una cosa rápida, d tanto q dejé abandonada la historia olvidé por completo q jk tenía a tzuyu d hermana. JAJSJSJSJJSJAJDJAJ
vamos a fingir demencia y hacer cmo q tzuyu nunca fue parte de la familia pq m gustó más el jk siendo hijo único.

para los q adaptan la historia, avisados q ahora la hermana d jk va a ser una amiga casual q aparece una sola vez. ya modifiqué el  cap d compras y el d desconfianza.
_____________________________________________

el cansado castaño se dirigió a su salón, desvelado pero siempre puntual.
tenía una inexplicable sensación en su corazón desde ayer, domingo.
eso lo tuvo inquieto toda la noche y casi no pudo dormir.

—¡tae! — escuchó a su amigo hoseok — ¡taeee!

el, ahora pelirojo, llego casi derrapando al lado del castaño. eran amigos desde los 10, gracias a hoseok no estuvo tan triste.

—¿qué pasa, hobi? — preguntó con calma, viendo a su amigo que era lo contrario a él, dando pequeños saltitos de pie en pie.

—¡hay un chico nuevo uniéndose a la clase!

el corazón de tae dió un vuelco. ¿sería posible...?

—¿e... en serio? — dijo, ignorando su pulso haciéndose más rápido.

—¡sííí, yo lo ví en la sala de profesores!

y antes de que pudieran seguir con su emoción, el profesor hizo presencia.

—buenos días, alumnos — fisgoneó apenas una cabellera pelinegra detrás del adulto — tenemos un nuevo compañero. presentate.

el chico finalmente se dejó ver, y...

—buenos días — hizo una reverencia —, mi nombre es min yoongi.

... no era la persona que esperaba.

—bueno... — prosiguió el profe, al ver que el chico no tenía muchas ganas de presentarse — bienvenido. sean amables con él, muchachos.

—¡que guapo esss! — le susurró su amigo, apretando su brazo.

—sí, supongo... — dijo sin mirarlo. ¿por qué su corazón dolía por algo que sabía que era imposible.

sus manos picaron por mensajearle a jungkook, pero llevaba un buen tiempo sin siquiera responder sus viejos mensajes.

—¿crees que tenga una oportunidad?

—¿mhm? — salió de sus pensamientos — ¡hoseok!

al final el pelirojo se las arregló para que el chico nuevo se juntara con ellos, a tae no le importaba mucho, él simplemente observaba de reojo a su amigo y sus pupilas de corazón cada que miraba a yoongi.

era muy enamoradizo su amigo, sin embargo, nunca lo correspondían. esperaba que no se deprimiera pronto, no podría consolarlo si estaba igual de triste.

con su mirada perdida -no estaba perdida en realidad, miraba el hangul en el pizarrón, fingiendo que no pensaba en alguien específico- escuchaba a los otros dos, más a hoseok sinceramente, hablando sobre sus gustos e intereses.

—¡¿cómo puedes ver películas de terror en la madrugada?! — el pelinegro alzó los hombros desinteresadamente.

—no tiene sentido ver algo de miedo durante el día, pierde todo el propósito.

—waoo, realmente eres un temerario, ¿eh? — yoongi sonrío con burla. tae casi que podía ver el corazón de su amigo brincoteando por todas partes por la emoción de hacer sonreír a aquel misterioso chico.

finalmente se hizo la hora de almorzar, el trío no perdió tiempo y en seguida se fugaron del salón al escuchar la campana. como de costumbre, fueron hacia el patio. era mucho más agradable traer su propia comida y comer al aire libre sin tanto ruido y amontonamiento.

—¿no van a cafetería? — los seguía un poco desubicado el nuevo integrante.

—nah, es mucho mejor comer acá — vió las manos vacías del azabache —. ¡no te preocupes, yo te comparto de mi comida!

tae sonrió de lado, ay su amigo, su tan obvio amigo. los iba observando de reojo, quizás y funcionarían. eran tan diferentes que eran complementos perfectos.

se adelantó un poco para ir ganando su lugar. siempre-

—¿eh? — se detuvo.

—¿tae? — hoseok se detuvo a su lado, viendo a su inmóvil amigo. parecía perturbado... no, más bien incrédulo —. ¿estás bien?

—¿qué sucede? — la curiosidad también le ganó al ojirasgado. 

el castaño no lo podía creer. se frotó los ojos, olvidando por completo que en ellas sostenía su comida que ahora permanecía revuelta en el piso. no podía ser cierto. su corazón comenzó a acelerarse, iba tan rápido que sentía su pecho doler y calentarse.

dió un paso dudoso, lento, un poco tambaleante. los preocupados ojos del pelirrojo cuidando que no se fuera a caer. avanzó otro paso más, no era consciente de nada más a su alrededor, ni la fría brisa que sonrojaba su nariz, ni sus brazos dormidos, ni su cerebro en shock. solo sentía su corazón latir, tan fuerte, casi sentía que se le iba a perforar el pecho.

—tae...— la preocupación de su amigo era cada vez más. ¿qué tanto miraba su amigo? ni siquiera parpadeaba.

un segundo, y dos mundos se detuvieron.

jungkook miró con asombro al castaño que tanto había añorado. sus ojos se cruzaron y se sostuvieron la mirada. ninguno de los dos se movió, tampoco respiró.

taehyung suspiró casi sin aliento. a la mierda, pensó. ya no contendría sus impulsos. ni sus verdaderos sentimientos.

lo que eran pasos lentos e inseguros se volvieron firmes, rápidos. corría sin percatarse de las lágrimas bajando por su mejilla. ¿eran de emoción... frustración... enojo? no lo sabía, solo quería una sola cosa.

—¡tae!— jungkook también comenzó a ir hacia él, rápido pero tambaleante. sus emociones eran tan fuertes que le provocaban vértigo —. ¡taetae!

como si fuera cámara lenta, observó al castaño saltar con los brazos bien abiertos hacia él, sintió el cálido abrazo, sus piernas rodeando con fuerza su cintura. tropezó un por el fuerte impacto pero milagrosamente pudo sostenerse en pie. sostenía al hermoso chico por su pierna y cintura, aunque tae lo apretaba tan desesperadamente con sus extremidades que no necesitaba ningún otro apoyo.

—tae... — sintió las piernas deslizarse hasta tocar el piso, los brazos aún en su lugar en un abrazo inquebrantable. taehyung no decía nada, estaba bastante conmovido, llorando en el hombro del contrario. jungkook sumergió su nariz en la suave cabellera, aún tenía ese olor a manzanilla que adoraba.

—¿por qué dejaste de hablarme? — jungkook apretó la cintura de tae, comenzando a acariciarla lentamente mientras se relajaba.

—perdóname, taetae... — intentó buscar una explicación que no sonara tan estúpido—. yo... yo solo-ah. 

sintió al contrario removerse en sus brazos, viendo sus lindos, ahora hinchados y húmedos, ojos. y la verdad salió de su boca sin quererlo.

—era muy doloroso no poder verte... creí que- —una de sus manos fue a parar a su cabello- creí que si dejaba de hablarte el dolor de la melancolía desaparecería. pero nunca pude olvidarte, tae. no quería olvidarte.

las cálidas manos del castañó sostuvieron sus mojadas mejillas. ¿cuándo había comenzado a llorar?

—perdóname, tae. 

—pensé que ya no querías saber nada de mí...

—no, tae, nunca pensé eso — besó con delicadeza su frente.

taehyung alzó la mirada, su nariz rozando la de jungkook, sintiendo su respiración. su corazón volvió a dar un vuelco, su estómago apretándose, como si una colonia de mariposas hubieran emprendido vuelo hacia el sur.

se separó cautelosamente, sonriéndo aliviado. por fin estaba de nuevo con jungkook, por fin su angustia y tristeza se desvanecerían.

—¿nos vamos o...?— escuchó a yoongi susurrarle a su amigo.

—¡no! aún no sé si debo golpéarlo o no... — jungkook sintió la filosa mirada del pelirrojo, mirando a taehyung por ayuda. este rió.

—estoy bien, hobi... — se limpió las lágrimas, volteando a ver a su amigo —. ¿recuerdas al chico del que te hablaba?

—¡ah! ¡con el que te besabas de niño! 

—¡hoseok! — jungkook se sonrojó junto con el castaño. 

—ahm, hola, soy jeon jungkook— hizo una reverencia.

—soy hoseok, el mejor amigo de tae — se acercó al pelinegro, dándole un inesperado golpe en la panza —. ¡¿sabes cuántas veces taetae lloró por ti?!

—¡HOSEOK! 

「. . . 」

Jungkook iba de regreso a su casa, feliz de haber visto al castaño. su corazón aún latía con fuerza al recordar el fuerte abrazo de taehyung, sus cuerpos juntos, y su boca rojiza que estuvo tan cerca de sus labios. el solo recuerdo hacía sus labios hormiguear de anticipación. 

aunque no era nada comparado al calor de su mejilla. taehyung se había despedido de él con un fugaz beso en la mejilla. bueno, ni siquiera había sido intencional, simplemente tae se acercó para decirle adiós y él volteó muy rápido y quizás más cerca de lo que debía. pero aún así su corazón se emocionaba.

sacó las llaves para entrar a su hogar, quitándose los zapatos con prisa para correr a la cocina.

—¡¿por qué no me dijeron?! — sus madres dieron un brinco en su asiento.

—¿sorpresa...?

_______________________________

qioboo.
disculpen la demora bellas. ):
d por sí la carrera d software es pesada imagínense si nisiquiera les gusta. m ha estado consumiendo el estrés por dos materias tanto q incluso tuve vértigo por una semana.

ya solo quedan dos capítulos más para terminar el fic. trataré de sacarlos antes de abril.

las amooo, gracias por seguir conmigo. ❤❤❤❤

—garum
con g de ayuda m qro dar d baja pero d la vida