Esta era la primera vez de Kyungsoo viendo a un músico prepararse para una gira. Era algo digno de ver. Practicaba diariamente al menos cuatro a cinco piezas distintas por horas.

Él se sentaba en la sala a verlo practicar y cuando llegaba el momento le preparaba la comida para que no se saltara sus horas.

Una noche que Chowon estaba haciendo su rutina de cuidado de la piel y Kyungsoo lo escuchaba tararear la pieza que más practicó ese día.

—¿Cómo te fue hoy?— preguntó desde la cama.

—Algo mal, tembló mucho mi arco hoy.

—¿Quieres que te de un masaje en las manos?

—Eso sería muy bueno, amor.

Espera, ¿qué?

Chowon terminó su rutina y fue a la cama cargando una botellita de crema para manos.

—¿Si sabes cómo masajear las manos?

—Claro que sí, ¿por quién me tomas?

Chowon rió bajito y se sentó al lado del Beta, tendiéndole sus manos. Vio la punta de sus dedos enrojecidos y los besó con suavidad.

—¿Cuántas horas practicaste?

—¿Cinco? Realmente no sé...

Vio que la crema era específicamente para relajarse y sonrió.

—¿Sabes masajear la espalda?

—Un poco, ¿te duele?

Chowon asintió con la cabeza y cerró los ojos. Kyungsoo suavemente masajeo las manos del violinista, haciendo presión donde este le indicaba.

Kyungsoo se vio maravillado al ver cómo Chowon se relajaba y empezaba a respirar cada vez más despacio.

—¿Cómo sientes tus manos? 

—Más relajadas, gracias...

—¿Quieres que te ayude con la bata?— pregunto Kyungsoo mirándolo con ternura.

Chowon sonrió sin ganas y suspiró.

—Ayúdame...

Kyungsoo abrió suavemente la prenda de su pareja, viendo con ternura la pijama que había escogido esa vez: un conjunto de algo parecido al algodón en un bello color lila que lo hacía ver hermoso.

—También tendrás que quitarte la pijama.

—No quiero.

Kyungsoo iba a hacer algo que si bien lo calificaban como algo sumamente peligroso como para entrar en "La guía del principiante para la sana convivencia con Lee Chowon" podría calificar fácilmente. Acercó las manos llenas de crema a la fina tela de su pijama haciéndolo brincar.

—Okay, okay, entiendo, pero alguien tendrá que lavarse las manos, y ese serás tu.— sentenció Chowon moviendo sus dedos y haciendo una cara de dolor totalmente fingida.

Kyungsoo sintió como si se prendieran las llamas de la competencia y con un plan maestro en mente fue obedientemente a lavarse las manos. Al volver vio a Chowon sentado esperándolo.

—¡Ya volví, amor!— canturreó con una voz suave moviendo los dedos.

—¿Te lavaste bien las manos?

—Claro que sí, amor. — se acercó a su pareja y con suavidad lo levantó de la cama para quitar el fino top del esbelto cuerpo ajeno.

El cuerpo de Chowon había sufrido uno que otro cambio, como el subir un poquitito de peso. Había violado "La guía del principiante para la sana convivencia con Lee Chowon" haciendo que comiera un poco más, pero no se arrepentía ni un poco, era gratificante ver cómo la caja torácica del Omega ya no era tan evidente.

—Bien, recuéstate sobre tu pecho.— indicó Kyungsoo no sin antes darle un pequeño beso en la frente. Sin decir palabra, Chowon acató la indicación.

La hermosa espalda del Omega se veía muy bien y con cuidado usó un poco de crema para masajear a su pareja, no sin antes calentarla con el calor de sus manos.

—Ya voy a empezar, ¿listo?

—Sí.

Empezó a hacer presión sobre ciertos puntos que le indicaba, frotando gentilmente escuchando los gruñidos de su pareja cuando tocaba un lugar que debía masajear más. Poco a poco empezó a relajarse muchísimo más y cuando Kyungsoo iba a poner en marcha su pequeña venganza, notó que ya estaba dormido.

Murió de ternura por un largo momento hasta que decidió vestir al Omega con una de sus camisas nuevas, compradas por el mayor porque "su ropa es tan corriente que parece lija". Un detalle que sabía que a Chowon le fascinaba.

Acomodó un poco las cosas que faltaban y fue a la cama para dormir con su pareja, solo para encontrarlo olfateando la camisa que le había puesto.

—Pensé que estabas durmiendo.

—Haces mucho ruido.

—Perdón...—se recostó de nuevo en la cama viendo como el Omega le hacía un espacio en la cama.

—Descansa, amor.

—Te quiero...—murmuró Chowon acurrucándose más contra él.

***

Claro, estas actitudes sólo las tenía en la noche una vez que todo el estrés de su día terminaba. Un día entre semana volvió de la universidad, solo para encontrar a Chowon acostado en el sillón completamente a oscuras tapándose la cara.

—¿Estas bien?—preguntó Kyungsoo acercándose a su pareja, quizás habló un poco muy fuerte porque escuchó un fuerte "shhh" que venía desde la cocina.

—Kyungsoo, ven aquí.—susurró la inconfundible voz del señor Sohn.

El Beta ignoró un poco al señor Sohn y fue al lado de su pareja, quien no se había movido. Desde ahí se veía claramente cansado. Se arrodilló a su lado, tomando suavemente su mano.

—¿Estás bien, amor?—preguntó susurrando mientras acariciaba la cabecita de Chowon, quien negó con la cabeza.

Descubrió su rostro y lo miró con los ojos entrecerrados.

—¿Cómo te fue en la universidad?—preguntó con una voz pastosa.

—Me fue bien, ¿qué te pasó a ti?

—Tengo migraña.

—¿Tiendes a tener migrañas?

—Solo cuando tengo un día muy estresante...

—Okay... Señor Sohn, ¿que hace en nuestra cocina?

Chowon descubrió su cara y miró a su pareja con las mejillas sonrojadas y una pequeña sonrisa en sus labios. Sabía que a su pareja le gustaba cuando hablaba de "nuestras" cosas, le hacía sentir feliz y eso es lo que él siempre buscaba.

—Estoy preparando algo para que pueda comer.

—¿No comiste?

—No me dio tiempo...— dijo Chowon evitando su mirada.

—Kyungsoo, ¿podrías venir?

El Beta se levantó suavemente del lado de su pareja, no sin antes darle un beso en la frente. Llegar a la cocina fue un agasajo de olores.

—¿Podrías llevarlo a su habitación? Debe de estar muy cansado por todo lo que tuvo que hacer hoy.

Kyungsoo asintió con la cabeza y volvió con el músico quien parecía estar dormido. Lo tomó en sus brazos y lo llevó escaleras arriba, dejándolo suavemente sobre la cama. Gracias al cielo estaban todas las luces apagadas.

—Voy a bajar a ayudar al señor Sohn.

—No.

—¿Quieres que me quede?

Chowon no dijo nada, solo se movió un poco para hacerle espacio a su pareja. Después de un rato, el Omega se acurrucó en los brazos del beta y trató de dormir.

Poco tiempo después llegó sigilosamente el señor Sohn dejando un plato de comida y unas pastillas para el dolor.

—Asegúrate que las tome.

—Gracias.— Chowon ya se había quedado dormido, lo cual era bueno porque después de un día tan agitado, el descanso siempre era algo bueno.

El señor Sohn se fue poco después y a Kyungsoo le constaba que Chowon no despertaría hasta el día siguiente y la comida del señor Sohn olía tan bien que se la comió él.

***

Chowon despertó entre los brazos del Beta y la frescura de sus sábanas. Recuerda que el día anterior tuvo una migraña del tamaño del universo y que el señor Sohn lo había llevado a su casa.

—Hey... despierta.

Kyungsoo de vez en cuando dormía con la boca abierta y eso le daba ternura. Esa noche fue una de ellas.

Kyungsoo cerró la boca y abrió los ojos.

—¿Cómo está tu cabeza?—preguntó Kyungsoo dándole un beso en la frente.

—Bien, ya no me duele.

—Que bueno, pero hoy no vas a ir a trabajar.

—¿Disculpa?

—Tienes que descansar, comer bien y de paso pasar tiempo conmigo, a final de cuentas te vas a ir varios meses.

Chowon rodó los ojos y rodeó el cuello de Kyungsoo con sus brazos.

—Bueno, en todo caso, no pienso salir de la cama después de medio día.

—Eso está bien para mí. — una regla no escrita de "La guía del principiante para la sana convivencia con Lee Chowon" era que no le gustaba que lo besaran con la boca sucia, pero esta vez fue él quien lo besó.

Tal vez Chowon iba alterando dicha guía.

¡Holaaa, me tomó bastante escribir esto por la escuela pero aquí está! Espero les guste, creo que este capítulo es más que nada un pequeño relleno.

Pero quería hacer una dinámica, pongan aquí que quieren ver, y si me es posible haré pequeños capítulos sobre ello. Claro, si no son algo que ya tengo planeado para la historia (cofcofcofembarazoconfcof)

Ojalá les guste y les pueda dar algo que les guste, nos leemos a la próxima.