Lo conocí sin saber que pronto llegaría a convertirse en mas que un novio, tal vez el solo uso la labia de un hombre para llegar a mi pero las simples sencillas palabras que el utilizo en tan solo unos días llegó a convertirse en el núcleo de mi corazón.

Tengo 16 años pero cuando lo conocí acababa de cumplir 15 y el 20, lo se desafortunadamente soy menor de edad y los padres de ambos no nos dejarían estar juntos pero eso no nos importó y decidimos continuar con nuestro amor, el es tan solo unos centímetros mas alto que yo, moreno pero no cualquier moreno, su tez era como un hermoso atardecer, su piel brillaba y cuando lo veía con tan solo la luz de la luna podía jurar que era el hombre mas perfecto del universo y lo afortunada que era al tenerlo, una sonrisa que podía dejarte sin aliento e imaginarla cada segundo deseando hundirte en sus hoyuelos, deseando besarlo en cada oportunidad, sus manos son masculinas y sus dedos son largos y gruesos, joder... su cuerpo era completamente de un ser perfecto, probablemente creas que estoy exagerando pero creeme cuando te enamoras cada defecto desaparece pero eso no paso, también me enamoré de sus defectos y errores.

El primer dia que nos conocimos en persona quedamos de vernos a un lado de las escaleras electricas de la plaza, llegó con una playera gris, jeans, chamarra casual y sus típicas gafas negras, claro me quede sin respiración definitivamente mi hombre perfecto, me acompañó una amiga ya que ella pensaba que el era un secuestrador o un ladrón, pero lo único que me quitó fue el corazón

Caminamos tomados de la mano hacia el cine, jamás he sido de muchas palabras pero el nunca se ha quedado sin tema de conversación o sin sus típicas bromas nada graciosas pero su risa y su forma tan entusiasta de contarlas hacia que no pudiera parar de sonreir aunque las mejillas me dolieran, yo le dije a el que me resultaba dificil decirle a alguien que lo amaba ya que había tenido relaciones muy duras antes de el, pero solo fue palabrería ya que los "te amo" empezaron a brotar de mi boca sin siquiera pensarlo

-Te amo, Beth no podría vivir sin ti-- Me lo dijo mirandome a los ojos tomándome suavemente del rostro con ambas de sus manos, su boca quedaba a tan solo unos centímetros de la mía, su respiración era tranquila, traté de besarlo pero el mantuvo mi cabeza firme y posó su frente contra la mía-- Enserio Beth, no me dejes nunca, ni aunque te lo pida, tu eres lo que mas amo-- fue entonces cuando me beso con tanta ternura, sentía sus lagrimas caer en mis mejillas, puse mis manos en su nuca y luego lo abracé lo mas fuerte posible, yo tampoco quería perderlo no quería saber que era estar sin el

Lo acompañé a la estación del tren, el vivia en el estado a lado del mio

-Cuídate por favor avísame cuando llegues-- dije en su cuello tratando de aspirar su aroma hasta lo ultimo

-Tu también avísame, mi princesa, ve con cuidado, estaré esperando tu mensaje-- sonrió y me quede viéndolo entrar a la estación, era Noviembre por lo que me abroché la chamarra y caminé hacia mi casa, ya en mi cuarto me cambié mi ropa, su aroma se había quedado impregnado a mi piel, esa noche dormí con la sonrisa mas grande del mundo. Me había enamorado.