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Dan había leído en el auto, al regreso, lo más que podía relacionado con el celo de un alfa y cómo pasarlo con él. Sabía que todas medidas serían pocas dado que el alfa a su lado era dominante. El celo... sería realmente brutal, así que lo mejor, sería prepararse él mismo y, además, tomar el suficiente alcohol para que mente no fuera consciente de todo. Si moría en el proceso no sería tan doloroso.
Jaekyung estuvo muy callado el camino de regreso, no era tampoco alguien de hablar tanto pero la atmósfera a su alrededor realmente era bastante extraña. Dan pudo jurar que hasta sus ojos estaban cambiando de color a uno más brillante. Esperaba que fuera solo su imaginación.
Una vez llegaron al apartamento Jaekyung dejó caer el bolso sin cuidado y agarró la muñeca de Dan, pero antes que pudiera atraerlo hacia él el beta reaccionó rápido y gritó.
-espera Jaekyung- jadeó de lo alto que gritó e intentó poner distancia de él. Esperó que el alfa se molestara y lo forzara como otras veces, pero Jaekyung se quedó extrañamente tranquilo. Más bien sus ojos lo decían todo- Solo espere en la habitación por favor. Yo... me prepararé, soy un beta, sino no duraré todo el celo.
El corazón de Dan se quería salir de su pecho y rezaba porque el alfa no se negara. Para su suerte Jaekyung soltó su muñeca y se encaminó hacia su habitación, como si estuviese en trance, pero Dan podía jurar que podía ver las venas marcándose en su cuello junto con los músculos debajo de la ropa.
Los instintos de él estaban despertando, incluso él podía sentir un olor fuerte a su alrededor debido a que de seguro ya toda la casa estaba llena de feromonas de él. Esto sería peligroso. Y debía prepararse rápido porque quisiera o no iba a tener que pasar el celo con Jaekyung. Y mientras antes lo hiciera mejor.
Dan metió en una bolsa al menos seis botellas de agua y varias cosas que se podían comer fácil y sin preparación, algunas manzanas y peras y bebidas energizantes, principalmente para él. Jaekyung de seguro no lo dejaría salir de la cama, un alfa en celo no era racional, por lo que comer y beber no estaba dentro de sus prioridades, lo que más querían era follar y preñar a su pareja hasta que el celo mermara. Después era otra historia.
En el caso de Dan él no entraría en celo ni en la locura de la reproducción por lo que al menos debía cuidarse de si mismo, porque si el sexo no lo mataba, perder toda la energía sí.
Agarró también una botella de vino del más fuerte que encontró y la fue tomando mientras caminaba hacia su habitación. Para cuando entró al baño ya había bajado media botella, pero maldecía su buena resistencia. Quizás solo una no bastaría.
Se metió a la ducha rápido con un pomo de lubricante y después de limpiar su cuerpo comenzó el proceso que a él le avergonzaba tanto. No era la primera vez que lo hacía, ya Jaekyung se lo había pedido antes, pero eso no quitaba que sus mejillas no se tiñeran de rojo.
Sus dedos gracias al lubricante fueron abriendo poco a poco su agujero, sin embargo, a diferencia de otras veces con solo tocar sus paredes comenzaba a estremecerse. El picor que antes había sentido en sus entrañas estaba nuevamente presente solo que no de forma molesta. Dan apretó sus labios mientras dilataba su agujero estremeciéndose con cada toque. Sus paredes estaban demasiado sensibles y más húmedas de lo normal. Se lo atribuyó al nuevo lubricante, Jaekyung había comprado una caja nueva de esa marca.
Se sostuvo aún más de la pared al sentir sus piernas temblar. Entre sus muslos su pequeño pene bailaba erecto y eso que no había tocado su próstata, si lo hacía se correría y perdería toda la fuerza para continuar. Los gemidos ya no podían contenerse en su boca y un hilo se saliva corría por el borde de sus labios.
No quería reconocerlo, pero se encontraba realmente caliente. Como si no le fueran a sacar la vida por el trasero un poco más tarde. Hasta sus pezones estaba completamente erectos, rosados y palpitantes.
Le atribuyó la inmensa excitación al alcohol, porque él no se calentaría tanto por tener sexo con el alfa. No él.
Salió con las piernas algo inestables, y el trasero lo suficientemente dilatado hasta donde él mismo podía. Jaekyung de seguro haría su parte terminando su trabajo con su enorme miembro. De solo recordar con sus dimensiones como sería su nudo se estremeció.
Agarró la botella de vino y se tomó de un sorbo todo lo que quedaba de ella. Al bajarla se tambaleó. Quizás una sola botella era suficiente, su conciencia estaba despierta, aunque algo distraída, eso sería suficiente.
Miró el reloj, se había tardado casi una hora preparando todo. Jaekyung de seguro lo estaría esperando y no de buena gana. Rápidamente se cubrió con una bata de felpa blanca sintiendo como un hilo líquido corría de su trasero por su muslo, de seguro el lubricante que encontró que era demasiado líquido para su gusto, agarró las bolsas de suministros y caminó en dirección a la habitación del alfa.
Se preguntó por qué su apuro, como si estuviera esperando aquello cuando lo más sensato sería dilatar el tiempo antes del encuentro. Bueno... no había que meterle mucha cabeza, mientras más tiempo se demorara, más molesto estaría el alfa y ya le esperaba una noche larga, además con un alfa molesto. La verdad es que mejor no.
Además, lo había pensado desde antes. Si él había podido resistir bastantes horas teniendo sexo con Jaekyung... quizás podría salir ileso de esta ¿verdad? Esperaba que sí.
Al llegar a la habitación del alfa encontró la puerta abierta y entró lentamente. Se mareó aún más en el proceso y se sostuvo de la puerta. Oh, dios, eso sí era un alfa en celo. La habitación estaba a oscuras solo interrumpida con las luces de la mesita de noche y la que entraba por los grandes ventanales, sin embargo, Dan no tenía tiempo de mirar la hermosa vista. Los ojos del alfa sentado en el borde de la cama ya completamente desnudo resplandecían mucho más de un color dorado oscuro que hizo temblar a Kin Dam.
El beta tragó en seco y apretó la bolsa contra él. Jaekyung se veía... más grande, más dominante, más salvaje de lo normal. Su miembro palpitaba entre sus muslos, completamente erecto y las venas se marcaban más que otras veces, incluso estaba húmedo por el líquido pre seminal.
Había una atmósfera en la habitación tan densa que era complicado respirar. Dan sentía su cabeza en una nebulosa, como si estuviese más embriagado que cuando había terminado el vino. Sus brazos se relajaron y dejaron caer la bolsa en el suelo.
-Ven- la voz del alfa era tan gruesa debido a la excitación que erizó cada vello de su cuerpo.
Dan tragó en seco y se fue acercando a Jaekyung tambaleándose en el proceso. Mientras más cerca estaba de él más parecía que caminaba en una nube, cuando realmente dentro de poco casi caería al infierno. Una vez que se detuvo frente a Jaekyung apretó los labios sin saber que realmente hacer. Habían tenido sexo tantas veces solo que no era él quien lo iniciaba.
Jaekyung alzó la cabeza y lo enfocó con esos dos orbes.
-De rodillas.
Las piernas de Dan cedieron ante la orden y cayó sobre el suelo con un sonido sordo. Tampoco se atrevería a llevarle la contraria, había visto los colmillos del alfa completamente desenfundados cuando había hablado, esos mismos que de seguro le dejarían la piel llena de marcas cuando terminaran.
Jaekyung se apoyó hacia atrás con un brazo mientras su otra mano agarraba la nuca de Dan llevándolo hacia su entrepierna. No había que decir mucho para saber que era lo que quería. Dan jadeó ante el contacto y su cuerpo comenzó a moverse por si solo agarrando aquel miembro entre sus dedos que no podían cerrarse. El miembro del alfa palpitaba de forma rabiante. Era abrumados.
El agarre sobre su nuca se apretó aún más y Dan llevó su boca a la cabeza mientras acariciaba el resto del falo. El alfa parecía impaciente. Las venas en su ingle palpitaban como queriendo liberarse de la presión que tenía el duro miembro.
Dan chupó hasta donde pudo mientras movía sus manos de arriba abajo como había hecho otras veces, solo que esta vez el pene de Jaekyung estaba más caliente y lo hacía salivar mucho más. La mano en su nuca hacía presión para que fuera más profundo hasta que el glande tocó la punta de su garganta y como si fuera natural esta se fue abriendo recibiendo todo el miembro del alfa.
A Dan esto le parecía casi increíble, sus labios dolían, su boca estirada y su garganta tan llena que apenas podía respirar, sin embargo, no sintió repulsión como otras veces. No se había equivocado cuando había buscado al alcohol como su mejor aliado.
Lentamente para no hacerse daño comenzó a salir y entrar llevando el miembro del alfa profundo dentro de él. Sus manos estaban cerradas como puños sobre los gruesos muslos y de sus ojos corrían lágrimas.
Podía sentir una humedad debajo de él que no entendía. Un líquido caliente que embarraba sus pies, mas no tenía cabeza para pensar que era.
No supo cuánto tiempo estuvo haciendo aquello, pero su garganta ya no podía más y los dedos en su nuca apretados como un grueso grillete ya dolían, cuando el miembro salió de su cavidad y quedó contra su mejilla.
Dan tosió y jadeaba en busca de aire. Sin embargo, no tuvo tiempo de recuperar el aliento al ser agarrado por su muleca y lanzado hacia la cama. La bata se abierta dejando descubierto todo su cuerpo. Y antes que pudiera protestar el cuerpo grande de Jaekyung terminó sobre él y su boca llena solo que ahora de la lengua del alfa.
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