Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 24

Lauren.

Tal vez nunca supe que era el amor hasta que te conocí o hasta que me rompí por tí, cuando dolía tanto no estar a tu lado e igual me convencí que era lo mejor, cuando me aferre a todas las medidas drásticas para ya no pensar en ti.

***

—Oscar puedes caminar más lento —le digo por quinta vez mientras lo alcanzó.

—Debemos llegar rápido, además así caminan todos en New York acostumbrate —resoplo.

—Lo único que odio de la ciudad es tener que ir corriendo a todos lados —envuelvo mis manos en mi vaso de chocolate caliente, porque además hace un frío de la mierda—, además llevo algo caliente en las manos ¿Quieres que me lo tire encima?

—Estas de mal humor hoy —afirma—, pensé que estarías feliz por trabajar conmigo.

—Si dormía contigo todo el tiempo, que seas un increíble diseñador ahora no indica que cambie mi estado de ánimo —suelta una carcajada.

—Sigues siendo una basura, te extrañe —me agarro de su brazo.

—También te extrañe, por lo menos me dejaste descansar cuando llegue.

—Claro, porque ahora vamos a trabajar un montón, después te presentaré a mi novio y luego saldremos a beber porque en New York no se duerme cielo.

El estudio de Oscar es tan sorprendente como sus colecciones, a él lo conozco de años, fuimos a la misma preparatoria, éramos muy amigos, como siameses en ese entonces, hasta que se mudo y solo mantuvimos contacto por un tiempo hasta que se volvió en solo saludarnos en fechas especiales, pero igual le tengo cariño.

Me sorprende que ese adolescente desinteresado de las cosas y el mundo que lo rodeaba ahora sea uno de los mejores diseñadores en New York, nunca lo hubiera imaginado.

—Entonces quiero que uses esto —me muestra el atuendo que está dentro de un saco transparente, trato de dejar de mirar los cuadros de sus diseños de las paredes para prestarle más atención.

— ¿Entonces el objetivo es fotografiarme con esa fila de atuendos? 

—Exacto, Santiago te pondrá unas dinámicas, solo hay que esperar que termine con su otra sesión.

—Ok ¿Y qué quieres expresar con esto? —señaló el catálogo que tiene sobre su escritorio.

—La naturaleza femenina —acomoda sus gafas—, hay mucho arte aquí.

—Es que por eso eres conocido, tus colecciones son obras de arte —me sonríe.

—Trato de extraer toda la inspiración que me viene del mundo, además cuando mi agencia se contactó contigo no pude estar más deseoso de hacer cosas únicas para ti.

—Me gustaría que habláramos más ¿No piensas mudarte a Los Angeles de nuevo? —arruga la nariz.

—No es lo mío, seguro puedo ir a visitarte o tú puedes mudarte acá.

—Nunca pensé en mudarme, pero ahora estoy llena de trabajos en casa así que no planeo nada de eso.

—Verdad —cierra su libreta—, lo mucho que subió tu carrera es admirable, seguro le pusiste de esa terquedad que tenías en la adolescencia, no paraste hasta de verdad llegar a dónde deseas.

—Que te puedo decir, estoy feliz.

—Oscar por favor cuando mandes a Estela a buscarme dile que no se acerque a mis cosas —nos interrumpe un chico alto, delgado y moreno, mira su cámara en sus manos con el ceño fruncido, aún no nos ve.

—Recuerda que debes ser más amable Santiago, la chica no tiene la culpa de estar embobada por ti, además tenemos visita, maleducado —levanta la vista y nos mira.

Se acerca a paso firme dejando la cámara colgar en su cuello, a pesar de que es delgado se nota que está tonificado y tiene buenos hombros.

—Lo siento, hola, soy Santiago —me tiende la mano cuando está frente a mí, la estrecho—, eres Lauren, un gusto, Oscar estuvo emocionado desde que supo del trabajo.

—Ya sé que me extrañaba, un gusto —sus ojos son de color avellana y esa onda de camisa de cuadros arremangada si parece ir con toda su apariencia.

—Ya que conoces a nuestra musa es mejor ponernos a trabajar porque quiero salir temprano hoy —Oscar nos hace seguirlo hasta una habitación nueva, bastante amplia.






— ¿De verdad no importa si se ensucia? —muevo mis pies sobre la pintura que hay en el piso.

—Los diseños están hechos para eso, despreocúpate —me indica Santiago, asiento bajando y arrodillándome sobre el piso manchado de varios colores de pinturas, el vestido rosa pálido se ensucia—, bien, juega con los colores.

Hago lo que me va indicando mientras miro a la cámara de vez en cuando, solo escucho el sonido del lente al capturar la imagen.

Terminó con la barbilla manchada y el vestido hecho un desastre, pero al menos eran las últimas fotos.

—Listo, de verdad creo que con todo lo que hicimos es suficiente —Santiago no despega su vista de la cámara mientras se aleja.

Trabajamos por diez horas seguidas, salgo del área que crearon para las últimas fotos y Estela se tropieza al intentar colocar una toalla en el piso para limpiar mis pies, al final también me acerca una húmeda para limpiar mis manos, la conocí como a la mitad de la sesión y en ese transcurso la he visto botar un café, dañar un archivo de Óscar y tropezarse dos veces, sí es bastante torpe, pero se nota que es una buena chica.

—Tranquila, respira y haz las cosas más calmadas —le sonrió, también es tímida—, es mejor ir lento pero seguro, que apresurado y caótico.

Me limpio las manos y le entrego la toalla, me acerca una silla y me trató de quitar todo el rastro de pintura de los pies.

—Vamos chicos, hay festejo de trabajo, todo para celebrar el triunfo que será mi pequeña Lauren —le sonrió a Oscar—, todos están invitados al club, pero solo pagaré la primera ronda.

—Siempre has sido un tacaño —habla April, la chica que se encarga de mi maquillaje.

—Yo paso, tengo una cena —el chico de las luces se encarga de recoger sus cosas.

—Apresúrate para irnos —lo miró como si tuviera dos cabezas.

—Estás loco, debo ir a mi hotel a ducharme —resopla.

—Bueno, te pasaré la dirección, igual tengo que esperar a Jhorch.

—Lauren suena tu celular —Estela acerca mi abrigo.

—Voy a organizar unas cosas, nos vemos en el club —Oscar se despide.

Logró alcanzar mi celular sin ensuciar mi abrigo y respondo la vídeo llamada antes de que se caiga la llamada.

—Por favor alejalo de mi, no lo quiero manchar —Estela se lo lleva y concentro mi atención en Camila que me sonríe a través de la pantalla.

—Tienes la cara llena de pintura —señala.

—Sí, unos métodos locos de Oscar —hemos hablado mucho por mensaje desde que no estoy en la ciudad, trato de buscar el tiempo para responderle siempre—, tengo una pregunta.

—Dime —parece estar en su sofá, pero a pesar de que su camisa es cómoda, como para descansar en casa su rostro tiene un maquillaje muy trabajado, bueno ahora tengo tres preguntas, me voy al camerino.

—Bueno ahora son tres —dejo mi celular a un lado en el escritorio y comienzo a desmaquillarme—, ¿Qué tanto me extrañas como para hacerme vídeo llamada? 

La miro para no perderme su reacción y me agrada que parezca un poco descolocada, solo estoy molestandola.

—Solo pensé que podía ver tu cara al menos a través de una pantalla —dice quitándole importancia.

—También quería verte, aunque preferiría en persona —vuelvo a concentrarme en mi cara en el espejo— ¿Recién llegas a casa? 

—Sí, te dije que tenía un comercial hoy, pues me tomo todo el día, recién llego y estoy muerta, pero antes de quitarme todo esto —la miro y señala su rostro—, preferí llamarte, a lo que luego me estaba arrepintiendo porque no contestabas y pensé, bueno, estará ocupada, seguro la estoy molestando e iba a colgar y contestaste, así que estamos aquí.

Se acomoda mejor en el sofá, sonrió por su pequeño vómito verbal, es demasiado tierna.

—Como viste estaba jugando con pintura —cuando estoy desmaquillada me coloco a un lado de donde se encuentra mi celular y comienzo a cambiarme—, las ideas locas de Oscar, pero al menos no llamaste cuando estaba con la ropa de colegiala, te hubieras desmayado.

— ¿Por qué me hubiera desmayado? —subo la cremallera de mis jean y vuelvo a aparecer en pantalla.

—Porque me veía increíblemente sexy —le guiño un ojo y se ríe.

—No seas descarada Lauren.

—Las fotos quedarán geniales, ya las verás.

—Claro, estás trabajando con Oscar Benedetti, aún no puedo creer que sea tu amigo de adolescencia, su trabajo ha elevado a muchos en su carrera.

—Si lo conocieras notarías que es tan normal como cualquier otra persona, la diferencia es cuando se inspira.

—Me imagino ¿Y entonces? —frunzo el ceño, tomó mi bolso, mi abrigo y salgo del camerino con el celular frente a mí para seguir viendo a Camila—, dijiste que eran tres preguntas.

—Aah ya —me rio, llegó al pasillo del ascensor y le hago señas de que espere un momento—, adiós Estela, nos vemos en el club.

—Adiós, no creo que vaya.

—Vamos, anímate un poco —toco el botón del ascensor—, ya sabes, todo con calma.

Asiente y la pierdo cuando entró al ascensor, regreso a ver a Camila y está con los ojos cerrados.

—Oye —susurro—, ¿Te dormiste?

Una pequeña sonrisa aparece en sus labios, ojalá pudiera traspasar la pantalla y simplemente estar ahí con ella.

—No, espero tu pregunta —responde sin abrir los ojos.

— ¿Por qué me encantas tanto? —murmuró, eso la hace abrir los ojos y quiero tenerla enfrente solo para saber qué haría ¿Me besaría? ¿Huiría? 

—Es una duda que ambas tenemos —relame sus labios—, ¿Por qué haces esto? 

— ¿Hacer qué? —Salgo del ascensor y caminó hasta la salida, el viento helado me recibe haciendo que me envuelva mejor en el abrigo.

—Esto —suspira—, ser tan… no sé, quiero verte, quiero que estés aquí ¿No pudiste esperar a que nos viéramos más para irte? Apenas nos arreglamos del estúpido malentendido.

—Eres tan tierna —me pone una mirada de odio—, créeme que también quiero estar contigo, quiero volver a besarte o simplemente abrazarte, quiero invitarte a una cita.

Lo bueno de New York es que las personas siempre están metidas en sus asuntos, nadie me está siguiendo o bueno no lo hacen de cerca, toman fotos y ya.

—Ya, no hablemos de estas cosas por llamada, deben ser en persona —sonrió.

—Súbete en un avión y ven a verme —se ríe.

—Ojala fuera tan fácil —suspira—, ¿Entonces vas a un club? 

—Sí, Oscar quiere celebrar que nos vemos y presentarme a su novio —casi llegó a mi hotel, Brenda hizo el trabajo perfecto de hospedarme cerca del estudio—, voy a tomar una ducha porque me siento asquerosa y solo iré un rato.

—Bueno pásala bien, te voy a dejar para que te alistes y también porque ya quiero dormir.

—Está bien —me quedó un momento mirándola y de verdad quisiera estar en el mismo lugar—, espero que sueñes conmigo.

—Shhh, adiós Lern.

—Adiós Camz.








—No puedo creer que te guste tanto Sam Smith  —medio gritó sobre la música para que Jhorch me escuche.

Ya llevamos rato hablando, desde que Oscar nos presentó interactuamos como si ya nos hubiéramos conocido antes, es un poco introvertido y no parece sentirse cómodo con tanta gente en el club, pero desde que se enfocó en conversar conmigo lo noto más relajado.

—Me encantan sus canciones, por dios deseo conocerlo.

—Mi amiga Normani colaboró en uno de sus videos, dice que es encantador y divertido.

—Sé cuál es el vídeo —me dice emocionado—, lo ame.

—Ustedes no beben nada —Oscar se acerca con una mirada de reclamo.

—Santiago te está acompañando —le habla Jhorch.

—Ya se fue a coquetear con alguien, desde que todos se separaron ya ustedes no me dan atención —me rio dejando mi vaso a un lado, no le he dado más que dos sorbos y la verdad no deseo beber, estoy cansada pero me mantuve animada hablando con Jhorch durante las tres horas que tenemos aquí.

—No te recordaba tan dramático.

—Si que lo es —concuerda Jhorch conmigo.

—Ya no me gusta que sean amigos.

—No debiste juntarnos.

—Vamos a bailar al menos.

—Bueno, vamos —los sigo a la pista de baile.

Entre los tres nos estamos divirtiendo, luego se une Santiago con Estela ¿Será que coqueteaba con ella? Bueno al menos Estela se animó a venir y a relajarse, tomó sus manos y la hago dar una vuelta.

Un celular aparece en mi campo de visión y sé que me está grabando.

—Oye, hombre, guarda eso por favor —Oscar coloca una mano en mi cintura y me aleja del tipo.

—Eres la lesbiana de la serie ¿Sí verdad? ¿No te dió asco grabar eso? —ahora es Santiago quien se entromete cuando intenta acercarse más.

Ahora noto más celulares grabando.

—Voy a llamar a seguridad —Jhorch se aleja.

— ¿Cómo haces eso por trabajo? De verdad me dan náuseas, enferman la mente de los normales enseñando sus perversiones al mundo, nadie quiere ver a un par de lesbianas en la televisión —se ríe—, solo necesitan un revolcón bueno para dejarse de imaginar asquerosidades ¿Por qué no te ponen conmigo en esa serie? Nos veríamos muchísimo mejor.

—Cierra la boca, imbécil —sostengo el brazo de Oscar, él también es una figura pública, exaltarse no le ayudará en nada ya que estamos captados por varias cámaras.

— ¿Dónde está la otra? Las llevó a las dos —cierro mis manos en puños, me siento acelerada, con miedo y asqueada de lo que habla este idiota.

—Baje el celular y acompáñeme, no puede hacer eso —al fin Jhorch llega con el de seguridad y este lo aleja de nosotros, pero igual lo escucho gritar un montón de obscenidades.

—Pedazo de mierda —susurra Santiago.

—Es mejor irnos, ya estoy cansada.

Primera vez que algo así me pasa, una cosa son los malos comentarios y también el acosador que envía paquetes o lo que sea, pero una confrontación tan directa me deja completamente descolocada y con ganas de esconderme.

Me acompañan al hotel y cuando me quedo sola trato de bajar la ansiedad en mi cuerpo mientras giro en la cama hasta quedarme dormida.


***

— ¿Cómo estás? —muevo mi cabello hacia un lado mientras camino de vuelta a la cama—, si deseas que cancele los nuevos compromisos que hice aquí y regresar a LA lo hago, no me imaginé que ibas a sufrir un acoso así.

Brenda recién llegó hoy a New York, consiguió otros trabajos así que nos quedaremos más de lo previsto. Claro que deseo volver a casa, pero tampoco voy a huir de mis responsabilidades por un desquiciado que me intimidó en un club.

—Estoy bien, no pasa nada, solamente me tomó por sorpresa, no importa si nos quedamos más tiempo.

—Ya estás en internet, muchas personas te apoyan…

—Como otras que no, lo sé, ya después hago un comunicado agradeciendo el apoyo de los fans, ahora me voy a alistar para que vayamos a desayunar y comenzar a trabajar.

—Está bien, te espero.






—Ese idiota de mierda.

—Taylor, por favor, no hables así —la reprendo o lo intentó, sostengo el celular con mi hombro y mi mentón para tener las manos libres y acomodar las fotos que Oscar me pidió que eligiera para tomar en cuenta mi opinión.

—Me hubieras llevado y le doy una revolcada —suelto una carcajada.

—No seas tonta, niña.

—De verdad ¿Para qué crees que voy a clases de defensa personal? 

—Eres la más loca de los Jauregui —le hago una seña a Estela y le entrego las fotos que elegí—, en fin, tema olvidado, dime ¿Cómo estás con mamá? 

—Ya volvimos a la normalidad, ya no me quedo en tu departamento, tranquila.

—No te estaba corriendo.

—Igual, antes del sermón, tu casa está impecable.

—Eso espero hermana.

—Sabes que puedes hablar conmigo, ¿No?

—Tranquila, no fue para tanto —cortó la conversación cuando vuelve al mismo incidente.

Ya hablé con las chicas, con Camila, con mamá, hasta Troy me llamo, ok, nunca me había llegado a pasar algo parecido, pero yo solo quiero dejarlo atrás.

—Está bien Lolo, te amo.

—Y yo a ti, te dejo porque ya tengo que irme a lo del comercial.

—Adios, me traes algo cuando vuelvas —me despido y cuelgo.

Voy a la oficina de Oscar para despedirme, consigo llegar al auto que Brenda alquilo para llevarme al sitio en el que me toca hacer un comercial.

Mientras conduce me meto en mi celular a ver lo que pasa en las redes, nada que ver conmigo, solo quiero ver fotos de Camila, hasta acosadora me he vuelto.

Está en un restaurante con Ally, Troy y Shawn, se ve hermosa e inalcanzable, creo que así me siento un poco cuando me imagino algo con ella, Camila se siente inalcanzable.

Sé que son inseguridades mías. En lo muy profundo tengo dudas de lo que pasa entre nosotras.

—Deja de ver los chismes, ya llegamos —guardo mi celular.

—Listo, ya estoy concentrada, vamos a trabajar —le doy mi mejor sonrisa y me bajo del auto.

Concentración ante todo, quiero terminar esto para poder volver a casa, me tomaré un día de descanso al menos cuando regrese.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro