Miren, lo aclararé de una vez. Si quieren que "algo" suceda entre Luka y ______, fuera de mi iglesia :v, vayan a leer un fanfic Luka x  ______.  Porque honestamente, yo veo a Luka así:

:v exacto... Entonces, si aún quieren más a Adrien o simplemente disfrutan mi historia pues, les invito a que continúen :3 Y en serio les agradezco por todas las vistas, votos y comentarios, los cuales por cierto, me matan de la risa y disfruto leer <3  ustedes me hacen el día con sus comentarios, por eso mil gracias...

Capítulo 18: Capitana Hardrock

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Me encontraba en mi habitación, cantando y bailando. Adrien era mi pareja.

—Nadie pasará esta esquina, aquí mandan las divinas, porque somos gasolina— nos tomamos de las manos y me dio un giro. —Gasolina de verdad, gasolina de verdad— me tomó de la cintura y me inclinó hacia abajo al final de la canción y yo quedé con los brazos extendidos como una bailarina.

—¡Wu!— Exclamé cuando me puso de pie.

—No cantas tan mal, y fue muy divertido— aplaudió.

Hice una reverencia con una sonrisa juguetona y chocamos los cinco. —Gracias por no quejarte y hasta disfrutarlo— besé su mejilla, cerca de la comisura de sus labios.

—Siempre disfruto cuando estás conmigo— sonrió ruborizado.

Nos quedamos viendo el uno al otro hasta que mi celular rompió el momento.

—¿Sí?— Contesté.

—Hola ______, ¿cómo estás?— Preguntó Alya.

—Hola Alya, estoy bien. Y me imagino que tú igual ¿no?

—En lo que cabe, sí. Oye ¿Adrien está contigo?

Lo volteé a ver. —Eh, sí. Es que necesitaba a alguien para dibujar estilo realista y Adrien es una persona real y de paso modelo y me dije que debo aprovechar la oportunidad— sonreí nerviosa. El oji verde tapó su boca para que no se oyera su risa.

—Genial, así puedo invitarlos a los dos de un solo— dijo contenta.

—¿Invitarnos?— Puse la llamada en altavoz y le hice un gesto a Adrien para que se acercara.

—Sí. Rosita y Juleka tienen una banda junto con Iván y el hermano de Juleka que llegó hace tiempo de un viaje. Están practicando, y si saben tocar algún instrumento, están invitados a unirse a la banda o escucharlos practicar ¿que dicen?

—Pues...— Miré a mi novio para que respondiera.

—Yo no puedo ir, tengo práctica de piano. Además estoy seguro que mi padre no lo permitiría— habló decepcionado.

—Oh, lo siento— puse una mano en su hombro y quité el altavoz. —Yo sí estoy libre Alya, ¿me mandas la dirección?— (Cierto que están en un barco). —Oooo ¿en dónde están?— Rasqué la parte trasera de mi cuello.

Se oyeron voces distantes al otro lado de la línea. —... Ve al río Sena, te recogeremos ahí.

—Entendido, hasta entonces— colgué. —Lo siento— lo vi con ojos de perrito.

—Nah, está bien. No te estanques por mí— sonrió débilmente de lado.

—¿Al menos te puedo acompañar a tu casa?

—Gracias.

Después de despedirme de Adrien, fui al río Sena, cerca de Notre Dame.

—Bien, no veo nada por aquí. ¿Será que debo ir a otra parte del río o-?

Un sonido estruendoso me interrumpió y volví a ver al río.

—¡Ahoy marinera! ¿Lista para abordar?— Exclamó la mamá de Juleka, Anarka creo que era su nombre.

Sonreí impresionada al ver por primera vez una casa bote. —¡Argh, capitana!— Le seguí el juego.

Ella extendió una mano para ayudarme a subir, la acepté y en seguida vi a mis amigos.

—¡______! Vienes justo a tiempo para el ensayo de nuestro primer concierto— Rosita me dio un abrazo rápido y me tomó de la mano, llevándome con los demás.

—Sí que estuvieron ocupados decorando— vi las decoraciones alrededor.

—Es para vernos súper extravagantes en el Festival— respondió Juleka, quien estaba sentada en una caja mientras tocaba una guitarra eléctrica.

—¿De qué Festival me hablas, Jules?— Una explicación del festival de la música no vendría mal, ya que nunca he participado.

—El Festival Nacional de Música es un evento donde cualquiera puede tocar música— Iván se unió a la conversación. —Habrán varios famosos, y entre ellos...

—¡Kitty Section no será la excepción!— Rosita exclamó alzando un puño al aire. Todos celebraron mostrando su entusiasmo.

—Como te habrás dado cuenta, en el "Barco Libertad" abunda la creatividad— la madre de Juleka puso una mano en mi hombro y la otra en el de Marinette, quien estaba a mi lado. —Eso incluye que no se ordena— miró de forma graciosa a la azabache, en respuesta, la oji azul sonrió apenada desviando la mirada por unos segundos.

—No pos, que padre— sonreí. Mi celular vibró, dándome un leve susto cuando reprodujo de la nada la canción que tengo de ringtone. —Jeje, perdón por eso, ah contestaré— me alejé y fui a la orilla del barco para ver dónde nos encontrábamos en el momento. —Hable ahora o nunca— contesté con tono formal.

—Hola ______, ¿qué tal la estás pasando con todos?

—La banda es simplemente divina, y si me lo permite señor, me siento feliz de que me honrara con su llamada— me señalé y cerré los ojos por un momento.

Escuché una risita. —Necesitaba reír, gracias, belleza.

—Cuando quieras, tú lo vales. Pero no me darás buenas noticias ¿verdad?

—No, creí que tendría posibilidad de ir pero... Mi padre, ya sabes— contestó deprimido.

Hice una mueca. —Mi*rda.

—Tú sí que no te ahorras comentarios— rió.

—Meh, eso es algo que siempre me he preguntado, ¿por qué a todos les vale madre mi forma de hablar?— Ambos nos quedamos en silencio pensando en mi duda existencial, pero me aburrí. —Como sea, ya les digo yo y la verdad creí que le dirías a Nino primero.

—Sí, sobre eso... Aún recuerdo como te pusiste cuando le conté primero a Chloe esa vez cuando mi padre me prohibió ir a la escuela. Das cosa cuando te enojas— susurró lo último.

—¡¿Qué yo qué?!— Grité indignada, atrayendo algunas miradas de mis amigos.

—Q-que eres muy hermosa y eres el amor de vida. Y detesto cuando estás triste porque me duele el verte así, ajá eso— se apresuró a corregir.

—Más te vale, Agreste. Ya chao— colgué y me volteé hacia los demás. —¡Malas noticias, Adrien no puede venir por culpa de su padre!— Exclamé con los brazos alzados buscando la atención de los presentes. Todos se miraron, inseguros de qué decir. Marinette se deprimió notoriamente, Alya me hizo una cara de "WTF Dude?" y yo solo me encogí de hombros. —Hay, que mariquitas— rodé los ojos.

—Ya terminamos, capitana— anunció Rosita saludando como un soldado. —Pero nos falta el sapo.

[Lector@s: Ya cabrón, hable bien >:v

Autora: Sí ya, perdón :'v]

—Pero nos falta Luka.

—Marinette ¿verdad? Ve por Luka— Anarka la miró.

—Okey pero ¿quién es Luka? ¿Y dónde está?— Miró a Alya extrañada.

—Es mi hijo, y está en su camarote, bajando las escaleras— señaló al lugar.

(Chale, ¿se acordará de cuando nos encontramos en el Centro Comercial?) Recordé aquella vez donde me caí por todas las cosas de Alya y él fue el único buena onda que se detuvo a ayudarme en lugar de solo pasar ignorándome y burlándose en silencio.

—Eso me recuerda, tú tampoco lo conoces. Ya verás ¡es asombroso!— Rosita dio un giro emocionada.

—Yo ya lo conozco— alcé un dedo mientras hablaba; sin embargo, al parecer no me oyó. —Agh, ya que. Hola Mylène— saludé a la rubia. —No te había visto ¿acompañas a Iván?

—Hola (T/A) y sí, me gusta verlo tocar. Me parece genial que haya encontrado una banda en la cual pertenecer— vio a su novio con cariño.

—X2— sonreí, se nota que son el uno para el otro.

—Ahí vienen— Anarka anunció en voz alta viendo como se acercaban Marinette y Luka.

—¿Los presento?— Juleka se ofreció.

Iba a negar su petición, pues él ya me conoce pero Rosita intervino y me arrastró del brazo.

—¡Yo lo hago!

—Pero Rosita, yo ya- — intenté decir mientras me arrastraba.

—Es solo timidez, ya verás que serán buenos amigos— paramos delante de Marinette y Luka.

El azabache se sorprendió. Yo sonreí aliviada. (Sí se acuerda de mí, así que no será incómodo).

—Hey Luka, era cuestión de tiempo volvernos a encontrar. Los planetas se han alineado una vez más— hice una pose dramática de anime.

Él sonrió. —¿Lograste llegar a tu destino con todo lo que llevabas?

—Nah, tiré las cosas una o dos veces más en el camino de regreso— rasqué la parte trasera de mi cuello.

—Eso te pasó porque no me dejaste ayudarte.

—Eras un extraño en esa entonces, y sería raro decir "hey, ¿me ayudas a cargar esto hasta la casa de mi amiga?"— Hice una voz profunda. —Además, se notaba que estabas ocupado, no me gusta molestar a los demás.

—No me hubiese molestado, me caíste bien— nos sonreímos.

—No entiendo. ¿Ya se conocían?— Rosita nos apuntó múltiples veces a ambos.

—Ñe— me encogí de hombros.

Todos los de la banda se pusieron en posición para tocar.

—Entonces...— Luka se me acercó con su guitarra. —¿Ella fue la causante?— Señaló a Alya.

—¿Causante de qué?— Preguntó la peli naranja confundida.

—Sip, tuve un moretón en mi brazo izquierdo por varios días, dolía como el coño pero logré que nadie se percatara— sonreí inocente.

—Un momento, ¿hay historia entre ustedes dos? ¿O qué rayos?— Alya nos apuntó como Rosita lo hizo hace un rato.

—Ñe— Luka se encogió de hombros.

Solté una carcajada y empujé al oji azul por haber imitado lo que dije yo. Todos se miraban confundidos.

—¿Les contamos?— Le susurré al azabache.

—Nah, es más gracioso si se queda entre nosotros— chocamos puños y él regresó a su posición para conectar su guitarra.

—Niña, acaso tú-

Marinette interrumpió a la de lentes. —¡¿Te gusta Luka?!— Susurró gritando.

Me tapé los oídos. —Au, todo lo que quiero trata de romperme los tímpanos. No hacía falta decirlo así y para responderte, no, no me gusta— (no les puedo decir que parece un sapo, bueno, en la serie. En persona es un poco más guapo pero meh). —Soy papa casada— sonreí orgullosa con las manos en la cintura.

—Claro que sí— Alya puso una mano en mi hombro. —Como olvidar que tú y Chat-

—¡Cambio de tema!— Exclamé ruborizada. Antes de que mis 2 amigas pudiesen molestarme con el tema de mi relación con Chat, Mylène fue a mi rescate.

—Tomen chicas, los necesitarán. Créanme— nos dio tapones para los oídos.

Las 4 nos los pusimos y justo 2 segundos después, Luka tocó un acorde en su guitarra tan ruidoso, que mandó a los autos a volar, y no exagero.

—¡¡Esponja enloqueciste!!— Grité inmediatamente aferrándome a la caja donde estaba sentada.

—Alguien no está acostumbrada a este nivel de rock and roll ¿eh?— el oji azul me miró divertido.

—Claro que lo estoy, pero no creí que enviarías una onda de destrucción musical o ¡yo qué sé!— Me puse de pie lentamente, mis piernas estaban temblando un poco.

—Pero apenas estamos iniciando-

De repente, se oyeron varias sirenas policiacas. Dos helicópteros estaban sobre el barco y en cuestión de segundos, nos rodearon con autos y barcos.

—¡ES LA ONUUUUUUU!— Volví a gritar mientras me lanzaba como retrasada detrás de la caja para esconderme. —¡No quiero regresar a la cárcel!— Tapé mis ojos con ambas manos.

—¿Cuándo fuiste a la cárcel?— Preguntó Mylène sorprendida.

Salí de mi escondite. —Es una historia bien graciosa que incluye a Nath, André, unos elefantes y otra vez estoy divagando, siempre me pasa cuando estoy bajo presión, mejor me callo— me metí dentro de la caja.

—¡Señora Anarka! ¿Acaso perdió la poca cordura que le quedaba? La lectura es de 160 decibeles, es más que un motor de reacción. Deberán tocar otra cosa— oí a Roger, el policía que es el papá de Sabrina, alegarle a Anarka.

—¿160? Recuerdo el análisis de Alfrely, ellos decían que era bastante— murmuré recordando el video que hicieron para el capítulo de Capitana Hardrock.

—... Mi tripulación puede tocar lo que quiera— respondió la señora.

—Ya no oí la oración completa— dije mientras salía de la caja.

—Creo que es mejor quedarse en la caja— Luka me ayudó a pararme.

—¿Cómo llegaste aquí?— Lo vi con la ceja alzada, creí que estaba allá con la banda, no cerca de donde yo estaba.

—¿Caminando?

—Ay que genio— hablé sarcásticamente y volteé a ver a Anarka y al poli.

Roger le estaba dando muchas multas sin parar a la mamá de Juleka, hasta por cosas sin sentido.

—Me recuerda a un sketch de enchufetv, al tipo también le daban un montón de multas sin sentido— comenté en un susurro viendo la escena frente a mí.

—¡Y usted!— Roger me señaló.

—¡AH! ¡En la cara no!— Me escondí detrás de Iván.

—No he olvidado lo que tú, el pelirrojo y ese heladero le hicieron al ayuntamiento.

—¡Pero ya le dije que fue el elefante rosado!— Traté de excusarme. —¡No sé de dónde vino tanta tinta!

—Siempre echándole la culpa al elefante, la espero mañana señorita— se retiró, junto a los autos, helicópteros y barcos policiacos.

Me eché al piso a llorar dramáticamente. —No tiene piedaaaaaaaad— me quejé mientras estaba hecha bolita.

—¡¿Qué rayos hiciste?!— Marinette se me acercó a regañarme, estilo mamá Alya.

—No fue mi culpa. Nathaniel y yo estábamos en el lugar equivocado en el momento equivocado, ¡fue horrible!— Me aferré a ella haciendo énfasis en la frase final.

—¿Por qué no llamaste a Chat ni a m-Ladybug?— Corrigió apresurada.

Recobré la compostura. —Supongo que no fue taaaan horrible como para necesitar la ayuda de Ladybug y Chat. Jamás creí que a los elefantes les atraía el helado— recordé extrañada aquel frabulloso día.

—¿Y por qué tienes que ver a Roger mañana?— Rosita continuó con esta conversación sin sentido.

—¡Para hacer trabajo comunitario, ya chao! ¿Y Anarka?— Todo el barco fue envuelto en bruma negra purpúrea. —¡¿Por que?!— Grité y me aferré a Marinette, ella regresó el abrazo.

—¡Jarjar argh, marineros de agua salada! ¡Su capitana Hardrock les habla! Anarka ha elevado anclas y ahora nos embarcaremos en la mejor de todas las aventuras— desenfundó su espada y la alzó mientras estableció un curso desconocido. —¡Hacia el oeste, rumbo a la Torre Eiffel!— Bueno, no tan desconocido.

Segundos después...

—Claaaaro, un motín fue una fantástica idea— gruñí sarcásticamente.

Todos estábamos atados con cadenas. —No te enojes ______, seguro Ladybug y Chat Noir nos sacarán de aquí e-en cuanto se enteren— Alya trató de reconfortarme.

—Como no me voy a enojar si me vieron cara de multitud— refunfuñé. La villana me ató junto a Luka y Marinette.

—¿A qué te refieres?— Marinette trató de hacer contacto visual conmigo pero falló.

—Nada olvídalo— negué con la cabeza.

—Mamá cambió completamente— Luka susurró.

—¿Nunca has visto a un akumatizado?— Traté de verlo sin ocultar mi sorpresa.

—Solo por las noticias. Yo viajo mucho, me gusta. Y no pensé que pasaría esto, y menos hoy.

—Todo estará bien. Chat y Lady nos salvarán, estoy segurísima— le guiñé un ojo a Marinette. Ella asintió y bajó la mirada a su bolsillo. Logré ver de reojo que Tikki se metió al cerrojo y nos liberó de las cadenas.

Se me iluminó el rostro. —¡Libertad!— Corrí hacia el camarote de Luka. La azabache y el oji azul me siguieron. —Espera— frené mi felicidad. —¿Por qué corro si no hay escape?— Volteé a ver a mis acompañantes. Le señalé a Mari debajo de la cama de Luka, y yo jalé al oji azul a la ventana y la señalé.

Él asintió. —¡Apresúrate Marinette!— Fingió preocupación mientras gritaba fuera de la ventana.

Yo me puse delante de Luka para "intentar" protegerlo. Aunque no sé por qué lo hice si sé que nos volvería a encadenar.

—¡Ustedes!— Gritó la akumatizada. Luka volteó y cuando trató de empujarme para hacerme a un lado, las cadenas de antes nos volvieron a atrapar.

—Caramba— fingí estar decepcionada. (Que bueno que Mari logró escapar) celebré en mis adentros.

—Al menos Marinette logró escapar. Es muy asombrosa— suspiró.

—Si la quieres, tendrás que pedir mi bendición— dije como la amiga sobreprotectora que soy.

—¿Y puedo tener tu bendición?

Me quedé atónita, no creí que me lo preguntaría tan rápido. —Desde que te conocí— lo vi de reojo y le sonreí, él imitó mi gesto.

—¿Qué tanto balbucean ustedes dos?— Nino interrumpió nuestra conversación.

—¡De donas!— Exclamamos al mismo tiempo, nos miramos sorprendidos por decir lo mismo.

—Ajá, claro— respondió Alya.

15 minutos después...

—¿Ves algo Mylène?— La peli naranja le preguntó.

—N-no, no puedo ponerme de pie— respondió.

—Y yo solo escucho ruidos de batalla— se quejó Alya como por décima vez.

—Yo soy la que debería estar enojada por perderme la pelea, yo soy la fan aquí— susurré gruñendo.

—No te preocupes, pronto saldremos de aquí— Luka trató de reconfortarme.

—Gracias por resaltar lo obvio, pero aprecio tus ánimos— le di un leve golpe en el hombro como gesto amistoso.

5 minutos después...

—¡¡¡¡¡¡ME ABURROOOOOOOO!!!!!!— Rugí mientras trataba torpemente de zafarme de las cadenas.

—Debemos ser pacientes, esto ya terminará— respondió el azabache.

—¡Calla carnal! Tú eres bueno manteniendo la calma y eres más maduro, en cambio yo no. Tengo hambre, dolor en las pompis por estar sentada en el suelo tanto tiempo, estoy aburrida ¡¡¡¡Y SI ME DICES QUE ES MEJOR CALMARME VOY A ENLOQUECER Y A TIRARNOS A AMBOS POR LA BORDA!!!!

Todos me vieron sorprendidos y parpadearon dos veces. Justo antes de que algún comentario idiota fuese dicho, Ladybug vino y nos liberó de las cadenas.

—Ya era hora— di un brinco por la felicidad.

Activó su Amuleto Encantado y una cadena cayó del yo-yo. —No se preocupen, ya encontraré la forma de sacarlos— se fue tan rápido como llegó.

—¿Y ahora qué?— Pregunté a nadie en específico.

—¿Qué no es obvio? ¡Iré a filmar la pelea!— Alya se puso de pie para ir arriba.

—No, ni merga. Te quedas aquí— señalé al piso con un dedo firme.

No pudo responder, ya que el barco tembló fuertemente, como si hubiese encallado. Todos nos tambaleamos y caímos, quejándonos por el golpe.

—Aaau... ¿En qué caí? Al fin un aterrizaje suavecito— comenté aliviada.

—Creo que me rompiste algo— Luka se quejó en un susurro adolorido.

—Chale— miré debajo de mí y el oji azul estaba acostado boca abajo y yo estaba sobre su espalda.

—¿Te importaría moverte?

—Nah, yo aquí estoy bien— sonreí kawaiimente mientras él soltaba más quejidos.

Las mariquitas del Amuleto Encantado regresaron al barco a la normalidad. Todos nos pusimos de pie. Nino y Alya se abrazaron, al igual que Iván y Mylène. Luka y yo nos miramos, nos encogimos de hombros sonriendo y también nos abrazamos.

Alya me tomó de la muñeca y salimos disparadas a la cubierta del barco. Todo estaba como nuevo. Miré a mi alrededor, me entristeció no encontrar a Chat, pero supuse que estaría aquí en cualquier momento como Adrien. Tal como en la serie.

—Oye, deberías bajar de peso— Luka comentó de forma casual.

—Cuidado Couffaine, empezabas a caerme bien— le di la espalda y me crucé de brazos.

El mayor rió y me revolvió el pelo. —Es una pena, tú ya me caíste bien.

Me sorprendió su acción pero le sonreí. —Cuida tus pasos cerca de mí si no quieres que mi bate con clavos se estampe contra ti.

—Mejor mantengo mi distancia— se alejó un paso levantando sus manos en señal de rendición. Asentí aprobando su acto y nos echamos a reír.

Roger hizo un chequeo de como tocaba la banda, y a pesar de aún estar fuera de los límites, nos dejó tocar por ser el día del festival. Antes de marcharse, le pedí disculpas nuevamente por el accidente del elefante de aquella vez.

Él sonrió aceptando mis disculpas pero me dijo que eso no me iba a librar del trabajo comunitario. Suspiré rendida y la policía finalmente se marchó.

—Hola amigos— una voz nos sorprendió a todos.

—¡Santo guacamole!— Exclamé cuando llegó a mi lado primero.

—¿Sorprendida?

—No, ya sabía que te dejaría venir. Quizás quieras ver dentro de esa caja— le sonreí dulcemente señalando a una caja negra y fui a pararme al lado de Juleka y Rosita.

—Un teclado CTX 2.4 original ¡wow!— Adrien exclamó fascinado.

Sonreí por su reacción.

—¿Sabías lo que esa caja tenía y que Adrien lo podía tocar?— Jules me preguntó.

—Seh, practica piano. Y supuse que le gustaría un pasatiempo con sus amigos donde podría usar sus habilidades— sonreí sin dejar de ver el encuentro del oji verde y Luka.

—Eres muy amable... O muy oportuna— Rosita puso una mano en su barbilla para pensar.

—Ambas— posé como diva y decidí escuchar la conversación de los chicos.

—Bienvenido a la banda, Adrien.

—Gracias, Luka.

Yo me les acerqué a los chicos y pasé un brazo por los hombros de cada uno. —Tocarán genial— los alenté abrazándolos.

Marinette me vio confundida, por lo que fui a su lado. —Podrías empezar a abrazar a Adrien o a Luka de forma casual como lo hice, para felicitarlos o yo que sé.

—Adrien sigue mirando hacia acá— Alya me dijo viendo disimuladamente a los chicos.

—Es porque aún no se acostumbra a los abrazos, al contrario de Nath— dije despreocupada. —Es que yo adoro los abrazos— hice un puchero y extendí mis brazos hacia mis amigas.

La peli naranja rodó los ojos y me dio un abrazo. La azabache se quedó como estatua. Seguí su mirada y la tenía puesta en Luka y Adrien. Yo la jalé de la muñeca, haciéndola volver en sí, y se unió a nuestro abrazo.

Cuando nos soltamos, escuchamos por fin el ensayo de la nueva banda formada "Kitty Section".

Continuará...

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