Lauren.

We used to be giants
When did we stop?
Just say the word, and I'll be yours

Solíamos ser gigantes
¿Cuando paramos?
Sólo di la palabra y seré tuyo

***

—Dicen que te vieron por la ciudad sin seguridad —menciona Brenda al celular.

—Tuvo una emergencia, también es un humano con vida propia ¿Sabes? —la escucho suspirar—, no me pasó nada, llegué a casa de mis padres sin problemas y además ya llegó el reemplazo.

—Debiste esperar al reemplazo y no irte por tu cuenta —frunzo el ceño.

— ¿Qué pasa? Porque estás muy paranoica y no te fuiste cuando me dijiste, cambiaste tu vuelo con el mío de la nada.

—Ya sabes lo que ha pasado con tu acosador, encontré una identidad falsa que están rastreando y tú no puedes andar sola.

—Eso fue hace meses y no hay avances —se queda un rato en silencio.

—Ahora creo que tenemos algo.

—Volamos en la noche, ya olvídate de eso, lo dejaremos atrás.

—Huir de todo no es la solución.

—Es lo que yo deseo ahora, iré con Taylor a la despedida de las chicas y de ahí te podemos pasar buscando para ir al aeropuerto.

— ¿Despedida? 

—Sí, idea de Ally, planeo irme por bastante tiempo así que quiere que nos reunamos.

— ¿Todas? —me rasco una ceja incómoda, ya no nos reunimos todas desde hace mucho por lo que me extraña su pregunta.

—No, pues… creo que solo las cuatro como siempre.

—Ah, de acuerdo, debo terminar de arreglar unas cosas, han estado preguntando por la agencia de mudanza que contraté, estoy tratando que todo se maneje con discreción… —se escucha que está moviendo cosas—, me avisas cuando vengas por mí.

—Ok, nos vemos —cuelgo la llamada y voy en busca de Taylor a su habitación.

—Dime que estás lista o cambio de decisión sobre que seas mi chófer —habló a través de la puerta de su habitación.

No tengo una razón exacta del porque después de buscar refugio en casa de mis padres no me fui a un lugar sola cuando siempre he amado mi espacio.

Creo que solo volví a dónde me sentía segura y se me hizo difícil salir hasta ahora.

No quiero estar en mi departamento a pesar del tiempo que ha pasado, aún así cuando me he sentido terrible he vuelto y no soy capaz de deshacerme de él, aunque mi lado racional dice que sería lo ideal para mí.

Siempre me repito que necesito pasar página, aunque la encuentre pegada a la otra hoja, que mientras no mire o sepa nada de ella simplemente se evaporará, tal vez necesite cerrar ese cuaderno de una vez por todas.

—Te dije que necesitaba diez minutos —abre la puerta.

—Claro, fueron cuarenta.

—Dramática.

—Vamos, ya me despedí de mamá y papá, guarde mis maletas en mi auto, solo pasaremos un rato con las chicas, luego iremos por Brenda y nos llevás al aeropuerto.

—No puedo creer que me vayas a dejar tu auto —dice emocionada mientras bajamos las escaleras.

—Es como un premio de consolación, ya no me tendrás aquí para huir de tus peleas con nuestros padres así que al menos no tendrás que tomar el bus para ir a un parque.

—Eso suena triste y horrible —golpea mi brazo—, ya no quiero que te vayas.

—Sé que soy tu hermana favorita y sólo actúas como que no.

—Cállate.

Suelo estar más ensimismada de lo normal, por lo que Taylor se encarga de llenar el silencio con la radio y su voz terrible.

La extrañaré.

Creo que me renuevo un poco por dentro porque sé que dejaré atrás a las personas más importantes de mi vida, que normalmente son las que me dan vitalidad, apoyo y fuerza, pero justo ahora solo siento que me asfixió frente a ellos.

Siento que debo sanar y está vez necesito hacerlo sola, porque no puedo seguir viendo las miradas que ponen cuando hago algo que saben que la Lauren del pasado no haría.

Porque cambié y no estoy segura que sea para bien.

Ya no me sorprende la gran casa de Ally, recuerdo que me sorprendió su explicación del porqué comprar una casa tan enorme cuando solo eran dos viviendo en ella.

Primero que todo, está casa tiene de todo y segundo ella tiene ese pensamiento de que está hecha para traer a más de dos bebés al mundo, así que ya veré está casa en unos años llena de niños.

—Me alegra tanto que hayas aceptado reunirte con nosotras —me abraza al abrirnos la puerta—, aunque me gruñas siempre por mis intentos de sacarte de tu caparazón, solo Dios sabe lo mucho que extrañaré eso. Taylor, hola, linda.

—Solo lo hago por ti —le guiño un ojo al separarnos—, ¿Ya llegaron las demás? 

—Hola, Ally, estás espléndida como siempre —adula mi hermana, es su fan, así que me parece que se controla bien, la primera vez que las reuní se enloqueció hasta llorar, ella es de esas.

—Siempre tan halagadora, sí, sí, ya llegaron, pasen —la seguimos hasta un lado de la casa donde está una especie de techado en el jardín para tomar el té, Ally es de las que toma té con galletas en las tardes al aire libre y en la sombra, casi como una señora en cuerpo de joven.

—Al fin, llegarían a las tres —se queja Normani—, ya se enfrió el té, ¿Sabes lo horrible que sabe? 

—Por favor, Mani, ya lo mandó a calentar —reprocha Ally.

—Pero si ni me gusta, que me traigan una margarita por favor.

—Cumplanle el capricho para que deje el berrinche —se ríe Dinah que se acerca a mí, toma mi rostro y me planta un beso sonoro en la mejilla que me tiene haciendo una mueca—, sé que no necesito excusas para hacer reuniones, pero ¿Por qué estamos aquí? Atraer a Lauren es más difícil que salir de pesca y capturar a uno de esos escurridizos.

—Uhhh —Ally sonríe incomoda.

Solo ella y Normani están al tanto de que me mudo, no es porque Dinah no sea mi amiga, pero simplemente no quería ponerla en una posición complicada, sé que ella no perdió contacto con Camila.

—Lauren se va está noche para New York —Normani rompe el silencio.

—No es como si no hubiera viajado antes —resopla.

—Me voy a mudar, no planeo volver hasta en unos años tal vez.

— ¿Qué? ¿Por qué carajos no sabía eso? —se queda en silencio y asiente—, ya veo, ¿Creíste que le diría? 

—No, solo no nos habíamos encontrado últimamente y es algo que se ha mantenido con discreción, la verdad no quería que nadie supiera, pero aquí estoy para una despedida, ¿No?

—Entiendo —deja su mano en mi hombro—, Ally ¿Dónde están esas margaritas?

—Íbamos a tomar té.

—Ally por favor, nuestra grinch se va, hay que tomar al menos una margarita —Dinah trata de convencerla antes de que Normani intente desaparecer todo el té que existe en la casa.

— ¡Bien! Margaritas serán —se aleja hacia la casa.

Las voy a extrañar.

Ally ebria con tres margaritas, Dinah la graba y Normani se ríe, algunas cosas no cambian a pesar del tiempo.

—Will se va a molestar —menciona Ally con los ojos abiertos con exageración.

— ¿Por qué? —le pregunta Tay.

—Deje un desorden en la cocina —suspira estirándose en su silla.

—Sé que sabrás contentarlo, tranquila —se ríe Dinah—, fue por una buena causa.

—Para algo quieres muchos hijos, debes practicar —suelta una carcajada estruendosa al escuchar a Normani.

—Por Dios, no digas tonterías Mani —de repente comienza a hacer pucheros.

— ¿Está loca? —me susurra Tay al oído y sonrió.

—Siempre se pone rara cuando bebe alcohol —le informo.

— ¿Ahora qué te pasa? —Normani se bebe todo lo que queda en su copa.

—Lauren nos deja… —se le escapan unas lágrimas.

—Ay, no, no, Ally, no llores —me quejo.

—Lauren seguramente nos visitará, ¿Verdad? —Dinah intenta que no comience un llanto peor.

—No creo…

— ¡Lauren! —su desesperación me hace reír.

—Ustedes pueden visitarme cuando quieran, Ally te enseñaré mi departamento nuevo, te encantará.

— ¿Ves? La iremos a visitar.

—Por supuesto, de alguna forma hay que vigilarla  —Normani trata de ayudar.

—Bueno, le diré a Will que haré viajes mensuales.

— ¿Mensuales? —Dinah se escandaliza—, ¿Es que a ti te gusta derrochar el dinero? 

Eso me hace reír nuevamente.

—Ni te ilusiones —me dice Normani—, si acaso para tu cumpleaños.

—Lo acepto.

—Te extrañaré muchísimo —Ally se aguanta las lágrimas cuando me despido de ella.

—Nos mantendremos en contacto.

—Lauren si ni siquiera recuerdas dónde dejas tu celular —me reclama Dinah—, y no me contestas a los memes que te envío.

—Envías más de los aceptables, Dinah —la abrazó a ella—, prometo tratar de contestar lo más que pueda.

—Te creeré.

—Mani debes cuidar a este inusual par —la abrazo al final—, que no se metan en problemas.

—Lo que me dejas —suspira, pero sé que bromea, también se encariño.

— ¡Te queremos! —grita Ally cuando nos alejamos.

Me despido con un último movimiento de mano y dejo que Taylor conduzca hasta el departamento de Brenda.

Estoy bien, estaré bien.

***

Camila.

—Ya me quiero ir de esta fiesta —susurro en el oído de Shawn, quién le da un apretón a mi mano sobre su brazo.

—Sabes que son personas de alto nivel, debemos pavonearnos un rato más —me guía entre las personas—, además estamos despistando a ya sabes quién con esto.

Es que ya no soporto los tacones, siento picazón en el cuerpo por la tela de este vestido y estoy segura que le puedo adjudicar el dolor de cabeza que tengo a este peinado tan fastidioso.

—No sé si pueda sonreír de nuevo después de esto —se ríe levemente.

—Es por un bien mayor, recuerda.

—De un momento a otro esa frase me aparecerá tatuada en la frente de tanto que la digo.

—Ok, te la borraremos con láser —me termino riendo—, allá están Madison y Peter Robinson, te los presentaré, son embajadores de una marca de maquillaje y ropa de alta gama, solo debes sonreírles un poco.

— ¿Crees que me caigan bien? 

—Absolutamente, no —comienza con su mejor actuación tan fácil que no dudo de que esté en la carrera correcta, pero para mí se siente como comenzar a odiar este papel—, Dios mios, que maravillosa pareja me encuentro, definitivamente ustedes le dan el glamour a esta fiesta.

Cuando comienzan una charla, me presentan y finjo ser la novia más atenta, cariñosa y además lamerle los zapatos a personas que ni siquiera me generan el mínimo interés, me siento como un títere, el que he sido por mucho tiempo.

Ya perdí la cuenta con cuántas personas he hablado, he tenido que posar a cámaras, baile con Shawn, bebí una copa de champagne y ahora logró esconderme un rato en el baño de damas, dentro de uno de los cubículos.

No le paró de dar vueltas a mi reunión con Brenda, André usando identificaciones falsas, por eso se escurre, además de que oculta su cara de todos, nuestra conversación sólo se centró en la seguridad de Lauren, en lo que yo sabía y cómo podía ayudarle.

Teníamos datos que uniamos, pero no contábamos con algo que pudiera conectar realmente de que André fuera el mismo acosador loco de Lauren, sabía las cosas horribles que le había intentado hacer a otras chicas, sabía que llegaba a Lauren por terceras personas y sabía ahora que usa identidades falsas, pero no podía acusarlo sin pruebas.

Solo él mismo me lo había dicho, solo Simón me lo confirmó.

Comienzo a calmar mi respiración, porque de la nada está hecha un desastre, porque los ataques de pánicos ahora son incontrolables y que fácil es sucumbir a ellos.

Mi celular me hace saltar del susto cuando suena. Lo sacó de mi bolso con manos temblorosas.

—Hola… no es un buen momento, te llamo luego ¿Sí? —inhalo profundamente.

—Creo que no tendrás otro momento —me centro en la voz de Dinah.

—Oye, sé… —me muerdo el labio inferior con fuerza provocando un leve daño para centrarme—, sé que te cancele a último momento la otra noche, pero ahora no puedo escuchar tu regaño.

—De verdad trato de ser una excelente amiga para ti, Camila, pero no dejas que te apoye.

Respiró pausadamente calmandome, me siento terrible, pero como puedo decirle que deje de repetirme lo que ya sé.

—Lo siento —me siento agotada.

—Yo sé que algo no anda bien desde hace un tiempo, tu comportamiento, tus altibajos, como te alejaste de nosotras, como simplemente dejaste a Lauren atrás.

—No puedo escuchar de ella ahora —era la verdad, me mataba pensar en ella.

—Claro que sí, debes escuchar porque me cansé de ir en puntillas a tu alrededor, tratando de ser una buena amiga y ¿Sabes qué? Probablemente decirte todo con claridad y sin suavizar nada sea lo que una verdadera amiga debe hacer —esta exasperada—, no amas a Shawn, no sé si tú entiendes siquiera porque estás con él, mierda, yo tengo más conexión con el gato de mi hermano que tú con ese hombre, literalmente abandonaste a la que seguro era el amor de tu vida por una oportunidad mediocre.

—Dinah…

—No, no, Camila, te he visto sufrir en silencio y me callaba porque no comprendía qué hacías, cuando ibas cambiando me ibas alejando y ¿Para qué? Para no ver como sigues sufriendo por ella, la amas tanto que la buscas por todas partes, que no la puedes sacar de tu cabeza, pero te convences a dejarla atrás como si ella fuera un virus y no tu cura.

—Ella está mejor sin mí…

—Ni una mierda —me interrumpe—, ella está rota e incompleta sin ti, de la misma manera que estás tú, siempre bromeábamos de que era gruñona y tenía mal genio, pero no sabes lo tanto que cambio, no puedo quedarme callada mientras veo la mayor estupidez de sus vidas, Lauren se va está noche.

— ¿Qué? —logro preguntar sin fuerzas mientras me enderezó.

—Me oíste, se larga de Los Ángeles, por mucho tiempo al parecer, no me dan detalles porque claro que saben que haría algo así —refunfuña frustrada—, ¿Pero como me quedo quieta viendo esto? ¡No puedo! Lauren se va y no volverá en años.

—Dinah… ¿Qué me estás diciendo? 

—Lo que oyes, hoy sale su vuelo y definitivamente creo que sí se va es como cerrarte una puerta en la cara para siempre.

Ella estará bien, completamente segura, no te preocupes.

Esas fueron las palabras de Brenda cuando casualmente deje clara mi preocupación por ella.

—Tengo que irme… 

Le colgué para salir apresurada de ese cubículo, de ese baño y de esa fiesta, sin saber si realmente correr hacia ella era lo correcto, pero a pesar de saber que era demasiado tarde yo no deseaba perderla, no para siempre.

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Espero y hayan tenido una feliz navidad 🎄

Adjunto la portada de la segunda parte 🤭