Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Treinta y tres. (*)

BEN.

Habíamos regresado a la rutina de pasar varias horas despiertos en las madrugadas para poder atender a nuestro pequeño, a comparación de Sol, Luke parecía no tener un horario fijo de sueño.

Nuestro hijo era capaz de dormir durante todo el día, para después hacernos sufrir durante toda la noche, el cansancio y los constantes desvelos comenzaban a pasarnos factura.

—Oh, vaya —murmura Connor ingresando a la oficina —Realmente el pequeño no los está dejando dormir. —añade en tono de broma.

—No te equivocas —sentencio —parece que adora estar despierto en las noches.

Connor ríe.

—Es normal, tienen que encontrar su horario para dormir —murmura con calma —Matt fue así, en sus primeros meses.

—¿Cómo conseguiste sobrevivir? —pregunto.

—Así como ustedes sobrevivieron con Sol —me recuerda. Una sonrisa se posa en mis labios en cuanto recuerdo a mi pequeña, Sol parecía encantada con su hermanito, intentábamos que no se sintiera desplazada por la llegada del nuevo integrante, lo que hacía que nuestro agotamiento fuese el doble, ya que intentábamos pasar tanto tiempo con ella como con Luke.

—Con sol fue mucho más sencillo —pronuncio —ella parecía entender que sus padres tenían que trabajar.

Connor sonríe, se acomoda en una de las sillas que están frente al escritorio antes de volver a centrar su atención en mí.

—Encontrarán el modo de sobrevivir —asegura —¿Cómo está Caroline?

—Se está recuperando —informo —ha sido difícil por el hecho de que no esperábamos que fuese una operación tan delicada, su cuerpo está recuperando las energías y estoy seguro de que pronto estará completamente recuperada.

—Deberías estar pasando tiempo con ella —pronuncia.

—Lo sé —pronuncio en un suspiro. En ocasiones me sentía realmente mal por no poder dedicarles el tiempo suficiente, con los asuntos de la empresa de Chace y esta, el trabajo se convertía es doble, así que requería que pasara más tiempo en la empresa —pero no puedo hacer nada, he intentado ajustar algunas cosas, pero eso me termina dejando una agenda mucho más apretada.

Reviso la hora en el reloj de mi muñeca, teníamos una junta programada dentro de treinta minutos con un grupo de accionistas interesados en aportar al capital de la empresa, así que tenía que dejar todo listo.

—¿Por qué no vas a casa y dejas esa junta en mis manos? —pregunta Connor logrando captar mi atención. —Sabes que los números son lo mío, y tengo un poder de convencimiento increíble.

Sonrío, lo sabía de sobra. Connor era realmente bueno a la hora de hablar frente a determinado grupo de personas, poseía un espíritu valiente que lo hacía decir todo sin titubeos. Esa era una de las cualidades que más apreciaba de él.

—Lo sé —respondo. —Sé que es así, pero...

—Ben, soy capaz de sacar esa junta adelante, y te prometo que al terminar tendremos a cinco accionistas nuevos en la empresa. —asegura. —dame la oportunidad. Si ocurre algo, te llamaré enseguida.

Un suspiro brota de mis labios, si dejaba a Connor a cargo de la junta me ahorraría tres o cuatro horas de trabajo, lo que significaba que podría volver a casa más pronto de lo planeado.

—De acuerdo —murmuro. Connor hace una especie de baile de celebración que me hace reír. Abro el cajón en donde guardo los documentos requeridos, asegurándome de tener todo lo necesario antes de entregárselos. —Confío en ti, sin embargo, cualquier cosa que surja llámame y vendré enseguida.

—Lo haré —afirma.

Luego de repasar una serie de detalles faltantes, Connor sale de la oficina dispuesto a hacerse cargo de aquella junta. No tengo ningún motivo más por lo cual permanecer en la empresa, así que alisto mis cosas para poder salir del edificio.

Cuando me encuentro subiendo al auto, mi celular suena anunciando una llamada. Contesto casi al instante en cuanto observo el nombre de Mels en la pantalla.

—Hola —saludo —¿Pasa algo?

—Gracias a Dios que respondes —murmura aliviada. Logro distinguir los llantos de Luke al fondo, lo que hace que me ponga un tanto más alerta.

—¿Ocurre algo Mels? —inquiero con preocupación.

—Es Caro —informa —Se ha encerrado en la habitación, no quiere abrir la puerta y comienza a preocuparme el hecho de que parece estar llorando.

—¿Llorando? Pero ¿Por qué? ¿acaso ocurrió algo? ¿Hablo con su madre?

—No lo sé, Ben —confiesa —Salí de casa por un rato a hacer algunas compras y cuando volví ella lucía afectada. ¿Podrías venir a casa? Creo que si estás aquí ella podría abrir la puerta.

—Si, estaré ahí pronto —aseguro —mientras ¿podrías insistir para que abra la puerta? —pido.

—Lo haré —asegura —nos vemos.

Ella cuelga la llamada, me coloco el cinturón de seguridad antes de encender el motor del auto y salir del estacionamiento de la empresa. El tráfico parece haberse puesto en mi contra, por lo que me retraso unos veinte minutos intentando atravesar las calles para llegar a casa.

Cuando por fin llego, me bajo aprisa sin preocuparme por si he estacionado de manera correcta el auto, simplemente bajo a prisa para poder entrar a la casa.

—Gracias a Dios estás aquí —Mels aparece frente a mí, sostiene a Luke en sus brazos mientras me observa con algo de preocupación —no he conseguido que abra la puerta, realmente estoy preocupada.

No doy una respuesta, la esquivo para poder encaminarme a paso rápido hasta la habitación en donde Caroline se encontraba. Cuando me coloco frente a la puerta de madera, soy capaz de escuchar los sollozos de Caro al otro lado.

—¿Linda? —Toco un par de veces la puerta, rogando porque ella abra sin la necesidad de insistir más. —¿Qué ocurre? ¿Ha pasado algo?

No obtengo una respuesta, suspiro mientras insisto de nuevo con los golpes en la puerta.

—Cariño, abre la puerta —pido con suavidad —realmente estoy preocupado, Mels también. —añado —¿Estás bien?

—Estoy bien —responde, el tono empleado evidencia que no es así.

—Caro, no quiero que enfrentes esto sola —pronuncio —estoy aquí, lo sabes cariño, déjame entrar.

Pasan un par de minutos antes de que la puerta se abra, Caro se lanza a mis brazos apenas me ve y yo no dudo en apegarla a mi pecho.

Me adentro a la habitación, cerrando la puerta detrás de nosotros mientras espero que Caroline pueda tranquilizarse. Pasa mucho rato antes de que eso ocurra, cuando se aparta de mi cuerpo el semblante que tiene en realidad me preocupa.

—¿Qué ocurre? —cuestiono colocando una de mis manos al costado de su rostro.

—No pude calmarlo —confiesa —ni siquiera fui capaz de darle pecho —añade con la voz rota —¿en qué clase de madre me convierte eso? ¿Qué clase de madre no es capaz de amamantar a su hijo? —cuestiona con desesperación.

—Hey, tranquila —cuestiono tomando sus manos —está bien ¿sí? Es normal, el doctor lo dijo ¿recuerdas? Dijo que podía ocurrir que...

—¡Es que él dijo tantas cosas! —grita mientras se aparta de mi cuerpo. Se incorpora de la cama, da un par de pasos antes de poder observarme de nuevo. —realmente esto está acabando conmigo Ben. —confiesa. —Siento que no soy capaz, siento...—la voz se le rompe, haciendo que mi corazón parezca hacerlo también. —Necesito a mi mamá —murmura en un hilo de voz —necesito de mi madre, pero ella es tan egoísta que ni siquiera puede darme un poco de su atención.

—Mi amor —pronuncio con dulzura —estás haciendo un trabajo increíble.

—No es verdad —asegura —eso no...

—Claro que es verdad —afirmo tomando sus manos de nuevo —lo estás haciendo excelente, lo siento por no estar aquí el tiempo suficiente, lamento no poder estar a tu lado como lo deseas pero prometo estarlo a partir de ahora ¿de acuerdo? Te prometo que estaré aquí cariño. —aseguro. —Y respecto a tu madre, la llamaré ¿sí? Le pediré que venga. —pronuncio.

Ella no dice nada, se libera del agarre que ejerzo en sus manos y se incorpora de la cama. No me agrada la idea de que su madre esté aquí, no sabía si en realidad eso era una buena idea, pero Caroline la necesitaba.

Mientras me incorporo y busco mi celular para llamar a la madre de Caroline, solamente ruego porque esta vez, ella recuerde que Caro también es su hija. Sabía que yo no podía lograr mucho, ella necesitaba a su madre y ni todos mis esfuerzos, podían comparársele.

(...)

Mels permanece en la habitación de mis hijos, un tanto más aliviada por el hecho de que Caro, parecía haber dejado de llorar.

—¿Estás seguro de que es buena idea de que esa mujer venga? —me cuestiona. —¿No crees que pueda ser en realidad un arma de dos filos?

—Quiero creer que no será así —pronuncio —no hay mucho que yo pueda hacer en estos momentos, y si tener a su madre le hará bien, no voy a negarle eso.

El timbre suena, Mels y yo compartimos una mirada sabiendo quien es la persona que ha llegado. Me incorporo, aun con la duda de si estoy cometiendo un grave error al hacer esto.

—¿Dónde está? —cuestiona apenas abro la puerta —¿está en la habitación?

—Si —respondo. La madre de Caroline asiente, me coloco a un lado para dejarla pasar y cuando lo hace, la sigo a la habitación.

La puerta nuevamente está cerrada con seguro, suspiro antes de tocar un par de veces.

—Linda, tu madre ha venido —pronuncio. —Está aquí.

No pasa mucho tiempo hasta que la puerta se abre, la madre de Caro ingresa y en el momento en el que lo hace, ella se lanza a sus brazos.

La forma en la que la abraza me hace entender que nada, ninguno de mis esfuerzos podría compararse a eso.

—Estoy aquí cielo —murmura con dulzura su madre —lamento no haber estado, pero ahora lo estoy hija.

Cierro la puerta, seguro de que definitivamente no cometí un error al hacer esa llamada.

Caroline.

No entendía que ocurría conmigo, ni siquiera entendía el porque me sentía de la forma en la que lo hacía.

—¿Te sientes mejor? —cuestiona mi madre mientras se coloca a mi lado —¿necesitas algo más?

Niego.

—Estoy bien —murmuro. No sabía cuánto la necesitaba hasta que supe que no habría nada que me ayudara a sentir mejor, como el tener a mi madre a mi lado. —Gracias por venir.

—No, no me tienes que agradecer absolutamente nada —asegura tomando una de mis manos. —Sé que probablemente estoy lejos de ser una buena madre contigo, y lo lamento. En verdad que lo siento —pronuncia. —pero quiero verte bien, y no quiero que dudes de la excelente mujer en la que te has convertido.

—Mamá, creo que la intención era que dejara de llorar —pronuncio un tanto divertida mientras mis ojos se humedecen. Ella sonríe.

—Lo siento, no quiero hacerte llorar más —asegura. —Caro ser madre no es sencillo, mucho menos cuando has tenido que atravesar tantas cosas para poder conseguirlo. Es normal que te sientas así, que sientas que no estás haciendo un buen trabajo con tus hijos, que estás sola, cansada, todo, todo está bien —murmura —Esto va a pasar ¿sí? Pasará y podrás darte cuenta de que, en realidad, eres una madre excelente, mucho mejor de lo que yo pude haber sido en todo este tiempo.

Sonrío, parpadeo con rapidez intentando alejar las lágrimas que nuevamente se han acumulado en mis ojos.

—Dije algo de lo que verdaderamente me arrepiento —asegura —No es verdad, yo sería incapaz de sentirme decepcionada por ti —murmura —y tu padre debe estar muy molesto conmigo ahora —dice con una ligera sonrisa —estamos orgullosos, completamente orgullosos de ti —asegura. —Lamento si lo que dije en algún momento te hizo dudar de eso cariño.

Su tacto es cálido, la sensación que me produce es realmente acogedora, tanto como hace mucho no la sentía. No sabía con exactitud cuando la había extrañado, hasta ahora.

Dos toques en la puerta se escuchan antes de que pueda ser capaz de decir algo. La puerta se abre, Ben ingresa con lentitud mientras observa a mi madre por un par de segundos antes de centrar su atención en mí.

—Lamento interrumpir, pero estaba algo preocupado —confiesa.

—No interrumpes nada —murmura mi madre mientras se incorpora —creo que tal vez deba dejarlos solos, me he robado mucho tiempo. —añade.

Ella observa Ben antes de girarse hacia mí para envolverme en sus brazos.

—Gracias —susurro contra su cuerpo.

—Puedes llamarme cada que lo necesites —asegura —prometo estar para ti a partir de ahora, probablemente nada borrará mis acciones del pasado, pero quiero remediarlo. —centra su atención en Ben nuevamente —espero me lo permitan.

—Mientras Caroline lo desee, usted siempre será bienvenida en nuestra casa —asegura. —eso es seguro.

—Será bueno tenerte de nuevo —aseguro. Mi madre me abraza una vez más antes de salir de la habitación, cuando se ha marchado, me incorporo centrando mi completa atención en Ben. —Lo siento, yo...

—No, no sientas nada —murmura con dulzura mientras camina hacia donde me encuentro —¿estás bien ahora? Realmente me preocupa que no lo estés.

—No lo estaba, es decir, mi cuerpo parece estar diferente ahora no sé cómo explicarlo —confieso —probablemente deba llamar al doctor otra vez pero...—me detengo por un par de segundos —pero ahora estoy mejor, todo gracias a ti.

Él sonríe.

—Sabes que siempre haré todo cuanto esté a mi alcance para hacerte sentir mejor —asegura —pero no es gracias a mí, creo que en esta ocasión el crédito se lo lleva tu madre.

—Gracias por llamarla —murmuro tomando una de sus manos —sé que no te agrada...

—No me agrada cuando te hace daño, y cuando solo intenta hacerte sentir mal —infirmo —se lo mucho que las palabras de un padre pueden doler, pero también sé que para salir del hoyo solo hace falta su presencia. —confiesa. —Y te dije que mientras tú lo desearas, ella podría venir.

—Realmente creo que ella fue sincera hoy —pronuncio. —tanto como hace mucho no lo era.

—Si tú lo crees entonces está bien. —pronuncia con una sonrisa en el rostro —es todo lo que importa.

Me refugio en sus brazos, cerrando los ojos mientras siento la calidez de sus brazos envolverme.

—Nunca estarás sola —asegura —quiero que sepas que siempre puedes recurrir a mí cuando sientas que el mundo se viene abajo. —pronuncia apartándose de mi cuerpo —quiero que conmigo encuentres un sitio seguro.

—Ya he encontrado mi sitio seguro —murmuro —es justamente aquí.

No importaba cuán difícil fuese la situación por la que atravesaba, tampoco con cuanto dolor pudiera estar atravesando, Ben siempre estaba aquí.

Y no me quedaba ninguna duda, de que lo estaría siempre, hasta el final de nuestros días.

___________________________________________________________--

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro