Capítulo 42
Lauren.
Sé que el instinto me intentó avisar
Que conocerte tal vez no era lo mejor
Que eres experta para enamorar
Y no te importa cuantos caigan por error.
***
Mezcla de emociones.
Es cuando sucede algo dentro de mí, como una explosión caótica en la galaxia, no sé dónde empieza una emoción y dónde termina otra.
Así de caótica comencé a sentirme cuando escuché la voz de Camila al celular.
Por primera vez perdí el control de lo que sentía, de una manera tan fuerte que no sabía cómo reaccionar y lo primero que pensé se me escapó.
—Te dije que le gustabas —no tenía intención de que sonará a reproche, pero ya había abierto la boca.
—Lo siento, te juro que no quería, no sabía que iba a hacer eso, tenías razón.
¿Por qué se disculpa?
Sé que no fue su culpa, aunque de alguna forma yo me mostraba muy reacia hacia él.
Presionó mi mano libre en un puño, estoy enojada, demasiado diría yo, pero no por ella, sino por la situación, estoy irradiando una rabia por no poder estar allá, porque él no tenía derecho y simplemente quisiera soltar toda la impulsividad de mi ser para golpearlo.
Me recuerdo que no soy una troglodita sin razonamiento, pero, mierda, esto me duele, me lastima lo que debe estar sintiendo Camila y no poder hacer nada al respecto, por estar tan lejos de ella.
Tal vez está asustada.
— ¿Dónde estás? —logro ordenar mis ideas.
—En el jardín trasero —su voz se quiebra y contengo las ganas de gritar de frustración.
—Sal de ahí ¿Ok? —murmura una afirmación baja—, estaré contigo hasta que llegues al hotel ¿Bien?
Aflojo mis dedos para relajar el puño de mi mano, presionó el puente de mi nariz y trato de calmar todos esos pensamientos que en realidad no servirán de nada ahora.
Sí, estoy celosa. Sí, me siento con rabia, tristeza y decepción. Sí, creo que está situación se hubiera podido evitar si Camila me hubiera escuchado. Y sí, sé que ella no quería que la besaran a la fuerza, pero esos hechos no hacen que me sienta mejor de estar a kilómetros y no poder hacer un carajo.
—Disculpame, yo ni siquiera quería venir a esta reunión —habla. Aunque ya consiguió taxi y va de camino al hotel, me siento inquieta y sé que necesito una pausa para no joder las cosas.
—Deja de disculparte, no es tu culpa, está bien, yo sé eso perfectamente, solo deja que me enoje con el universo, todo está bien.
—Si me hubiera dado cuenta de algún cambio y hubiera escuchado lo que me decías, esto se pudo evitar.
—Los hubiera no importan, lo que importa es que no pasó nada más, que estás bien.
— ¿Cómo puedes pensar así? —suena desconcertada.
Sí supiera que en realidad quiero actuar como una cavernícola y cazar a Shawn mientras le digo que es una basura, para luego dejarle un ojo morado, no sería de lo más ideal y sano colocarme en esa situación.
Creo que puedo manejar la toxicidad de los impulsos insanos en una relación.
—No me fuiste infiel si es lo que piensas —llegó a una conclusión—, no fue algo que deseabas hacer, no es tu culpa.
Me quedo simplemente escuchando su respiración todo el transcurso mientras termino de alistar mis cosas para la reunión que tengo.
—Ya estoy en mi habitación de hotel —respiro hondo.
—Está bien, amor, trata de descansar, allá debe ser tarde, gracias por ser honesta y contarme lo sucedido —voy hasta mi habitación de la suite en la que me estoy quedando y me recuesto en la cama mirando el techo—, no estoy enojada contigo, pero necesito un espacio, también tengo una reunión así que me dará el tiempo para enfriarme, te llamo cuando sea de noche aquí.
—Te quiero, Lauren… —suena a qué en realidad desea decir más.
—También te quiero, Camz.
***
Regrese a tiempo de Italia para despedir a mi hermano, llegue a casa de mis abuelos para pasar el último día con Chris antes de que viaje.
—Estoy tan enojada contigo —refunfuña mi abuela—, habías estado evitando esto ¿No? Sabías que estaba enojada contigo y eso lo hace peor.
—Abuela, ya te dije que lo siento —suspiro—, he tenido mucho trabajo, pero claro que quería visitarlos.
—Te saltaste el cumpleaños de tu abuelo —me reprocha—, ¿Crees que él quería tu regalo nada más? Él quería verte.
—Yo si quería el regalo —declara mi abuelo acercándose para abrazarme.
—Siempre estarás de su lado —mi abuela resopla.
—Ya deja el drama, cariño, no seas cascarrabias, disfruta que la niña vino —me quedó acurrucada en sus brazos y comienza a darme golpecitos en la espalda—, tengo que sacarle los gases acumulados.
—Ya estoy grande, abuelo —cuando era pequeña siempre hacía que me sacaba los gases y yo hacía ruido de eructos, era una costumbre hasta que crecí.
—Abuelo suelta a esa traidora, yo si tengo gases —Taylor lo abraza desde atrás y él ríe.
—Dejen la tontería y vamos al comedor, sus padres y su hermano ya están arreglando todo para el almuerzo.
—Es una cascarrabias adorable —susurra el abuelo.
—Te he oído —finge temblar y nos hace caminar al comedor.
De verdad extrañaba tanto venir, puede que siempre demos por hecho las cosas, sobre todo a la familia, que tal vez nos concentramos tanto en nuestras ambiciones que al final a veces terminamos dejando de lado las cosas indispensables para ser feliz. Siempre me hará feliz estar con ellos y que Chris nos deje por un tiempo es un vacío.
Odio que me ponga sensible como si no lo fuera a volver a ver.
—Hermano, el desterrado de la familia —lo abrazo por detrás ya que está sentado frente a la mesa, si se le puede llamar abrazo a estrangular su cuello con mi brazo.
—No seas brusca —se queja.
— ¿No te has lavado el cabello? —me alejo haciendo un sonido de disgusto—, puerco, como vas a viajar con la cabeza así, te va a caer sanidad en el aeropuerto.
La carcajada del abuelo me hace vibrar el alma.
—Esa niña salió a mí —se limpia una lágrima que se le ha escapado de la risa.
—Me siento excluida —se queja Tay.
—Tu saliste a mí, cielo —la intenta animar papá.
—Ay, dios, lo que me espera —esta vez ríe la abuela.
—Comiencen a poner la mesa, no podemos atrasarnos porque se atrasa Chris —mamá nos hace movernos.
—Mejor, así no se va —habla la abuela.
—No comencemos por favor —Chris cierra cualquier conversación que pudo haber iniciado por ese comentario.
—Paz, por favor —papá aligera las cosas—, vamos, chicos, ustedes busquen la comida.
—Vamos, te contaré de mi nuevo hobby —el abuelo pasa un brazo por mis hombros, lo escucho interesada, siempre encuentra cosas diferentes para hobbys de un mes.
—Lo que más extrañaba era escuchar eso.
—Charlatana —me acusa la abuela dejándonos atrás riéndonos.
—Entonces… ¿Te quedarás allá? —sostengo mi celular frente a mí para que Camila me vea y revisó mi tablet que está entre mis piernas.
Estoy recostada en el respaldo de la cama, aún en casa de mis abuelos, aprovechó de hablar con Camila ya que mi compañera de habitación salió de compras con papá.
—Solo está noche, por lo que estoy viendo en mi agenda, mañana en la mañana debo ir a un casting que consiguió Brenda y bueno en la tarde debo ir al set para grabar contigo el final —levantó la vista para mirarla, no nos hemos visto desde que regrese porque llegué a casa de mis abuelos y no planee reunirme con ella tampoco. No es muy tarde y me sorprende que esté en casa tan temprano cuando los días que estuve fuera de la ciudad estaba llegando tarde a casa o simplemente demasiado temprano de la mañana del día siguiente.
—Quería verte —se ve un poco insegura de seguir hablando pero continúa—, quiero planear una salida, que hablemos y simplemente poder estar juntas.
—Nos veremos mañana, no te preocupes, sabes que es difícil planear una salida en nuestra situación, pero podemos hacer algo en casa —hace una mueca y la verdad me hace replantearme que tal vez estoy siendo un poco aguafiestas—, olvídalo, te dejaré planear lo que desees.
— ¿Sí? —camina por su departamento hasta que noto que está en el baño, coloca el celular donde pueda seguir viéndola y comienza a desmaquillarse.
—Claro, ¿Por qué te sorprende?
—Bueno pensé que estabas molesta o bueno, no sé —hace una pausa cuando se enjuaga la cara—, por eso quiero una salida para pasarla bien y hablar.
—Ya te dije que no estoy molesta —le recuerdo, porque de alguna forma cree que estoy enojada por el beso que le dió Shawn, tuve tiempo para pensar y tranquilizarme, si puedo estar molesta solo sería con él—, pero bueno, acepto lo que quieras hacer.
—Bien, voy a planear la cita —le sonrió para que note que si me interesa verla y pasar tiempo con ella.
—Se me olvidó comentarte —me estiró hasta la mesa de noche para tomar el libro que deje ahí antes—, mira lo que me acompaño a mi viajé, ya voy por la mitad.
— ¿Te lo compraste? —asiento.
—Tenía que leer tu libro favorito —me encojo de hombros—, y como no querías prestarme el tuyo, tuve que comprar uno, está lindo, me gusta, se nota que es de sus primeras historias, pero conecte con los personajes, es dulce.
—Eres un sueño, Lauren —sonríe con la lengua entre sus dientes, se ve tan tierna—, se llama mi dulce amor, debe ser dulce.
—Estoy complacida con mi lectura, no la estoy juzgando —la tranquilizó—, cuando la termine la comentamos.
—Me parece perfecto.
***
Lo único que puedo decir de mi casting es que fue perfecto y no puedo estar más complacida, espero de verdad obtener este papel.
No he ido a mi departamento desde que volví a la ciudad, Brenda tuvo que mandar mis maletas para que yo llegara a la audición desde la casa de mis abuelos, siento que necesito un descanso de al menos un día entero.
Miró muy atenta todo, mientras avanzo en el auto que mandó Brenda para que me recogiera, aún no me deshago de la seguridad y a veces me mantengo paranoica como si alguien estuviera siguiéndome.
Me he sentido algo inquieta respecto a quien pueda estar cerca de mí y hasta con un nivel leve de ansiedad, porque aunque todos me recuerden que cambié de departamento, que tengo seguridad, que han pasado meses desde que el acosador apareció, igualmente me siento tensa.
—Llegamos —me indica, aunque ya sabía.
—Te llamaré si es necesario que me recojas.
—Está bien, señorita.
Entró al edificio, tratando de no mirar atrás, tengo que grabar mi escena final de la serie, pero no estoy segura de si será ahora, Normani me contó que Nick tiene una de sus crisis locas.
Y no necesito confirmarlo hasta que lo veo yo misma, está discutiendo en voz alta, sin importarle que todos escuchen, sé que todo está preparado para grabar, pero el camina por todos lados desquiciado. Él es dramático, pero es la primera vez que se deja ver de esa forma.
—No me voy a quedar aquí viendo a estos ineficientes mientras que me estás diciendo que me están montando una demanda —se tira del pelo—, ¿Sabes lo que una demanda me va a hacer? ¿El escándalo?
¿Demanda? Mierda ¿Qué me perdí?
Un hombre con traje a la medida lo sigue mientras él está en su delirio.
—Solo hay que ver las perspectivas y prepararnos.
— ¿Cómo me preparo? Yo nunca he hecho eso de lo que me acusan, yo nunca he… —el hombre lo interrumpe.
—Por favor, hablemos en privado —Nick me mira al igual que a los demás que no me había fijado que habían llegado por el ruido.
—No grabaremos una mierda —arremanga las mangas de su camisa.
—Esto no hace perder tiempo y dinero, señor, recuerde que tenemos un cronograma que…
— ¡Cállate Walter! —le grita al asistente que se queda inmóvil—, ¡Larguense! No sé grabará ¿Qué parte no entienden?
Nick desaparece por un pasillo, me fijo en Normani que hace una señal de cortarse el cuello, frunzo el ceño al ver que del pasillo detrás de ella vienen Shawn y Camila.
—Yo no sé ustedes, pero yo me voy —murmura Troy dirigiéndose al ascensor.
Camila al verme le dice algo a Shawn y se aleja de él, se detiene frente a mí, coloca una mano en mi brazo.
—Ya que nos podemos ir, ¿Quieres comenzar la cita desde ahora? —habla bajo, pero igualmente miro alrededor.
—Uhhh, sí…
—Adios, chicas —Normani se despide pasando por nuestro lado.
Shawn ya se esfumó, así que solo están algunos asistentes, ella y yo.
—Vamos, ¿Trajiste auto? —desliza su brazo a mi mano y tira de mí.
Justo ahora estoy celosa.
—No —respondo a su pregunta.
Los celos no son malos, no creo, a menos de que actúe como un animal posesivo, me rasco una ceja, quiero preguntar ¿De dónde venían? ¿Qué hablaban? y si la beso sin que ella quisiera… ¿Por qué carajos estaba con él?
Normani está frente a las puertas del ascensor y esperamos con ella.
—El estúpido de Troy bajo en el ascensor sin mí, no sé porque está molesto, le dije que esperara y ni me escucho o hizo que no me escuchaba.
—Tal vez está con algo en la cabeza, él siempre ha sido caballeroso —comenta Camila.
Las puertas se abren y entramos, aún Camila sostiene mi mano, parece tan ajena a mi incomodidad.
—De verdad, de todos los chicos, él es el más caballeroso y amable —continua Normani.
—Seguro tiene un mal día —habló por primera vez en tono fastidiado.
— ¿Tú tienes un buen día? —me pregunta Normani con ironía.
—Genial —contestó soltando la mano de Camila cuando las puertas del ascensor se abren en el estacionamiento.
Ni siquiera me fijé que bajabamos, yo no traje auto, me imagino que Camila sí.
—Bueno, ahora sí las dejo, tengan un lindo día, hermosuras —se aleja de nosotras.
— ¿Tú si trajiste auto? —Sé que es absurda la pregunta.
—Sí, también traigo seguridad, no te preocupes, nos debe seguir en cuanto salgamos de aquí —la sigo hasta su auto y subo en el asiento del copiloto.
Me quedo mirado a un lado, pero al ver que no enciende el auto la miro, tiene los dedos alrededor del volante, los abre y los cierra en torno a él.
— ¿Nos vamos o no? —Mi voz suena molesta, aunque no planeaba que fuera así.
—No —como no se ha colocado el cinturón se gira hacia mí—, Dime qué pasa, estás enojada y me dijiste que no lo estabas, planee la salida y estás tan tensa, descontenta y se nota tanto que algo te molesta que me parece absurdo seguir como si no estuviera pasando algo.
— ¿Por qué no me dices tú lo que pasa, Camila? Porque te vi acercarte con Shawn, cuando en realidad hizo algo que sé que no fue fácil pasar —pasó una mano por mi cabello—, y yo… no sé… los celos me comen la cabeza de una manera irracional, porque nunca me he sentido de esa forma.
—Lauren, no estaba con él porque yo lo buscará, me interceptó, me pidió perdón y simplemente le dije que no se me acercara, que por ahora solo sería civilizada hasta que acabáramos el proyecto, eso es todo, podías solo estar tranquila y preguntarme —suspira.
Nos quedamos viendo la una a la otra, sí, la verdad no pensé en preguntar, solo me activé, pero siento esa posesividad, sé que ella no es mía, no en forma de objeto, pero quiero que decida que seamos de la otra.
—Lo siento —trato de ordenar mis pensamientos—, solo… no pensé de forma racional, si pasa que te incomoda o no te deja tranquila quisiera que lo hablaras conmigo, por favor.
—Claro, te contaría todo, amor —alcanza mi mano y le da un apretón.
Le creo.
Tal vez Camila sería capaz de convencerme de lanzarme de un parapente si lo quisiera, le creo con la mirada, las palabras, los toques y solo por ser ella.
— ¿Estás lista para la salida? —Trata de darnos ánimo.
—Quiero que me sorprendas —le sonrió y el brillo llega a sus ojos.
—No sabes lo que te espera, Jauregui.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro