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¡No quiero ir!

En el interior de un cuarto demasiado oscuro, una ligera línea de luz se colaba por la cortina de una ventana. Ésta da justo en un rostro relajado. Tenía los ojos cerrados, el poco delineador sobre sus párpados estaba corrido. Un poco de su cabellera negra revuelta caía ligeramente sobre sus ojos, su pálido rostro permanecía sereno. Era una mañana de primavera, una mañana de mayo para ser precisos.

El joven, aún descansaba plácidamente. La noche anterior se la pasó en una fiesta, que no tuvo un final de su agrado. Por aquella razón, descansó su cabeza en la almohada más tarde de lo habitual. El sol estaba en su punto más alto, pero aún no se inmutaba de su alrededor y seguía descansado plácidamente. No estaba teniendo ningún sueño ni pesadilla, sólo descansaba del día anterior, más bien la noche anterior, tranquilo.

Pero esa tranquilidad desapareció con la música de su nuevo móvil. Sonó una vez, gruñó. La música provocó que se despertara de golpe y le doliera la cabeza. Quizá, si no le daba importancia, no lo llamarían más y lo dejaran tranquilo. Así que no le dio importancia. Después de un rato, volvió a comenzar el tono de llamada que le provocaba dolor de cabeza. Era tan fuerte el sonido que le regresaba la jaqueca que intentaba evitar desde la madrugada.

Sonó por tercera vez. Sabía que Randy, su compañero y mánager, no lo iba a dejar en paz hasta que lo atendiera. A regañadientes se levantó de su ahora amada cama, dando pequeñas maldiciones mientras caminaba y se acercaba al móvil que sonaba y vibraba sobre el aparador del lado derecho de su gran cuarto.

- ¡Mierda Randy! ¡Déjame descansar tranquilo! - gritó directamente al micrófono del aparato, enojado luego de descolgar.

- ¡Tienes que dejar de dormir tan tarde! Eso no es sano, además ¡Son las dos de la tarde! - le devolvió el reproche en un grito, haciendo que el chico apartara la oreja del teléfono.

- ¡Me importa un bledo!, y... ¡¿Para qué mierdas llamas?! -gritó nuevamente al móvil.

- ¡Hoy tienes entrevista Yonathan! ¿Lo olvidaste?... -como Yonathan no dio respuesta, del otro lado del móvil se oyó un suspiro- Cómo no maduras, se nota que sí.

Yonathan se quedó pensando un momento, la verdad no se acordaba. Era raro, o se olvido por alguna razón, pero no sabía por qué. Quizá los demás muchachos de la banda sabían.

-Eh...

-Sí, lo has olvidado... No des más rodeos, te quiero en la agencia a las tres y media. Tengo que decirte los detalles de nuevo -gruño Randy del otro lado de la línea antes de cortar.

Luego de eso Yonah dejo el celular sobre el aparador nuevamente. Se apoyo por el mismo y deslizó una mano por su cabellera negra hacia atrás. Se agarró la cabeza y se quejó de dolor. La jaqueca que tenía era terrible. La noche anterior estaba en la casa de uno de sus amigos de parrandas y la fiesta terminó en una típica pelea de borrachos. Yonathan, prefirió no meterse ya que una vez lo hizo, y de esa manera terminó en el hospital y con unos bueno golpes en las costillas, así que no prefirió gastarse.

Prefirió volver a su departamento, por suerte no lo agarraron los policías y su control de alcoholemia. Solo se quedó ahí, en su preciado espacio personal, en ese momento su hogar.

La jaqueca no se iba, así que salió de su cuarto, pasando por el pasillo dando tumbos hasta llegar a una gran cocina donde buscó sus patillas para el dolor de cabeza. Rebuscó por los estantes hasta que los encontró en una esquina y había otra clase de frascos de color amarillos, no solo para el dolor de cabeza, sino también para la indigestión, y entre otras cosas, hasta para los nervios. Abrió con torpeza el frasco ya que le temblaban las manos.

-Mierda... -se quejó mientras lo abría.

Hasta que lo abrió, luego del refrigerador sacó una botella de agua que abrió sin tropezar, y tomó su pastilla. Se apoyo en el desayunador de su cocina y observó un poco el lugar en donde vivió durante unos seis meses. Estaba algo obscura, eso es triste, pero no tenía tiempo para hacerle modificaciones a su casa o limpiarla.

-Haré la manera fácil -dijo mientras tomaba el teléfono que se encontraba en la pared de la cocina- ¿Hola? Rachel, por favor limpiá esto, creo que mi apartamento parece un chiquero... Ok... Ven cuando salga y te daré las llaves... Perfecto, te pagaré cuando vuelva. Gracias.

Se, ahora si ordenaría ese basurero municipal, que era su llamado (temporalmente) su "hogar". Sonrió, pero luego su sonrisa se transformo en una mueca, tenía que prepararse en una hora para irse hacia el estúpido estudio de Randy. Sonrió de nuevo. Pero sería malo, llegaría tarde, no lo hace siempre pero se lo ganó por levantarlo temprano. Así que fue a ducharse y prepararse ya que olía a rayos.

Luego de darse una ducha y ponerse una camisa negra, unos jeans y unas zapatillas blancas. Miro la hora y ya eran casi las tres y cuarto, tendría que ir para saber de que era la tal entrevista...

Salió de su apartamento y se fue hacia el ascensor. Y mientras bajaba de pisos revisó si tenía todo lo necesario, celular, llaves del auto y del apartamento para dárselas a Rachel, dinero que siempre gracias a Dios lo tenía a mano. Listo, todo listo. El ascensor se paró en el noveno piso, donde entró una chica de cabellos castaños y mirada esmeralda, ella lo saludó, él también hizo lo mismo, se conocían hace bastante pero ninguno, antes, había querido dar el primer paso. Pero la verdad él no estaba interesado en nadie por el momento, solo él y la compañía de la locura y la inmadurez, siempre fueron sus mejores amantes.

- ¿Qué tal con eso?-preguntó ella mientras el ascensor seguía marcando los números de manera descendente.

- ¿Qué cosa? -dijo él, estaba distraído.

-P-Pues digo- balbuceo, ella se dio una patada mental-No, digo, con la banda.

-Ah... Bien, bien, tendremos una entrevista Alish, nada interesante- expuso Yonah sin dar mucha importancia.

-Ah ok-la voz de Alice era decepcionante.

Alice, o como dijo Yonathan, Alish, era una de sus compañeras en la academia. Ella también conoció a Adrian, eran buenos amigos. Pero desde que Adrian se fue, ya no eran tan unidos. Ella siempre fue amable y compañera con ellos, es solista, en conjunto con un grupo y le va bastante bien. Sólo se preocupa por su amigo Yonah, pero él sólo se separaba de la que fue su amiga por miedo a sentir algo más.

El ascensor marcó la planta baja del edificio y así salieron del ascensor al vestíbulo.

-Bueno, nos vemos luego... Than-se despidió Alice con la mano.

Yonathan se quedo estático un momento, ya no se acordaba la última vez que lo llamaban Than. Sólo sus mejores amigos lo llamaban Than, como Adrian.

Yonathan movió su cabeza de lado a lado para alejar el recuerdo de ese amigo que lo abandonó a la deriva hacia cuatro años.

Luego de entregarle las llaves a Rachel para que limpie su apartamento, fue hacia el garaje del edificio y saco su auto, un BMW M5 negro, no era de lo más caro y le gustaba, era elegante y tenia buen estilo. Antes de darle vida al motor, reviso la hora en su Smarth Phone. Eran las 15:26 hs. Sonrió, llegaría un poco tarde, "perdón" Randy.

Arrancó el motor del auto que rugió, le encantaba oír ese sonido de poder, entonces salió del edificio dirigiéndose directamente a la agencia. Pasó por las calles de Los Ángeles, en donde vivía. Todo el mundo sueña con vivir en Los Ángeles, frunció el entrecejo. Para él Los Ángeles, era como cualquier cuidad, insegura, sucia, lleno de personas que te estorban y nada es un sueño hecho realidad. Era una lucha por sobrevivir todos los días para las personas de media sociedad como todo el mundo, la "selva de asfalto". Él solo tenía que estar ahí, porque o sino no iba a resurgir, y en ese lugar, que ya lo conocía como la palma de su mano, era donde su carrera empezó y donde se recibió de la Prestigiosa Academia de Artes Musicales y Dramáticos. De eso se acordó a Adrian... Pero quitó ese pensamiento ya que frenó fuerte y hasta parecía que quemó llantas, ya que casi cruza en rojo el semáforo.

Entró en el garaje de la agencia, el edificio era imponente y enorme. Y habían autos de alta agama por todos lados, estúpidos todos, se había aburrido de la riqueza, siempre la tubo y así que era normal para él. Sin mucha importancia le puso alarma a su automóvil y entró en el edificio.

Como toda empresa de disquera, tuvo que ir a la recepción.

- ¡Hola Yonah! -lo saludó una alegre chica en la mesa de recepción entre las tantas secretarias.

-Ay no... -susurró molesto para sí- Hola Yoshi ¿Dónd...

- ¿Cómo estás? - le interrumpió la asiática sonriendo aún más- ¡Estas más lindo que ayer! ¡Ay! -se tapo de inmediato la boca, tenia lo ojos bien abiertos. Las demás recepcionistas rieron a carcajadas.

Él la miró confundido, pero no se sorprendió. Sonrió, arrogante. Siempre pasa esto con Yoshi. Yoshi es como una admiradora, no sólo de su música, hasta por su presencia ella se derrite y para su suerte, ella tiene que atenderlo ya que es la secretaria de la disquera TDW.

-Ah...-disintió con una sonrisa divertida- Solo dile a Michel que voy a su oficina.

-E-Eh Claro -dijo con la cara como un tomate Yoshi, de inmediato tomó el teléfono y marcó el número.

-Yonathan, él está en su oficina- respondió otra de las recepcionista con una sonrisa amable.

-Gracias Cass, siempre me ayudas-le agradeció el morocho guiñándole un ojo, ella se ruborizó al instante.

Y así se dirigió directamente hacia el ascensor, pero alguien entró antes de que él apretara el botón para el vigésimo piso, era una mujer... más bien una chica. Supuso, que podría ser una cantante oriental que había llegado hace poco, y muy linda. Shizuka Hayes, la hermana de un guitarrista japonés de una famosa banda. Era hermosa y entraba apurada, tenía una expresión de preocupación y la voz le temblaba. Rebuscaba entre los brillantes números de los pisos.

- ¿Tienes alguna dificultad?-pregunto indiferente el muchacho. Ella volteó sorprendida por la voz del otro.

- ¿Per-Perdón?-quedó paralizada al ver la claridad de los ojos cielo del muchacho.

-Ah... - ¿Siempre es tan difícil ser amable? Se pregunto a sí mismo -pregunté si tienes alguna dificultad con los pisos -dijo mientras se cruzaba de brazos y la miraba serio, sin ningún interés.

Ella se dio una bofetada mental a ver a quién tenía en frente y lo nada amable que fue, era ¡Yonathan Black! Uno de sus cantantes favoritos, también porque era joven y cantaba uno de sus géneros favoritos, el Metal Alternativo. Ella se quedó pasmada un rato, pero luego agitó la cabeza y parecía que temblaba. Él la miro más confundido que cuando entró, él sabía quién era ya que Randy se lo dijo, y... ay no, era también su fanática, con razón la actitud. ¿Siempre tiene que pasar esto frente a las chicas? Se dio una patada mental. Respiró hondo antes de continuar.

-Tú eres Shizuka Hayes... ¿O me equivoco?

-Eh-eh-eh s-si- ¡Sabia su nombre! Ella saltaba en su interior de felicidad.

Para él era todo un espectáculo verla así, no iba a soportar soltar una carcajada, pero no tenía tiempo y ya serian como las cuatro menos cinco y de seguro Randy estaría hechando humo por las orejas. Así que apuró el trámite.

-Mira ¿A cuál piso que quieres ir? Ya que no tengo tiempo.

Ella puso los ojos en blanco y recuperó torpemente la postura. Él se reía mentalmente, pero sostenía una mirada dura.

-E-Es- No sabía que decir, no sabía si era un lugar o el otro, estaba confundida.

- ¿Quieres ir a consultarlo? ¿Pues porque no vas a la recepción? Te atenderán mejor que yo. Créeme- dijo, aunque conociera el edificio a la perfección, lo que le faltaba era paciencia.

-Eh-Eh cl-claro -y salió del ascensor.

-Bien...Eh un gusto- y tocó el botón del vigésimo piso.

-Igu-igualmente-dijo ella mirándolo pasmada.

Él le sonrió de la manera más sexy posible antes de que se cerraran las puertas provocando que ella casi se desmaye. Cuando por fin se cerraron, suspiro.

- ¿Todas están locas o qué?- rezongó mientras se poyaba contra el metal frio del gran ascensor.

Una música tranquila inundaba el espacio y eso lo relajó unos instantes. Cerró los ojos. Se escuchaba un pequeño pitido por cada piso que pasaba, hasta que uno fuerte marco el vigésimo piso. Y así se abrieron las metálicas puertas mostrando una enorme sala con otra mesa de secretarias y otros empleados que iban y venían, y ya que él los conocía a casi todos, saludaba a uno que otro. Y así fue donde Eve, una señora de unos casi cuarenta años, que parecía de menos. Y así atraía mucho las miradas de los hombres de segunda edad. Pero ella lo veía a Yonah como un hijo, ¿Razón? Ni puta idea.

Cuando estuvo bastante cerca del escritorio de la señora, ella justo levantó la mirada. Y se veía fatal, pero cuando vio a su "niñito", casi salta de su silla móvil para saludarlo y éste casi le da un infarto cuando ve eso.

- ¡YONAH! ¿Qué tal niño? ¡¿Cómo has estado?! - ella extendía los brazos hacia él con una gran sonrisa

- Evelyn. Bien, ¿Y usted?- siempre trataba de sostener el respeto con ella, le dio un pequeño abrazo.

-Educado como siempre, pero no me digas señora. Que me hace sentir como si fuera vejestorio- siempre dicen eso, ella ya está a punto de cumplir cinco décadas y se queja -tutéame como siem...

- ¡EVE! ¡¿YA LLEGO YONATHAN?! -se escucho cuando un joven abrió las puertas de par en par, develando detrás de él una oficina bien ordenada.

Ella tembló ante esto y apuntó con una mano acusadora a Yonathan que estaba a su lado. Y él le dio una mirada asesina. El joven empresario se acercó a paso acelerado y dando grandes zancadas hasta dónde estaba Yonathan, pero el muchacho ni se mosqueo. Dio una sonrisa arrogante ante lo tan cerca que estaba. Hasta que se detuvo justo frente a Yonathan.

Todo el mundo se quedó estático ante el sonido de las puertas. Muchos temían ante el mal humor del jefe del piso. Se quedaron inmóviles un segundo. Pero al comprobar que la situación recaía en Yonah, continuaron son sus deberes entre corridas, murmullos, sonidos de teléfonos sonando y papeles. Randy solía ser exagerado la mayoría de las veces, tenía un mal temperamento en la generalidad de las ocasiones, pero sólo era porque su representado se mandaba varias macanas.

- ¿Qué tal Randy?-lo saludó con la misma sonrisa.

- ¡¿Cómo que "Qué tal Randy"?!- el muchacho enfurecido, hizo hasta las comillas en el aire, haciendo que Than se ría desenfrenadamente ante la expresión de su rostro.

El joven se sorprendió y se enfureció más de lo que estaba, así que tomó del brazo a Yonathan y se lo llevó a rastras a su oficina, este aún se seguía riendo y no paraba a pensar en la expresión que Randy había hecho afuera.

Entraron a la oficina, Randy lanzó al joven cantante hasta unos sillones blancos y cerró las puertas demasiado fuerte. Yonah desplomó mal sobre el sillón, y tenía una sonrisa divertida mientras que el otro joven quedó parado con un ceño fruncido y los brazos cruzados.

-Sí que sos aburrido ¿Eh? A pesar de ser tan joven Randy...-dijo Yonathan entre rias.

- ¡Ja! Sí, claro. ¡Sólo cumplo con mi trabajo! -demandaba Randy mientras levantaba la voz y se apuntaba a sí mismo- Siempre es así contigo, eres el único cliente que es desordenado y ¡NO CUMPLE CON LOS PINCHES HORARIOS!

-Oye, oye... -dijo Yonah mientras se paraba y hacía señas con las manos -Tranquilo hermano. Tampoco para que te vuelvas loco. ¿Qué quieres que haga? ¡Aun soy joven mierda! Al igual que tu Randy -dijo apuntándolo.

-Para ti Michel Randalf Stevens- dijo cortante mientras se acomodaba la corbata- Y ven tengo que contarte todo.

-Oye, señor Michel Randalf Stevens. Primero, para todos los que te conocen hace mucho, eres y sigues siendo RANDY. Segundo, SOLO ME LLEVAS TRES BASTARDOS AÑOS. Eres como un hermano para mí, ¡Deja de fastidiar!-gritó molesto Yonathan.

-Ok, perdón. Sé que me exalte. Ahora, vamos a lo importante - dijo mientras se sentaba en su escritorio.

- ¿Perdón? ¿Qué dijiste? Es que, me aturdiste con tus gritos de hoy y no escuchaba bien-se limpió las orejas.

-No harás que lo repita maldito.

-Jaja, ese es que conozco.

Yonathan se sentó frente a el extenso escritorio gris urbano, y había un televisor plasma justo del lado izquierdo de este, del lado derecho estaban los sillones y una mesita para bebidas y algunos bocadillos, y luego de eso la puerta por donde entraron. Detrás de Randy había un gran ventanal que mostraba a la imponente cuidad de Los Ángeles en un día soleado.

-Bien, tengo que explicarte lo que te explique ayer de nuevo. Pero ahora va a ser más detallado. Ya que vinieron los demás ejecutivos de la disquera a proponerme esto - Randy tenía una expresión seria.

-Bien, suéltalo -Than se cruzó de piernas a la vez que apoyaba sus brazos sobre su estómago. Así era su forma de ponerse cómodo.

-Bien. Hoy tienes a las ocho una entrevista en Radio Thunder -tomó el control del plasma.

- ¿Es mi turno?

-Sí, lo es. La semana pasada fue Franck -respondió Randy convencido.

-Ah... Es verdad.

Franck es el guitarrista de la banda Shadows Life, en la que esta Yonathan. Solían rotar las entrevistas entre los integrantes del grupo, a veces iban todos juntos.

-Entonces, ¡Pan comido!- dijo Than con una sonrisa confianzuda.

-Pero...

-Pero...-dijo tratando de imitar a Randy.

-Déjame terminar. No vas a estar solo--dijo con entusiasmo. Yonah puso los ojos en blanco- Déjame mostrarte - y prendió el plasma.

-La empresa juntará a dos estilos de Rock/Metal, o Metal alternativo. Y será de Estados Unidos y de Japón.

- ¿En serio? Eso es genial - dijo Yonah emocionado- siempre me lleve bien con las personas de otros países.

-Pero, no es cualquier banda. Es una banda que está resurgiendo bastante bien en otros países, y hasta mejor que la tuya - se rió, el otro frunció el ceño- tienen buenos agentes y excelente disqueras. Tenían que ser orientales. Te mostrare algunos videos e imágenes de los integrantes de Sabaku Raito.

El nombre de la banda le trajo curiosidad, quería saber qué significado tenía. Así que prestó atención a los integrantes de la banda. Primero le mostró videos de la banda, tenían buenas canciones y estilos. Se dejaban llevar frente a las miles de personas, ya era cierto, llenaban estadios. Pero prestó más atención a las canciones que a los integrantes.

-Son muy bueno, ¿Qué te parece? -dijo sonriente Randy.

-Si... tiene un muy buen estilo... me gusta- sonrió de lado.

-Bueno, ahora las imágenes de los integrantes -recuperó la postura Randy, ya que estaba inclinado hacia atrás deleitándose con la música del grupo.

-Quiero saber quiénes son. Y quien vendrá a charlar conmigo.

-Bien, bien. Pero te mostraré a quien vas a hablar por último.

-Como digas.

-Bueno, aquí va.

Y así fue mostrando las imágenes de los artistas. El primero era el cantante, se llamaba Ren Hiromu Hatayama, era el más enano del grupo, pobre. Pero tenía su pinta y una increíble voz. Y tenía 22 años, uno más que Yonathan. Y actualmente tenía el cabello marrón y puntas rubias, y su estilo de prendas era genial. Eso le gustó a Yonah.
El siguiente era Yudai Hayes, por el apellido sabía que era el hermano de la avergonzada Shizuka y Randy se lo confirmó. Era el segundo guitarrista, de 23 años, tenía el cabello en colorado y negro, le quedaba bien y tenía un piercing en el labio del lado derecho. Tenía un buen estilo también y era el más alto.
Luego mostró a otro, Randy dijo que eran cinco los integrantes, era el bajista Daichi Rukuto Maruya, era un rubio algo alto de 22 años, al igual que el cantante. Por alguna razón en casi todas sus fotos, bueno en todas, tenía una banda banca sobre su nariz o un pañuelo que le cubría desde la raíz hasta toda la parte inferior de la cara. Y también su cabello le tapaba el ojo izquierdo, que raro.
El siguiente era el baterista, se llamaba Hikaru Kiyoshi Segawa. De 21 años, ¡De mi edad! Pensó Yonathan. Éste era uno de los más jóvenes junto con el primer guitarrista. Él era el líder de la banda. Y decía que era el más divertido y sonriente. Tenía el cabello marrón largo hasta por los hombros y su estilo no estaba para nada mal.

En comparación eran una buena combinación entre todos, y le agradaba y ya estaba entusiasmado de conocerlos.

-Bien... ahora sólo queda uno -dijo Randy a punto de cambiar de imagen.

- ¿Es con quién me toca la entrevista?- preguntó Yonah mientras se acomodaba encantado.

-Exacto.

Cambio la imagen a la de un joven japonés atractivo y de apariencia admirable. Yonathan supo al instante quien era, y se quedo pasmado.

-Este es...

-Adrian Yamato McFarland - dijo con los ojos bien abiertos hacia la pantalla, y con aire de total perplejidad.

-Si... Y ¿Cómo lo sabes? -se sorprendió ante la reacción de Yonathan.

-Es-Es que... Ya lo conocía.

-Ah, entonces es genial. Creo que será más fácil para ti. Y por suerte habla ingles*ª

Randy comenzó a presentarlo inconsciente de la situación con diversa fotos mostrando su cambio de estilo, pero casi no del color de cabello. A Yonathan no era necesario presentarlo, sabía perfectamente quien era.

Adrian Yamato McFarland, muchacho semi oriental, con su padre en Estados Unidos y su madre en Japón. Por eso tenía un nombre extraño. Poseía los más finos rasgos orientales, más su cabello sedoso de color bergamota. Era un poco más bajo que él, y lo que más le dolía era no saber bien sus gustos por la distancia. Pero lo más importante era que fue su mejor amigo y que se había ido para nunca más volver, y él tubo tragarse aquel sentimiento que lo inundo por estos cuatro años, que nunca lo quiso aceptar.

-Bueno y como te dije es el primer guitarrita de la banda. Bien esos fueron Sabaku Raito -dijo Randy apagando el plasma y arreglando un poco su cabellera rubia.

Pero expresión viendo como estaba la cara de Yonathan. Así que decidió llamarlo por su segundo nombre, solía hacer eso cuando lo veía así.

-Alex- el segundo nombre de Yonah es Alexis- ¿Estás bien? ¿Tienes alguna duda?

-No pienso ir-esas palabras golpearon a Randy.

- ¿Cómo que no piensas ir? Si no vas, no van a pagarte.

-No me importa.

Michel lo miró con una cara de pocos amigos y se paró de su cómodo asiento.

-No aceptare un no como respuesta.

- ¿Ah?

- ¿Recepción?...- apretó uno de los botones de su gran teléfono.

- ¿Sí?- era la voz de Eve.

-Vengan y traigan a Rock y a Travis, que se lleven a Yonathan al piso de maquillaje y vestimenta. - Y sonrió, Alex trago saliva ante la sombra en los ojos celestes de su agente.

-Si, como diga -dijo segura Eve.

Hay no, tengo que salir de aquí ya, ya me pasó esto y fue peor. Pero ahora no me atraparas Michel. Hoy no... Pensó Yonah antes de salir pitando hacia la puerta. Pero cuando abrió la puerta ya estaban los sementales de Rock y Travis de brazos cruzados.

- ¡¿Cómo?! -dijo exaltado Yonah y lo agarraron para llevárselo.

-Lo ves soy más inteligente que tu, ellos ya tenían radios y escucharon cuando llamé a Eve. Era para que no pasara como la vez anterior- Randy se rió de la manera más maligna posible. Y como dicen: el que ríe último, ríe mejor.

- ¡Me las pagaras maldito!-gritó Yonah mientras se lo llevaban a Yonathan entre las gente del piso al ascensor.

Cuando acabaron con él, lo trajeron de nuevo a donde la oficina de Randy. Le maquillaron la cara con lo típico que usaba en las entrevistas y los conciertos, pero no para tanto. Y tenía una camisa a cuadros rojos y negro manga largas, que él se las remango un poco. Y un jean azul con un pañuelo al costado y también una esposa, que daba algo de estilo, y unas botas. Tenía el cabello arreglado de costado y mejor peinado de lo que lo trajo hoy.

-Bien listo, ya estas para la entrevista -dijo Randy mientras juntaba sus cosas- llévenlo hacia la limusina

-Eh... Pero -no le dejaron decir más y lo llevaron de nuevo.

Esto era realmente humillante, no podía ser peor. Los del edificio lo vieron, todo por decir que no a la entrevista. Esto no podía ser, ya no era un niño, y además el que lo hacía solo tenía dos años más que él. Los guarda espaladas lo dejaron al lado de una limosina negra en la inmensa cochera a espera del conductor junto a Randy.

-Gracias por la custodia eh-- dijo irónico Yonathan chasqueando la lengua. Esto es increíblemente vergonzoso. Pensó Yonathan.

-Bien ya estamos, vendrás tu Travis-dijo Randy señalando al semental, mientras el conductor subía para comenzar a manejar.

-Bien señor -dijo y así Rock se fue.

-Ja... señor -murmuró sarcástico Alex.

-Cuida tus palabras muchacho.

-Oye no le hagas daño a mi cara eh, es lo que más tengo que cuidar- y puso sus manos en sus bolcillos con un ceño fruncido.

-Oigan mejor nos vamos ya que falta poco y no es cerca - dijo preocupado Randy.

Y así se fueron, con el chofer listo a pedido de Randy, y con el estúpido guarda nada de Travis.

Yonathan durante el pequeño viaje, se dedicó a mirar por la ventana y penar sin dar mucha atención a lo que le decía Randy. Sólo estaba sumido en sus pensamientos e irritado de sus sentimientos, es trabajo. Pero no podía estar de nuevo ante a la presencia de Adrian. Sinceramente no quería ir.

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Hola!! Primero que nada quiero disculparme por no haber subido el primer capítulo de esta historia *se oculta detrás de su mama*Pero lo hice al fin, y para mejor lo hice bien largo para que disfruten. Así que gracias a los que comenzaron a leer, les agradezco ^^ así que espero que les guste esta historia que está surgiendo :3 Saludotees y cuídenseeee!

Nota de autora:

*ª Puse en ingles ya que como es estados unidos, hablan en ingles, ya sé que la historia es español pero le puse en ingles XD

Imagen de Yonathan Alexis Black *-* en la vida real: nuestro amado Andy Biersack *0*

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