ALEXANDRA COLLINS POV

No podía creerlo.

El amigo, que siempre me había ayudado y apoyado cuando más lo necesitaba, aquí estaba conmigo. Tom Perfield. Mi mejor y único amigo, desde cuando tenía tan solo cinco años.

—¿De verdad... Eres tú, Tom? —pregunté conmocionada.

—¡Si, de verdad soy yo, Alexa! ¡Oh, no sabes cuánto gusto me da volver a verte!

Y entonces corrimos a abrazarnos.

—¡No sabes lo feliz que estoy de volver a verte, Tom! —respondí contra su pecho.

—Yo también Alexa, yo también...

Sonreímos y nos separamos el uno del otro. Y en eso, llegaron más chicos sin camisa.

—¿Son... Una manada? —pregunté lo obvio.

—Sí, y lamentamos que te vieras involucrada —respondió Tom agachando la mirada. —Esos malditos chupasangres aparecieron de la nada.

—¿Pero qué dices? ¡Cierra la jodida boca Tom! —le reprendió un chico de cabello oscuro. —Ella... Es humana y... Nos puede poner a todos en peligro.

—Lo siento, no quise ocasionar problemas —me apresuré a decir apenada.

—No, no te preocupes Alexa —añadió Tom—. Ella era mi mejor amiga, cuando yo tenía tan solo cinco años. Merece saberlo.

—¡¿Te has vuelto loco?! —contestó de vuelta aquel chico de cabello oscuro ceniza—. ¿Acaso ya olvidaste lo que paso, con Sophia?

¿Sophia?

—Alexa no es como Sophia, punto final —recalcó Tom y se dirigió a mi con una sonrisa. —¿Quieres regresar, Alexa?

—Sí, regresemos. Todos juntos.

***

Todos regresamos a la casa de Tom, y le marque a mi mamá para avisarle que ya me había encontrado a Tom. Omitiendo los malos detalles, claro.

—Deben estar muy hambrientos —dijo la señora Cherryl—. Aquí tienen, este es el platillo favorito de Alexandra, o al menos, cuando ella venía aquí, era su favorito.

Posteriormente le sonreí y agradecí.

Comenzamos a hablar de como me iba a en el bachillerato, y aunque la conversación me puso triste, Tom me hizo sentir mejor.

La verdad es que no me podía perdonar lo que hice. Cometí el peor error de todos.

Pero traté de no pensar en aquello.

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—Gracias por la comida, señora Cherryl, su platillo sigue siendo mi favorito —le dije con una gran sonrisa.

—Siempre lo cocinare encantada, querida. Vuelve cuando quieras. Está es tu casa.

Sonreí y le di un gran abrazo.

Tom, por los incidentes de hace rato, me acompaño hasta el hotel en el que me estoy hospedando, y todo marchaba bien. Hasta que...

—Mierda. —dijo Tom, alertandome.

—¿Qué pasó? —respondí yo confundida.

—Unos chupasangres han venido a este territorio. No sabemos que buscan, pero es mejor que los enfrentemos ya mismo.

—¿Esos... Vampiros siguen órdenes de algún líder supremo llamado Vlad?

Tom me miró sorprendido. Y yo, agregué:

—¿Sabes algo sobre eso?

—Sí, Vlad ese maldito hijo de puta, está detrás de todo esto. Y además escuché que unos tipos, se metieron en una pelea con él. Pero, ¿cómo sabes eso Alexa?

—Es una larga historia, y te la contaré con lujo de detalles, solo si antes confirmo mis sospechas.

—Bien —Tom asintió—. Sé que un grupo sobrenatural, está peleando ahora mismo con Vlad y sus allegados. Y según tengo entendido, todos ellos fueron condenados.

¿Espera un momento?

¿No será...?

—¡¿Sabes algo más sobre ese grupo, Tom?!

—Solo sé que, una chica de aquel grupo perdió a su pareja predestinada.

Necesito saber más...

—¿Aquel grupo es de Hellwond...?

—Sí.

No puede ser...