Capitulo siete
CERCANÍA
If it hadn't been for love.
If It Hadn't Been For Love by Adele
París Graham.
Existe un motivo por el que Gaspar es arrogante: es bueno dando golpes.
Apenas Ciro dio la noticia salimos del local para encontrar a Gaspar golpeando a otro chico en el callejón, está encima del desconocido, todo puños impactando contra el rostro y brazos del otro. Darcy interfiere, sujeta a Gaspar desde los hombros y lo levanta, alejándose del chico quien yace inconsciente en el piso. Ciro estaba sonriendo al costado.
¿El hombre en el piso estará respirando? Lo confirmó cuando coloco mis dedos bajos en los orificios de su nariz. Gracias Dios por no darme un cargo de consciencia extra con el que lidiar.
- ¿Por qué mierda estás sonriendo después de ver algo así? -le pregunto acercándome a Ciro, quien de inmediato se pone serio contra mi acusación.
-No sonrió -afirma Ciro y alzó una ceja en su dirección, él rueda los ojos-. Solo disfruto la situación, él idiota me dijo asquerosidades y antes de que hiciera algo ya Gaspar estaba sobre él.
No ha salido mas nadie del bar, en realidad espero que este sujeto no tenga mas amigos desaparecidos
-Tiene los nudillos rotos y un moretón en el pómulo. -dice Darcy.
- ¿Y cómo quedó Gaspar? -pregunto.
-Ese es Gaspar, el otro está en el descanso eterno.
-¿Podemos ir a la cárcel por esto? -interroga Ciro mientras se acerca a un enojado Gaspar quien parece estar contenido por el abrazo de Darcy que inicia desde su espalda hasta agarrar sus brazos-. ¿Te dieron en la cabeza o porque siento que quedaste más idiota?
-Ciro -lo llamo-, no creo que sea momento de molestarlo.
-Te ves sexi, molesto -dice Ciro, haciendo que los tres lo miremos como si le hubiera salido una nueva cabeza desde su cuello, para este punto parece ser lo más extraño de la situación-. Olvídalo, es el alcohol hablando, te sigues viendo feo.
Darcy camina hacia el auto con Gaspar a cuesta, y nosotros siguiendo como unos patitos que siguen a su madre. Nos deja con un simple: "intentaré arreglar la situación". Eso fue hace 20 minutos. No ha vuelto y lo cual hace la situación un poco desesperante. Ciro está comiéndose las uñas quizás con menos alcohol en su sistema y Gaspar parece que está a punto de quedarse dormido en el hombro de Ciro, Ciro no lo mueve, quizás consciente de la situación delicada que tiene en sus manos.
-Hable con el idiota, dijo que nos va a denunciar y bla, bla, bla -comenta Darcy, apenas entra en el auto y cierra la puerta-. Es grave ya que si nos denuncian puedes ir a la cárcel por un tiempo.
Eso parece haber despertado a Gaspar, quizás no tanto como parece
-Tiene testigo de defensa, eso no debería ser un problema -digo-, aunque si llega a pasar podemos hablar con mi hermano, estudió un semestre en derecho, es bueno en leyes y carros.
-Eso es genial, pero no creo que nos sería de ayuda -habla Gaspar.
-Cállate Gaspar, por ti es que estamos en esta situación.
- ¡Te estaba defendiendo!
-Tierno, pero en realidad no lo pedí, soy un chico como tú, puedo golpear a los idiotas o correr cuando la situación lo necesita. No me minimices.
-No intento hacerlo.
-Chicos, ahora no -Darcy se ha girado y los está mirando a los dos a los ojos, no sé qué rostro le pone pero puedo asegurar que parecen avergonzados así que bajan la cabeza y desvían la vista-. Manejare al apartamento, si quieres te puedes quedar.
Mi cerebro debe seguir nebuloso hasta que noto los ojos de Darcy concentrado en mi rostro. No hago más que asentir y saco mi teléfono le escribo a mi hermano que no llegaré a la hora acordada, así puede dormir tranquilo. Vegas nunca lo dirá en voz alta, pero se que no suele dormir hasta que regrese al apartamento, es una persona nocturna, prefiere trabajar de noche y se suele quedar despierto hasta muy tarde, algún viejo hábito que tuvo que aprender de la calle. Vegas no responde el mensaje, pero me deja en visto. Después de unas tres cuadras, llegamos a un complejo de apartamentos. El lugar es mediano, de una fachada lisa y fácil pasar desapercibido si vives en un lugar así.
Gaspar abre la puerta principal y es cuando caigo en cuenta que quizás, Darcy y él sean compañeros de cuartos, como una vieja pareja casada, fue un mal ejemplo, por obviedad.
Caminamos hasta el tercer piso porque su elevador está averiado y terminamos en la puerta marrón de un apartamento. Gaspar es quien abre la puerta y es atacado por dos perros de pelaje blanco y negro. Mi cuerpo se tensa de inmediato y me agarro a algo con rapidez, mi corazón se acelera y mi piel hormiguea ante el escalofrío, es incómodo. Mi estómago se vacía y mi primer instinto es huir, tan lejos y tan rápido que las piernas me tiemblan un poco.
-Oye, ¿estás bien? Estás pálido, ¿quieres vomitar?
-S-si -mi voz salió inestable, cuando la enorme bestia blanca empezó a correr hacia mi dirección
-Hey chico, no hagas eso -Darcy agarró al perro y de inmediato me concentro en la fría pared en mi espalda. Podía sentir la sobriedad golpear mi cuerpo como una ráfaga de agua fría y la boca de mi estómago contraerse. Me quiero morir, me quiero alejar de aquí.-. ¿París, te sientes bien?
- ¿Te dan miedo los perros? -pregunta Ciro, apenas puedo asentir, pero no parece hacer falta. Ciro jala del brazo a Gaspar, quien silba y los perros se enfocan en él.
-Puedo encerrarlos en mi cuarto si te hacen sentir incómodo.
-Yo... -suelto un suspiro-, me iré.
- ¡No! -Darcy agarra mi mano y me sujeta con firmeza-, es tarde, si quieres puedes estar en mi cuarto y ya después te acompaño a tu casa.
-Tiene razón -insiste Ciro-, no cabemos todos en el mueble, así que te puedes quedar en su cuarto. Vamos ya los perros no saldrán.
- ¡Ya están encerrados! -anuncia Gaspar feliz, quizás por el golpe de adrenalina que tuvo al encerrarlo-. Ya puedes entrar.
Darcy sigue pegado a mi cuerpo, no parece tener un deseo de apartarse y así que tampoco me alejo. Entramos al apartamento y la luz cálida es lo primero en demostrarme que es un hogar, luego aparece una sala de estar con muebles cafés y una televisión al fondo, el sector tiene dos pasillos que conducen a dos puertas a cada lado. Al fondo estaba una cocina y más alejado una terraza de aspecto pequeño.
-Es lindo el lugar -digo, un poco agitado por el ruido de los perros en el fondo de una habitación. Mi concentración estaba inmersa en el lugar, en el pasillo, esa habitación donde están los perros.
Ciro se lanzó en el mueble con la familiaridad solo adquirida al pasar mucho tiempo en esta casa. Cuando Darcy tocó mi espalda con su mano firme toda mi atención se concentró en ese punto.
-Ven te llevaré a mi habitación.
- ¡Cuidado con lo que hacen adentro! -grita Gaspar desde la cocina.
Y sé que es una broma, pero eso no evita que mi cuerpo no se tense o que mi piel hormiguee con algo parecido a la anticipación.
-Ignóralo, suele ser mas idiota con Ciro alrededor -susurra, golpeando su respiración contra mi cuello, lo que hace que mi mente se vacié.
- ¿No se intentarán matar mientras no estés presente? -pregunto, pero en realidad no me importa tanto como otras veces.
-Quizás sea mejor dejarlos que se maten, suelen ser menos problemáticos de esa forma.
La habitación de Darcy es algo que nunca hubiera imaginado, considerando como es él. Es todo limpio, de colores claros, y luz fría que impacta contras superficie blancas y pulidas. La cama parece mullida, los estantes son altos y la cerámica de las paredes contrasta con todo lo demás del apartamento.
-Te conseguiré ropa. -Asiento, y Darcy se aleja hacia uno de los estantes-. ¿Quieres comer algo? ¿Beber algo? -Niego, pero lo ignoro por instinto.
Revisó su escritorio y parte de donde parece que está trabajando algo. Me desplazo por el lugar hasta que captó fotografías enmarcadas de una familia. Cuatros chicos de edades más jóvenes y una pareja mayores a cada lado. Más atrás está el título de preparatoria de Darcy, a su lado una colección de CD ́ s de carátula blanco que no podían ser descifrados, parecen al azar su ubicación. Un poco más abajo está Darcy más pequeño, con un par de señores mayores.
-Son mis abuelos -dice, dejando la ropa de lado de la cama y se acerca a donde estoy mirando-, tienen demasiada energía desde siempre.
-Tuvo que haber sido genial criarse con tantas personas -Darcy alza una ceja y es cuando termino de darme cuenta de lo que estoy diciendo-, digo no es como si... Sabes a lo que me refiero.
-No creo -comenta con una sonrisa suave.
-Me crié en las calles, Darcy, soy algo así como muy huérfano -me muerdo el labio, pero continuó-: mi hermano mayor se fue de casa cuando tenía 15 años, y mis padres me abandonaron dos años después. Vegas la pasó mal conmigo a costa -Sus ojos se habían suavizado hasta un punto que su mirada sobre mi cuerpo me enrojeció-. Bueno eso fue deprimente, voy a cambiarme, sal del cuarto.
- ¿No quieres ir al baño?
-No saldré si lo perros están afuera.
- ¿Puedo preguntar el porqué?
-Lo pase mal en las calles, eso es todo.
-Te puedo acompañar al baño, me pondré detrás de la puerta y te protegeré.
El gesto me recordó a un acto infantil y puro, un acto dulce, y por un momento quise pellizcarle las mejillas.
-Bien.
Agarró la ropa y Darcy me abrió la puerta, para colocarse delante de mí, a pesar que el baño está a unos pocos pasos. Darcy se queda plantado detrás de la puerta.
La luz blanca y colores igual de aburridos que los del cuarto de Darcy hacen que el baño sea un complemento perfecto de la habitación y que rompa con el pasillo de luces cálidas y verde oscuro. En el lavamanos, hay un cepillo de dientes en reposo único y sigo las instrucciones de Darcy y busco un cepillo de dientes extras en el estante superior. Lo tomo y me lavo los dientes. Luego, dejó la ropa de Darcy en los costados del lavamanos, y me quito la ropa para darme un ducha rápida usando unos de los jabones solo en áreas generales.
Salgo de la ducha y me quedo sin bóxer, pero con un mono deportivo suelto y gris, es perfecto a mi talla. Al ver la camisa pude notarlo: es demasiado pequeña. Salgo del baño y fiel a su palabra afuera está Darcy apoyado al lado de la puerta y con teléfono en mano.
-La camisa es demasiado pequeña, no me va a entrar -Enrojece demasiado rápido y su mirada recorre mi abdomen. Su boca se abre y se cierra con rapidez, pero luego vuelve a mi rostro-. ¿Te gusta lo que ves? -pregunto antes de que pueda decir algo.
-Sí, digo... ¿la camisa no te queda?
- ¿Por qué la escogiste tan pequeña?
-Pensé que entrarías, gracias a Dios que no.
-Eres un idiota, Darcy -de repente me doy cuenta del exceso de silencio en el cuarto-, ¿Y los chicos?
Darcy agarra mi mano y me pone detrás de él para caminar hacia la sala, donde está Gaspar arropado con algunas cobijas y un puchero en los labios.
-Siempre que Ciro se queda, Gaspar suele dormir conmigo o en el sofá.
- ¿Por qué Ciro se queda en la habitación de Gaspar?
-Problemas en la columna, no puede dormir en otro lugar que no sea una cama. Gaspar le da la suya sin chistar, ya es costumbre de ellos.
-Si deberías mandarlos a un psiquiatra -digo para volver por donde vine.
Darcy me sigue como fiel protector y los dos terminamos en el cuarto. Saca una nueva camisa, esta vez más grande que la anterior y sin chistar me la pongo. Darcy comienza a sacar almohadas y mantas extras de la misma forma que me ofreció la cama, no me importo mucho porque empecé a acomodar las almohadas en forma de barrera, lo cual después de un momento me pareció estúpido.
Este hombre ya me ha visto desnudo, no creo que importe menos ahora si tenemos una barrera o no.
- ¿De qué lado duermes? -pregunto, pero ya estaba en el lado derecho.
-Tu izquierda.
-Mi izquierda es tu derecha.
-Es la misma izquierda -dice y se levanta con una manta y una almohada bajo el brazo-. Buenas noches.
- ¿Dónde vas a dormir? -preguntó con confusión.
-Con Gaspar en el mueble.
La idea causó un conflicto extraño en mi estómago. Me parecía absurdo, eran demasiado grandes para el mueble, y la cama es gigantesca, básicamente una cama king size donde perfectamente pueden caber dos hombres adultos. Suelto un suspiro y me dejo caer en la cama, quizás demasiado dramáticamente.
-Eso es ridículo, tu cama es ridículamente grande, entramos los dos.
- ¿No te haría sentir incómodo?
- ¿Por qué sería eso? -Encuentro su mirada y de inmediato, se sonroja. Puede ser un poco incómodo, pero el hecho de que se vaya a dormir con Gaspar me resulta aún más incómodo-. No será incómodo mientras tengamos ropa puesta y las manos quietas. ¿Crees que puedas respetar simples reglas?
-Esto me suena a una charla pre-sexo.
-No vamos a tener sexo, Darcy.
-No -murmura. Deja caer las mantas y almohadas extra en la cama cerca del borde de la misma-. ¿Quieres poner una barrera?
-Somos adultos, no creo que haga falta.
Debe haber sido culpa del frío, o del contacto suave que tienen las mantas de Darcy, porque nunca me hubiera sentido tan cómodo como con este colchón. Parece que el cielo está en mi piel. Darcy apaga las luces y mi cuerpo se relaja automático, no puedo verlo más porque cubre su piel bajo las frazadas individuales. Quería ver si se relajaba lo suficiente a mi alrededor, pero no me quedo despierto demasiado tiempo.
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