-Punto de Vista de _____-

Me levanté dejando que los rayos del sol alumbraran la habitación. Me dirigí hacia la cocina y fui directa a la cafetera de la encimera, para dejar que empezara a hacer café recién hecho. Mientras me fui al armario a ver que me iba a poner aquella mañana, algo cómodo, por supuesto.

El café se podía oler a metros y fui vestida a la cocina, el maquillaje ni me hacia falta, ya que no tenía ganas de nada en aquellos momentos. Encendí la televisión, la noticia que atormentaba mi vida era la comidilla de todos aquel día.

Presentadora: sabemos de ciencia cierta, que la señorita ______ Carrasco, novia del actor Jensen Ackles ha vuelto a la ciudad de Vancouver, ayer mismo. Espero que la reciente noticia que acabara sabiendo no afecte a su relación, y volvemos con George Watson en las noticias deportivas- y dio paso aún hombre de mediana edad, moreno y ojos oscuros.

Apague la televisión y baje con la cazadora azul y mis gafas, para después irme con el coche a los estudios, como siempre los periodistas buscaban noticias frescas para aumentar su bolsillo. 

¿Que podía hacer en esos momentos?, necesitaba irme pero no podía hacer eso. Volverme a ir en ese momento no era bueno para la serie. El letrero de letras rojas me daba la bienvenida a los estudios, todos me saludaban. Sabían lo que estaba pasando.

Acabe por bajarme del coche, vi a los chicos.El nerviosismo de Jensen se apreciaba a kilómetros. Solo le hice un gesto con la cabeza y entre a maquillaje. No tenía muchas ganas de hablar ahora. Entre en la caravana. Me quite las gafas de sol. Me senté.

Mientras me maquillaban podía oler de todos aquellos cosmeticos, que harían que echara el desayuno de aquella mañana. Resistí bastante, todavía era muy pronto, no era el momento. Misha me dió dos besos ya que había entrado. Se sentó a mi lado. Después de una media hora terminaron conmigo.

Misha: debemos de salir, tenemos que preparar las escenas – salimos pero sentí un mareo recorrerme la cabeza, Misha me ayudo antes de que me cayera. Todos lo habían visto.

 Jensen como Jared fueron a mi rescate, pude percibir en el aire el nerviosismo y el miedo.

Jared: ¿Que tal en tu viaje? - me puse de puntillas para abrazarlo.

_______: pues bien la verdad.Me han ocurrido bastantes cosas - nadie sabía de mi embarazo. Un embarazo que deseaba con todas mis ganas.

Jensen: hola princesa - me cogió de las mejillas y me beso. Estaba tan rota por dentro.

_______: hola cariño, ¿que tal al final las vacaciones? Debieron de ser interesante. He sabido de vuestras aventuras por la televisión - les sonreí.

Jensen: pues nada interesante la verdad - estaba nervioso, se rasco la nuca. Eric con los guiones vino hacia nosotros.

Eric: _______, ¿es verdad? ¿ vas a embarazar a Alex?- los chicos miraron sus respectivos guiones.

______: si lo haré, así que en esas escenas o no estaré o estaré con el personaje de Bobby – todos menos Misha, se miraron entre ellos.

Pasaron los días, los mareos y los arranques de furia fueron apareciendo los primeros días, hacían que cualquiera que estuviese a mí alrededor se asustara.

Me encontraba en los estudios cuando Jensen junto con Jared ,se acercaron a mí, tenía los nervios a flor de piel.

Jensen: _____ mi padre quería hacer una barbacoa y me ha dicho que os invitara - no le dije nada solo asentí.

_______:  ¿cuando es? – le pregunte mirándole, ¿porque tuve que hacerlo? sus ojos verdosos me miraban penetrante y sus pecas, dios como extrañaba esas pecas seguían donde las deje antes de que Dannel me lo quitara otra vez. Hace días anteriores corte con él. Con un mensaje corto y sencillo. Estaba sentada en el sofá, cuando lo hice. Después miles de llamadas tanto de Jensen como de Jared, llenaron mi móvil. No quería saber de ellos aquel funesto día. 

Las ganas de llorar me vinieron de repente pero pude retenerlas a tiempo y le pude encarar.

Jensen: dentro de un par de días – nos miro a los dos, y solo pude coger la mano de Misha y dirigirme hacia los estudios donde grabábamos.

Pasaron aquellos dos días fatídicos muy rápido. Me encontraba tumbada en el sofá, había podido dormir algo en toda esa noche. Toque lentamente la superficie de la mesa y note un bote de pastillas para dormir, hay estaba mi salvación.

Me levante lentamente del sofá, mi móvil empezó a sonar y no tuve otra opción que cogerlo.

Mi amiga Vicky se encontraba en la otra línea.

Vicky: ____, ¿que tal estas?– no paraba de hablarme y sentía que mi cabeza iba a estallar.

_____: Vicky cállate un poco, estoy bien y el bebe también – iba para la cocina, me prepare una taza de café bien cargado y empecé a desayunar. Vicky me hablaba y yo la contestaba, hasta que me despedí de ella con un beso.

Fui al baño, eche las pastillas por el retrete no me habían sentado bien.  Me toque el vientre que había agrandado un poco.

Me mire al espejo, llevaba mi pelo revuelto en un moño con una camisa de tirantes y unos pantalones de chándal. Mis ojos se encontraban rojos de tanto llorar, me lave la cara y me cepille los dientes. Tenia energía para todo el día, solo debía de ducharme y vestirme ya que había echo la maleta el día anterior.

Por no querer escuchar las noticias, en la encimera de la cocina había una pequeña radio negra, la encendí. Y me la lleve al baño, cuando acabe de ducharme se oía una bonita canción llamada ''Here I am'', cogí una toalla del armario para mi cuerpo. Otra para mi pelo. Me duche.

Fui vistiéndome, note el agarre de unos brazos en mi cuello notaba ese perfume, me gire y no había nadie.

Solo un vacío muy grande. Solo un mero recuerdo.

Cerré mi piso, y baje por el ascensor solo llevaba una bolsa de viaje con algunas cosas para la ocasión.

En la entrada, se encontraba un Jeep Rubicon color rojo. Me coloque las gafas de sol, Misha estaba en el asiento del conductor.

______: miedo me das Misha - le sonreí y me metí en el coche.

Misha: que pasa preciosa ¿te da miedo?- me pregunto tentándome.

Con una sonrisa en mi cara fuimos para Dallas, Texas.

El camino fue largo, el sol nos daba en la cara y la música roquera que Misha tenía puesta me alegraba el viaje. Bajábamos en gasolineras que conocíamos al pie de la letra. Algunos clientes nos paraban para firmar autógrafos y hacernos fotos con ellos.

Cuando llegamos a la ciudad de Dallas, el día había pasado rápido oscureciendo el cielo. Dirigimos el coche hacia las afueras con el papel en la mano nos dirigimos hacia nuestro destino.

La casa seguía igual de bonita. Las vallas seguían igual de blancas. Pero en el interior de aquella casa había tenido familia parte de la familia de Jensen.

Misha: no te pongas triste_____, seguro que si su madre supiera que estas embarazada le daría algo, eso seguro – sonreí ante su broma y bajamos.

Antes de entrar, decidimos dar una vuelta por el establo. El sonido de los relinchos de los caballos se oía a metros de distancia y eso me encanto.

Quería buscar el caballo que me habían dejado el primer día que vine a esa casa. De pronto le vi era un hombre de fuertes brazos con camisa a cuadros color azul, con la piel bronceada y el pelo castaño. El sudor recorría su cara, era yo o estaba a punto de babear. Cuando se acerco vi que sus ojos eran verdes.

Le sonreí pícaramente como una adolescente y me dio el caballo, me di la vuelta y le mire su perfecto culo. Y más que perfecto.

Misha: deja de mirarle como una adolescente sin neuronas- puso su mano delante de mis ojos.
______: creo que las acabo de perder de un momento a otro, bueno vamos a montar.

Misha: recuerda que estas embarazada-gritó.

_______: creo que los del otro lado no te han oído, ¿te doy un megáfono para que lo digas? – no podía dejar de ver en mi cabeza esos ojos verdes, y dicho eso nos montamos en el caballo. Misha se agarro a mi cintura y fuimos cabalgando por la llanura.

Desde una ventana, Jensen se apoyo en el marco de la ventana, viendo todo. Como ese hombre comía con los ojos a la mujer que había dejado escapar y de cómo esta no le hacía ningún rechazo. El ataque de los celos le recomía por dentro.

Unos pequeños brazos le abrazaron por la cintura, ese aroma no era el de su princesa, quería que aquella cabellera rojiza se volviera castaña. Sabía que la había vuelto a cagar pero esta vez no se si su princesa iba a perdonarle.