Caminaba sólo por la calle de mi nueva ciudad,me mudé hace pocos días,desconozco la razón de la mudanza,pero tampoco me importaba tanto.

Me dirigía a un parque cercano,pensé que estaba solo ya que era un poco tarde,pero me equivocaba.

Había un chico de unos quince años más o menos,tenía el cabello de un tono café oscuro,sus ojos eran cafés claros,llevaba una camiseta roja de manga corta y un pantalón corto,era verano,por lo que era normal su forma de vestir.

Estaba sólo por lo que decidí acercarme a hablarle.

-¿Esperas a alguien?-pregunté mientras me sentaba a su lado en una banca.

-No,sólo vine aquí a pasar el rato.-dijo tranquilo mientras miraba las plantas de aquel lugar.

-Me llamo Marco¿Y tú?¿cómo te llamas?-le dije para seguir con la conversación.

-Andrés -dijo en un tono bajo,casi como un susurro.

-Muy bien,Andrés ¿Tienes amigos?-pregunté un poco curioso.

-No-dijo un poco más serio-¿Y tu?-me preguntó volteando a verme.

-¿Yo?No,me mudé aquí hace poco.-dije con tranquilidad mientras lo miraba con atención,como buscando algo en su cara,pero simplemente no vi nada interesante en su cara.

-Oh,entiendo.-dijo despreocupado.

Mire el reloj en mi muñeca para ver la hora eran ya las 7:45 p.m. Tenía que volver a casa.

-Oye,me tengo que ir a casa nos vemos mañana ¿si?.-le pregunté prestandole atención para saber su respuesta.

El sólo asintió-Está bien,creo que yo también tengo que volver a casa.-dijo mientras se iba de aquel parque y se despedía sacudiendo su mano en el aire.

Los siguientes días fueron tranquilos,después de la escuela siempre iba al parque para encontrarme con Andrés,después volver a casa y hacer mis deberes.

Pero un día en especifico Andrés dejo de  ir a aquel parque,los días pasaban y no había señales de Andrés.

Los días se convirtieron en semanas...y las semanas en meses...pero Andres no volvía a aquel parque.

Hasta que...