ALEXANDRA COLLINS POV

La verdad es que me esperaba de todo, menos esto.

Que Madeline se mudé, es algo que me hace sinceramente feliz, pero... Las circunstancias son otras. Y tengo que ser firme. No puedo dejar que pierda su vida, por esto.

—Te lo agradezco mucho Madeline, pero... No puedo permitir que pierdas tu vida, por mi...

Las lágrimas amenazaban con salir de mis ojos.

—Por eso no puedo permitir que vengas...

Madeline me miró con una expresión de dolor.

Y yo...

La abracé, sabiendo que sería la última vez que lo haría.

—No te puedo perder, Alexa —respondió Madeline, apegándose aún más contra mi. —No puedo perder lo que más me hace feliz en este jodido mundo... Por favor.

El dolor que siento es muy profundo. Sus palabras, son como una daga directa que va hacia mi corazón. Pero... No puedo vacilar. Aunque el alma se me esté yendo, esto es lo mejor...

—Madeline... Lo siento mucho por esto... Pero no puedo permitir que todo se joda aún más por mi culpa. Te amo mucho, por eso, quiero que seas feliz por las dos. Por lo que vivimos. Y no...

"Y no llores".

Pero yo ya lo había hecho.

—Eres muy fuerte —le dije con una cálida sonrisa—. Tú puedes con esto. Y siempre te voy a amar... Siempre... Cariño, yo... Soy muy feliz por haberte conocido y no podría pedir menos por todo esto... Pero yo...

—Joder, no me gusta esto, Alexa...  —selló Madeline sobre mis labios.

—Madeline...

—No me gusta... ¿Por qué te tengo que perder por culpa de ese maldito imbécil?

Mordí mi labio inferior, dudosa.

—Pero...

—No voy a perderte. No puedo. —sentenció Madeline dándome un beso.

Correspondí a su beso, sintiéndome insegura entre sus brazos.

—M-Madeline...

—Que le den a todo el jodido el mundo. A todos. No te pienso perder.

Y entonces Madeline me abrazo mientras me ponía contra la pared. Y  después colocó sus manos en mi cuello, de forma dominante, y acto seguido, puso su pierna en mi zona íntima, arrancadome gemidos sonoros.

—No te puedo perder, Alexa...

Gemi en su oído sorprendida por sus acciones. 

—Madeline... Yo...

Y entonces, me beso. Pero este beso, me supo a un adiós.

No quiero decirle adiós al amor de mis vidas, pero... ¿Qué más puedo hacer? Vlad, nos tiene contra la espada y la pared...

—Madeline... siempre te voy a amar —susurre con toda la dulzura, que podía ofrecer. —Siempre.

Y Madeline me beso, y con eso me respondió.