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PLACA DE TITANIO

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Después del divorcio las notas de CASEY empeoraron ligeramente, además de que se volvió un tanto más irresponsable y alocado.

Al año siguiente, le empezó a dar por el parkour con unos amigos. No lo habían hecho nunca, y precisamente por eso la carrera y apuesta para con el perdedor estuvieron de más.

Perdió Casey, pero no porque fuera el último en llegar a la meta.

Sus amigos tuvieron que llamar a una ambulancia después de que se cayese con parte del andamio por el que trepaba.

Se dio tal golpe en la cabeza que, para drenar el hematoma, tuvieron que cortar parte del hueso craneal. Y más tarde, colocarle una placa de titanio para evitar daños cerebrales por exposición.

Estuvo un tiempo en el hospital, pero por lo menos su hermana iba a verle todas las tardes y se sentaba junto a él para leerle un cuento y reconfortarle. También le ayudaba leyendo las lecciones de los deberes que le traían sus compañeros.

Al volver al instituto no supo ponerse al día. Ya le costaba llegar al cinco en varias asignaturas, ¿cómo recuperar todo el tiempo que estuvo ausente? Además de lo que le costaba mantener la atención mientras se recuperaba del golpe.

Sabía que iba a tener que repetir ese último curso de todas formas, por lo que apenas se volvió a pasar por clase en lo que quedaba de semestre.

Eso sí, necesitaba levantar nota al año siguiente para recuperar el tiempo perdido y que le permitiesen continuar jugando al hockey, por lo que se vio obligado a buscarse a una profesora particular - April -.

Y un apunte en cuanto al uso de su bandana. La empezó a utilizar a raíz de eso.

La operación implicaba haberle afeitado la zona en la que le colocaron la placa, y teniendo el pelo largo, pues le daba vergüenza ir por la calle con esas pintas.

Aun cuando el pelo le volvió a crecer, ya se había acostumbrado a llevar la bandana. Y también se convirtió en un distintivo a la hora de vestir.

PD: Cómo se nota que hago los deberes.