Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Nueve (*)


CAROLINE

Ben se mantiene sobre mi regazo, concentrado en mirar la pantalla de su celular mientras yo sostengo un libro con la mano que tengo libre.

Acaricio su cabello disfrutando de la suavidad de este, nunca entenderé como algunos hombres logran tener el cabello muchísimo más cuidado que una mujer sin la necesidad de utilizar productos adicionales. Parece ser algo innato en ellos.

Llevábamos un gran rato de esta manera, era agradable pasar tiempo juntos, a pesar de que cada uno se mantenía absorto en lo que hacía, no había necesidad de hablar o decir algo.

La calma había parecido regresar a nuestra relación, intentábamos no discutir por pequeñeces, después de todo, estábamos atravesando algo complicado, no había necesidad de hacerlo más grande.

Habíamos comenzado ya con los tramites de la adopción, Ben había contratado a uno de sus amigos como nuestro abogado para que nos orientara sobre lo que teníamos que hacer para poder seguir con orden el proceso.

Él nos había dicho que había altas probabilidades de que lo consiguiéramos, teníamos la estabilidad requerida, y la capacidad para cuidar de un pequeño, y a pesar de que no quería formarme más ilusiones que pudieran dañarme, al final de todo lo había terminado asiendo.

—¿Irás por Chris a la escuela? —cuestiono cerrando el libro que me encontraba leyendo para poder centrar mi atención en Ben. El apaga el celular para mirarme, una leve sonrisa aparece en mis labios cuando mantengo la vista fija en sus ojos, son probablemente una de las muchas cosas que me gustan de él.

Son de un azul claro, dándole a su mirada una profundidad que es capaz de cautivarte.

—Si —responde —Chace estará en el hospital y con el abuelo de Chris rondando cerca, debemos tomar precauciones.

Una mueca de plasma en mis labios, en las últimas semanas, Chace y Ben habían estado preocupados por la presencia del abuelo de Chris. Ninguno olvidaba que ese mismo hombre había intentado llevarse a nuestro sobrino sin el consentimiento de su padre, y al parecer, es algo que Chace no perdona.

Habían colocado una orden de restricción en su contra desde hace varios años atrás, pero pareciera que eso ahora no era impedimento para que él se acercara.

No entendíamos porque hasta ahora se presentaba de nuevo ¿qué era lo que buscaba? Chris ya tiene edad suficiente como para tomar una decisión al respecto, pero me temo que para Chace, es un tanto más complicado.

—¿Tú crees que quiera llevarse a Chris nuevamente? —cuestiono. Ben suspira.

—No lo sé linda, ese hombre es bastante impredecible —responde —Chace no quiere correr riesgos, la orden de restricción aún sigue en pie. Las cosas cambiarían si Chris pide conocer a su abuelo, pero no creo que eso ocurra. Y aunque él manifestara ese deseo, no estoy seguro de si Chace va a permitirlo.

—Entiendo —respondo desviando la mirada hacia el reloj que cuelga en la pared. —¿A qué hora es la salida?

—A las dos y media —Responde cerrando los ojos.

—Son las dos —Informo. Al escuchar mi respuesta Ben se incorpora con prisa.

—La escuela está a media hora de aquí, si hay tráfico y Chace se entera que llego tarde, soy hombre muerto —no puedo retener la risa en mi cuerpo mientras lo observo en un intento apresurado por colocarse los zapatos.

—Regreso luego cariño —murmura acercándose a mí para dejar un rápido beso en mis labios.

—Conduce con cuidado —articulo.

Cuando se ha ido, suspiro y tomo nuevamente el libro, sonrío sin poder quitar de mis pensamientos al hombre que acababa de correr hacia su auto.

El sonido de mi celular hace que interrumpa la lectura que recién comenzaba, lo tomo y sonrío en cuanto leo el nombre de mi madre en la pantalla de mi celular.

—Hola mamá —saludo adoptando una postura más cómoda para hablar.

Hola cariño —su tono dulce me hace sonreír aún más.

—¿Cómo han estado? —inquiero.

—Tu hermana y yo estamos bien aquí —responde —¿Y tú?

No respondo de inmediato, después de varios meses aún no me atrevía a confesarle a mi madre que no era capaz de quedar embarazada. Era un tema delicado, y a pesar de que sé que es mi madre y podré contar con su apoyo, no me sentía lista.

Estoy bien mamá —respondo después de unos segundos.

—Me alegro mucho cariño, hace mucho que no nos visitas. Tal vez podrían considerar venir este fin de semana —sugiere.

—Sé que no nos hemos visto, pero la empresa tiene muy ocupado a Ben —comento —Sabes cómo son las cosas, y con mi empleo, casi no tenemos tiempo libre.

Estoy segura de que sí, pero ambos se merecen unos días de descanso y no hay mejor forma que lo hagan aquí —insiste —piénsalo hija, te extrañamos mucho por aquí.

—Lo haré mama —afirmo —Hablaré con Ben y te llamo mañana ¿de acuerdo?

De acuerdo hija —Responde. —Adiós, te quiero.

—Yo igual te quiero mamá.

Cuelgo la llamada y nuevamente suspiro, mi madre vivía en San Diego, a dos horas aproximadamente de San Francisco que es donde nosotros residimos. Las ganas que tenía de ver a mi madre y a mi hermana eran inmensas, no las había visto desde las navidades pasadas, sin embargo, con todo lo que nos había ocurrido recientemente, no tenía cabida para pensar en realizar un viaje. ¿Sería buena idea emprender uno? Comienzo a considerar que tal vez, una visita a mi familia pudiera ser lo que Ben y yo necesitamos, un tiempo lejos del ajetreo de esta ciudad y de nuestra vida laboral.

BEN

Me bajo apresurado de la camioneta, miro el reloj de mi muñeca y me doy cuenta de que estoy retrasado apenas por algunos minutos. Los niños ya han salido de la escuela por lo que tengo que hacer un esfuerzo para localizar a Chris.

Cuando lo ubico frunzo el ceño, él habla con un hombre. Conforme me acerco me doy cuenta de quién es el hombre que habla con Chris, por lo que apresuro mis pasos para poder llegar hasta donde ellos se encuentran.

—¿No le han dicho que por romper una orden de alejamiento puede regresar a prisión? —Inquiero, él voltea en cuanto escucha mi voz. Soy consciente de como su cuerpo se tensa, y se mantiene serio frente a mí. —No quiero volver a verlo cerca de Christian, si quiere arreglar algo, podemos hacerlo frente a un juez.

Él no responde, mira por una última vez a Chris y luego se da la vuelta hasta perderse entre las personas que se encuentran afuera de la instalación. El alivio que llega a mi cuerpo es inmenso.

—Debiste de llamar a tu padre —murmuro en dirección a mi sobrino.

—Iba a hacerlo, pero se acercó demasiado rápido —responde. Chris le dedica una mirada a Ashley y sonrío, soy consciente de las miraditas que ambos se lanzan y a pesar de que quiero reír, intento disimularlo.

—¿Vienen por ti Ashley? —inquiero. Ella asiente.

—Mi madre no tarda en llegar —responde.

—¿Podemos esperar a que lleguen por ella? —me pregunta Chris. Me lanza una de esas miradas con las que ruega que sea su cómplice y no me queda otro remedio más que aceptar.

Así que los siguientes minutos permanecemos afuera de la escuela, cada tanto observo disimuladamente a Chris quien parece encantado con la presencia de la niña frente a él.

Dios mío, crecen tan rápido.

Nos encaminamos hacia la camioneta y cuando estamos dentro enciendo el motor para ponernos en marcha.

— Tío Ben — escucho que me llama y suelta un suspiro. — ¿Por qué no quieren que ese hombre se acerque a mí?

Aprieto mi agarre sobre el volante y me encuentro debatiendo en mi interior sobre si debería contarle la verdad o no. Yo no soy la persona adecuada para eso, si mi hermano no le ha dicho la verdad por algo ha de haber sido. No quería terminar por contarle algo que Chace no quiere que su hijo sepa.

— Creo que ese es un tema que debes de hablar con tu padre. Yo no soy el indicado — respondo después de unos segundos. Le lanzo una mirada a Chris y lo veo asentir.

— ¿Quieres ir a ver a tu madre? — cuestiono, noto la emoción crecer en sus ojos por lo que una sonrisa aparece en mis labios y regreso mi vista al frente.

— ¿Está hablando enserio? — pregunta y asiento.

— Tu padre ha sacado un permiso especial para que puedas verla — lo veo asentir emocionado. — Bueno entonces vamos para allá.

(...)

Luego de dejar a Chris en el hospital y que su padre lo haya recibido, me encamino de regreso hacia mi hogar. No tenía trabajo pendiente, estaba seguro de que mi secretaria podría hacerse cargo de todo así que no me preocupo demasiado por volver a la empresa.

Últimamente deseaba pasar tiempo con Caroline, no quería que se sintiera sola.

—Qué bueno que has llegado —murmura en cuanto me ve aparecer en la casa.

—¿Ocurrió algo? —inquiero con curiosidad.

—Mi madre ha llamado hace un rato —dice con una sonrisa. Me hace un ademán para que me acerque a la cama y lo hago. La comodidad me recibe de inmediato y adopto una postura más cómoda para poder mirarla.

—¿Qué ha dicho? ¿Cómo están? —pregunto.

—Ellas están bien, pero mi madre nos ha invitado a visitarla —comenta. Veo la duda en sus ojos.

—¿Y no quieres ir? ¿es eso? —cuestiono con comprensión.

—No, es decir, claro que quiero verlas, las extraño demasiado, pero...

—Ahí lo tienes nena, si quieres verlas yo no tengo inconveniente en que viajemos a San Diego para visitar a tu madre y a tu hermana. Estaré encantado de poder viajar contigo.

—¿De verdad? —cuestiona —¿Te parece bien? Ella ha dicho que merecemos un poco de descanso.

—No me parece bien, me parece excelente —afirmo —ella tiene razón, nos merecemos unos días de descanso —concuerdo.

—¿Y qué hay de los documentos que tenemos que presentar? —cuestiona refiriéndose al papeleo de la adopción.

—Estoy seguro de que nuestro abogado nos mantendrá al tanto de todo lo que necesitemos hacer —informo —estaremos bien, todo estará bien.

Ella asiente, sonríe radiante antes de refugiarse en mis brazos, y yo la recibo con total gusto.

No me importaba que es lo que tuviera que hacer con tal de verla feliz. Caroline lo merecía, ambos lo merecíamos.

Y haría lo que fuera necesario, para garantizarnos esa felicidad. 

_______________________________________

¡Regresaron las actualizaciones! 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro