
Capítulo Once
La tensión.
No me quitaba ojo de encima, como si estuviera intentando leerme el alma. Miré abajo. No quería que viera que me intimidaba. Pero daba igual, por que simplemente el hecho de saber que estaba mirándome me generaba una incomodidad interna muy extraña.
Una mueca neutra en su cara. Su mirada fija. El nerviosismo en mi pecho de no saber que quería de mi.
No pude soportarlo más
―¡Abuela deja de mirarme así! Me da mal rollo― me quejé y ella por fin desvió la mirada a Mia que estaba sentada a mi lado en el sofá
Habíamos decidido quedarnos en mi casa para ver una película y mamá para que la abuela no se aburriera, había decidido aparcar su silla de ruedas justo al lado de la televisión, enfrente de nosotras. Ninguna de las cuatro éramos capaces de concentrarnos en la película si al lado estaba mi abuela examinándonos como el que está mirando a cuatro animales.
―Clover no te ofendas pero estoy un poco incómoda― susurró Peyton mientras sorbía un poco de su coca cola
―Todas las de vuestra edad son iguales― murmuró la abuela― no queréis hacer nada con vuestra vida, en mi época, ya tendríais un hijo, pero ahora...no serías capaces de haceros cargo ni de una mosca. Habría que veros intentar sobrevivir en los años setenta...
―Abuela...
―Seguro que os pasáis el día por ahí buscando a un hombre nuevo con el que acostaros en ese bar de mala vida en el que os pasáis las noches
―No contradigo verdades― susurró Harper y yo contuve una carcajada
―No sabéis lo que es estar al cargo de una casa con siete hijos...teniendo que trabajar...
―Se acabó― dije y me levanté― ¡Alex llévate a la abuela de aquí!
―¡Estoy trabajando!― gritó desde la cocina. Resoplé, creo que Alex pondrá para siempre de excusa el trabajo para no hacer nada, aunque se lo pidas un sábado a las cuatro de la mañana.
―¡Darren!― busqué otra ayuda y Darren se asomó por el salón
―Abuela no molestes― la riñó
―No estoy diciendo nada...se lo está inventado para echarme por que piensa que soy una carga. Yo estoy viendo la película esta de prostitutas― Se defendió y Darren se giró hacía mi con una ceja enarcada
―Pretty Woman―dijo Peyton― estamos viendo Pretty Woman
―Eso es lo que queréis todas, que venga un hombre rico y os mantenga toda la vida, como en la película― siguió la abuela
―Sí y si es Richard Gere más― contestó Maia y Darren soltó una carcajada mientras se acercaba a la silla de ruedas para llevársela
―Abuela, vamos al porche que está Beatrice leyendo, estoy seguro de que le va a encantar tu compañía
―¡Darren ni de coña!― se oyó a Beatrice de fondo pero Darren ya se la había llevado
―Es muy guapo― susurró Peyton, todas la miramos y ella cruzó los brazos― lo digo de manera platónica, tiene novia y yo novio
―¿Has hablado con él esta semana?― pregunté mientras me comía las dos últimas palomitas del bol
Peyton asintió― Voy a ir a verle la semana que viene
―Por fin, a ver si folláis y te relajas un poco― dijo Harper mientras se estiraba un poco
―Habláis...― la corregí― lo que Harper quería decir era habláis
― O las dos cosas― apostilló Maia
Peyton nos tiró un cojín― ¡Estáis muy salidas!
―Sí, sí, ya nos lo contarás la semana que viene...
Oí una pequeña voz que se aclaraba la garganta y vi a Peter entrar con una flor del jardín. Se acercó a Maia y se la dio
―H-hola M-maia....e-esto es para ti
Maia sonrió y le dio un beso en la mejilla― Muchas gracias Peter
Peter se puso rojo y se dio la vuelta corriendo― ¡Mamá, lo he hecho, mamá!
―Qué tienen los hombres de tu familia con Maia...― murmuró Harper
―Literalmente es que solo queda tu padre por pretenderla― siguió Peyton y Maia negó riendo
―Qué va, si Alex pasa de mi― susurró― y Darren ni te cuento―Me callé. No quería dejar a Darren mal pero yo no estaba tan segura de ese pasotismo― En fin― se levantó con el bol― voy a ir a hacer más palomitas
―Esta es la mejor escena de toda la película....― me quejé viendo como Richard Gere subía a Julia Roberts al piano
Ella se encogió de hombros y se marchó en dirección a la cocina. Tardé un par de segundos en reaccionar y darme cuenta de que Alex estaba allí trabajando. Maia claramente no se había acordado. Así que sacrifiqué ver aquella maravillosa escena y me levanté para ir a la cocina a ayudar a Maia
Iba a entrar cuando lo escuché
―¿Cómo tienes el moratón?― preguntó Alex en voz neutra
―Bien― respondió Maia seca
―¿Pero ahora que te pasa?
―No me pasa nada
―Creía que el otro día lo habíamos aclarado
―¿Aclarado qué, Alex? ¿Qué no te dignes ni a saludarme cuando vengo por aquí?
―No pensaba que te fuera a molestar
―Desde luego eres gilipollas. ¿Y qué pensabas? ¿Qué me iba a encantar después de lo que pasó venir aquí y que no fueras capaz ni de mirarme a la cara?
Alex resopló― Ya te pedí perdón el otro día
―Y yo te lo he aceptado, pero no esperes simpatía por mi parte
―¿Y qué me tengo que esperar? Ese día que tan mal te sentó fue hace casi tres semanas
―Nada, simplemente, nada. Cómo puedes ser tan subnormal...
―Te avisé Maia, te dejé todo claro, no puedes ahora enfadarte por que no tengas de mi lo que ya te avisé cuando pasó lo de mayo
―Escúchame bien pedazo de idiota. No te estoy pidiendo matrimonio. Te estoy pidiendo un mínimo de educación. Por decirme hola, no me voy a pensar que tienes el nombre de nuestros hijos puestos. ¿Pero sabes qué? Déjalo, no merece la pena
―¿El qué exactamente?
―Tú, tu no mereces la pena
Sonó el microondas y yo volví al sofá antes de que Maia pudiera ver que había escuchado la conversación
Eso era muy raro. Nunca les había escuchado tratarse con tanta confianza.
Después de lo que pasó. Lo de mayo.
No entendía nada. Maia y yo nos contábamos todo y más si tenía que ver con Alex. Lo que más me desconcertaba era el tono de mi hermano hacía ella, le conocía bien, y había cambiado de su habitual trato hacía Maia como una amiga mía a como hablaría con alguien con quien él trata.
Confusa me hice hueco en le sofá y Maia volvió con el bol lleno
―¿Está Alex en la cocina?―pregunté
―Creo que sí― respondió
Peyton señaló la televisión llorando― Es demasiado bonito― balbuceó
Maia se sentó a mi lado― ¿Estás bien?―la pregunté y ella sonrió forzadamente
―Sí...¿Tú estás bien?
―Claro que sí
―¿Aunque Grayson sea tu editor?― preguntó Harper y yo la tapé la boca con la mano
―¡Cállate! No lo digas tan alto...
―Clover, no está aquí
―Pero Alex sí y no quiero que se entere de...― susurré y Peyton sonrió
―Si Alex no se ha enterado a estas alturas de tu especial fijación con Grayson, está ciego y sordo, por que anda que no lo hemos hablado de pequeñas mil veces
―Alex va a su aire, no se entera de nada, está demasiado centrado en sus cosas― murmuré y Maia a mi lado se tensó
―Cambiando de tema― dijo― ¿Vamos a ir el sábado a la fiesta de la cala? Por que como me deis plantón voy a ir sola
―Prometido― respondió Peyton― pero me tengo que quedar a dormir a alguna de vuestras casas por que mi madre no me va a dejar volver muy tarde sino
―A mi me da un poco de pereza...está a tomar por el culo y solo hay un bus para ir
―Puedo pedir a Alex o Darren que nos lleven en coche― ofrecí mientras engullía un puñado de palomitas
―¿Van a llevar el coche? Si beben lo dudo
Maldije. Era verdad.
― Yo no suelo beber por las resacas de mierda que me entran pero no pienso llevaros ¿Para que me potéis el coche? Ni de coña ― Se oyó el de fondo
―¡Venga Darren!
―¡Clover no quiero que me vomitéis el coche! Además va a venir Heather también, una se quedaría fuera
―¡Vas a poner a tu novia antes que a tu hermana! ¡Me parece una vergüenza!― dramaticé― creía que nos llevábamos mejor Darren, yo tenía...otra concepción de ti, como el mejor hermano, mi roca, mi salvavidas en este mundo extraño en el que me pierdo a veces
―¡Os llevo, pero cállate ya la boca!― se quejó ― pero te he avisado Clover, no tengo sitio para todas
―Tranquilo somos cuatro chicas de veinte años, encontraremos con nuestros atributos a alguien que pueda llevar a una ― bromeó Hunter y Darren bufó
―Lo digo enserio, no pienso llevar a ninguna en el maletero y arriesgarme a una multa, tenéis que encontrarle un sitio a la que falta
―Que te lo prometo pesado
―¡Ahhhhhh abuela no!― gritó Beatrice desde el porche
―¡Déjame!
Entró corriendo en casa― La abuela se ha intentado tirar por las escaleras ¿Llamo a mamá?
Darren se encogió de hombros― ¿Lo ha conseguido?
―¡Le ha faltado un segundo! ¡He leído tres líneas y la he visto abalanzarse sobre las escaleras, menudo susto!
―Oye Clover y si le compráis a vuestra abuela no sé...un hámster o algo así para que tenga algo por lo que vivir― sugirió Peyton que se estaba asomando por la ventana para verla
―¿Crees que una hija y cinco nietos no son suficiente para frenar sus instintos suicidas y un hámster si lo va a ser?
―No sé, es solo una sugerencia, siempre que vengo intenta algo
―No seáis exageradas― Beatrice se hizo un hueco en el sofá― la abuela no quiere morir quiere llamar la atención, no sabe como
―¡Dios llévame ya!― se oyó desde el porche
Beatrice chasqueó la lengua y se giró hacia Harper― ¿Qué estáis viendo?
―P-pretty woman― respondió Harper con una mueca distante pero un ligero temblor en la voz
―Me quedo, me encanta esta película
―¡Beatrice, no, estoy con mis amigas, déjanos!―me quejé intentando darle una patada
―¡Oh venga Clover si a tus amigas les caigo genial!
Era verdad, Beatrice se había colado en todas nuestras fiestas de pijamas que había querido por que mis amigas nunca han tenido ningún problema en aceptarla. Es más muchas veces, preguntaban por ella cuando no venía.
―Te lo dicen por compromiso― murmuré sabiendo que era mentira
―Mentirosa― se giró y le dio a Harper un pellizco en el brazo―¿A qué no Harper? Con la de veces que he estado en vuestras fiestas
Harper quitó la cara un poco y asintió― Sin problema
Beatrice se giró hacia mi confusa― ¿Pero a esta que la pasa?― susurró
―No sé, ha estado toda la tarde normal
Beatrice se encogió de hombros
―Ayer te trajo Grayson en coche que lo vi...― me picó
―¿Podéis dejar de hablar de él por favor?
―Bien callado que te lo tenías ¿Eh?― Peyton me tiró un cojín a la cara
―Por que no tiene importancia
―¿Y tampoco la parte en la que veníais escuchando Taylor Swift?
―¡Beatrice yaaa!― grité intentando ahogarla con el cojín―¡Deja de meterte en mi vida, pesada!
―¿Eso no lo puedo contar?
―¡Claro que no!
―Y la parte en la que te pusiste encima de él y....
Todas abrieron la boca y yo asfixié a Beatrice contra el sofá― ¡Mentirosa!
―¡Clover, explicaciones!
―Me estoy quedando con ella― bromeó mi hermana― más quisieras que él te diera un beso
―Puaj, tiene pinta de que besa de culo
Beatrice se mordió un poco el labio inocentemente y miró al suelo―¿No habrás....? ¡Beatrice!
―Estábamos de fiesta y....― se echó a reír― Clover....no me creo que tu nivel de paranoia llegué al nivel de pensar que yo renunciaría a mi sexualidad, por un hombre hetero básico cualquiera. ― se volvió a reír― que fácil eres de fastidiar hermanita
―De verdad os lo pido, vamos a fingir durante un rato que no existe. por favor, solo un par de horas y en vez de eso podemos hablar de...mmmm, no sé. ¿Maia ha pasado algo últimamente que de lo que tengamos que saber?― Maia nerviosa negó con la cabeza
―No claro que no
―¿Segura?
―¿Qué te pasa Clover?
―Nada te noto rara
―Pues no pasa nada
―¿Traerás a Ian a la playa no?― preguntó Harper intentando rebajar la tensión― para que podamos conocerle y todo eso
―Sí, si no me ha dejado antes
―Si claro seguro que hacerse miles de kilómetros para pasar unos días con tu novia, es para dejarte
―Nunca sabes, son impredecibles
―Pero que bien te va a venir ese polvo― siguió Harper
―¿De polvos me hablas tú? ¿Hace cuanto que no te echas TU uno?
―¿Podemos dejar de hablar de sexo y chicos todo el día?― robé un par de palomitas a Maia mientras me quejaba
―Estáis en la edad― dijo Darren volviendo a entrar en el salón. ―A los veinte solo se piensa en eso
―¿Y a los veintidós no?
―Sí...pero menos
―Alex tiene veinticuatro y sigue estancado en ese pensamiento
―Por que en él será crónico
Me levanté y me asomé por la ventana para observar la playa
―¿No os apetece un chapuzón antes de cenar? Tengo mucho calor
Todas resoplaron y Harper señaló nuestro aire acondicionado ― En mi casa solo tenemos ventilador quiero aprovechar esta maravilla que tenéis instalada antes de irme
―Clover― me llamó Alex desde la cocina― si me das un minuto que me cambio yo voy contigo
Maia se cruzó de brazos. Si no me lo contaba ella. Tendría que sacarlo por otra fuente
Cogí la bolsa de la playa y las gafas de sol.
―¿Enserio te vas a marchar con nosotras aquí?― Maia refunfuñó
―Solo va a ser un rato, además Darren y Beatrice se quedan con vosotras...
―Mira Clover te adoro pero mientras nos dejes el aire puesto, como si quieres mudarte meses a China y no volver― bromeó Harper y yo miré a ver si el biquini que llevaba puesto no estaba manchado de arena
Alex apareció en bermudas y me señaló la puerta
―Me voy― asentí
―Os veo en un rato― Maia frunció el ceño. Me di la vuelta y cerré la puerta de casa detrás de mi.
―Pensaba que tenías cosas de la oficina que acabar.
―Y las tengo, pero me muero por darme un baño
Unas chicas pasaron a nuestro lado y se quedaron observando unos segundos a mi hermano para apartar rápidamente la mirada e irse corriendo.
Alex sonrió fanfarrón.
―Si...supongo que este es el baño del que hablas
―No es mi culpa que llame la atención
―Ay por favor Alex, no digas esas cosas, como si fueras un fuckboy de diecisiete años.
Alex rio y me revolvió el pelo. Razón no le faltaba, era mi hermano, pero Alex era verdad que llamaba la atención. Entre que medía casi un metro noventa, la seguridad con la que andaba y que en palabras de todas mis amigas, tiene una cara tallada por Dios, entendía la reacción de ciertas chicas al verle.
Entramos en la playa y maldije al quemarme los pies con la arena
―Joder si va a atardecer en nada, como puede ser que queme todavía
―Flojita― me picó y yo le di un codazo
―A ti también te quema pero te haces el macho―Rio y asintió ―quema como un demonio en verdad
Vi con satisfacción como mi sitio favorito para poner la toalla estaba vacío y la extendí mientras me quitaba la camiseta larga con la que había salido de casa.
―¡Alex, quieres una cerveza!― preguntó Hugh desde lejos mientras se acercaba
―Solo vengo a darme un baño― respondió mi hermano colocando la toalla a mi lado mientras yo me empezaba a dar protector solar
―Pues hay bandera roja así poco te vas a poder meter. Si necesitas ayuda para extenderte la crema no dudes en avisarme eh Clover
―No gracias, puedo sola
―Ni te acerques a mi hermana― le riñó Alex y Hugh rio― Pues a Grayson no le dices lo mismo
―Grayson no quieres hacer nada de lo que sé que tu si quieres hacerla.
Hugh me dedicó una sonrisa y una reverencia― ¿Echarla crema?
―Fuera de aquí baboso― bromeó Alex riendo― que no te ni rondar esta toalla
―O te echaré crema solar en los ojos Hugh― apostillé y él rio y me hizo una reverencia
―Ni se te ocurra tener nada con él, nunca, ¿Me has oído? Por tu salud mental― dijo Alex serio
―Eh-eh tranquilo hermano oso, Hugh no me atrae en ese sentido, pero bien que querías echarme a sus brazos el otro día
―Iba borrachísmo
―Pensaba que no ibas al Pacific por que es de críos
―Y lo es, pero el alcohol es más barato. ¿El camarero sigue sin hablarte?
―No tuvo gracia, ninguna, lo de Grayson, ahora estoy vetada
―Un poco de gracia si tuvo― me pasó la crema de cara
―¿Me vas a decir ya que coño pasa con Maia?― cambie de tema no queriendo meterme en nada que implicara a aquel rubio
Se tensó―No pasa absolutamente nada
―Alex...
―Clover...― se burló imitándome
―Os he oído hablando en la cocina
Alex con actitud despreocupada se encogió de hombros― ¿Y?
―¿Qué pasó en Mayo?
―Nada
―Alex
―Clover
―¡No me trates como si me lo estuviera inventado!
―Escúchame Clover, lo que sea que tengas que hablar con Maia, háblalo con ella a mi déjame fuera de esto.
―Osea que estás admitiendo que hay algo que hablar
Alex resopló― Mira que eres pesada cuando quieres...
―¿No te habrás acostado con ella?
Alex resopló y soltó una carcajada sarcástica― No Clover, no me he acostado con ella
―Odio las mentiras Alex lo sabes, si me entero de que me estás mintiendo te voy a dejar de hablar, seremos un familia disfuncional, tus hijos no sabrán de los míos y...
Algo en sus ojos se escureció, tragó saliva y se puso unas gafas de sol― Te he dicho que no Clover, no me he acostado con ella
―¿Lo has intentado?
―Clover ya, para con le interrogatorio. Joder si sé que te vas a poner así no vengo
―Estoy haciendo con ella lo mismo que tu con Hugh
―¿Qué?
―Tu no quieres que me lie con Hugh por que según tú lo pasaría mal y yo no quiero que tú te líes con Maia por que ella lo pasaría mal, fin.
―Según tú― respondió a la defensiva
―¿Perdona?
―Que Maia lo pasaría mal según tú, basado en...
―Todas las chicas que le hablan de ti a su psicóloga― respondí y él me dió un suave golpe en el brazo
―Serás idiota
―Sabes que tengo razón
―Creo que estás paranoica. Como te he dicho, Maia y yo no hemos tenido nada, si tienes más dudas pregúntale a ella.
Decidí creerle. No me pegaba que Alex intentara ocultar una conquista. Si se hubieran acostado hubiera tardado, cinco minutos en venir ante mi para pavonearse de su gran hazaña. Le pellizqué el brazo
―Eres un capullo ¿Lo sabes?
―Soy un capullo con calor. Joder quiero meterme en el agua, pero en cuanto me acerque a la orilla el puto de Caleb― señaló el puesto de socorrismo donde su amigo estaba intentando acabarse el bocadillo― va a empezar a pitar como un gilipollas
Vi en la orilla hablando a Grayson con la misma chica que ese día en el Pacific.
Una punzada de celos― ¿Es su novia?
―Caleb no tiene novia
―No, digo― señalé a Grayson
―Qué va es su prima
―No te quedes conmigo Alex
―Te lo digo enserio es su prima Christina, ha venido aquí el verano, aunque quien sabe. Sweet Home Alabama― bromeó y mis celos se disolvieron.
―¡Grayson!― le llamó Alex y él se giró sonrió y al verme, volvió a su mueca seria y se acercó.
―Caleb no nos deja meternos, el muy cabrón...le he dicho que solo va a ser entrar y salir, pero no nada. Yo creo que no sabe nadar en verdad y no quiere tener que tirarse a salvar a nadie
Fui a abrir la boca cuando la chica que estaba a su lado me cogió la mano emocionada― ¡Madre mía! ¡Seguro que no te acuerdas de mi pero...soy la chica a la que le firmaste en el tren! ¡No me puedo creer que tú también veranees aquí!― tenía un fuerte acento británico
Reí― Vivo aquí, bueno...vivía antes de la universidad― respondí amable intentando no mirar a su primo
―Yo me quedo hasta agosto en casa de mis primos― señaló a Grayson― te vi el otro día en el Pacific pero no quise molestarte, cuando hablabas con tu hermano
―¿Osea que me pudiste librar de la pesada de mi hermana y no lo hiciste? Muy mal― la picó Alex y ella rio no dejándose impresionar por mi hermano
―Parecía que estabais hablando algo importante
Grayson sonrió― Estoy segura de que Clover y tú haréis buenas migas
―Yo también estudio en Nueva York, bueno, empiezo este año...periodismo. Las universidades inglesas me parecían de lo más aburridas. Así que nosotras dejamos nuestra casa a Grayson y a cambio yo vengo aquí en verano a escapar un poco del frío de mierda de Inglaterra― la verdad es que se pegaba un aire a su primo. El pelo del mismo color pero ella tenía los ojos verdes y la cara llena de pecas.
―Pues si alguna vez te apetece un café solo tienes que decírmelo, luego te doy mi número si quieres
Me sentía observada. No, directamente, estaba siendo observada. Grayson no estaba haciendo caso a la conversación con Alex y se centraba en la nuestra.
Las toallas de al lado que tenían un altavoz empezaron a poner Every Breath You Take y yo levanté la vista para mirarle. Él sonrió un poco y siguió a su conversación con mi hermano.
―Grayson me ha chivado que estáis trabajando en tu segundo libro― siguió emocionada
―La verdad es que sí, saldrá por principios del año que viene
Christina sonrió― El primero me encantó, creo que nunca me he sentido tan identificada con un libro en mi vida― nos separamos un poco de los chicos y yo sonreí
―Me alegro mucho, no fue fácil
―Seguro, si yo pudiera escribir un libro con cada chico que me ha hecho daño, bueno , ya tendría cuatro sagas yo creo―Solté una carcajada― como sea, agradezco muchísimo a Grayson que me le recomendara por que....
Se me heló la sangré― Espera...¿qué?
Christina me miró extrañada― ¿He dicho algo...?
―¿Grayson te recomendó mi libro?
―Claro...¿No te lo ha dicho?
―¿Hace cuanto?
―Nada más que saliera, le pidió a Alex que comprara uno y se le mandara en un paquete. Se le leyó en nada y al día siguiente ya le tenía en la habitación diciéndome que me le tenía que comprar.
El corazón, se me detuvo. Miré a Grayson que seguía hablando alejado con Alex. No se le había leído por trabajo. Puede que fuera su ego que quería comprobar hasta donde llegaba mi obsesión. Puede que solo necesitara asegurarse de que a mi me seguía importante él.
―¿Le gustó?
―¿Qué si le gustó?― rio― Estaba obsesionado, no soltaba el puñetero libro, no sé cuantas veces se lo releyó
―Y-yo...no sé que decir...
―Eso es bueno, Grayson es muy exigente con el tema de los libros
―Yo, no sé...necesito un baño
Como si me hubiera leído la mente mi hermano me gritó― ¡Clover que le jodan a Caleb! ¡3, 2, 1 y nos metemos! Aunque sea un un minuto
Asentí
―Alex que Clover se meta en el agua con este oleaje no me parece buena idea― se quejó Grayson― tu tienes fuerza para salir pero ella....
―No seas miedica Grayson, Clover es adulta
Christina hizo ademán de venir con nosotros pero Grayson la agarró la muñeca― Tú ni lo pienses
Miré el mar. Las olas se rompían con una fuerza descomunal en la orilla, daba un poco de miedo. Se había levantado un fuerte viento que me estaba pegando todo el pelo en la cara y el color oscuro del mar me hizo pensarme dos veces el querer entrar. Pero iba a ser solo un minuto, salir y entrar.
―¡Alex ni se te ocurra!― gritó Caleb desde el puesto de socorrismo
Alex y yo nos miramos, corrimos y nos metimos de cabeza. Por fin esa sensación de calor pegajoso salió de mi cuerpo y el mar helado me envolvió. Disfruté de un minuto de buceo y saqué la cabeza para coger aire. Cuando me quise dar cuenta, el mar me había arrastrado más lejos de la orilla y a Alex le había devuelto a la arena con una fuerte ola.
Intenté nadar para acercarme a donde estaba él pero no tenía suficiente fuerza. Pataleé. Buceé. Pero la marea no me dejaba avanzar más hacía mi hermano.
―Mierda― hundí la cabeza para que la siguiente hola no me rompiera en la cara y sirvió para acercarme un poco más a la orilla pero no lo suficiente para que hiciera pie.
Mientras Alex intentaba recuperarse de todo el agua que había tragado Grayson ya se había quitado la camiseta y estaba metiéndose en le agua
―¡Grayson si te metes no vas a poder salir!― le grité frustrada nadando con fuerza, la justa para que no me arrastrara más la marea
Me miró con reproché y se zambulló en el agua. Tardo un par de segundos en llegar a donde estaba yo.
―Agárrate a mi
―Sé nadar...― murmuré― lo que no tengo que suficiente fuerza para...
―Lo sé, pero yo sí― me agarró la cadera para hundirme un poco para que no nos arrastrara la ola que venía. Cuando volvimos a emerger me cogió los brazos y me hizo abrazarle por la espalda. Mi boca quedó en su cuello por detrás y pude oír su respiración cansada
―Te voy a matar por esto― susurró
Me agarré como me pidió y rocé su abdomen casi sin quererlo haciendo que de repente el frío del mar no fuera suficiente para quitarme el calor.
―Esa ola que viene― dijo señalando una gigantesca ola que venía hacía nosotras― nos va a arrastrar pero no te sueltes y no dejes de patalear
Y efectivamente me dio tiempo a rezar medio padre nuestro cuando noté la presión de la ola en mi espalda y sin de repente no pude seguir agarrada con los brazos. No sé ni como acabé con las piernas aferradas a su cintura y cuando la ola nos escupió en la arena yo estaba encima de Grayson con mis manos apoyadas en la arena, la cara a un centímetro de la suya y sentada encima de su bulto del bañador.
Ninguno de los dos escupió el agua de la boca ni se paró a comprobar si teníamos arena en el bañador nos quedamos unos segundos así.
―Lo siento― susurré prácticamente en sus labios
―No vuelvas a hacer esta estupidez en tu vida― susurró él a apartándome el pelo enmarañado que se me había pegado a la cara― y si la vas a hacer que no sea delante de mi
―¡Clover estás bien!― corrió Alex en mi dirección junto con Caleb cuando nos vio
Grayson me apartó con delicadeza me rozó con cuidado el codo, dónde me había hecho un rozón y se levantó
―Cúrala el codo Caleb― le exigió― me has dado un susto de muerte― murmuró y se fue con hacía su toalla mientras yo veía como toda mi pierna estaba ensangrentada, pero no era mi sangre, sino la de Grayson que teniendo toda al espalda ensangrentada y haciendo como si nada seguía andando en dirección a la salida de la playa
Aviso: he modificado pequeñas cosas de otros capítulos pero del capítulo 10 si he modificado gran parte del final. Os aviso por si vierais algún cambio que no os extrañara. :)
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