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Capítulo 47

Camila.

—Me avisas si tienes algún problema, aunque no debería pasar nada, todo lo arregle con cuidado.

—No te preocupes, Brenda, gracias de verdad por este favor.

—Agradecele a Lauren, me estaba atosigando para encontrar está audición para ti.

—No puedo creerlo, no sabes cuánto le rogué a Simón —hace una mueca.

—No comentaré al respecto, pero entra, no quieres llegar tarde, me quedaré en el área de afuera esperando.

—Está bien, gracias —le tomó la mano y le doy un apretón antes de irme.

Estoy muriéndome de nervios, Lauren me dió está gran sorpresa, me consiguió una audición, nada que ver con los trabajos que me está buscando Simón.

Es la adaptación de un libro, que ya he leído y amado, deseaba presentarme, pero Simón se negó cada una de las veces que se lo plantee, lo último que me dijo fue que lo intento, pero ya habían cerrado las audiciones.

Levantarme el día de hoy con esta sorpresa me tiene eufórica, sé que estoy preparada, estuve ensayando el libreto tanto porque esperaba que Simón cambiará de parecer, pero ahora está tan centrado con su proyecto con el señor Walter, me tiene yendo a seminarios y promocionando la nueva película, eso ha atraído la vista sobre mí y se me hace complicado escaparme al departamento de Lauren sin ser descubierta, he usado hasta disfraces para salir de mi departamento.

El último escándalo fue que llegué a mi departamento, nadie me vio salir y al día siguiente estaba regresando, dicen que me escabullo y no están haciendo reportajes de algo falso, realmente no pasó tanto tiempo en mi departamento, eso hace que vigilen la casa de mis padres para saber si estoy allí.

Revisó mi celular antes de entrar solo porque sé que recibí un mensaje de Lauren.

Sé que puedes con esto, suerte, amor.

Sonrió como una tonta.





— ¿Dime qué pasa contigo? —Simón revuelve sus papeles.

La noticia de que conseguí el papel no le cayó de la mejor manera, además de que ha comenzado a opacar mi felicidad.

Se me hace difícil mantenerme feliz por mi logro cuando él está en su estado de locura.

No es para nada normal que comience a sentir que hice algo mal, sé en el fondo que no lo hice, estaba más que preparada para ese papel, lo deseaba, ansiaba conseguirlo y lo logré ¿Cómo me puede hacer sentir mal al respecto?

—Yo soy el que dirige tu carrera, yo elegiré los papeles convenientes para ti y yo te exprimire si me da la gana —me señala con su dedo índice—, lo dejaras, ¿Te queda claro?

—No —logró ahorrar un poco de valor para hablar—, ya hablé con reporteros, si me retiro caerá mala prensa sobre mí.

— ¡Joder, Camila! —me sobresaltó cuando golpea la mesa de su escritorio.

—Cálmate y actúa como alguien normal —murmuro.

Se me eriza la piel cuando se ríe, una risa hueca que solo denota burla.

—Vas a trabajar más, que te quede claro.

—Solo hasta que se acabe tu contrato —reuno las fuerzas para decirlo por fin, mis manos están cerradas en puños debajo de su escritorio, fuera de su vista, quiero parecer lo más serena posible aunque mi cuerpo quiera temblar.

—Está bien, niña, sigue soñando, ya vete, no quiero verte justo ahora, te pasaré el horario en que quiero que llegues al seminario que te toca.

La verdad es que está persona ya no me sorprende, porque perdió su máscara conmigo desde hace tiempo.

—No creas que me olvidé de que no estás yendo a tu departamento, espero que no la estés jodiendo más —dice esto último cuando me estoy retirando de su oficina.

Voy mirando el suelo, siento que cada vez agachó más la cabeza, lo detesto.

Camila otra vez dejando que Simón pase sobre ella.

He comenzado a hablarme a mi misma no de una manera tan agradable, solo me he reprochado, reprochado.

—Hey —me detengo antes de salir del edificio.

El chico me mira de manera extraña, muy fijamente, frunzo el ceño.

— ¿Disculpa? ¿Te conozco? —su expresión cambia, una sonrisa robótica aparece en su rostro.

—No, ya quisiera, soy un nuevo empleado de Simón, espero y nos veamos luego —me fijo en su vestimenta, jeans sencillos, camisa muy estilizada, el cuello de esta está tan recto que me hace pensar si la planchó teniendola puesta—, puede que te pida un autógrafo.

—Oh ¿Eres fan? —puede estar nervioso.

—Sí, desde antes de la famosa serie —asiento.

—Para la próxima trae un papel y pluma —logró despedirme con la mano para terminar la conversación, irme y estar lejos de Simón.



***

Camino de un lado a otro por la habitación leyendo el libreto del papel que conseguí, estoy intentando adelantarme trabajo porque Simón está haciendo de mi tiempo el lío más grande.

Le echo un vistazo a Lauren que está en la cama recostada del espaldar de esta y con su laptop en sus piernas.

Mis ojos se encuentran con los suyos, tan hermosos.

Una sonrisa lenta aparece en sus labios, me cruzo de brazos girandome completamente hacia ella.

Estamos en nuestra burbuja, a pesar de que se me hacía imposible llegar a su departamento, lo conseguí con éxito.

— ¿Qué? —niega con su cabeza.

—Nada —oigo un tonito en esa palabra.

—Dime —hago puchero, solo para conseguir que hable, me funciona muy bien esa técnica.

—Es que… —se remueve en la cama acomodando mejor la laptop en sus piernas—, te veo y pienso que te he visto esforzarte mucho estos días, estás tan concentrada y noto tu compromiso con esto que te encanta, eso me hace sentir una cosa —se apunta el pecho con un dedo—, como si me infla ¿Sabes? Pienso que me enorgulleces, que eres grandiosa y me hace feliz verte cumplir tus sueños, también me inspiras a esforzarme y luego pienso que soy afortunada de haberte conocido de esta manera, me siento aliviada de que me dieras una oportunidad porque sé que no soy de fiar respecto al compromiso, pero te amo, es lo más real que tengo.

—Lauren… —susurro, noto como comienza a sonrojarse porque se ha expresado mucho y no es algo común para ella, está vez no hago puchero a propósito, solo que me conmovió mucho y estoy sensible.

—Ya, ya, te dejo tranquila para que sigas —trata de quitarle importancia, pero es imposible.

Me acerco a ella, dejando mi libreto a un lado, tomó su laptop y la dejo a su costado para terminar subiéndome a horcajadas sobre sus piernas.

—No, no, no —tomo su rostro en mis manos—, no te esconderás de mí.

Beso sus labios, su nariz, su frente, sus mejillas.

—No sabes lo afortunada que soy yo de poder tener tu corazón —me abrazo a su cuerpo escondiendo mi rostro en su cuello—, no cambiaría esto por nada del mundo, porque te amo perdidamente Lauren Jauregui.

— ¿Qué tal si te dicen que si me terminas te dan un papel con Angelina Jolie? —suelto una carcajada.

—Ni siquiera por eso, amor —alejo mi rostro para verla. Roza su nariz con la mía.

—Estoy orgullosa de ti —susurra, me recorre un cosquilleo.

—Besame, por favor.

Cierra el espacio entre nuestras bocas para dejar de expresarnos con palabras, porque a veces es necesario simplemente fundirnos en una mezcla interminable de sensaciones, yo quiero que ella esté impregnada en mi ser, tatuada en mi piel y grabada en mi cerebro.

Quiero ser tan suya como ella mía, dejando de lado el significado posesivo que le dan a esas palabras, quiero que mi mundo y el suyo sigan girando en el mismo eje.




***

—Lo siento, no puedo ir —me alejo el cabello que se pega a mi rostro sudado, al fin termine el seminario intensivo que me ha hecho que me salgan canas.

—Camila, ya van tres reuniones que me cancelas, no sabes lo feo que es ver a todos y no verte —Dinah se queja.

—Tengo que grabar todo el día Dinah, me encantaría poder ir, lo juro.

Recojo mis cosas y me despido con la mano de los chicos.

—Lauren está triste —menciona, como si no lo supiera y como si yo no deseara poder hacer algo para cambiar eso.

—Lo sé, volvimos a discutir hace menos de veinticuatro horas —llegó al aparcamiento, me subo a mi auto y lanzo mi bolso al asiento trasero, dejo mi celular con el manos libres y solo me quedo sentada en el auto con las manos en el volante.

—No le digas, pero me comentó que no tienen tiempo para verse y que han tenido varios problemas con sus salidas con Shawn, que no entiendo porque sigues apareciendo con él después de lo que te hizo, no sabes qué otras cosas puede hacer.

He escuchado eso sobre Shawn desde la voz de Lauren, una y otra vez, este último mes, me lo dice Dinah también y me lo digo yo misma, pero esto es algo que hace Simón, no puedo ir contra esto, no estoy con él en salidas y eventos porque yo lo desee.

Pero tampoco se lo he mencionado a nadie.

Lo único que digo es que es solo trabajo.

— ¿Por qué Lauren te está contando nuestros problemas? —pregunto después de suspirar, porque sí, hemos comenzado a tener problemas tras problemas.

—Imaginate —exclama con exageración—, cuando nos reunimos la última vez la ví bajoneada, así que me acerque a animarla con mi sazón y pues soltó la sopa.

— ¿Qué más te comento?

—Solo dice que están raras y me sorprende porque antes estaban que no se mantenían lejos de la otra, ni siquiera cuando no estaba en la ciudad se separaban y dejaban de llamar —pestañeo porque me arden los ojos por las ganas de llorar.

Estoy exhausta y sensible, solo quiero abrazar a mi novia, que lo que sea que pasa desaparezca, que sea sencillo, que habláramos de manera transparente de lo que nos pasa a ambas y arreglar las cosas.

Pero Simón no me lo permite, lo siento muy cerca de descubrirnos por comentarios que ha hecho, no puedo dejar que se entere.

—Estoy cansada, Dinah, voy a mi departamento a ducharme, tengo que estar en otro lado en una hora —pongo el auto en marcha.

—También estás mal, Mila, estás triste —su tono de voz se vuelve suave.

—Por supuesto —suspiro.

—Deben arreglar las cosas.

—Lo intentaré.

—No seas tan cabezota, te conozco, te preocupas por todo y olvidas lo importante —sonrió.

—Ilumíname ¿Qué es lo importante Dinah?

—Lo importante es no perder a la mujer que amas por circunstancias externas, el amor no lo es todo, pero siempre puedes aferrarte a eso.

—Te adoro.

—Lo sé, mi vida, pero si la próxima vez te invito a algo y me dices que no, te voy a patear el trasero —suelto una carcajada—, te quiero, Mila, pero estamos hablando mucho, tengo otras cosas que hacer, cambio y fuera.

Deseo aferrarme al amor que le tengo a Lauren, deseo con todas mis fuerzas que las cosas mejoren.

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