Capítulo 19
Camila.
Abro los ojos y miró al techo, otro día más en el que hay responsabilidades, un sonido me hace girar el rostro y encuentro el rostro de Lauren, frunce el ceño un poco y luego lo relaja.
Está dormida un poco cerca de mí, su respiración es pausada, me debería avergonzar de haber hecho que se quede, pero en realidad es todo lo contrario, me acelera el corazón que esté en mi cama, definitivamente ella me encanta.
El hecho de que deje de sentirme sola en cuanto me dió ese abrazo y como interactuamos hasta el punto de dormir juntas me da una conexión más grande que si nos hubiéramos acostado en cuanto la tensión nos rodeo.
Estaba triste y tengo el mal hábito de suplantar una emoción con otra, he cometido errores por eso, porque cuando me siento vulnerable, triste, sola, prefiero que no me hunda y simplemente tapar el sol con un dedo.
Es mi forma de no caer en un lugar del cual es difícil salir.
Siempre he pensado que es más fácil dejarse hundir que luchar por estar bien y cuando esa sensación de abandonar mi esfuerzo aparece solo pensando en lo difícil que fue salir de toda esa conducta destructiva me hace no volver a cometer ese error.
Por eso Simón tiene tanto poder sobre mí, además de mis padres fue mi único apoyo, fue realmente el que me ayudó a cumplir mis metas y sé que ese miedo a sacarlo de mi vida no es sano tampoco.
Suspiró mirándola y aparece una pequeña sonrisa en sus labios.
— ¿Suspiras por mí? —murmura con una voz ronca que me eriza la piel.
—Ya quisieras.
—Yo sé que es así —abre sus ojos y no puedo apartar la vista, es como esos mares en los que no hay ni una roca y no se ve azul, sino de un verde cristalino perfecto y hermoso.
Sus ojos están un poco hinchados, pero igual se ve guapa.
—Ya está más que comprobado —vuelve a cerrar sus ojos—, tu cama es cómoda, normalmente a veces tengo problemas para dormir, pero hoy me siento descansada.
Sé que entramos en un juego de atracción en que sabemos que nos gustamos y ninguna lo menciona o hace algo al respecto, pienso que ya he hecho mucho besándola dos veces, me deben dar un premio.
—Sí, es cómoda para muchas cosas —eso hace que me mire nuevamente.
— ¿Es esa una insinuación? —me hago la tonta.
—No, para nada, solo mencionaba un hecho —sonríe.
— ¿Cómo te sientes? —cambia drásticamente el tema, respiro hondo.
—Mucho mejor, gracias por no dejarme sola, esto nos hace un poco más cercanas.
—Ya somos bastante cercanas, créeme —su celular la hace moverse cuando suena, lo alcanza de la mesita de noche de su lado.
Se vuelve a acomodar en la cama, no puedo evitar acercar mi mano a su cabello y acariciarlo, se acerca un poco a mí.
—Taylor si dejas que Chris se meta en mi habitación se te acabarán los privilegios —la escucho mandar una nota de voz—, dile que no me importa que no tenga agua en su habitación, que se pague un hotel.
—Que ruda.
—No conoces lo asqueroso que es mi hermano, luego deja un desastre —me río de su molestia.
— ¿Se está quedando en tu departamento?
—No, en la casa de mis padres —suelto una risa.
—Pensé que era en tu departamento.
—En mi departamento no lo dejo ni loca —una llamada la interrumpe, logro leer el nombre de Lucy en el identificador—, mierda.
Arruga la nariz antes de contestar, parece que se le olvidó algo.
—Dime que estás tarde como siempre —habla al celular.
—No, estoy abajo Jauregui —logro escuchar la conversación por lo cerca que está, debería bajar el volumen.
—No me mates, no estoy en el departamento, puedo decirle al de seguridad que te deje subir y me esperas.
—Si es temprano, tú no sales temprano a menos de que tengas trabajo o ¿No dormiste en tu departamento? —Lauren se ríe.
— ¿Por qué el interrogatorio? Superame, llamaré al portero, llegó en un rato.
Cuando cuelga se gira hacia mí, sigo jugando con su cabello.
—Ahora si debo irme —hace un puchero que me hace desviar la vista a su boca.
—Pensaba compensarte con… —me interrumpe.
— ¿Con? —eleva sus cejas y entrecierro los ojos porque parece insinuar cosas.
—En el baño en el tercer cajón hay un par de cepillos de dientes —cambio el tema.
— ¿Me estás diciendo que tengo mal aliento? —pregunta levantándose de la cama, tiene puesta una de mis pijamas de conjunto, es negra con patitas de perritos color grises, no me juzgo, solo le encantó, el mono le queda un poco sobre los tobillos porque es más alta que yo.
—Ya cállate.
— ¿O quieres que me lave los dientes para compensarme con un beso? —me mira con picardía—, te descubrí, te estás poniendo roja.
—Claro que no, nunca pensé en eso —trato de defenderme pero cuando lo dijo si lo pensé, se ríe y cierra la puerta del baño.
Descarada.
No sé porque de repente actúa tan suelta si desde que llegó solo ha sido comprensiva y dulce conmigo, no me preguntó qué me pasaba, ni me presionó para hablar, solo estuvo conmigo hasta que me sentí un poco mejor.
Sale vistiendo su ropa de ayer, mientras busca sus botas entró al baño para lavarme la cara y los dientes.
Encuentro mi cama arreglada y ella sentada en la orilla mirando hacia la ventana, me acerco sigilosamente por su costado.
— !Booo¡ —su cara gira lentamente hacia mí, ni se inmutó.
—Sigue intentando —se ríe—, esperaba que salieras para despedirme.
—Te acompaño a la puerta —caminó detrás de ella hasta que abre la puerta y se da la vuelta al otro lado, me recargo del marco.
—Espero estés mejor, cualquier cosa puedes escribirme —asiento lentamente.
Quisiera poder volver a besarla, pero también tengo orgullo y también sé que huí después de nuestro beso en el ascensor, igual no quiero ser yo quien vuelva a intentar.
—Gracias, de verdad tu compañía hizo las cosas no tan caóticas —ladea su cabeza.
— ¿Me contarás alguna vez?
—Puede ser —relamo mis labios—, si vuelves a quedarte podría pensarlo.
—Cuando quieras vuelvo a ponerme tu pijama de huellas de perritos —se burla.
—Yo sé que te encantó.
—Claro —se acerca y me da un breve abrazo—, nos… vemos.
Asiento, camina hacia el pasillo, suspiro y me giro cerrando la puerta, pero no logró hacerlo porque en un segundo se abre completamente con velocidad.
Llega hasta mí tan rápido que logro entender cuando mi espalda está contra la pared izquierda y su cuerpo presionado al mío, mis ojos seguro reflejan lo sorprendida que estoy, intento entender qué sucede cuando la miro a los ojos.
—Es raro, lo sé, tengo este refrán que dice… —medio balbucea—, el miedo no se quita pensando sino actuando, hoy quiero ser impulsiva.
Su boca choca contra la mía y suelto un jadeo de sorpresa, pero logró cerrar los ojos y seguir el ritmo que marca, es lento, tortuoso, pero profundo.
Me sujeto de su camisa como si pudiera acercarla más, sus manos están en mis mejillas y sus pulgares rozan levemente en ellas.
Los besos de Lauren son como una explosión de hormigueo en mi cuerpo, cuando parece querer tomar un poco de aire da tres besos cortos sobre mi boca y se aleja, me mira y yo solo puedo pestañear anonadada.
— ¿Qué? —verdaderamente sueno como una tonta.
—No quiero que enloquezcas pero sé que te gustó y yo no puedo ocultar más que me gustas.
—Yo…
—No tienes que decir nada —suelta mis mejillas dando un paso atrás—, te dejo pensar, luego haremos lo que decidas.
No me deja hablar cuando da otro beso en mis labios, sonríe y sale cerrando la puerta.
¿Pero qué carajos?
Relamo mis labios sintiendo aún toda esa energía en mi cuerpo ¿Le gustó? ¿Sabe que me gusta? Que ego para estar tan segura de que me gusta, no es una mentira, pero igual, lo afirmó muy relajada.
Siempre me gustó besarla en las escenas, pero ahora que es diferente digamos que me encanta.
No sé qué hacer, estoy confundida, me duele la cabeza, siento una bruma en ella y estoy agotada, he estado trabajando sin descanso.
Austin se quedó más tiempo, hemos estado saliendo, solo por la ayuda que me pidió y eso también se siente como trabajo, no he visto a Lauren y recibí el mensaje más extraño hace dos días.
Brad me invitó a salir, no respondí y mucho menos entendí si es que él tiene algo con Lauren y viene a invitarme a salir, tampoco sé por qué tenemos un enredo tan grande.
—Mila ¿Me estás escuchando? —miró a Dinah.
Pude tomarme el tiempo para reunirme con ella.
—Me perdí en el momento que me decías que te querías acostar con el fotógrafo pero luego descubriste que era un patán e hiciste lo correcto —digo medio insegura.
—Ah, si me escuchabas —asiento, aunque seguro no le doy la atención que desea.
— ¿De aquí nos vamos a la sesión? —miro mi plato de comida que casi no he tocado.
—Sí ¿Crees que salga bien esta promo?
—Ellos quieren ponernos a trabajar inmediatamente.
—Una segunda temporada tiene locos a los fans.
—Ahora somos de élite —bromea y señala con su cabeza hacia afuera del café donde nos encontramos.
Logró ver unos fotógrafos, levantó la mano y saludó brevemente, a veces hago eso o les hago poses solo para no tomarme de mala manera lo invasivos que son a veces.
Al final de cuentas es su trabajo pero algunos se exceden.
—Bueno al menos te toca la sesión conmigo y ya la semana que viene con tu crush —ruedo los ojos, que Dinah sepa que me gusta Lauren es un sufrimiento.
—Igual creo que nos veremos antes.
— ¿Te le vas a declarar?
—No digas estupideces.
—Se te puso en bandeja de plata y no la has buscado ¿Qué crees que pensará?
—Que me estoy tomando todo con calma —resopla.
—Va a pensar que la tienes como un juguete que sí, que no —tiene razón.
Pero así somos, nadie puede negar que muchas veces te dicen las verdades a la cara y de igual manera nunca hacemos nada al respecto.
— ¿Le pido una cita?
—Se valiente —me alienta—, puedes actuar seguro con esto.
—No has visto los comentarios horrendos sobre nosotras.
—Aún no entiendo porque le haces caso a eso, aprende de Harry —lo pone de ejemplo porque está siendo el hablar de la prensa—, tuvo una cita pública con Louis, al fin, después de que llevo años conociéndolos y solo se hacían los estúpidos, no quiero eso para tí y no soportaría vivirlo de nuevo.
Me dispongo a pedir la cuenta con sus palabras en mi cabeza, un empujoncito es lo que necesito.
Tengo la mala costumbre de esperar que todo ocurra por arte de magia y la verdad es que yo más que nadie sabe que las cosas no son así.
— ¿No se supone que tenemos que usar la ropa normal de la serie? —le pregunto a Dinah.
Simón no se ha aparecido y está sesión de foto me parece además de incómoda, inapropiada.
—No tengo idea de porque estamos en trajes de baño.
—Las sexualizan —murmura una de las maquilladoras.
—Eso lo note —digo molesta—, ¿Irene viene a ver esto?
—Me dijo que venía en camino, le comenté que Simón no estaba, nos recomienda alistarnos y esperar que llegue —me indica lo que le dijo su manager.
Dinah se pone un poco nerviosa, sé que estás cosas son pequeños detonantes para ella, está trabajando en lo que es su autoestima y de las cosas que es capaz de lograr, estoy orgullosa de ella porque no todos logran dar ese paso, me incluyo en eso.
Ha pasado malos momentos en la industria donde la criticaban demasiado por su aspecto o sus capacidades y llegó al punto de dudar de ella. Tiene uno de los corazones más grandes, pero aún así se dejó arrastrar por tanta basura que sé que algún maltrato laboral la puede hacer quebrar.
—Tranquila, seguiremos las indicaciones de Irene y aclararemos el asunto —la reconfortó dándole un apretón a su hombro.
Sigo llamando a Simón y dejándole mensajes, de verdad no puede ser que cuando lo necesito no aparezca, únicamente mantengo la calma porque el caos no es una opción aquí, mucho menos quiero que Dinah se ponga mal. Miro el set y tienen una especie de isla paradisíaca montada, lo que me hace dudar más.
¿En qué momento de la serie parecemos naufragas sexys o algo así?
—Bueno chicas, las necesito en acción, para poder avanzar antes de que se haga más tarde —nos habla el fotógrafo.
—Lo siento, no podemos comenzar —me amarro bien la bata de baño para estar cubierta, ya que tengo puesto un traje de baño—, no están nuestros managers y tenemos algunos inconvenientes.
Logró ser la voz que nos representa, tengo mucho recelo del pasado a tener que expresarme, siempre fui una niña retraída e introvertida, odiaba la idea de expresar mis ideas o sentimientos, aún me da una pequeña punzada en el estómago el hacerlo, pero he aprendido con los años a controlarme.
— ¿Cómo qué? ¿Quieren que llame al organizador? —dice el fotógrafo con fastidio.
—Solo debemos esperar a nuestros representantes para revisar el contrato y sería todo —no me acobardo.
— ¿Acaso quieren acabar con la sesión? —resopla divertido—, tienen que saber cuál es su lugar ¿Saben que son reemplazables? Por favor no actúen como niñas y trabajemos.
Es muy común recibir insultos, maltrato, abusos, discriminación y mucho más, pero está el punto clave en que está más que claro que nada de eso es correcto o está bien, o porque lleve décadas de ser así nos tenemos que aguantar y quedarnos callados, en general, porque le pasa a hombres y mujeres, somos seres humanos que merecemos respeto, nuestro trabajo no es una burla.
—No creo que esas sean las palabras… —Dinah habla con seriedad.
—Definitivamente no, ahora sí deseo que llames al organizador y espere a mi manager para ver si esto tiene salvación, sino se cancelará de inmediato.
—Bien —se aleja murmurando cosas que. No logro escuchar.
Irene no se demora demasiado en llegar, el fotógrafo y el organizador, no sé si Nick tiene alguna idea de esto, pero la verdad no me parecería extraño que hasta fuera su idea. No entiendo para nada que es lo que se le mete a veces en la cabeza a las personas.
—Leí lo que en realidad venían las chicas a hacer y esto no tiene nada que ver ¿Explícame cuándo ocurrió este cambio? —Irene le habla al organizador.
—Desde que esto es lo que está teniendo audiencia —ella esta enojada.
—Falta que les pongas en las manos unas latas de cerveza y vuelvas esto un comercial absurdo ¿Sabes el tiempo que nos estás haciendo gastar y los compromisos que tenemos?
—Su popularidad comenzó este año, puedes dejar de creerte lo mejor del mundo y tomar las fotos para no perder más tu valioso tiempo —se entromete el fotógrafo.
—Así con la poca popularidad que tienen te están dando trabajo para que puedas alimentarte —Dinah le coloca una mano en el hombro para reconfortarla y se calme—, las chicas se van a cambiar porque está sesión no va a proceder.
— ¿Qué pasa aquí? —me giro hacia Simón que nos ve sin entender nada—, ví todos tus mensajes y llamadas.
—Convirtieron la sesión en una mala broma, este es nuestro atuendo y ese es nuestro set —señaló el montaje de isla.
— ¿Qué chiste es este Marlon? ¿Una isla? ¿En dónde esto tiene que ver con la serie? —Simón le habla serio al organizador, me alegra que está sea una de esas ocasiones en la que parece apoyarme.
—Es la idea que hay y la que se debe realizar.
— ¿Son órdenes de Nick? —no dicen nada—, pues se cancela la sesión.
—Chicas vayan a cambiarse para irnos —hacemos lo que Irene nos indica.
Logramos estar listas en poco tiempo y al regresar de los vestidores el fotógrafo recoge sus cosas con molestia mientras Marlon está en una llamada.
—Siempre tendremos problemas con Nick, deseaba que se acabará esto —Simón no despega su vista del celular mientras habla—, arreglaran el asunto no te preocupes.
Lo que no menciona es que en algunas ocasiones le encantaba la opinión de Nick, yo admiraba a ese productor, hasta que trabajé con él.
Dicen que no debes conocer a tus ídolos o héroes, como lo quieras ver, normalmente parece que siempre se decepcionan cuando eso ocurre y yo no fui la excepción.
No llevo ni tres horas en casa cuando me entra una video llamada compartida al celular. La primera cara que veo es la de Ally, que en realidad está muy cerca a la cámara.
—Cami ¿Estás bien? Dinah me contó, que desagradable de verdad —asiento.
—Estoy bien, como dices fue un pésimo momento pero salimos con la frente en alto.
—Gracias a Dios.
—Gracias a nuestros manager Ally, Dios no nos ayudó en nada —Aparece Dinah molestandola.
— ¿Y quién crees que los envío? —le refuta la pequeña.
—Ally estás muy cerca de la cámara —Normani hace su entrada—, chicas tienen todo mi apoyo desde aquí, ya hice una tendencia en Twitter.
—Tú feliz que estás en Francia, nosotras aquí sufriendo, pero gracias por la tendencia, ya la ví —Dinah le lanza un beso.
— ¿Y Lauren? —pregunta Normani.
—La invite pero aún no acepta —Ally vuelve a acercar su cara a la cámara.
—Ally, pequeña… —me interrumpen.
—Que bello que lo primero que veo al entrar es la frente de Ally, le daré screenshots —Lauren aparece, logro ver qué está acostada, su rostro no tiene ni pizca de maquillaje y parece recién levantada de una sienta, lo que me hace recordar cuando se quedó a dormir—, ¿Cómo están? Ví la tendencia de Normani, ¿Fue el imbécil de Nick?
—Al parecer, el organizador no quiso confirmar nada —mencionó.
—Seguro que sí, es un hijo de…
— !Lauren! —la corta Ally y me rio.
—Estamos bien, gracias por preocuparse —Dinah les lanza más besos.
— ¿No se han comunicado con nadie entonces?
—Conmigo no, Mani y si lo preguntas es porque no sabes nada así que ni idea de que haremos ahora para la promoción de la nueva temporada —contesto caminando al baño para prepararme un baño caliente en la tina.
—Pensé que estaban apresurados, pero esto nos hará retrasar —Ally suena angustiada—, además Normani debe volver a Los Angeles si desean que hagamos algo juntas.
—Irene estaba muy molesta, me retrasaron un viaje a Italia.
—Tu manager es una leona Dinah, seguro arregla lo del viaje —Lauren se gira en la cama—, Brenda estaba que se aparecía por allá nada más para mandarlos al demonio.
—Nos toca esperar las noticias —me quedó esperando que el agua se llene.
Normani le responde a alguien que la llama y se despide porque está trabajando, Dinah dice que se va a ir al gym a quemar su frustración y quedamos con Ally dándonos un sermón de que va a la iglesia hasta que se cansa de pelear con Lauren que solo la fastidia para divertirse y logra que cuelgue.
— ¿Quedamos tú y yo? —menciona.
—Parece algo común —alistó el aromatizante de rosas.
— ¿Irás a la salida con los amigos de Harry? —enfoco mi atención en ella—, Louis lo organizo y me invitó.
—Verdad que Harry quería reunirnos para que nos conozcamos todos, si iré, si no voy me mataría.
—Mucha fama en un solo lugar.
—Mucha prensa también, cuando nos descubran —ya está todo listo, debo colgar para bañarme, pero quiero seguir hablando con Lauren—, ¿Qué haces en la cama aún?
—Tengo la tarde libre hasta que llegue mi hermana a querer hacer no sé qué cosa de pintura en mi departamento ¿Tú qué haces?
Recuerdo que Dinah me ha dicho que coquetee con Lauren y ya después de la última interacción que tuvimos me queda claro que sería algo que aceptaría.
—Tomaré un baño —miro a la pantalla— ¿Te apuntas?
Término riendo porque la cara de Lauren es de perplejidad, relame sus labios y se incorpora en la cama, todo ese cabello oscuro que tiene cae sobre sus hombros algo desordenado, además de que lleva una camisa sin mangas negra y su piel resalta demasiado, si quisiera traspasar la pantalla.
— ¿Es una invitación?
— ¿Tú qué crees? —pregunto divertida.
—Que juegas conmigo —me hago la ofendida.
—Jamás haría eso.
—Estás pasando una raya invisible.
—Tal vez ya ni existe —sonrie.
—Dejaré que tomes tu baño tranquilamente, pero espero meterme en tu cabeza de tal punto que termines más sucia que limpia —ok, creo que a Lauren le gustan los juegos—, disfruta.
Me guiña un ojo y cuelga. Puede que está probada me guste, definitivamente quiero coquetear mucho más que este juego.
Tal vez consiga una forma de enloquecer un poco la seguridad que tiene esa provocadora.
~~~
Me excedí con lo largo del cap :| 😬
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