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Capítulo 48


Lauren.

You'll be better off in someone new
I don't wanna be alone
You know it hurts me too
You look so broken when you cry
One more and then I say goodbye

Estarás mejor con alguien nuevo.
no quiero estar solo.
Sabes que a mí también me duele.
Te ves tan roto cuando lloras.
Uno más y luego me despido.

***

— ¿Qué pasa, Lauren? Te estoy hablando desde hace media hora, cariño —levantó la mirada hacia mi madre.

—Nada… —sacudo la cabeza—, nada, me quedé pensando en que tengo que viajar la próxima semana.

—Ahora te la pasas en eso, ¿Estás feliz? —muevo mi limonada de un lado a otro.

—Por supuesto, me encontraré otra vez con Óscar, ¿Quieres mandarle algo? 

—Avísale a tu cara sobre la felicidad —tira de un mechón de mi cabello, estamos en el jardín de su casa solo pasado el rato.

Me sorprende que cada vez que me siento triste solo quiero refugiarme en los brazos de mi madre.

— ¿Así? —sonrió ampliamente con exageración.

—Así pareces psicópata —eso me hace reír—, le mandaré a Óscar mi salsa especial, la última vez me mandó una chalina hermosa.

—Seguramente se emocionara, hace años que no la prueba.

—Entonces ¿Me contarás que te trae por aquí? —elevo una ceja.

— ¿Ahora no puedo visitar a mi madre? Luego desaparezco y hacen drama.

Mamá, estoy enamorada, amo a una mujer, es mucho más de lo que pude imaginar, pero no sé porque estamos pasando un mal momento, nunca he pasado por esto y no sé qué hacer.

Se me anuda la garganta, me da impotencia y mi pulso se acelera, porque simplemente no me sale decirlo.

Maldita sea, sé perfectamente que mi mamá no me juzgará o me amara menos por amar a Camila. Lo sé por todo mi sistema y de igual forma estoy aquí callada.

Me inspecciona con curiosidad, acaricia mi cabello.

—Mi niña, estás tan grande, hace unos días solo estabas detrás de mí en pañales.

—Que exagerada.

— ¿Te conté lo que pasó con Teresa? La de mi club de yoga —me relajo.

—No, quiero saber ese chisme.

Se concentra totalmente en su historia que hasta olvidó mi tristeza por las horas que me quedo con ella.


***

Corro en una banda que prepararon para mí, supuestamente estoy en una calle, pero realmente estoy en el set con una pantalla verde detrás, al final me lanzó a un inflable para retener mi caída.

— ¡Corte! Espera un momento, Lauren.

—Ay Dios, dime qué ya —habló jadeante.

Un asistente me ayuda a sentarme y me alcanza una botella de agua.

—Para mi qué está escena queda.

—Por favor que sea así, ya no aguanto otra corrida.

Prefiero cuidar mi alimentación a hacer exceso de ejercicio.

—Si queda, por favor prepárate para la última toma —levantó las manos triunfante.

—Como ordene, jefa —me pongo de pie y voy a mí silla para que me retoquen el maquillaje, además de hacerme una herida en mi rostro.

— ¿Saldrás conmigo o qué? —oigo a Lucy detrás de mí—, me he portado bien, no he interrumpido tu trabajo y me he quedado justo donde me dijiste.

Hoy su deseo es sacarme de mi departamento, porque es su día libre, porque está aburrida, porque no tiene nada más importante que hacer y porque simplemente es una caprichosa que fastidia hasta conseguir lo que quiere.

—Te dije que no estoy de humor —repito el mismo argumento que he usado desde que la ví.

— ¿No me digas que estás despechada, Lauren Jauregui? —miro disimuladamente a la maquillista—, eso me decepcionaría un montón, tu reputación cayó al suelo al fin.

—No digas tonterías, Lucy, estoy cansada del trabajo, además ¿Por qué estaría despechada? Ni siquiera tengo pareja —siento incomodidad pero trato de estar relajada.

—Es verdad, bueno me parecían tus síntomas —se ríe colocándose en mi campo de visión y inspecciona mi maquillaje—, uy, parece como si doliera.

—Seguramente una herida real dolería.

—Oye, ¿Cómo te llamas? —Lucy se encarga de llamar la atención de la maquillista.

—Perla.

—Que lindo nombre, tengo una pregunta para ti Perla —Lucy la distrae de su trabajo—, ¿Es cierto que Nerea es insoportable? 

—Mierda, Lucy, cierra la boca, siéntate dónde te dije ya voy a terminar y nos vamos a dónde quieras —esta se comienza a reír, no sé cómo se le ocurre hablar de la otra actriz que trabaja conmigo.

Lo que falta es que Perla comenté algo y Nerea que he confirmado que sí es insoportable se vuelva loca contra mí.

Cuando estoy lista las dejo atrás y me voy a los escombros, se supone que explotó una bomba después de levantarme de mi caída debo salir por los escombros junto con mis compañeros.







— ¿Nerea puedes por favor ser más competente? —la productora señala a otra chica y a mí—, Lauren y Jimena están en papel, pero te sigo viendo incompleta el día de hoy.

Me llevo bien con Cristina, es una productora que dedica empeño completo a su trabajo, pero le gusta el profesionalismo y muy pocas veces desde que comenzamos a grabar la he visto tan seria.

—Es que no puedo creer que quieras meter a Lauren antes que a mí, se supone que tengo más fama, debería…

Lastimosamente después de varios fallos cambiaron el orden de las tomas y también me pusieron a liderar la escena en esta huida.

—Ay, niña, esto no se trata de fama —Cristina resopla—, por favor entren en papel y grabemos.

—Milo, ya sabes que debes ayudarlas y esperar que se suban al auto para huir —le habla un asistente de producción—, bien, a sus lugares.

— ¡Acción! 

Corremos por los escombros, diciendo las líneas correspondientes, se supone que hay un cruce donde yo debería esconderme debajo de un túnel, pero el empujón de Nerea me saca del camino.

No puedo contener el grito de dolor que se me escapa al momento que mi muñeca izquierda golpea uno de los escombros cuando caigo.

— ¡Mierda! —Comienzo una cadena de insultos mientras me retuerzo del dolor sosteniendo mi mano contra mi pecho.

—Lauren, ¿Qué te duele? Déjame ver —las lágrimas brotan de mis ojos.

— ¡No! No la muevas, me duele —hablo entre dientes para no gritar.

Escucho el ruido ahogado a mi alrededor, no sé cómo me ayudan a levantarme y me llevan a un auto, solo sé que estoy aturdida y el dolor es insoportable, me arrancaría la mano si eso detuviera el dolor.

En el hospital solo logró volver a mi cuando me colocan algo para el dolor, me siento exhausta, estoy aún vestida con la ropa del rodaje que es un poco ajustada.

Estúpida Nerea.

Fractura de radio y cubito, pedazo de mierda, como pudo empujarme en un momento tan peligroso.

—Ya con los resultados de la radiografía confirmó lo que te dije antes —el doctor habla—, es una fractura doble, pero es limpia, con un yeso sanara bien, en un momento enviaré a alguien a colocarlo.

—Comprendo, gracias doctor.

—Te mandaré algo para el dolor también, solo pasas por la farmacia antes de firmar el alta.

—De acuerdo.

—Dejaré que entren a verte —asiento.

Brenda y Lucy entran a la par, ni siquiera recordaba que había llevado a Lucy conmigo al trabajo, ella seguro le aviso a Brenda que viniera.

—Voy a demandar a esa pequeña desgraciada, ¿Qué le pasa? ¿Cómo te va a empujar? —Brenda inspecciona mi brazo sin tocarlo, está inflamado y ya aparecieron hematomas en la zona—, ¿Qué te dijeron? 

—Ella sigue alegando que fue un accidente, pero todos vimos que no —habla Lucy.

—Es una fractura doble.

—Voy a condenar a esa mocosa —me río por la expresión de Brenda—, al menos estaban filmando, no es nada inteligente, nos dejó la evidencia en las manos.

—No te preocupes, dejemos esto así, no quiero escándalo.

—Lauren no seas tonta, hay que hacer algo —Lucy me mira indignada.

—Ya, por favor, quedará así, solamente habla sobre el retraso de grabación, infórmame si van a apoyarme en esto o no sé —me relajo contra la cama donde estoy.

—Obviamente te van a apoyar, si no quieres hacer nada está bien, pero seguirás en el proyecto te lo aseguro —cierro los ojos y asiendo.

Estoy exhausta.

— ¿Por qué estás tan tranquila? —pregunta Lucy.

La verdad me está hartando un poco tanta habladuría.

—Estoy medio dopada.

—Haré unas llamadas, te dejo un momento —escucho la puerta cuando Brenda sale.

—Traje tu ropa y tu celular, no ha dejado de sonar —abro un ojo y veo que se sienta cerca de la cama.

—Déjalo por ahí, gracias —suspiro.

—Siento que esto es por mi culpa, por hablar mal de Nerea, no sabía que era una loquita, disculpa por meterme en tu trabajo y causar un problema.

—Bueno no sabemos si solo fue por lo que mencionaste, no pasa nada Lucy, solo paso.

—Me quedaré contigo hasta llevarte a tu departamento —abro los ojos para mirarla—, no deberías estar sola.

—No lo estaré, Brenda vendrá conmigo, no te preocupes demasiado, solo vete a casa.

—A veces actúas de una manera tan segura de ti que estoy convencida que brotas alguna hormona que atrae a la gente —suelto una carcajada—, o sea una estúpida literalmente te acaba de romper la muñeca y estás como si fuera otro día más, algo súper normal y común.

— ¿Qué esperas que haga? Qué la busque y con la misma mano rota golpee su cara, me haga la super fuerte e invencible y arruine su carrera —habló sonriendo—, no, la verdad me da mucha pereza tanto drama.

—Yo la golpearé por ti —me vuelvo a reír.

—Lo que hacen las personas por amor.

—Callate, ridícula.

—Hola, vengo a ver cómo va la inflamación para colocar el yeso —entra un doctor nuevo, posiblemente debe ser un residente.

—Adelante, ya deseo irme a casa.

Dejamos al doctor hacer su trabajo y me alegra que no demore demasiado, Brenda termina llevando mis cosas, firmó el alta y me lleva a mi departamento con Lucy en el asiento de atrás porque no deseaba dejarme sola.

—Si necesitas algo, me llamas —Brenda me da un rápido abrazo—, ya escribí un comunicado y mañana te doy la información de los trabajos, hoy por favor descansa.

Mira disimuladamente a Lucy, estoy cansada, pero ella no quiere irse.

—Te llamo cualquier cosa.

Nos deja solas, ella se encarga de hacer la cena aunque le dije muchas veces que no era necesario.

— ¿Desde cuándo te has vuelto tan evitativa? Antes decía que haría algo por ti y no me negabas nada —sonríe antes de comer un bocado de su plato.

—Era una adolescente y tú también ¿Recuerdas? 

— ¿Ahora no te gusta que esté al pendiente de ti? 

— ¿Es como amigas? —se remueve en su silla y sé que di en el clavo.

No quiero dudar de sus intenciones, pero siempre pareciera más que una amistad.

—Claro… ¿Aún crees que me gustas? —eleva una de sus finas cejas.

—No, lo sé, dímelo tú —alejó el plato porque ya comí suficiente, le doy un sorbo a mi vaso de agua y la miró sin alguna expresión que pueda darle una mala señal.

— ¿Y si es así cuál es el problema? 

—Porque ya te he dejado claro que no volverá a pasar nada entre ambas —digo firme.

—No te entiendo —resopla—, no cambiarás nunca, seguirás dañando a las personas que se interesan en ti, solo porque le temes a algo real —se pone de pie—, yo bajaría el cielo por ti y tú ni cuenta te das, me destrozaste cuando éramos jóvenes y creí que con el paso de los años posiblemente habrías cambiado pero me doy cuenta que no, sigues siendo la misma egoísta que solo piensa en sus deseos y nunca podrás amar a alguien de verdad, solo la joderas, Lauren.

Suspiro cuando camina hacia la salida.

Escucho voces y luego la puerta al cerrarse.

Y si creía que el día había terminado, con ver a Camila deseo que no haya un segundo round de discusiones.

— ¿Qué ha pasado? —se acerca con cautela.

—Fractura —levanto mi brazo y la saludo rígidamente—, una compañera se alocó un poco… uh, sí, digamos que fue eso.

— ¿Estás bien? —Se acerca a mí silla y la gira despacio para que estemos frente a frente, inspecciona mi mano con cuidado.

—Sí, Brenda se está encargando de mi agenda, esperamos que no haya ninguna cancelación.

—Estaba preocupada, eras tendencia otra vez ¿Dónde está tu celular? Te llamé demasiadas veces —la miro a los ojos.

Sé que estoy herida, pero ella parece peor, sus ojos están rojos, tiene ojeras, parece más apagada de lo normal.

¿Qué ha pasado en estos días que nos hemos alejado? 

—Mi celular está por ahí —respondo—, ¿Estás bien? 

Parecemos pisar sigilosamente alrededor de minas, justo ahora no queremos que nada explote.

—Sí, sólo cansada, pero debo ser yo la preocupada, ¿Te dolió mucho? —sostiene mi mano con cuidado, mira la encimera—, bueno ya sé que comiste, ¿En qué otra cosa puedo ayudarte? 

Nunca podrás amar a alguien de verdad, solo la joderas, Lauren.

Es posible que Lucy tenga razón, pero ahora quiero hacerme la ciega.

—Llore del dolor, pero se pasó al rato de inyectarme, ahora tengo algo de sueño, ¿Has dormido algo? —señaló mi ropa, aún llevo lo que usaba en la grabación—, ¿Me ayudas a cambiarme? 

—Claro, vamos —suelta mi yeso con delicadeza y toma mi mano sana para tirar de mí hacia mi habitación, sé que evita mi pregunta—, ¿Significa esto una tregua? 

Suspiro.

—Solo vamos a dormir, mañana hablamos.

—Está bien, tengo algunas preguntas de tu invitada de hoy —asiento.

—Me imagino.

Me ayuda a cambiarme de ropa y me tumbó en la cama esperando que vuelva del baño.

Nunca podrás amar a alguien de verdad, solo la joderas, Lauren.

Pero a ella la amo, aún así estoy frustrada, porque quiero hacer cosas con ella que no puedo y las que sí puedo no me atrevo.

Dejó la mano enyesada sobre mí estómago, esto está picandome. La cama se hunde a su lado y sé que se acuesta a mi lado, aún así mantengo mis ojos cerrados.

—Buenas noches —susurra, dejo que se acople a mí.

Caigo profundamente dormida y sé que en parte es porque ella está a mi lado.

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