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Capítulo tres

ENSAYO

So why don't we go, somewhere only we know?

Somewhere Only We Know by Keane

Darcy Hall.

Llevo los últimos veinte minutos mirando al animal a mi lado.

—Yo no te lamí, ¿Por qué me ves así? —dice Gaspar.

Alzo la ceja y hago una mueca cuando Gaspar se quita de encima, suelto un suspiro contenido, el bastardo pesa como una mula de carga.

Me levanto del mueble y Tom se acuesta en el lugar donde estaba, su pelaje blanco hace un contraste extraño con el chillón naranja de los muebles de mi casa. Jerry está acostado en las piernas de Gaspar, pero ambos perros se mueven apenas se dan cuenta que voy a la cocina. Abro el gabinete de la cocina y sirvo la comida de los perros en sus platos. Puedo escuchar las pisadas de Gaspar recorriendo la estancia para después volcar su mirada en mí, sus ojos parecen molestos y sus mejillas se inflan, solo puede significar una cosa: Ciro le escribió.

—El idiota movio la hora del ensayo a una hora antes porque según él salio de la universidad temprano.

Frunzo el ceño.

—Eso es bueno, idiota, ¿porque te molestas?

—Porque es algo que debería decirnos —Antes de que pueda replicar, Gaspar vuelve a hablar—. No puede hacer lo que le da la gana.

— ¿Eres idiota o porque estas de mal humor hoy?

—Leí un libro que terminó mal —confiesa.

—Ya no tienes que ocultar tus gustos en fanfics, cualquiera sabe que no leerías un libro, ni porque te pagarán.

—Eso es mentira.

—No hacías la tarea del colegio, casi te reprueban en literatura —Rueda los ojos y saca de nuevo tu teléfono—. ¿Me estás ignorando porque te digo la verdad?

—Te ignoro porque me vas a sacar de quicio.

Gaspar se aleja y se pone a discutir con Ciro (lo más probable) desde su teléfono porque no tiene nada mejor que hacer. Salgo de la cocina y voy a mi habitación, dejo mi puerta abierta porque nunca me ha gustado el sonido que hace Gaspar cuando entra por la misma, me deslizo hacia el escritorio y abro el set list para terminar de coordinar los últimos toques de una nueva canción.

Si, la canción es buena, lenta, suave, un poco de blues, algo que se desliza de nuestro rango como banda de pop/rock. Puedo venderla ya que la renta parece más cercana a medida que el paso del mes entra, y Dios no quiera que Gaspar vuelva a pagar la renta del lugar, pero la canción tampoco es algo que la mayoría de mis clientes suelen comprar. Sería una mierda si no la compran o peor aún si lo hacen.

La alarma que había automatizado en algún punto de la tarde sonó con una fuerza estruendosa.

—¡Ya es la hora! —grito—, revisa el horno, idiota.

—Me tienes harto, ya estoy en el horno.

Me levanto de la cama y cruzó por el lugar hasta dar al pasillo, para entrar a la cocina, en donde Gaspar acaba de sacar el pastel de carne que su hermana le enseñó a hornear, y como buen ayudante puse un cronómetro para que no incendiara la cocina.

— ¿Apagaste el horno?

—Claro que sí.

Escucho el switch de la cocina apagarse y suelto una sonrisa.

—Guardaré el pastel, tenemos que irnos antes.

Ciro envía un mensaje colectivo donde dice que llegará temprano al club, por lo mismo, Gaspar y yo también salimos. Nos movemos hasta la entrada donde nos colocamos los zapatos y guardamos las llaves para salir.. Bajamos por las escaleras hasta llegar a la entrada en donde Gaspar suele dejar su aparcar su Audi A1 2011. Gaspar conduce con su típica música de Diva del pop casi a todo volumen por las calles, es familiar el ronco cantar ligeramente desafinado que suelta Gaspar con cada coro de: "Oh, oh, oh, oh". Llegamos al club donde solemos ensayar, lo dirige un amigo de Gaspar, Liam.

—Bienvenidos —dice Liam desde la barra, Gaspar sonríe hasta que su mirada se deforma en una mueca cuando se da cuenta que Ciro está en la barra—. Disculpen, creo que me he robado a su bajista.

La broma de Liam parece afectar todas las conexiones neuronales de Gaspar porque al instante, rueda los ojos y se aleja del lugar.

—Ciro, me alegra que hayas logrado venir más temprano —suelto. Ciro bufa, Liam bufa y estoy seguro de escuchar a Gaspar bufar—. O no, estoy seguro que no estuvieras de tan mal humor.

—Idiota —Ciro golpea el asiento a su lado y me acerco. Liam se aleja de la barra para caminar hacia las mesas—. ¿Te parece bien?

Frunzo el ceño y lo miró, él no me ve, pero suelta un suave suspiro apenas camuflado por el trago de cerveza. Sus dudas siempre han sido más fuertes que sus convicciones, y el descenso de Jason del estrellato parece haber sido la punta de iceberg, las palabras de Gaspar estoy seguro que quebraron algo que no había sido tenido ninguna factura antes. Debe tener las mismas dudas con París ya que terminó siendo él quien dijo para contratarlo, sin posibilidad de opiniones contrarias.

— ¿Por qué lo escogiste?

—Sonara estupido, pero canto Vienna de Billy Joel.

Ciro no me mira, pero sus labios permanecen en una sonrisa suave, como si un recuerdo feliz estuviera en su memoria.

—Pensé que no permitas que tus emociones dominen tu logica

—No lo hago.

— ¿Te gusta la canción?

—Mi papá me la dedico antes de morir.

Me quedo mudo. El recuerdo de su padre entra en mi mente como una de las canciones viejas que siempre escuchaba en el hospital, era de los 80 's, una de las épocas favoritas del hombre y por consiguiente la mía. Pasé mucho tiempo con Ciro cuando su padre enfermó antes de declinar en la carrera, y después de formar la banda. Recordar a ese hombre es parecido a recordar a un padre en todo aspecto: amable, paciente, cariñoso y afectuoso.

—No sabía eso.

—No deberías saber todo de mi, es insípido...

— ¡Disculpen la demora! —gritan desde la puerta.

La mirada de Paris es extremadamente hermosa, pero cuando está agitado por correr y parece que no ha tomado agua durante un buen tiempo es aún más profunda. Cierro mis labios y París resiste la tentación de bajar la cabeza, pero su cuerpo sigue ligeramente agitado y sus mejillas se bañan en un carmesí adorable.

— ¡Por fin estás aquí! —Gaspar casi grita del escenario, alza las manos y le hace un gesto para que se acerque a donde está él—. ¡Ven aquí! Quiero probar el sonido contigo.

Paris asiente en su dirección y antes de que pueda terminar de ir, suelta un ligero "Buenas tardes" en nuestra dirección que hace que mi mente burbujee en cálido recuerdo. Ciro alza una ceja en mi dirección pero ignoró su mirada.

—Ya el mal está hecho —afirmó.

—El mal se ve sexi en esos pantalones —Hago uso de todo mi autocontrol para no darle una mirada más profunda a esos pantalones de jean ajustados que está usando París—. Te sonrojaste.

Ciro se levanta de golpe antes de que pueda decir algo y camina hacia el escenario con los demás. No, Ciro no lo sabe, piensa que me gusta, pero que nunca haría nada con él, Ciro es fácil de leer porque su mente funciona para el éxito, en cambio Gaspar es más receptivo en varios aspecto, él se daría cuenta que tuve algo con París si dejo que mi cuerpo reaccione así.

Tardo 20 minutos a que mi guitarra esté afinada al igual que Ciro quien permanece sentado en el piso. París y Gaspar llegan a mi lado, sus ojos se enfocan en la laptop donde está la set list, sé que le dieron la lista de canciones. Me enfoco en él, de nuevo, como si pudiera encontrar nuevos rasgos que me hayan perdido, París se lame el labio inferior, sus dedos usan el mouse para deslizar hacia abajo y terminar de leer, sus ojos parecen firmes en las letras y un rubor se enfoca en sus mejillas.

Adorable.

Bajo la vista hasta la guitarra y jalar las cuerdas para recordar que estén bien afinadas. París se aleja, se posiciona y toma el micrófono.

Si esto sale mal...

No me doy tiempo de pensar en eso cuando Ciro chasquea los dedos para hacerme saber que está listo.

Gaspar golpeó las baquetas, una, dos, tres veces y empezamos.

Run baby, run, I can find you

You try to run, I can't live without you

You try to fall, avoid what is imminent,

no matter how much you can run,

it will never be enough.

La voz de París Graham es un manjar, algo deleitable y poco convencional, ronco, pero en algunas notas suaves, no es tan fuerte como antes después del comienzo, pero creo que puede ser porque no tiene tanta práctica.

I get so high, oh

Every time you run (run)

I (I) would fall (fall) from grace

I'm broke because

you are loving me

I just want to get to you, let me get to you.

Cuando las últimas notas rompieron el canto, un silencio se asentó alrededor del escenario y fue roto por los aplausos de Liam quien parecía feliz sentado en la mesa que debería estar limpiando.

París se sonroja cuando Gaspar empieza a aplaudir dándole una calurosa y constante celebración. Es dulce como Ciro deja escapar una mueca apreciativa, es todo lo que dirá al respecto. Asiento y aplaudo un poco para terminar de molestarlo, lo que tiene el efecto deseado cuando los ojos de París se enfocan en los míos, y trago grueso, esos ojos pueden hacer cosas insanas en mi mente. Alejo el pensamiento para asentir y darle indicaciones a Gaspar para que comience desde el comienzo de nuevo.

La práctica dura una hora cuando el primero en cansarse es Ciro quien se deja caer en el lugar y agarrar la botella de agua que le lanza Liam. Gaspar está mordiéndose el labio mirando la escena fijamente la interacción entre Liam y Ciro como si fueran enemigos públicos. Ciro me llama para que agarre una botella de agua mientras París fue a llevarle otra a Gaspar. La abro y tomó de ella.

La práctica se prolonga para tomarnos un tiempo de descanso para coordinar cómo nos moveremos por el escenario y cuáles pistas suenan mejores. Cualquier duda parece dispersa para el final de la noche, cuando el club abre sus puertas y los trabajadores llegan.

—Bien chicos —dice Liam cuando ya nota que vamos a descender—, ¿quieren que les invite una ronda por eso?

—Yo no tomo alcohol, pero te acepto una coca cola, siempre y cuando venga de ti —dice Ciro sonriente y coqueto, lo cual siempre es extraño de ver, a mi parecer. A Ciro solo le interesan visualmente pocas personas y en esa extraña lista la encabeza Liam y seguramente Godzilla.

Ciro se baja del escenario para caminar al lado de Liam hacia la barra.

—Me lo decía a mí —se queja Gaspar desde su lugar, para después levantarse y caminar hacia ellos—, obviamente que hice casi todo el trabajo por aquí.

— ¿Te golpeaste cuando eras chiquito o porque tan idiota?

— ¡¿Yo idiota?! No tienes autocontrol.

— ¿Autocontrol? ¡¿Yo debo tener autocontrol?! —Ambos están frente a frente haciendo que mi estómago se quiera vaciar. Ciro golpea su dedo contra el pecho de Gaspar y ambos se miran—. Si supieras lo que es el autocontrol te harías un test de enfermedades, hasta tocarte sería contagioso.

—No lo hagas —El tono que usó Gaspar fue prepotente y descarado. ¿Eso fue un coqueteando?

— ¿Pelean todo el tiempo? —Mi corazón sale disparado cuando me doy cuenta que París se acercó, pero no me mira si no hacia la escena de Gaspar y Ciro quienes discuten en voz baja—. Digo, ¿cómo es que están en la misma banda cuando parece que no se caen bien?

—Si, como todo el tiempo, pero ya es algo de ellos, ¿has visto a Harry Potter?

—Si, ¿quién no?

Mis hermanos, creo que mi obsesión con las películas hizo que nunca más quisiera tener nada relacionado con ellos.

—Bueno, ellos serían Ron Weasley y Draco Malfoy, si alguna vez se llevarán soportables. Se conocen de la universidad y soy amigo de ambos, es casi recurrente que se lleven mal.

Sonríe y la vista es suficiente para darme cuenta que sigue siendo tan lindo, es decir, no creo que deje de serlo en los pocos minutos que deje de verlo.

—¿Cómo fue que llegaron a una banda todos?

—Eso es irónico, digamos que fue un plan de negocios borrachos que terminó siendo factible cuando nos dimos cuenta que sabemos tocar un instrumento cada uno, somos buenos escribiendo canciones y uno de nosotros quiere ser un productor musical.

—¿Por qué no intentaron cantar?

—Si, esa es la parte irónica, ninguno sabe cantar.

Sonríe y niega con la cabeza, para acto siguiente, acercarse hasta la computadora y revisar una vez más las partituras. — ¿Quien escribió Too High To Run?

—Ciro hizo la letra, yo solo hice el ritmo.

— ¿También escribes?

—A veces, muy pocas veces —reconozco—. ¿Y tú?

—A veces, como muy pocas veces.

Me sonríe y sus enfoque vuelve a la laptop. Es tenso como su acercamiento está haciendo que mi piel se sienta caliente, la última vez que estuve tan cerca de él estábamos en medio de...

—Oye, sé que es extraño porque ya sabes...

—Está bien —París vuelve a enfocarse en mí, y por Dios, quiero morir cada vez que sus ojos se posan sobre mí—. Pasaremos mucho tiempo juntos y somos compañeros de banda, no necesitamos más incomodidad en nuestros hombros.

—Si, por supuesto, podemos ser amigos.

Pone su mano y la estrecha con la mía para formar un acuerdo, pero en lo único que puedo pensar es en la suavidad de la misma, en cómo sus mejillas se tornan rojas y su respiración ha cambiado grado.

—Amigos.

Ambos nos soltamos y una capa de tensión se cierne a mi alrededor, sofocante, caliente y maravillosa. 

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