Keyla le llegó de sorpresa y se dio cuenta de que había estado perdido en sus pensamientos. El hombre encargado de las hamburguesas lo llamó justamente para indicar que su pedido ya estaba listo y ambos se sentaron en una de las mesas para comerlas.

—¿En qué pensabas?—preguntó Keyla llegando a su lado—. Estabas ido.

—En lo afortunado que soy de tenerte—respondió y le sonrió. Le dio un beso en la frente y luego fijó su mirada en los ojos de la chica—. Te amo.

Keyla parpadeó, su corazón se aceleró por la sorpresa, ella pensó que Gastón no le iba a decir eso tan rápido, pero la hacía tan feliz.

—Yo también te amo—le respondió con una pequeña sonrisa en su rostro—. Pensé que no te sentías de esa forma por lo que me dio miedo decirlo yo primero.

El chico tomó su mano.

—Es algo que me ha estado comiendo por dentro—reveló el pelinegro—, tenía miedo de que esto pudiese afectar nuestra relación pero de cierto modo la mejora, ¿no?

—Claro que lo hace—se levantó un momento de la silla para poder darle un beso.

¿Era bueno decirle a Keyla sobre Rita? Tenía que sincerarse con ella y poner sus miedos a flote. Eso lo haría vulnerable ante ella pero no le importaba, no quería tener ese miedo guardado y que cada día fuese creciendo aún más.

—Keyla, ¿te he contado sobre Rita antes?—preguntó con miedo, la chica lo miró confundida.

—No la conozco.

—Rita era mi exnovia—confesó y Keyla se quedó callada escuchándolo—. Cuando tenía dieciséis pensé me comía al mundo porque estaba saliendo con alguien que era mayor que yo. Ella estaba iniciando su primer año de la universidad y yo estaba todavía en el Instituto sin embargo nunca sentí que había una diferencia notoria entre ambos.

—Siempre te han gustado las mayores—dijo ella y él rió.

—Que te digo, he roto el patrón contigo.

Gastón siguió hablando un poco, ya con menos miedo que antes.

—Nosotros tuvimos una relación a escondidas, bueno, no exactamente así, pero no nos gustaba que todos hablasen de nosotros, así que rara vez nos veíamos en público y si lo hacíamos intentábamos que no pareciese una cita, sin embargo Rita comenzó a aburrirse de eso, quería algo diferente, decía que quería ir a fiestas universitarias y a citas grupales en bares, cosas que yo no podía darle.

Se detuvo un momento, Keyla lo miró con preocupación.

—Si no quieres continuar está bien.

—No, quiero contarte esto, sólo que...eres la primera persona a la que le cuento realmente.

De sus conocidos, sólo sus amigos conocían lo que había pasado en su relación. Sus padres no conocían mucho lo que había ocurrido y su hermano tampoco estaba al tanto de todo. Para Gastón era darle a Keyla la razón por la cuál era cómo actuaba, siendo distante y reservado.

—Había un chico en su universidad que se llamaba Marcos y fue la razón por la que ella no me invitó nuevamente a una de las fiestas o salidas. Marcos era mayor y más interesante que yo, estaba terminando su carrera y sus padres tenían buenos ingresos económicos. Era todo lo que yo no tenía y no podía competir; y me gustaba competir.

—¿Cómo te enteraste de eso?

—Yo no soy de usar redes sociales, lo sabes, pero ese día entré y vi como ella lo había etiquetado en algo, entré en su perfil porque era un amigo que no conocía y descubrí que tenían una relación. Ello no lo negó cuando la confronté, lo admitió y me echó la culpa de eso.

—¿Dijo que el engaño era tu culpa?

—Me dijo que lo hizo porque yo no le daba lo que ella quería tener.

Keyla miró el rostro caído del chico y supo que realmente le habían dolido sus palabras. No había visto esa expresión en Gastón nunca.

—Ella no te merecía, Gastón. No fue tu culpa, fue su decisión—le dijo Keyla, Gastón asintió.

—Ahora lo sé, pero me costó entenderlo y cargo con este miedo de que...—paró, miró a la chica que lo observaba con atención—, pueda perderte.

—Jamás pasará, Gastón—le dijo—, estoy aquí contigo y nadie lo va a cambiar. ¿ Vale?—ella le mostró su mano con su dedo meñique levantado

El chico sonrió y unió ambos dedos.

—Vale.

...

Luego del parque Gastón la llevó por un café frío y no consideró un mejor lugar que La Clave de Sol. Al entrar notó a Evan conversando con uno de los clientes en la caja y lo saludó desde lejos.

—Anda a sentarte, yo voy por los cafés.

—Vale, te espero—le dijo Keyla y se separó del chico. Gastón se dirigió a la fila a esperar detrás de una señora.

Echó un vistazo a la pequeña tarima que tenían en donde algunas veces solían tocar música en vivo y notó que Marie, la amiga de su hermano, se encontraba ahí acomodando un par de cosas, estaba seguro que ya le tocaría cantar. Marie era muy buena en lo que hacía, podía verse porque lo disfrutaba y a las personas les gustaba escucharla, así que todos los martes y jueves se dirigían al lugar para poder escucharla.

—Eu Gastón, te toca a ti—escuchó la voz de Evan, el chico volteó a verlo y notó cómo se reía de su ida mental.

—Estaba pensando.

—Tú siempre estás pensando y te pierdes en tus pensamientos—le dijo—. ¿Qué pedirás hoy?

—Latte de Vainilla y uno de Almendras , por favor.

—Vale, son 6 dólares—Gastón le entregó el dinero y Evan comenzó a prepararlos.

—¿Te costó aprender a prepararlos?—le preguntó el chico.

—No mucho, me tocó hacer un curso cuando comencé a trabajar aquí—le respondió—, al principio no me salió muy bien pero Gretta me ayudó con eso. ¿Hoy es el día?

—Lo es, ya vi a Marie en la tarima.

—Sí, está preparando todo para que salga excelente—colocó la bandeja con ambos cafés—. Aquí tienes tus cafés.

—Gracias Evan.

—A la orden, que todo salga bien—le dijo y Gastón le agradeció nuevamente para tomar la bandeja y llevarla a su mesa con Keyla.

Observó a la chica atándose una cola alta y sonrió para sentarse frente a ella con la bandeja.

—Su café, señorita—le dijo colocando el vaso de café a unos centímetros de ella.

—Gracias, joven apuesto—respondió, Gastón se rio por ello y bebió de su bebida—. ¿Sabes si cantará?

—Sí, creo que sí—mencionó.

—La he visto y realmente me gusta, tiene una linda voz.

—Es así, mi hermano se perderá la oportunidad de salir con ella—murmuró, Keyla lo miró sorprendida—, por tonto.

—Puede que sólo la vea como amiga.

—Eso es lo que más nos duele—respondió, Keyla negó ante la respuesta de su novio, pero le sorprendía que Gastón tuviese preferencia hacia ella.

Marie desde el escenario llamó la atención de todos para presentarse e iniciar a cantar una canción de Michael Bublé. Keyla tomó su café mientras la miraba, no habían tenido una conversación nunca pero la conocía porque Evan se la había presentado, además la había visto varias veces en la cafetería.

—Esta siguiente canción, se llama "¿Dónde estabas tú?" Y es algo especial—mencionó Marie—, es una canción que posiblemente no conozcan mucho, es algo vieja pero tiene un significado tan lindo que no pude negarme cuando me pidieron cantarla—el público aplaudió—. Keyla—miró a la chica, esta se sorprendió al escuchar su nombre—, aquí tu novio me ha pedido que esto sea para ti, espero lo disfrutes.

El público aplaudió una vez más y comenzó a sonar la guitarra, Keyla volteó a ver a Gastón quien la miraba con una sonrisa un tanto tímida.

«Antes de encontrarte yo dudé

Si el amor se había hecho para mí

Hasta que llegaste pude ver

Por primera vez al corazón latir»

Fueron las primeras líneas de la canción. Keyla sintió como si todo se detuviera y sólo estuviese Gastón y ella en la sala, la voz de Marie se mezclaba con los latidos de su corazón y no sabía cómo reaccionar. Quería llorar pero por algo bueno, por algo mágico, cada palabra de la canción la hacía querer rodear a su novio y no soltarlo.

«Has cambiado todo en segundos

Me has dado un nuevo mundo

Y aquí soy feliz»

Sintió como su novio tomó su mano sobre la mesa. La miró con los ojos brillantes, y pudo notar cómo sus labios susurraban un "soy feliz". Ella se sentía de la misma manera, era feliz a su lado y no quería que nada lo cambiase. Habían empezado a tener una relación más abierta al momento de hablar; él conocía sus inseguridades, ella conocía las de él y trabajaban para apoyarse mutuamente.

«Aunque la vida entera tenga que entregar

juro que nunca nada nos separará

Porque me has dado luz, un cielo azul

Y dime, ¿dónde estabas tú?»

El público comenzó a aplaudir al final de la canción y Keyla se levantó de su mesa para acercarse a su novio y darle un abrazo. Gastón la sostuvo con sus manos mientras apoyaba su cabeza en el hombro de ella.

—Te amo—le dijo Keyla.

—Yo te amo más—dijo el pelinegro—, gracias por hacerme tan feliz.

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La primera versión tenía  73 capítulos, sin embargo esta versión tendrá muchos menos. Anteriormente los capítulos era un poco repetitivos con Gastón y en esta versión (por si no lo notaron) lo he cambiado jaja así que tendremos algo más corto.

Espero les guste el capítulo 🧡🤠