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MAL COCINERO

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SPLINTER nunca ha sido muy buen cocinero, y es algo que se reflejaba hasta en las algas con gusanos.

Cuando pudo apañar ese par de piscinas para cultivar las algas en el que más tarde sería el laboratorio, decidió que dejaría de salir a la superficie. Sí, era un gran ninja, pero no era perfecto y todo el mundo comete errores, no podía arriesgarse teniendo cuatro niños en casa - la guarida -

A las tortugas no les quedó más remedio que aceptar su único plato de comida, por suerte, eran pequeños, así que enseguida se olvidarían de haber comido cosas mejores. Pero eso no quería decir que les gustase más.

Michelangelo empezó a cocinar porque le pareció curioso - al principio hasta mágico, la parte de añadir distintos ingredientes en una olla, al menos -. Tan pronto como cogió el ritmo y pudo ser el nuevo cocinero, sus hermanos apoyaron el cambio.

El día que empezaron a salir a la superficie, fue todo un alivio para sus paladares.