Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo Diez

Realmente mi vida se había transformado en un quien tenga miedo a morir que no nazca en apenas unas semanas. Ahí estaba yo, entregándole cada gramo de dignidad que me quedaba. Por dentro, quería morir, resucitar, volver a morir, ir al cielo, exigirle a Dios que por que siempre estas situaciones me tenían que pasar a mí y volver a resucitar.

Mi cuerpo paso por muchos estados, desde cómo se aceleró el corazón al ir viendo como poco a poco iba analizando el escrito, hasta el odio más profundo que pude encontrar dentro de mí con la vida. Pero aquella sensación en el estómago, aquellos nervios...me hacían sentir viva otra vez. Como si fuera masoquista una parte de mi se sentía eufórica por la situación. 

Las mariposas en el estómago golpeaban con tanta fuerza que me estaba sorprendiendo a mi misma de estar pudiendo articular palabras coherentes ante los horribles nervios que me recorrían todo el cuerpo

―Este enfoque nuevo...¿Crees que realmente tiene sentido respecto al del primer libro? Es decir es un cambio muy radical

―Y está justificado con el paso del tiempo. Todos evolucionamos, todos tenemos vivencias que nos hacen cambiar, ningún sentimiento es eterno, tampoco el amor

Se quedó en silencio y siguió apuntando cosas en el portátil 

―El amor si que es eterno― murmuró

―No claro que no

Grayson cogió el manuscrito y me los tendió― Un cuadro, una foto, unos versos...En el momento en el que se plasma, lo conviertes en eterno.

―No sabes si aquel que decidió plasmarlo seguirá sintiéndolo 

―Da igual, no lo cuestionas. Cuando leen lo que tú escribes no se replantean si tu seguirás sintiendo eso o no, simplemente saben que lo has sentido y lo sienten contigo. Por eso la literatura convierte al amor en eterno, lo inmortaliza. 

―Los escritores tenemos la capacidad de escribir sobre cosas que no sentimos, nos probamos mil pieles, así funcionamos

Grayson sonrió― Lo sé, pero cuando tu ya no estés aquí, lo que quedará de ti, será esto― señaló el manuscrito― te quedas reducida a tus sentimientos y este caso al amor que sentías por alguien  

Me quedé en silencio sin saber que decir mirando mi manuscrito

―¿Crees que le puedes tener para principios de septiembre?― siguió

Asentí―No va a ser muy largo más o menos como el anterior

―Bien, pues en ese caso te quiero volver a ver el mes que viene para ver como lo vas avanzando, aunque si es conmigo no quiere volver a hacerte venir hasta aquí para tener que dármela, puedo ver como vas progresando desde casa

―No, tú te vas a mantener lejos de mi ordenador y de mi en mis tiempos de escritura

Grayson intentó reprimir una sonrisa

―Clover...¿Qué te he dicho sobre mezclar lo profesional y lo personal?

Mantuve mi cara de póker intentando no dejar ver ni una emoción― Te repito que no hay nada personal que pueda mezclarse aquí 

Ahora sí, Grayson sonrió―  Lo que tu digas

―¿Tienes tú Grayson Perkins algo personal que mezclar aquí?― le tiré la pulla para ver si me dejaba ya en paz y él sonrió otra vez miró las hojas sobre la mesa y negó con la cabeza claramente divertido― pues ya está― Me levanté cogí las hojas y me acerqué a la puerta. ― que te aproveche la comida

―Clover...siéntate― negué con la cabeza

―Me tengo que ir he quedado para comer con Katherine

―No he acabado contigo

―Yo creo que sí, te iré mandando lo que vaya escribiendo y si en algún momento quieres darme alguna anotación, creo que ya sabes dónde está mi casa― no me gustaba nada el tono de mi voz, cortante, frio, distante, pero era incapaz de usar otro. Solo quería huir de él.

―Clover no me hagas levantarme―Deja de decir mi nombre. Cada vez que mi nombre aparecía en su boca el corazón me daba un vuelco. Le desafié con la mirada. Suspiró, se levantó y se puso entre la puerta y yo― siéntate por favor

Resoplé y me volví a mi sitio―Prefería a Katherine

―Y yo preferiría estar encargándome de algún escritor con menos mala hostia y aquí estamos los dos, a veces Dios les pone sus mayores pruebas a sus mejores guerreros y yo después de trabajar contigo Clover Barnes, y la paciencia que voy a tener que emplear en esto, me merezco como poco que me toque la lotería― dijo con sarcasmo divertido. Intenté enfadarme pero se me escapó una sonrisilla por lo bajo, lo cual el captó al vuelo― ¿Ves? Puedes intentar fruncir el ceño, gruñirme como siempre pero los dos sabemos que te gusta hablar conmigo

―Yo no gruño― respondí molesta por lo bajo

―Como un chihuahua rabioso, es agotador, todo el día gruñéndome...― respondió haciendo una mueca 

―Si tuvieras que tratar contigo como me toca a mi también ladrarías como un chihuahua, créeme 

Sonrió y negó con la cabeza―Aunque no lo creas, soy lo mejor que te podría pasar en este negocio...

―Vale, perdón, se me habían olvidado durante cinco minutos tu narcisismo patológico gracias por recordármelo 

―No es narcisismo, es una realidad. Nunca me atrevería a ponerme al nivel de Katherine, valoro muchísimo el trabajo que ha hecho contigo, pero yo te conozco mejor, y sabes que voy a saber llevarte mejor como escritora

Le había permitido cruzar muchas líneas pero una de ellas no iba a ser ponerse por encima de la mujer que era mi medio madre adoptiva y que tantas veces me había secado las lágrimas que él me había hecho soltar

―Corrección, tú no me conoces, Katherine lleva a mi lado desde que empecé, que tu prepotencia no te lleve a cruzar límites que no tienes que cruzar

Grayson se quedó callado en actitud relajada cinco segundos y dejó mirar el ordenador para mirarme a mi

―¿Ha leído Katherine todo lo que he leído yo?

―¿Perdón?

―Creo que la pregunta es clara...¿Katherine ha leído todo lo que he leído yo?

Me ardieron las mejillas y mirando a un punto fijo en la pared respondí― No

―Nos guste a ambos o no, yo, he leído cada pensamiento que ha rondado tu cabeza desde que aprendiste a coger un boli entre las manos― siguió serio y yo sentí que el corazón se me iba a salir del pecho― sé como te expresas, cómo plasmas cada emoción, cada sentimiento, como has ido evolucionando con el paso de los años. Como has probando estilos, descubriéndote a ti misma con la escritura. He ido leyendo como te has ido encontrando como escritora, que te motiva, en que formas estás cómoda....

Me quedé sin poder articular ni una palabra, sólo me quedé callada, mirando al suelo mientras me mordía el labio nerviosa. Oírle decir aquello, fingiendo que de verdad yo le importaba dolía. Dolía mucho. No me acababa de creer que esas palabras estuvieran saliendo de su boca y no me parecía justo. No era justo por parte de la vida, que tras años y años de desesperación, él estuviera diciendo lo que yo hubiera matado por oír, en el momento en el que yo lo único que quería era alejarme. 

Por que lo notaba. Esa sensación tan fuerte y tan eléctrica que te recorre el cuerpo cuando escuchas su voz o sabes que le tienes cerca. Esos escalofríos, la manera en la que tu corazón se acelera cuando le escucha. No, no, otra vez no.

―Has leído cuatro fanfics  Grayson yo...

―Sabes perfectamente que no son cuatro fanfics...y te agradecería que apreciaras tu trabajo un poco más

―Grayson, son bobadas que escribí con siete años no...

―Me da igual si van escritas  a Robert Pattinson, Clover....ese es tu arte y tienes que defenderlo

―Mi arte...― solté una carcajada― ¿Eres un intenso lo sabías?

Sonrió un poco― Cuando se trata de literatura puedo serlo, pero al margen de eso, los dos sabemos una cosa y es que ser tu editor no lo he decidido yo, pero supongo que yo soy tu destino 

Casi me da un infarto, sabía perfectamente que lo estaba diciendo en el sentido de mi destino como editor pero mi cerebro obvió un poco esa parte y simplemente disfrutó de ver salir de sus labios esas palabras "Yo soy tu destino". Una vez más algo que tantas veces había soñado que me dijera cuando era niña. No exagero cuando digo que Clover Barnes de diez años hubiera vendido su alma o a su primogénito al diablo por escuchar eso dicho con su voz. 

―Más bien mi karma― susurré con un hilo. Me aclaré la voz sabiendo que probablemente mis mejillas estarías más rojas que la bufanda que llevaba― ¿Qué era lo que querías decirme para que me sentara?

Su gesto serio se transformó en una mueca divertida― Nada, simplemente quería hablar contigo, te considero una compañía fascinante 

―Ojalá poder decir lo mismo― otra  vez mi doble personalidad indiferente quiso salir mientras me ponía de pie para irme

―Algún día hablaremos de esa rabia contenida que tienes hacía mi, no creo que sea sana y tienes que hacer algo con ella― dijo con sorna

―Eres mi editor no mi psicólogo

―Mmm por lo que tengo entendido Katherine era un poco ambas

―Tú y yo nunca tendremos la misma relación que tengo con Katherine― dije antes de abrir la puerta y oír de fondo

―Lo sé, a Katherine hasta dónde sé no la quieres besar.

Abrí la boca indignada, pero por alguna estúpida razón una sonrisa se hizo paso en mi cara poco a poco y pegué una patada al suelo mientras me acercaba a Howard que extrañado me ofreció un pañuelo

―¿Vas a llorar?

―Claro que no, pero quiero agredir a alguien

―Uoh, uoh señorita― me apuntó con el bote de gel hidroalcohólico 

―No a ti....pero déjame romper algo por favor 

Me temblaban las manos pero tenía una rabia contenida que necesitaba soltar. Howard me dio un bolígrafo y yo le tiré al suelo y pisé unas cuantas veces hasta que lo rompí. Todo el mundo alrededor de mi se me quedó viendo como si fuera una esquizofrénica pero me dio igual, lo necesitaba.

―Idiota, te odio, te odio, te odio― tras dejarle echo añicos en el suelo, como una buena ciudadana, lo recogí y lo tiré a la basura― mucho mejor― vi como Grayson me miraba desde la cristalera de su nuevo despacho con una ceja alzada

―Clover, eres la chica más madura de veinte años que he conocido en mi vida― dijo con sarcasmo y yo le saqué la lengua

―Por ese pobre boli que descansa en paz en la basura intuyo que la reunión genial―dijo Katherine que me observaba desde el ascensor

―¡Es él!― dije en un grito ahogado

―¿Quien?

Me di con la mano en la frente y entré en el ascensor― Grayson

―Sí él es Grayson es tu editor nuevo y― de repente calló―.....no me jodas. ¡¿Ese Grayson es tu Grayson?!

Apoyé la cabeza contra el espejo― La vida me odia

―La vida te ha puesto al chico con el que me decías que te ibas a casar en una situación en la que vas a tener que tener contacto con él casi diario, la vida te ama Clover

―Sabe que va por él

―¿Cual tú libro? Normal es tu editor tiene que leérselo

―Todo, ha leído todo....

―¿Qué? Clover no estoy entendiendo nada vocaliza― llegamos al piso y me dejé caer en uno de los sofás de su nuevo despacho

―No puedo más― susurré y ella me tiró un cuenco de cerdo agridulce y unos palillos 

―Clover, si no me das contexto no me entero

―Es que no sé ni por donde empezar

―A ver...por partes― cogió un rollito primavera y le dio un mordisco― ¿No estaba en Londres?

―Eso pensaba yo, pero se ha vuelto a mudar para trabajar aquí

―¿No estaba en finanzas?

―Lo dejó― dije con la boca llena y con rabia clave un palillo en un trozo de zanahoria

―¿Y que has dicho antes de que ha leído todo?

―Digamos que yo antes guardaba todo lo que he escrito en toda mi vida en una carpeta del ordenador y cuando digo todo, es todo. Páginas de diarios escaneadas, cuentos, ensayos, poesía, narrativa, journaling, todo. Absolutamente todo sobre él. Se lo mandé borracha con dieciséis, sin querer―Katherine dejó caer el trozo de pollo al limón que estaba intentando coger con los palillos― toda una vida de obsesión enfermiza detallada de mil maneras posibles, y él...lo ha leído todo y yo me he enterado hace dos semanas.

―Desde luego que lo que no te pase a ti...

―Es surrealista, te lo juro, mi vida...

―Escúchame en tu faceta personal no me meto, pero en lo que se refiere a él como editor, tienes que tener claro que él se lo va a tomar con profesionalidad y lo último que quiere será tener un ambiente de trabajo incómodo contigo. 

―Él es un hombre Kat, todos son iguales, está encantado con esta situación, puedo vérselo en los ojos, como se regodea de la posición de superioridad que tiene respecto a mi

Katherine suspiró― Creo que estás un poco paranoica 

―No le conoces, no en su faceta fuera de esta editorial. Le encanta ser el centro del universo, y ahora estará encantado de haberme visto sufrir durante treinta agonizantes minutos. Habrá saboreado cada vez que me he puesto roja, cada vez que no he sabido que decir...

―Mira Clover....― tragó― esta lucha interna de poder que tienes en la cabeza, solo está ahí...en tu cabeza, él no está pensando esas cosas 

―No me van a hacer daño otra vez, me niego y prefiero ser una paranoica y establecer desde un principio una distancia emocional considerablemente larga, antes que volver a mostrarme vulnerable y me vuelvan a clavar un cuchillo por la espalda

―Eres un poco dramática

―No, simplemente no me puedo permitir otra decepción más, por que como la tenga, se acabó

Katherine rio y me lanzó una caja con arroz― Tienes veinte años Clover...veinte, créeme si piensas que ya has tenido todas las decepciones amorosas de tu vida ahora eres muy ingenua.

Resoplé― ¿Tu has visto crónicas vampíricas?

Asintió― Aunque no lo admitiré en voz alta

―Bien, pues yo he desarrollado la teoría de que todos tenemos un botón de humanidad, igual que en la serie. Hay gente que tiene más facilidad para apagar sus emociones, otros no lo hacen nunca. Yo, estoy tan cerca de apagarlas que me asusta ― yo misma me di cuenta del dramatismo de mis palabras y Kat rio

―Tú no podrías Clover, ni aunque quisieras... eres un volcán de emociones y sentimientos....no creo que pudieras ni aunque te lo pida el mismísimo Ian Somerhalder

Sonreí con tristeza―Era...cuando escribía todo lo que él ha leído ¿Pero ahora? Me he enfriado tanto que no me reconozco. Clover Barnes la pequeña soñadora con las expectativas más altas en el amor, la que...soñaba con su príncipe azul y escribía esas cosas tan bonitas...ha desaparecido, y ahora queda esta versión, reprimida, con miedos a los sentimientos, que se acuesta de vez en cuando con tíos aleatorios que no la valoran y luego la tratan como una mierda, solo para sentirse un poco mejor consigo misma, consiguiendo todo lo contrario.―Katherine calló y yo me limpié una lágrima― No puedo permitirme otra decepción Kat, por que no sé en que me voy a convertir como vuelvan a hacerme daño

―¿Te has planteado en que a lo mejor eliges mal a los chicos?

―Son todos iguales, morenos, rubios, altos, bajos, tontos o listos― susurré― todos te difaman, todos niegan haber estado contigo, todos mienten... todos duelen

―¿Cuántos chicos te han hecho daño estos dos últimos años Clover?

―Demasiados y no voy a volver a pasar por ahí.― Katherine enarcó una ceja― les hay que me han ido difamando con sus amigos, luego está Chase, el primero chico por el que me atreví a sentir algo después de Grayson y que se acabó liando con mi compañera de piso una semana después de haberlo hecho conmigo, luego los que me han hecho sentir como un objeto...no sé simplemente mi vida amorosa es maravillosa. Y justo en el momento en el que necesito un poco de paz, vuelve él, claro que sí dispuesto a rematarme. Escúchame bien Katherine si Grayson me hace daño, va a ser la estocada definitiva para que jamás en mi vida vuelva a confiar en tu hombre.

―Eso implica el que tu te vayas a arriesgar con él lo cual dudo

―No, yo voy a intentar huir lo que pueda y más, pero el sabrá encontrarme, por que siempre lo hace

―Si dos que hasta evitándose coinciden será por algo Clover

―Por que tengo un karma de mierda

―O por que hay ciertas cosas que tienen que pasar por mucho que intentes bloquearlo

―¿Qué mística te has despertado hoy?

―Clover, la vida es así, te dan te levantas, te quitas un poquito el polvo y sigues, pero no puedes presuponer que todo el mundo te va a hacer daño

―Si tienen pito sí, están diseñados para eso

―Madre mía y como piensas casarte o tener hijos...

―Mmmmm supongo que es un problema para la Clover de dentro de muchos años, la actual seguirá intentando aprender a gestionarse como puede

―No me gusta mucho tu planteamiento, es demasiado pesimista para la Clover de dieciocho que hace dos años, me mandó aquel manuscrito, que se plantó en mi despacho en su primera reunión con tantas ganas de creer en el amor

―Ni a mi, pero tampoco quiero seguir sufriendo, es mejor ser realista. A mi también me gustaría volver a ser esa Clover, pero no quiero volver a sentir otra vez como me parten el corazón. Que si que tengo veinte años y soy muy joven, pero está claro que la edad para tener mi amor adolescente se pasó hace unos años

―Los corazones sanan

―Pero deja cicatriz― rebatí y Katherine suspiró ,yo al mirarla sonreí con tristeza. Adoraba aquellas charlas filosóficas que teníamos de vez en cuando pero aquella podía ser la más cruda de todas― y un corazón con muchas cicatrices se esconde por que no quiere que los demás vean que en algún momento le han apuñalado 

―Clover, no puedes alejar gente de tu vida por miedo― me limpié con una servilleta

―Si puedo, prefiero aceptar estar sola a volver a confiar otra vez erróneamente

―No todos duelen Clover

―Lo sé, pero no me puedo arriesgar a que el próximo que elija lo haga y más si es él. 

―¿Vas a darle ese nuevo enfoque al libro? Por que sería una pena

Me encogí de hombros― Ese libro es autobiográfico Katherine, no puedo escribir sobre las maravillas de volver a verle si lo único que siento es la necesidad apabullante de correr en dirección contraria cada vez que le veo. No puedo ser optimista en el amor si realmente no me siento así. Así que será la verdadera expresión de mi sentimientos.

―¿Y que sientes?

―Nada y todo a la vez

―Pues eso el algo complicado de plasmar y sobre todo algo complicado de sentir

―Supongo que esto lo convertirá en un libro complejo

―Intenta no hacerte daño mientras lo escribes o vas a matar a la protagonista que te conozco

―Supongo que eso no depende de mi, sino de el ser que ocupa tu antiguo despacho

―Solo intenta no hacértelo a ti misma intentando que él no te lo haga, pero si una cosa te puedo decir, es que si los sentimientos tienen que encontrarte van a dar contigo aunque tu no quieras

―Te sorprendería ver los mecanismo de defensa que tengo

―Eso es lo que me preocupa― susurró― justo eso.― Decidí ignorar el comentario y seguir comiendo

###

Me estiré en mi asiento disfrutando de mi lectura cuando noté que alguien me miraba. No sabía de que parte del tren provenía ese acoso pero sabía que estaba ahí. No me explico como el ser humano puede tener ese radar para detectar cuando alguien te mira, pero está.

Eché un primer vistazo rápido y al no ver nada inusual, un par de tíos de oficina sentados en los asientos de delante, así que seguí centrada en mi lectura. Cuando salí de comer con Katherine había aprovechado para ir a una de mis librerías favoritas de segunda mano dónde había dado con otra versión de las amistades peligrosas. Sí, era como la cuarta que tenía del mismo libro, pero que decir, era muy bonita y como nunca me iba a casar de releerla, otra no hacía daño a nadie excepto a mi bolsillo.

Así que seguí volviendo a vivir cada puñetera frase de aquella maravilla de novela. Un mujeriego de manual intentando conquistar a la devota presidenta del Trouvel, que rehúsa cada atención que él la dedica, hasta que (spoiler) ella cae a sus pies enamorada, momento en el que él por orgullo se traga todo lo que siente y la destroza el corazón, marcando un trágico final para ambos. Nunca me cansaría de hablar de aquel libro. 

Sonreí mientras seguía concentrada en mi lectura. 

Levanté la mirada un segundo para encontrarme que uno de esos hombres de oficina era  Grayson sentando unos asientos más delante de mi mirando de refilón. Al pillarle se me aceleró un poco el corazón y metí la cabeza en el libro. De verdad, solo pedía que me dejara. No tenía ni idea de como lo estaba haciendo para encontrármele en todas partes.

No quise saludarle. Quería evitarle de verdad. Así que seguí a lo mío, pero estaba claro que ya no me iba a concentrar para leer así que guardé el libro y saqué el manuscrito que me puse a corregir. Pero era imposible. Miré la hora. El tren llegaba a la estación en menos de cinco minutos. Menos mal, por que no podría estar encerrada con él allí más de quince minutos sin que me fuera a dar una urticaria.

Así que aguanté los cinco minutos. En cuanto vi que habíamos llegado a la estación, cogí mi maleta haciendo como que no le había visto y me dirigí a la puerta con prisa, si tenía suerte no tendría ni que cruzarme con él. Así que con los cascos puestos como si estuviese distraída bajé y me dirigí a la salida de la estación.

―Clover― oí por detrás y maldije

―Joder― me giré― No sabía que cogías este tren también

―¿Querías que volviera nadando?

―Si― susurré

―Te llevo a casa

―No hace falta, ahora llamo a Alex para que venga

―¿Cuando te puedo llevar yo? No

―No te molestes de verdad yo...

No pude acabar por ya me había cogido la maleta y me guió hasta el parking donde estaba aparcado su coche

―Suelta mi maleta...De verdad que no hace falta. Si no sueltas mis cosas en cinco segundos te juro que te voy a denunciar por robo

―Genial, cuando te llegue mi denuncia por acoso podemos quedar con nuestros abogados para hablar de los respectivos juicios. Me encantará ver como Claire lee los hechos probados de la sentencia― respondió con sarcasmo.

Me gustaba su humor serio, me gustaba mucho

―De verdad Grayson que la sueltes...

Con una sonrisa pícara cogió la maleta y la dejó caer al suelo enfrente de su coche

―Hecho

―Idiota― abrió el maletero y la metí dentro― no hace falta que me lleves

―Me pilla de paso, además no tardo nada― resoplé y me metí en el coche. Me quedé mirando por la ventana mientras arrancaba ― ¿Te pasa algo?

―Estoy reflexionando en como puedes pasar de ser un capullo, a comportarte como si fueras mi padre dos semanas

―Soy polifacético supongo 

―Eres idiota― susurré

―¿Hablas tú de comportarse raro? No te ves de lejos Clover, es como si estuvieras teniendo corto circuitos cada cinco minutos y a cada uno una personalidad nueva

―Me intento adaptar a tus cambios

Rio― Vale, si lo quieres llamar así

―Y ahí está otra vez, el Grayson capullo

―No he dicho nada

―Era tu tono

―Era mi tono― repitió riendo― lo que necesites del libro me avisas

―Ya he escrito uno sin tu ayuda, podré con este― dije y me di cuenta de lo borde que había sonado

―Bueno, creo que un poco de ayuda creativa si que tuve en esa idea ¿No crees?

Me lo merecía por la contestación― No tanta como piensas

―Bueno, a veces el subconsciente es un poco puñetero 

―Eres....agh déjalo

―Por favor sigue, estoy intrigado con que insulto nuevo que no me hayas dedicado antes me vas a sorprender

Abrí la boca y le miré con el ceño fruncido― No te insulto te defino

―No. Defines lo que quieres que sea.

―¿Qué?

―No me defines a mi, me insultas, por que en el fondo quieres que yo sea eso: Idiota, egocéntrico, prepotente...Eso te hace las cosas más fáciles

―No tengo ningún interés particular en que seas idiota

―Si lo tienes. 

Se hizo un silencio largo en el coche pero yo no quería preguntar. No quería moverme. Simplemente me quedé fijándome en su perfil. En como su cara reflejaba una aparente tranquilidad que chocaba con la tensión de cuello. Se pasó la mano por el pelo y durante unos segundos levantó la vista de la carretera para mirarme

―No sé de que me estás hablando

―Es difícil sentir algo hacía alguien que en tu cabeza es un monstruo― susurró

Otro silencio. Bajó un poco la ventanilla para que entrar un poco de aire que me removió un poco el pelo. Notó que yo no estaba dando con nada coherente en mi cabeza que decir y cogió un mechón de mi pelo entre sus manos

―Me gusta que te hayas dejado el pelo rizado

Mis mejillas ardieron― Pues eres la primera persona que lo piensa― murmuré

―Cuando te alisabas el pelo nunca llegabas bien a la parte de arriba y te quedaba el pelo frito y la parte de arriba medio rizada...― reí, me acordaba. Pero tenía tanto complejo de mi pelo que prefería tenerlo así que tener que mirarme al espejo con los rizos

―Con la humedad era imposible hacerme en condiciones la raíz

―Te queda mejor así

En un bache del coche su mano del pelo rozó mi mejilla por el movimiento del coche y yo suspiré por el contacto. Él no lo oyó y decidí separarme un poco

―¿Cuanto tiempo llevas sabiendo que ibas a trabajar conmigo?― pregunté 

Ignoró mi comentario. Simplemente se empezó a pelear con las emisoras de radio intentando buscar alguna que tuviera alguna canción decente

―¿Sabes que puedes poner con el móvil música verdad? Sólo tienes que conectarla por Bluetooth

―Soy más mayor que tú, pero no vivo en el paleolítico Clover

Sonreí― Tu gusto musical si que tiene pinta de ser del paleolítico. ¿Eso es? ¿Te da vergüenza que escuche la música que te gusta?

―¿Qué mi gusto musical qué...? Que equivocada estás señorita― sacó su móvil del pantalón― hazme un favor, mira a la carretera para ver si nos la pegamos un segundo...― desbloqueó su móvil y se metió en spotify 

―¡Grayson la farola!― grité y él levantó la mirada rápidamente mientras yo reía. Suspiró aliviado y me lanzó el móvil 

―Toma, todo tuyo, pon los cantajuegos o lo que sea que escuches en tu tiempo libre

―¿Los cantajuegos? Serás...― vi como esbozaba una sonrisa

Vi que en escuchado recientemente estaban Coldplay, Bon Jovi, Aerosmith, Bruce Springsteen o The Police....también un podcast de aprender a hablar francés

―¿Francés?

Divertido me quitó el móvil― Si sigues fisgando te voy a poner la emisora de las noticias

―Yo sé francés

―Lo sé.

―¿Cómo?

―Uno de los documentos que me mandaste estaba en francés― me acordé. Cuando tenía diez años, para practicar me forcé a escribir un tiempo en francés, y escribí un pequeño relato de un par de páginas...puede que en él, Grayson me comprara un croissant. Solo puede.―Me tapé la boca con la mano. Y él sonrió. Tenía una sonrisa preciosa.― Un croissant pour la dame s'il vous plaît ― repitió y yo reí casi sin querer

―Que horror

―Pon ya música o no te va a dar tiempo a escuchar ni una canción

―Tienes buen gusto― dije examinando los artistas― ¿Cuál es tu canción favorita? ¿O la que más escuchas al menos?

No sabía por qué me estaba involucrando. No sabía por que le preguntaba. Tampoco sabía por que el corazón se me iba a salir del pecho

Vi en su cara como dudó en decirlo. Giró un poco al cara y sus ojos grises se posaron en mi unos segundos. El viento le revolvía el pelo ligeramente ondulado y sus facciones parecían esforzarse por mantener su mueca neutra.

―Every breath you take de...

―The Police― acabé yo

―¿Te gusta?

―Me encanta

La puse sin dudarlo dos veces. En cuanto empezó a sonar un escalofrío me recorrió la espalda. Es de esas canciones que tiene algo.

Every breath you take
And every move you make
Every bond you break
Every step you take
I'll be watching you

Decir que no me identificaba con esa canción o por lo menos que no me había identificado era una mentira. Y era tan sumamente sarcástico que fuera su canción favorita. 

La canción siguió fluyendo y yo cerré los ojos dejándome llevar por tremendo temazo.

Since you've gone, I've been lost without a trace
I dream at night, I can only see your face
I look around, but it's you I can't replace

Aquel verso hizo que el corazón me diera un vuelco y al abrir los ojos me encontré con Grayson mirándome. No sabría descifrar lo que me querían transmitir sus ojos. Era como si mirarme le diera paz. Como si la canción y yo le hubiéramos recordado a algo. Intercalaba miradas a la carretera y a mi sin parar

―Every single day, every word you say, every game you play, every night you stay. I'll be watching you― canté la parte final ― ¿No cantas? Si es tu canción favorita

―Yo no canto

―No cantas― repetí― ¿Por qué?

―No sé simplemente no me gusta

―Eso será que no te gusta demasiado la canción

Chasqueó la lengua― ¿Osas dudar de mi amor por The Police?

―No, pero si es tu canción favorita tienes que vivirla, gritarla...sentirla

―Discrepo, pero miedo me da lo que hagas escuchando la tuya. ¿Cuál es?

―Cualquiera en la que Taylor Swift se cague en un hombre

―Por qué no me sorprende. 

―Nunca has escuchado Taylor Swift está claro.― negó con la cabeza y sonreí― Atento, te voy a desvirgar....― alzó una ceja― musicalmente hablando

Entré en mi disco favorito. Speak Now. Haunted. Perfecto.

― Es que Dios que  canción― empecé a cantar mientras Grayson resoplaba

―¿Enserio?

―Come on, come on, don't leave me like this. I thought I had you figured out
Something's gone terribly wrong. You're all I wanted

―No, no, no. Tu canción favorita y tú es esa con la que tengas una intimidad, que te deje sin palabras cada vez que la escuchas, una y otra vez. Esta es canción para cantar en el coche

―Que es donde estamos ahora

―Es como decir que una relación amorosa es...gritar. No, es intimidad, es conexión, es algo personal, solo de esas dos personas. La música es igual

Me ardía la piel. Sabía esa sensación. Sabía la canción. Mi canción.

Cuando illicit affairs empezó a sonar se me hizo el corazón un puño. Y es verdad no tenía ganas de cantar. Quería quedarme disfrutando otra vez de esa letra que me sabía de memoria.

―And you wanna scream. Don't call me "kid".Don't call me "baby". Look at this godforsaken mess that you made me. You showed me colors you know I can't see with anyone else. Don't call me "kid". Don't call me "baby". Look at this idiotic fool that you made me. You taught me a secret language I can't speak with anyone else. 

Grayson subió el volumen 

―Esta Clover, es tu canción favorita―Paró el coche enfrente de mi casa y yo asentí un poco desubicada― buenas noches 

―Buenas noches ―susurré bajando mientras iba a sacar la maleta. Cerré la puerta y le hice un gesto con la mano mientras escuché con sorpresa que Grayson mientras se marchaba volvía a poner la canción











Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro