Después de que se fuera Jaxson, una fuerte opresión aparecio en mi pecho.

Me sentia tan tristemente sola, pero no era algo que me afectará a grandes niveles, sin embargo...

Al menos, cuando te mudas, lo único que esperas, es que tu vida sea mejor, que tu anterior vida.

Pero eventualmente, ya todo estaba jodido, nadie quería estar cerca de mi...

—Hola, tú eres... Alexandra Collins, ¿cierto? —apareció una chica de la nada. Era de estatura mediana, y de tez, crema. Y de ojos azules y cabello verdoso.

—Sí —afirme.

—¡Es un gusto conocerte, Alexa! —me dijo amistosamente. —Yo soy Elvira Clenks.

—Igualmente —respondí.

—Y este de aca es... —de pronto Elvira, arrastro a un chico de estatura más alta que nosotras pero por muy pocos centimetros, hacia mi. Y él renfufuño. —Preséntate. No seas asi, por el amor de Dios.

—Soy Ronny. —dijo vagamente.

—Es un placer conocerte, Ronny —sonreí.

—Igual.

—Perdonalo —habló Elvira—. Él... No es bueno socializando. Y siempre esta enojado, no te lo tomes personal.

—¡¿Eso piensas?! —comentó con la voz grave Ronny. —¡Sí tú me quitaste mi comida! ¡Ladrona!

Ahora entendía todo.

—La verdad, es que yo estaría igual que Ronny si me pasara lo mismo —repuse cruzandome de brazos.

—¡¿Lo ves Clenks?!

—No me llames por mi apellido, Black.

Tal vez, debio ser mi cara, lo que los distrajo, porque ambos me miraron y después negaron con la cabeza. Elvira, soltó una carcajada. Mientras que Ronny, sonreía.

—Él y yo nunca nos peleamos de verdad. —dijo ella.

—Sí, solo jugamos. —respondió él, colocando su brazo alrededor del hombro de Elvira.

—Oh, entiendo —comenté. —La verdad me engañaron.

—Y eso que dicen que actuo peor que los de la Rosa de Guadalupe —dijo Ronny.

—¿La que? —dije yo confundida.

—Da igual, te mostraremos el bachillerato. —respondió Elvira.

La verdad es que el bachillerato: »Dexumber Academy« Era de todo, menos normal.

Pero en aquel momento, simplemente no le preste atención y lo deje pasar.



—Y esta es la cafetería, pero créeme que no vas a querer probar esa asquerosa comida en tu vida —refutó Elvira.

—¿Por qué? —pregunté.

—Porque...

—Si te gusta comer comida mal preparada y del asco este es tu sitio —dijo Ronny, interrumpiendo a Elvira de mala manera. 

—Oh, entonces... No comeré aquí nunca. —dije encogiendome de hombros.

—Créeme, es lo mejor —me dijo Elvira. —Y este es el aula de química, nada fuera de lo común.

Posteriormente, Elvira y Ronny, me dieron un tour por todo el bachillerato. Y después se acabó el recreo.

Mierda. Otra vez a la maldita carcel.

***

Ninguno de los dos, estaba en mi aula, pero agradecí verlos en la clase de literatura.

Lo bueno, es que compartíamos clases, en algunos horarios.

—Veo caras nuevas el día de hoy —dijo la profesora, que supuse, que era de literatura. Ella me escaneo, y me hizo la pregunta que todo el jodido  mundo me hacía: "¿Quién demonios eres?"

—Soy Alexandra Collins —me presente. —Y vengo de Portland.

—Bien. Procure no irrumpir y ser una mala estudiante —dijo la profesora, a lo que yo fruncí el ceño. —Bueno, sé que no quieren trabajar, pero se tendrán que aguantar. Van a estar realizando un trabajo por parejas. Y las parejas ya fueron seleccionadas.

Demonios.

Odio trabajar en equipo.

—Primera pareja; Ronny y Agustín.

Y asi estuvo la profesora, repitiendo los equipos, hasta que dio conmigo.

—Quinta pareja; Jaxson y Alexandra.

¡No puede ser!