Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Treinta y nueve (*)


BEN.

El dolor en mi pecho es intenso, quema con una fuerza arrasadora que no creo poder soportarlo, observo la habitación, en donde los médicos intentan reanimar a mi hermano.

¿Cómo es que esto pudo pasar?

El sentimiento de arrepentimiento por no poder despedirme de él me llena por completo, hace que me recrimine a mí mismo por no ser capaz de entrar a la habitación y darle un último adiós.

Las enfermeras llegan, nos dicen que no podemos permanecer en el pasillo, que debemos dejar el espacio para que los doctores trabajen. Pero soy incapaz de hacer otra cosa que no sea abrazar a Chris con fuerza, intentando hacer que por lo menos él, encuentre un poco de confort.

Mi mente parece estar apagada, porque no sé cómo es que termino llegando a la sala de espera del hospital.

—Ben —la dulce voz de Caroline me llena por completo, la observo, ella luce tan preocupada pero no soy capaz de decir o hacer algo. Simplemente permanezco sentado, sobre la incómoda silla sin dejar de experimentar el dolor en el pecho.

Chace había muerto, su corazón se había detenido. Y ahora mismo, los doctores hacían su máximo esfuerzo para intentar reanimarlo.

Chris llora, abrazado a su madre y por unos instantes, no soy capaz de respirar. Lo intento, con fuerza, pero la desesperación comienza a apoderarse de mi sistema.

—Tranquilo, cariño, está bien —Caroline me rodea con sus brazos en cuanto nota lo que sucede, el solo hecho de tener su cuerpo contra el mío me proporciona una calidez inmensa, me envuelve por completo.

—Se ha ido —murmuro con voz rota. —Caroline, él se ha ido.

La sensación de que todo se venía abajo, de que todos mis pilares se hacían añicos era abrumadora, me envolvía en un torbellino de emociones arrasadoras, que amenazaban con acabar conmigo.

¿Cómo se suponía que afrontara esto?

¿Cómo iba a continuar sin mi hermano a mi lado?

De un momento a otro, el enojo se apodera por completo de mi cuerpo. Me incorporo, saliendo a paso rápido del edificio.

El aire fresco me golpea el rostro, cierro los ojos, intentando recuperar un poco del autocontrol que había perdido.

—Hey, espera —la voz de Caroline se escucha a mi costado. —¿A dónde vas? —cuestiona con suavidad.

—No puedo estar ahí dentro —confieso —Todo esto es tan...—detengo mis palabras cuando la voz se me rompe —yo no sé qué hacer ahora. —mi vista se nubla por las lágrimas acumuladas. —Ni siquiera pude despedirme.

Caroline camina hasta colocarse frente a mí, toma una de mis manos y me obliga a mirarla.

—Los doctores están haciendo su mayor esfuerzo —murmura —Ben, aún hay esperanza. Ellos lograrán traerlo de vuelta.

—No, no sabes eso —reprocho con dolor—no sabes si serán capaces, no puedes asegurar que eso va a pasar.

—Lo sé —confiesa. —pero...

—¿Tío Ben? —intento recomponerme en cuanto la voz de Chris se escucha. Volteo cuando creo haberme repuesto lo suficiente, mi sobrino se encuentra a un par de metros de distancia, así que acorto el espacio para poder llegar hasta él. —¿Te irás? ¿Te marcharás ahora?

—No, no me iré ahora —afirmo. Chris se abraza de nuevo a mi cuerpo, cierro los ojos, intentando mantenerme fuerte ante él. Chris no necesitaba ver que alguien más se estaba desmoronando, él necesitaba todo el apoyo que pudiéramos darle.

Ninguno de los dos habla, simplemente permanecemos fuera del edificio por largo rato antes de regresar de nuevo a la sala de espera. No quería ni pensar en el momento en el que algún doctor saliera y solamente nos confirmara lo que todos ya sabíamos.

No iba a soportarlo.

Intento dejar de pensar en eso, lo intento con todas mis fuerzas porque no está ayudando en nada. Los pensamientos negativos solamente me arrastraban hacia él un foso de agonía, que amenazaba con consumirme por completo.

No podía hablar con Rachel ¿qué se supone que le diría? Ella estaba atravesando por un dolor como el mío, perder al hombre de su vida sin duda alaguna era doloroso. ¿Qué podía decir para hacerla sentir mejor?

Caroline se encuentra a su lado, intentando darle un poco de confort, pero siendo honestos, hay poco que se pueda hacer.

No sé cuánto tiempo permanecemos en la sala de espera, en silencio, esperando por tener alguna noticia. A pesar del tiempo, el dolor en mi pecho no había disminuido, ni siquiera un poco.

No podía ante la idea de que Chace se hubiese ido, no podía pensar que mi hermano había muerto porque el dolor y la angustia me llenaban por completo, amenazaban con arrebatarme el poco autocontrol que poseía.

En cierto punto del tiempo que permanecemos ahí, Caroline regresa a mi lado. Permanece en silencio, simplemente tomándome de la mano y con eso es suficiente, no necesito que diga, o haga algo, solamente la necesito cerca.

—¿Familiares de Chace Adams? —mis piernas parecen reaccionar por si solas en cuanto el doctor pronuncia el nombre de Chace, me libero del agarre de Caroline para poder caminar hasta donde el doctor se encuentra.

—Soy su esposa —se apresura a hablar Rachel. —¿El...?

No termina de hablar, la voz se le rompe y cierro los ojos, ante la idea de lo que el doctor dirá a continuación.

—Su corazón estaba demasiado débil, sin embargo, pudimos reanimarlo. Su esposo está vivo, en terapia intensiva, pero esperamos que salga pronto.

—¿Está vivo? —cuestiona Rachel.

—Así es, las maniobras extraordinarias resultaron bien, su esposo está vivo.

Lo que dice se siente como un golpe de alivio, todo lo que había sentido en las horas anteriores a este momento parece esfumarse por completo. Se van, solamente se quedan las palabras que el médico ha dicho.

Está vivo.

Y eso, es más que suficiente. Es más, de lo que siquiera necesito.

(...)

Un par de horas más tarde, me encuentro caminando hacia la habitación de Chace. Rachel y Chris habían entrado primero, luego de recibir la información del estado de mi hermano por parte del doctor.

Entro con lentitud, posando mi vista de manera inmediata en él. Se encuentra recostado, a un par de metros de donde me encuentro.

El médico había dicho que probablemente tardaría en despertar, pero que todos confiaban en que lo haría.

Mis pasos son lentos, me detengo justo a un costado de la cama y lo observo por un par de segundos. Siempre me había prometido cuidar a Chace, desde que ambos éramos unos bebés, la necesidad que sentía por procurar su bienestar había estado presente en mí.

¿No eso es lo que hacen los hermanos?

—Lamento no haber venido antes, lamento no haber aceptado tu decisión —susurro mientras tomo asiento en la silla que está a un costado de la cama, tan cerca que puedo tomar la mano de Chace con facilidad. —Pero no puedes culparme ¿o sí? Eres mi hermano, Chace, ¿cómo quieres que afronte la idea de perderte?

Detengo mis palabras cuando el nudo en mi garganta se ha intenso, tan intenso que duele.

—Pero ahora estás vivo, y no sabes lo condenadamente feliz que me pone saber eso. Te necesito aquí, tanto como no tienes una idea. —murmuro. —Ahora solo espero que despiertes, y esperaré el tiempo que eso te tome. Estaré aquí.

Afianzo el agarre sobre la mano de Chace, el temor de que pudiera marcharse se había esfumado por completo, ahora, solo quedaba una profunda esperanza porque el despertara pronto.

Por poder verlo, y abrazarlo tanto como nunca antes lo había hecho. Me había prometido a mí mismo que no desperdiciaría ni una sola oportunidad que la vida me presentara a partir de este momento, para decir y hacer todo lo que me fuera posible por las personas que amaba.

El tiempo en esta vida es corto, y nunca sabremos cuando se acabará. Lo había experimentado de cerca, y eso, él no decir un último adiós, es sin duda un riesgo que no quiero volver a correr.

Caroline.

Las últimas horas habían sido demasiado angustiantes, ante la incertidumbre de lo que pasaría con el hermano de Chace.

—¿Necesitas algo de casa? —cuestiono mientras extiendo un vaso con café en dirección a Ben. —Puedo ir a buscarlo y volver.

Él niega.

—Estoy bien —responde mirándome —¿No quieres ir a casa y descansar?

—¿Cómo me pides eso? —pregunto mientras me coloco de nuevo a tu lado —quiero estar aquí contigo. Son momentos difíciles, así que quiero estar aquí para ti.

Él sonríe, no responde nada, simplemente se limita a acercarse a mi cuerpo y acomodar su cabeza sobre uno de mis hombros.

—Realmente agradezco que estés aquí —murmura.

—No tienes que agradecerme nada —aseguro tomando una de sus manos. —Fue una promesa que hicimos, estaremos juntos en las buenas y en las malas. E incluso en lo más difícil que pudiéramos imaginar.

—Sí, es bueno saber que estamos cumpliendo nuestra promesa. Aunque espero que, a partir de ahora, solo sean los momentos buenos.

—Tienes razón, esperemos que así sea ahora —respondo entre risas.

Ninguno de los dos dice algo más después de eso, mi mirada entonces recae en Chris, quien se encuentra recostado entre las sillas, con una pequeña manta cubriéndole el cuerpo.

Se había rehusado a marcharse del hospital, pese a las insistencias de su madre y tío. No quería irse, no sin antes hablar con su padre.

Me sorprendía la fortaleza que poseía a su edad.

El cansancio por las horas que habíamos pasado en la sala del hospital comenzaban a pasarme la factura, sin embargo, no podía irme y dejar a Ben solo. Sabía que este era un momento difícil para él, quería estar a su lado.

Pasa mucho tiempo antes de que Rachel pueda entrar de nuevo a ver a Chace, cuando lo hace, Ben se acerca a Chris. Al final había convencido a Ben de volver a casa y descansar antes de que pudiera volver a ver a su hermano, mis insistencias esta vez parecían haber surtido efecto.

—¿Seguro no quieres ir a casa? —cuestiona.

Él niega.

—Carlie debe de estar preocupada —murmura.

—La abuela está con ellos —responde sin mirar a su tío. Ben eleva la mirada, la preocupación es evidente en su rostro, así que me incorporo para poder llegar hasta donde ellos se encuentran sentados.

—¿Qué dices si vamos a la casa, junto con tus hermanos? —cuestiono logrando que Chris me mire. —Al menos hasta que tu madre regrese a casa, a Sol le hará bien verte, sabes que te adora.

—¿Los gemelos irán?

—Seguro —responde Ben con una pequeña sonrisa. —Estarán todos juntos.

Chris sonríe, nos dedica un asentimiento antes de incorporarse de la silla y tomar la mochila que había traído consigo.

—Es increíblemente protector con sus hermanos —pronuncia Ben mientras nos encontramos en espera de que Chris termine de despedirse de su madre.

—Me he dado cuenta de eso —afirmo con una ligera sonrisa. —Chace y Rachel tienen unos hijos maravillosos, estoy realmente feliz porque ellos puedan seguir con su padre.

El hecho de que ellos llegasen a perder a su padre a una edad tan temprana, era algo que lograba mover una fibra en mí. Jamás se estaba preparado para enfrentar una pérdida como esa, pero era aún más difícil cuando no entiendes el porqué.

—¿Volveremos mañana, cierto? —cuestiona Chris cuando ya nos encontramos dentro del auto.

—Si deseas volver si —afirma Ben mientras lo observa por el espejo retrovisor.

—¿Y si papá despierta antes? —cuestiona nuevamente.

—Entonces tu madre llamará, y vendremos tan rápido como podamos. —asegura Ben.

Sonrío.

Desde que conozco a Ben, la conexión entre él y Chris era increíble. Pareciera que eran mejores amigos, incluso más que tío y sobrino. Ben dice algo más, ocasionando las risas de Chris y en pocos segundos, nuestro auto está lleno con el sonido de nuestras risas.

Un sentimiento reparador para todos, Chace estaba vivo, y todos nosotros estábamos más que felices por eso, estábamos increíblemente agradecidos ante eso.

Mantenía la firme esperanza de que, a partir de ahora, todo mejoraría. Quería creer que así sería.

Pero por ahora, me conformaba con saber que todo, absolutamente todo, pintaba de la mejor manera que pudiese existir.

______________________________________________________________

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro