Cuarenta. (*)
BEN.
Pasaron varias horas antes de que consiguiera sentirme bien, esperaba con ansias el momento en el que Chace despertara para poder sentirme tranquilo, no lo estaría por completo hasta entonces.
Chris, Carlie y los gemelos habían pasado la noche en nuestra casa, aprovechamos ese tiempo para pasarlo con ellos e intentar que despejaran su mente de todo lo que había pasado en las últimas horas. Aun cuando los más pequeños no tenían ni la más mínima idea de lo que estaba ocurriendo.
Sol parecía encantada con el hecho de tener compañía, se rehusaba a separarse de Chris quien también parecía contento a su lado.
Cuando todos logran dormirse es entrada la noche, nos aseguramos de encender los monitores y luego, debido al gran cansancio que teníamos encima, tanto Caroline como yo nos dormimos casi de inmediato.
A la mañana siguiente la llamada de Rachel funciona como alarma, son cerca de las ocho de la mañana cuando el celular suena. Lo tomo casi de inmediato, deslizando la pantalla para poder responder.
—Hola Rachel ¿todo bien? —cuestiono aún adormilado.
—¡Ha despertado! —grita con emoción. —Ben ¡Chace está despierto!
Me incorporo con prisa de la cama, doy algunos traspiés intentando llegar hasta el armario.
—¿De verdad? ¿Hablas en serio? —cuestiono. —Estaré ahí pronto, iremos lo más rápido que podamos. —aseguro.
Ella se despide, cuelgo la llamada mientras me apresuro a encontrar algunas prendas lo suficientemente presentables para vestir.
—¿Está todo bien? —la voz adormilada de Caroline me hace mirarla. —¿Irás al hospital?
—Así es, Chace ha despertado —informo. Una sonrisa se adueña de su rostro mientras se incorpora de la cama.
—¡Eso es maravilloso! —exclama —¿Le dirás a Chris?
—Supongo que aún duerme —murmuro —pero no quiero que termine odiándome, así que debo despertarlo —añado con una diminuta sonrisa.
—Iré a verlo —se ofrece Caroline antes de salir de la habitación. El sentimiento de agradecimiento por la recuperación de mi hermano me llenaba el pecho, quería pensar que a partir de ahora todo marcharía bien, quería convencerme de eso.
Los pasos apresurados se escuchan por el pasillo y en un par de segundos Chris aparece en la habitación.
—¿Es verdad? ¿Papá ha despertado? —cuestiona mientras me observa con esperanza.
—Lo hizo, tu madre acaba de llamarme —un grito emocionado sale de él antes de correr en mi dirección. Sus brazos me rodean y lo recibo con gusto mientras sonrío.
—¿Iremos al hospital ahora? —pregunta.
—Así es, así que cámbiate rápido. —pido. Chris asiente con frenesí antes de darse la vuelta y correr de regreso a la habitación en la que se encontraba minutos atrás.
Mi sonrisa no desaparece mientras regreso mi atención a Caroline, ella camina hasta colocarse justo frente a mí, y deja un beso sobre mis labios.
—Estoy tan feliz porque esto haya pasado —pronuncia —porque Chace haya despertado.
Coloco mis manos alrededor de su cintura para poder apegarla a mi cuerpo.
—Igual a mí me alegra muchísimo —murmuro. —¿Quieres venir al hospital? —pregunto. —Podemos hablar a mi madre para que venga y cuide de los niños.
—No —ella niega con una pequeña sonrisa. —Ve con Chris, yo puedo quedarme en casa con los pequeños. Parece que se sienten más a gusto aquí.
—Tienes razón —concuerdo.
Ella asiente, el sonido de los llantos de Luke se escucha por el monitor así que Caroline se acerca para dejar de nuevo un beso sobre mis labios antes de darse la vuelta e ir a la habitación de nuestros hijos.
Intento darme prisa, cambiándome de ropa lo más rápido que puedo. Para cuando bajo a la sala, Chris ya se encuentra ahí.
—¿Nos vamos ya? —cuestiona.
—Vamos —él me sigue hasta que llegamos al auto, él se coloca el cinturón de seguridad cuando enciendo el motor del auto y nos ponemos en marcha al hospital.
—Creí que iba a perder a papá —murmura Chris después de un tiempo de permanecer en silencio. —Yo creí que iba a quedarme solo.
—Tu padre es un hombre demasiado fuerte como para dejarse vencer —murmuro —y aunque no haya logrado recuperarse, siempre me tendrás a mi Chris, no estarás solo nunca.
—¿Tú conociste a mi mamá? —cuestiona con suavidad.
—¿A Carlie? —cuestiono mientras lo observo. Chris asiente.
—Lo hice, no tuve la fortuna de estar a su lado en su embarazo ni cuando naciste, pero la conocí cuando era novia de tu padre —confieso —era una mujer maravillosa, y tu padre la amaba mucho, tal vez aún lo hace.
—A veces me pregunto cómo hubiese sido si mamá nunca se hubiese marchado, si estuviese ahora conmigo. —murmura.
—Evidentemente todo sería diferente —aseguro —tus hermanos no estarían ahora, probablemente no vivirían aquí y tu padre no sería el hombre que es ahora.
—Tienes razón —concuerda —y no hubiésemos conocido a Rachel. —murmura mirándome.
—Exactamente, que estoy seguro es una excelente madre ¿no es cierto?
Él sonríe.
—Lo es —asegura. —Es la mejor mamá que puedo tener.
Una sonrisa se apodera de mi gesto, era más que evidente que Rachel estaba haciendo un trabajo excelente. Cuidando de Chris, de Carlie, de los gemelos y de Chace.
Y no hay nada mejor que saber que las personas a las cuales quieres, y que son importantes, están bajo el cuidado de alguien extraordinario.
(...)
Las ansias que tenía por ver a Chace eran inmensas, mientras espero en la sala del hospital no puedo dejar de rogar porque esta vez mi hermano logre salir recuperado por completo, era una esperanza que no perdía.
Me incorporo en cuanto Chris y Rachel aparecen por el pasillo, mi sobrino mantiene una sonrisa en el rostro mientras se acercan a donde me encuentro.
—Papá te espera tío —informa.
—Quiere verte —añade Rachel con una sonrisa. —Anda, ve.
Les agradezco a ambos con una sonrisa, los esquivo para poder encaminarme hacia la habitación en donde Chace se encuentra, mi corazón late a un ritmo acelerado, mientras siento la ansiedad recorrer cada parte de mi cuerpo.
Tomo un par de inhalaciones cuando me detengo en la puerta de la habitación antes de atreverme a entrar.
—Ya habías tardado —la voz de Chace me hace sonreír. Lo observo, el mantiene una sonrisa en el rostro mientras me observa. La palidez de su piel ha disminuido considerablemente, luce más animado, lo que hace que mis esperanzas se aviven.
—Rachel y Chris necesitaban su tiempo —murmuro acercándome a él. —No sabes lo feliz que me pone saber que estar bien, yo no...
—Lo sé —pronuncia. —Fue injusto de mi parte pedir que entendieran eso.
—No, para nada —murmuro tomando asiento a su costado. —debimos entenderte, por más difícil que eso pudiera llegar a ser.
—Te lo prometí —recuerda —no voy a rendirme ahora, nunca voy a hacerlo.
Extiendo una de mis manos para poder tomar la suya.
—Es bueno saber eso —respondo —Será un camino complicado, pero no estás solo hermano. Estaremos aquí.
Chace agradece con una sonrisa, permanece unos momentos más en silencio antes de volver a hablar. Y el tiempo que le sigue después a eso se resume en disfrutar a cada instante que él sigue con vida.
Caroline.
El par de semanas que siguieron luego de que Chace despertó no fueron menos complicadas, su cuerpo aún estaba débil y necesitaba algo de tiempo para poder recuperarse por completo, sin embargo, los pronósticos eran alentadores, y todos queríamos mantener viva la esperanza de que pronto Chace se libraría del cáncer.
—Había olvidado lo apuesto que luces en un traje —bromeo cuando ingreso a la habitación con Luke en brazos. Ben me observa, manteniendo una sonrisa ladeada en el rostro mientras termina de abotonarse las mangas de la camisa.
—No fue demasiado tiempo —se defiende.
—Seguramente los de la empresa se han olvidado de ti —insisto para molestarlo. —tal vez debas de llamar "jefe" a Connor ahora.
Él suelta una risotada mientras se gira hacia mí.
—Hablando sobre ese tema, estoy considerando la idea de crear una nueva empresa —pronuncia. La emoción surca su mirada en el momento en el que lo dice, y no puedo evitar que una sonrisa orgullosa se apodere de mis labios. —Quiero comenzar mi imperio —añade, sin embargo, no hay un tono arrogante en su voz, más bien es un tipo de voz soñadora.
—¿Has considerado todo? —pronuncio mientras dejo a Luke sobre el piso cuando él pide bajar de mis brazos.
—Lo he hecho, sin embargo, tal vez deba de revisar un par de cosas más antes de tomar una decisión. Pero de algo estoy seguro, quiero que Connor sea uno de los socios.
—Esa es una idea estupenda —murmuro.
—¿Lo crees? —pregunta.
—Claro que sí, es tu mejor amigo, y te ha apoyado en todo sin la intensión de aprovecharse de eso —articulo tomando una de sus manos. —Yo creo que es la mejor persona en la que puedes confiar para hacer esto.
—Yo también lo creo —concuerda —es un hombre excelente y por mucho el mejor amigo que pude conocer. —añade con una ligera sonrisa.
Se inclina hacia mí para depositar un beso rápido en mis labios antes de tomar a Luke y dejar un sonoro beso en una de sus mejillas.
—Ahora tengo que irme, no quiero llegar tarde. —pronuncia. —Iré a despedirme de Sol. Nos vemos luego cariño.
Le dedico un ademán de adiós, cuando él sale de la habitación, tomo en brazos nuevamente a mi pequeño.
—Tú padre es un hombre maravilloso ¿no lo crees? —cuestiono —espero que seas como él cuando crezcas, que seas tan increíble y extraordinario. No sabes cómo deseo que tu hermana y tú hereden su fortaleza —continúo.
Luke se abraza a mi cuello, haciéndome reír y un par de minutos más tarde, Sol ingresa también a la habitación.
—¡Mamá! —chilla mientras corre en mi dirección y tengo que sentarme al borde de la cama para poder recibirla en brazos y no terminar soltando a alguno de los dos.
—Hola mi amor —murmuro, ella se acomoda en mi regazo antes de intentar abrazarme después.
Nunca pensé que podría conseguir esto, no creo haber obtenido algo que siempre desee.
Nunca me consideré tan afortunada como para que mi más grande sueño se hiciera realidad.
Lo que más desee, ahora estaban frente a mí, rodeándome con sus pequeños brazos y diciendo una y otra vez la palabra "mamá".
Y nada el mundo, ni siquiera el más grande tesoro, podía compararse con eso.
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¡El epílogo cada vez está más cerca!
¡Que emoción!
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