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𝒞𝒶𝓅𝒾𝓉𝓊𝓁𝑜 𝒳𝒳𝒳𝒱𝐼

Este capítulo es corto, bueno, 2217 palabras es corto para mí jeje, pero es necesario :)



Capítulo 36: Hilo Rojo

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Toqué múltiples veces la puerta de la casa de (M/A). —¡¡¡(M/A), TRAE TU GORDO TRASERO AQUÍ Y AYÚDAME A COMPONER MI VIDA AMOROSA!!!— Grité.

Mi amiga abrió la puerta lentamente. —Pinche loca, es de madrugada ¿y te atreves a venir a las 5 a fastidiar? Debes tener los ovarios bien puestos— me fulminó con la mirada.

—Chat y yo terminamos— dije con seriedad.

Su rostro cayó inmediatamente y me jaló a la fuerza dentro de su casa. Yo me dejé llevar. Ella me dio (bebida caliente favorita) y un par de malvaviscos en la bebida. Ella se hizo una taza de café con leche condensada.

—¿Cómo que terminaron?— Apresuró con tristeza.

Le conté todo lo que había sucedido, nuestro conflicto, Chat Blanc y mi decisión definitiva a no dejarlo ir.

—Básicamente, me estás pidiendo ayuda— recostó su espalda en el asiento de la silla.

—Sí. Yo sé que todavía me quiere, es obvio. No soy ciega como ellos o como Phineas hacia Isabella— rodé los ojos.

—¿Y cómo Luka está metido en todo esto?— Alzó una ceja, curiosa.

—Fue en parte la causa de los celos de Adrien y quien me dio ánimos cuando él me dijo eso de Kagami— expliqué dándole un sorbo a mi bebida.

—¿Y todo inició solo porque ustedes 2 querían ir a patinar?— Preguntó sin poder creerlo.

—¡Sí! O sea, what the f*ck?— Hice un gesto con mis brazos para resaltar mis palabras.

—Bien, exactamente en una semana iremos y estarás en una relación con él antes de que puedas decir "(M/A) baila muy sexy frente al espejo y tú no lo negarás"— proclamó orgullosa.

—...— Me le quedé viendo con los ojos entrecerrados. —Sip, ella escapó del área 51— me dije a mí misma.

—Por cierto, ¿Qué excusa les dijiste a Alya y Nathaniel para que te dejaran venir aquí durante una semana?— Me vio mientras bebía su café.

Abrí los ojos como platos. —Eh-


...


—¡¿QUÉ DEMONIOS FUE LO QUE TE DIJE?!— Una Alya salvaje me estaba sacudiendo brutalmente.

—Perdón— murmuré.

—¡Eso no ayudará!— Me regañó.

—¡Es mi trabajo el regañarla por haberse ido sin más!— Nathaniel exclamó, sorprendiendo al público que atrajimos.

—Por favor Alya, déjala descansar. Estoy segura que tuvo una emergencia— Marinette trató de convencer a la oji avellana.

—F por ______— (M/A) negó viendo desinteresada la escena.

Por fin me dejó ponerme de pie. —Te dije que no nos dejaras sin avisar, nos preocupaste. ¡En especial cada que te vas tu casa desaparece o-o-o no la encontramos!— La chica de lentes alzó la voz.

—Lo siento, prometo no hacerlo otra vez. Es que lo necesitaba— dije con timidez.

—No nos preocupes así de nuevo— comentó Adrien, cruzado de brazos.

Asentí y Nath me sacó de la escena incómoda jalándome de una oreja. —Ow, ¡ow! ¡OW!— Me quejé.

—¿Qué planeas esta vez? Hola por cierto (M/A)— saludó a la peli___ quien nos siguió de cerca.

—Tomatito— :3 lo abrazó.

—Lo que te dije Nath— sonreí sobándome mi oreja. —Voy a recuperar a Chat y traje a (M/A) para que me ayude— chocamos los cinco.

—¿Y no quieres mi ayuda?— Se señaló levemente dolido.

—Es que ella sabe la identidad secreta de Chat, no tendré posibilidades si tiene sus poderes, escaparía fácilmente— puse una mano en su hombro para reconfortarlo. —Ya me ayudaste bastante con ayudarme a recordar mi camino ninja— sonreí.

—Ja, re otaku, chavona— (M/A) soltó una risa.

—Está bien. Cuéntame si algo pasa. Vamos, hay que regresar a la escuela— hizo un gesto.

—Uy, no creo poder llevar a (M/A) conmigo esta vez— comenté preocupada.

—Serena morena, yo estaré re trancas paseando por París— fangirleó a la idea de eso. —¡Ahí se ven!— Se fue corriendo.

—Problema resuelto— froté las palmas de mis manos para simular que quitaba el polvo de estas.

—¿Estudiaste para la prueba de hoy?— Preguntó el pelirrojo.

Mi cara se tornó en una depresiva. —Y uno nuevo inicia...— Me facepalmeé.


...


Cuando salí de clases, llamé a (M/A) por celular; sin embargo me dijo que se había perdido, en realidad no fue así porque la encontré 5 calles adelante de mi casa. La arrastré hacia mi cuarto y después de precalentar el almuerzo y satisfacer nuestro hoyo negro por estómago, nos pusimos manos a la obra.

—Muy bien, este es el plan— extendí un plano.

—¿Tu intención era verte cool o tonta? Este es un póster de HunterxHunter— señaló al gran cartel.

—Ups, se lo tenía que devolver a otra amiga, jeje, sorry— dije apenada y me llevé rápidamente el póster. —Bueno, el plan es ¡secuestrarlo!— Sonreí de oreja a oreja.

Mi cómplice rió malvadamente. —Perfecto. ¿Y después?

—No lo sé, no creí que aceptarías— rasqué mi cabeza sudando frío.

Mi amiga se cayó estilo anime y se recompuso rápidamente. —¡Ay, pero cómo eres idiota!— Me dio un zape.

—Es que no me tienen paciencia— le regresé el golpe e inmediatamente me puse seria. —Mira, hoy tendrá clase de esgrima, iremos a escondidas a la escuela cuando termine su clase, lo meteremos en este saco de papas y hablaré con Kagami para que nos cubra por si alguien nos ve ¿entendido?

—Sí jefa— saludó como soldado. —Solo tengo una duda, ¿cómo lo llevaremos? ¿Y qué pasa si Kagami no acepta ayudarnos?

—Llevaremos el costal en una mochila, la cual tú llevarás y yo llevaré a Adrien. Es más liviano de lo que parece— solté una risita sin querer. —Y por Kagami no te preocupes, me dará una mano.

Salimos camino a la clase de esgrima tratando de actuar lo más normal posible. Nos asomamos y esperamos a que el profesor no estuviera alrededor.

—Psst, ¡psst Kagami!— Llamé a la asiática, quien se quitó el casco para descansar de su lucha previa.

—¿______?— Miró alrededor y se acercó trotando. —¿Qué haces aquí?

—Necesito secuestrar a Adrien— fui directo al grano.

—¿Perdón?— Me vio confundida. —Y am...— Miró a (M/A).

—Ella es (M/A)— señalé a mi mejor amiga. —Esta chica tiene una tremenda puntería, es shinobi— me referí a la azabache con una sonrisa.

—Un placer— la peli___ la saludó con la mano.

—En fin, Adrien se rehúsa a hablar conmigo, pero en serio quiero arreglar las cosas. Y quería pedirte si nos podías cubrir por si alguien pregunta— jugué con mis dedos, nerviosa.

—Por supuesto— me sonrió.

—¡¿De verdad?!— Se me iluminó el rostro. Cuando ella asintió, me lancé a abrazarla. —¡Arigatō, te debo una!— Corrí a buscar un lugar para esconderme.

—Eeh... ¡Feliz de conocerte!— Exclamó (M/A) y corrió detrás de mí.

Después de unos minutos que parecieron una eternidad, Adrien apareció, caminando a paso tranquilo. Nos aseguramos por tercera vez que nadie viera, agarré el saco y metí al oji verde dentro de este.

—¡¿Qu-?! ¡¿QUÉ SUCEDE?!— Gritó sorprendido, tratando de librarse del saco.

—Agreste, esto es un secuestro, tienes derecho a permanecer callado, todo lo que digas se usará en tu contra— advertí con seriedad.

—Creo que así no era— (M/A) opinó.

—Pela. Ahora, ¡a la m*erda, corre!— Puse a Adrien sobre mi hombro y salí disparada fuera del colegio.

—¡Si seguimos así la gente sospechará del secuestro!— Mi amiga corrió detrás de mí.

—¡Por eso continua corriendo!— Aumenté la velocidad.

—¿Era necesario secuestrarme?— Escuché a Adrien quejarse y moverse un poco.

—Cállese o si no lo amordazo— amenacé para que no gritara.

—¿Y si mejor lo callas a besos?— La oji___ me dio unos golpecitos con el codo mientras ponía una cara pícara.

—Sigue así y te voy a amordazar a ti también— entrecerré los ojos.

Soltó un suspiro muy dramático. —¡Perdiste la cordura desde que comenzamos a poner en práctica el plan!— Dijo mi amiga, levemente preocupada por mi conducta.

—Desde siempre no tuve cordura ahora ¡cáshate y corre!— Le lancé las llaves de mi casa para que abriera la puerta.

Puse a Adrien en mi silla giratoria y le saqué el saco.

—¡______!— Exclamó molesto y extrañado.

—Alta referencia al Yandere Simulator— comentó mi cómplice.

—Mira, deja de hincharme los ovarios que no estoy para jutsus raros ni quilombos— la fulminé con la mirada.

—Estás en tus días ¿o qué?— Salió corriendo espantada de la habitación.

—¿Por qué me trajiste de esta forma?— Cuestionó el rubio. Plagg voló hacia mí.

—¿Qué rayos?— Me susurró el kwami.

—Tranquilo— asentí en su dirección y regresé a ver a mi ex.

—Wey, tú me obligaste a esto— me crucé de brazos.

—¿Cómo? ¿Esta es tu manera de convencerme a volver contigo?— Alzó una ceja.

—Así está el asunto— me senté en sus piernas y rodeé su cuello con un brazo. Él a la vez se sonrojó como tomate. —Yo soy una fan de Miraculous— me señalé con mi mano libre. —Y tú eres mi husbando— toqué su nariz delicadamente. —No te dejaré escapar tan fácilmente y menos después de convencerme de ser egoísta en ese aspecto— le acaricié el hombro y el antebrazo.

—... Pero... ¿Y si volvemos a pelear?— Me miró preocupado.

—Gatito, en toda relación hay peleas. Pero también se debe tener paciencia para arreglarlas— tomé sus dos manos y nos pusimos de pie.

Sonrió con una expresión nostálgica. —Yo... Desde que te conocí, creí que eras el otro extremo de mi hilo rojo— habló entre lágrimas. No pude contener las mías. —Y ahora puedo volver a confirmar que sí lo eres.

Ahogué un sollozo y sonreí temblorosamente. —Sí— asentí.

—Perdóname— dijimos al unísono y nos abrazamos con fuerza.

—Al fin— oí suspirar a Plagg con alivio.

Soltamos unas risitas y finalmente sucedió el momento más esperado por toda Latinoamérica unida, juntamos nuestros labios y nos quedamos así por un buen rato. Después de un par de besos más, juntamos nuestras frentes; sin embargo, el sonido de una soda nos interrumpió y ambos volteamos lentamente a la fuente del ruido.

Ahí estaba (M/A) bebiendo una coca cola con pajilla, viéndonos atentamente. —Oh, no se detengan por mí, continúen— nos animó con un gesto y siguió bebiendo.

—¿Por qué seguimos siendo amigas? Es lo que siempre me pregunto— me separé del oji verde y puse mis manos en mi cintura.

—Siempre saco tu c*lo de los problemas— se encogió de hombros

—¿Qué no es al revés?— Fruncí el ceño.

—Tranquila belleza, podemos salir todos a algún lugar— Adrien opinó para calmarnos.

—¿Y hacerme quedar como la tercera rueda? No gracias— mi amiga nos empujó a Adrien y a mí fuera de la casa y cerró la puerta en nuestra cara.

—Me sacaron de mi propia casa— hablé con incredulidad.

—Que bueno que se quedó, el papel de tercera rueda es mío— comentó Plagg quien salió de mi cabello. (¿Cuándo se metió en mi pelo?) Me pregunté.

—Eso se puede arreglar. ¡Plagg, las garras!— Cuando terminó su secuencia de transformación, me ofreció su mano. —¿Puedo princesa?— Sonrió de lado.

—Me ofendería si no lo hicieras— imité su expresión y la tomé.

Él pasó mi brazo por detrás de su cuello, dejándolo ahí y me tomó de la espalda y por debajo de las rodillas para cargarme estilo princesa. Comenzó a saltar de techo en techo, yo recosté mi cabeza en su hombro.

—Te extrañé mucho— susurré cerrando los ojos, finalmente me sentía completa nuevamente.

—No tienes idea— murmuró de vuelta. Llegamos a la punta de la Torre Eiffel justo al atardecer. Me ayudó a ponerme de pie y corrí al barandal para ver la vista preciosa que era iluminada por los débiles rayos de sol. —No sabes las ganas tremendas que tenía de hablarte— llegó a mi lado y recostó la espalda en el barandal. —Pero no sabía si era correcto. Aún así, gracias por tomarte la molestia de secuestrarme— remarcó lo último con diversión.

—¿De nada? Supongo. La verdad mi plan tenia varios agujeros. Tú podías haberte transformado e irte por el balcón cuando quisieras— lo miré.

—No quería— bajó la mirada, ruborizado.

Sonreí. —Mh— regresé a ver a la ciudad. —¿Sabes? Lo que más lamento es no haberte visto modelar en la Semana de la moda— me deprimí. —Estabas re buen- ¡digo re guapo!— Corregí nerviosa y sonrojada.

—Gracias, y en ese caso, puedo modelarte todo lo que quieras cuando quieras— sonrió coqueto, dándome un leve empujón de lado.

Salté de la emoción. —¡¿Tipo Ken en Toy Story 3?! ¡YA RUGISTE MI TIGRE!— Exclamé y me lancé a besarlo. Claro que me regresó el beso, podía sentir la sonrisa en sus labios.

Al separarme para respirar, comenté. —Ya que me regresaste los besos, eso quiere decir que eres mi novio otra vez— sonreí mostrando los dientes y cerrando los ojos.

—No voy a argumentar nada ante esa lógica— me besó otra vez.


...


Pasaron dos semanas tranquilas, todo regresó a la normalidad. Mi amiga (M/A) regresó a (Tu país) en el mundo real, contenta de que me pudo bancar en la situación difícil que pasé. Adrien y yo ya nos hablábamos como antes en la escuela. Nath estaba feliz por mí ya que yo siempre ando sonriendo. Le conté también a Marinette de las buenas nuevas y me abrazó, contenta de que Chat y yo estuviésemos juntos de nuevo.

No obstante... en ciertas ocasiones pensaba en lo que me dijo la voz misteriosa. Ya no la he oído.


Continuará...

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