Su conciencia venía y con la misma se iba. Estaba en un estado de confusión constante, no sabía si por el agotamiento que sentía en su cuerpo o por quizás las medicinas administradas en el suero a su lado. Había momentos que abría sus ojos y era de día, como mismo los abría y era de noche. Incluso a veces escuchaba voces lejanas y veía siluetas familiares solo que no estaba lo suficientemente consciente para definir quieres eran.

Y así estuvo hasta el mediodía del tercer día cuando abrió los ojos con la conciencia despejada. Estaba en la misma habitación que al inicio. El techo blanco lo estremeció. Estaba en el hospital y todos los recuerdos volvieron de golpe. De cómo se había enfrentado al alfa, como este lo había dejado, el miedo que había pasado, para que después este lo volviera a buscar. Y... después de eso no había mucho.

Durante el tiempo que había estado en medio de la nebulosa de las medicinas recordó ahora las siluetas, al menos la de Jaekyung aparecía varias veces pues muy pocos eran tan grandes como él. A veces solo, a veces acompañado de otros, se imaginó que el doctor o los entrenadores.

Solo que no había nadie con él, o eso fue lo que pensó. Al girar la cabeza para ver a su alrededor encontró el cuerpo del alfa sentado en una silla, sus brazos cruzados sobre su pecho y si cabeza inclinada hacia abajo. Sus párpados cerrados.

Dan se impresionó

¿Jaekyung?

El mismo Jaekyung que él conocía ¿durmiendo incómodo? Y ¿cuidándolo?

No había salido todavía del asombro cuando este comenzó a despertarse, como si supiera que lo estaban observando. Su mirada oscura se cruzó con la de Dan que se estremeció. El omega abrió la boca para decir algo pero la volvió a cerrar. La relación de ellos ahora era... indescifrable.

Para su sorpresa Jaekyung bostezó y se levantó estirando su cuerpo. Se masajeó el cuello como si estuviera entumecido de estar mucho tiempo en la misma posición. Después volvió a recaer en Dan con el ceño fruncido.

-Siéntate, tienes mucho que decir- le dijo para darse la vuelta e ir al baño.

Salió poco después secando su rostro y con el sueño despejado. Durante ese tiempo Dan se había incorporado en la cama y recostado la espalda en la almohada en el respaldar. Su cuerpo dolía un poco de estar acostado, pero al menos no era como antes. Su vientre tampoco dolía, y entonces le entraron las dudas y se tocó esa zona con preocupación.

-Todavía está adentro- le dijo Jaekyung sentándose en la silla y fulminándolo con la mirada.

Dan suspiró de alivio ante la noticia, pero después se volvió a tensar. Era momento de conversar con el alfa, de una forma civilizada. O eso esperaba. Jaekyung se mostraba más tranquilo que antes.

-Comienza desde el inicio y no te guardes nada. Depende de lo que digas tomaré una decisión.

Aquello también tomó de sorpresa a Dan sobre todo porque el alfa era de aquello que hacía lo que le viniera en gana sin contar con los demás. Pero esta vez incluso se tomaría el tiempo de escucharlo. Solo esperaba que si tomaba una decisión no fuera tan desfavorable para él.

Dan bajó la mirada apretando sus manos sobre su regazo y comenzó a relatar todo. Desde el inicio de sus malestares, como se había sentido durante el sexo en el celo del alfa, los cambios que había tenido después, la visita al hospital, su encuentro al hospital, y todo, todo, incluyendo el miedo que había sentido, sus sentimientos, sus dudas, sus preguntas, lo que había pensado, sus suposiciones. Todo, porque de que valía ocultar algo para ese momento. Ya estaba enfrentando a la bestia y no era solo su destino el que se estaba decidiendo, sino de lo que se estaba creando dentro de él.

Lo más llamativo de todo aquello es que Jaekyung lo escuchó atentamente, sin interrumpirlo ni una sola vez, muy diferente a como había sido antes, donde las cosas peores no pudieron terminar. Ahora, cuando cerró su boca y soltó un respiro agotado por tener que decir cada detalle no sabía realmente que pasaría.

-¿Y qué harás?- esa fue la pregunta que soltó Jaekyung después de cinco minutos tensos y largos en donde ninguno de los dos intercambió palabras.

Dan tragó en seco y negó.

-No sé. Nunca pensé estar en una situación así. No era omega, nunca me pasó por la mente estar enlazado con un alfa y mucho menos que estaría gestando.

El alfa entrecerró los ojos.

-Acaso no habías pensado tener hijos en el futuro.

Dan volvió a negar.

-Tenía demasiados problemas en mi vida para pensar en algo como eso. Apenas si podía tener una relación como podría tener cabeza para algo como eso- apretó los labios- mucho menos que sería yo el que lo tuviera dentro de mí- pasó su mano por el vientre- y que además... tampoco que estuviera enlazado con usted- esta vez tocó la marca sobre su nuca- Si quiere... puede... romper el enlace... no lo obligaré.

Dan sabía muy bien lo que estaba diciendo, por eso comprendió el dolor que lo recorrió y que casi lo dejó sin aire. Un omega no podía romper el enlace, solo lo podía hacer el alfa si marcaba a otro omega, aunque el proceso además de doloroso para los dos los llevaría a una depresión de la que el omega no sobreviviría.

-Acaso te estás escuchando Kim Dan- y por supuesto no faltó el gruñido de Jaekyung.

Dan se imaginó que era porque este no deseaba pasar el dolor y la molestia de tener que romper un enlace después de todo no era un proceso nada fácil ni agradable.

Lo escuchó chasquear la lengua y levantarse.

-Voy a salir, tengo trabajo más tarde. Te dejaré solo para que esa mente tuya se enfríe y dejes de hablar tantas idioteces- y diciendo esto salió tirando la puerta dejando a un Dan muy confundido.

Acaso había dicho algo mal.

No quería obligarlo a estar con él, eso era lo que de seguro Jaekyung querría tampoco lo estaba obligando a cuidar al cachorro. Entonces...

¿Qué había sido esa reacción?

***

Después de dos horas Dan estaba sentado en la cama aburrido. Ya habían pasado enfermeras junto al doctor y le habían dicho que todos los chequeos habían arrojado resultados positivos. Jaekyung no había vuelto por lo que sabía que pasaría ahora.

Ah, odiaba estar en esa incertidumbre. En eso la puerta se abrió y esperó que fuera el alfa, pero no.

-Dan- Namwook hizo acto de presencia con una sonrisa y una caja de rosquillas- Vengo a buscarte, ya firmé el alta y ya puedes salir de aquí. El doctor dijo que estás fuera de peligro, aunque debes tener chequeos regulares.

El entrenador entró y se acercó notando el rostro de Dan un poco apagado.

-¿Qué pasó?

Dan quería decir muchas cosas, pero...

-Nada.

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