Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Tres

Caroline

El corazón me latía con tanta fuerza que temía que en cualquier momento pudiera ocasionar un agujero en mi pecho, el temblor en mis manos no hacía más que delatar el enorme estado de ansiedad y nerviosismo en el cual me encontraba en estos preciosos instantes.

Las dos semanas que habíamos tenido que esperar para saber de los resultados se me habían hecho eternas, por la complejidad de los análisis la espera estimada era de una semana y media, sin embargo, por motivos que desconocemos los resultados se habían atrasado un par de días más.

—Tranquila linda. Todo va a estar bien — Ben toma mi mano en un gesto cariñoso, la sonrisa que me dedica me hace sonreír también. Sé que está nervioso, puedo verlo por el golpetear de su pie contra el suelo recién pulido de la clínica, pero se las está arreglando para aparentar que todo está bien.

—Eso espero —Contesto en medio de un susurro, apoyo mi cabeza sobre uno de sus hombros y cierro los ojos por algunos momentos.

Ben había cancelado una reunión de socios solo para poder acompañarme a la entrega de los resultados, y yo estaba profundamente agradecida con que estuviese aquí. Era muy significativo e importante contar con su apoyo en estos momentos, con saber que no me dejaría sola.

—Caroline Adams —Una chica portadora de un uniforme blanco aparece con unas tablilla de madera entre sus manos, me incorporo haciendo que Ben imite mi acción y ella sonríe amablemente cuando nos observa.

—Pueden pasar, el doctor los está esperando pronuncia.

—Gracias —Agradezco mientras la esquivamos para poder dirigirnos hacia el consultorio del doctor.

A cada paso que doy siento como el nerviosismo aumenta en mi cuerpo, tengo que respirar varias veces antes de entrar para intentar tranquilizarme, me repito mentalmente una y otra vez que todo va a estar bien, que nada malo va a pasar. Intento grabarme esa frase hasta el punto de intentar convencerme a mí misma.

—Buenos días —Saluda el doctor apenas entramos a la habitación, nos dedica una sonrisa amable antes de invitarnos a tomar asiento en el escritorio que se encuentra frente a él.

—Buenos días —Ambos respondemos a su saludo, cuando nos colocamos frente a él observo la carpeta que sostiene entre sus manos y en donde sospecho se encuentra los resultados de mis análisis.

— ¿Ya tiene los resultados? —Inquiero ansiosa, necesitaba saber que era lo que pasaba conmigo.

—Me llegaron apenas esta mañana, quise citarlos de inmediato para que sepan lo que ocurre.

— ¿Qué es lo que dice? —Cuestiona Ben esta vez, él no ha soltado mi mano en ningún momento y ahora solo lo afianza más.

El doctor baja la vista y abre la carpeta.

Me repito mentalmente que nada va a pasar, que no hay de que preocuparse. "Solo no hemos tenido suerte" Esa frase ronda una y otra vez en mi mente e intento centrarme en ella.

Sin embargo, poco a poco siento como el miedo comienza a hacerse paso en mi sistema, como llena de a pocos cada rincón de mi cuerpo.

—Caroline, lo que voy a decirte tienes que tomarlo con calma —Estoy reteniendo la respiración, asiento de manera mecánica porque solo quiero escuchar que es lo que revelan los malditos exámenes.

—Los exámenes arrojaron que tienes insuficiencia ovárica —Por algunos instantes la confusión me invade.

—¿Qué quiere decir? ¿Qué significa?

—Quiere decir que tus ovarios no están produciendo la cantidad suficiente de estrógeno y no producen ni liberan un óvulo cada mes, esa es la razón por la que no has podido quedar embarazada.

La habitación se sume en un inmenso silencio, siento como mis ojos comienzan a picar y el miedo que antes comenzaba a crecer dentro de mí ahora se ha intensificado.

— ¿Quiere decir que...? — Ben no logra terminar la frase.

— Es muy poco probable que puedan tener un hijo biológico. En la mayoría de los casos solo del 5—10% de las mujeres que lo padecen logran completar un embarazo y lo consigue solamente porque encuentran a una donante de óvulos.

En ese preciso instante fue como si alguien me hubiese lanzado con fuerza contra un muro de ladrillos, un zumbido se adueña de mis oídos, no soy capaz de prestar atención a nada de lo que dice a continuación el doctor. Intento buscar conforto en la mano de Ben pero él ha soltado la mía, ahora solo se cubre el rostro con ambas manos.

— ¿Existe algún tratamiento? ¿Alguna solución? — pregunta Ben, la angustia es evidente en su tono de voz.

—Podemos intentar el tratamiento hormonal, pero no es cien por ciento eficaz, además de que podría tener efectos secundarios. — añade el doctor —Mi recomendación es que lo platiquen en privado, que consideren las opciones que tienen y si quieren iniciar el tratamiento estaré encantado de ayudarlos.

—Gracias por todo doctor — Pronuncia Ben incorporándose, lo imito sin ser capaz de decir algo más. El dolor punzante en el pecho se hacía más agudo con cada segundo que transcurría.

—Caroline sé que es difícil pero existen otras alternativas — me dice el doctor con una pequeña sonrisa. — Cuando tomen una decisión sobre lo que harán estaré aquí.

— Gracias — susurro, me doy la vuelta para salir de aquí. Necesitaba aire, no podía creer que esto estuviera pasando, no a nosotros.

Caminamos en completo silencio, sentía como si alguien hubiese golpeado con un mazo de hierro todos mis sueños reduciéndolos a polvo. Todos los planeas, ideas y deseos del futuro parecen desaparecer con un chasquido.

—Lo lamento —Pronuncio cuando nos encontramos en el interior del auto, no puedo seguir reteniendo las lágrimas que amenazan con salir de mis ojos así que rompo en llanto —Es mi culpa, soy yo la del problema.

Escucharme decir eso en voz alta suena más cruel de lo que es, mi pecho se estruja tanto que duele y no soy capaz de dejar de llorar.

En un movimiento rápido Ben se quita el cinturón que se había colocado apenas hace unos segundos, se inclina hacia mi cuerpo envolviéndome en sus brazos. No retengo nada de lo que llevo guardado, lloro en sus brazos y contra su pecho, intentando liberar un poco del dolor que me invade en estos momentos.

—Tranquila mi amor —Pronuncia con dulzura —Tranquila, vamos a encontrar una solución, verás que lo haremos. —Acaricia mi cabello con una de sus manos, y con la otra imparte caricias en mi espalda.

Al cabo de unos segundos soy capaz de tranquilizarme, cuando creo haberlo conseguido me separo de su cuerpo limpiando las lágrimas de mis mejillas con mis manos.

—Vayamos a casa cariño, pero tienes que tranquilizarte ¿De acuerdo? —Asiento.

Durante el camino de regreso ninguno dice nada más, cuando llegamos a la casa inmediatamente me refugio en la habitación. Necesitaba algunos segundos para intentar procesar todo lo que había ocurrido en menos de dos horas.

Lo que más deseaba, lo que tanto quería ahora resultaba casi imposible. Suelto un sollozo y entierro mi cara entre mis manos, sintiendo como el dolor en el pecho aumenta su intensidad con cada segundo que pasa.

El sonido de un cristal rompiéndose me sobresalta, a pesar del estado en el que me encuentro salgo para dirigirme hacia el despacho de Ben. Él esta ahí, parado a mitad del estudio y tras unos segundos, avienta una de las lámparas contra la pared.

Está llorando, puedo verlo desde el lugar en el que me encuentro y eso solo me tortura más.

— ¿Por qué? — escucho decirle. La voz se le quiebra y lo escucho sollozar, mi corazón se estruja al verlo en esa situación — Dios ¿Por qué nos haces esto?

Quiero entrar y abrazarlo, pedirle perdón porque sé que es mi culpa que él esté así. Si solamente pudiera tener un hijo, si pudiera quedar embarazada él no estaría pasando por esto ahora. Regreso sobre mis pasos hacia la habitación, intentando controlar un poco del dolor que siento en estos momentos.

Me dirijo a la habitación y me dejo caer sobre la cama. Todas las esperanzas que albergaba dentro de mí de han esfumado, todas las ilusiones se caen a pedazos a mi alrededor. Suelto un sollozo pensando que Ben podría dejar de quererme, el es guapo, joven y fácilmente podría estar con una mujer que le pudiera dar hijos. Tengo miedo, miedo de que Ben comience a dejar de quererme, a ya no ser suficiente para él.

Siento unos brazos rodearme e instantáneamente sé que es Ben, me giro y me aferro a su pecho.

—Perdóname — Pronuncio entre sollozos. — Lo siento, lo siento tanto.

— No es tu culpa — dice y la voz se le quiebra, se toma algunos segundos para recomponerse antes de hablar de nuevo. — Deja de culparte cariño por favor, me duele verte así.

— No puedo no hacerlo Ben, es mi culpa que tu no puedas ser padre, es mi culpa — Ben me apega más a su pecho — Tú te mereces a alguien que pueda darte hijos.

Ben se separa de manera casi inmediata y toma mi mentón para hacerme mirarlo.

— No digas eso de nuevo ¿De acuerdo? — nuestras miradas se encuentran, él me observa con una pizca de tristeza— Es cierto que deseaba ser padre, tanto como tu deseabas ser madre y esto que ha pasado no ha hecho que deje de quererte Caroline, te amo ¿Si? Te amo y eso no va a cambiar nunca. — enrosco mis manos en su cuello y sollozo aún más.

— Yo igual te amo — susurro.

Nos quedamos así por largo rato, yo abraza a su cuerpo y él rodeándome con sus brazos mientras susurra que todo va a estar bien, y que, pase lo que pasé no dejará jamás de amarme.

____________________________________________
 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro