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Después de aquellas palabras Dan no habló más. Y Jaekyung... tampoco sabía cómo seguir la conversación. Lo mejor que hizo fue dejar que el omega descansara mientras él organizaba sus ideas.
-¿Quieres comer?- le había preguntado dado que Dan solía devorar gran cantidad de comida pero al ver la negativa de este desistió de la idea- Pues ve a dormir un rato- le dijo sacudiendo su cabeza. Cuidar de otros tampoco era algo que se le daba bien.
Escuchó al omega gatear por la cama hasta recostarse debajo de la sábana y casi cubrirse con ella, se había llevado con él la chaqueta que estaba en su regazo escondiéndola con él. Solo que en vez de quedarse tranquilo como normalmente dormía Dan este se removía un poco.
Jaekyung lo miró por unos segundos y terminó quitándose el pullover que tenía en ese momento, levantó el borde de la sábana y se lo dio a Dan que se quedó quieto un segundo. Tras reconocer lo que era y que tenía las feromonas más fuertes impregnadas, lo agarró rápido y lo pegó a su pecho adoptando una posición más fetal, una forma de protegerse a sí mismo y a su cachorro.
Jaekyung lo reconoció debido a que había leído de esto. Un omega en un nido y que intentaba parecer más pequeño abrazándose contra su vientre era signo de inestabilidad e inseguridad. Era una forma de protegerse a su mismo y esto era signo de alto estrés durante el embarazo.
Jaekyung sintió una opresión en el cuello y en los colmillos. Y dada la posición que tenía Dan dejaba su nuca parcialmente al descubierto notando que la marca tenía una coloración violácea que no le gustó. Eso lo hizo fruncir el ceño y llevó sus dedos allí rozando la zona.
Dan se estremeció y gimió ligeramente intentando alejarse y apretarse más contra sí mismo y su barriguita. Escondiendo más su rostro en las prendas que sostenía entre sus brazos.
-Carajo- murmuró Jaekyung con un sentimiento similar a frustración y se alejó cubriendo nuevamente al omega hasta la cabeza. Era como le había dicho la pareja de MD, su omega lo estaba rechazando, pero a la vez lo necesitaba. Al final el que quedaba en medio era Dan.
El alfa se detuvo en la puerta de la habitación y la abrió un poco para que entrara la brisa marina que golpeó su rostro. Su mirada se perdió a lo lejos. Toda su vida había hecho todo solo, confianza en él mismo, sin contar con nadie. Sin embargo, si analizaba su entorno esas mismas acciones lo habían llevado a donde estaba ahora.
Y solo... ya no estaría.
Un cachorro que llevaba tanto su sangre como la de Dan, que crecía dentro del vientre de este. Era consciente de esto, pero no había tomado la magnitud de hasta dónde podía eso cambiar la vida de ambos.
«Papá, papá» por un momento le pareció ver una pequeña cabecita que se apretaba contra su pierna para después golpearse mentalmente.
Solo eran recuerdos de cuando veía a Namwook junto a sus hijos. Pocas veces había presenciado la escena y hasta le había parecido sofocante, sin embargo, se había preguntado siempre porque él alfa no podía quitar esa sonrisa boba de su rostro cuando cargaba a sus cachorros.
Acaso él se sentiría así.
Se apretó el pecho con aquel hueco que solía estar allí palpitando. Como si no debiera estar, como si el cachorro fuera la pieza que faltaba junto al lazo que había creado. Un lazo que no podía romper... que no quería romper.
Se apretó el entrecejo. Odiaba tener que pensar tanto y darle vuelta al asunto, sobre todo porque las palabras de Chamwoo seguían taladrando en su cabeza. Acusándolo de todo como si fuera el culpable de todo lo malo que estaba ocurriendo, como si fuera un inepto, como si él fuera el responsable del estado en que estaba su omega... y realmente... no se equivocaba.
-Carajo, qué demonios estoy haciendo- suspiró y se recostó contra el marco de la puerta.
Sacó su celular con el ceño fruncido y comenzó a buscar algo que debía saber.
Dan casi se estaba quedando dormido abrazado a las prendas en sus brazos. Estaba dolido con Jaekyung, sabía que no significaba nada para el alfa, solo algo que él estaba encaprichado y que le resolvía los problemas que él quería, sin embargo, las feromonas de este lo calmaban y aliviaban el malestar en su vientre.
Era la única forma de sentirse protegido. Y no quería levantarse de su nido por esta razón. Si lo hacía, si simplemente abría los ojos tendría que enfrentarse al cruel mundo que lo rodeaba. Casi se perdía en medio del sueño cuando un brazo cayó lo envolvió fuerte desde atrás y un calor familiar se pegó a su cuerpo.
Por reflejo quiso separarse y a la vez pegarse a él, estaba confundido pero el agarre sobre él aunque no lo lastomaba si era férreo. Pronto algo húmedo y caliente recorrió su nuca justo sobre su marca.
-Ah- un gemido quedó atrapado entre las prensas donde escondía su rostro.
-Quédate quieto- escuchó la voz de Jaekyung un poco más grave de lo normal. Las feromonas de este también eran más fuertes- si lamo la marca esta dejará de estar de ese color y se sentiría mejor.
Dan se encontró aún más confundido con ello. Acaso le importaba a Jaekyung como se sentía él en ese momento. Aun así, no retrocedió, ni reaccionó a él. Simplemente se mantuvo en el lugar sintiendo como las lamidas sobre la marca le ponía la piel de pollo y lo hacía temblar ligeramente ante lo sensible de la zona.
Y aquello no tenía ninguna connotación sexual. Era simplemente un alfa consolando a su omega.
***
A media tarde Dan abrió por fin los ojos. Las imágenes delante de él aún eran bastante difusas, pero podía distinguir donde estaba cada cosa. Se removió levemente en la cama encontrando que el brazo del alfa aún estaba sobre él lo que, desplazado hacia su cadera, como no queriendo poner presión sobre su estómago.
Por la respiración calmada supo que Jaekyung estaba durmiendo profundamente. Ni siquiera se había enterado de que había despertado. Y bueno... se lo imaginaba, Namwook le había comentado que no habían dormido desde que se habían dado cuenta que había desaparecido.
Dan apretó los labios, realmente quería decirle que se lo merecía. Él se había perdido por su culpa, pero no tenía ganas de hablar. Se sentía realmente extraño, pero esta vez que quería ceder tan fácil. Siempre que intentaba dar un paso con Jaekyung este le destrozaba por dentro y no creía soportar de nuevo este tipo de sufrimiento.
Se removió para sentarse en la cama donde el brazo de Jaekyung se quedó sobre su regazo, y esta vez ante el movimiento el alfa comenzó a protestar soltando leves sonidos moviendo sus labios, mas sus ojos se mantuvieron cerrados. Este se pegó más a la cadera de Dan y volvió a dormitar.
Dan no podía ver la expresión de satisfacción que tenía el alfa en ese momento, después de todo, era el olor de su omega lo que lo hacía dormir profundamente. Y aunque en otro momento hubiera aprovechado para enterrar sus dedos en el cabello suave y negro de Jaekyung no lo hizo. Sus dedos podían estar picando por hacerlo, pero eso solo sería ceder nuevamente a sus instintos sumidos.
¿Y hasta cuando tendría que hacerlo? Si seguía mirando hacia abajo con la cola entre las patas, así sería tratado. Nadie decía que fuera fácil, pero debía mantenerse firme, aunque fuera esta vez.
En eso su frente se frunció y se apretó el vientre. Un leve gemido salió de sus labios. No fue alto pero lo suficiente para hacer reaccionar al alfa dormido a su lado... que ante un sonido de ese tipo abrió los ojos.
-¿Qué ocurre?- la voz de Jaekyung salió pastosa y se restregó los ojos volteándose boca arriba.
Dan apretó los labios y pasó su mano sobre su vientre.
-Me duele.
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