Camila.

Mi mente trabaja de una forma tan agotadora a veces, pero es tan maravillosa a la vez, porque vivo repitiendo en mi mente todas las sensaciones, los besos, la forma en que me miraba, su tacto.

Lauren me desarmo en un momento, algo tan pequeño lo volvió fuegos artificiales, además nunca me hubiera expuesto así en la vida, nunca me había importado un carajo estar en un lugar en dónde nos pudieran descubrir.

Nunca había deseado tanto a alguien.

Pero se fue.

Simplemente cuando nos interrumpieron y logró manejar la situación, se esfumó, desapareció y no me busco o intento hablar conmigo.

Intenté llamarla pero mi celular murió sin batería, no era una opción y me enteré de que se iba cuando Normani se despidió. Se iba a ir como si lo que pasó fuera insignificante cuando para mí fue una primera vez o fueron algunas primeras veces.

Hago una lista mental.

Primera vez que llegaba a esto con una chica, primera vez que deje ir el control, primera vez que deseo a alguien con tantas ganas, primera vez que dejó que pase algo así fuera de una habitación que nos brindaría intimidad y sin peligro de un escándalo, primera vez en que me gusta tanto una chica.

Y si lo pienso más podría seguir, Lauren tomó poder de esas primeras veces como si pudiera seguir obteniendo más de mí y no me quedaba duda de que en algún momento podría llegar a muchas más.

Pero ¡Se fue!

¿Qué pasó por su cabeza? ¿O fue un simple momento de bajar su calentura?

—Estás distraída ¿Pasó algo? —Dinah habla bajo para que solo yo la escuché.

Seguimos en el jardín con el grupo conociéndose mejor y hablando de un tema a otro sin pausa.

—No, ya me quiero ir.

— ¿De verdad? —hace un mohín—, dijiste que te quedarías conmigo.

—Vamonos ambas.

—No quiero irme —asiento.

— ¿Me pides un Uber? Mi celular se apagó.

Me hace el favor de pedir el Uber, insiste un poco en saber si me sucede algo, pero nota que no deseo hablar aquí y que tal vez en otro momento le contaré.

—No importa, me voy contigo.

—No hay problema, diviértete, hablamos mañana.

Me despido de todos y trato de salir rápidamente de ahí pero Harry está tratando de convencerme de quedarme un rato más.

— ¿No te agradan los chicos? —me pregunta, estamos un poco alejados del grupo

—Me cayeron súper bien, tal vez pronto debemos organizar algo solo nosotros, el grupo de actrices con los cantantes —le digo despreocupada aunque quiera salir corriendo de aquí.

—Sí, es buena idea, pero Louis quería hacer algo oficial con un grupo de gente, le importa un poco que las personas sepan de nosotros y que no sea un secreto.

— ¿Qué hay de ti? 

—A mi me da igual quien se entere o lo que hablen, solo me interesa lo que tenemos —suspiro.

—Me gustaría ser un poco como tú.

— ¿Por qué? —se ríe—, no soy la gran cosa, solo un sexy hombre que todos creen que es serio y aburrido pero la verdad es que soy un amor, bueno ya entiendo porque quisieras ser como yo.

Me hace reír, pasa un brazo sobre mis hombros y me da un medio abrazo, Harry es el significado del clic, hace que me sienta tan en confianza con él y quiera solo hablar de cualquier cosa que pueda existir en mi mente, hice un clic con él la primera vez que hablamos y se siente como si lo conozco desde hace mucho tiempo, aunque en realidad no es así, igual deseo conocerlo más y que tengamos una buena amistad.

—Pasa algo contigo, puedes decirme y estaría bien si no quieres decirme, pero tal vez te haga sentir mejor, estas apresurada por irte y te noto un poco revuelta.

— ¿Revuelta? —me alejó para mirarlo.

—Sí, como pensando demasiado.

—Paso algo con Lauren, al parecer se me nota mucho que me gusta —no lo niega así que sigo hablando—, ella sabe, yo sé, mis conocidos saben, nos enrollamos y luego desapareció.

—No creo que ella sea de las que solo desaparecen, al menos te hubiera dicho en la cara que no quiere nada más y que no se repetiría —tiene razón, pero aún pienso que se fue.

—No quiero hablar más, me voy a ir, tomar una buena siesta y ya mañana veré qué pasa.

—Creo que es lo mejor, ¿Te llevo?

—Ya Dianh me pidió un Uber, tal vez ya llegó.

—Bueno te acompaño al menos —vuelve a poner su brazo sobre mis hombros y caminamos a la salida de la casa.

***

Me despierto cuando tengo la sensación de que he dormido demasiado y me pase de la hora en la que debía ya estar despierta.

Alcanzó mi celular y sigue apagado, anoche cuando llegué a casa solo lo conecte a cargar, no sé cómo me cambié y simplemente caí en la cama.

Espero impacientemente que se encienda mientras voy al baño para hacer tiempo, cuando miro la hora y definitivamente es tarde, corro al armario para sacar alguna ropa, logro vestirme decentemente y trato de colocarme las botas saltando en un pie, luego en el otro.

Mi celular comienza a sonar.

—Voy en camino —hablo primero al contestar.

—No seas mentirosa —la voz de Simón suena fastidiada.

— ¿Cuándo he llegado tarde? —juro que está es una de las pocas veces que ha sucedido.

—Justo ahora.

Consigo las llaves en el sofá y salgo disparada al estacionamiento para ir en mi auto.

— ¿Ya comenzaron? 

—Están en eso Camila, eso fue por estar en esa fiesta de esos famosos gays, no son una buena imagen ¿Por qué no saliste con Austin? Se ha quedado más de lo esperado en la ciudad.

Colocó el manos libres cuando comienzo a conducir y me muerdo la lengua para no mandarlo a la mierda.

—No me des sermones Simón, no eres mi papá y tampoco vas a decirme con quién salir, pensé que eso había quedado claro.

—No estoy para soportar esa faceta de rebeldía que no logras dejar atrás, en tu camerino están esperándote para alistarte, las chicas ya han empezado a hablar de ellas.

Me cuelga sin siquiera despedirse y me concentro en llegar, seguro Nick encontrará una manera de cobrarse este retraso.

Todo porque mi celular se apagó y no pensé en colocar una alarma en el despertador que ni uso.

Hoy haremos un debut en el set, dando un recorrido a un programa televisivo, así será nuestra manera de anunciar la segunda temporada, debido a que lo de la sesión de fotos fue un fiasco total.

Le doy mis llaves a un chico de seguridad cuando llegó, él se encarga de llevarse mi auto y yo entro al edificio.

Verifico mis mensajes en el ascensor y me quedo paralizada al leer los mensajes de Lauren de la noche anterior.

Me logré escapar de Zayn, ven al baño por favor tenemos que hablar.

Ese fue el primer mensaje y quiero lanzar mi celular por haberse apagado, mientras yo pensaba que no le había importado y se había ido ella me esperaba en el baño a lo que leo el siguiente mensaje y de verdad no sé cómo no lanzó el celular.

Bien, entendí, no espero más, no significó nada.

—Mierda, mierda, mierda —susurro sin darme cuenta que las puertas del ascensor se abren.

—Lavate la boca Camila —Ally me saca de la nube de pensamiento que me nubla.

Tengo que hablar con Lauren.

— ¿Ya empezaron? 

—No, los camarógrafos están haciendo tomas del establecimiento, pero ya vamos a comenzar, llegas tarde.

—Lo sé, lo sé —estoy un poco irritable ahora.

Le digo que voy a arreglarme y la dejó  atrás en el pasillo, nos cambiaron el set por lo que estoy perdida, ahora logró llegar al área de camerinos porque leo el cartel en la pared, noto que las puertas tienen nombres y busco el mío.

Seguro será más pequeño que el anterior, pero al menos ahora estamos en un edificio. Consigo mi nombre, adentro se encuentra un chico que me saluda amablemente y me hace apresurarme para comenzar a maquillarme.

En realidad estoy como en automático porque no paro de pensar en ir a hablar con Lauren.

¿Qué le voy a decir?

Oye mi celular se apagó, lo siento, no te deje plantada en realidad.

Claro es la verdad, pero lo siento tan poco o como excusa, pero no es peor que decir lo siento, dejé que me dieras un increíble orgasmo sin ni siquiera tocarme directamente y luego me escondí para luego desaparecer, pero no fue adrede, lo juro.

Mierda, estoy pensando mucha porquería, porque es normal que me vuelva una bola de ligas, como en un episodio de una caricatura que vi de niña en la que crearon una gran bola de ligas y no sé porque se me quedó en la mente que esa es la manera en la que se materializan mis pensamientos cuando sube mi nivel de estrés.

— ¿Terminaste? —pregunto cuando me miro en el espejo.

—Sí, estás bella, un gusto conocerte, hasta luego.

Cuando me deja tomó el saco con la nota que indica que es mi vestuario y me visto lo más apresurada que puedo, para cuando tocan mi puerta ya estoy lista.

—Adelante.

—Tu camerino tiene mejor decoración —me encuentro con Dinah inspeccionando todo y hago lo mismo, paredes color crema, los muebles son de una madera oscura y tiene una alfombra gris—, pero todos son del mismo tamaño.

— ¿Lauren ya está aquí? —me mira sonriente y se sienta en el sofá cruzando sus largas piernas.

—Yo solo vine por información, ayer no quisiste hablar conmigo.

—Te querías quedar en la fiesta —ruedo los ojos—, ¿No deberíamos estar afuera? 

—Somos estrellas, ellos pueden esperar —me rio.

—Solo te mueve el chisme.

—Pues obvio, si pareces loquita por ir a buscarla —resoplo.

—Es que paso un mal entendido y no creo que esté pensando lo mejor de mí justo ahora.

—Ahora entiendo su mal humor —finge un escalofrío—, casi mata con la mirada a Troy cuando tropezó con ella.

—Voy a buscarla —camino decidida hacia la puerta.

—Uy ¿Dónde está Camila? —me sigue—, cuando te decía que corrieras a sus bragas corrias, pero en dirección contraria.

—Cállate Dinah, no tienes que gritar que estamos en algo —toma mi brazo mientras vamos por los pasillos.

— ¿En algo? ¿Un rollo?—me sarandea—, ¿Por qué te sonrojas? 

—Deja de molestar —hablo un poco más fuerte de lo que pensé que haría y noto a todos mirándonos.

—Así que ya estás lista, ya era hora, siéntate al lado de Lauren por favor —Nick habla sin mirarme.

Noto como ella ni me mira y quisiera enterrarme tres metros bajo tierra, fue una confusión estúpida y quisiera posponer todo para llevarla a un lugar privado para hablar.

Pero es imposible hacer eso sin que Nick me ejecuté.

Comienzan a grabarnos, hacen preguntas tras preguntas y yo solo repito que en mi cabeza que esto se acabe ya.

Ella está tan cerca y tal lejos a la vez que me hace querer tocarla para verificar que no se irá, me sorprende tanto sentirme así cuando ni siquiera estaba segura de arriesgarme a acercarme a ella.

Muevo mi mano y por suerte rozo la suya, pero siento inmediatamente cuando la aleja.

Estoy a punto de volverme alguien tan irritable únicamente por el hecho de esta cagada tan desafortunada que nos está pasando, porque odio que las cosas no vayan bien y se me escapen de las manos de esta manera.

Seguro cree que la use, yo estaría furiosa en su lugar.

— ¿Camila? —Normani le da una palmadita sutil a mi pierna derecha.

— ¿Ah? —miro al entrevistador—, lo siento, me perdí en lo que pensaba ¿Qué me decías? 

—Oh ¿Qué tanto piensas? Cuentanos ¿Algún amor? —me rio delicadamente.

—No es lo que crees, pienso en puro trabajo.

—Una mujer ambiciosa.

—No me definiría así, pero pienso mucho en mi futuro —hablo dulcemente.

— ¿Y cómo está Austin? Se han visto saliendo juntos ¿Es un nuevo intento?

—No, no —le sonrió—, no es nada de eso, somos buenos amigos.

—Claro, claro —no me pierdo su sarcasmo pero deja de dirigir sus preguntas hacia mí.

Normani habla de que está saliendo con alguien y toda la atención está en ella porque quieren que de pistas.

—Bueno chicas ¿Qué creen que habrá de relevante en esta nueva temporada?

—Discusiones —habla Lauren y es como un decreto.

—Confianza —dice Dinah.

—Yo creo que un sube y baja de emociones para lo que deben prepararse, espero el mismo apoyo, amores —Ally casi que le lanza amor a todos.

—Miedos —termino por decir.

—Yo complemento con amor —murmura Normani.

—Tambien escenas candentes —Ally golpea a Troy que ríe—, digo la verdad.

—Vulgar —lo acusa ella, da el espectáculo que los fans y la prensa desean porque parecen novios molestandose.

— ¿Tu que agregas Shawn? —se encoge de hombros.

—Personajes nuevos —dice inocentemente aunque ya nos habían aclarado que no podíamos revelar eso.

Termina la entrevista y todo es amor, risas, todos felices, hasta que se van los del programa.

—Shawn muevete a mi oficina —habla Nick enojado—, ya los demás hagan lo que se les dé la gana, los veo cuando comiencen las grabaciones.

No pierdo el tiempo en seguir a Lauren cuando va al lado contrario de mi camerino, supongo que el suyo está del otro lado, no nota que la sigo pero cuando va a entrar hablo.

—Lauren —mi voz no suena tan segura.

—Ah, hola ¿Qué pasa? —Abre la puerta pero no entra.

— ¿Podemos hablar? —mira hacia el pasillo como si verificará que no hay nadie.

—No creo que sea un buen momento, tengo otras cosas que hacer.

—Por favor no tomará mucho, no quiero que pienses que…

—Ya me quedo claro, no hay problema, mantengamos las cosas profesionales —me interrumpe y me pone alerta.

— ¿O sea que quieres decir que no significó nada? —mira otra vez al pasillo.

—Camila ya entendí que eso es lo que quieres, si estás preocupada de que el hecho de dejarte experimentar arruine nuestro ambiente laboral, no pasará, tenemos un contrato y lo mejor es que lo terminemos sin presiones —pasa una mano por su cabello ondeandolo perfectamente hacia atrás—, me usaste, probaste un poco lo que podía ser y te arrepentiste, entiendo, pero déjamelo fácil ¿Sí? 

— ¿Esa es la clase de persona que crees que soy? ¿Qué solo quería jugar contigo y utilizarte? —levantó un poco la voz—, ¿Qué iba a dejar que me manosearas en un lugar público cuando en mi vida he hecho eso? 

—Camila baja la voz ¿Ahora no te interesa que nos escuchen o si quiera te interesa lo que pasó? Te espere, luego estabas con el grupo como si nada ¿Cómo esperabas que me lo tomara? —abre más la puerta y se adentra al camerino, la sigo y cierro la puerta detrás de mí.

—Qué actuarás como una adulta y te acercaras a mi en el grupo —nunca creí que iba a estar discutiendo con Lauren, pero se gira a mirarme y se ve tan furiosa como yo me siento.

— ¿Qué actuará como adulta? Si tú eres la que vas me besas y huyes como una niña —se detiene frente a mí, tan cerca que siento su respiración en mi rostro—, asume lo que desatas con tus acciones.

—Es lo que estoy haciendo, por eso estoy aquí, entiende que las cosas no son como lo imagina tu mente —toco su frente para hacer un punto—, me estoy haciendo cargo.

—Entonces ¿Dime lo que sientes de una vez? —se desespera—, porque te dije que me gustas y lo que he tenido que hacer yo es asumir, no sé qué es lo que quieres de mí.

—Te molesta que sé que te gustó y te exaspera no tener una reacción de mí.

—Mierda, claro que me exaspera, quiero saber porque eres así conmigo y dejes de causar estragos en mí.

—Bien, Lauren, me gustas de una forma vibrante, estás aquí frente a mi y todo mi cuerpo ansía tenerte más cerca, la manera en la que me gustas no debe ser de este planeta, me encantas y no tengo palabras poéticas que puedan hacerte entender que tenías razón, aunque seas una molesta engreída —la miro directo a los ojos mientras hablo porque no quiero perder el valor, no quiero sentir que doy un paso al frente y luego cinco hacia atrás, solo debo sentir, es lo único que sé—, me encantas locamente Lauren Jauregui y me estoy haciendo cargo de todos los pasos indecisos que di hacia ti porque ya no quiero correr más de esto.

Relamo mis labios esperando una respuesta, pero solo me mira, al menos necesito que me diga si estoy loca y lo que hice fue joder la amistad que teníamos para largarme y esconderme en una cueva, pero ¿Qué amistad era si ya cruzamos una gran brecha? 

Yo solo quiero que mi corazón deje de ser un desastre a su alrededor y que las sensaciones que tengo se acaben o simplemente que me haga explotar con ellas.

— ¿Soy una molesta egocéntrica para ti? —mis labios caen abiertos porque de verdad no me creo que esté preguntando eso después de todo lo que dije.

—Tu… —resoplo, me dispongo a irme, de verdad para eso quería que hablara.

—Camila ¿A dónde vas? —me detiene, su mano en mi antebrazo me gira despacio.

—Me voy, eres exasperante, me haces hablar para…

— ¿Verdad que se siente feo estar impaciente por una respuesta? —frunzo el ceño, se acerca—, no me vuelvas a hacer rogar por escuchar lo que sientes y estaremos bien, sé que te encantó no por nada me llaman egocéntrica.

Sus manos acunan mis mejillas y presiona sus labios en los míos, un momento sin moverse hasta que comienza un ritmo lento, me sujeto de su cintura y le devuelvo el beso.

—No fue a propósito —trato de hablar entre besos—, mi celular se apagó… no ví el mensaje… hasta el otro día.

—Mmm —es todo el sonido que hace antes de profundizar el beso.

Cierro mis manos en su camisa tirando de ella como si pudiera estar más cerca, su lengua roza la mía y podría parecer una gelatina por dentro, como cuando la sacudias y se movía a todos lados, siento esa sacudida en el estómago.

— ¿Era tan difícil llegar a esto? —murmura dando cortos besos en mis labios—, fue una pérdida de tiempo lo demás.

Me rio sin poder evitarlo, ella pestañea lentamente hacia mí, parece embobada.

— ¿Tan feliz estás de que te bese? —rueda los ojos.

—Yo te bese a ti —presiona sus labios con firmeza sobre los míos—, estoy feliz de poder hacerlo.

—No seas rústica —golpeo su brazo y relamo mis labios—, si escuchaste lo de mi celular ¿Verdad? No quiero que pienses que te ignore o que te use.

—Te escuché, no te preocupes Camila, fue solo un malentendido.

—Igual quiero compensarte —eleva una de sus cejas y la vuelvo a golpear alejándome—, no seas sucia, oye no me imaginé que fueras así de verdad, te escondes bastante bien.

Suelta una carcajada, me tiene tonta mirándola reír, pinche diosa deslumbrante, es que por favor nada más escucharla me hace estremecer.

—No me escondo —se encoge de hombros y busca una mochila, saca una sudadera y una gorra de ella—, solo no te miraba de esa forma.

Recuesto mi cadera de su sofá mientras la miro arreglarse, entiendo, para ella era solo su compañera de trabajo.

— ¿Y qué te hizo cambiar de opinión? —está dándome la espalda, pero gira su perfil y me mira de arriba a abajo lentamente, cosa que me hace enderezarme de pronto, lo que hace que aparezca una lenta sonrisa en sus labios.

Ay, quiero besarla otra vez, tal vez todo el día. Ya me hice una película.

—Solo tuve que hablar más contigo y dejar que me besaras —me siento un poco avergonzada, me acerco unos pasos.

—Bueno yo te bese porque… 

—Porque lo deseabas —me corta mirando mis labios—, tanto como ahora.

—Mierda, no te soporto —me doy cuenta que se me escapa y ella vuelve a reír.

¿Cómo voy a sobrevivir a esta Lauren? ¿Acaso tiene un modo sensual y se activa de la nada? 

Nunca me imaginé este escenario, pero me encanta, solo que no lo admitiré en voz alta.

— ¿Ahora sí te estoy dando razones para que huyas? Antes solo te dejaba actuar —me recuerda.

Tomo la manga de su sudadera y tiro de ella hacia mi, con mi otra mano elevo un poco la vicera de su gorra y debido a que es un poco más alta que yo, me elevo para susurrar en su boca.

—No voy a huir ¿Entiendes? 

Terminamos besándonos nuevamente y ya he decretado que soy adicta a sus besos, no soy capaz de pensar en nada más que no sea lo bien que se siente.

Un golpe en la puerta me hace dar un salto alejándome, me agarró la cabeza del susto.

— !Rayos! —susurro.

— ¿Quién es? —pregunta Lauren mientras me mira divertida.

— ¿Quién más? Llevo más de media hora esperando, muévete —es Normani—, te espero en tu auto.

—Te estoy atrasando, mejor me voy, este… ¿Nos vemos? —me muevo hacia la puerta y me detiene.

—Calma Camz, quisiera que nos viéramos antes de las grabaciones, pero tengo un viaje a New York mañana —acomoda un mechón de mi cabello detrás de mi oreja—, ¿Estás de acuerdo en que las cosas fluyan tranquilamente? 

—Sí, no hay que apresurarnos y creo que lo mejor es que quede entre nosotras —no puedo evitar sentir algo que me incómoda cuando menciono lo último, ella asiente lentamente.

—Nos vemos cuando regrese  —sonríe.

—Nos vemos cuando regreses.