Keyla caminaba de regreso a su casa cuando se le ocurrió pasar por una de las tiendas de maquillaje. No compraba mucho maquillaje porque no sabía cómo maquillarse, siempre había necesitado ayuda de alguna vecina y ahora en esa ciudad, era Nina y Alexa quiénes la ayudaban a hacerlo.

—Bienvenida—escuchó a una de las chicas que atendía la tienda—. ¿Buscas algo en particular?

—Emm, un labial—dijo, la chica asintió y le pidió que la siguiera.

—Tenemos estos labiales que irían muy bien contigo, tus tonos son cálidos, creo que te ayudaría mucho y resalten tus labios.

—Vale—miró la fila de labiales, no sabía cuál escoger.

—¿Buscas uno para una ocasión especial o lo quieres para tu uso diario?

—Algo para uso diario—mencionó, la chica asintió y le mostró un labial color naranja suave.

—Vendría muy bien contigo—dijo—, este no se cae rápido y da brillo a los labios.

—Lo quiero.

—¿Quieres ver algo más?

—Emm, no, por ahora no. Gracias—dijo tímida y la chica le sonrió de manera amigable.

—Ven, acompáñame—dijo.

La llevó a la caja y Keyla sacó su monedero para pagar el labial. No sabía bien si lo había comprado por impulso o de manera inconsciente, pero de alguna de las dos, quería sentir que se veía bien para el chico. Salió de la tienda y fue hacia La Clave de Sol, antes de entrar se colocó un poco de labial y se acomodó rápido el cabello.

Dentro estaba Evan conversando con una de sus compañeras, otra de ellas estaba en la pequeña tarima cantando una canción de Michael Bublé, la vio por un momento y le pareció que cantaba realmente bien.

—Keyla, hola—dijo Evan al verla, le sonrió mostrándole un sonrisa que posiblemente la dejaría soñando toda la noche.

—Hey—dijo ella—, ¿cómo estás?

—Estoy bien, ¿quieres tomar algo? Yo te invito.

—Oh, tranquilo, yo pu...

—Vamos, yo invito—la interrumpió, ella asintió y miró el menú con las bebidas.

—Quisiera un café mocha con espuma.

—Ya sale tu pedido—le dijo y le guiñó un ojos para luego voltearse a preparar el café.

La chica que estaba junto a él en la barra, miró al chico de manera divertida y luego miró a Keyla, le sonrió amable.

—Soy Gretta, tú debes ser Keyla.

—¿Me conoces?

—Evan te ha mencionado varias veces—comentó—. Eres la novia de...

—No la escuches Keyla—comentó Evan llegando a su lado, le dio una mirada a Gretta para que no continuara hablando y luego miró a la chica para darle su café—. Aquí tienes, espero lo disfrutes.

—Gracias—le dijo y miró a la chica en el escenario—. Ella canta bastante bien.

—Sí, es Marie, es nuestra cantante de los martes y jueves. Ella será famosa, ya verás—comentó, Keyla estuvo de acuerdo, la chica se movía con mucha seguridad sobre el escenario.

—Canta muy bien.

—¿Quieres ir al cine este fin? Estaré libre el sábado y pensé que podíamos vernos—comentó el castaño, Keyla sonrió, quizás el labial le había funcionado.

—Me gustaría.

—Excelente, paso a buscarte entonces.

—Vale—comentó y luego notó cómo llegaron nuevos clientes. Ya debía irse para no interrumpir su trabajo—. Nos vemos entonces.

Evan la saludó con la mano y la observó marcharse. Lo bonito del amor era que a veces, no sabes cómo terminarán las cosas y aun así, las haces.

...

— ¿Has estado alguna vez en la friendzone? —le preguntó Keyla a Gastón mientras paseaban por el parque.

Le había pedido verse luego de salir de La Clave de Sol, no quería pasar la tarde sola y Gastón siempre era el mejor plan para ella.

—No, pero eso sería muy triste—le respondió—, quizás un poco frustrante también.

—Lo creo.

—Pero sí he estado en la edad-zone y puede que eso sea mucho más triste—se rio de su tonto chiste.

—Kenzie—lo dijo sabiendo que era la única respuesta.

—Obviamente—comentó—. ¿Parezco un tonto cuando lo digo?—la miró, ella negó.

—No, no lo pareces—comentó—. Lo eres—se rio por su propio comentario, Gastón rodó los ojos.

—Me caes mal, Keyla—le dijo, la chica continuó riéndose.

Gastón la tomó de la cadera y logró hacer que se detuviera, ella lo miró con sorpresa y luego sus mejillas pasaron a sonrojarse.

—¿Qué...—no dijo nada, miró hacia otro lado y se fijó en el grupo de mujeres que se encontraba en el parque realizando una sesión de yoga—Kenzie está aquí.

—No caigo en tus trucos, ya me hiciste esto una vez—respondió el pelinegro, ella negó y lo tomó de la barbilla para hacer que girara.

—Ahí está.

La cara de Gastón cambió por completo, mostró una media sonrisa y observó a la mujer. Tomó la mano de Keyla y la quitó de su rostro para luego agarrarla entrelazando sus dedos.

—Deblin, pero que buena está—dijo el pelinegro para recibir un golpe de su amiga—. ¡Pero qué te pasa!

Keyla se soltó de su mano y se alejó un poco de él.

—Es la mamá de tu amigo—respondió seria, Gastón no parecía entender la razón realmente—. ¿Qué pensaría Bruno si se llegara a enterar?

—Me mataría, ten eso por seguro—afirmó y volteó a ver a la mujer nuevamente. Keyla sólo negó, ¿Por qué debían ser así? Se le caía la baba sólo con verla.

—Ten más respeto Gastón, podría ser tu mamá.

—Gracias a Dios que no—respondió.

—Puerco.

El chico la miró sin entender su actitud y luego se rió, ¿acaso estaba celosa? Que tierna se veía.

— ¿Y ahora qué tienes?

—Nada.

—Oh sí, eso es lo que siempre pasa. Ustedes nunca tienen nada—respondió para hacer que se molestara más—, pero bien que se enojan más cuando uno no hace nada para detener su "nada" —hizo comillas con sus dedos.

Keyla no dijo nada, sólo quitó la mirada de él y el chico mostró una media sonrisa. Le parecía muy lindo su comportamiento, no tenía sentido que estuviese de esa manera.

— ¿Por qué estás celosa?

—No estoy celosa.

—Y yo soy Barry Allen—ella frunció el ceño—. ¿Qué? Pensé que estábamos diciendo mentiras—Keyla rodó los ojos y continuó caminando, Gastón la siguió.

—No estoy celosa.

—Bien, porque no deberías estarlo.

Ella continuó caminando y el chico la tomó de la mano haciendo que se volteara a verlo.

—No deberías estarlo, no hay razones—mencionó mirándola fijamente—. Para mí tú...—se quedó callado, ¿qué pensaba decirle? ¿Acaso estaba loco?

—¿Yo?

Los ojos de la chica estaban esperando con ansias que él continuara, pudo tomarlo. ¿Ambos querían lo mismo? No, a ella le gustaba otra persona, uno de sus mejores amigos. No podía meterse en eso.

Quizás al final sí estaba en la friendzone, que inaceptable era para él eso. Mejor ignoraba sus sentimientos.

Si los ignoraba, posiblemente terminarían yéndose de su corazón.

—Sólo no debes. Kenzie es sólo algo pasajero, algo que realmente nunca haré ni porque fuese posible hacerlo.

Ella jaló su mano para que él estuviese más cerca.

—¿Por qué no debería estar celosa?

—Porque...—la miró a los ojos—. No estoy enamorado de ella.

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Ustedes creen que Gastón tomará la iniciativa o lo hará Keyla?