-Te agradecería que no me trataras como alguien que va esparciendo su veneno por allí.
-Lo siento...
-Y deja disculparte- refunfuñó mirándola cuando ambas respingaron del susto en cuanto Philomena trinó violenta expandiendo sus alas incendiadas.
-¿Phi...Philomena?- tartamudeó Fluttershy al ver el ave aletear con fuerza y no paraba de trinar.
-¿Se enloqueció?- reclamó Sunset mientras escuchaba varias puertas abrirse a la vez.
-¡¿Qué es ese ruido?!- se quejó Rainbow Dash salir de una habitación del pasillo mientras las demás ponies salían de los suyos.
Mientras se reunían hacia Fluttershy y Sunset, Philomena saltó del candelabro y voló envuelta en llamas sobre ellas descuidadamente cerca, haciendo que ambas ponies se echaran al suelo y cubrieran sus cabezas con sus cascos, para después el ave perderse entre los pasillos de aquella torre del castillo.
-¿Qué pasó?- preguntó Twilight galopando enseguida hacia ellas, más bien hacia Sunset.
-¡Y yo qué sé!- se quejó ceñuda irguiéndose -. ¡Sólo sé que hasta esa tonta ave me odia!
-Aquí nadie te odia, Sunset- le corrigió.
-No, claro que no- contestó irritablemente cansada.
-¿Qué hacías levantada? ¿Una pesadilla? ¿No podías dormir? Mejor ven a mi cuar...- decía estirando un casco para posarlo sobre su hombro pero Sunset se lo apartó de un solo golpe violento que sorprendió tanto a Twilight, a las demás y hasta la misma Sunset.
-¡Hey!- le reclamó Rainbow ceñuda interponiéndose entre ambas -. No te atrevas a golpearla y peor aún frente a nosotras.
-Rainbow- llamó la atención la alicornio para mirar a Sunset.
-Perdón- dijo la unicornio sacudiendo la cabeza y los ojos vidriaron -. Te golpeé...a ti...- dijo con voz aguda. -. Pero es que me vuelves loca con tu sobreprotección y preguntas y...- jadeó cerrando los ojos -. Sólo estoy cansada de todo esto...- exclamó mirando a todas -. Yo no soy mala...yo no quiero hacer daño a nadie...pero es muy difícil...Ustedes no comprenden lo que pasa dentro de mí.
-¿Y qué pasa?- le preguntó Applejack con pose firme y Sunset la miró.
-Caos.
.@Suspiros Nostálgicos
Twilight caminaba entre los pasillos de la Escuela de Magia para Unicornios Superdotados.
Era obvio que no podía pasar por desapercibida, ya que siendo una exalumna de aquí que se convirtió en Princesa, era una leyenda viva, y cada paso que daba levantaba un casco en saludo y agradecimiento a maestros y personal que se cruzaban en su camino.
Continuó su andar hasta levantar más la cabeza al sentir una luz fuerte del día en el resto que quedaba del pasillo, que al llegar a su fin, hacia a un lado, había un hermoso jardín lleno de flores, arbustos y unos cuantos árboles. Cuando caminaba para llegar hacia su entrada, la sorprendió una... ¿enorme burbuja que...frotó su cachete en un intento de...lamido...le ladró amistosamente...y brincaba del suelo hacia arriba ansioso para salir volando y sea atrapado por una magia color verde?
-¿Qué...?- se preguntó con gesto de confusión en el rostro y adentrarse al jardín para abrir mejor los ojos y ver que había muchísimas más de esas burbujas, que saltaban y volaban por los alrededor del jardín y eran perseguidas por un grupo de unicornios pubertos, que iluminaban su cuerno tratando de atraparlos.
-Practican su concentración en retener un objeto en movimiento.
-¿Eh?- se sorprendió Twilight para girar la cabeza y ver a Moon White con uno de los trajes diseñados por Rarity, a pocos metros de ella. Tenía la cabeza ladeada hacia ella y una suave sonrisa de lado.
-Ya sabe- se explicó -. Normalmente levitaríamos cualquier objeto o un animal. Pero...quise que sea más...interesante...
-¿Dándole actitud de cachorro a unas burbujas sin reventar de cincuenta centímetros?- preguntó Twilight divertida trotando hacia él.
-Cincuenta y cinco- corrigió viéndola acercarse.
-Si no me lo explicabas, podría decir que Discord estaba tras de esto- admitió mirando como los unicornios no dejaban de mirar hacia arriba, sin notar su presencia, y entre risas hacían uso de su magia para atrapar cuantas burbujas pudieran y retenerlas, que si se le escapaba alguna, lanzaba un comentario de lamentación para ponerse más determinado y atraparla de nuevo -. Pero... ¿Por qué burbujas?
-Ahm...- dudó para darse toques en la barbilla -. Es el único objeto con el que pude hechizar sin problema.
Twilight volvió su mirada en él enseguida. Claro. Ya Rarity le había conversado su dificultad para hechizar.
-Pues...es una forma divertida de enseñar...raro viniendo de ti- comentó Twilight para cambiar de tema y le arrugó la frente -. No fuiste divertido conmigo.
-Porque eres una pony adulta, Su Majestad- le contestó recuperando el buen humor -. ¡Ellos no son niños ni adolescentes! Tienen entre once y doce años, necesitan una manera más dinámica de enseñar que no caiga en lo infantil ni tampoco en tanta complejidad. Y qué mejor que una sano reto personal mientras aprenden.
-Ya me hubiera gustado tener un profesor como tú a esa edad.
-Te tocó Strict Time también, ¿eh?- comentó y Twilight asintió con espanto ante el recuerdo del estricto maestro. -. Esta generación se salvó ya que se retiró.
Twilight tiró una risa con él, sintiéndolo algo diferente. Bien le comentó Rarity en su visita con él, y es que desde la noche en que había perdido la concentración del hechizo del otro lado del portal, Moon White estaba más abierto con ellas. "De alguna forma ver de cerca que alguien más pasaría la complejidad que él tiene" le conversó Rarity "le hizo valorar mejor la amistad que le estirábamos".
-¿Qué haces aquí?- le despertó la voz del unicornio.
-Ah, pues, pasé por tu casa pero no atendiste. Supuse que estarías aquí ya que las vacaciones escolares terminaron.
Moon White torció el gesto con un suspiro mientras levantaba las cejas algo cansado.
-Admito que ya estabas tardando demasiado. Me gustaría decir "es un placer verte" sino fuera siempre para hablarme de Sunset.
-Si lo pones así...suena que estoy abusando de ti.
Moon White exhaló y caminó a los bordes del jardín. Twilight lo siguió sabiendo que tendrían la privacidad para hablar. Ya cerca de las rejas que rodean al jardín y se escuche en murmullo la emoción de los alumnos en el ejercicio, Moon White empezó a hablar:
-Mira. Estoy en clase y seré breve, ¿sí? No sé si te lo dijo Rarity pero yo...
-No quieres saber nada de Sunset ni involucrarte- le completó -. Eso lo sé pero...Te necesito- exclamó y él frunció el ceño -. Sé que más puede tu resentimiento, que no quieres volver a involucrarte pero...- relajó el rostro suspirando -Ella te necesita. No puedes permitir que el resentimiento termine por condenar a mi amiga cuando puedes ser una pieza importante para ayudarla. Hazlo por lo que una vez tuvieron- suspiró, llevándose un casco a su pecho -. Sino lo haces por ella, al menos hazlo por nuestra amistad. Porque somos amigos. Harías lo que fuera por un amigo y me lo demostraste hace dos noches. Por favor, ayúdame. Y no quiero tener que rogarte para que me estires tu casco. Es ahora o nunca que me digas si te comprometerás a ayudarme- y estiró su casco hacia él -. ¿Lo harás?
Moon White se la quedó mirando para después desviar la mirada a su casco, queriendo resistirse pero cierta inquietud le despertó con aquella expresión de su rostro, su voz y las palabras a decir. Peor aún escucharla decirle "Por nuestra amistad".
"Me estoy ablandando demasiado" se quejó ceñudo exhalando por la nariz resignado mientras levantaba de golpe el casco hacia el de Twilight, haciendo que ella respingara de la fuerza.
-¿Qué necesitas?- preguntó y Twilight le sonrió queriendo celebrar pero se puso seria de nuevo.
-Necesito tus recuerdos cuando Sunset Shimmer estaba en tu vida.
Moon White parpadeó con rostro tieso y apartó el casco enseguida.
-¿Que dijo qué?
-La mente de Sunset está bloqueada. No puede acceder a ella como queremos por la magia oscura y si hace esos impedimentos, es por una muy buena razón de que no quiere que sepamos algo que ocurrió tiempo atrás. Durante el camino a Canterlot, Sunset se nos perdió un momento y mantuvo una actitud dura. Sé que recordó algo pero al momento de contarlo, lo "olvidó".
-¿Y si está mintiendo?
-¿Mintiendo?- dudó sacudiendo la cabeza -. No creo, ¿Por qué lo haría?
-Claro que lo haría- comentó asintiendo para sí mismo.
-¿Lo ves?- le encaró señalándolo con un casco -. Por eso necesito tus recuerdos. Tú conociste a Sunset mucho antes que nosotros en un pasado que desconocemos.
-Pero mis recuerdos no son los de Sunset- observó -. Yo no estoy en su cabeza para decir lo que pensaba en esos momentos.
-Pero sí sus actitudes y lo que sabes de su vida porque, ¿Qué sabes de ella?
Moon White le sostuvo la mirada con barbilla tiesa.
-Mucho- admitió a regañadientes.
-¿Entonces? ¿Colaborarás?
El unicornio abrió la boca, para que le interrumpa el timbre y un grito de júbilo escuchara de su grupo de clases. Twilight sonrió divertida.
-Timbre de salida, ¿eh? Yo en cambio me lamentaba cuando sonaba- comentó nostálgica mientras Moon White deshiciera su seriedad y relajara el rostro.
-¿Sabes qué? Tengo una mejor idea para ayudarla...- apretó los dientes para corregirse -. Ayudarte. Una mejor idea para ayudarte, Twilight.
...
Mistery Mint cerró su casillero para encontrarse con la exponente cara de Rainbow, sonriéndole de lado posando sobre un brazo contra los casilleros.
-Así que... ¿Quieres divertirte en grande en el baile?- preguntó para señalarse -. Porque te garantizo de hacer este baile inolvidable si está tu compañía presente.
Mint dudó parpadeando, observando su adulador comentario y pose tan prominente.
-Eres despechada y nunca invitada- habló Trixie atrás de Mistery, quien volteó levantando una ceja.
-¿Disculpa?
-¿No quieres cambiar eso y pasar el mejor baile que hayas tenido?- prosiguió Lulamoon.
-¿Tú también?- dudó, asombrada.
-¡No intervengas Trixie!- le regañó Rainbow -. Yo la vi primero.
-¿Y tú qué sabes? Yo la vi antes que tú- se defendió Trixie.
-Pero le hablé primero.
-¿Y? ¡Yo después!
-¡Eso no tiene sentido!
-¡Silencio, la idea fue de Trixie!
-¿Qué? ¡Fue mía! ¡Yo pensé en ella primero!
-¿Y? ¡Yo después!- repitió ya burlándose y se cruzó de brazos.
-¡Qué irritable aun eres, Trixie!- se quejó golpeándose la frente con una mano.
-¡¿Es en serio?!- preguntó Mistery admirada, abrazándose de sus libros contra su pecho, en medio de ambas escuchando la discusión -. ¿Ambas se pelean por invitarme al baile?
-¡Sí!- corearon y Mistery se sonrojó, agrandando los ojos.
-¿En...serio?- se admiró más, inevitablemente halagada.
-Pero no- exclamó Trixie rascándose la barbilla.
-Sí, no como crees- continuó Rainbow.
-Queremos que vayas al baile con nosotras- dijo Trixie, señalándose para después señalar a Rainbow, como explicándose.
Mistery parpadeó, incrédula.
-Déjenme ver si entiendo- exclamó Mistery con la frente arrugada, aún confundida y sorprendida, mirando de Trixie a Rainbow -. Ustedes...
-Sí...- coreaban.
-Quieren invitarme al baile...
-Sí- acertaron, sonriendo.
-Para ir... ¿Juntas?
-Sí.
-¡Hey!- se quejó ceñuda y ofendida -. No soy un pedazo de carne qué compartir con dos personas para una misma cita. Y además, no iría con ninguna porque sólo me gustan los chicos.
-¿QUÉ? ¡NO!- gritaron las dos y al estar a sus lados, le gritaron en plenos oídos, haciendo que Mistery se tapara las orejas, soltando los libros.
-¡No es una cita!- exclamó Rainbow Dash.
-Ya quisieras tener algo con la gran Trixie- dijo Lulamoon desinflándose.
-¡Entonces no entiendo!- se abrumó ya con ceño fruncido.
-Queremos reclutar amigas que no tendrán cita en el baile de este sábado para pasarla en grande entre nosotras- explicó Rainbow y Mistery le fulminó con la mirada.
-Y como a ti nunca te invitan...- explicó Trixie.
-¡¿Y no pudiste haber empezado por allí?!- reclamó la rockera a Rainbow para fruncirle el ceño a Trixie -. ¡Mira quién habla, a ti tampoco!
-No me dejaste proseguir...- se explicó Rainbow Dash y miró de reojo a Trixie -...o cierta personita me interrumpió.
-Es que Trixie no sabe a quién reclutar...- se defendió con voz baja.
Mistery torció los ojos acuclillándose al suelo y recoger sus cuadernos.
-¿Y? ¿Entonces? ¿Te nos unes?- le preguntó Rainbow Dash.
-Ya qué- respondió resoplando -. Igual el chico que quiero que me invite no lo hará- lamentó.
-¿Ves? Sabía que era la despechada y sin invitar perfecta para reclutar- comentó Lulamoon y se acuclilló a su lado para cubrirle los hombros en un abrazo con lástima e irritando a Mistery-. Únete al club y abre la botella. ¿Nos tocamos el violín más pequeño del mundo?
-Tienes a la de tres para soltarme, Trixie- gruñó a lo bajo amenazante y Trixie la soltó, poniéndose ambas de pie.
-Trixie te suelta porque tiene que irse no porque...- se excusaba.
-Ajám- asintió Rainbow torciendo los ojos -. Ya, vámonos a reclutar más- y miró a Mistery -. Si tienes una amiga sin pareja, invítala.
-De acuerdo- aceptó. -. Y por favor no des tantas vueltas para reclutar para que no sea malinterpretado, ¿sí?
-Anotado. ¡Ah! Por cierto...- recordó y se acercó para susurrarle -. ¿Tú bebes?
-¿Alcohol?- dudó Mint.
-¡No, fíjate, batido!- dijo sarcástica Trixie.
-Sí, alcohol- le respondió Rainbow Dash.
-Pues...no.
-¿No? ¡Pero si eres rockera!
-¿Y?
-¿No eres rebelde, anarquista, fuera de la ley?
-Emmm no...yo solo sigo la música...- miró a un lado -. Esa es Cherry.
-¡Cherry!- corearon Trixie y Rainbow Dash chasqueando los dedos.
-Pero ella tiene a Bonbon. Obvio que tendrá pareja para el baile- señaló Mistery. -. No creo que se nos una.
-No es para eso.
-¿Entonces?
-Sabes demasiado...- le amenazó Trixie violando su espacio personal -...deberíamos deshacernos de ti...
-¿Y qué harás?- se sonrió bufona -. ¿Mostrarme tus bragas cachetero de cursis estrellas?
-¿Cómo....?- jadeó agrandando los ojos mientras Rainbow reía.
-Oh, vamos, casi todas la vimos en el vestuario- exclamó para reírse -. Eres todo un personaje, Lulamoon- sonrió para sacar una cajita blanca del bolsillo -. ¿Mentas?-ofreció y Trixie parpadeó, ceñuda.
-¿Qué les estás queriendo decir a Trixie? ¿Que le apesta la boca?
-Ah...no...sólo ofrezco para compartir...
-Pues no, gracias, la boca de Trixie huele bien por naturaleza...
Rainbow y Mistery se intercambiaron una mirada con un gesto.
-Acostúmbrate, Mint- le dijo Dash y Mistery se sonrió para tirar una risa.
-Sí que será interesante el baile si voy con ustedes- admitió.
-Si está Trixie siempre será interesante- sonrió triunfal cruzándose de brazos.
-Lo que tú digas. Lulamoon. Vámonos a buscar a alguien más- dijo Rainbow Dash retomando el paso y ambas caminaron sentido contrario a Mistery, entonces Rainbow divisó a Roseluck -. ¡Hey, hola, Roseluck!- saludó.
-¿Roseluck?- dudó Trixie.
-Solemos hacer equipo juntas. Es agradable, así que sí- explicó sin apartar la mirada de la joven.
Roseluck miró quién la había llamado y al ver a Rainbow Dash, tensó el rostro y caminó más a prisa, como si no fuera con ella. Rainbow dejó la mano arriba, congelada.
-¿Acaba de pasar lo que acabo de ver?- preguntó.
-Si es a Roseluck huyendo de ti...pues sí- contestó Trixie -. Acaba de pasar lo que acabas de ver.
-Ah pues no se queda así- confirmó -¡Hey!- la llamó con mayor motivación frunciendo el ceño caminando tras la joven. -. ¡Hey, Roseluck!
Roseluck pareció no tener más salida y se detuvo, tomando aire y se volteó con una forzada sonrisa desentendida.
-Oh, hola, Rainbow- saludó.
-¿Es en serio? "¿Oh, hola, Rainbow?"- enfrentó -. Te saludé primero y pasaste de largo ¿Por qué?
-Ahm...andaba con prisa. Lo siento. ¿Para qué me llamas?
-Pues...Trixie y yo estamos reclutando chicas que no han sido invitadas al baile para ir en grupo. ¿Tienes pareja? Porque si no, puedes unírtenos.
-Ahm...emm...uhhh...- balbuceaba pálida y notoriamente incómoda.
-¿Roseluck?- dudó Rainbow, en vez de enojada, intrigada. -. No vayas a gritar "¡El horror!" para después desmayarte. No tener pareja no es el...
-No. Yo...lo siento, no...sí...tengo pareja- suspiró, mirándola -. Creo de todas formas lo sabrás. Me invitó Soarin.
Rainbow se petrificó y sintió claro cómo el corazón dejó de funcionar de golpe, helándole no sólo el pecho, sino cada rincón de su cuerpo. Trixie curvó las cejas tras ella, escuchando a Roseluck, quien también estaba incomodada.
-Yo le dije que sí- se explicó la joven de ojos rojizos con las cejas curvadas -. Yo...por eso huí de ti al principio ya que...no sé...tienen una historia, una corta, pero la tienen y...temía que...
-Está bien- le interrumpió Rainbow, recuperando de a poco la movilidad -. Digo...como dijiste, tuvimos una historia corta y llevamos bastante tiempo separados y sin hablarnos. Es libre de elegir a otra chica y tú de aceptarlo.
-¿Segura?
-Claro que sí- murmuró un poco decaída pero mantuvo la sonrisa y la sinceridad -. Eres genial. Me alegra que escogiera a alguien...genial.
-Gracias- musitó con una corta sonrisa. -. Nos...vemos en clase.
-Claro- asintió haciéndole de la mano mientras ella le devolvía el gesto y retornaba su camino.
-¿Rainbow?- la llamó Trixie.
-¿Qué quieres?
-¿Estás...bien?
-¿Qué clase de pregunta es esa?- le recriminó dándose vuelta para verla, ceñuda -. Claro que lo estoy. Soarin y yo no somos nada. Tiene toda la libertad del mundo de invitar a quien se le dé la reganada gana. Además para mí es un tonto, ¿lo olvidas? Y no lo he perdonado. Así que sí, Trixie, sí estoy bien.
-De...acuerdo...- dudó, sin creerle una palabra -.Pero...
-¡Nada de "peros"! Tú misma lo dijiste. Somos demasiados geniales como para estar con cualquier tonto ¡Y él es un tonto!- rugió golpeando una puerta del casillero.
-Cierto...- contestó con cejas altas mirando el metal hundido de la puerta de casillero para después ver los fuertes ojos vidriosos de Rainbow, obviando cómo luchaba por retener las lágrimas -. Yo...iré por allá a reclutar, ¿sí? Tú...por otro...
-De acuerdo- acertó de prisa y se dio vuelta enseguida.
Trixie la dejó ir. Sabía lo orgullosa que era para retener un llanto frente a ella, y que no iría a reclutar, sino buscar algún lugar donde llorar.
Pensaba si debía decírselo a Las Rainbooms para que estén atentas, pero apenas se vio sola, sintió aquella molestia de la mañana en casa. Esa sensación de nudo presionando en su corazón. Suspiró con la frente arrugada cuando dio media vuelta y agrandó los ojos al ver a Snails y Snips, con una rodilla al suelo y la otra doblada, con una rosa cada uno estirada hacia ella y la cara más idiotamente enamorada posible.
-¡Oh, Gran y Poderosa Trixie! ¿Quieres venir al baile con nosotros?- corearon expandiendo una sonrisa con ojos brillantes.
Trixie se congeló, literal, sintiéndose fría y petrificada, pero a la vez sentía cierto calor en sus mejillas del rubor de la vergüenza. Tensó una sonrisa con cejas curvadas mientras miraba de reojo al escuchar unas cuantas risillas de algunos compañeros que caminaban por allí presenciando la escena.
Pero entonces se destensó y frunció el ceño.
-Un momento... "¿con nosotros?"- repitió. -. ¿Piensan llevar a Trixie al baile...los dos?
-¡Sí!- explotaron ambos emocionados, estirando más la rosa en su cara.
-Ahora entiendo a Mistery...- murmuró bajando los hombros -...Trixie se siente un pedazo de carne.
-Una muy buena- comentó Snails picarón levantándole varias veces las cejas y Trixie le fulminó con la mirada.
-¡Trixie no es carne de nadie!- bramó para suspirar, tratando de relajarse.
La antigua Trixie los hubiera gritado, tomado la rosa y arrancar los pétalos para tirarlas sobre ellos, ofendiéndolos con que ni muerta aceptaría ir al baile con ellos. Aunque sabía que sus insultos y maltrato nunca les afectaban, como hasta "enamorándolos" más; no podía hacerlo, ya no le nacía, haciéndole dar cuenta, que aún le sorprendía el cambio que había dado su vida de pasar a esa Trixie a la actual.
Fugazmente, pudo recordar aquella mirada y sonrisa cálida y sincera de Sunset Shimmer, con un resplandor hermoso cubriéndola con sus alas de fuegos extendidas y cabello iluminado; estando ellas en aquel callejón tras que Sunset haya amenazado a Aria y Adagio tras su ataque.
"Conozco esa sensación, Trixie" le había dicho mientras Trixie sentía las palabras como cierto bálsamo que necesitaba para calmar el ardor de su interior "de descubrir que eres mejor de lo que esperabas que eras".
Trixie esbozó una suave sonrisa casi con los ojos vidriosos, muy conmovida por el recuerdo y con una extraña mezcla de alivio y felicidad, acordándose de aquel abrazo que buscó al abalanzarse sobre Sunset para romper en llanto, frente a alguien, frente a ella, destrozando hostilmente su fuerte orgullo.
Cómo su vida había cambiado en este año escolar. En estos últimos meses. A partir de esas palabras. A partir de que Sunset se involucró en ella positivamente y ante recordarla, aquella energía que sentía estando cerca de ella o en un abrazo, recorrió su cuerpo. lo que hizo tocarse a un lado de la pierna, a su Cutie Mark. Aún creía que no había que darle tanta vuelta al asunto. Tenía la magia por el lazo que compartía con Sunset. Sólo eso le bastaba. Un lazo que no compartía con nadie más.
Expandió la sonrisa mirando a los chicos con mucha gentileza y les estiró una mano. Ellos emocionados se la tomaron y Trixie los ayudó a levantarse.
-Lo siento, pero Trixie no puede corresponderlos.
-¿Ya tienes pareja?- preguntó Snips desanimado mientras Snails torcía el gesto, desilusionado.
-No, pero mi corazón no me dice que los acepte. Algún día lo hará con alguien, pero por ahora no, y no es con ninguno de los dos. Lo lamento. Pero no significa que alguien no pueda sentir algo por ustedes. Deberían de olvidarse de Trixie y dejar que los suyos se fijen en alguien más y de su edad- tiró una risa -. Les llevo de ventaja como seis años y...- les frunció suavemente el ceño -. Uno con una chica diferente claro está- esclareció. -. No deben gustarle las mismas o compartirla. Es raro...y hasta ofensivo.
-¡Pero eres la Gran y Poderosa Trixie!- quiso convencerla Snips. -. ¡No hay nadie como tú!
-Sí pero...así como Trixie es de única, alguien más también lo es.
-¿Te sientes bien?- le preguntó Snails curioso ante su serena voz y rostro suavizado, acostumbrado a sus hostiles rechazos y este era muy...amable, intercambiándose miradas con Snips, dándole la razón.
-Mejor que nunca no ha estado Trixie- aseguró cerrando los ojos y colocando sus manos a su cintura.
-Ten- dijo Snips y al abrir los ojos, vio las rosas de nuevo inclinadas hacia ella.
-Chicos, en serio Trixie no...
-Lo sabemos- exclamó Snails con una sonrisa -. Pero queremos que las conserves.
-¿Eso sí puedes aceptar?- preguntó Snips y Trixie sonrió, asintiendo.
-Trixie acepta eso- aseguró tomando las rosas -. Gracias.
-¿Y acepta un beso de despedida?- corearon para cerrar los ojos y estirar los labios.
Trixie les frunció el ceño pero entonces se relajó y sonrió. Eran chicos apenas de octavo, aun eran unos niños por decirlo y no estaban "enamorados", sino más bien atraídos por ser una chica mayor... "y hermosa, claro", se sonrió para sí Trixie.
Snails y Snips se quedaron sin moverse al sentir los labios de Trixie besar sus frentes. Abrieron los ojos de golpe y ella les hizo de la mano, oliendo las rosas y se iba con otros alumnos hacia su salón para el siguiente examen.
-¿Por qué siento que me enamoré más de ella?- preguntó Snails, aun petrificado sintiendo sensorial la zona de la frente besada.
-Porque realmente es genial- le contestó Snips para acariciar su frente -. ¿Y ahora qué?
-Pues...ya la oíste. Concentrarnos en alguien más.
-¿Sabes quién también es bonita pero de nuestra edad?- preguntó y se miraron.
-¡Diamond Tiara!- corearon para fruncirse el ceño -. ¡No compartiremos chicas de nuevo!- y se pusieron a discutir.
...
-¡Dos amigos, una visita!- chilló emocionada Minuette viendo a Twilight y Moon White frente a su puerta -. ¿No es eso lo más genial del mundo?- preguntó expandiendo más la sonrisa y se colocaba en medio de ambos, estirando sus cascos sobre ellos para apretarlos entre ella, en un intento de abrazo.
-Sí que lo es- le siguió el dúo Twilight.
-También me da gusto verte pero más que visita vinimos a recurrir tus servicios- habló Moon White apartándose del abrazo.
-Creí que dijiste que no volverías a recurrirlas- comentó la unicornio colocándose frente a ellos.
-¿Eso hiciste?- le preguntó Twilight y él rodó los ojos para mirar a Minuette.
-Bueno, cambié de parecer.
-Pero soy tu amiga- recriminó firme y con entrecejo -. Y no haré que rompas una promesa sólo porque...porque...- dudó torciendo el gesto -. ¿Por qué lo harás?
-Escúchame- le exclamó -. En realidad no es para mí. Es para una unicornio. Necesitamos ver su pasado.
-Okey. Okey- asentía.
-Porque no puede acceder a ellas porque una magia oscura se lo impide.
-Oooh- exclamó con voz grave arrugando la frente, dudando.
-¿Qué? ¿Se te hará difícil?- le preguntó Twilight.
-Pues...sí...algo...- reconoció seria y pensativa -. Es fácil cuando estás dispuesto a saber lo que quieres descubrir de los recuerdos pero si hay una barrera...es más complicado pero no imposible pero con magia oscura...- se interrumpió, dándose toques en el cuerno, con la mirada hacia la nada, pensando. -. Mmm- seguía pensando.
-Recuerdo la pócima de Zecora- conversó Twilight -. Al cambiar de color podía beberla y ver el pasado que quería.
-Sí, pero no es tan fuerte como para deshacer ese bloqueo...a menos que lo fortalezca- pensó-...sí...podría ser...
-¿Cómo sabes de la poción?
-Porque se lo enseñé yo- comentó Minuette, sorprendiendo Twilight.
-¿Tú se lo enseñaste a Zecora?
-Ella es experta en pócimas para sanar- explicó -. Yo, para observar en el tiempo. Ella me enseñó unas cuantas pociones y yo otras.
-¿Cómo la conociste?
-En el Bosque Everfree hay muchas de las plantas que uso en mis pócimas y yo... ¡Melena!
-¿"y yo...melena"?- repitió Twilight dudosa intercambiando miradas con Moon White.
-Melena- asintió -. Necesito la melena de quien quieren ver su pasado.
-Si agregas su melena... ¿funcionará?- dudaba Moon White torciendo el gesto.
-Tal vez. No lo sé. No he hecho pócimas para una barrera tan fuerte. Sólo traigan a la pony y...
-No puedo traerla- interrumpió Twilight -. Si le digo a Sunset para qué quiero su melena tal como mis amigas del otro espejo le dijeron que Luna entraría en sus sueños...
-...la magia oscura estará advertida y nos impedirá con más fuerza acceder a sus recuerdos...- le completó Moon White la idea, para resoplar con frustración. -. ¿Entonces planearás robarle la melena sin que se dé cuenta de las verdaderas intenciones?
-Me temo que sí- contestó.
-Pero aparte de la melena necesitaré también una lágrima.
-¿Qué?- corearon ambos agrandando los ojos, más frustrados.
-¿Cómo traeré una lágrima sin que se vea sospechoso?- se quejó Twilight sujetándose la cabeza.
-Y no cualquier lágrima- aclaró Minuette -. Una lágrima de amor.
-¿Amor?- volvieron a corear, arrugando más la cara de frustración.
-Sí, pues, ¡Qué más contrario a la oscuridad que la pureza del amor en una lágrima! ¡La máxima expresión de los sentimientos! ¡Perla líquida, cristalina y pura! ¡Lo más conectada al corazón! ¡El...!
-¡Ya entendimos!- corearon Twilight y Moon White algo irritados.
-Estaba inspirada...- lamentó -...como sea, la cuestión es que la lágrima sirve de llave para dejar abrir la mente.
-Pero ella no está enamorada, que yo sepa- dijo Twilight.
-Ay, Twilight...- exclamó Minuette dándole toques a un lado de la cara -...el amor se expresa en mucho ámbitos, no sólo el romántico, tontita.
-Entonces...- decía Moon White.
-Puede ser lágrima de amor familiar, amistad, de algo que le conmueva o le apasiona hacer, y así- se explicó terminando con una sonrisa.
-Sunset llora...pero de tristeza...- murmuró la alicornio pensativa y Moon White agudizó las orejas, curvando las cejas de preocupación.
-¿En serio?- se le salió preguntar y Twilight levantó la mirada enseguida y él retrocedió la cabeza, aclarando la garganta y enseriar el rostro -. No me importa.
"Y....regresa el terco" se quejó ella.
-Aaahhhh Sunset- exclamó Minuette mirando a Moon White -. Esa Sunset. Es la misma razón por la que prometiste no volver a mirar atrás.
-Minuette- advirtió ceñudo hacia ella pero la unicornio azul le sonrió, dándole a él toques a un lado de su rostro con su casco.
-Ya, ya, ya. Me callo- exclamó para suspirar manteniendo una optimista sonrisa -. Entonces...mientras me dan esas dos cosas, yo iré a visitar el Bosque Everfree para otras plantas que necesito para esta pócima. Ya para el mediodía de mañana estaré aquí.
-Cuídate- le dijo Moon White y Minuette le sonrió anchamente.
-Relájate- le restó importancia moviendo un casco hacia adelante -. No es la primera vez que voy y siempre me acompaña Zecora ya que conoce el bosque como suyo propio.
-Igual. Activa el escudo que te enseñé para ambas y si oscurece regresa o ve a la casa de Zecora, sabes que la noche es cuando más peligroso se pone ese lugar.
-Bien, papá- se burló rodando los ojos y lo abrazó de lado, sacándole una sonrisa, y ella miró a Twilight, que los miraba con una sonrisa conmovida por el trato -. Sí, lo sé, tengo suerte, ¿eh? ¿No es un pesado este preocupón?- rió ocultando su boca con un casco.
-Sí que lo es- se unió a la risa.
-Okey. Entonces nos vamos- exclamó Moon White separándose del abrazo.
-Buena suerte con la melena y en especial, la lágrima- dijo Minuette a Twilight en un abrazo de despedida.
-Gracias. Y gracias por tu ayuda.
-¿Para qué son los amigos?- sonrió guiñándole un ojo.
Ambos salieron de la casa compartiendo un mismo silencio, pensando y sintiendo cierta preocupación a la vez. Bajaron las escaleras y al llegar al asfalto, se intercambiaron una mirada.
-¿Crees que lo logre?- le preguntó Twilight.
-Es la mejor pony que conozco con las pócimas del tiempo pero ya la oíste- comentó para dar un profundo suspiro para desahogar cierta frustración -. Es la primera vez que trata con una barrera tan fuerte. Con magia oscura. Nos queda esperar y ser optimistas.
-Pero sino puede... ¿Tú podrías compartir tus recuerdos?- le preguntó y él la miró, debatiéndoselo -. ¿Tan importante fue para ti y tan fuerte te hirió?- se aventuró en preguntar y lo vio abrir la boca enseguida con el ceño fruncido, como si iba a decidir sus típicas respuestas tercas y en negación, pero de su boca no salió nada, más que un suspiro y la cerró, torciendo el gesto.
-Sí.
-¿Y...algún día me lo contarás?
-No- contestó para mirarla con aquella expresión de duda en su rostro -. No lo sé.
-¿Se lo has contado a alguien? ¿A Minuette?
-No, a nadie- confesó -. Y ella sólo sabe que tomaba las pócimas para ver algo de mi pasado con Sunset, pero no conoce a fondo todo.
Twilight le asintió. Ella le había prometido a Sunset ver la manera de cómo arreglar su amistad y aunque aún estaba ciertamente bloqueado, Moon White estaba dispuesto para charlar algo.
-Podemos dar una vuelta un rato- propuso Twilight.
-¿No tienes pendientes con Sunset?- preguntó levantándole un ceja.
-Está con mis amigas y sólo será un rato- sonrió para darle un golpe amistoso en el hombro -. Además, me nace charlar un rato contigo. ¿Qué dices?
-Digo que tramas algo.
-¿Yo? Pfff ¿yo?- jugó haciéndose la desentendida y Moon White le sonrió entrecerrándole los ojos.
-Pues yo también tramo algo- exclamó empezando a caminar y Twilight frunció el ceño sorprendida y le siguió el paso, mirando la sonrisa de lado del unicornio que la vio de reojo mientras avanzaban-. Dime más que hay del otro lado del espejo.
...
El timbre del almuerzo sonó y Trixie lo agradeció profundamente con un suspiro de alivio. Con el resto de sus compañeros, estaba en hora de estudio repasando con el maestro el examen a dar mañana. Sin embargo, los alumnos y hasta el propio maestro, preferían aprovecharlos para otras cosas y de vez en vez llamar la atención para aclarar algo. Trixie se le había pasado con la mente dormida, sin prestar atención ya que después de todo iría esta tarde a la casa de Fluttershy a la sesión de estudio con Las Rainbooms. Así que tenía un codo sobre la mesa de su pupitre, más allá que acá, bloqueada del resto ocupada sintiendo un malestar dentro de ella, por lo que se sorprendió cuando volvió en sí al sonar el timbre y sentir unas manos jugar con su cabello. Parpadeó frunciendo el ceño para ver a Derpy concentrada en un peinado que le hacía.
-Ah...- emitió Lulamoon dubitativa.
-Falta poco- le avisó amarrando la punta de su cabello -. ¡Listo!- celebró y asomó un espejo de mano en ella.
Trixie apretó los labios entre sí, conteniendo un grito de queja al ver tan fea trenza de lado que le había hecho, pero aun así su rostro entumecido y ojos agrandados expresó mucho lo que quería decir.
-Sí, lo sé...- reconoció Derpy bajando el espejo-...no me salen como a Lyra...
-Al menos lo intentaste- comentó Trixie tocándose el peinado con cejas curvadas.
-Quítatelo si quieres- sonrió guardando el espejo a la mochila -. Ven, vamos a almorzar.
-La verdad...- suspiró levantándose del pupitre -...Trixie no tiene mucho apetito.
-Habías mencionado que tampoco desayunaste...- frunció el ceño, seria -. Debes comer algo.
-En serio no...
-¡Whooves!- llamó Derpy en un grito dándole la espalda y en otra fila el joven de ojos azules levantó la cabeza entre las bancas que lo rodeaban de chicos que ayudaba a enseñar la materia -. ¿Te comerás el muffin que te di? Es para Trixie- explicó señalándola tras de ella con el pulgar-, no quiere almorzar y no ha desayunado. Si no lo comerás, ¿podría dárselo para que al menos tenga algo en el estómago?- sonrió parpadeando rápidamente -. Yo podría darte algo mucho más dulce a cambio- ofreció tirando besitos al aire sin vergüenza a que todo el mundo levantara una ceja ante tal actuación.
Turner esbozó una sonrisa divertida mirándola con profunda ternura y le asintió. Derpy se sonrió y miró a Trixie.
-Soy irresistible. Ñaca ñaca ñaca- rió acariciándose las manos en forma "malvada".
Trixie terminó aceptando el muffin y mientras caminaba sentido contrario sonriéndose un poco al haber visto a Derpy "compensar" a Whooves con un suave beso en los labios, empezaba a admitir que sentía una molestia dentro de su pecho y en la boca del estómago, como una presión. La verdad no le apetecía ni el muffin, así que lo guardó en su mochila y optó por sentarse en una banca en el área de descanso, en donde había un par de alumnos sentados comiendo algo ligero que habían traído de casa.
"Trixie no debería de sentirse...cómo se siente" pensó arrugando la frente subiendo las piernas en la banca para doblarlas entre sí y colocar su mochila sobre estas, abrazándola dejando caer las cejas. "Es decir... parece que al irse Trixie el alumnado dejó de juzgarla. Nadie la molesta o evitan. Tiene amigos geniales que se preocupan por ella y Las Rainbooms al fin dejaron de ser recelosas por su credibilidad a que cambió y nos estamos llevando bien. Pero..." suspiró mirando el suelo, quedándose quieta para sentir con mayor fuerza el peso sobre su pecho "... ¿Por qué se siente tan mal? ¿Por mi padre? Es que Trixie no sabe qué hacer. Debería hablarlo con alguien pero..." curvó las cejas "...la persona con quien hablaría no está..." suspiró sintiendo los ojos vidriosos "Sunset no está..." se recordó descomponiendo un poco más el rostro con la garganta que le ardía.
En serio le hacía falta. No es que menospreciaba a sus demás amigos pero Sunset...Sunset era diferente. Era su confidente. Era con la persona que más se identificaba y sentía que se moldeaban tan bien. Como lo había reflexionado en su tiempo en Inglaterra, lo que la hacía diferente Sunset de los demás, hasta del propio ser que podría asemejársele físicamente y hasta con gestos característicos, Sunshine, era lo que había dentro de ella. Era su esencia, su energía, su calor. Era única e irremplazable. Todos los amigos lo eran. Especialmente ella. Nadie le hacía sentir tan cercana, como lo hacía sentir ella. Compartían un único lazo fuerte que pese la distancia, creía que no podría romperse, aunque no supiera cuándo la volvería a ver de nuevo. El pensamiento sólo la entristeció y le vidriaron más fuerte los ojos, sintiéndose tonta e infantil en llorar porque un amigo se fue...su mejor amiga...pero no podría ser infantil que la persona que quieres te haga falta. Se pasó una mano a los ojos con la nariz algo constipada producto del llanto que dejó salir un poco para retenerlo después y sacó su celular, encendiendo la pantalla y dejar esbozar una suave sonrisa que le hizo arder un poco más de nostalgia, pero al menos también sentía felicidad.
-¿Por qué esa carita de gatito abandonado?- escuchó decir y levantó de prisa la cabeza para ver a Cherry Crash inclinada a ella y Bonbon a su lado. -. Te pareces a Pervertido antes de que lo rescatara.
-¿Perver...tido?- dudó Trixie torciendo el gesto.
-Así llamó al gato sarnoso ese que recogió en la calle por más que le dije que no- le explicó Bonbon.
-Ya se curó de la sarna gracias a Fluttershy- le retó Cherry para mirar a Trixie con una sonrisa -. Es que cuando lo cargué, posó sus patitas sobre mi blusa y como tenía las uñas muy afiladas se quedó aferrado a la tela justo sobre mis pechos y se quedó prendido allí...- soltó una risita -. ¡Pervertido!
-...- no dijo nada Trixie, sin saber cómo reaccionar. Bonbon le sonrió.
-No te culpo, Trixie. También quedé así. Pero como sea, no venimos hablar del gato.
-Aahh- lamentó Cherry bajando los hombros y Bonbon le palmeó la espalda en consolación mientras hablaba:
-Derpy me dijo que te vio cabizbaja y que por eso de seguro no fuiste almorzar.
-Sí, tienes una carita achicopalada- comentó Cherry estirando el brazo para tomar el celular de Trixie -. En especial cuando mirabas el...- se interrumpió sonriéndose mirando la pantalla -.Awww, mira, Bonbon- le dijo acercando el celular a ella.
-¡Oye!- se quejó Trixie ceñuda poniéndose de pie.
-Trixie...- dijo Bonbon también sonriéndose mirando el teléfono -... ¿Tienes como fondo de pantalla una selfie tuya abrazándote con Sunset?- preguntó levantando la cabeza hacia Lulamoon al mismo tiempo con Cherry y Trixie se avergonzó mirando a un lado algo ruborizada.
-... ¿Sí?...
-¡Aawwwww!- corearon Bonbon y Cherry compartiéndose una mirada haciendo que Trixie se sintiera más avergonzada.
-Qué tierna es Trixie- jadeó Cherry.
-¡Trixie no es tierna!- rugió la ilusionista.
-Es una ternurita- dijo Bonbon.
-¡No lo es!- bramó Lulamoon pisando fuerte el piso.
-¿Entonces por qué me provoca hacer esto?- preguntó Bonbon y le pellizcó un cachete.
-Oohh, tienes razón ¡A mí también!- exclamó Cherry y pellizcó el otro cachete de Trixie.
-¡Aléjense de los cachetes de Trixie!- se quejó sacudiéndose dando manotones al aire para apartarlas y ambas se empezaron a reír con ganas, haciendo que Trixie se sintiera...menospreciada, un chiste. -. Dame mi celular- reclamó arranchándole el teléfono a Cherry, tomó su mochila y caminó con pasos rápidos y fuertes para alejarse de ellas, sorprendiendo a ambas que en verdad había estado enfadada, creyendo lo que era en broma.
-¡Hey, Trixie!- la llamó Bonbon tras ella -. Lo siento, fue inevitable no reírnos un poco- se explicó para detenerse al ver que Trixie se detuvo y se volteó bruscamente a ella, ceñuda y algo adolorida.
-¿Te hubiera gustado que se burlaran de ti cuando me extrañabas?- le preguntó, señalándola. -. ¿Cuándo creías que no volverías a ver a Trixie? ¿Te hubiera gustado que se burlaran de tu dolor, de la impotencia de hacer algo al respecto para ayudar cuando no puedes hacer absolutamente nada y debas aguantar la ausencia de alguien que se volvió importante?- preguntaba ya con la voz pesada, descargándose en algo lo que tanto le molestaba por dentro que se dio cuenta...era eso.
La impotencia la tenía así. El hueco de la forzada ausencia de Sunset estaba allí y la idea de que no pudiera hacer nada para ayudarla...la llenaba de frustración y se sentía inútil.
Bonbon se quedó sin habla, sosteniéndole la mirada, recordando a Trixie frente a su puerta para despedirse aquella madrugada, el berrinche con lágrimas que hizo de la impotencia y los días que no dejaba de pensar que debió demostrar que la valoraba y sólo Cherry vio ese dolor. Bonbon cerró los ojos, bajando la cabeza.
-...No me hubiera gustado...- admitió Bonbon -. Lo siento, Trixie.
-Yo también. Perdón, guapa- dijo Cherry colocando una mano en el hombro de Bonbon -. ¿Perdonas a este par de brutas?
-Hablas en plural - le murmuró Bonbon mirándola de reojo. -. Yo sólo veo una- se burló y Cherry le sacó la lengua para hacerle un puchero a Trixie y parpadear.
El ceño fruncido de Trixie se reemplazó con una suave sonrisa, relajando el rostro.
-Claro que Trixie las perdona- exclamó -. Es decir... ¿Qué sería la vida de ustedes sin Trixie?
-Oh, sería horrible- bufó Cherry.
-No puedo ni pensarlo que me deprime-bromeó Bonbon con sarcasmo.
-Sí...tienen suerte de que Trixie las perdone- terminó por bromear también y las tres compartieron una misma risa.
-Pero sí, sí sería horrible- le sonrió Bonbon cubriéndole los hombros -. Sé paciente, Trixie. Sunset estará bien. Ya verás. Apenas se fue hace dos días.
-Trixie sabe eso...pero no sabe cuándo volverá, si volverá...si la está pasando mal y Trixie no está con ella como Sunset lo estuvo con Trixie- lamentó de nuevo cabizbaja.
-Buen punto. Tú estás aquí y ella allá. No puedes hacer nada- pensó en voz alta Cherry y Trixie bajó los hombros más triste y Bonbon le fulminó con la mirada.
-¿Por qué, Cherry? Siempre es lo mismo ¿Por qué eres tan imprudente?- se quejó Bonbon.
-¡No lo sé!- se frustró Cherry -. ¡Se me sale!
-Pero lo que siempre dice es verdad- murmuró Trixie -. Por más imprudente que sea Cherry...
-¡Hey!- reprochó la rockera para torcer el gesto-. Sí...es cierto...
-..tiene razón en lo que dice- continuó Lulamoon -. Yo estoy aquí sin poder ayudarla.
-Trixie...-suspiró Bonbon, pensando qué decir -...ehm...- dudaba y miró a Cherry, que suspiró y se puso frente a trixie.
-Cuando te fuiste, Bonbon andaba igual o peor de mal y paranoica que tú- conversó para mirar a Bonbon -. ¿No es cierto?
-Ahm...-dudó, sonrojándose de vergüenza y miró el suelo -...sí...
-Quería ayudar, te quería de vuelta y te extrañaba mucho- continuó Cherry.
-Lo sé...- sonrió Trixie -...lo sentí cuando me abrazó al ver que regresé...- recordó mirando a Bonbon, quien estaba ceñuda y sonrojada mirando el suelo. -. Yo también la extrañé mucho. A ella, a los demás y Sunset. Por eso Trixie quería hacer lo imposible para volver.
-Pues pese que te fuiste, su amistad no se había quebrado- observó Cherry -. Estaba intacta. Estoy segura que Sunset también te extraña, como a Las Rainbooms, y puede usar esa motivación, como tú lo hiciste, para superar el momento que pasa. Así que tranquila, Lulamoon. Si el lazo que comparten es tan fuerte como se lo ve, ya la estás ayudando.
Trixie sonrió más aliviada, encontrándole sentido a sus palabras. Confiaba enteramente de que Sunset estaba consciente de que la unión que tenían era fuerte, y que se esforzaría para poder regresar lo antes posible porque sabía que aquí tenía amigos aguardándola ansiosos.
-Gracias, Cherry- exclamó Trixie tomando una bocanada de aire -. Creo que Trixie se siente un poco mejor...
-Se nota...- rió Cherry al escuchar el rugido del estómago de Trixie.
-Creo que después de todo me servirá el muffin...- sonrió haciéndose a un lado a una banca para posar allí la mochila y sacar el postre.
Cherry se llevó una mano a la cintura, satisfecha de haberle cambiado el humor cuando sintió una mano tomarle un lado del rostro que la hizo girar para después sentir un corto beso en los labios.
-Eso fue genial- le sonrió Bonbon -. Tú eres genial.
-¿Y ahora te das cuenta?- bromeó, tomándole de una mano y la besó sobre esta -. Tú también, Lady.
-No hice más que meter la pata...
-Yo también lo hice, tontita, ¿recuerdas?
-Pero mejoraste la situación con tu sorpresivo arranque de sabiduría.
-¿Gracias?- dudó arrugando la frente.
-Últimamente sólo meto la pata...- lamentó. -. No me perdonaría si pierdo también a Trixie.
-Lyra te perdió a ti así que no tienes porqué lamentarte. No vale la pena- observó Cherry con cierto enojo sin recibir respuesta, sólo un rostro achicopalado que veía muy seguido desde la pelea de la Cafetería y que sin que se lo dijera, Bonbon evitaba almorzar con ellos o reunirse...para no encontrarse con Lyra.
Cherry frunció el ceño. "Estúpida Hearstring" se gruñó para sí misma.
...
-Esto va de mal en peor- le susurró Derpy al oído a Whooves, en su mesa de la Cafetería.
-Mmm- pensó él mirando tres sillas vacías y Bicmac concentrado en unos libros y documentos casi ignorando su almuerzo -. Ya lo creo- le contestó para dirigirse al chico de ojos verdes -. ¿Lyra almorzará con nosotros?
-Nop.
-¿Sabes por qué?
-Nop.
-¿Siguen peleados?- preguntó Derpy.
-Eeeyup.
-¿Esos son los papeles de la beca?
-Eeeyup.
-¿Quieres...ayuda?
-Nop- suspiró y levantó la mirada para darse cuenta de los rostros preocupados de sus amigos -. Estoy bien...- avisó para ponerse en pie y recoger sus cosas -. Pero estoy muy ocupado en la universidad como aguantar los caprichos de los demás- se puso en pie y se alejó de la mesa.
-Y...quedamos solos...- comentó Derpy -. ¿Se refería a Lyra con eso de los caprichos?
-Supongo...
-Esto es horrible- lamentó mirando las ahora cuatro sillas vacías -. ¡El grupo se está desintegrando!- exclamó curvando fuertemente las cejas y posar su cabeza sobre el hombro de Whooves, quien le daba toda la razón.
En tan poco tiempo, del grupo unido de amigos...ya parecía no quedar nada.
Ahí mismo en la Cafetería, en la misma mesa de siempre comiendo su almuerzo en silencio, Las Rainbooms, a excepción de Rainbow que no veían desde la hora de estudio, llevaban su alimento a la boca con un silencio anormal. Un silencio que empezaba a molestarlas, en especial a Pinkie Pie. Aunque ella tuviera también sus cosas con las que lidiar, nunca dejaba su personalidad chispeante, aunque estos últimos par de días había bajado mucho sus revoluciones y se daba cuenta en sus amigas también. Dejó de beber de su vaso para hacerlo aterrizar innecesariamente ruidoso a la mesa para llamar la atención de las demás, cosa que logró.
-El baile es este sábado- recordó con una sonrisa lo más optimista. -. ¡Y tengo la increíble idea de pedirle a Sonata que cante para esa noche!
El anuncio hizo que las demás iluminaran su cara con una sincera sonrisa. Excepto por Applejack, que se limitó en asentir y llevarse con mala gana comida a la boca.
-Oh, querida, es una muy buena idea- exclamó Rarity.
-Ella canta muy hermoso- dijo Fluttershy juntando las manos. -. Estoy segura que a los demás les gustará.
-Ni hablar de esa buena energía que emana- pensó Pinkie más emocionada -. Si todavía habrá alguien escéptico con ella, ¡Eso cambiará con su mágico humor tan positivo!- y esparció serpentinas y globos de la nada al levantar los brazos en celebración -.Iré esta tarde a pedírselo antes de ir a tu casa para la sesión de estudio- le dijo Pinkie a Fluttershy para mirar al resto -. ¿Me acompañan?
-Yo sí- aceptó la modista.
-Yo también- apoyó Fluttershy.
Las tres miraron a la vaquera, quien ya hace rato dejó de escuchar la conversación y jugaba con el tenedor escarbando en su comida.
-Applejack- la llamó Rarity y ella levantó la cabeza hacia ella -. ¿Vienes con nosotras a visitar a Sonata?
-Ah...no creo...- murmuró devolviendo la mirada a la comida -...tengo que terminar el inventario de unas cajas de manzana si quiero ir a la sesión de estudio.
-Bicmac podría...- decía Pinkie Pie pero fue interrumpida por la vaquera.
-Bicmac está demasiado ocupado con sus exámenes de grado y la entrada a la universidad- exclamó -. Así que ya debo de hacerme la idea de tener más responsabilidad de la granja a mis hombros.
-Bueno...pero al menos has tiempo para ir el jueves a comprar el vestido para el baile- exclamó Rarity elevando la sonrisa -. He visto unos diseños que muero a que se prueben.
-El baile será muy divertido- motivó Pinkie Pie. -. Esta vez la decoración será diferente y tuvimos suficiente presupuesto para comprar unas nuevas luces de colores.
-Oh, qué bien- celebró Fluttershy.
-Podría usar un vestido con lentejuelas para brillar con las luces- pensó Rarity encantada.
-¿Podremos cantar en esta ocasión?- preguntó Fluttershy y Pinkie Pie aspiró emocionada.
-¡Sííí!- chilló inquietada y las dos se rieron coloreando muchísimo su humor pero...
-¡BASTA!- exclamó Applejack soltando el tenedor y mirarlas con el ceño fruncido -. ¿En serio? ¿Hablan del baile en estos momentos como si no pasara nada? Hay una silla vacía entre nosotras, ¿o lo olvidan?
Las tres amigas hicieron diferentes gestos de incomodidad al ver a la vaquera señalar la silla a su lado, la que usualmente usaba Sunset para sentarse.
-Por supuesto que no lo olvidamos- se defendió Rarity -. En especial si tú andas con esa actitud de recordarnos que Sunset no está.
-Pero es que...- decía Applejack.
-A Sunset no le gustaría que anduviéramos con las caras laaaaaaaaargas- le interrumpió Pinkie Pie estirando su cara con ambas manos. -. Y ya basta de estar así desde su partida.
-Se ve que no entienden lo delicado de la situación- refunfuñó la vaquera.
-Ahm...sí que sabemos pero...- decía Fluttershy -...no podemos estar todo el tiempo preocupadas...está a salvo con Twilight, en buenas manos así que...
-¿Es decir que porque está allá debemos celebrar eso?- preguntó ceñuda cruzándose de brazos. -. ¿Hacer como si no pasa nada cuando pasa mucho?
-Sólo te pedimos que te relajes- dijo Rarity más seria.
-Sólo me parece egoísta que se la pasen bien mientras Sunset la pase mal- señaló.
-¿Entonces por eso nosotras debemos pasarla mal?- se horrorizó a preguntar Pinkie Pie -. ¡Al contrario! Debemos estar positivas, optimistas a que todo saldrá bien. Mantener la buena actitud para que todo salga a nuestro favor. Si la pasamos mal... ¡Estamos atrayendo lo malo! Y ya mucho estuvimos tristes hasta ahora. ¡Quién sabe si hasta por eso perdimos nuestra magia!
Applejack se la quedó mirando, procesando sus palabras, a las que vio sentido y fue relajando el rostro.
-Supongo que tienes razón...-suspiró sobándose la cabeza mirando a todas -...lo siento...sólo me preocupo, me siento inútil aquí sin hacer nada.
-Por ahora- le dijo Rarity -. Pinkie tiene razón. Debemos estar preparadas para cuando soliciten nuestra ayuda, cuando estemos en contacto con ella transmitirle mucho cariño en lugar de preocupaciones.
-Supongo...-admitió poniéndose de pie -. Iré...a caminar, a despejar la cabeza- avisó arrastrando la silla hacia atrás y se apartó de la mesa, caminando un poco ensimismada.
-Hey, Applejack...- dijo Thunderlane aun en la fila para servir la comida.
-No tengo tiempo para esto, Thunderlane- se limitó en decirle muy cortante sin mirarlo ni parar su andar para terminar saliendo de la Cafetería.
El muchacho suspiró frustrado y se restregó los ojos con fuerza. "Me vuelve loco...locura del bueno y del malo..." pensó cuando sintió unos toques en su hombro derecho y apartó la mano de los ojos para darse la vuelta y ver a una simpática joven de cabello naranja ondulado peinado hacia delante, de ojos verdes y piel amarilla, sonriéndose con ternura.
-Disculpa...pero la fila está avanzando- avisó con su voz delicada señalando hacia adelante y Thunderlane giró a comprobar el espacio que había al no haber continuado con el paso.
-Lo siento. Ando distraído, bueno, siempre estoy distraído.
-No fue muy amable de su parte- comentó jugando con la punta de su cabello mirándolo fijamente y él arrugó la frente -. Applejack- se aclaró.
-Ah...sí, pero...- resopló sonriéndose -. Estoy acostumbrado.
-Lamento oír eso- comentó mirándolo decaída -, pero no te enojes con ella. Tal vez tuvo un mal día- pensó llevándose un dedo índice a un lado de su rostro, pensativa -. Todos tenemos uno, así que por favor, piensa qué podría estarla molestando para actuar así y ayudarla para que no lastime sin querer a sus amigos- motivó para mirar la comida que reposaba en bandejas -. Me pregunto si tendré la suerte de que hayan servido zanahorias bebés- se desconectó de lo que hablaban y sonrió entusiasta formándoseles unos hoyuelos y posando su cabeza a un hombro casi avergonzada de haberlo dicho en voz alta, por lo que sus mejillas se entornaron de un rosa pálido devolviéndole la mirada -. Son mis favoritos- se excusó con una delicada risa. -. Es que son tan chiquitas que me da ternura.
Thunderlane se sonrió muy conmovido. Aquella chica, Carrot Top, era la persona más tierna, amable y dulce de toda la escuela. Era casi inevitable no emitir un "aaw" así sea en la cabeza por su modo de hablar, sonreírse y personalidad tan atenta y educada, y ni hablar su apariencia que invitaba a tratarla casi con un profundo respeto por su delicadeza.
-Descuida y gracias por el consejo. Lo consideraré- exclamó él para regresar su mirada en frente y continuar la cola.
-Está bien. Si puedo ayudar en algo, no dudes en decírmelo por favor- contestó con sincero ofrecimiento para divisar las zanahorias bebés en bandejas más adelante. Amplió la sonrisa, con una mirada más ansiosa, por llegar a su turno.
...
-Por... favor...- suplicó Sunset Shimmer con un torpe balbuceo mientras se removía en la cama, siendo contemplada por las mane5.
-¿Está teniendo una pesadilla?- preguntó Fluttershy con cejas curvadas.
-Eso creo- respondió Rarity levantando la mirada hacia las demás -. ¿La despertamos?
-El doctor dijo que la dejáramos descansar- recordó Applejack aunque con duda en su voz -. Está empezando a mostrar cuadro de mucho estrés.
-¿Y no crees que tener una pesadilla no es más que estresante?- preguntó Pinkie Pie.
Pero antes de ponerse de acuerdo, una fuerte aspiración les robó la atención para ver de nuevo a Sunset, despierta con el rostro húmedo del sudor y respirando agitadamente.
-Iré por una toalla- avisó Fluttershy y voló fuera de allí.
-¿Estás bien, querida?-le preguntó Rarity para que Pinkie Pie se ponga delante de ella.
-¡Sí! Estabas haciendo así- y empezó sacar y botar aire de la boca exageradamente y Rarity la hizo a un lado con el ceño fruncido.
-Lo que Pinkie quiere decir que te viste muy ansiosa, Caramelo- habló Applejack. -. Tuviste una pesadilla, ¿cierto?
-Sí- respondió con voz débil y cejas curvadas, mirándolas recelosas y buscando a alguien con la mirada.
-Twilight no está- habló al fin Rainbow Dash, adivinando lo que buscaba Sunset con sus ojos, los cuales se posaron en la pegaso que estaba a los pies de la cama con ese recelo ya característico -. No debe tardar en llegar- avisó mientras Fluttershy regresaba hacia la cama y le pasó una toalla húmeda en el rostro, refrescándola.
-Gracias- le murmuró Sunset a Fluttershy y la pegaso de crin rosa pálido le dio una sonrisa amable, casi con lástima.
-Sunset- la llamó Applejack y la unicornio la vio -. ¿Recuerdas qué pesadilla tuviste?
Sunset cerró despacio los ojos con frustración, para negar con la cabeza.
-Applejack- le habló Rainbow y la vaquera volteó a verla a hacer señas de que salieran de la habitación.
La vaquera le asintió y se alejó de la cama con Rainbow caminando hacia ella.
-Sé para qué me llamas- le dijo la pony terrestre abriendo la puerta para salir.
-No podemos confiar en ella- sentenció de una vez estando afuera del cuarto y Applejack cerraba la puerta tras ellas. -. Si pudo manipular a Celestia...
-Sé por dónde vas- le interrumpió con seriedad -. ¿Crees que no me sorprendí también? El hecho que Sunset haya llegado tocar el corazón de Celestia bajo su manipulación para rompérselo después, traicionándola...es...- parpadeó arrugando la frente.
-¡Vamos, dilo! ¡Es alarmante! Nos está queriendo decir el buen enemigo que tenemos enfrente. Es decir, ¿Cómo estar seguras que en serio no está manipulando a Twilight? Apenas despertó la buscó.
-Porque es la única con la que se lleva bien de aquí- le hizo ver y Rainbow gruñó para agarrarle el rostro y mirarla fijo.
-¡¿También te está convenciendo?!
-Creo que estás siendo paranoica- exclamó ceñuda apartándola con un casco. -. Mira, te doy la razón de dudar de ella. Pero también dudo de dudar...si es que eso tiene sentido. Porque, ¿Cómo estar segura que está mintiendo o diciendo la verdad? Tampoco podemos gritar con antorchas y trinches algo de lo que no estamos seguras.
-¿Qué sugieres?
-Hablarlo con Twili...
-¡Por favor!- exclamó torciendo los ojos -. Ella no escuchará. Está sobreprotegiendo a Sunset como si estuviera bajo su tutela y cada que decimos algo contra ella se pone a la defensiva y terca... ¡Lo que me preocupa más si se repetirá la historia de Celestia con Twilight!
-Tal vez no te escuche a ti- comentó acomodándose el sombrero -pero tal vez a mí sí.
¿Cuánto me quieres ahora?
-¿Celu qué?- dudó Moon White arrugando la frente, sentando en un banco de un parque junto a Twilight.
-Celulares- repitió con una risa -. Sí, suena extraño.
-Hablar con otra persona en tiempo real... ¿por un aparato?- se sorprendió, incrédulo para hacer atrás la cabeza, mirándola receloso -. ¿No me estás tomando el pelo?
-¡No!- se divertía -. Y puedes escuchar música, tomar fotos y además saber cosas de muchas cosas escribiendo en una cosa llamada "Google". ¡Cómo una bola de cristal!
-¡Cielos!- se maravilló pensativo -, eso suena demasiado tentador. Ya de por sí que describes que tu cuerpo se transforma más largo y te paras en dos patas.
-Pies- corrigió.
-¡Eso!- dijo mirándose las patas traseras y después levantar las delanteras viendo sus cascos -. Y manos se llamaban en los...brazos.
-Sí.
-Y tienes dedos.
-Sí- dijo para reírse al ver que el unicornio se sacudía entero apretando los dientes.
-Perturbador, ¿No te asustaste?
-¡Claro que sí! Si no fuera por Spike creo que andaría desquiciadamente ansiosa por ahí- reconoció recordando con risa el terror que le invadió esa primera vez que cruzó el portal -. Me alegra que haya saltado tras de mí. Fue de mucha ayuda.
-Y esas criaturas...personas... ¿viven en bien común?
-Pues sí- contestó para corregir: -. Aunque su mundo es diferente al nuestro. Allá han pasado por cosas muy fuertes en el que el bien no siempre le gana el mal.
-Oh- comentó curvando las cejas, hacia el sol que empezaba a bajar. -. ¿Pero cómo son? Ellos. ¿Es exactamente iguales a nosotros? Si hay contrapartes, ¿Tendré una yo? ¿Qué tan diferentes seremos y por qué? ¿Existirá un vínculo que une este mundo del otro? Pero me desvié. Dime, ¿Qué tan diferente es ese mundo con Equestria? ¿Lo que sientes por las contrapartes de tus amigas es igual o diferente el sentimiento? ¿Qué se siente caminar solo en dos extremidades? ¿Tienes las mismas necesidades?
Twilight parpadeó con la boca levemente abierta para tirar una risa.
-Sabía que podías ser curioso al ser un hechicero...pero no imaginé que lo fueras tanto. ¡Me mareaste de preguntas!
-Oh, lo siento- comentó llevándose ambos cascos a la boca, tic que tiene desde potrillo -. Pero no prometo preguntar menos. Siempre que lo prometo, lo rompo. Las preguntas las vomito- confió torciendo el gesto y fingir una arcada para dibujar con su casco en el aire un signo de interrogación, lo que hizo reír a Twilight.
-Descuida. Pregunta lo que quieras- sonrió ampliamente -. Contestando algunas cosas, ellos tienen costumbres muy diferentes- continuó Twilight, mirando también el astro descender -, la jerga, las actitudes y sus aparatos, muchos de esa...tecnología tienen. Allí usan mucho la ciencia y matemáticas para construir cosas, máquinas. Mientras aquí la prioridad es la magia, allá la ciencia.
-Eso me recuerda a un peculiar pony- pensó en voz alta haciendo memoria -. No recuerdo su nombre pero Celestia estaba interesado en él por su inteligencia en aparatos y llegó hacerle un recorrido en la Escuela. Era un pony terrestre. Pero a la final no pasó nada. Creo- se encogió de hombros -. No sé.
-¿Time Turner?- se aventuró -. Tu descripción concuerda con un pony que vive en Ponyville y se la pasa en su casa inventando cosas raras que la verdad no muchos están interesados. Sólo una pegaso gris.
-Creo que así se llamaba...aunque creo que se llamaba él mismo Doctor y decía expresiones raras- rió un poco -. Todo genio tiene algo de loco.
-¿Tenías muchos amigos durante tu época de escuela?
-¡Hey!- reprochó -. No contestaste todas mis preguntas.
-¡Son demasiadas!- se quejó divertida y abrió la boca para decir algo pero se le salió una risa negando con la cabeza.
-¿Qué? ¿Qué ibas a decir?
-Nada...sólo pensé...neh...
-Twilight...nunca dejes intrigado a un curioso- advirtió entrecerrando los ojos en son de juego -. No me has visto neurótico por la intriga de saber algo y te lo aseguro, no querrás hacerlo- dramatizó estirando los parpados inferiores de sus ojos con los cascos, arrugando la frente con un divertido gesto de desesperación y Twilight volvió a reír.
-Pues querré hacerlo- aseguró cruzándose de patas delanteras. -. Era una locura lo que pensaba.
-¡Y esos son los mejores pensamientos!- reprochó.
-Puedes ser divertido cuando te lo propones- admitió con sonrisa de lado -. ¿Ves lo que pueden perderse buenos ponies por no darles la oportunidad?
-Ya estaba tardando el sermón- se quejó rodando los ojos.
-Yo estaba rodeada de cinco geniales unicornios pero nunca las consideré como tal- lamentó -. Tanto así que al mudarme a Ponyville ni siquiera me molesté en despedirme.
-¿Por qué?
-Me temo que tanto tiempo en los libros se me durmió ese sentimiento de compañía, y sólo tenía a Spike, pero una vez en Ponyville, me di cuenta de lo maravilloso que me perdía en expandir mi amistad. Entre esas amigas que no supe valorar está Minuette. Después arreglé las cosas con todas.
Moon White asintió en silencio.
-Me alegro por ti.
-¿En serio?
-Claro que sí. Debes sentir...paz.
"Ya estoy en terreno" pensó Twilight para pensar bien en el siguiente paso.
-Así que... ¿No te sientes en paz?- se aventuró y Moon White miró con mayor atención el atardecer caer.
-La verdad es que no. Creé estas tontas reglas, me volví alguien tan receloso, porque no quería que nadie más me menospreciara cuando estirara mi amistad, porque aunque no lo parezca, una vez que la doy, es un compromiso- parpadeó inflando su pecho para suspirar suavizando los ojos -. Es doloroso.
-En especial si viene de alguien a quien estimaste mucho.
Moon White tiró una risa sacudiendo la cabeza para mirar a Twilight.
-Sé lo que tratas de hacer.
-¿Ayudarte?- preguntó desviando la mirada de lo que quedaba de sol hacia él.
-¿Por qué eres así?- preguntó con verdadera curiosidad ya, sin molestarse -. ¿Tan fastidiosamente insistente con esto?
-Porque soy la Princesa de la Amistad- sonrió levantando sus alas – y porque Sunset y tú son mis amigos y quiero ayudarlos a hacer felices.
-Un dolor de años no puedes curar repentinamente.
-Sí puedo. Alguien lo hizo conmigo.
-Pero somos ponies diferentes. Puede que mi veneno se haya esparcido muy adentro.
-¿Veneno?
-El resentimiento.
-Reconoces que es malo.
-Claro que lo hago pero es inevitable no sentirlo.
-Y es que yo no puedo succionarlo, ¿cierto? Sino la pony que te empujó a beberlo.
Moon White se quedó en silencio, contemplando sus palabras sin apartar la mirada de la seguridad y serenidad de Twilight.
-No sé si esté listo- confesó.
-No lo sabrás si no lo intentas- aclaró -. Ella quiere recuperarte.
-Twilight- le interrumpió apartándole la mirada con barbilla tiesa.
-Te necesita. Ella mismo lo dijo.
-¿En serio?- preguntó tirando una risa seca -. No me sorprende. Siempre me necesitó. Siempre. Y estuve allí. Le daba todo lo que quería tan ciegamente, pero entonces le fui inútil, se le acabó todo y me traicionó.
-¿Qué?
Moon White parpadeó y miró a Twilight, sorprendido, como si no supiera que estuviese allí, o que haya dicho lo que acababa de decir, o ambas.
-Olvídalo, Twilight.
-Vamos, Moon White- lo motivó -. Sé que quieres verla pero como dices, has dejado correr hace mucho ese veneno.
-Tú no sabes nada- exclamó expresando cierta impotencia y dolor en sus ojos grises.
-Entonces dime más para entenderte y ayudarte.
-¡Y es que ni yo mismo me entiendo!- exclamó fuerte, realmente frustrado y señalándose con un casco sobre su pecho. -. No entiendo por qué no puedo olvidarla. Deshacerme de ella para siempre. Sigue en mi retina. Y cuando creo que la voy olvidando, prometiéndome no mirar atrás, ¡Apareces tú en mi puerta! Quiero echarte, no haces más que poner sal a la herida pero tampoco puedo- se descargó algo agitado, más que decírselo a Twilight, se lo estaba diciendo a él mismo.
Sus ojos se levantaron hacia los de la alicornio, que lo miraba con ojos comprensivos y amables, haciéndole curvar mucho más las cejas y el corazón arderle al igual que sus ojos.
-Estás cansado- se limitó en decir -. Sólo eso. Estás cansado de hacerte el duro y alejar a todos. Porque no es tu naturaleza, no fuiste así siempre, y tu interior te lo está reclamando. Y está bien llorar.
-¿Llorar? Yo no quiero llorar- replicó ceñudo y los ojos fuertemente vidriosos viendo a Twilight enarcando una ceja.
-Por favor... ¿Es en serio? ¿Te pones terco ante algo tan obvio?- suspiró -. No hay nadie a nuestro alrededor. Nadie va a juzgarte. Yo no lo haré. Parece que lo necesitas. Si quieres me volteo- avisó y se alejó a la punta de la banca dándole la espalda.
-Me alegra tanto no conocer a alguien más como tú- se quejó acentuando más su ceño fruncido -. Eres molesta, entrometida e insistente que no para de contradecirme siempre- suspiró contrariado, sintiendo los bordes de sus ojos húmedos y se los secó enseguida aspirando fuerte, resistiéndose a dejar caer más lágrimas. -. Pero una gran pony- admitió mientras las luces de los faros del parque empezaban a encenderse -. En serio si Sunset está en tus cascos, va estar bien. Pero no me metas de nuevo en su vida.
-Eres injusto- comentó, aun dándole la espalda.
-¿Con Sunset?- preguntó sacudiendo la cabeza -. Ya te dije. Tú no sabes nada.
-No- replicó mirándolo por encima de su hombro -. Me refiero que eres injusto contigo mismo.
-¿Cómo es eso?
-Por una buena razón te dejas llevar por la nostalgia de tu antigua amistad con Sunset. Una parte de ti quiere perdonarla, darle una segunda oportunidad que a la vez, es darte una oportunidad a ti mismo. A tener fe de nuevo en los demás y romper los recelos que construiste como muro.
-Los cuales te has empeñado en romperlos.
-Más bien desarmarlos- corrigió sentándose derecho y mirarlo mejor, dándose cuenta que lloró al menos un poco. Era algo -. Desarmarlos porque aún quedan bloques por quitar que Rarity también ha estado ayudando a levantar.
-Sí...-admitió arrugando la frente -. Es muy buena en los detalles que inquieta.
-¿Verdad que sí?- preguntó tirando unas risas y al unicornio se le soltó una corta sonrisa, con una mezcla de dudas en su interior sobre él mismo, pero respingó del susto cuando Twilight aspiró con fuerza abriendo sus alas de golpe, volando a poco metros de la silla.
-¡Oscureció!- reconoció alarmada mirando su alrededor -¡Sunset! ¡Las chicas! ¡Novedades! ¡Irme ahora!- y tomó vuelo enseguida para regresar frente a él -. Nos vemos.
-Tranquila. Vete- despidió sonriéndose.
-Trataré lo más rápido posible en tener la melena y la lágrima. Te avisaré enseguida lo que prepara Minuette.
Moon White le asintió y ella volvió a tomar vuelo, alejándose con prisa. Él volvió a mirar donde se había ocultado el sol y cierta sensación de esperanza florecía lentamente sobre su pecho, saliéndosele una sonrisa...que empezó a temblar mientras su garganta se enredaba en un nudo.
*Flashback*
-Lo lamento.
-No puede ser...- farfulló la pequeña Sunset sin apartar la mirada en un nuevo intento de hacer el campo de fuerza en la flor del parque. Suspiró y levantó la mirada hacia Moon White -. ¿Por qué te disculpas?
-Por decirte "tonta" la última vez que nos vimos. No debí hacerlo.
-Pues no.
-¿Me perdonas?
-Da igual.
-Claro que no. Me siento mal- se explicó culpable. -. Pero es que me dio mucho coraje que me alejaras.
-¿Por qué? No somos amigos.
Moon White se dejó sentar con cejas curvadas, muy frustrado sin saber qué hacer ya para agradarle, pero levantó la cabeza al escuchar la risa de Sunset. Una más que de alegría era pesada, como de amargura.
-No fue para tanto- aclaró para devolver la mirada a la flor -. Estoy acostumbrada a los insultos. El tuyo fue muy blando y no me afectó.
-¿Acostumbrada?- exclamó con pena -. Te prometo que de mí no volverás escuchar un insulto más.
-Ahám...-exclamó sin importancia, volviendo al intento de hechizo.
-¿Quieres...que te enseñe a hacer el campo de fuerza?
-No. Te dije que puedo sola.
El unicornio la quedó mirando con las cejas bien curvadas, muriéndose de frustración.
-¿Le dijiste a tus padres de tu interés con la magia?
Sunset paró el hechizo para mover la cabeza con fuerza hacia él.
-No. Y no lo haré nunca. Jamás se me presentará la oportunidad y nadie cree en mí como para manejar la magia y por eso debo hacerlo a escondidas.
-Pero yo sí creo en ti.
Sunset pareció muy incomodada con la respuesta, moviendo su cabeza sin rumbo alguno y parpadeando. Entonces sonó aquella campana y la vio levantarse de golpe, como queriendo huir.
-Me tengo que ir.
-Siempre te vas cuando suena esa campana, ¿qué significa?
-No te importa- contestó para darse la vuelta e irse con el resto de potrillos que se reunían.
Entonces Moon White se levantó y caminó con andar rápido hacia una pegaso crema y un unicornio color cerúleo, que reposaban en una banca, mirándolo acercarse.
-Necesito ayuda- exclamó con frustración en el pecho.
-¿Qué sucede?- preguntó Speed Power.
-Una unicornio es muy talentosa pero creo que sus padres son malos con ella.
-¿Por qué?- preguntó High Line, más interesado arrugando la frente.
-Ella es muy ruda, dice que está acostumbrada a que la insulten y se pone muy rara cuando los menciono porque, mami, es muy talentosa para la magia pero creo que tiene miedo en decírselo a alguien.
-¿Cómo es ella?- preguntó la pegaso levantando la mirada hacia los potrillos del parque. -. Te he visto que te juntas con ella pero no la he visto bien.
-Ya te dije. Es ruda y rara, pero no sé, es talentosa y lista, le gusta reírse aunque lo niegue y...
-Me refiero físicamente- aclaró con una sonrisa divertida.
-Ah, es bonita, muy bonita...-curvó las cejas mirando la sonrisa de lado y ceja levantada de sus padres mirándolo para después intercambiar una mirada entre ellos-.¡¿Qué?! ¿Por qué me miran así?
-Nada, nada- rió conmovida -. Describe su melena, sus ojos...para poder ubicarla.
-Su pelaje es dorado, su melena bicolor roja y amarilla, sus ojos son cyan. ¡Ah! Siempre usa un lazo rojo en el cuello.
La pegaso movía la cabeza viendo a algún potrillo con esas características.
-Speed- la llamó su esposo señalando con un movimiento de cabeza a Sunset reunida con otros potrillos con mismos lazos rojos.
-Oh...- comentó asintiendo una vez para mirar a Moon White -. Querido, no vuelvas a insistir con lo de sus padres.
-¿Por qué?
-Es huérfana- y señaló al grupo para que mirara -. ¿Ves que todos usan ese lazo? Es como un uniforme. Para identificarlos cuando salen del orfanato, un lugar en que vive ella con esos otros potrillos que han perdido a sus padres también. De seguro la lastimas cada que mencionas a sus padres porque ella no los tiene.
Moon White miró a Sunset perdida entre la multitud de los demás potrillos con aquel semblante serio y apagado, con los demás potrillos mirándola mal y apartándose de ella, dejándola a un lado. Cuando empezaron a caminar en fila vio a un potrillo que le robó el puesto en el que estaba parada al darle un empujón de lado haciéndola caer, sólo para ser regañado por una cuidadora pero el daño ya estaba hecho. Moon White curvó las cejas con lástima pero a la vez sintió que se le entumecía el cuerpo de la rabia por el trato que recibió. Como si su madre le leyera la mente, le tomó de un hombro para que la mirara.
-Quiero ayudarla- le robó el habla a su madre -. Con razón siempre está enojada y se le hace raro cuando se ríe, cuando se siente feliz, porque no lo es. No quiero que esté triste. Siento algo raro aquí- se apresuró en decir llevándose un casco a la altura de su corazón.
Speed se sonrió suavizando los ojos y lo abrazó con una pata delantera contra su pecho mientras High Line le desbaratada la melena negra y le decía:
-Sé su amigo. Es todo lo que necesita".
Y el recuerdo al disiparse como neblina, hizo que recién Moon White prestara atención cuánto le ardía el pecho, que también subía y bajaba ante el corto jadeo que dio al ahogarse en un silencioso llanto que a la vez, empezaba a limpiarle por dentro.
...
¡No sé porque insistimos en esto!- se quejó Soarin completamente irritado cerrando de golpe el cuaderno. -. ¡Se me van todos de mi casa, ya!- gruñó, lanzando una mirada a su grupo de amigos.
-Qué clase de anfitrión eres- se quejó Caramel.
-Sí, vaya amigo...- comentó Flash.
-¿Queso?- preguntó Cheese estirando una bandeja de cubitos de queso amarillo.
-¡Yo, por ser buen amigo, acepté a prepararlos para el examen de matemáticas de mañana!- se explicó Soarin poniéndose de pie -. ¡Pero el deportista anda con los ojos pegados al ESPN y me manda a callar cuando trato de enseñarle!- señaló a Caramel quien estaba a cinco centímetros del televisor viendo un partido.
-¡Shhh!- lo chitó ceñudo para volver su mirada a la pantalla -. ¡Touchdown!- celebró levantando el puño.
-¡El músico anda fastidiando que tiene bloqueo creativo!- continuó su queja y señaló a Sentry que andaba con guitarra en mano y varias bolas de papel a su alrededor.
-¡Tú no entiendes la mente creativa!- le refutó ceñudo-. No puedo concentrarme hasta tener algo.
-¡Y Cheese!-concluyó, señalando al chico -. ¡Cheese está loco!
-Gracias- sonrió el fiestero con un sombrero de plástico de vaquero montado en un caballo de palo y miró a una esquina del cuarto, en donde estaba un pollo de hule usando una corona india de plumas. Cheese entonces entró en personaje y empezó a hablar en "indio" -. Jefe Deshuesado. Hombre blanco...venir en paz...apoderarse de tierras...usted...abrir casinos...
-¡Increíblemente el único que está tranquilo es Thunderlane...y es Thunderlane!- avisó Soarin y todos cayeron en cuenta que tenía razón.
Desviaron su mirada hacia el chico que estaba recostado en la cama de Soarin, con las manos tras su cabeza y mirada perdida al techo.
-Oh...esto es grave...- comentó Flash mientras se dirigía hacia él con los demás y Thunderlane no se movía, ignorándolos perdido en sus pensamientos.
-Debe estar muriendo- bromeó Caramel sonriendo de lado.
-¡A un lado!- exclamó Cheese con una bata blanca y botiquín, se inclinó a su amigo con la mirada en su reloj de muñeca, sin darse cuenta que colocaba el estetoscopio hacia su frente y al no escuchar latidos... -. ¡No oigo su corazón!- jadeó agrandando los ojos. -. ¡Está muer...!- gritaba para virar la mirada hacia donde en realidad apuntó el aparato. Miró a los demás quienes se sonreían con cara de resignación acostumbrada -. Ya lo sabía- sonrió para colocar el estetoscopio a la altura de su corazón -. Esto no se oye bien...
-Según tú qué tiene- le siguió el juego Flash.
-Mal de amores- exclamó para sacar una medicina de su bata y lo tiró a la boca del estómago -. Tómate una Paracetamol. Disque cura todos los males.
Eso al menos les robó unas risas a sus amigos y una sonrisa sincera en Thunderlane, que desvió la mirada en ellos.
-Pues el diagnóstico es correcto. Me tiene así una chica- suspiró restregándose los ojos.
-¿Una?- se asombraron todos.
-Es decir...- decía Caramel.
-Sí...- contestó sentándose en la orilla de la cama -. Me gusta Applejack. Me gusta mucho pero no sé qué hacer realmente para, ya sabes, hacer un buen movimiento y convencerla de que soy bueno para ella. Que no pienso en "peros" si siente algo.
-Thunderlane...- suspiró Flash sentándose en su lado izquierdo -. Sólo sé tú mismo.
-Sí, hombre- apoyó Caramel acomodándose en su lado derecho y le palmeó la espalda -. Sólo sé cómo eres siempre.
-Verás que se dará cuenta que eres lo suficientemente maduro y capaz para ser su pareja- continuó Soarin asintiendo una vez.
-¿Y quién sabe? Tal vez se transforme en algo serio y formen una familia de ensueño- concluyó Cheese.
Pasó un segundo y entre los cinco se intercambiaron miradas para inflar los cachetes y reventarse en risas a todo pulmón.
-¡Jajajajajaja! ¡Sólo faltó la música melosa y cursi de fondo!- exclamó Caramel dando palmadas a la espalda de un Soarin que se ahogaba en su propia risa.
-¡Jajaja esto supera todos mis chistes jajajaja!- dijo Cheese.
-¡Por un minuto casi me lo creo!- exclamó en risas Thunderlane para pararla de golpe -. ¡Hey!- reclamó recién. -. ¡Esto es serio!
-Bien, hablemos en serio- mitigó el chiste Flash -. Thunderlane...eres nuestro amigo...compadre...compinche...y te queremos...
-Pero...- exclamó Soarin torciendo el gesto y miró a Caramel -. ¿Cómo decirlo?
-Applejack...es una manzana que está en la copa más alta del árbol- explicó Caramel levantando una mano más arriba de su cabeza -. Y tú...- siguió, dudando en qué tan abajo ponía la otra.
-Para qué enemigos si los tengo a ustedes, ¿no?- murmuró Thunderlane con entrecejo.
-Mira Thunderlane- habló Soarin con mayor seriedad -. No es que seas tan malo. Sólo que te has fijado en una chica difícil. En el sentido que Applejack está muy alto.
-Y si en verdad quieres algo con ella- agregó Flash -. Tienes que esforzarte en serio.
-Y tú historial no es el mejor que digamos- comentó Caramel -. Para empezar, fantaseaste con un Thunsunjack desde hace mucho tiempo. ¿Cómo saber si en serio te gusta cuando compartías esa atracción con otra chica?
-Sunset ya no me atrae- confesó con sinceridad -. Ya no. En serio. Sólo pienso en Applejack- suspiró bajando las cejas -. Y tienen razón. Ella está muy alto... por lo que en serio debo esforzarme.
-Vaya...- comentó Caramel sonriéndose de lado con la mirada hacia Cheese -...creo que los golpes que le dábamos en serio le quitó todo...- bromeó y su amigo rió con él.
-Chicos...-los llamó Thunderlane con seriedad y eso los intrigó bastante -...les agradecería que paren los chistes. En verdad quiero demostrarle que puedo estar tan alto como ella.
-¿Así de serio van las cosas?- le preguntó Cheese.
-Sí. Me gusta y no me daré por vencido, al menos haré el intento de demostrarle cuánto me importa- afirmó poniéndose en pie y Cheese desvió la mirada saboreando sus palabras e inevitablemente pensó en Pinkie Pie, mientras su amigo continuaba con voz decidida: -. ¡Así que ya verán, lo lograré!
-Eh... ¿Cómo con exactitud?- preguntó Caramel dubitativo.
-Ah...pues- murmuró -. Aún estoy en eso- y se volvió a recostar en la cama.
-¿Me pregunto si puedo hacer una canción sobre esta situación tuya?- se preguntó Sentry y empezó a jugar con palabras caminando de vuelta hacia su guitarra.
-¡Segundo tiempo!- gritó Caramel regresando al televisor.
-... ¿Cómo quedamos con los Casinos?...- dijo Cheese repentinamente usando de nuevo su sombrero de plástico de vaquero hablando con Deshuesado.
-¡¿Podremos estudiar de una vez?!- gruñó Soarin al verlos de nuevo como quedaron desde el principio.
-Tú, como siempre, el aguafiestas- se quejó Thunderlane y Cheese sopló desanimadamente una serpentina sobre su cabeza.
-¡Se me van de mi casa sino van a estudiar!
-¡Shhhh!- lo chitaron en coro.
-¡Entonces me voy yo!- gruñó y tomó un par de libro y salió del cuarto tirando la puerta.
-Cinco...-contó Caramel.
-...cuatro...-continuó Cheese.
-...tres...- siguió Thunderlane.
-...dos...- concluía Flash.
-Uno- corearon los cuatro y se abrió la puerta de golpe.
-¡¿Qué fue?!- les regañó Soarin.
-Ya vamos- corearon y dejaron sus distracciones sonriéndose divertidos.
...
-¿Pasaremos la noche aquí?- preguntó Sunset con las cejas curvadas a Twilight -. Pero si me siento bien.
-Lo sé pero ya oscureció y no llegaremos a tiempo al último tren- se explicó.
-No puedo quedarme aquí. Aun siento mucha vergüenza encontrarme con Celestia.
-Pero ella te perdonó.
-Lo sé, lo sé- comentó sacudiendo la cabeza y Twilight se acercó a ella tomándole un casco.
-¿Sabes qué te animaría?
-¿Qué?- preguntó con resoplido, como si no hubiera nada que le animaría en este mundo.
-Me traje algo conmigo en este viaje- avisó sonriente mientras levitaba un pesado cuaderno hacia Sunset, abriéndolo en las primeras páginas y la unicornio dejó abrir la boca de sorpresa reconociendo la letra.
-¡Es Applejack!- exclamó expandiendo una sonrisa tomando el libro entre sus cascos -. ¡No tu Applejack, mi Applejack!
-Sí, lo sé- sonrió con gusto al verla un poco más animada mientras Sunset empezaba a devorar cada palabra de su amiga:
"Querida Sunset:
¡¿Cómo estás?! Aquí nosotras te hemos extrañado mucho. Estamos en exámenes así que ya sabrás la lata que estamos con Rainbow Dash".
Ante esto Sunset asintió dándole la razón con una pequeña risa, que hizo a Twilight asentir aprobando su plan en marcha.
"Pero como sea" continuó la vaquera "Relájate, amiga. Deja de preocuparte por todo y centra esa cabeza tuya. Te conozco como cada hectárea de mi granja y sé lo frustrada que te puedes encontrar. Pero recuerda que estás allí para descubrir lo que te molesta así que no te bloquees con el temor. Nosotras, tus amigas, estamos enviándote mucho energía positiva, porque te queremos".
Sunset se conmovió llevando un casco a la altura de su corazón. Twilight podría ver sus ojos un pocos aguados. Sunset quería responderle pero entonces otra letra apareció. Una cursiva y elegante. "Rarity" se dijo sonriendo mientras leía:
"¡Querida! Me da gusto saber que al menos podremos comunicarnos de esta manera. ¡Oh! Soy Rarity por si no reconoces mi letra jejeje. Te mando muchos saludos y espero no descuides mi trabajo en tu cabello con aquellos productos que te recomendé, ¿cierto?".
La naturalidad de la acusación hizo que Sunset sintiera por primera una relajación de lo que alguna vez llamó hogar.
"No le hagas caso a lo que dijo Applejack. ¡Estoy mejorando! Sino, pregúntale a Fluttershy con quien estoy haciendo la sesión de estudios. Ya te la acerco".
Sunset sacudió la cabeza divertida ante la reacción defensiva de Rainbow Dash.
"Ahm, hola, Sunset. Soy Fluttershy. Rainbow está poniendo todo de sí para salir muy bien en estos exámenes...pero sólo porque anda en una competencia amistosa con Trixie Lulamoon".
"Trixie..." pensó la unicornio con nostalgia bajando las cejas.
"Te extrañamos y te queremos mucho" agregaba Fluttershy y se le salió una corta sonrisa a Sunset. "¡SUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUNSEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEET".
No había que ser genio, "Pinkie Pie" se divirtió Sunset.
"¡Amiga! Ni te imaginas lo atareada que estoy con estos exámenes y la organización del baile de fin de semestre. Pero tú sabes cómo soy de súper dúper hiper comprometida cuando hago fiestas y ésta no será la excepción pero al mismo tiempo lo soy con los estudios así que pongo mucho mucho de mi parte para poder salir victoriosa en ambos y que mis amigos pasen una noche inolvidable porque debe ser inolvidable ya que si lo olvidan no será inolvidable y quiero que sea inolvidable porque si no es inolvi..." y ahí terminó su escrito, lo que hizo pensar a Sunset enseguida que sus amigas le pararon la pluma por escribir como carretilla, como lo haría hablando, lo que hizo soltara una risita con un "típico de Pinkie".
"¿Estás cuidando bien del sombrero y la capa?" fue la siguiente oración que apareció en la página y Sunset quedó mirando las palabras, con sus ojos sobre ellas por un rato, como si las saboreara. "Soy Trixie" se especificó y Sunset miró a Twilight quien le tenía levitada una pluma con una sonrisa. Sunset la tomó con su magia y colocó la punta sobre la hoja.
"Hola", escribió con torpeza.
"Hola" devolvió el saludo.
"¿Qué tal todo?" escribió para enseguida contestar su primera pregunta "Sí, sí. Estoy cuidando bien de tus tesoros. No te preocupes. Están en buenos cascos".
"Hey, lo sé, Trixie sólo bromeaba".
Sunset dibujó una suave sonrisa, mientras a un espejo de distancia, en la habitación de Fluttershy donde se llevaba a cabo la sesión de estudio, Trixie Lulamoon mantenía la misma sonrisa mirando su respuesta.
"Así que cascos..." escribió haciendo que Sunset haga un mohín en su boca.
"Sí...debe ser incómodo para ti recordarte que no soy humana, que mi verdadera forma es de un unicornio. Con cuatro patas, cola, melena, un cuerno en la frente...".
"Claro que no. Trixie te quiere por lo que eres".
Sunset cerró los ojos con un ardor en el pecho, releyendo la conversación y sin evitar preguntarse "¿Quién soy según tú?", mientras, Twilight se mantenía distante, casi sin moverse ni hacer ruido de pestañar ni respirar, ya que Sunset parecía haberse encerrado, ignorándola. Mejor.
"¿Cómo te ha recibido la escuela?" preguntó tras unos minutos contemplando sus respuestas.
"No me quejo. Nadie molesta a Trixie. Bonbon y los demás siguen siendo geniales y extrañaron mucho a Trixie. ¡Reconocieron que es grande y poderosa!"
"..."
"¡¿No me crees?!"
"¡No dije nada!"
"Ah"
"...pero tú lo hiciste..."
"¡¿Cómo te atreves dudar de Trixie?! ¡Sabía que tenía que grabarlo para la posteridad!"
Sunset soltó una carcajada ante su reacción.
"Como sea" escribió Lulamoon "Sé que no es fácil por lo que estás pasando. Pero sabes que tienes mucho amor rodeándote, ¿cierto?".
Sunset arrugó la frente, viendo las palabras aparecer.
Desde el cuarto de Fluttershy, Trixie estaba sentada en su cama y lanzó una mirada a Las Rainbooms, quienes en silencio miraban expectante a Trixie con su conversación con Sunset.
"Aquí tienes muchas personas que te aman y se preocupan por ti" leyó Sunset "Confían en que ese cariño te dará la fuerza suficiente para vencer la magia oscura".
Trixie levantó la pluma para llevarse un extremo a la barbilla con la mirada hacia la hoja, escogiendo las palabras correctas a decir. Entrecerró un poco los ojos concentrada en su cabeza y llevó la punta de la pluma de vuelta a la página.
"Hace meses atrás le dijiste a Trixie que cada persona tiene una luz que ilumina la vida del otro" le recordó. "Dijiste que hallaste esa luz en mí y por eso eras buena con Trixie, y tenías la seguridad que podría ser muchísimo más de lo que era. Pues tú también tienes luz Sunset, y la usaste para iluminarme el camino correcto. Que mi luz logré hacer lo mismo que lo que hiciste por Trixie".
Sunset se recostó en el espaldar de la cama, profundamente conmovida con los ojos vidriosos levitando con torpeza la pluma hacia el papel.
"Me haces falta" admitió.
"Y tú a Trixie".
"En serio quisiera tenerte aquí cerca"
"¿En serio?" sonrió suavemente y sus ojos se expresaron alegres "Pese la distancia, Trixie siente algo de ti cerca".
"¿Y qué sientes?".
"No sé...algo así como tu presencia. Como si estuvieras frente a mí pero invisible. Siento ese calor y tu energía".
Sunset curvó las cejas, descomponiendo de a poco el rostro. Twilight no le quitaba la mirada de encima.
"No sé cuánto tiempo pasará para volver a verte...tal vez pase mucho...no sé..." contestó Sunset "¿No te vas a olvidar de mí?".
-¡Qué estúpida pregunta!- se quejó Trixie ceñuda haciendo que Las Rainbooms se intercambiaran miradas.
"¡Por supuesto que no, Sunset!" escribió con cierta rabia "No debes dudar eso nunca. Trixie te promete que jamás te va a olvidar. Te promete que no vas a perder el espacio que ganaste en su corazón. Te promete estar sólo a un espejo de distancia, pero siempre estará su presencia latente. Te promete a ser siempre cada día la mejor versión de sí misma, a no recaer a su pasado, como sé que no recaerás tú. Te prometo serte leal y nunca, nunca, abandonarte ¿No sabes lo importante que eres? ¡Me has salvado de mí misma! soy más feliz de lo que fui antes y por eso siempre Trixie estará en deuda contigo".
Sunset no se resistió y lanzó un quejido con una torcida sonrisa, pero con el pecho que ardía en llamas mientras sus lágrimas empezaron a correr por sus mejillas, sin darse cuenta del rápido brillo purpura que atrapó las primeras gotas y se levitaron el pequeño frasco que sostenía Twilight, tapándolo y ocultándolo enseguida. "Espero y no sean de tristeza" pensó para mirar a una muy conmovida Sunset queriendo como arrancarse el pecho "aunque creo que no".
Tras despedirse de Trixie y charlar con las demás Rainbooms, Sunset le entregó el libro a Twilight. Ella salió de la habitación y levitó el libro para dar un vistazo a las conversaciones.
-¿Y?- le preguntó Applejack caminando en el pasillo hacia ella.
-Parece que el plan funcionó- comentó levantando la mirada hacia la vaquera -. Si lloraría conmovida, sería por sus amigas de Canterlot High.
-Twilight...-la llamó como preámbulo -. ¿Qué has pensado sobre la reconciliación de Celestia y Sunset?
-¿Debería pensar algo en específico?- dudó por el tono extraño de voz de la vaquera -. ¿Quieres decirme algo?
-Pues sí- contestó. -. Twilight, creo que no debes confiarte mucho en Sunset.
Twilight frunció el ceño tensando de golpe el rostro y sus ojos se expresaron enojados.
-¿Ahora tú? ¿Rainbow Dash ya te convenció?
-¿Podrías abrir tu mente, por favor?- continuó manteniendo la calma -. No estoy del lado de nadie. Estoy en el mío y pienso, que si Sunset antes pudo manipular a su antojo al mundo, cayendo en ello la propia Princesa Celestia, debemos ser precavidas.
-Ella no me está manipulando si eso quieres decirme.
-¿Por qué tan segura?
-Porque es mi amiga. Está aquí porque quiere ayuda. Ya vieron esta tarde cómo le afecta emocional y físicamente esta situación.
-Y... ¿No has pensando que está aquí por otra cosa?
-¿Qué?- dudó torciendo el gesto -. ¿Cómo qué?
-Pues...por magia.
La alicornio mantuvo la mirada sobre su amiga sin inmutarse y de a poco, bajó los hombros y desvió los ojos hacia un lado, pensando.
-No la acuso de nada- aclaró Applejack -. Sólo estar precavidas para no caer en su manipulación. Me preocupas porque eres quien está todo el tiempo con ella. Vive bajo tu techo.
-Gracias por tu preocupación, Applejack- contestó con voz neutra, mirándola -. Lo tendré presente- le mantuvo la mirada -. En serio.
-Bien- asintió una vez.
...
Una pony terrestre crema de ojos celestes y melena bicolor rosa y azul estaba sentaba en una de las mesas del Sugarcube Corner, mirando con normalidad una dona glaseada de frutilla siendo movida con un resplandor de magia dorada, como si fuese un muñeco.
-"Oh, soy tan apetitosa y redonda"- le hacía hablar a la dona con voz aguda una unicornio color menta con su mirada concentrada en el postre -. "No vayas a perderte en mis curvas"- continuó para fruncir el ceño con amenaza y levitarla entre sus ojos para hablar con su voz natural: -. Ooooh pero se me antoja esas curvas- advirtió con juguetona malicia, para agarrar con ambos cascos la dona y la devorara de una mordida, llenando sus cachetes -. Ñom. Ñom. Ñom. Sí que eras apetitosa... ¡Eras!- exclamó con la boca llena y un rostro "malvado" levantando sus cascos hacia arriba, haciendo efectos de rayos y truenos en su cabeza.
-Lyra...
-¿Sí, Bonbon?- preguntó viéndola para tragar con fuerza el postre pero torció el gesto y se le salió un tosido al atragantarse un poco y se golpeó el pecho con un casco sonando como tambor, para que al fin ruede.
Toda su hazaña hizo que la terrestre soltará una corta risa. Ya estaba acostumbrada.
-Eres rara- le dijo con una suave sonrisa y bebió de su café negro.
-También te quiero- pestañeó exageradamente rápido inclinada a ella para desviar el rostro apenas sonó la campanita de entrada del Sugarcube Corner -. ¡Derpy!- saludó radiante viendo a la pegaso entrar volando.
-Hola, chicas- saludó volando hacia ellas.
-¿Te sientas con nosotras?- le preguntó Bonbon.
-¡Sí! Podemos hacer pelear mi dona con tu muffin como la última vez- avisó Lyra.
-La última vez usaste mi café para "ahogar" el muffin de Derpy- se quejó Bonbon ceñuda.
-¡Y lo volvería hacer!- exclamó.
-Deberías dejar de jugar con la comida.
-Como sea- restó importancia la unicornio y le sonrió a la pegaso -. ¿Te nos unes? No hay tres mosqueteras sin nuestra cartera favorita.
-No puedo- se disculpó con una sonrisa -. Tengo que ir a ayudar al Doctor.
-Oh...con que así van las cosas...- dramatizó llevándose un casco a su pecho -...está bien...vete con el corcel...es decir... ¿Quién te necesita? ¿Tus mejores amigas? No...qué va, ellas no necesitan de ti- dramatizó con puchero y curvando las cejas.
-Pero soy su asistente- trató de calmarla aunque más de una vez Lyra actuaba de esa manera en juego pero la pegaso lo tomaba en serio. -. Debo ir con él cuando tiene un nuevo proyecto.
Bonbon le tiró un resoplido a la unicornio.
-No le hagas sentir mal- se quejó para mirar a Derpy -. Está jugando. Ve con Turner.
-Mañana- le dijo a Lyra -. A las once. Lo prometo. Y ahogaremos mi muffin en el café de Bonbon.
-¿Qué?- reclamó la terrestre.
-¡Sí!- celebró Lyra burlándose de Bonbon.
La pegaso asintió y se dirigió hacia la barra para ordenar.
-Es tan linda y tierna- sonrió Lyra.
-Sí pero no juegues así con ella, se lo toma a pecho. No me gusta.
-Es broma. Sabes que todo bromeo.
-Para ti, no para ella.
-Somos sus amigas hace mucho y ella sabe que no la lastimaría.
-Igual- sentenció llevando su taza a la boca.
-Eres muy protectora con Derpy. No es una potrilla, ¿sabes?
-Lo sé pero es...- se interrumpió al ver la ceja levantada de Lyra -...ya sabes, ingenua. ¿Crees que no me cuesta dejarla ir...a la casa de ese corcel...solos?
-Sé que no te agrada Turner- suspiró con un casco estirado hacia su plato de donas -. Pero han pasado tres años, Bonbon. ¡Tres! Exageras en que no debes confiar en él. Son como pan y mantequilla. Como tú y yo, que completamos nuestras oraciones. Apuesto a que adivinas en lo que estoy pensando.
-¿En que soy una exagerada sobreprotectora?
-Eres tan lista- se burló para dar un mordisco a su segunda dona.
-¡Nos vemos mañana!- despidió Derpy con una bolsa en un casco.
Ambas ponies le sonrieron y sacudieron sus cascos en despedida.
-¿En dónde estábamos?- dudó Lyra -. ¡Ah sí!- y levitó la dona -. "Oh, soy tan apetitosa y redonda"- habló con la voz aguda y la llevó hacia la cara de su amiga -, "¿no te provoco acaso, Bonbon? ¿Eh, eh, eh? Lo redondo es porque tienes donde agarrar"- y no evitó en soltar una carcajada.
-¿Qué hice para juntarme contigo?- se burló sonriéndose de lado para arrancharle la dona y llevársela a la boca torciendo los ojos porque Lyra daba grititos de agonía que provenían de la dona supuestamente. -. Psicópata.
Derpy llegó a una sencilla casa de tejas rojas. Tocó y tocó pero nadie abría. Ya sabía lo que significaría, así que simplemente abrió la puerta. Cruzó la sala hasta la cocina, donde abrió una puerta y bajó las escaleras, donde conducía a un espacioso sótano que terminó convirtiéndose en un improvisado laboratorio lleno de estantes, aparatos terminados y sin terminar, papeles, planos que empapelaban la pared, que no evitó soltar una sonrisa chueca por lo que retenía la bolsa con su boca al ver el dibujo de mejores amigos que hizo hace un par de días. Se detuvo frente a un desordenado escritorio, con un pony terrestre roncando suavemente sobre unos papeles llenos de fórmulas y planos por terminar.
Derpy Hooves sonrió conmovida curvando las cejas y dejó la funda de papel para sacar un muffin y dejarlo a su lado.
"Tonto, anoche te desvelaste, ¿cierto?" pensó en su cabeza ocultando una risa con su casco para que no haga ruido para despertarlo. Se dejó sentar a su lado, mirándolo con cierta cálida comodidad dentro de ella, sin poder borrar la sonrisa. Derpy acomodó sus patas delanteras sobre el escritorio y colocó su rostro sobre ellas, tal como estaba acomodado Turner dormido. La pegaso no podía dejar de contemplarlo, sintiendo el siempre raro ritmo de su corazón latiendo un poco más rápido cuando estaba con él. "Siempre se pone muy feliz" pensó bajando la mirada hacia su pecho. Trataba que su corazón se pusiera igual de feliz al pasar tiempo con Lyra o Bonbon, pero no pasaba igual. Sólo con él. Experimentaba otra clase de felicidad.
Suspiró curvando las cejas, con la repentina necesidad de algo que no se atrevía hacer por vergüenza. "Pero está dormido" pensó, suavizando el rostro. Si estaba dormido, no se daría cuenta y no pasaría vergüenza...¿cierto? Por una razón la idea hizo que su corazón se acelerara más y un raro calor se esparció por todo su cuerpo, entrando en unos absurdos nervios. Aun dubitativa, ella se acercó más hacia él, escuchando el suave ronquido cansado de una mala noche, sin percatarse de cuánto se empezaban a ruborizar sus mejillas, cerrando los ojos instintivamente mientras abría el ala izquierda y se posaba con apropósito lentitud al lomo del corcel. El rubor explotó en su cara cuando apenas lo abrazó con su ala, unos ojos azules se abrieron de golpe, mirándola enseguida.
Ambos se quedaron mirando, sin saber reaccionar.
Whooves se quedó tieso de la impresión. El corazón se le paró, agrandando sus ojos azules. Lo estaba abrazando con su ala. Nunca lo había abrazado con su ala antes. Y sabía lo que significaba esa costumbre. Pero en vez de incomodarse, sintió una mezcla de alegría y ternura, suavizando una sonrisa, agradecido del gesto y lo cercano que ella lo sentía para abrazarlo de esa manera.
Miró su enrojecido rostro, sus largas pestañas, el gesto dulce y su loca melena rubia desordenada a sus lados, con el cerquillo cubriéndole la frente. Ella era tan cálida, tan tierna y siempre olía a dulce, a...muffin. Time tiró una delicada sonrisa con un repentino buen humor y no pudo resistirse en inclinarse un poco para darle un delicado beso sobre su cabeza, que iluminó su cuerpo por completo en una indescriptible felicidad mientras Derpy agrandaba los ojos, sorprendida pero a la vez indescriptiblemente feliz de la calidez de sus labios sobre su cabeza que pese se apartó, aun podía sentirlos ahí, sellados.
El terrestre no apartó el ala de ella y volvió a acomodarse sobre el escritorio. Aún sonrojada, Derpy quiso arremedarlo y cerró los ojos para inclinarse rápido y darle un beso sobre la cabeza pero sus labios aterrizaron en su mejilla al no apuntar correctamente. Al sentir su rostro en lugar de melena, su corazón palpitó más fuerte.
Whooves la miró enseguida, sorprendido, viendo lo enrojecida que estaba y con los cascos sobre su pecho. Pero tenía un rostro asustado.
-Muffins...
-Me siento rara- le dijo con hilo de voz.
-Esto...fue raro...
-Pero en serio me siento rara- insistió, asustada.
-Pues... ¿Tienes fiebre? Estás...algo roja...
-¿Te contagié?- se asustó más.
-¿Qué?- dudó.
-Es que también tienes la cara roja.
-¿En serio?- preguntó agrandando los ojos.
-Sí. ¿Por si acaso también te duele el pecho?
-Eh...- dijo colocando su casco en el pecho -...pues me late anormalmente el corazón.
-¡El mío también!
-Y tengo la boca seca.
-¡Sí!- coincidió agitando sus alas -. ¿Y sientes escalofríos?
-¡Sí! ¿También tienes esa sensación rara...?
-¿En los labios?- le completó -. Pues sí.
-¿Sabes lo que significa?- preguntó y se quedaron mirando para corear: -. ¡El virus del corazón loco!
-¿Ya llegó a Ponyville?- exclamó Derpy volando a pocos metros del suelo.
-Las Pegasus fue la última ciudad en llegar- recordó -. Será mejor ir al hospital que nos revisen antes de contagiar a alguien.
-¡Buena idea, Doc!- exclamó y ambos salieron de allí directo al hospital.
...
La oscuridad se alzaba a su alrededor.
Podía sentir su corazón agitarse, desenfrenado.
Tenía el casco sobre su pecho que subía y bajaba descontrolado.
Su respiración era irregular, empezando a sacar y entrar aire por la boca, dejándosela seca y con los labios endurecidos.
No podía ver absolutamente nada. Sólo sentir mucha angustia, mucho miedo y cómo perdía el control de sus movimientos. Como si el cuerpo se durmiera. Podía percibir que tenía los ojos enormemente abiertos, como si se esforzara en ver a través de aquella pesada negrura que hasta la cubría a ella misma. Sus cejas estaban curvadas, con los cascos helados y escuchando el sonido de los jadeos angustiosos salir con fuerza de su boca.
Una brisa fría empezó aparecer de a poco, erizándole su pelaje y ponerla más nerviosa al sentir un aliento hirviendo que quemó su oreja: "Te advertí que no te encariñaras con nadie".
Sus ojos se llenaron de lágrimas, acelerando los jadeos mientras el frío la envolvía hasta impedirle moverse, haciéndole perder el control de su propio ser.
"¿Te lo dije o no?", reclamó la voz una respuesta y esta vez el aliento le quemó el rostro. "¿U olvidaste lo que le hicimos al último a quien quisiste?" Y Sunset sintió su corazón arder, en recordar un pasado al que se avergonzaba tanto pero a la vez asustaba, por lo que fue inevitable cruzarse inconscientemente por su mente las personas y ponies que le importaban, lamentando haberlos conocido. Escuchó una profunda risa y el aliento secó un poco sus mejillas húmedas de lágrimas. "Te lo advertí...tú no puedes querer ni ser querida. Atente a las consecuencias ahora".
Aspirando con fuerza, Sunset Shimmer despertó de lo que vendría ser la segunda pesadilla en un solo día. Respirando por la boca y el casco sobre su pecho donde su corazón latía desbocado, la unicornio trató de calmarse, sintiendo la boca completamente seca, mirando el alrededor de la oscura habitación de la madrugada. Lamentó una vez más no tener ni el más remoto recuerdo de lo que sueña, a la vez que sentía la necesidad urgente de beber agua. Quitó las sábanas levitándolas y salió de la cama, con un andar lento salió del cuarto, tratando de hacer el menos ruido posible para no despertar a nadie.
Podía escuchar los leves sonidos de sus pasos y mientras se dirigía a la cocina, podía recordar que hace mucho, había pisado estos mismos suelos.
Llegó a la cocina y se sirvió el agua. Al terminar de beber, sólo sintió más sed que antes y llenó el vaso de nuevo. Y de nuevo. Y de nuevo. Curvó las cejas paseando la lengua a los labios, secos. No tenía sentido. Llenaba de nuevo el vaso cuando una voz la hizo respingar.
-Noche difícil, ¿eh?- le preguntó Luna atrás suyo mientras Sunset se recuperaba del susto y se daba vuelta para verla -. Esa cabecita tuya está muy bloqueada- comentó acercándose mientras iluminaba su cuerno y tomó la jarra para llenarle el vaso. -. Tú y yo no nos conocemos. Tú sólo has oído de mí y yo he oído de ti- le levantó una ceja -. Tenemos un historial interesante, ¿no lo crees?
-Eso creo- murmuró levitando su vaso hacia sus cascos y ver su reflejo en el agua.
-No somos tan diferentes, Sunset- exclamó Luna con la mirada hacia la ventana, donde se podía ver la luna, iluminando con su luz el rostro de alicornio oscura. -. Yo también fui poseída por magia oscura. Fui forzada a dejar Equestria por mi ambición. Estuve sola...por mil años, en el frío satélite que lleva mi nombre.
Sunset bebía de su agua mientras Luna le hablaba que al terminar de escucharla, dejó el vaso sobre el mesón y caminó para detenerse a su lado, con la mirada hacia el rostro de la Princesa que observaba la luna con mucha atención.
-Supongo que tiene razón- le dijo Sunset -. Pero usted está libre de esa magia. Yo no. Y no entiendo por qué.
-Somos casos diferentes. Ponies diferentes- comentó para bajar la mirada hacia ella -. Tal vez yo fui más fuerte que tú, o la magia es más fuerte que la que tuve yo. Pero el punto es, que pase lo que pase, no dejes de luchar, no puedes olvidar quién eres en realidad y nunca dejes de sentir pureza en tu corazón.
-¿Usted hizo eso?
-Supongo- contestó parpadeando frunciendo levemente el ceño -. Creo que lo que me mantuvo aún viva dentro de Nightmare fue el volver a ver a mi hermana- confesó con un suspiro, sacudiendo la cabeza -. Celestia sufrió muchísimo por mi corrupción.
-Y por mi culpa también- murmuró Sunset desviando la mirada, sintiendo una culpa que le ahogaba el pecho. -. La engañé, la usé y traicioné. Convertida en demonio con la corona de Twilight, iba a Equestria a reclamar el lugar que según yo, merecía; su trono.
-Ella te ha perdonado- le comentó Luna -. Ya no tienes por qué sentirte mal. El pasado es lo que es, pasado. Este es el presente y debes aferrarte a él.
"Es tan sencillo decirlo" pensó Sunset sin decirle nada más a Luna que despedirse para retomar el sueño y la Princesa desapareciera para continuar su papel en el mundo onírico de los ponies. "Es tan difícil no dejar de pensar en lo que hice, en lo que sentí, en cuántas personas y ponies dañé. Escuchar y escuchar consejos que ya no sé cómo poner en práctica. Es frustrante, complicado y muy, muy agotador" se quejaba camino a su cuarto para detenerse en medio pasillo hacia su habitación y levantar un casco para acariciarse la cabeza "Ya estoy cansada de...".
"¿Luchar?".
Sunset detuvo su pensar y abrió los ojos con el ceño fruncido, apartando el casco y mover la cabeza en ambos lados. Alguien le había interrumpido el pensamiento. Pero sí, era cierto, estaba cansada de luchar. Pero no quería pensarlo demasiado fuerte, porque estaba mal pensar eso, ¿cierto?
Pensó que ya debía volver a la cama y dejar de pensar tanto. Deshacer esos pensamientos perdiéndose en el sueño...aunque le aguardaría de seguro una pesadilla. Ni allí estaba a salvo. Tal vez en ningún lado lo estaba en realidad.
Continuó caminando pero entonces el sonido de un aleteo la retuvo. Volteó la cabeza, no encontrando a nadie, pero si agudizada sus oídos, podía continuar escuchando aquel aleteo. Frunció el ceño.
-¿Rainbow Dash?- preguntó dándose la vuelta y caminar donde percibía el aleteo. -. Eres tú, ¿cierto?
Con tal de espiarla, podría desobedecer las órdenes médicas del reposo de sus alas. Frunció el ceño y llegó al siguiente pasillo para ver al fondo de este iluminándose brevemente. Acentuó su ceño y se teletransportó hasta allá.
-¿Me estás espiando?- preguntó apenas apareció para deshacer el ceño y sobre un candelabro ver una esplendorosa ave de plumas carmesí brillante claro y ámbar brillante, que se mantenía quieto, mirándola fijamente. -. ¿Un...fénix?- dudó parpadeando varias veces -. ¿Qué hace un fénix...aquí?
El ave le mantuvo la mirada y por una razón, Sunset se sintió incomodada. La mágica criatura parecía una estatua y sus ojos fijos sobre ella parecían atravesarle la piel. Sunset empezó a pensar que estaba a la defensiva el ave, tal vez un mal movimiento y se atrevería a atacarle.
-Se llama Philomena.
Sunset volteó de inmediato para chocarse con los ojos de Fluttershy.
-¿Qué haces aquí?- le susurró Sunset.
-Ehm...bueno...escuché ruidos cerca de mi puerta- aclaró señalando con su casco el pasillo y levantó la mirada hacia el fénix -. Ella es Philomena, la mascota de la Princesa Celestia. Es amigable- le aclaró al ver la pose defensiva de Sunset.
-No lo creo. Me mira muy ruin.
Fluttershy miró mejor al ave. Tenía razón. Normalmente Philomena era juguetona, bromista y muy amigable que no dudaba en volar alrededor de algún pony nuevo para conocer. Pero ahora no. Nunca la había visto en esa pose tan dura y distante hacia alguien.
-Oh, ¿Le hiciste algo?- se le ocurrió preguntar.
-No, Fluttershy- contestó con voz pesada endureciendo el rostro, -. Sólo me vio y bastó para ponerla así. ¿Siempre tengo que tener la culpa?
-Yo...no quise...lo siento...
-Te agradecería que no me trataras como alguien que va esparciendo su veneno por allí.
-Lo siento...
-Y deja disculparte- refunfuñó mirándola cuando ambas respingaron del susto en cuanto Philomena trinó violenta expandiendo sus alas incendiadas.
-¿Phi...Philomena?- tartamudeó Fluttershy al ver el ave aletear con fuerza y no paraba de trinar.
-¿Se enloqueció?- reclamó Sunset mientras escuchaba varias puertas abrirse a la vez.
-¡¿Qué es ese ruido?!- se quejó Rainbow Dash salir de una habitación del pasillo mientras las demás ponies salían de los suyos.
Mientras se reunían hacia Fluttershy y Sunset, Philomena saltó del candelabro y voló envuelta en llamas sobre ellas descuidadamente cerca, haciendo que ambas ponies se echaran al suelo y cubrieran sus cabezas con sus cascos, para después el ave perderse entre los pasillos de aquella torre del castillo.
-¿Qué pasó?- preguntó Twilight galopando enseguida hacia ellas, más bien hacia Sunset.
-¡Y yo qué sé!- se quejó ceñuda irguiéndose -. ¡Sólo sé que hasta esa tonta ave me odia!
-Aquí nadie te odia, Sunset- le corrigió.
-No, claro que no- contestó irritablemente cansada.
-¿Qué hacías levantada? ¿Una pesadilla? ¿No podías dormir? Mejor ven a mi cuar...- decía estirando un casco para posarlo sobre su hombro pero Sunset se lo apartó de un solo golpe violento que sorprendió tanto a Twilight, a las demás y hasta la misma Sunset.
-¡Hey!- le reclamó Rainbow ceñuda interponiéndose entre ambas -. No te atrevas a golpearla y peor aún frente a nosotras.
-Rainbow- llamó la atención la alicornio para mirar a Sunset.
-Perdón- dijo la unicornio sacudiendo la cabeza y los ojos vidriaron -. Te golpeé...a ti...- dijo con voz aguda. -. Pero es que me vuelves loca con tu sobreprotección y preguntas y...- jadeó cerrando los ojos -. Sólo estoy cansada de todo esto...- exclamó mirando a todas -. Yo no soy mala...yo no quiero hacer daño a nadie...pero es muy difícil...Ustedes no comprenden lo que pasa dentro de mí.
-¿Y qué pasa?- le preguntó Applejack con pose firme y Sunset la miró.
-Caos.
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