Capítulo 15
Lauren.
Puedo contarte que habían días malos, me molestaba recordarte, hasta llegué a pensar que no tuvimos que encontrarnos y que no debiste acercarte a mí, porque al final me dolía tanto, pero logré poner sobre eso los días buenos, la forma en que me hiciste cambiar, como me enseñaste a amar y las primeras veces que me hiciste vivir, decidí quedarme con el recuerdo de tu amor.
***
Tengo un brazo sobre mis ojos impidiendo que llegue la luz, me encuentro en mi vieja habitación en la casa de mis padres.
Recién llegué de una entrevista, justo ahora todos quieren entrevistas debido al final de la temporada, vine directo del set solo por la cena que tengo en familia.
—Chris ya llegó —siento el peso de Tay en la cama.
—Al fin, estoy muriendo por dormir.
—Ahora que eres famosa odias a la familia —me da una palmada en la pierna derecha.
—Vamos —me pongo de pie—, hay que recordarle a Chris que nosotras mandamos.
Le pasó un brazo por el hombro a mi hermana y bajamos a la cocina, dónde está mamá sirviendo la comida, papá está frente a la cocina volteando unas carnes y Chris está sentado frente a la encimera.
—Coloquen la mesa chicos —hacemos lo que mamá indica.
— ¿Entonces cómo es trabajar con la candente Camila Cabello? —Chris me da un empujón con su hombro.
—Lauren habla magníficamente de ella —comenta Taylor.
—No hables como un loco calentón —Chris se ríe.
— ¿Cuándo me la vas a presentar? O puedes organizarnos una cita, déjame usar tu privilegio de famosa.
— ¿Seguro quieres salir con alguien que ya ha besado a tu hermana? —preguntó con ironía—, de nuevo.
—Ooh —Tay se tapa la boca mientras ríe.
—No sabía que te habías involucrado con Lucy.
— ¿Y quieres revivir la misma experiencia? Porque yo recuerdo que ella dijo que yo besaba mejor.
—Golpe bajo —murmura Taylor.
—Ya no hables enana —me rio.
—Solo hablo con la verdad.
—Siéntense chicos —mamá se acerca con un bol de ensalada, todos tomamos asiento.
— ¿Cómo va el trabajo? —me pregunta papá mientras come.
—Bien, de la nada nos volvimos más conocidos, así es como funciona este medio, con un golpe exacto te lleva hasta arriba.
—Así he visto —comenta mamá—, también he visto que sales con un muchacho, ¿Ese si es tu novio? Nunca traes a nadie para conocerlo.
—Ya mamá te reprochara que no la dejas involucrarse en tu vida —habla Chris.
—No es mi novio mamá, es un amigo —han estado saliendo noticias de mí y de Louis solo porque nos hemos encontrado varias veces, al conocernos hicimos un click y de verdad dejo que la prensa nos vea únicamente porque es mi amigo, es un caso muy distinto al de Brad.
—Así dices siempre, ni siquiera conozco a tu novia de la serie que todos creen que es real, ¿Entonces ella es tu novia? Nosotros te amamos, cielo, sabes que puedes traer a tu novia a casa, ya quiero conocerla —mis hermanos sueltan sus carcajadas.
—Ella ama a Camila mamá —Tay me molesta.
—No la amo, la admiro como compañera y no es mi novia —bebo de mi vaso de agua—, papá ¿Podrías evitar que mamá vea esas noticias? Se pone intensa.
—Yo dejo que tu madre sea feliz —es lo que responde.
—Mamá obligala a traerla —habla Chris—, me dijo que no me la quería presentar porque se podía poner celosa si le coqueteaba, Camila es importante.
Lo miro con la boca entreabierta, este grandísimo estúpido.
— ¿Te gusta tu compañera? —mamá me mira atenta—, traerla.
—No, es solo mi compañera, ya está, no le creas a Chris.
—Yo leo las conspiraciones hija, se ven acarameladas.
— ¿Acarameladas? —Taylor suelta una carcajada—, ya nadie dice eso mamá.
—Bueno —sacude su mano—, deberías traerla.
Papá se apiada de mí y logra hacer que mi madre cambie el tema, terminamos asfixiando a Chris con preguntas sobre su viaje.
—No te lo vas a creer —me dice Dinah al celular—, conseguí la sala de un cine para nosotras.
— ¿Por qué querría ir a una sala de cine si puedo ver la película en mi apartamento?
—Lauren no seas perra conmigo —suelto una carcajada—, las chicas me mandaron a volar, no hagas lo mismo.
— ¿Soy tu última opción? —chasqueo la lengua.
—No, bueno, Louis y Harry nos acompañarán también, son los únicos que me aceptaron, por favor no me dejes morir.
—Bien, mándame la dirección, salgo de dónde mis padres para allá.
—Te amo mucho —hago un sonido de disgusto.
Cuelgo la llamada y me despido de mi familia antes de irme en mi auto hacia la dirección que Dinah me hizo llegar por mensaje.
Voy escuchando desde mi celular lo que debo hacer el día de mañana, me gusta mentalizarme y recordar las cosas de trabajo que tengo, mi agenda está apretada por los momentos. Lo que me hace pensar que podría ir a casa a descansar pero en realidad voy a complacer a Dinah.
No sé cómo las personas mencionan que soy fría y sin corazón. En realidad soy un amor.
Llegó al lugar y es un puto horror entrar, está repleto de fans y fotógrafos, Dinah realmente desea que yo la mate.
Trato de ser lo más amable posible, respondiendole a los fans mientras les pido que me dejen avanzar, tratando de que mantengan un espacio entre nosotros.
Cuando aparece un guardaespalda y me ayuda a entrar a la sala encuentro a Dinah hablando con Camila.
¿No y que solo venían Louis y Harry?
—Es un desastre afuera —me pasó una mano por el cabello acercándome a ellas—, de verdad que tienes las peores ideas Dinah.
—Lo mismo le dije —menciona Camila—, Simón ya está fastidiandome.
—Bueno, bueno ya, relájense, veremos una película de acción, solo faltan los chicos, iré buscando los bocadillos con mi amigo Fausto —se acerca al guardaespalda que está en la puerta y se lo lleva.
—A veces pienso que a ella le faltan algunos tornillos en el cerebro —murmuro.
Me siento en el medio de la sala y Camila me imita sentándose a mi lado.
Hoy lleva puesto unos jeans claros anchos y una sudadera de líneas color rojo, verde y beige, su cabello está suelto con pequeñas ondas y su maquillaje es ligero y natural.
Ella siempre atrae miradas y sé que es raro si me quedo mucho tiempo observándola así que miro al frente.
—Yo no iba a venir, no sé porqué cambie de opinión, ella es muy persuasiva.
—Es manipuladora —se ríe.
—No seas mala.
El silencio nos invade y no sé qué decir, por primera vez en mucho tiempo, pero ella llena el silencio.
—Lamento lo que dije en la última entrevista, creo que estaba nerviosa, aún no me acostumbro para nada de la atención y con todo lo que hablan de nosotras se me enredó el pensamiento, mi boca habló primero, para cuando me di cuenta ya era tarde —pongo una mano en su brazo y deja de hablar.
—Respira Camila —le sonrió con simpatía—, no quedó tan mal, todas nos reímos y teniendo en cuenta el contrato que compartimos pareciera una actuación para los fans.
En la última entrevista que compartimos el presentador quería sacar algo más personal de cada una de las chicas y de verdad logró algunas pocas cosas, solo querían armar chismes.
Mi pregunta fue ¿A quién besaría debajo de un muérdago? Y Camila de la nada dijo que a ella, por un momento solo iba a reír pero cambié la expresión.
Al final ni siquiera sé bien el por qué, pero sentí que podría ser un problema.
—No soporto los nervios, te juro que después de la entrevista solo tenía un montón de pensamientos, luego Simón me hizo un drama —suspira—, de verdad que no me gusta molestarlo pero menos me gusta tener restricciones, me provoca hacerle cosas así adrede.
—Podemos hacer de esto un juego entre nosotras, la próxima entrevista di algo parecido, sé que a los fans les encantó lo que dijiste y yo pensándolo bien me encanta molestar a Simón, además de que lo pensé con la cabeza fría y no debería haber problemas, solo claro si se vuelve algo grave para ti —se gira un poco hacia mí.
— ¿Cómo qué diría? —me encojo de hombros.
—No lo sé, sólo molestamos un poco a tu manager.
—Podría intentarlo solo una vez —está más relajada y se siente en el ambiente, creo que hablar esto conmigo la hace sentirse más segura.
—Somos compañeras creo que mientras estemos más cómodas y tengamos la confianza podemos seguir trabajando como lo hemos hecho —me doy cuenta que sigo con mi mano en su brazo y la intentó retirar pero la retiene en sus manos.
—Tienes una mancha negra por un costado —la giró entre sus manos y veo una pequeña mancha.
—Seguro me ensucie al buscar algo que se me cayó bajo el asiento del auto —frota la mancha con su mano y dejo que me limpie.
—Parecía polvo, ya está.
—Gracias —no suelta mi mano.
Me hace viajar a mi adolescencia con ese gesto, porque no es la primera vez que me toca pero al igual que el beso que compartimos en medio de la película que veíamos está atracción es algo de nosotras, ya puedo identificar lo que es más concretamente porque no únicamente tenemos química en pantalla.
Casi estoy de nuevo con catorce años con el corazón a desbordar con palpitaciones rápidas, mejillas sonrojadas y hormigueo en el cuerpo debido a que sostengo la mano de la primera niña que me gustó.
Únicamente esa acción lanzaba una onda de euforia en mi cuerpo como para estar feliz por semanas.
Ahora soy una adulta y solo pienso que la mujer que ahora sostiene mi mano deja suaves caricias en círculos sobre mi palma y recorre mis dedos con los suyos.
Una mujer hermosa que parece muy concentrada en eso, es una cosa tan pequeña y mi corazón ya está listo para las palpitaciones.
Miro su rostro y mantiene su mirada hacia abajo, a nuestras manos.
—Tu mano es tan suave —susurra.
Será algo tan sonado y cliché pero los imanes llegan a representar a las personas en algún punto de su vida.
La complicidad, la cercanía, el aura, llega a desprender la atracción que tienen dos imanes antes de colisionar.
Camila últimamente me mira como si quisiera colisionar.
Entrelaza nuestros dedos como si probara si encajan, mis uñas de negro resaltan en su piel y las de ella con francesas blancas se ven tan delicadas.
Esto es tan inocente que creo que por eso pienso en cuando era joven.
Mi otra mano eleva su rostro para que me mire, no sé cómo las cosas cambian de una situación a otra tan rápido con Camila.
Sus ojos cafés los he visto oscuros, neutros y tan brillantes, recuerdo que me encanta ver cuándo el sol los ilumina, es algo hermoso de ver
Mis dedos acarician la línea de su mandíbula lentamente y sus ojos se cierran, mi otra mano sigue entrelazada con la suya.
— ¿Qué es lo que pasa? —susurro.
Creamos una burbuja.
—No lo sé, ¿Cómo pasa esto?
Sé que se refiere a la tensión.
¿Es posible que de tanto actuar se haya confundido?
La puerta se abre de golpe y la burbuja revienta, se acomoda mirando de frente y suelta mi mano.
Creo que Camila se trajo los sentimientos de Melissa consigo, yo puedo sentir atracción y a la vez enrollarme con quién quiera pero con ella tengo trabajo, lo mejor será que se ponga a analizar sus acciones para notar que está confundida.
—Bien, llegaron los chicos, tomen esto —nos entrega bebidas y palomitas.
Louis se sienta a mi lado derecho, toda la película la pasó comentando con él las escenas y riéndonos en voz baja.
El momento extraño es dejado atrás, soy buena para estar en el presente, ya lo pasado lo analice y lo deje atrás, así trato de ayudar a mí mente.
—Llegas tarde Lauren —me masajeó la sien.
—Lo sé, Brenda, no calculé el tráfico —camino con mi manager por los pasillos—, además no sé qué le pasa a las personas, te pueden dañar el humor en segundos.
Tuve que hacer un trámite en el banco, no uso mi influencia para las cosas normales, soy como cualquier otra persona, me quedé esperando en mi fila, calmadamente me acerque a la taquilla en mi turno y luego un señor me trató asquerosamente, fue mal educado e irritable.
—Te sorprenderá quién propuso esta entrevista.
— ¿Quién? —cruzamos en el pasillo y frente a una puerta está Camila con Simón—, hola, disculpen la demora, cerraron una avenida y el tráfico estaba horrible.
—Debes ser más responsable —murmura Simón.
—Por favor, no comencemos —interviene Camila, se acerca y nos saluda con un beso en la mejilla—, ¿Ya nos dirás quién nos citó?
La puerta se abre y Brad está ahí, en el umbral, me sonríe ampliamente.
— ¿A qué no te lo esperabas? —me dice, se gira y concentra su atención en Camila—, me alegra poder conocerte, pueden pasar.
Miró a Brenda y se encoge de hombros, ella sabe de mi relación con Brad.
—Escuchemoslo —me susurra cuando entramos a la habitación.
—Bueno yo fui el de la idea, mi manager Bruno —el moreno alto se presenta y estrecha nuestras manos—, él me apoyó al igual que mi banda, presentense chicos.
James, Connor y Tristán se presentan, ya he convivido un poco con ellos, no es como que Brad me integre con ellos, pero en algún momento cuando llegaba de la nada para nuestros encuentros me los topaba en su apartamento.
—Comenzaré a informarle la idea de Brad —habla Bruno—, los chicos lanzarán un nuevo álbum, la primicia está siendo una locura y tenemos a los fans interesados, pero también queremos lanzar al mismo tiempo un vídeo de una de las músicas del álbum y queremos que aparezcan en él.
— ¿Aparecer como pareja? —es la primera pregunta de Simón, me aguanto hacer una mala expresión. Bruno mira a los chicos para luego centrarse en nosotros.
—Tomen asiento por favor —todos vamos a la gran mesa, ellos se sientan a un lado y nosotros enfrente—, no tenemos como tal un tema pensado, primero hay que escoger la música, pero creo que no sería como pareja.
Eso parece animar a Simón porque se endereza en la silla y sonríe, que idiota.
—Bien, nos interesa.
—Hablemos de un contrato primeramente —interfiere Brenda.
Ellos se encargan de las pautas y nosotros opinamos algunas cosas, todos quedamos con un acuerdo y quedamos en reunirnos nuevamente para la firma del contrato.
—Tiempo sin verte pequeña Lauren —James me sonríe ampliamente.
—No fastidies —le dice Brad.
— ¿Extrañas que te de palizas en ese juguito tuyo? —elevo una ceja.
—Humillado —se ríe Connor—, no lo hagas llorar Lau, James te tiene un rencor.
Vamos caminando por el pasillo, los manager caminan adelante conversando y los chicos nos acompañan a la salida.
— ¿Qué es lo que juegan? —pregunta Camila.
Los chicos se vuelven intensos explicándole y yo tiro del brazo de Brad para quedarnos atrás.
— ¿Por qué creíste que esto era una buena idea?
—Nunca hemos trabajado juntos, además es bueno para ambas partes —suspiro.
—Sabes la atención que vamos a tener.
— ¿Te preocupa arruinar nuestra relación? —me sonríe.
—No tenemos ninguna relación —le aclaro—, es un acuerdo.
Me detiene antes de llegar al ascensor.
—Es así porque tú lo quieres, ya te he dicho que yo sí puedo intentar algo serio…
—Brad ya hemos hablado de esto y sabes lo que pienso, si no estás de acuerdo sabes que podemos quedarnos como amigos y ya —toma mi mano y le da un apretón rápido.
—Está bien, todo está bien así —me sonríe.
—Chicos se va a cerrar —Tristan sostiene las puertas del ascensor.
Suelto su mano y me apresuró a entrar, me sigue y se integra a la conversación de los demás.
Siempre he sentido que las relaciones no son para mí, de alguna forma no siento la intensidad que todos describen y la verdad cuando lo he intentado solo he salido lastimada o lastime a personas.
Nunca he estado locamente enamorada y nunca le he dicho a otra persona que la amo, mi límite es el querer
Nos despedimos y cada quien se va por un lado distinto.
—No entiendo de verdad porque Camila tiene a ese manager —comenta Brenda en el auto.
Ya que a ella la trajo un taxi, yo la llevo en mi auto a su oficina.
—Tal vez le da lástima abandonar al único que le ayudó a cumplir sus sueños —me encojo de hombros—, o la ata la culpa el querer botarlo.
—Pero si comienza a perjudicar su carrera no creo que deba aguantarselo.
—Por ahora no he visto que la perjudique y nosotros podemos creer muchas cosas pero ella es la de la decisión.
— ¿No piensas que ella está muy sola? En este mundo conseguir amigos es difícil.
—No sé, pues se hizo amiga de las chicas y creo que también es mi amiga, hemos compartido mucho tiempo juntas, tal vez antes era más solitaria.
—Me hace acordar a mi hermana —murmura mirando por la ventana—, hasta en personalidad, por eso me agradó que trabajarán juntas, ¿Por qué no te acercas más a ella?
Tamborileo los dedos en el volante, Brenda desarrolló una capacidad para ver cuándo alguien no está bien y me ha sorprendido tantas veces que no la pongo en duda.
—Trataré de que seamos más cercanas —aunque me preocupa que se confunda, lo del cine lo demuestra.
—Lo siento —toma un gran respiro—, tal vez estoy sensible porque será el aniversario de Verónica y estoy viéndola en Camila.
Verónica, su hermana menor y mi amiga, ella fue la que nos unió, casi nunca pienso en ella, pero Brenda parece que siempre la tiene presente y no puedo culparla por recordármela.
Las dos estamos dolidas porque ninguna pudo ayudarla.
Verónica se suicidó por causa de la depresión.
Estiro mi mano y le doy un apretón a su brazo, sé que eso no reconforta pero es la única forma que tengo para hacerle saber que estoy aquí.
—Sé que no lo demuestro, pero también me duele —susurro.
—Lo sé.
Yo estoy segura que muchos tienen heridas invisibles que sangran sin parar y también sé que si te apoyas en alguien adecuado la hemorragia puede cesar un poco, pero la decisión de seguir adelante solo está en ti.
Siempre voy a lamentar no haberme dado cuenta de lo que vivía Verónica, pero de alguna forma sé que yo hacía que su herida sangrara menos aunque su decisión no fuera quedarse en este mundo.
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