𝒞𝒶𝓅𝒾𝓉𝓊𝓁𝑜 𝒳𝒳𝒱𝐼
Capítulo 26: Dormilón
♥ •°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•° ♥ •°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°• ♥
Iba en el metro, camino al centro comercial que fui junto a mi madre.
—La, la, la, la, la, la, la~— tarareé una canción de VeteAlaVersh mientras pensaba. (¿Cómo es que mi madre prefiere los postres de esa tienda x a que los de la panadería de los padres de Marinette? ¡Sacrilegio! Pero bueno, la última vez compré en su panadería, ahora toca comprar en esa tienda).
Me bajé del transporte y caminé hasta entrar al comercial, subí por las escaleras eléctricas y entré a la pastelería.
—B-bienvenida señorita— habló el mismo chico de aquella vez.
—¡Oh! ¡Hola! Eres el mismo chico que me atendió— lo saludé emocionada.
—E-es usted, a- a la que le gustan nuestras muestras gratis de galletas— sonrió.
—¡Te acuerdas de mí!— Chillé mientras daba una vuelta. —Ya que seré cliente frecuente ¿cuál es tu nombre?— Le pregunté.
—Calvin, señorita— dijo tímidamente.
—Gusto en conocerte Calvin, yo soy ______— ofrecí mi mano para estrechar la suya.
—El placer es mío señorita ______— devolvió el saludo.
—Por favor, nada de señorita ni de usted. Me siento rara.
—Está bien, ______— sonrió. —¿Y qué vas a querer?
—Mucho mejor. Em, dame una caja de macarons, 4 croissants y se me antoja una rebanada de ese pastel— miré al postre casi babeando.
Él soltó una risita. —Se lo prepararé.
Salí de la tienda después de pagarle y despedirme de Calvin.
—Un nuevo amigo, genial— sonreí y me comí el pedazo de pastel, estaba delicioso. —Que rico, son casi tan buenos como los de los padres de Marinette pero para gustos colores.
Disfruté el viaje de regreso y la caminata hacia mi casa.
—Gracias por ir tan lejos, aunque de seguro compraste más de lo que te pedí— dijo mi mamá, conociéndome.
—Ya sabes, perdón— la miré apenada y me retiré a mi habitación rápidamente para que no me pudiese regañar.
Cuando la noche llegó, mi mamá me deseó buenas noches; sin embargo, yo no tenía sueño y decidí quedarme despierta como si fuese una fiesta para una y hasta que ya no pudiera aguantar.
—¡Baby, hoy no vamo'a dormir!— Canté con mi cepillo, simulando que era un micrófono mientras saltaba por mi cama y toda la pieza. —¡Que no traje pijama porque no me dio la gana baby, hoy no vamo'a dormir! ¡Yo-!
Un golpe a una de las puertas de vidrio de mi balcón me interrumpió. Me giré extrañada, y al escuchar nuevamente el sonido, me dirigí a abrir las cortinas, sonreí y abrí ambas puertas.
—Hola ______— sonrió ampliamente.
—¡Gatito! Hace siglos que no venías— lo dejé pasar pero inmediatamente me pareció extraño su gesto. —¿Por qué tan tarde la visita? No es que me queje pero usualmente vienes más temprano, si es que las 7pm se considera temprano— hice un gesto pensativo con lo último.
—Lamento la hora (T/A) pero tenía que decirte esto lo más pronto posible— tomó ambas de mis manos.
—¿E-eh? ¿Qué cosa?— Lo miré atenta.
—______... Yo... Ya no te quiero.
—... ¿Qué?— Mi corazón, como todo alrededor, se congeló. —Buena broma, Adrien— sonreí divertida pero era evidente la tristeza en mi expresión.
—No bromeo. Tenía que decirte la verdad, ya no puedo seguir con esto. Ahora me doy cuenta que mi más grande error fue nuestra relación— me miró con seriedad.
—A-Adrien— ahogué un sollozo, las lágrimas se asomaron por mis ojos, listas para caer. —No... Esto no puede ser— di unos pasos atrás y salí al balcón.
—Pero es la verdad— Chat me siguió y me tomó de ambos hombros. —______, acepta que nunca fuiste para mí y todo lo que te he dicho fueron farsas— sonrió tranquilamente.
Abrí los ojos como platos y apreté la mandíbula. Sin poder resistirme, le di una cachetada estilo telenovela. —Farsas...— Las lágrimas salieron sin parar. —¡¿FARS-?!
—Ya llegó el Dormilón— oí a la lejanía. Gaspeé y miré al cielo. —Pesadillas traigo yo~— cantó el pequeño akumatizado.
—Tú no eres mi Chat— miré con furia al rubio frente a mí.
—______, no te encierres en la negación. Soy yo— se señaló con una mano.
—No— negué con la cabeza rodeándolo lentamente para entrar nuevamente a mi habitación. —Tú eres mi peor pesadilla— agarré mi mochila de la escuela y se la aventé con fuerza.
Inmediatamente salí corriendo a la sala.
—¡No escapes! ¿Ves como eres una cobarde?— Dijo saliendo al pasillo dispuesto a seguirme.
—¿Y este escándalo?— Mi mamá abrió la puerta de su cuarto.
—¡Claaaaro! Ahora sí ve lo que está pasando— rodé los ojos y me faceplameé.
—¿______?— Me vio con los ojos entrecerrados y luego vio al falso superhéroe. —¿Chat Noir? ¿No saben la hora que es? No es momento para tener una cita— Negó frotándose la sien.
—¡Mamá, él no es el verdadero Chat!— Le grité.
—¡¿Qué?!— Me vio alarmada.
—¿Otra vez con eso?— El rubio frunció el ceño. —¡Sé madura una vez en tu vida y acepta tu realidad!— Corrió hacia mí.
—¡HIJA! / ¡Aaaahh!— Gritamos mi madre y yo simultáneamente.
(¿Por qué este Chat no es lento o no actúa como zombie como el Adrien de la pesadilla de Marinette?) Alegué por mis adentros mientras le aventaba una maceta, la cual esquivó.
—¡Ven aquí!— Lanzó un puñetazo.
—¡Ah!— Me agaché y el golpe penetró la pared. Me alejé de él y fui a mi madre.
—Debo encontrar al verdadero Chat. Enciérrate en tu cuarto, yo soy su blanco— señalé al falso oji verde con la cabeza mientras él trataba de liberar su puño de la pared.
—¡Está bien! Ten cuidado amor— me vio preocupada e hizo lo que le dije.
Yo salí corriendo a la calle lo más rápido que pude. Lo primero que noté fue la gran cantidad de personas que huían de sus propias pesadillas.
—Al menos hoy tengo una pijama normal y no parezco una Hello Kitty gigante— rodé los ojos. Al final de la calle, vi a alguien siendo perseguido por una araña gigante. —¡NOPE!— Me giré para irme en la dirección contraria.
—¡______!— Chat salió de mi casa y... (¡Vértebra, ya me vio!) Pensé alarmada y comencé a correr lo más rápido que pude.
(Esta situación me recuerda a Cupido Negro) pensé.
El Chat pesadilla cayó de pie frente a mí. —Huir de los problemas no soluciona nada— sonrió, podía ver un poco de malicia en su expresión.
—¡DÉJAME!— Reanudé mi camino, levemente cansada. La verdad no le estaba poniendo atención a mi estado físico porque estaba asustada.
(Este Chat tiene la fuerza, agilidad y poderes del Chat original. No puedo ir con el maestro Fu, le llevaría problemas a él y a Marinette si me persigue, y sé que lo hará).
—Dios mío, ayúdame— susurré sin saber qué hacer. Normalmente se me ocurre algo, aunque sea alocado, pero esta vez... No tenía idea dónde estarían Ladybug y Chat cuando pudiesen transformarse.
—¡Odio a las personas como tú!— Gritó tomando su bastón. Eso me partió el corazón levemente, sabía que era falso, pero el hecho de escuchar su voz decir eso es...
Extendió su arma y me empujó con fuerza, a tal punto que me levantó del suelo, haciendo que me alarmara y aterrizara lejos de su posición.
—¡Aa-aah!— Me quejé al chocar con el suelo. —É-ésta situación no es como en Cupido Negro— escupí una piedra y traté de levantarme. —No puedo traerlo a la realidad con un beso y no hay modo alguno que pueda luchar contra alguien con poderes que está dispuesto a vaporizarme o lo que sea que quiera hacer...yo... estoy sola...— Me preocupé.
—Chat...— Susurré. —Ladybug... N-no quería causarles más problemas p-pero...— Miré al cielo y de pie temblando grité lo más fuerte que pude. —¡¡¡¡¡¡AUXILIO!!!!!!
No tan lejos vi que ambos héroes estaban tan concentrados en atacar al akumatizado cuando aún estaba volando, que no escucharon mi grito.
—¡CHAT!— Grité otra vez; sin embrago, rápidamente cerré la boca al ver que esquivaban explosiones de colores rápidamente. —Están ocupados... No quiero ser otra carga, no puedo ser solo una carga, yo...— Repetí varias veces hasta tomar una decisión.
Troné los dedos de mis manos y mi cuello. Empecé a correr nuevamente con una expresión seria, buscando un lugar para esconderme. Lástima que ya abusé de mi suerte demasiado y alguien aterrizó muy cerca de mí.
—¡______!— Exclamó y me abrazó.
Cuando vi de quién se trataba, lo golpeé. —¡NO! ¡ALÉJATE B*STARDO!— Retrocedí un paso. (¿Cómo es que me alcanzó tan rápido si me lanzó lejos?).
—Belleza, ¿qué...?— Me vio muy herido y con una mano en su mejilla.
Me llevé las manos a la boca muy apenada. —¡Ay, no! Chat eres tú. Mon petit chaton, lo siento, el golpe no era para ti— me acerqué y puse mi mano sobre la suya.
—¿Huyes de algo también?— Me envolvió con sus brazos.
—Sí, no quería ser una carga pero al parecer ya no me queda suerte y- — me interrumpí al ver al otro Chat acercándose a lo lejos.
—Quédate conmigo, no dejaré que tu pesadilla llegue a ti— susurró acariciando mis brazos.
Negué. —Adrien mírame— puse mis dos manos en sus mejillas. —Prométeme que te enfocarás en derrotar a Dormilón y ayudar a Ladybug.
De repente nos cayó un polvo dorado y ambos subimos la vista.
—Pero ______, ¿cuál es tu pesadilla?— Me vio nuevamente preocupado.
—Dormilón ya nos roció con su polvo por segunda vez. ¡Debo irme, sino él-!
—¿Él?— Se aferró más a mí.
—Salva a París que con el Miraculous Ladybug yo también estaré bien— separé sus brazos de mí y salí corriendo.
—¡Eres una inútil!— Gritó el Chat falso acercándose por los tejados.
(Tendré que encargarme de él yo sola). —¡No soy inútil!— Me dije a mí misma y me escondí debajo de un carro que estaba estacionado en una calle.
P.O.V. de Chat Noir
—¡Eres una inútil!— Escuché que alguien gritó con mi misma voz.
Me giré enfurecido y quedé boquiabierto. —¿... Acaso soy yo?— Señalé a la figura. Otro Chat Noir estaba persiguiendo a mi princesa desde los tejados y daba señales de que la atacaría. —¿Soy su peor pesadilla?— Me deprimí.
—¡Chat!— Ladybug me sacó de mis pensamientos.
—¡A ______ la persigue una versión maligna de mí! ¡Debo ayudarla!— Alcé la voz, preocupado.
—¡Chat te necesito! ¡No tengo poderes!— Me vio alarmada. —Estoy segura que ella podrá sola.
No quería dejarla sola pero si Ladybug no tiene poderes me necesita más en este momento.
—Tenemos que asegurarnos que no vuelvas a ser rociada— le dije a mi compañera mientras pasaba un brazo de ella por mis hombros para ayudarla.
—A ti ya te roció junto con ______ ¿no? ¿Cuál es tu pesadilla?— Cuestionó.
—Ya la estoy viviendo— bajé la mirada, sintiéndome impotente de ayudar a mi ma chère...
P.O.V. de ______
—¡Rayos! ¡Si la peor pesadilla de Chat ya no es Ladybug ¿cómo rayos derrotarán a Dormilón?!— Susurré alarmada.
(Tendrán que solucionarlo ellos, lo siento) cerré los ojos con fuerza por un momento y al abrirlos me asomé para ver si el falso Chat estaba alrededor. Salí de mi escondite y corrí en una dirección diferente.
Di un par de vueltas hasta-
—Camino sin salida— resonó una voz detrás de mí.
—No— susurré y mi espalda tocó la pared con fuerza.
—Eres patética, lo sabes ¿no?— Chat alzó una ceja, con su sonrisa.
De repente, mi madre apareció junto a él.
—Que decepción de hija— me fulminó con la mirada.
—Mamá...— La vi tratando de recordarme de que no era ella.
Luego Nath apareció a la izquierda de Chat. —Por eso te reemplacé con Marc. No te soporto— negó con la cabeza.
—Nath...— Las lágrimas volvieron a querer salir.
—¡Me quitaste a mi amor! ¡A MI ADRIEN!— Marinette apareció detrás de ellos.
—¡No Marinette, por favor...!— Exclamé con fuerza separándome de la pared.
Ladybug apareció como si fuese otra persona. —Tú solo eres una carga. Oye Chat, a la próxima mejor ni la salvamos, nos ahorraría trabajo— sonrió de lado tomando la mano del falso Chat.
Caí de rodillas y mis lágrimas brotaron con fuerza. —¡NOOOOOOO!— Cerré los ojos.
—¡Yo debí ser la elegida para vivir aquí! ¡NO TÚ!— (M/A), no tú...
—¿Por qué te gusta lastimar a mi única mejor amiga?— Alya...
—No eres buena, chica. Deberías irte— Nino...
—Eres una persona horrible— Rosita.
—No es cool, para nada cool— Juleka.
—¿Por qué me forzaste a estar con Roxie?— (¿T-Talia?).
—¡El amor verdadero no existe para mí! Y menos para ti— Roxie.
—Perdí mi tiempo con todos estos, pero sobre todo contigo— Violet me señaló con un dedo culposo.
—¿Es que todo debe girar en ti? Siempre es sobre ti— Bob desvió la mirada con una expresión de menosprecio.
—¿No me salvaste porque no podías o porque no querías?— Habló Patti.
—¡Patti yo-!— Traté de explicar.
—No hay explicación que valga, eres una egoísta— replicó Kagami.
—K-Kagami... Ustedes... No— Negué con la vista nublada.
—Acéptalo, tú no nos mereces— dijo Chat acercándose a menos de un metro de mí.
—Chat...— Lo miré afligida, dejándome llevar inconscientemente por la situación.
—¡No deberías estar aquí!— Exclamó enojado.
—¡BASTAAAAA!— Me agarré el pelo y arrodillada cerré los ojos. —¡CÁLLENSE!
Al no sentir ninguna palabra o movimiento hostil, abrí los ojos, los cuales me ardían por tanto llorar.
—¿E-eh?— Susurré atónita. No había nada delante de mí, solo estaba yo en ese solitario callejón, bueno, no por mucho.
—¡______!— Escuché que me llamaron. —¿Qué?— Subí la mirada.
—¡_____, ¿estás bien?!— Chat Noir cayó de pie frente a mí y se me acercó.
—¿D-de verdad eres tú?— Lo miré angustiada.
—Sí, soy yo, preciosa. El único y original— me sonrió con dulzura.
Imité su gesto y salté a sus brazos, aferrándome a él. El oji verde recibió mi abrazo con la misma intensidad.
—Me asustaste. En cuanto vi a mi falso yo, supuse que- creí- — dejó de hablar y me dio un beso en los labios que duró bastante.
—Estoy feliz que todo termino— lo volví a abrazar.
Él pasó sus brazos por mi espalda y piernas para cargarme estilo princesa. Yo me aferré a su cuello y cerré los ojos cuando dio el salto para aterrizar en uno de los techos de los múltiples edificios/viviendas.
Me bajó cuando llegamos a mi balcón. En ese momento creí que se iría, pues ya era muy tarde; sin embargo, se quedó a mi lado por unos minutos.
Los dos nos quedamos quietos en silencio, solo abrazados mientras mirábamos la vista hacia la hermosa Torre Eiffel iluminada.
—¿Yo soy tu peor pesadilla?— Habló después de un rato en voz baja.
Lo miré directamente a los ojos. —Tú no eres mi peor pesadilla, el que me odies sí— bajé la mirada apenada.
—Jamás sería capaz de eso— juntamos nuestras frentes. —Je t'aime et je t'aimerais toujours— [te amo, y siempre lo haré].
Sonreí, sentía que me sonrojaba cada vez más. —¿Y cuál fue tu pesadilla cuando nos rociaron?— Pregunté con curiosidad.
—El no poder estar a tu lado cuando me necesitabas— desvió la mirada con tristeza.
—Aaw, pero es más importante salvar a París ¿no crees?— Lo miré divertida.
—¿No crees que es más importante salvar el mundo?— Inclinó la cabeza.
—¿Eh? S-supongo ¿por qué?— Dije sin entender por qué dijo eso.
—Porque tú eres mi mundo— frotó su nariz con la mía.
Me separé un poco de él y me tapé el rostro. —¡Baboso, ya me puse roja por tu culpa!
Separó mis manos. —Te ves hermosa así.
—Adrien...— Me le quedé viendo atónita por unos segundos hasta que decidí inclinarme hacia él y juntar nuestros labios otra vez.
Chat me tomó por la cintura, acercándome a él y yo pasé mis brazos alrededor de su cuello.
—Ah sí, ¿y cómo derrotaron a Dormilón si los poderes de Ladybug no funcionaban?— Pregunté cuando nos separamos.
—Fue difícil al principio pero casualmente pasamos por el apartamento de Alya y ella estaba soñando con una Ladybug malvada.
—¿Qué? ¿Y estaba bien?— Cuestioné preocupada por mi amiga.
—De hecho sí. No la estaba atacando, solo decía muchas cosas insultantes sobre su blog.
Me reí. —Me imagino lo encabronada que estaba.
—De hecho, podía notar que estaba esperando a que nos fuéramos para llorar— dijo sudando frío.
—Pobre, mañana la llamaré para ver si se siente bien.
—Me parece bien— tomó mi mano entre la suya y me abrazó con la otra.
Continuará...
♥ •°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•° ♥ •°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°• ♥
¿Ya extrañaban las escenas románticas? 7u7
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro