Me acuerdo cuando me llevaste a mi tío y a mí a un local de striptease.

Me acuerdo cuando mi tío finalmente te confesó que era gay.

Me acuerdo cuando al final acabaste tú haciendo el striptease en el escenario.

Tus palabras fueron…

Sé lo que quieras ser, siempre que no te metas entre mi cerveza y yo.

Le dimos nuestra palabra, prometiendo esconder su secreto hasta que él estuviera listo para salir del armario.

Y allí me diste un buen ensañamiento.

《Lo que un hombre nunca tiene que romper es su palabra y sus huevos.》

Abuelo.

Fue un buen enseñamiento, a tu manera, pero buena.
Es extraño ver como das mejores consejos estando ebrio que sobrio.