Cerró los ojos cuando llegó a su cuarto y se lanzó a la cama. ¿Qué había sucedido? Había besado a Gastón y luego había decidido irse, quizás por los nervios de verlo luego de eso. Su rostro lo tenía tan rojo que no quería que él pudiese notarlo, era tan extraño para ella porque nunca había sentido eso por un chico.

¿Qué era para ella ese sentimiento?

¿Era amor?

¿No era muy pronto?

Lo quería, no tenía duda, pero ¿era amor?

Que difícil era poder saberlo. Se había dicho a sí misma que tenía que tenerlo claro si eso llegaba a suceder. no quería ser igual que en las películas, no quería estropearlo.

Su teléfono sonó y ella lo revisó:

Gastón_7:03pm:

¿Llegaste a casa bien?

Se llevó el teléfono a su pecho. ¿Cómo no enamorarse si él tenía esos pequeños gestos sólo por ella?

Keyla_7:03pm:

Sí, estoy en casa

Gastón_7:03pm:

Que bueno

Gastón_7:04pm:

Me gustó verte hoy

Gastón_7:04pm:

¿Quieres salir mañana?

Keyla_7:04pm:

A mí también me gustó

Keyla_7:05pm:

Sí, ¿después de clases?

Gastón_7:05pm:

Sí, no tengo prácticas, así que soy todo tuyo

¿Cómo se atrevía a decirle esas palabras? La había puesto nerviosa y él ni siquiera se encontraba ahí.

Escuchó a su papá llegar y se levantó de la cama. Salió de su habitación y lo vio colocando sus cosas en el perchero de la entrada.

—¿Cómo te fue hoy?—le preguntó llegando a él, su papá la saludó con un beso en la cabeza.

—Estuvo bien.

—Hoy llegaste más tarde, ¿estabas con alguien?

Su papá se rio.

—¿Por qué piensas eso?

—Porque siempre llegas a las cinco y veinte a la casa—su papá la miró sorprendido, no se había percatado de la rutina que llevaba.

Caminó hacia la cocina y Keyla lo siguió.

—Me invitaron a tomar un café—le dijo—, no estoy saliendo con alguien.

—Oh, ¿te gusta?

—Estás muy interesada en esto.

—Es así, ¿no?—Keyla sonrió al ver que su papá no contestó.

—¿Cómo te fue a ti con Gastón?—esta vez sonrió su padre al verla con las mejillas sonrojadas, sabía que había sucedido algo por la manera en que ella había reaccionado.

Keyla se sentó en la mesa que estaba dentro de la cocina. Su papá la miró esperando a que ella hablase, se le notaba que quería conversar.

—¿Me prometes que no te molestarás con él?

—¿Por qué me molestaría?

—Nos besamos.

—¿Tú querías hacerlo?

—Sí.

—Entonces no me molesta, puedes hacer lo que quieras, Keyla—le dijo—. Ya eres mayor para saber si quieres o no hacer algo, lo importante es que siempre estés de acuerdo y cómoda con eso.

Ella asintió escuchando el consejo de su papá.

—¿Crees que debo decirle que me gusta?

—¿No lo han dicho?

—No.

—Sí es lo que sientes, entonces sí, díselo.

—¿Y si no siente lo mismo?

—La vida te dará otras oportunidades entonces—respondió—. Antes de conocer a tu madre, me rechazaron muchas veces, pero siempre llega la persona indicada para ti.

—¿Cómo era estar con mamá?

—Era mágico, ella siempre tenía una manera de hacer tu día mejor—respondió.

—Debió ser muy difícil para ti cuando ella se fue—su papá se acercó a ella y le dio un abrazo.

—Pero te tenía a ti—le respondió.

—Si estás saliendo con alguien, tienes mi aprobación—su padre rio y asintió.

—Lo tomaré en cuenta.

—Y quiero conocerla.

—Cuando pase te la presentaré.

...

—Gastón—dijo Nina cuando ambas chicas llegaron al banco en donde él se encontraba. Estaba leyendo un libro que Keyla no logró leer el título pero parecía ser interesante por lo concentrado que él estaba.

— ¿Qué quieres? —respondió con fastidio y levantó la mirada para notar a Keyla que estaba a su lado—. Hey Key—le sonrió.

Nina miró la escena y alzó una ceja.

—Hoy estás de mal humor pero ves a Keyla y listo, todo mejor.

—Siempre es así, mi humor es constante—respondió.

—Vale, te la dejo entonces, sólo estaba acompañándola—respondió ella y le dio un pequeño empujón a Keyla hacia el frente.

Gastón se levantó del banco y le sonrió. Nina se despidió de ambos para alejarse y darle una mirada cómplice al chico. Él tomó a Keyla por la cintura y se acercó lo suficiente para darle un corto beso en los labios.

—¿Cómo estuvo tu día?

—Bien ¿y el tuyo?

—Bien—respondió y tomó su mano—. ¿Quieres ir por unos batidos al Dush?

—Me gustaría—respondió, Gastón comenzó a caminar con ella, Keyla miró sus manos entrelazadas y luego lo miró a él—. ¿Puedo hacerte una pregunta?

—Mmmm.

—Igual la haré—sonrió—. ¿Cómo sabías mi nombre?

—¿A qué te refieres?

—En nuestro segundo encuentro—le dijo—. Ya conocías mi nombre.

Gastón se quedó en silencio por un momento y luego se rio bajo, eso hizo que ella lo mirara con más curiosidad que antes.

—Estabas en los contactos sugeridos de Facebook—le respondió—. Me llamó la atención tu foto y vi tu perfil.

—No me mandaste una solicitud de amistad.

—Yo no mando solicitudes de amistad.

—¿A nadie?

La verdad es que Gastón nunca usaba su cuenta de Facebook, no le gustaba y no le parecía entretenido usar las redes sociales.

—¿A ninguna de tus novias?

—Eso no importa ahora, Key—le dijo—, porque no son mis novias ya. Son pasado.

—¿Y Kenzie?

—También lo es.

Keyla se quedó de pie frente a una vitrina que tenía varias revistas y libros, el chico se acercó a ver sin entender. Ella entró junto a él a la tienda y Keyla buscó la estantería de las revistas para buscarla.

—Quiero comprar esto—le dijo señalando la revista. Gastón la tomó y le echó una ojeada.

—No me digas que piensas comprarla por el test de compatibilidad que hay dentro—Keyla se encogió de hombros y el pelinegro rodó los ojos—. ¿Es en serio? ¿Sabes que eso no es real verdad? Stuart es un experto en estas cosas, siempre juega con su hermana haciendo test de compatibilidad, es mejor hablar con él que comprarla.

«Además si la haces, seguro sale que no somos compatibles»—pensó.

—No la quiero para eso.

—Sí claro, mira que te he creído—respondió—. Al menos tendrás un afiche de Harry Styles gratis.

—Eso vale por todo lo bueno—sonrió y caminó con él a la caja para comprarlo—. Gastón.

— ¿Mmm?

«Creo que te quiero más de lo que pensaba»—pensó.

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Disculpen, estuve perdida esta semana. No había tenido mucho tiempo para sentarme y escribir 😢 Espero les haya gustado el capítulo