Cuatro
Aclaración: Aparecerán algunas escenas y diálogos que no aparecen en MLL porque no los consideré "Importantes" , pero en esta historia si son necesarios como esta por ejemplo.
CAROLINE
Los días posteriores a recibir la noticia sobre mi situación parecieron transcurrir con lentitud. . Ben se la pasaba más tiempo en la empresa, sumergido en el trabajo, sospechaba que hacer eso era una clase se escape para él, así como para mí era estar en la guardería el mayor tiempo posible y cuando llegaba a casa limpiaba cada rincón, acomodaba la ropa en el armario una y otra vez a pesar de que esta estuviera perfectamente ordenada, todo con tal de mantenerme ocupada, una especie de distracción que me impedía — al menos por algunos momentos — no pensar en mi situación.
No pensar en todo lo que amenazaba con llenar mi mente, no pensar en el dolor punzante causado por el diagnóstico del doctor.
— ¿Caro, estás bien? — Escucho la voz de Julia a un costado mío. La miro y asiento. Julia era una de mis mejores amigas, sabía que no podría mentirle, sin embargo ahora mismo no tenía muchas ganas de hablar sobre el mismo tema. No podía pronunciar una sola palabra sobre lo que me ocurría porque sabía que terminaría llorando, y no era afecta a dejar que las demás personas me vean llorar.
— ¿Está todo bien? ¿Segura? — Me cuestiona. A veces detesto que tenga ese sexto sentido para saber cuando algo anda mal. Suelto un suspiro y siento de nuevo el dolor en el pecho. Aquel que quería que desapareciera pero no había tenido éxito intentándolo.
Parpadeo un par de veces para alejar las lágrimas que amenazaban con salir. Necesitaba hablar de esto con otra persona que no fuera Ben, necesitaba hablarlo con alguien que entendiera la situación por la que estábamos pasando, necesitaba sacarlo todo porque estaba segura que de otro modo, terminaría por consumirme.
—Ben y yo visitamos a un especialista — digo casi en un susurro mientras miro a mi amiga. Noto una ligera pizca de emoción en su mirada así que me adelanto a hablar antes de que ella lo haga. — Y es poco probable que quede embarazada. — Mi barbilla tiembla y la voz se me rompe al pronunciar la última palabra. Desvío la mirada y cierro los ojos por un par de segundos, intentando tranquilizarme.
—Oh Caro — escucho decir a mi amiga, siento los brazos de Julia rodearme por completo, la calidez de estos hacen que no pueda soportar más y termino llorando de nuevo.
— ¿Por qué yo Julia? — Cuestiono con dolor — Existen mujeres que no quieren ser madres, mujeres que maltratan a sus hijos, que abortan y todas ellas tienen la capacidad de engendrar un hijo —Pronuncio, mi voz sale por completo llena de reproche aún cuando no he querido que sea así, pero no me molesto en suavizarlo, necesitaba sacar todo, de una vez por todas. — ¿Y yo? Yo que quiero tener un hijo, que quiero amarlo y cuidarlo y darle lo mejor pero no puedo. ¡No puedo!
Julia intenta tranquilizarme, me envuelve entre sus brazos nuevamente y acaricia mi cabello tal cual madre quiere calmar a su hija luego de que esta despertara de un mal sueño. Eso mismo quisiera que ocurriera conmigo, quisiera despertar y darme cuenta que todo lo que había ocurrido no era más que una pesadilla, despertar y darme cuenta que todo está bien.
— ¿Han pensando en la adopción? — Cuestiona al cabo de unos segundos, me tomo un momento antes de negar. Sí, lo había pensado pero no era algo que yo quisiese hacer. Sabía que nada se comparaba a sentir la pequeña vida crecer dentro de tu cuerpo, quería experimentar todas esas cosas maravillosas que la gente decía sobre estar embarazada.
—No quiero adoptar — Pronuncio tras haber permanecido en silencio por demasiado tiempo, limpio el rastro de lágrimas en un movimiento rápido para después tomar una profunda inhalación.
—Caro... —Ella hace el intento de decir algo más, pero ahora no me siento con las suficientes fuerzas como para debatir sobre si la adopción es buena o no en nuestro caso.
—No quiero hablar más sobre este tema ¿Si? Por favor — susurro casi suplicándole, Julia me dedica un asentimiento aunque no luce demasiado convencida.
—De acuerdo — dice tomando su bolso de la mesa — Pero sabes que si en algún momento quieres hablar con alguien, me tienes a mí ¿De acuerdo?
La observo con una pequeña sonrisa para acercarme a ella y abrazarla.
—Lo sé, y te lo agradezco profundamente.
—Es hora de marcharnos —Murmura con una sonrisa.
Asiento y me tomo unos segundos antes de incorporarme para después salir junto con mi amiga de la guardería.
BEN
Toco con insistencia el timbre de la casa de Chace, necesitaba hablar con alguien sobre lo que ocurría y mi hermano parecía ser la mejor opción para hacerlo.
Me inclino para intentar mirar por el cristal de la puerta, intentando saber si alguien se encuentra en casa. Los autos tanto de Rachel como de Chace se encontraban afuera pero sabía que ellos eran aficionados a las caminatas, así que no me extrañaría que la casa se encontrara sola.
La puerta se abre al cabo de unos segundos y frente a mí aparece Rachel, la esposa de mi hermano, ella me sonríe y se hace a un lado invitándome a entrar.
—Supongo que vienes a ver a Chace, está en su estudio — Murmura con una pequeña sonrisa en el rostro.
—Lo sabes bien —Respondo.
—Él está en el estudio —Pronuncia dándome la espalda —Estará feliz de verte.
Me encamino escaleras arriba hasta el estudio de Chace cuando Rachel ha desaparecido de mi campo de visión, abro la puerta sin tocar y me encuentro a mi hermano frente a la computadora y varios papeles distribuidos por todo su escritorio. En estos momentos me siento mal por interrumpir el enorme trabajo que deducía que tenía, pero ya no estaba aquí y no había nada más por hacer.
— ¿Qué trae por aquí a mi hermano favorito? — Cuestiona elevando la mirada y percatándose de mi presencia, cierra la computadora que se encuentra frente a él y me observa con curiosidad.
—Soy el único que tienes — Respondo soltando una risa, Chace suelta una carcajada antes de incorporarse para rodear su escritorio y quedar frente a mí. Me proporciona un abrazo antes de colocarse en uno de los sillones que se encontraban ahí mismo.
— ¿Está todo bien? — me pregunta mirándome con curiosidad. Suelto un suspiro antes de atreverme a pronunciar algo. Era difícil, pero tenía que sacarlo de una u otra manera y no había mejor persona para eso que mi hermano.
— ¿Recuerdas que te había dicho que Caroline y yo visitaríamos a un especialista? — el asiente y prosigo — Hace unos días fuimos, el diagnóstico fue todo menos alentador.
En mi cabeza se repiten las palabras que el médico pronunció, esas que hicieron que toda esperanza abandonara mi cuerpo. Chace guarda silencio, ha adoptado un gesto serio y me observa con atención.
—Caroline solo tiene un 10 % de probabilidades de quedar embarazada — digo y el enarca una de sus cejas. La sorpresa lo invade por algunos segundos, sin embargo, logra recomponerse. Por mi parte, recordar aquello hace que la punzada en mi pecho regrese.
—Lo siento Ben — susurra, se apoya en la mesa para quedar más cerca de mí — Sé cuanto querías ser padre y lo duro que debe ser atravesar por esto.
—Es más duro para ella Chace, se culpa todo el tiempo y dice que debo encontrar a alguien que pueda darme hijos ¿Puedes creerlo? — Respondo negando con la cabeza — A ella le ha afectado más la noticia.
—No más que a ti Ben — me dice — A ambos les duele porque sé lo mucho que ustedes desean tener hijos. — Murmura —¿Han pensado en otras soluciones? En la adopción por ejemplo.
No había cruzado por mi mente la idea de la adopción, no me preocupaba por los gastos que eso pudiera ocasionar porque tenía la economía suficiente como para costear todo el proceso.
—No sé si Caroline esté dispuesta a adoptar— Murmuro— Es una idea maravillosa, pero es un tema delicado. La noticia aún está reciente y no quiero presionarla.
—Entiendo. Deben de hablarlo entre ustedes, aún pueden convertirse en padres por medio de la adopción, existen demasiados niños en busca de un hogar Ben. —Articula —Y ustedes serían unos padres maravillosos para cualquiera de ellos.
Asiento con una pequeña sonrisa, sabía que tenía razón.
El sonido del celular de mi hermano anuncia una llamada, me incorporo tomando eso como excusa para poder dejarlo trabajar.
—No te quito más tiempo, veo que tienes demasiadas cosas por hacer —Mascullo señalando todos los papeles que se encuentran sobre su escritorio. — Nos vemos
—Adiós y sabes que para lo que necesites tu hermano favorito está aquí — dice con una sonrisa y luego toma la llamada de su celular.
Le dedico una última mirada antes de encaminarme fuera del estudio. Bajo las escaleras con algo de prisa, llevaba prácticamente todo el día fuera de casa y quería regresar, no me agradaba la idea de dejar a Caroline sola tanto tiempo.
— ¡Tío Ben! — La voz de Carlie, mi pequeña sobrina, se escucha por toda la sala así que me detengo y me volteo con una sonrisa en el rostro.
— ¡Hola mi princesa! — la recibo entre mis brazos y comienzo a darle vueltas causando la risa de la pequeña.
— ¿Dónde está tía Caroline? — cuestiona
—Debe de estar en casa — respondo.
Rachel aparece en la sala, sostiene un plato en el que supongo se encuentra la comida de mi sobrina y en pocos segundos ya ha llegado hasta donde nos encontramos.
— ¿Tan rápido acaba la visita? —Inquiere.
—Sí, Chace tiene demasiado trabajo y no he querido molestarlo por más tiempo.
—De acuerdo. —Murmura.
Una idea se cruza por mi mente, Caroline adora a Carlie, así que creo que tenerla por unas horas en la casa nos ayudará a ambos a recobrar esas energías y entusiasmo, últimamente nuestro hogar parecía estar demasiado decaído.
— ¿Puedo llevar a mi sobrina a la casa por algunas horas? — pregunto mirando a Rachel. —Prometo regresarla con el estómago lleno.
— ¿Puedo ir mami? — cuestiona Carlie en dirección a su madre y empleando ese tono que solo los niños saben usar.
— Claro que puedes cielo, solo no la regreses muy tarde Ben — Advierte —Mañana tiene que ir a la escuela,
— La tendrás en casa temprano — Prometo.
Después de que Rachel me diera las cosas de Carlie, me encamino con mi sobrina hasta el auto y la ayudo a ponerse el cinturón de seguridad.
— ¿Quieres darle una sorpresa a tía Caroline? — cuestiono y Carlie asiente emocionada con una sonrisa.
— Sii — chilla y sonrío.
— Bien. Antes tenemos que pasar a comprar unas cosas — respondo y mi pequeña sobrina asiente.
Me coloco en el asiente del copiloto aún con la sonrisa en el rostro y comienzo a conducir hacia nuestro destino.
No me gustaba ver a mi esposa decaída, así que haría cualquier cosa para verla feliz.
(...)
Al final, con un pastel en mano y varios globos flotando habíamos conseguido nuestro propósito, las risas estando en compañía de nuestra sobrina habían hecho que la tensión que comenzaba a formarse entre nosotros despareciera por completo.
—Gracias en verdad por lo de hoy —Murmura Caro con una pequeña sonrisa en el rostro, ella recuesta su cabeza sobre mi pecho y cruzo mi brazo por su espalda para atraerla más a mi cuerpo. —Tener a Carlie por unas cuantas horas fue exactamente lo que necesitaba.
—No tienes que agradecerme nada, sabes que haría lo que fuera con tal de verte feliz —Murmuro dejando un beso en su frente.
—Eres maravilloso —Susurra.
La idea de comentarle sobre la adopción no había abandonado mi mente, sabía que era demasiado pronto, sin embargo, no quería que esta situación se alargara demasiado.
—Linda, hay algo que quiero hablar contigo —Me atrevo a decir. Ella se incorpora, separándose de mi pecho para dedicarme una mirada curiosa.
— ¿Qué sucede?
—He estado pensando un poco, y creo que tal vez deberíamos comenzar a buscar otras opciones ¿No lo crees?
—Podemos seguir intentando, podemos...
—Caro, las probabilidades de que logremos tener un bebé son bajas, escuchaste al médico.
—No tienes que recordármelo —Reprocha. Cierro los ojos mientras intento encontrar las palabras adecuadas, esta conversación estaba tomando el rumbo justo que quería evitar. —¿A dónde quieres llegar con todo esto Ben?
—Solo quiero que intentes considerar la idea de la adopción —Murmuro con la esperanza de que ella me dé una respuesta afirmativa.
—No —Su rotunda negativa me deja confundido.
— ¿Por qué no? —Inquiero —Piénsalo cariño, podríamos...
—No quiero adoptar Ben —Paso las manos por mi rostro, un largo suspiro abandona mi cuerpo — Quiero un hijo propio, quiero quedar embarazada, llevarlo en mi vientre ¿Es tan difícil de entender?
— ¡No hay probabilidades que lo tengamos! ¡Por mucho que lo desees! ¿No entiendes Caroline? —No debí de haber dicho eso. Lo sé en el momento justo en el que los ojos de Caro se humedecen.
—Lo lamento yo sé que esto es difícil pero necesito que entiendas que...
—Lo entiendo Ben, no podremos tener hijos ¿Eso quieres que entienda? Pues bien, lo he hecho — Murmura incorporándose de la cama.
—Estoy cansada de llorar Ben, estoy cansada de este dolor que persiste en mi pecho y no desaparece, estoy cansada de todo esto —Ella solloza, me incorporo con rapidez para llegar a su lado y abrazarla, pero ella no me lo permite.
Hace el ademán de salir pero la retengo del brazo.
—No, no te vayas —Susurro.
—No quiero dormir en la misma cama que tú esta noche —Pronuncia, cierro los ojos con dolor mientras asiento.
—Bien, entonces me iré —Sentencio —Pero tú quédate aquí.
Asiente, sin embargo, no me mira. Tomo una de las sábanas y la almohada antes de dirigirme a la puerta.
—No fue mi intención decir eso —Insisto —Sabes que esto me duele tanto como a ti.
—No estoy lista aún —Articulo. —No estoy preparada para lo que pueda pasar.
—Algún día tendremos que estarlo —Pronuncio antes de darme la vuelta y salir de la habitación.
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¡ESTAMOS DE VUELTA!
Retomaré las actualizaciones de esta historia, una vez por semana así que ¡Estén pendientes!
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