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Capítulo 35: Mi Camino Ninja (La Batalla de las Reinas Parte 3)

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Ya pasó una semana desde el incidente de Queen Bee. Mari y yo estábamos hablando por celular.

—Me alegra que no te fueras a Nueva York— hablé con la azabache por teléfono.

—Sí, todo lo que amo está aquí— contestó.

—Ay gracias— dije con un tono presumido. —Pero ya sabes que no homo— tapé el celular y me reí silenciosamente.

—______— me regañó. Estallé en risas. —Ok, esta vez dejo pasar la bromita.

—Además, ¿qué haría esta ciudad sin ti, Bob esponja? Digo- ¿qué haría esta ciudad sin Ladybug?

—Todo estaría bien porque te pediría ser la nueva Ladybug.

Me shockeó su comentario. —Marinette...— Cerré los ojos, con un semblante serio. —Ladybug solo hay una, tú. Nadie podría adaptarse al cambio si ocurre de un día para otro.

—Tranquila, seguiré siendo Ladybug. Me encanta y me he encariñado con Tikki— me aseguró.

—Más te vale Motitas- — de pronto el timbre de mi casa sonó. —Debo irme, alguien toca la puerta.

—Está bien, te veo el lunes. Ya quiero saber de quién hablarás.

—Lo mismo, nos re vimo' en Disney— colgué.

Fui hacia la puerta ya que mi mamá estaba de compras.

—No hay nadie, lárguese— me recosté en la puerta cruzada de brazos.

—¿Qué dices ______? Sé que estás ahí. Y no me vengas con esa excusa de que es una contestadora porque ya lo usaste— escuché decir a Nath.

Le abrí con una sonrisa. —Hola tomate, era una broma. Entra— le hice un gesto con mi cabeza.

—Gracias— fue directo a mi cocina por un vaso de agua.

—Llévate el refrigerador también— hablé sarcásticamente rodando los ojos.

—¿Lista con tu exposición de mañana? ¿De quién vas a hablar en la clase de la señorita Bustier?— Preguntó pasándome la botella de mi té frío casi terminado.

—Sip, hablaré de Napoleón— le di un sorbo a mi bebida.

—¿No es muy cliché?— Alzó una ceja, inseguro.

—No como yo lo voy a presentar— sonreí de lado. Ambos fuimos a mi habitación.

—¿Y ya? ¿No me preguntarás de quién hablaré?— Me vio divertido.

—Sorpréndeme en clase.

Nos sentamos a ver "Zootopia" de nuevo.

—Me trae recuerdos— lo oí susurrar.

—Lo mismo digo— le lancé una sonrisa cómplice.

A mitad de la peli preguntó. —... ¿Cómo te sientes?

—Pues... ¿Si te soy honesta? No muy bien. He investigado sobre qué hacer para superar tu pasada relación, pero doy asco en eso— bajé la mirada.

El oji turquesa suspiró. —Me tortura el verte así— habló con tristeza.

—Lo siento— lo vi con simpatía.

—Luka, Patti, Bob, Violet, Talia y Roxie quieren hacer otra salida para que no pienses en eso.

—Distraerme no creo que sea la respuesta— negué con una leve sonrisa por su intento de animarme.

—¿Y conocer a otro chico?— Propuso.

—No quiero— respondí cabizbaja con mis brazos sobre mis muslos para apoyarme. Mi rostro tomó un semblante pensativo.

Exhaló. —Yo conozco esa mirada...

—¿Cuál?— Le pregunté con curiosidad. Nath no me respondió, en cambio, se me quedó viendo. Su silencio me estaba incomodando. —¿Por qué me ves así?— Entrecerré los ojos.

Se puso de pie sin previo aviso, causando que me sobresaltara. —Levántate— habló con seriedad.

—¿Qué?— Me tomó de la muñeca y me jaló fuera de mi casa. —¿A dónde vamos?

—...— No me respondió y me subió a un autobús.

—Nathaniel, tengo miedo. Nunca has hecho esto, no contestar y secuestrarme— dije extrañada.

—Confía en mí— siguió evitando el contacto visual.

Me abracé a mí misma. —Eres un tanto calculador cuando quieres— murmuré. (¿Qué planeas Tomatito?).

Cuando ya no nos subimos a más buses, caminamos por la acera hasta llegar a un mirador donde se veía gran parte de la ciudad.

Mi boca cayó al suelo.



—Se nota que no has venido aquí ¿verdad?— Soltó una risita.

Sujeté el barandal. —Wow...— Sonreí inconscientemente. —¿Esto es lo que querías mostrarme?— Lo volteé a ver con ternura.

—En parte sí— asintió, conforme con mi alegría.

—La última vez que vi algo parecido fue...— Pausé. Mi expresión se tornó nostálgica.

—¿Fue...?— Insistió preocupado, seguro sabía a qué me refería.

—Con Chat...— Aclaré mi garganta y le di la espalda a la hermosa vista detrás de mí.

El pelirrojo tomó mi mano, dándole un ligero apretón. —Vamos (T/A)— sonrió con tranquilidad. —Aún debo llevarte a un lugar.

Lo dejé arrastrarme por un tiempo más hasta que paramos delante de un mural enorme.

—¿Qué hace-? ¿Un muro?— Miré con cara de WTF la pared.

—No es cualquier muro— soltó mi mano para señalarlo. —Se le conoce como "El Muro de los Te Amo" un lugar muy frecuentado por las parejas.

—¿Un muro sobre romance? ¿Existe algo así?

Él asintió. —Allí está escrita la frase "te amo" en 250 idiomas y más de 300 veces-

—Esto no me hace sentir mejor— hablé molesta.

—Solo escucha— me llamó la atención, rodé los ojos. —Verás corazones rotos que significan un llamado a la fraternidad y a la reconciliación— me acercó más al muro.

—... ¿Reconciliación?— Pregunté curiosa.

—Este es un rincón apartado y bohemio al que también se le conoce como el barrio de los pintores o el barrio de los artistas y-

Dejé de prestar atención en cuanto escuché reconciliación. Miré todo el muro múltiples veces mientras mi sonrisa crecía cada vez más.

—¡Reconciliación!— Exclamé y tomé a Nath de los hombros, agitándolo. —¿No te das cuenta? ¡Llamado a la unidad, fraternidad y reconciliación! ¡Esto es lo que realmente querías que viera!— Lo miré emocionada.

—¡Sí! Se nota que jamás lo podrás olvidar y es obvio el por qué no— sonrió de lado despeinándome un poco.

—Nath... Nunca te dije esto pero...— Se me salieron un par de lágrimas. —Eres alto pana— me lancé a abrazarlo con fuerza.

Me regresó el abrazo con la misma intensidad. —No lo dejes ir, estoy completamente seguro que te extraña mucho también.

Nos separamos pero no quitamos los brazos del otro. —¿Qué dices? Él nunca se rindió conmigo, ahora yo no me rendiré con él— hablé con firmeza. Dimos un paso atrás el uno del otro. —Una fan JAMÁS deja en paz a su husbando— comencé a hablar con locura. —¡Y menos alguien con mi salud mental! MUAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA— me reí como desquiciada.

Alrededor nos miraban extrañados y con caras de "WTF?", pero Nath me miraba como si mi comportamiento fuese normal, una sonrisa amplia estaba en su rostro.


...


Lunes en la escuela y justo estaba exponiendo del personaje famoso que había elegido.

—... En resumen, Napoleón necesitó invadir Dinamarca para conseguir un pastel de crema fresco. Gracias por su atención— fui a sentarme junto a mi mejor amigo mientras escuchaba los aplausos.

—Gracias ______, por esa forma creativa de hablar de Napoleón Bonaparte— opinó la maestra y llamó a Chloe para que pasara al frente.

—Cierto que fue muy original— el oji turquesa me susurró, orgulloso.

—Ya tú sabe, bb— le guiñé un ojo.

Chloe presentó un video donde estaba haciendo cosplay de Queen Bee y Ladybug, todo salió mal cuando comenzaron a alegarle de que esa no era la verdadera Ladybug y la rubia solo trataba de engañarlos a pesar de las excusas que la oji azul decía.

Todos terminaron riéndose, menos Marinette, Adrien y yo. Cada uno de nosotros teníamos una expresión diferente: la azabache la miraba con furia, Adrien parecía decepcionado de su amiga de la infancia, y yo solo la miraba con tristeza.

—Todos son ridículos, totalmente ridículos. ¡Menos tú!— Me señaló y procedió a salir de la clase con un portazo.

Sonreí levemente, todos en la clase me voltearon a ver sorprendidos y con curiosidad, incluso Marinette y Adrien.

—Ejeje— reí nerviosamente. —¿Puedo salir para verificar como está?— Le pregunté a la señorita Bustier, quien asintió. Corrí fuera del salón, detrás de la rubia quien iba a salir de la escuela. —¡Chloe!— La llamé.

Suspiró pesadamente. —Tú eres la única que se ha molestado en seguirme, creí que me traicionarías como Sabrina— dijo en voz baja, frenando por un segundo.

—Discúlpala, pensó que no te molestaría tanto— la alcancé.

—¡No! Me traicionó, haré que todos esos tontos me la paguen ¿vienes o te quedas?— Me volteó a ver con el ceño fruncido.

—Quisiera ir contigo pero tengo que arreglar un asunto aquí hoy— bajé la mirada.

—¡Hm! Lo imaginé, solo fue amabilidad momentánea— se fue dando pisotones.

—¡No Chloe-! Ugh— suspiré cerrando los ojos. —¿Cómo tratar con personas así?— Murmuré para mí y regresé al salón.

Llegó la hora del recreo. Todos me preguntaron por qué fui detrás de a la que llamaba barbie chafa. Dije la frase "5mentarios" como 20 veces seguidas.

—Pero ______, ¿por qué defiendes a Chloe?— Nath me preguntó por cuarta vez.

—Wey, párale ¿no? Yo sé mucho de ella, sé por qué es así y necesita a alguien que esté ahí para apoyarla genuinamente— hablé con seriedad.

—Que lindo, pero recuerda que es Chloe. Dudo que cambie— se encogió de hombros.

—Ya lo veremos Tomatito, ya lo veremos— sonreí pero mi expresión cambió al ver a Adrien. —Sostén mi comida tomate, debo hablarle a Adrien— le pasé mi sagrado almuerzo y fui hacia el oji verde sin vacilar. —Hola Adrien— lo saludé normal.

Se comenzó a poner nervioso. —Hola ______, eh...— Desvió la mirada.

—Necesitaba hablar- ¡a la mi*rda! Cero sutil— fruncí el ceño. —Aún te amo Agreste, no puedo olvidarte y quiero que regresemos— dije rápidamente, con seriedad.

El rubio me vio atónito y se sonrojó al procesar lo que le dije. —______... Fui demasiado lejos...— Bajó la mirada. —Es mejor que no— se fue a paso veloz sin dejarme decir nada más.

—¿Ahora tú eres el que se hace el difícil? Hijo de la chingada, si no estuvieras tan rikísimo yo...— Lo fulminé con la mirada mientras me mordía la uña del dedo pulgar.

—Aaaam ¿tú y él también tienen problemas?— Nath se me acercó cautelosamente.

—Ya no más— aseguré. —Vamos— comenzamos a caminar en dirección a la cafetería; sin embargo, un fuerte sonido invadió todo el lugar. Miré al cielo y abrí más los ojos. —Ay no...

Ahí estaba Chloe en el helicóptero de su madre y tenía un megáfono. —¡Hola perdedores! ¡Me voy a Nueva York con mi mamá!— Lanzó toneladas de fotos de ella con la estatua de la libertad de fondo. —¡Los dejaré a todos atrás en su patética escuelita en su patética ciudad!

Recogí uno de los volantes. —Pero, para mí es un sueño el venir aquí— cerré los ojos suspirando.

Nath puso una mano en mi hombro. —No valora lo que tiene— negó rodando los ojos.

—¿Chloe se va?— Hubo murmullos alrededor. De la nada, todos comenzaron a celebrar y festejar, incluido mi amigo.

—¡Ay por favor! Ni que les hubiese hecho maldades a toda la escuela— me facepalmeé.

—¡______!— Marinette me abrazó festejando. —¡Si Chloe se fue no habrán tantas akumatizaciones!

Quité sus brazos de mí, sin soltar sus manos. —¿Qué estamos celebrando?— Apareció Adrien de la nada.

—¡Chloe se mudará a Nueva York! ¿No es genial?— Sonrió la azabache.

—No— dijimos el oji verde y yo al unísono. Me vio sorprendido pero no le hice caso.

—Otra vez se pone en evidencia que ella no tiene a nadie que la apoye de verdad— negué con tristeza. —Mejor me voy a la chingada, ya no quiero estar más aquí— espeté y salí de la escuela.

(O sea, sé que es mala y grosera como Mari dice, pero beach please, comprendo por qué es así. La mayoría de la culpa la tienen sus padres, uno la súper consiente y la otra no está para ella cuando lo necesita) pensé. —En parte nos parecemos— me susurré a mí misma.

Caminé a la estación del metro, tenía ganas de ir a comer algo más rico que mi almuerzo :v pero creo que tomé una línea que no conocía y al bajarme pues...

—F*ck, me perdí— (creí que ya estaría más acostumbrada a las líneas del metro) lloré internamente.

—¿______?— Escuché detrás de mí.

Whats?— Me dije extrañada y volteé a ver, para mi sorpresa era... —¡¿Chloe?!— Exclamé sorprendida.

—Sí, sí, sí sí, sí. A alguien como yo no la verías en estos lugares— agitó su coleta de forma presumida.

—Exacto, ¿por qué estás aquí?— Al parecer le sorprendió el que le diera la razón. Admítanlo, la gente con dinero normalmente va en auto.

—Mi papi se volvió loco y transformó a mí mamá en- ugh, en una mujer dulce— puso cara de asco.

Gaspeé. —Malediktador.

—Me están buscando, y logré escapar apenas— me miró preocupada.

—Bien, bien eh— comencé a recordar lo que sucedía en ese capítulo. —D-debemos ir a tu ¡guarida!— La señalé con una sonrisa por la idea.

—¿A la azotea del hotel?— Me vio con cara de "Really Nigga?".

—No te encontrará allí y si mal no recuerdo hay lugares para esconderse— le lancé una mirada cómplice.

—Está bien, vamos— dijo insegura.

Le preguntamos a un señor qué línea agarrar para ir al Le Grand París. Minutos después nos encontrábamos escondidas de Malediktador en la azotea justo como planeé.

Ladybug llegó y llamó a Chloe.

—¡Ladybug, por fin! Vas a ayudarme ¿verdad?— Salió de nuestro escondite mientras yo dejaba que ambas hablaran.

—Quiero ayudarte Chloe, pero antes necesito que me digas qué fue lo que pasó. ¿Por qué está tu padre, digo Malediktador tan enojado?

—Es culpa de la super tonta y ridícula Marinette Dupain-Cheng. Es una inútil de mi salón y me envidia, puso a todos en mi contra-

La azabache hizo un par de caras graciosas para calmarse. —Quizá esa chica Marinette no tuvo toda la culpa.

—Ay, bien. No fue completamente su culpa pero esta vez papi se enojó solo-

—Chloe...— Le susurré. La rubia me miró y le sonreí con dulzura.

—E-es qu-que...— Las lágrimas se le acumularon y regresó a ver a Ladybug. —Fue mi culpa. Lastimé los sentimientos de papi porque quiero irme de París para siempre.

—¿Por lo que pasó en la escuela? Estoy segura que Marinette no dijo eso apropósito— habló con tristeza.

—No solo es ella, es que no tengo razones para quedarme— negó. —Nadie me quiere... Soy inservible.

—¿Y yo qué pedo?— Salí del escondite encabronada. —¿Y yo que chingados? ¡¿Estoy pintada o qué?!— Me quejé. Ambas pasaron de estar atónitas a soltar un par de risitas. —Ah ya veo, ahora soy su bufón— me fui a una esquina y me hice bolita.

—Un amigo me dijo una vez que nadie es inservible— escuché decir a la chica motas. —Chloe Bourgeois, este es el miraculous de la abeja. Lo usarás para el bien y al finalizar la misión me lo devolverás. Demuestra que quieres cambiar.

—A tus órdenes, reina mía— Pollen habló. La saludé con una mano.

—¿Puedo confiar en ti, Chloe?

La rubia asintió y se colocó el miraculous. —No te defraudaré Ladybug. ¡Pollen, a zumbar!— Exclamó y su hermosa transformación hizo que me acercara a ambas chicas.

—Cool— comenté.

—Bien, vamos— anunció la azabache.

—Espera ¿y ______?— Queen Bee me señaló.

—No se preocupen por mí— hice un gesto, despreocupado. —¡Vayan a salvar a París!— Las animé emocionada.

Ambas asintieron y saltaron lejos de techo en techo.

—No crean que me quedaré aquí, iré al ayuntamiento— sonreí y me puse en marcha.

______...— Susurraron.

—¿Uh?— Di una vuelta viendo mis alrededores pero no había nadie cerca de mí. —¿Voz misteriosa?— Alcé una ceja, preguntando.

Sí soy yo, ya será hora— comentó.

—¿Me vas a decir quién eres y por qué estoy aquí?— Pregunté con curiosidad.

Sí y dónde estoy, así que espero que vengas por mí— sonó un poco ansiosa.

—Bueno— rodé los ojos.

Anocheció bien rápido a mi parecer, y cuando llegué al ayuntamiento, solo logré ver a Chloe alejarse con su familia.

Ella miró hacia atrás y yo le hice un gesto con la mano, el cual respondió con una sonrisa.

—Ups, debo irme— escuché la voz de Ladybug.

(Chat...) Me le quedé viendo por un segundo. Di un paso al frente, armándome de valor. Respiré profundamente.

—¡Chat Noir!— Lo llamé, él se detuvo. No sabía si acercarse a mí o irse. Fui a su lado. —¿Escucharás lo que tengo que decir?

—Bellez- ______— sonrió levemente. —Mejor n-

—¡Ahora eres tú el difícil!— Exclamé impulsivamente, tomándolo por sorpresa. —Cuando yo te rechacé t-tú nunca te rendiste. Esta vez yo no me voy a rendir, menos contigo. ¿Por qué no iniciamos desde cero?

—¿No estás enojada conmigo? Te hice meterte en problemas y te lastimé. Lo siento ma chère pero tendré que negarme— dio unos pasos hacia atrás, listo para irse.

—¡Ves anime, seguro has visto Naruto!— Lo señalé. —No voy a rendirme con los que amo, ¡ese es y siempre será mi camino ninja!— Alcé la voz.

Él me dio la espalda pero de reojo logré percibir una pequeña sonrisa. Se fue con ayuda de su bastón.

Lo siento, ______. Sé que lo amas— susurró la voz femenina.

—No lo sientas, voz misteriosa— cerré los ojos por un momento. —Solo necesito refuerzos— sonreí de lado, tomando mi collar de Yin Yang decidida.


Continuará...

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